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Procedimiento : 2006/2106(INI)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento : A6-0044/2007

Textos presentados :

A6-0044/2007

Debates :

PV 15/03/2007 - 3
CRE 15/03/2007 - 3

Votaciones :

Explicaciones de voto

Textos aprobados :

P6_TA(2007)0082

Acta literal de los debates
Jueves 15 de marzo de 2007 - Estrasburgo Edición DO

3. Islas y limitaciones naturales y económicas en el marco de la política regional (debate)
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  El Presidente. – De conformidad con el orden del día, se procede al debate del informe (A6-0044/2007) del señor Musotto, en nombre de la Comisión de Desarrollo Regional, sobre las islas y las limitaciones naturales y económicas en el marco de la política regional (2006/2106(INI)).

 
  
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  Francesco Musotto (PPE-DE), ponente. – (IT) Señor Presidente, señora Comisaria, Señorías, quiero expresar mi más sincero agradecimiento a todos los colegas diputados que han contribuido a la elaboración del informe. Creemos que es la primera vez que se dedica a las islas un estudio completo que tenga en cuenta sus características específicas respecto de todos los ámbitos de competencia comunitaria; si bien la política de cohesión para el período 2007-2013 presta atención sobre todo a las regiones estructuralmente desfavorecidas, no prevé medidas específicas para las regiones insulares.

El Parlamento ha destacado ese vacío en varias ocasiones y, aunque la situación de las islas europeas es heterogénea –hay 121 islas en total, con una población de unos 15 millones de habitantes–, estas comparten una serie de dificultades que constituyen una desventaja competitiva: precios más altos debido a los costes de transporte adicionales y a la escasa competencia; dificultad de acceso al mercado único, necesidad de importar materias primas, costes de energía más altos, falta de infraestructuras, inmigración, diversificación limitada de las actividades económicas y vulnerabilidad a los riesgos ambientales. No es casualidad que el PIB medio per cápita en las islas equivalga al 72 % de la media europea. Por tanto, al aplicar la política comunitaria, comenzando por las ayudas estatales, es necesario reconocer sus características específicas. Creemos que se requiere una mayor flexibilidad para contrarrestar los costes adicionales y para compensar las fluctuaciones del precio del carburante, en el caso de la energía.

En el contexto de los programas operativos de los Fondos Estructurales, hay que conceder especial importancia al desarrollo de proyectos de infraestructura, en especial en el marco de una política marítima europea, con el fin de integrar a las islas en el mercado interior y en la estrategia de Lisboa. Por otra parte, las islas disfrutan de una ventaja con respecto a la generación de energía eólica, solar y marítima. Estas representan un valor potencial sin parangón, por lo cual la Comisión debe apoyar los proyectos que favorezcan las fuentes de energía renovables y la seguridad energética.

El turismo es otro recurso que hay que explotar. Necesitamos una política comunitaria que promueva el turismo insular, una etiqueta de calidad y de origen, y un estudio exhaustivo sobre el turismo sostenible. Entre otras cosas, proponemos que el año 2010 se declare Año Europeo de las Islas.

El informe también aborda la cuestión de la inmigración ilegal, que consideramos una tragedia humana y a la vez también una carga insostenible para las islas mediterráneas, que la Unión Europea debe asumir. Acogemos con satisfacción la creación de equipos de intervención rápida en las fronteras y pedimos que se cree un cuerpo de guardacostas europeo. Es urgente que la Unión Europea destine los recursos necesarios para garantizar una intervención rápida y a tiempo en este terreno.

Hay otras propuestas que convendría desarrollar más, como los instrumentos financieros JASPERS (Asistencia conjunta de apoyo para proyectos en las regiones europeas) y JEREMIE (Recursos europeos conjuntos para las pequeñas y medianas empresas), destinados a facilitar el acceso de las pequeñas y medianas empresas a los créditos y a fomentar la diversificación de las economías insulares, o el desarrollo de la banda ancha para reducir las diferencias tecnológicas.

Por último, es esencial revisar el marco jurídico de manera que tenga en cuenta plenamente las características específicas de las islas y actualizar los indicadores estadísticos en ese sentido: incluyendo las islas en el contexto de la Red Europea de Planificación y Observación Espacial y creando una unidad administrativa para las islas en el seno de la Dirección General de Política Regional de la Comisión.

Esperamos que este informe represente un punto de inflexión efectivo, que impulse un verdadero desarrollo y aporte soluciones prácticas a las nuevas generaciones que desean seguir viviendo y trabajando en su lugar de nacimiento, pero integradas en el contexto europeo.

 
  
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  Neelie Kroes, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, la Comisión otorga gran importancia a las islas y otros territorios con limitaciones naturales o específicas con vistas a asegurar la cohesión territorial y desarrollar la cooperación transfronteriza –habitualmente con terceros países–, el turismo, la cultura y otras cuestiones.

Aunque reconocemos que un enfoque intersectorial puede ser útil, la política de cohesión pretende desempeñar un papel fundamental en la solución de los problemas específicos de esos territorios. En el proyecto de Reglamento general para la política de cohesión 2007-2013, presentado en julio de 2004, la Comisión propuso expresamente conceder un complemento a la tasa de cofinanciación para esas regiones. Lamentablemente, la propuesta finalmente no fue aprobada por el Consejo en la versión final del Reglamento, aprobado en julio de 2006, que, como saben, está actualmente en vigor. Sin embargo, la Comisión asegurará, durante las negociaciones en curso sobre la intervención de la política de cohesión para 2007-2013, que las limitaciones específicas de esos territorios se tengan debidamente en cuenta en los correspondientes programas y que se programen las medidas pertinentes para hacerles frente.

Asimismo, la Comisión está elaborando ahora el Cuarto Informe de Cohesión, que se publicará en mayo y que contendrá un análisis exhaustivo de la situación y las tendencias de la cohesión territorial en la UE, incluidas las islas y las regiones con desventajas naturales. Del mismo modo, la Comisión pretende seguir mejorando el trabajo dentro del programa ORATE a fin de obtener indicadores más útiles e información actualizada sobre esos territorios. Al mismo tiempo, la Comisión desea señalar que están disponibles los datos estadísticos sobre las islas u otros territorios que constituyen regiones NUTS II y NUTS III. Sin duda, es más difícil reunir información estadística sobre territorios más reducidos, pero de hecho el 95 % de la población insular europea, sin contar las regiones ultraperiféricas, vive en regiones NUTS II y NUTS III.

Volviendo a la aplicación práctica del concepto de cohesión territorial, pese a la falta de un fundamento jurídico explícito como el que contiene el Tratado constitucional, el Consejo ya acordó en 2004 en Rotterdam introducir la dimensión territorial en el proceso de Lisboa, y ha comenzado también a desarrollar el programa de trabajo territorial. Este documento, destinado a presentar los retos, objetivos y recomendaciones políticas para la cohesión territorial, se espera que sea aprobado en mayo de 2007 en Leipzig.

Asimismo, las directrices estratégicas de la Comunidad en materia de cohesión, aprobadas por el Consejo el pasado mes de octubre, incluyen un capítulo específico dedicado a la dimensión territorial de la política de cohesión. La Comisión trata ahora de asegurar su aplicación práctica en los documentos de programación que se están negociando.

La Comisión es desde luego partidaria de promover eurorregiones o estructuras similares para gestionar la cooperación transfronteriza entre países y regiones. Estas entidades podrían ser especialmente idóneas para las islas y otras regiones con desventajas naturales, y la Comisión quiere animar a estos territorios a que aprovechen la Agrupación Europea de Cooperación Territorial, creada hace muy poco para facilitar la gestión de los correspondientes programas.

En cuanto a las ayudas estatales, es posible que la ayuda a la inversión regional no sea el mejor instrumento para resolver los problemas de las islas. Creo que los principales problemas de las islas pueden afrontarse más eficazmente, por ejemplo, con instrumentos horizontales. Nuestras normas sobre ayudas estatales admiten muchas formas de ayuda; por ejemplo, nuestras normas sobre servicios de interés económico general permiten una compensación por la prestación de servicios públicos locales, incluido el transporte de pasajeros.

