Nadia Murad y Lamiya Aji Bashar recogen el Premio Sájarov 2016

Las ganadoras del Premio Sájarov 2016 a la Libertad de Conciencia, Nadia Murad y Lamiya Aji Bashar, supervivientes yazidíes del cautiverio del Estado Islámico en Irak, recogieron hoy el galardón en una ceremonia durante la sesión plenaria del Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia). Escaparon de la esclavitud sexual y se han convertido en portavoces de las mujeres afectadas por la campaña de violencia sexual del grupo terrorista, así como de la perseguida minoría yazidí.

Lamiya Aji Bashar recibe el Premio Sájarov 2016
Lamiya Aji Bashar recibe el Premio Sájarov 2016.

“Fui vendida cuatro veces por el Daesh” como esclava, señaló Aji Bashar ante el pleno. En un emotivo discurso narró su terrible experiencia con el grupo terrorista y cómo quedó seriamente desfigurada durante su huida y su amiga de la infancia y otra niña murieron.


“Junto a una amiga mía y una niña de nueve años”, también violada por los captores, “logramos escapar, pero antes de llegar a un sitio seguro, mi amiga Kathrin pisó accidentalmente una mina terrestre, explotó, y lo último que oí fueron sus gritos mortales, lo peor que he oído en mi vida”, explicó.


“Creo que puedo ser la voz de las víctimas y de los que no tienen voz.. El Premio Sájarov me da una gran fuerza para llevar a cabo esa tarea" dijo. Aji Bashar subrayó que “más de 3.500 niños y mujeres están aún secuestrado como esclavos por el Daesh. Cada día mueren mil veces”.

Nadia Murad recibiendo el Premio Sájarov 2016
Nadia Murad recibiendo el Premio Sájarov 2016.

Las galardonadas piden protección para la comunidad yazidí

"Daesh y los extremistas entraron el 3 de agosto (de 2014) para acabar con la existencia de los yazidís. Nos dieron a elegir: la muerte o (convertirnos al) Islam”, dijo Nadia Murad.


“No cabe duda de que el Daesh cometió un genocidio. Este genocidio no fueron solo asesinatos, sino que también consistió en esclavizar a mujeres de manera sistemática y secuestrar a niños”, continuó recordando el día en que fue capturada como esclava sexual y la mayoría de su familia asesinada.


"Hoy, mi comunidad se ha desintegrado bajo el peso del genocidio", añadió y pidió el procesamiento internacional de los perpetradores.


"El medio millón de yazidíes en Irak son los últimos miembros de esta comunidad en Oriente Medio”, dijo Murad. Ambas pidieron que se establezcan zonas seguras en el país para la comunidad yazidí y otras minorías o que como alternativa los yazidíes sean acogidos en territorio comunitario.


"Vemos a Europa como un símbolo de humanidad, y Europa realmente lo está confirmando hoy. Europa debe seguir siendo un modelo para el mundo, un modelo para la convivencia de pueblos y culturas ", dijo Murad.


Luchar por los que quedan atrás


"Han sufrido indecibles atrocidades, sobrevivieron al cautiverio y escaparon y encontraron exilio. Superaron el miedo y el dolor y finalmente han encontrado refugio con nosotros aquí en Europa. Ambas, Nadia Murad y Lamiya, luchan por los que han dejado atrás. Luchan contra la impunidad y la justicia”, dijo el presidente del Parlamento, Martin Schulz, durante la ceremonia.


Schulz también consideró que la Corte Penal Internacional debe investigar los crímenes cometidos por el llamado Estado Islámico y recordó que Europa tiene el deber de proteger a las personas perseguidas.


“Nosotros, las comunidades democráticas, que vivimos en partes más prósperas del mundo, a veces rechazamos darles protección. Es una vergüenza. Es insoportable”, agregó.


Schulz también recibió a los finalistas del Premio Sájarov de este año, el periodista turco Can Dündar y al activista ucraniano Mustafa Dzhemilev, y reiteró su llamamiento a las autoridades saudíes para que liberen de inmediato al bloguero saudí Rafi Badawi, ganador del Sájarov el año pasado.


Los discursos de las ganadoras fueron respondidos con una gran ovación con el hemiciclo en pie. El presidente Schulz presentó al hermano pequeño de Lamiya, que se ha reunido con ella tras 18 meses en un campo de refugiados.


Nadia Murad y Lamiya Aji Bashar


Procedentes de Kocho, un pueblo situado en la provincia iraquí de Sinjar, donde el 3 de agosto de 2014, el EI masacró a todos los varones de la aldea y capturó y esclavizó a todas las mujeres y niños. Las mujeres jóvenes de Kocho, incluidas Aji Bashar, Murad y sus hermanas, fueron secuestradas, vendidas en varias ocasiones y utilizadas como esclavas sexuales.


Ambas lograron escapar, Nadia en noviembre de 2014 y Lamiya en abril de 2016.


Murad, de 23 años de edad, y Aji Bashar, de 18 años, viven ahora en Alemania y se han dedicado activamente a sensibilizar acerca del sufrimiento de la comunidad yazidí de Irak, una minoría religiosa sometida a una campaña genocida por militantes del EI. Luchan también por las mujeres afectadas por la campaña de violencia sexual del grupo terrorista.


Más sobre el premio Sájarov


El Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia, que concede cada año la Eurocámara, fue creado en 1988 para recompensar a las personalidades o colectivos que se esfuerzan por defender los derechos humanos y las libertades fundamentales. El premio tiene una dotación de 50.000 euros.


El año pasado el galardón recayó en el bloguero saudí Raif Badawi.que continúa en prisión por subir contenido a su web considerado blasfemo por las autoridades saudíes. Fue detenido en 2012 y, posteriormente, condenado a diez años de prisión, 1.000 latigazos y una multa.


Vea la grabación de la ceremonia en nuestra página web o siga el debate en las redes sociales con la etiqueta #Sájarov y consulte el resumen de nuestros últimos artículos.

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