Los eurodiputados evidencian su preocupación ante los cambios constitucionales en Hungría

Existen serias dudas sobre si los cambios en la Constitución de Hungría son compatibles con la legislación de la UE, según la mayoría de los participantes en el debate de la sesión plenaria de este miércoles. Otros consideraron que se trata de un debate "estéril", y que también deberían analizarse las leyes de otros países de la UE. La comisión parlamentaria de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior examina en la actualidad la cuestión húngara.

La vicepresidenta de la Comisión Europea, Viviane Reding; la secretaria de Estado irlandesa de Asuntos Europeos, Lucinda Creighton; y los eurodiputados Frank Engel, Hannes Swoboda, Guy Verhofstadt, Rebecca Harms, Lajos Bokros, Zbigniew Ziobro, y Marie-Christine Vergiat
La vicepresidenta de la Comisión Europea, Viviane Reding; la secretaria de Estado irlandesa, Lucinda Creighton; y los eurodiputados Frank Engel, Hannes Swoboda, Guy Verhofstadt, Rebecca Harms, Lajos Bokros, Zbigniew Ziobro, y Marie-Christine Vergiat

La secretaria de Estado irlandesa para Asuntos Europeos, Lucinda Creighton, dijo en nombre de los Gobiernos de la UE que estos no han debatido la situación en Hungría. E indicó que la Comisión Europea, como guardiana de los tratados, es la encargada de comprobar si las leyes nacionales son compatibles con las de la UE.

La vicepresidenta de la Comisión Europea, Viviane Reding, indicó los tres temas más inquietantes en las cuatro enmiendas de la Constitución de Hungría: una cláusula que "introduciría una tasa sobre los ciudadanos húngaros, en caso de que Hungría fuera multada por la violación de los Derechos de la UE"; nuevos poderes para que las autoridades transfieran casos de un tribunal a otro; y las restricciones para publicar anuncios políticos durante las campañas electorales. "El análisis legal de la Comisión progresa de forma objetiva, neutral y justa", afirmó antes de añadir: "No esperaremos hasta junio si es necesario abrir un procedimiento de infracción".

El eurodiputado popular luxemburgués Frank Engel, dijo que "el Gobierno húngaro tiene buenos argumentos para defender que lo está haciendo bien y la oposición también los tiene para argumentar lo contrario". Puntualizó que "es otro debate estéril". Y afirmó que "no podemos cuestionar decisiones por el único hecho de que se aprobaron por una mayoría de dos tercios".

"En un Estado de Derecho, no es aceptable restringir los derechos y penalizar a los ciudadanos", aseguró el líder del grupo socialista, el austríaco Hannes Swoboda, que también lamentó que el antisemitismo resurja en Hungría.


Sanciones

El líder del grupo liberal, el belga Guy Verhofstadt, solicitó que se recurra a las medidas que autorizan imponer sanciones, tal y como prevé el Artículo 7 del Tratado de la Unión Europea contra los países que infringen los valores de la UE. Estas sanciones incluyen suspender a los Estados infractores sus derechos de voto en la toma de decisiones de la UE. "Si la Comisión no lo hace, en la Eurocámara debemos atrevernos", apostilló.

"No estamos entrometiéndonos en asuntos domésticos, porque el Estado de Derecho y los derechos civiles están en el núcleo del proyecto europeo", intervino la copresidenta alemana del grupo de los Verdes, Rebecca Harms. Y advirtió que "si se reducen a palabras vacías, habremos abandonado la esencia del proyecto de la UE".

"Orbán continúa diciendo que el Oeste está en decadencia y se está construyendo un régimen autoritario para él", sentenció el eurodiputado húngaro Lajos Bokros, del grupo de conservadores y reformistas, en referencia al Primer Ministro de Hungría Viktor Orbán.


Chivo expiatorio

"No seamos hipócritas y no usemos Hungría como chivo expiatorio", contraatacó el eurodiputado polaco del grupo Europa de la Libertad y de la Democracia, Zbigniew Ziobro. Y propuso "ver si los valores y los principios de la UE también se infringen en otros países".

Marie-Christine Vergiat, eurodiputada francesa del Grupo Izquierda Unitaria, aseguró que "la Constitución húngara ha sido revisada por cuarta vez en 15 meses, lo que es mucho para una ley fundamental". Y concluyó: "Orbán persigue los votos de la extrema derecha para garantizar su reelección".