En segundo lugar, nuestras nuevas directrices sobre capitales de riesgo y nuestro marco de desarrollo de la investigación e innovación ofrecen nuevas oportunidades para apoyar a empresas jóvenes e innovadoras, con bonificaciones adicionales para las pequeñas y medianas empresas.

En algunos casos, las ayudas que necesitan las islas pequeñas no se computarán como tales: según la nueva regulación de minimis, las ayudas de hasta 200 000 euros concedidas a lo largo de cualquier periodo de tres años no se considerarán ayudas. Con ellas podrán financiarse infraestructuras públicas de todo tipo, pues no contienen un elemento de ayuda. Además, la situación específica de las islas se tiene en cuenta efectivamente en las nuevas directrices sobre ayuda regional: con la nueva modalidad destinada a fomentar la creación de empresas, las islas pequeñas reciben un 5 % de bonificación.

Creo que todos estos ejemplos demuestran claramente que con nuestro proceso de reforma de las ayudas estatales estamos mejorando la previsibilidad de las reglas y reduciendo la carga burocrática de la notificación de ayudas estatales. Esto es lo que sus Señorías reclamaban en favor de las regiones insulares y todas las demás partes interesadas.

 
  
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  Simon Busuttil, en nombre del Grupo PPE-DE. (MT) Ante todo, quiero felicitar a mi colega, el señor Musotto, por el presente informe. Se trata de un informe muy importante, en especial para quienes, como yo, procedemos de las islas. Y es particularmente importante porque da voz a las islas. Las islas merecen ser escuchadas, dado que hasta ahora la Unión Europea no les había prestado suficiente atención. Por tanto, este informe las tiene en cuenta debidamente. También me ha alegrado oírle afirmar a la Comisaria Kroes que las islas son importantes para la Comisión Europea. Sin embargo, señora Comisaria, queremos que se tenga en cuenta a las islas en los ámbitos de todas las políticas de la Unión Europea y que no se las considere únicamente desde la perspectiva de la política regional. Por ejemplo, usted es Comisaria de la Competencia y, como bien ha dicho, hay normas sobre las ayudas estatales que todavía no son suficientemente flexibles en el caso de las islas. Las normas pensadas para el conjunto del territorio europeo no siempre son suficientemente flexibles para poder aplicarlas a las islas y quisiéramos pedirle que las examine con seriedad, que dedique más atención a las islas y que garantice que las normas puedan aplicarse con la máxima flexibilidad posible.

Quisiera hacer especial hincapié en el apartado 10 del informe. Este se refiere a la necesidad de que la Comisión elabore un informe periódico sobre las necesidades de las islas y cómo pueden abordarse. Espero que la Comisión elabore dicho informe y seguiremos insistiendo en ello. Repito que se trata de un buen informe y, sin duda, todas las islas implicadas lo acogerán con satisfacción.

 
  
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  Stavros Arnaoutakis, en nombre del Grupo del PSE.(EL) Señor Presidente, señora Comisaria, Señorías, una vez más el Parlamento Europeo plantea el tema de las islas. Una vez más proclama con toda claridad en el presente informe –y quiero felicitar al señor Musotto por su excelente trabajo– que las regiones insulares requieren un trato especial. Necesitan más ayuda, no solo para superar los problemas de desarrollo a los que se enfrentan, sino también para poder aprovechar el potencial del mercado común y de la economía globalizada.

Todos cuantos vivimos en regiones insulares estamos acostumbrados a problemas, más o menos graves, como el aislamiento geográfico, la falta de infraestructuras, el estancamiento económico y demográfico y la limitación de recursos y posibilidades, que puede decirse que han llegado a formar parte de nuestro modo de vida. Pero, al mismo tiempo, todos somos conscientes, tanto los residentes permanentes como los millones de ciudadanos que eligen las islas europeas para sus vacaciones, de las ventajas de las regiones insulares: su riqueza cultural, sus variados pero sensibles ecosistemas, su medio natural, su peculiar estilo de vida y la calidad de sus productos y métodos tradicionales de fabricación. Tenemos que apoyar esas ventajas, tenemos que ponerlas de manifiesto y promoverlas a través de las políticas de la Unión Europea, en especial a través de la política de cohesión, si queremos que exista una verdadera cohesión económica y territorial entre las regiones de Europa. En este contexto, quiero recordar la importancia particular de que se concedan ayudas estatales a las regiones insulares –donde el coste del carburante y de la energía repercute negativamente sobre su competitividad y sobre la aplicación flexible de las ayudas estatales actuales y futuras en relación con el coste del transporte–, de que se aplique una política integrada sobre turismo, de que se aplique una política empresarial eficaz y de que se cree de inmediato una unidad administrativa para las islas en la Dirección General de Política Regional, a partir de la experiencia adquirida por la unidad administrativa para las regiones remotas, cuyo funcionamiento preservará todas las peculiaridades y necesidades de las islas y de sus habitantes permanentes y temporales, que se tienen en cuenta en el desarrollo y aplicación de las políticas europeas, en especial en los sectores del transporte, la energía y la gestión de los recursos hídricos.

En un momento en que se está elaborando el Cuarto Informe de Cohesión y se ha empezado a debatir el futuro de la política regional previamente a la revisión de las perspectivas financieras para 2008-2009, el Parlamento Europeo debe recordar que la Unión Europea no puede abordar de forma diferente situaciones similares ni tampoco de la misma forma situaciones diferentes.

 
  
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  Elspeth Attwooll, en nombre del Grupo ALDE.(EN) Señor Presidente, señora Comisaria, el Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa quiere dar las gracias al señor Musotto por su informe sumamente útil acerca de las limitaciones naturales y económicas que sufren las islas.

Todos los asuntos tratados merecen nuestra plena atención, pero yo quisiera centrarme en los relativos a las ayudas estatales y a los apartados 8, 9 y 19. El motivo tiene que ver con la realidad de la vida en las islas, especialmente en los lugares alejados de los núcleos de población. Los ejemplos proceden de mi circunscripción, pero se repiten por toda la UE.

Para insistir en el problema de la distancia, un amigo mío de las Islas Shetland tarda catorce horas, entre el coche y el transbordador, en llegar al cine más cercano. El precio de la gasolina es un 11 % superior en las Islas Occidentales que en el cinturón central de Escocia, y en las Islas Shetland la diferencia ronda el 16 %. Una bala de heno cuesta cinco veces más en las Islas Occidentales que en las afueras de la ciudad más cercana, Inverness. Hechos como estos son meros ejemplos que ilustran hasta qué punto la lejanía por sí sola puede colocar a las islas en una situación de desventaja competitiva.

Quiero dar las gracias a la señora Comisaria por sus palabras sobre las ayudas estatales, pero sigue siendo preciso un régimen más flexible tan solo para asegurar que haya igualdad de condiciones. Como ella sabe, me preocupa en particular el criterio del inversor de mercado. Una ve más, la realidad de la vida en las islas y en otras regiones remotas hace que sea muy difícil cumplir este criterio, al no existir tal vez un elemento de comparación adecuado y porque el reducido tamaño del mercado supone un problema con respecto al nivel medio de rentabilidad en un sector dado.

Todo lo que queremos a este respecto es que nuestras islas disfruten de acceso al merado único en las mismas condiciones que las demás regiones.

 
  
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  Mieczysław Edmund Janowski, en nombre del Grupo UEN. – (PL) Señor Presidente, quiero felicitar al ponente por el trabajo realizado. Si queremos ser sinceros, hoy tenemos que reconocer que no todos los ciudadanos de los Estados miembros de la UE disfrutan de las mismas ventajas. En nuestra Comunidad hay zonas que sufren restricciones particulares debido a la distancia o a las dificultades de acceso. Entre ellas figuran las islas, que a menudo también son zonas ultraperiféricas y montañosas.

