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Acta literal de los debates
Jueves 25 de abril de 2002 - Bruselas Edición DO

Endeudamiento de los países pobres
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  Cerdeira Morterero (PSE). - Señora Presidenta, querría explicar en este poco tiempo mi impresión personal, como representante del Grupo socialista en la Conferencia de Monterrey -aunque creo que compartida por todos los Grupos parlamentarios-, sobre esta Conferencia.

Efectivamente, ha sido una Conferencia con claroscuros. Hay aspectos positivos que sería injusto no destacar, pero también hay que reconocer, como ha hecho el Comisario, que en algunos aspectos no se han cumplido las expectativas que habíamos puesto en la citada Conferencia y, desde luego, las expectativas que este Parlamento había expresado a través de una resolución.

Por un lado, disponer del documento de consenso, elaborado previamente en el mes de enero en Nueva York, ha tenido la parte positiva de permitir que los participantes pudieran dedicar su tiempo a reuniones y al logro de compromisos bilaterales muy interesantes, a participar en mesas redondas. Pero, por otro lado, también pusimos al descubierto cuáles eran nuestras debilidades, nuestras limitaciones, hasta dónde estábamos dispuestos a llegar. Con ello se sabía previamente que ciertos temas podían quedar aparcados, porque en aras de lograr un consenso, sobre todo con los Estados Unidos, la Unión Europea iba a ceder. Creo que ése ha sido un fallo por parte del Consejo: mostrar esta debilidad. Por cierto, quien estaba representada allí no era la Unión Europea; era la Comisión Europea, la delegación de la Comunidad Europea, dado que la Unión todavía no tiene personalidad.

Entre los aspectos positivos está el logro de un compromiso de aumento presupuestario de los fondos para desarrollo por parte de Europa, además de una mejor coordinación entre los Estados miembros, y que los Estados Unidos también han asumido el compromiso de aumentar su dotación.

Pero creo que todavía tendremos que seguir trabajando de cara al próximo compromiso de Johannesburgo, donde habrá que definir los asuntos de las nuevas fuentes de financiación -de las cuales no se ha hablado-, de los bienes globales -tampoco se ha acordado nada al respecto-, y recalcar también la necesidad de que se escuche más a los países en desarrollo así como buscar una solución para su deuda externa.

Hay que comprometerse, a seguir trabajando de cara a Johannesburgo, para poder cumplir los objetivos de la Cumbre del Milenio.

 
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