Verónica Lope Fontagné (PPE), por escrito. – Uno de cada cinco de los europeos afectados por la pobreza y exclusión social es un niño. 25 millones. Cifra que amenaza el modelo de solidaridad y convergencia económica y social en la que se basa la UE. Es importante que la UE muestre un apoyo sincero y apoye acciones locales y nacionales para acabar con la pobreza infantil, contando con el apoyo y consejo de ONG especializadas y de las propias organizaciones de personas que viven en situación de pobreza. Por ello, considero importante actuar con una estrategia basada en un doble enfoque:
- a corto plazo, mediante medidas de inclusión social y laboral y de mitigación de la pobreza existente, por ejemplo a través del FSE, del FEAD dando respuesta a necesidades de privación material.
- a largo plazo y para luchar contra ese componente intergeneracional y su consiguiente círculo vicioso, tenemos que acabar con los estereotipos existentes hacia las comunidades más desfavorecidas, garantizar unos servicios públicos asequibles y de calidad y sobre todo a través de la educación y de la formación, evitando el abandono escolar prematuro, ya que sin formación es difícil encontrar un empleo de calidad y por lo tanto de salir de la pobreza.