Hablamos de solidaridad y de cohesión interna. Estos principios fundamentales exigen que protejamos y apoyemos a las personas que viven en las zonas mencionadas. Los principales problemas que aborda el informe son las dificultades en materia de transporte, la escasez de materias primas, unos costes energéticos más altos, las dificultades de acceso a Internet y a las redes de telecomunicaciones, las dificultades del terreno, en particular en las montañas y las zonas más septentrionales, la despoblación o la inmigración ilegal.

En apoyo de las conclusiones a las que ha llegado el ponente, pido que no abandonemos a esas personas a su suerte.

 
  
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  Alyn Smith, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (EN) Señor Presidente, yo también quiero felicitar al ponente y darle las gracias por su enfoque constructivo respecto a nuestras enmiendas cuando estuvimos trabajando sobre esto en la comisión. Me complace mucho respaldar hoy este informe.

Viniendo de Escocia tengo un interés particular y un punto de vista particular, al igual que otros diputados escoceses, y antes que nada quisiera recordar a sus Señorías que la condición periférica es relativa. Bruselas es de veras absolutamente periférica cuando intento conocer en un sábado los resultados del fútbol en Escocia. Las islas tienen una cultura distintiva, una identidad propia y una geografía diferenciada, y eso es digno de encomio, no de compasión. Si hay igualdad de condiciones, no hay desventaja para las islas europeas que no pueda ser compensada por las ventajas de las islas europeas con su dinamismo, su capacidad de innovación y su contribución potencial a los objetivos de la UE. Si Malta estuviera en Europa Central y contara con buenas comunicaciones con el resto de Europa, no sería Malta, sino Múnich. Tenemos que alabar a las islas europeas y reconocer su naturaleza distintiva.

Ser una isla significa que hay asuntos específicos que hay que tratar y para los que este informe formula una serie de sugerencias bien fundadas. Espero que nuestra Comisaria nos dé hoy garantías concretas de que se va a actuar en la línea de este informe, pues contiene muchas buenas ideas y espero que no se convierta en otra lista de deseos que la Comisión aprueba de boquilla pero apenas pone en práctica.

Me gustaría destacar algunos aspectos concretos. Las islas tienen ciertas desventajas en su interacción con el mercado único de la Unión Europea y necesitamos estadísticas actualizadas y exactas para definir una política. ¿Puede la Comisaria prometernos que colaboraremos con Eurostat para asegurar esto?

En los apartados 12 y 16 de nuestro informe pedimos la creación de una unidad administrativa intersectorial específica y con amplias funciones dentro de la Dirección General de Política Regional para tratar con las islas. Ya existe una así para las regiones ultraperiféricas, y está muy clara la necesidad de una unidad específica para las islas. ¿Puede prometernos nuestra Comisaria que esto va a ser así?

Acerca de las ayudas estatales, como han afirmado otros diputados, deseamos que la Comisión adopte una postura más realista al evaluar los criterios aplicados a las islas. Estas tienen condicionantes económicos muy concretos que no se tienen suficientemente en cuenta, por lo que agradeceríamos que la Comisaria nos prometiera que va a revisar su política al respecto.

En cuanto a los recortes de las ayudas estatales, especialmente en el ámbito del transporte a y de las islas y dentro de ellas, en Escocia nuestro Gobierno acaba de malgastar veinticinco millones de euros en una costosa licitación sobre servicios de transbordador. El error tiene un origen en gran parte interno, pero la complejidad del tejido normativo de la UE tampoco ha ayudado y ahora debemos reexaminar este asunto. Igualmente es preciso revisar las obligaciones de servicio público y las ayudas de carácter social, en relación con el apartado 2 del artículo 87 del Tratado, y es necesario aclarar la situación de la tarifa de equivalencia con el transporte por carretera.

En cuanto a la energía, las islas tienen una clara ventaja natural, y quisiéramos que la Comisión utilizara todos los medios a su alcance para fomentar comunidades energéticas sostenibles, sobre todo la red eléctrica europea, y la abolición de las restricciones nacionales. En Escocia, con las Islas Shetland, Orkney, Occidentales y Argyle y Bute tenemos los mejores recursos de viento, oleaje y mareas de la UE y un gran potencial de contribución a los objetivos de la Unión en materia de energía y cambio climático, pero no estamos desarrollando esos recursos porque no hay suficiente inversión en la red. Si la UE desea de verdad afrontar los retos del cambio climático, debe invertir en interconectores con las islas escocesas, y así estas contribuirán decisivamente a nuestros objetivos.

De forma análoga, el Gobierno del Reino Unido nos pone trabas con su sistema de precios discriminatorio para acceder a la red eléctrica nacional. Es muy simple: cuanto más lejos del mercado principal, mayor es la tasa que se carga por suministrar electricidad a la red nacional del Reino Unido. Estoy convencido de que esto es discriminatorio con arreglo al apartado 6 del artículo 7 de la Directiva sobre energía renovable de 2001 y creo que la Comisión debe incoar procedimientos formales contra el Reino Unido por desfavorecernos. Las islas tienen una gran contribución que hacer y pueden hacerla. No hay desventaja para las islas europeas que no pueda ser compensada por sus ventajas, pero debemos garantizar la igualdad de condiciones.

 
  
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  El Presidente. – Su intervención nos recuerda un hecho importante: siempre nos encontramos en la periferia de alguien. El problema de la centralidad no es fácil de definir.

 
  
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  Kyriacos Triantaphyllides, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (EL) Señor Presidente, creo que debemos felicitar a la Comisión de Desarrollo Regional por la iniciativa de elaborar el presente informe.

Las islas de la Unión Europea constituyen un elemento fundamental en el marco de la política de cohesión para el periodo 2007-2013, ya que la mayoría se enfrenta a dificultades que tienen que superar para no encontrarse en desventaja con respecto al resto de la Unión Europea. Así, una isla como Chipre, por ejemplo, se enfrenta a las siguientes dificultades: precios elevados debido a la interacción de los mercados cautivos y los costes de transporte adicionales, salarios bajos debido a los niveles de demanda y de oportunidades, falta de materias primas, aumento de los costes energéticos, infraestructuras deficientes, una gama limitada de actividades y una mayor vulnerabilidad a los riesgos ambientales, que pueden afectar al turismo. El informe abarca de forma satisfactoria el marco más amplio de todos estos problemas. Sin embargo, el informe señala un problema con el que discrepo; me refiero al problema de la inmigración. Con la propuesta de una mayor vigilancia policial de las fronteras exteriores, la creación de una guardia de fronteras y la erradicación de la llamada inmigración ilegal, estamos escondiendo la cabeza bajo el ala, sin proponer soluciones viables para un problema social enorme, porque no podemos vanagloriarnos, por un lado, de que la Unión Europea es una potencia económica mundial y, por otro, cerrar nuestras fronteras. Las islas pueden desempeñar un papel positivo en este aspecto, que lamentablemente no es el que describe el informe.

 
  
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  Derek Roland Clark, en nombre del Grupo IND/DEM. – (EN) Señor Presidente, de modo que necesitamos otra iniciativa, ¿no es cierto? Esta vez, para los habitantes de las islas. En realidad, los isleños son por naturaleza gente con recursos. Ellos siguen ahí, pero necesitan ayuda en lo que ha interferido la UE.

El año pasado, este Parlamento aprobó la reanudación de las licencias para que las flotas pesqueras de la UE saqueasen las aguas del Sáhara Occidental. Incapaz de competir con los modernos barcos de la UE, la población saharaui comenzó a buscarse la vida en otros lugares, y las islas Canarias empezaron a sufrir el trauma de la inmigración masiva. Como mostró gráficamente la televisión, barcas repletas de africanos occidentales trataron de cruzar el Atlántico, y su desgracia aumentó cuando decenas de ellos murieron al no aguantar sus frágiles embarcaciones en mar abierto. Una vez iniciado este éxodo alentado por la UE, llegó el turno de los habitantes de los países vecinos, que acentuaron el problema.

Malta sufre el mismo problema de inmigración masiva. Y es lógico: los altos aranceles aduaneros de la UE obstaculizan el comercio, en grave detrimento de los países más pobres de África septentrional y oriental, por lo que sus gentes prueban fortuna en Europa, haciendo escala en Malta. La concesión de ayudas a Malta no es la respuesta: son los aranceles. Si se bajaran, aumentaría el comercio y la mayor parte de la población africana podría vivir sin abandonar su hogar. Si nos empeñamos en mantener un mercado cerrado de 27 países mientras un mundo entero espera poder comerciar con Europa, seguiremos creándonos problemas a nosotros mismos.

¿Me parece ver en el informe que las islas de la UE, sobre todo las de las regiones ultraperiféricas, podrían utilizarse como fuentes de energía renovables? Supongo que eso significa que vamos a levantar esas ridículas estaciones eólicas en ellas. Perfecto: es la manera de echar de allí a la población local, y todo por unas inútiles turbinas que producen cantidades insignificantes de energía de forma impredecible, situadas en islas remotas para asegurarnos de que su paupérrima producción se pierda en la transmisión.

He oído que las islas son especialmente vulnerables a la subida del nivel del mar. Una muestra más de las histéricas y agoreras advertencias de los «calentadores globales». Esto no está sucediendo en la medida en que se ha vaticinado, y además es algo natural, que ya ha sucedido antes. El mundo experimenta ciclos de calentamiento y enfriamiento. El período cálido medieval era más caluroso que el actual, durante décadas enteras. Hay suficientes registros de tales acontecimientos, con la aparición de cultivos donde nunca habían crecido, pero no hay datos de islas desaparecidas bajo las olas.

Es hora de que todos nos calmemos y nos demos cuenta de que un mínimo calentamiento terrestre es natural en un ciclo en que no interviene el hombre. Lo único que tenemos que hacer es adaptarnos a la naturaleza.

Por lo tanto, dejemos de interferir. Dejemos en paz a las islas a las que les va bien. Y donde se necesite ayuda, en las islas del tercer mundo u otras partes, hagamos que les ayude el comercio. La actitud proteccionista de la UE no supone ninguna ayuda a largo plazo, sino meros parches que se acaban desprendiendo con el tiempo.

 
  
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  Luca Romagnoli, en nombre del Grupo ITS. – (IT) Señor Presidente, Señorías, ¿cómo podríamos no tener en cuenta las desventajas estructurales de nuestras islas en Europa? Era esencial que esta cuestión fuese uno de los objetivos de la reglamentación de la Unión sobre las ayudas estatales. El informe de propia iniciativa sobre las islas de la Unión Europea y sus innegables limitaciones, que ha presentado mi estimado colega, el señor Musotto, constituye un hito en el reconocimiento de su importancia en el contexto del desarrollo regional de Europa.

Es la primera vez que he tenido ocasión de analizar y comentar un informe tan valioso y digno de apoyo durante la presente legislatura. Es digno de apoyo porque considera todos los aspectos necesarios y su enfoque es muy equilibrado, y también por sus méritos y sus objetivos. Voy a votar a favor de muy buen grado y espero que reciba pleno apoyo de todos los colegas diputados.

¿Es posible que la UE no tenga en cuenta el hecho estadístico de que unos 15 millones de ciudadanos viven en las islas y más del 90 % de esas personas tienen ingresos inferiores a la media europea? Las causas principales de esa situación son los innegables déficit estructurales que se derivan de la insularidad y la Unión Europea ha ignorado ese hecho durante demasiado tiempo.

Ahora, el valioso informe Musotto, además de exponer en las observaciones las razones de ese subdesarrollo y describir claramente los recursos específicos de las islas, finalmente se centra en las medidas que puede adoptar la Unión para tener en cuenta las desventajas estructurales de las islas y en los instrumentos, análisis y estadísticas específicos que tiene para ello, en el marco de la asignación de los Fondos Estructurales y de las ayudas a las zonas desfavorecidas. Se lo debemos a las comunidades insulares, cuyo papel en la civilización europea y en el momento actual, como un recurso ambiental y económico muy importante para la Unión Europea, tenemos que reconocer.

Si se apoya a las islas teniendo en cuenta las innegables limitaciones a su desarrollo que aún sufren, en forma de obstáculos asociados a la insularidad, y se presta la debida atención a ello en las directrices de los Fondos Estructurales, la Unión Europea contribuirá de manera significativa a eliminar las desigualdades o, de hecho, la discriminación, que no solo resulta injustificable desde el punto de vista del acervo comunitario, sino también contraria al objetivo de un desarrollo justo y coherente de las regiones de Europa.

 
  
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  Nikolaos Vakalis (PPE-DE).(EL) Señor Presidente, Señorías, a pesar de que el objetivo de la Unión Europea es alcanzar la cohesión entre sus regiones, las peculiaridades de las regiones insulares conducen a la divergencia. Los recursos de los Fondos Estructurales no han tenido los resultados anticipados en dichas regiones. Por lo tanto, es necesario prever nuevas acciones y adoptar medidas especiales para las islas. El seguimiento y el registro sistemático de su desarrollo en comparación con las demás regiones de Europa será un instrumento útil.

Acojo con satisfacción la incorporación en el informe sobre el que vamos a votar hoy de una serie de cuestiones, como la revisión de las condiciones de los contratos para facilitar el transporte y el transporte público en líneas de escaso interés comercial; la protección de la seguridad energética, prestando especial atención y dando prioridad a las fuentes de energía renovables; un estudio y medidas para combatir los efectos del cambio climático que exacerban problemas existentes como la sequía; el desarrollo de la banda ancha para facilitar la vida cotidiana de los habitantes de las islas y resolver problemas importantes; un desarrollo adecuado y controlado que proteja el paisaje de las islas, y la atención al problema de la inmigración ilegal y el control de las fronteras mediante la introducción de un cuerpo de guardacostas europeo.

Señor Presidente, Señorías, el informe de hoy es un buen comienzo. Pero si queremos conseguir los resultados deseados, pido a la Comisión que proponga medidas y actuaciones inmediatas para poner en práctica las propuestas del informe de propia iniciativa.

Para concluir, quiero dar las gracias y felicitar al ponente, el señor Musotto, por su importante y coherente trabajo.

 
  
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  Catherine Stihler (PSE). (EN) Señor Presidente, unas vacaciones en una isla pueden ser el sueño de quienes desean escapar de todo, pero trabajar y vivir en las islas puede entrañar muchas dificultades y esto debemos tenerlo en cuenta en nuestra elaboración política.

Felicito al ponente, el señor Musotto, por su informe, que recalca las limitaciones naturales y económicas que afectan a las islas en el contexto de la política regional. El informe trata de las dificultades particulares que tienen muchas islas para competir con sus homólogos de tierra firme.

El informe establece una útil clasificación de las islas: algunas son grandes –cinco regiones insulares cuentan con más de 500 000 habitantes y albergan el 75 % de la población insular europea–, pero las demás son mucho más pequeñas.

Yo conozco muy bien los problemas de estas islas más pequeñas, como las que hay frente a la costa de mi Escocia natal. Esta misma semana, por ejemplo, se ha informado de que de las islas Hébridas salen dos veces más mujeres jóvenes que hombres. Si esto sigue así, a partir de 2019 la población dejará de ser sostenible.

Como señala el informe del señor Musotto, también hay dificultades comunes a todas las islas, como precios más altos, terrenos accidentados, lejanía y falta de infraestructuras. Respaldo la petición de que se reconozcan estos problemas en la política regional.

 
  
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  Alfonso Andria (ALDE). (IT) Señor Presidente, Señorías, ante todo quiero felicitar sinceramente al señor Musotto por su excelente trabajo. Cuando participé en el proceso de negociación de los nuevos reglamentos de la política de cohesión, en mi calidad de ponente para el Reglamento del Fondo de Cohesión y de ponente alternativo para el Reglamento general y para el Reglamento del Fondo Europeo de Desarrollo Regional, ya manifesté que tenía presentes las características específicas de las islas.

Por tanto, soy consciente de que el Parlamento ha reconocido la situación de desventaja de las islas y ha confirmado que estas constituyen un patrimonio natural y cultural para todos los europeos. La Unión Europea tiene que apoyar y promover esas zonas, darles los recursos que necesitan para un desarrollo armonioso que respete el principio de cohesión territorial, permitir una aplicación más flexible de las políticas relativas a las ayudas estatales y garantizar una protección eficaz de sus características ambientales particulares.

También hay que prestar una atención especial a las islas que se encuentran muy alejadas de los grandes centros de población y que tienen graves dificultades de acceso a los servicios, incluso a los más básicos, desarrollando una política marítima europea que permita establecer relaciones económicas y comerciales estables con los países fronterizos.

Estoy totalmente de acuerdo con el señor Musotto sobre la necesidad de mejorar las conexiones y la infraestructura de transporte –me refiero a los puertos y los aeropuertos–, así como sobre la necesidad de compensar los costes más elevados, en particular los de la energía, que se derivan de su situación geográfica. Me parece interesante la propuesta del ponente de que se cree un cuerpo de guardacostas europeos que vigile las fronteras exteriores de la Unión Europea, dado que uno de los problemas que afectan sobre todo a nuestras islas es la inmigración ilegal por mar.

Para terminar, quiero manifestar que apoyo la excelente propuesta del señor Musotto de que se designe el año 2010 como Año Europeo de las Islas.

 
  
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  Pedro Guerreiro (GUE/NGL). – (PT) Para concretar de verdad en la práctica la proclamada cohesión económica y social no basta con promover una convergencia real entre los Estados miembros económicamente menos desarrollados, los países de la cohesión, sino que también es necesario contribuir a reducir las disparidades regionales, impulsando el desarrollo armonioso del territorio de cada Estado miembro.

Con ese objetivo, ahora es esencial apoyar a las regiones desfavorecidas y a las regiones con problemas estructurales –en parte mediante un incremento de los recursos financieros destinados a la política de cohesión– y contribuir así a eliminar los obstáculos al desarrollo regional que existen debido a desventajas naturales y geográficas permanentes, como las que afectan a las regiones insulares, por ejemplo.

A pesar de reconocer las desventajas estructurales que sufren las islas, la estrategia adoptada ha sido incoherente y por eso aprobamos algunas de las propuestas en las que hace hincapié el informe, como el aumento del índice de cofinanciación comunitario a partir de los criterios de admisibilidad existentes o la flexibilidad en lo que respecta a la autorización de las ayudas estatales a las regiones en cuestión, a fin de atenuar los costes del combustible, del transporte y de la energía en forma de discriminación positiva a favor de dichas regiones.

La cuestión principal no es el reconocimiento de los obstáculos, que ya se han destacado ampliamente. Tampoco lo es la competición entre las regiones desfavorecidas en torno a las prioridades. Lo que socava las ventajas competitivas específicas de dichas regiones es la insuficiencia de los recursos financieros destinados a la política de cohesión, como se aprecia en el actual marco financiero 2007-2013, en el que se redujeron los Fondos Estructurales del 0,41% al 0,37% de la RNB, y se dio prioridad a los objetivos de liberalización y privatización de la Estrategia de Lisboa.

 
  
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  Margie Sudre (PPE-DE).(FR) Señora Comisaria, Señorías, sobre la base del artículo 158 del Tratado y de la Declaración sobre las regiones insulares incluida en el anexo del mismo, la Unión Europea tiene en cuenta las desventajas y limitaciones de esas regiones adoptando medidas específicas para favorecer la integración de las islas europeas en el mercado interior. Sin embargo, el señor Musotto, a quien agradezco que haya apoyado mis enmiendas en la Comisión de Desarrollo Regional, tiene hoy toda la razón al interrogar a la Comisión Europea sobre la aplicación efectiva de esas disposiciones.

En primer lugar quiero recordar que los conceptos de ultraperifericidad e insularidad son completamente diferentes, al margen de los vínculos de proximidad y solidaridad que los unan, pues las regiones ultraperiféricas se caracterizan ante todo por su gran distancia del continente europeo y su pertenencia a una zona geográfica integrada, en su gran mayoría, por países ACP.

La insularidad constituye tanto una baza geográfica y cultural que encierra un potencial que explotar en una estrategia de desarrollo adecuada, como una desventaja permanente que añade una dificultad más a la competitividad de esas regiones.

El principio de cohesión territorial, reforzado por la normativa sobre los Fondos Estructurales para el período 2007 2013, debe tener por objeto una integración policéntrica del territorio de la Unión, para hacer posible la igualdad de oportunidades de todas las regiones y sus poblaciones. Y más allá de las medidas que ha mencionado usted, señora Comisaria, pido a la Comisión que integre más la posibilidad que ofrece el Tratado de modular las políticas comunitarias que pueden tener repercusiones negativas sobre el desarrollo económico y social de estas regiones, a fin de resolver en la práctica los principales problemas que afectan específicamente a cada región o grupo de regiones insulares.

En conclusión, creo que deberíamos felicitarnos por mantener este tipo de debate a una hora conveniente y no a las once de la noche como sucede demasiado a menudo, señor Presidente.

 
  
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  El Presidente. – Yo también me alegro, porque siempre he pensado que era un tema importante y merecía ser abordado por la Unión Europea, incluso en los Tratados. En el pasado le he dado mucha importancia.

 
  
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  Lidia Joanna Geringer de Oedenberg (PSE). (PL) Señor Presidente, todas las ampliaciones de la UE llevan aparejado un aumento sistemático del peso de las islas en todas las políticas comunitarias, desde la cohesión territorial hasta el turismo y la cultura. Lamentablemente, hasta ahora la política de la Unión no ha tenido en cuenta las limitaciones específicas que afectan a las islas y los problemas que encuentran para competir con las regiones del continente.

Por tanto, urge establecer indicadores estadísticos que ayuden a identificar las especificidades de todas las zonas con condiciones geográficas difíciles. También es preciso tener en cuenta que las islas necesitan poder acceder al mercado único en igualdad de condiciones con las regiones del continente y dar prioridad a la mejora de las conexiones de transporte con las islas. Cada comisión debería examinar la posibilidad de conceder ayuda a las regiones insulares, cuya competitividad se ve afectada negativamente por los costes del carburante y la energía.

Otra prioridad es la seguridad energética de las islas y el diseño y desarrollo de proyectos relevantes que utilicen fuentes de energía renovables y nuevas tecnologías. Además, la Comisión debería examinar el impacto del cambio climático en las regiones insulares.

Aun reconociendo los esfuerzos de la Agencia FRONTEX, conviene insistir, no obstante, en la necesidad de realizar un seguimiento continuo del efecto de la inmigración ilegal en las comunidades insulares. Los Estados miembros no deben olvidar la necesidad de aportar medidas eficaces destinadas a preservar las características únicas de las regiones insulares en lo que respecta a la protección del medio ambiente y del patrimonio cultural, y al fomento del desarrollo sostenible del turismo, que también influye sobre el de otros sectores importantes, como pueden ser el comercio, la pesca y la agricultura.

Por último, quiero felicitar al ponente por un documento muy bien elaborado.

 
  
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  Giusto Catania (GUE/NGL). – (IT) Señor Presidente, Señorías, creo que es útil debatir sobre un instrumento económico específico de apoyo a las islas y a sus características especiales, y me parece útil que la política de cohesión preste especial atención a las regiones ultraperiféricas.

Creo que debemos actuar para lograr una mejora real del sistema de transportes y de las infraestructuras, las conexiones internas y externas y también las conexiones dentro de las islas, por ejemplo entre las costas y el interior, pero deberíamos evitar derrochar los recursos europeos en proyectos gigantescos e inútiles, a menudo diseñados para conectar las islas con el continente a través de puentes enormes, que sin duda difuminarían la idea misma de insularidad.

Aunque acojo con satisfacción el informe del señor Musotto, considero que insiste de manera injustificada en relacionar las islas con la inmigración ilegal. No hay ninguna relación. La gran mayoría de inmigrantes que llegan a las Islas Canarias lo hacen por vía aérea, no por mar, igual que la gran mayoría de inmigrantes irregulares que llegan a Italia no desembarcan en Lampedusa, sino que viajan en avión.

Por lo tanto, ese argumento está fuera de lugar, a mi juicio, y por eso considero que este aspecto probablemente no es esencial para el contenido del informe del señor Musotto. También debemos cuestionarnos si no resultaría más útil movilizar patrullas de intervención rápida en las fronteras para evitar la muerte de inmigrantes en el Mediterráneo, más que para impedir su llegada.

 
  
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  Rolf Berend (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, señora Comisaria, Señorías, permítanme que me refiera solo a un aspecto importante del excelente informe del señor Musotto, un ámbito cuya importancia, no solo para las islas sino para el conjunto de la UE, no podemos subestimar; me refiero al problema de la inmigración ilegal.

En mi opinión, es necesario abordar este problema de manera más eficaz, dadas sus repercusiones desproporcionadas en las islas mediterráneas de la Unión Europea. Aunque ya se han conseguido algunos logros con las medidas adoptadas por la Unión –como por ejemplo, el desarrollo de un sistema integrado de gestión de las fronteras y la elaboración de un código comunitario de normas que regulan la circulación de personas a través de todas las fronteras, de cualquier tipo–, las cifras de inmigración demuestran que esas medidas son aún insuficientes.

Aunque dichas medidas son claramente de la competencia de los Estados miembros y tendrán que seguir siéndolo en el futuro, no se puede imponer a las islas que arrostren solas esa carga excesiva por el mero hecho de su posición geográfica, ya que lo que a primera vista parece un problema español, italiano o griego se convierte luego en un problema de toda Europa y, por tanto, también exige una respuesta a escala comunitaria. Esto requiere una actuación solidaria y esta solidaridad tiene que hacerse realidad.

A ese respecto, la creación de un cuerpo de guardacostas europeo que vigile las fronteras exteriores de la UE sin duda no será la panacea para este problema insular, pero la propuesta del señor Musotto merece ser examinada para considerar si esa podría ser una de las muchas medidas encaminadas a combatir la inmigración ilegal y proteger a las islas y a la UE en su conjunto.

 
  
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  Paulo Casaca (PSE). – (PT) Señor Presidente, señor Musotto, en mi calidad de diputado elegido por la Región Autónoma de las Azores –que, como bien ha señalado nuestra colega, la señora Sudre, es una región ultraperiférica cuyo estatuto no se debe confundir con el de las regiones insulares–, quiero felicitar al ponente, el señor Musotto, y también a toda la Comisión de Desarrollo Regional por el excelente trabajo que han realizado. Quiero destacar en particular la propuesta relativa al cuerpo de guardacostas europeo, una propuesta fundamental para la defensa del medio ambiente marino, el control de la pesca, el apoyo al comercio marítimo y, en particular, el control de las normas internacionales en materia de seguridad y trabajo, y por supuesto, para hacer frente a los problemas en relación con la inmigración. La cuestión no es si estamos a favor o en contra de la inmigración. La cuestión es que hay personas que se hacen a la mar en embarcaciones inadecuadas y que necesitan apoyo cuando se encuentran en alta mar. En ese sentido, quiero señalar que, contrariamente a lo que afirman algunos colegas, los planes para crear un cuerpo de guardacostas europeo no esconden una preocupación excesiva por la seguridad. Al contrario, se trata de una concepción de una política marítima europea que es esencial para todas las regiones insulares y, muy especialmente, para las regiones ultraperiféricas.

 
  
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  Sérgio Marques (PPE-DE). – (PT) Señor Presidente, señora Comisaria, Señorías, en primer lugar quiero dar las gracias al señor Musotto por la calidad de su informe sobre los problemas de las regiones insulares, que hoy se debate.

Lo cierto es que, como bien demuestra el informe, la insularidad es una realidad insuperable y permanente que condiciona gravemente la capacidad de competencia de dichas regiones. Por tanto, tiene mucho sentido que se exijan recursos específicos de la Unión Europea en el contexto de las diferentes políticas comunes, puesto que las regiones insulares se encuentran en situación de desventaja competitiva en relación con las regiones continentales.

Los Tratados reconocen esta necesidad, pero esto lamentablemente nunca se ha traducido en disposiciones generales coherentes. Es más, la necesidad de una respuesta europea destinada a mitigar la desventaja competitiva que sufren las regiones insulares se ha incrementado, dada la actual exigencia de una mayor competitividad europea en un contexto internacional.

Por tanto, es importante que la Unión Europea responda de forma innovadora a los problemas específicos de las regiones insulares, que afectan a su competitividad. Es necesaria una respuesta de la Unión Europea que ayude a las regiones insulares a beneficiarse más de las dinámicas altamente competitivas, como el gran mercado interior europeo, la Unión Económica y Monetaria y la Estrategia de Lisboa.

Por eso quiero apoyar, en particular, la recomendación del informe de que en el seno de la Dirección General de Política Regional se cree una unidad administrativa encargada de definir y promover una estrategia europea para las regiones insulares, siguiendo el modelo de la que ya existe para las regiones ultraperiféricas. Solo así se tendrán en cuenta las circunstancias específicas de las regiones insulares en el contexto de las políticas relativas al transporte, la energía, el medio ambiente, el turismo, la fiscalidad y las ayudas estatales, por ejemplo.

 
  
  

PRESIDENCIA DEL SR. COCILOVO
Vicepresidente

 
  
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  Andrzej Jan Szejna (PSE).(PL) Señor Presidente, en primer lugar quiero dar las gracias al ponente y felicitarle por su exhaustiva exposición sobre las limitaciones naturales y económicas de las regiones insulares en relación con la política regional. La mayoría de Estados miembros reconocen las características específicas de dichas regiones.

Pero a pesar de los esfuerzos realizados a través de la política regional, la posición relativa de las regiones insulares en las clasificaciones basadas en el PIB regional prácticamente no se ha modificado en los últimos veinte años. Me alegra que la Comisión haya reconocido que el PIB per cápita y el índice de desempleo son indicadores insuficientes para valorar la situación socioeconómica de las regiones con desventajas naturales.

En esas zonas la capacidad de reaccionar de forma positiva al cambio económico es limitada y las economías insulares suelen ser las más perjudicadas por las crisis económicas. Las economías de las regiones insulares dependen a menudo de un número limitado de sectores económicos. Las islas también dependen mucho del sector público.

Otra cuestión importante que han abordado otros oradores es la inmigración ilegal. Estoy de acuerdo con el ponente en que la Comisión debe realizar un estudio de evaluación de las necesidades especiales de las regiones insulares y proponer soluciones, y que esta cuestión se tendría que abordar debidamente en el Cuarto Informe de Cohesión.

 
  
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  Den Dover (PPE-DE). (EN) Señor Presidente, procedo del Reino Unido, donde tenemos lógicamente algunas grandes islas. Pero también tenemos las Islas Occidentales de Escocia, a las que brevemente se han referido mis colegas de la parte escocesa del Reino Unido.

Sabrá usted, señor Presidente, de cuando presidía la delegación de Malta, al igual que el señor Busuttil, que Malta está actualmente padeciendo una gran inmigración ilegal. Este es un asunto que hay que atender urgentemente, como ha apuntado el señor Berend. Yo viajo cada año a las Islas Canarias. Allí también han sufrido una enorme inmigración. Esta mañana ya se ha hablado de la inmigración ilegal procedente de África.

Pero en mi intervención de hoy quiero subrayar dos apartados. Uno, que cuenta con el pleno apoyo de los conservadores británicos, es el apartado 26, que habla de la necesidad de prestar atención de verdad a este gravísimo asunto de la inmigración ilegal. Pero hay otro, el apartado 25, al que se ha referido el señor Berend, en cuyo contexto discuto y discrepo de algunas de las conclusiones y recomendaciones formuladas por el ponente en su por lo demás excelente informe.

En primer lugar, el informe habla de equipos de intervención rápida en las fronteras con el fin de prestar una asistencia operativa ágil a cualquier Estado miembro que lo solicite. En esto estoy de acuerdo, pero creo que va demasiado lejos cuando después dice que urge a la Comisión para que estudie la creación de un cuerpo de guardacostas europeo que, de forma paralela, ayude a esas regiones y a los Estados miembros a controlar las fronteras exteriores de la UE. Si las islas remotas quieren una brigada especial de guardacostas centralizada, estupendo, pero no para el Reino Unido, no para las grandes islas. Nosotros no queremos un organismo demasiado grande.

 
  
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  Emanuel Jardim Fernandes (PSE). – (PT) Señor Presidente, señora Comisaria, por mi parte también quiero empezar felicitando al ponente por su excelente informe. Provengo de una región insular que es asimismo una región ultraperiférica, reconocida y tratada específicamente como tal en el Tratado de la Unión, y esto me permite afirmar que, con la presente iniciativa, el Parlamento no solo ofrece una perspectiva útil sobre las dificultades estructurales permanentes propias de todas las regiones insulares y que afectan a la vida de sus ciudadanos, sino también sobre sus potencialidades, que por extensión también son potencialidades de la Unión.

Sin sus islas y, en particular, sin sus regiones ultraperiféricas, que se benefician de un tratamiento especial, la Unión no tendría una presencia tan destacada en el mundo. Ni tampoco dispondría de su zona marítima actual, asociada por supuesto a las ventajas de la nueva política marítima europea, que en estos momentos está siendo objeto de consulta pública. La cohesión, que es uno de los objetivos fundamentales de la Unión, solo se conseguirá si las regiones pueden contar con un apoyo en todos los ámbitos que contribuya a reducir y eliminar los obstáculos que afectan a su desarrollo.

Por consiguiente, es necesario promover una adecuación de las políticas de la Unión, en particular en materia de transportes, energía, contratación de servicios públicos y ayudas estatales, con el objetivo de asegurar el pleno empleo, el crecimiento económico, la integración en el mercado interior, el modelo europeo y los objetivos de la Estrategia de Lisboa renovada, por ejemplo. Por eso, pido a la Comisaria y también a la Comisión que examinen cuál puede ser la transposición más adecuada de las políticas que se adopten en el futuro en los ámbitos del desarrollo y de la política regional.

 
  
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  Antonio López-Istúriz White (PPE-DE). – (ES) Señor Presidente, no puedo ni debo dejar de expresarle mi satisfacción por este informe de iniciativa a mi colega, el señor Musotto, ya que representa un paso hacia adelante en la consideración de las islas, dentro del marco de la política regional de la Unión Europea, como regiones desfavorecidas por sus limitaciones geográficas, naturales, estructurales y permanentes, que ralentizan su desarrollo socioeconómico.

Comparto con el ponente la opinión de que las eurorregiones desempeñan una función importante, tanto en los proyectos locales de intercambio de buenas prácticas, como en el ámbito de la cooperación transfronteriza.

Con este objetivo, las Islas Baleares forman parte de la eurorregión Pirineos-Mediterráneo. Asimismo, aplaudo la especial mención del ponente al tema de la inmigración ilegal. Aprovecho esta intervención para agradecerle que tuviera en cuenta, a la hora de redactar sus propuestas de transacción, las enmiendas que mi colega, el señor don Fernando Fernández, y yo mismo pusimos al apartado en cuestión del informe que hoy analizamos.

Insistimos en esas enmiendas, e insisto hoy de nuevo en señalar la gran fragilidad de las islas ante la inmigración ilegal por su especial situación geográfica. Por ello se hace necesario integrar las cuestiones de emigración y de desarrollo en el marco de las políticas de ayuda de la Unión, así como en su programación, tanto a través de los fondos que componen el nuevo programa marco de solidaridad y gestión de los flujos migratorios como a través de los instrumentos de política regional, especialmente el Fondo Social Europeo y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional.

El Tratado de Amsterdam, en su Anejo 30, reconoció las peculiaridades que supone la insularidad, pero, desafortunadamente, este reconocimiento en el Tratado no se ha visto implementado con acciones efectivas y medidas específicas necesarias para atenuar y corregir los inevitables sobrecostes derivados de las características de las islas.

Mi procedencia, las Islas Baleares, la del ponente, Sicilia, así como la de tantos de mis colegas, nos sensibiliza en la lucha para vencer las dificultades que supone la insularidad para nuestras regiones.

Por ello pedimos a la Comisión, a los Estados miembros y al Consejo, además de medias específicas para paliar estas desventajas, ayudas y entendimiento para esta especial situación.

 
  
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  Giuseppe Castiglione (PPE-DE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, en primer lugar quiero dar las gracias al señor Musotto por su excelente trabajo sobre los problemas de las regiones insulares. He experimentado personalmente esos problemas y sé que son complejos.

La política de cohesión económica y social es esencial para reducir la distancia entre los diferentes niveles de desarrollo de las distintas regiones. En este contexto, me permitiría argumentar que la situación de las islas merece una atención especial y agradezco a la señora Comisaria que lo haya mencionado.

Promover el desarrollo de nuestras islas significa reforzar la infraestructura, mejorar las conexiones, desarrollar el transporte integrado y abordar los problemas y puntos débiles en el suministro de agua y energía. Tenemos que mejorar la competitividad de las actividades económicas de nuestras islas, como la agricultura, la pesca, la artesanía y el turismo, y conseguir que resulten más atractivas. Es necesario centrarse en la creación de condiciones que fomenten el pleno empleo, atraigan la inversión privada y aseguren, al mismo tiempo, un nivel de vida sostenible y un nivel de desarrollo significativamente superior, a través del fomento y el desarrollo de energías alternativas y nuevas tecnologías, entre otras cosas.

Por último, no debemos subestimar el impacto creciente de la inmigración ilegal en las comunidades insulares, en particular en el Mediterráneo. Es una carga desproporcionada que las islas no pueden y no deben soportar solas. Nuestra prioridad debería ser encontrar una solución general y responsable, que incluya maneras de abordar las emergencias asociadas a las llegadas masivas de inmigrantes a las fronteras marítimas –pues por desgracia no solo llegan en avión–, sin dejar de respetar los derechos fundamentales.

En resumen, es urgente reducir el retraso del desarrollo de las islas mediante una política de solidaridad real, que anime a sus habitantes a apoyar a la nueva Unión Europea. Quiero volver a felicitar al señor Musotto por su excelente trabajo y por haberse centrado en las cuestiones que son importantes para nuestras islas.

 
  
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  Neelie Kroes, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, ha sido un debate muy interesante.

Quisiera comenzar felicitando al ponente, el señor Musotto, por su informe –ya que no lo he hecho en mi discurso de apertura– y por traer ante nosotros este asunto en el primer informe dedicado a las islas que debatimos en esta Cámara. ¡Ha hecho historia!

Esta mañana se ha hablado mucho de las ayudas estatales, así que quiero empezar por responder a ese aspecto. Vuelvo a decir que las ayudas a la explotación –las ayudas destinadas a reducir los gastos corrientes de una empresa– están prohibidas en condiciones normales. Están prohibidas en el Tratado y también las prohíben las directrices sobre la ayuda regional, por su fuerte efecto distorsionador. No obstante, pueden concederse en casos excepcionales en las regiones más pobres que sufren retraso desde el punto de vista del desarrollo regional.

Como ustedes saben, las regiones que pueden beneficiarse de ayudas a la explotación son las regiones contempladas en la letra a) del apartado 3 del artículo 87, que son las regiones ultraperiféricas y poco pobladas, siempre que reúnan una serie de condiciones. En las regiones más pobres y, también en este caso, en las regiones contempladas en la letra a) del apartado 3 del artículo 87, solo podrán autorizarse ayudas a la explotación según las circunstancias de cada caso y siempre que estén sujetas a un plazo, sean decrecientes y proporcionadas y tengan por objeto superar trabas estructurales concretas.

En respuesta a la señora Sudre, como usted sabe, la Comisión concede un estatuto especial a las regiones ultraperiféricas, dada su lejanía y las limitaciones específicas a su integración en el mercado interior.

En el caso de las islas que no son regiones ultraperiféricas, parece bastante difícil aplicar un enfoque generalizado basado en las características de estas regiones. Existen enormes diferencias entre las regiones insulares europeas, y la suya es un ejemplo perfecto de esto. Se caracterizan por una gran diversidad y, desde el punto de vista del desarrollo regional y del PIB per cápita, un número significativo de grandes islas son bastante ricas, como han señalado algunos de ustedes. La concesión de ayudas a la explotación a una isla cuyo PIB per cápita se sitúa entre los más elevados de la UE distorsionaría completamente la competencia en los mercados en cuestión, sin que esto tuviera justificación alguna desde el punto de vista del desarrollo regional. Por lo tanto, la Comisión no puede conceder la condición de zona asistida a todas las islas europeas, dada su extraordinaria diversidad.

En respuesta al señor Arnaoutakis, deseo destacar que las subvenciones de los costes de los combustibles y la energía constituyen ayudas a la explotación. Esas ayudas solo pueden autorizarse si se cumplen las condiciones generales que acabo de mencionar. No deben apoyar actividades estructuralmente no rentables, sobre todo las que son muy perjudiciales, por ejemplo, para nuestros objetivos en materia de medio ambiente o cambio climático. Además, las ayudas regionales a la explotación no son, sin duda alguna, el mejor instrumento para abordar los problemas particulares de las islas.

Como he mencionado en mi intervención inicial, los principales problemas de las regiones insulares pueden abordarse más eficazmente con instrumentos horizontales. Por ejemplo, los servicios locales que no son viables económicamente pueden recibir ayudas conforme a lo previsto para servicios de interés económico general. Se pueden financiar obras y la inversión en todo tipo de infraestructuras. No tienen un elemento de ayuda y, en el caso sobre todo de islas muy pequeñas, la ayuda de minimis y el umbral de 200 000 euros pueden ser suficientes, como ya he dicho.

En cuanto al comentario de la señora Attwooll sobre el principio de «inversor de mercado», creo que podemos aplicar un enfoque económico más ajustado para evaluar situaciones de fallo del mercado en las islas y las inversiones propuestas. Sin embargo, como ya he dicho, conseguir que las normas sean más previsibles y transparentes y reducir la burocracia de la notificación de ayuda estatal son objetivos de la reforma de la ayuda estatal. Entiendo las preocupaciones específicas de las pequeñas empresas, que tienen que intentar orientarse en el laberinto de las ayudas estatales, y estamos de acuerdo con esto.

Por eso he hecho caso de la sugerencia que han hecho algunos de ustedes de que la Comisión facilite un documento orientativo que explique de forma clara y sencilla nuestras normas. Mis servicios están a punto de terminar una actualización completa de un vademécum que ofrece información general muy concisa sobre las normas comunitarias básicas sobre ayudas estatales. El objetivo de este vademécum no es proporcionar una descripción exhaustiva de las normas, sino centrarse en las cuestiones que son más relevantes para las personas que tratan cuestiones relacionadas con el desarrollo regional. Espero que este vademécum esté disponible muy pronto, en el plazo de un par de semanas, en el sitio web de la Dirección General de Competencia y con mucho gusto facilitaré sendos ejemplares a sus Señorías si están interesadas.

Ahora me gustaría tratar cuatro aspectos más generales mencionados por algunas de sus Señorías. El señor Smith ha hablado de la necesidad de estadísticas. La Comisión está colaborando bien con Eurostat de forma regular. El próximo mes de mayo publicaremos el cuarto informe sobre la cohesión, que incluirá más estadísticas. El señor Smith ha mencionado también el acceso a la red de transmisión de energía renovable. Desde luego, esto es vital y por ello la Comisión considera que la plena separación estructural de la propiedad en los mercados de la energía es la mejor solución para los problemas de concentración y bloqueo del acceso a nuevas empresas que hemos experimentado en estos mercados.

Varios diputados han sugerido la necesidad de crear una unidad específica sobre las islas en la Dirección General de Política Regional. Por supuesto, voy a tomar nota de esta propuesta, pero, como saben, es mi colega, la señora Hübner, y no yo, quien toma las decisiones en ese terreno. Estoy segura de que examinará su idea con interés.

Por último, estudiaremos atentamente su propuesta de declarar 2010 el Año de las Islas, pero les aseguro que la Comisión continuará trabajando en pos de los intereses de las islas en 2007, 2008 y 2009, así que no crean que descuidamos esta importante cuestión. Al contrario.

 
  
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  El Presidente. El debate queda cerrado.

La votación tendrá lugar a las 12.00 horas.

Declaraciones por escrito (artículo 142 del Reglamento)

 
  
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  John Attard-Montalto (PSE), por escrito. – (EN) Uno de los ámbitos que preocupan a Malta es la inmigración ilegal: «las regiones insulares se encuentran en la primera línea de defensa en el marco de la lucha contra este problema; todas sufren el peso que supone la inmigración ilegal». De hecho, la decisión de la Comisión de crear cuatro fondos proporciona visibilidad al concepto de «solidaridad en acción».

En el caso de Gozo, la isla hermana de Malta, tenemos una situación de doble insularidad. La Comisión ha destacado la situación particular de las islas en las Directrices sobre (1) ayudas regionales para 2007-2013 y sobre (2) ayudas estatales y capital riesgo para pequeñas y medianas empresas. Pero eso no aborda el problema que se da cuando los costes de los combustibles y de la energía perjudican a la competitividad de las comunidades que viven en esas islas.

Las actividades económicas más importantes en las regiones insulares, sobre todo el turismo, la agricultura, la pesca y la artesanía, precisan una atención especial. El turismo representa una de las principales fuentes de creación de riqueza en las islas, con efectos indirectos en otros sectores, como la pesca, la agricultura y la artesanía. Sin embargo, ¿qué importancia concedemos al turismo en el Parlamento Europeo? Quizás el pensamiento que prevalece es que se trata de un aspecto natural, como ha llegado a decir un Comisario muy experimentado. Muy al contrario, es hora de que el Parlamento Europeo cree una comisión exclusivamente dedicada al turismo, ya que actualmente el turismo compete a la Comisión de Transportes y prácticamente no aparece en ninguna agenda.

 
  
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  Louis Grech (PSE), por escrito. – (EN) El informe contiene bastantes recomendaciones que abordan en serio la multitud de desventajas propias de las islas pequeñas. Esperamos que la Comisión asuma y aplique la recomendación expuesta en el informe del señor Musotto. Las islas –se hallen o no en regiones ultraperiféricas– se ven perjudicadas por limitaciones geográficas naturales que afectan gravemente a la vida diaria de sus habitantes, tanto económica como socialmente.

Las islas pequeñas, como la isla de Gozo en Malta, son las que primero sufren los efectos de los elevados costes del transporte, la falta de inversión, los problemas de comunicación, las elevadas tasas de desempleo, el aislamiento social y la menor oferta de oportunidades disponible. En teoría, en la UE se reconoce y acepta que las islas, sobre todo las pequeñas, tienen que recibir ayudas para superar estas desventajas naturales. Es hora de traducir los objetivos bienintencionados en acciones concretas.

 
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