Índice 
 Texto íntegro 
Acta literal de los debates
Lunes 22 de octubre de 2007 - Estrasburgo Edición DO

Directiva Marco sobre el uso sostenible de los plaguicidas - Estrategia temática sobre el uso sostenible de plaguicidas - Comercialización de productos fitosanitarios (debate)
MPphoto
 
 

  Hiltrud Breyer (Verts/ALE), ponente. (DE) Señor Presidente, Comisarios, Señorías, tengo el privilegio de presentar un informe que brindará al Parlamento la oportunidad de votar mañana a favor de un avance hacia una mayor protección de la salud, del medio ambiente y de los consumidores. Según el Eurobarómetro, el uso de plaguicidas es la primera preocupación de los consumidores europeos, y la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria lo ha tenido en cuenta.

En Europa se utilizan anualmente más de 220 000 toneladas de plaguicidas, lo que representa un 25 % de su uso mundial en sólo el 4 % de la superficie agrícola del planeta. A nuestro parecer, la erradicación de los plaguicidas de alto riesgo debe constituir el núcleo de este Reglamento. Son plaguicidas con propiedades cancerígenas, mutagénicas o tóxicas para la reproducción o con efectos neurotóxicos, inmunotóxicos u hormonales.

El presente Reglamento constituiría una enorme contribución a la mejora de la seguridad de los plaguicidas, aunque también debemos incorporar normas para los plaguicidas menos peligrosos. Conviene que dejen de comercializarse las sustancias activas descubiertas con mayor frecuencia en concentraciones que superan los límites de residuos de la UE porque, por desgracia, con ello han demostrado que son incontrolables.

Asimismo, nos alegra que el principio de sustitución, que ya cuando se incorporó al Reglamento comunitario sobre productos químicos representaba un paso crucial hacia la mejora de la protección, vaya a consagrarse también en el Reglamento propuesto, porque la sustitución refuerza la competencia en el sector de los plaguicidas. Resulta escandaloso y es puro alarmismo advertir de que vayan a desaparecer del mercado hasta la mitad de los plaguicidas.

Agradezco a la Comisión que haya fijado criterios de sustitución tan rigurosos, ya que los plaguicidas tienen que ser diez veces mejores. No conviene autorizarlos por un período superior a cinco años, precisamente el propuesto por la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento. Sin embargo, la propuesta de la Comisión también regula cómo hemos de actuar con los casos de resistencia.

Otra característica fundamental de la propuesta de Reglamento es la mejora de la protección de los grupos de riesgo. Como sabemos, los fetos, los bebés y los niños son especialmente vulnerables a los efectos tóxicos de los productos químicos peligrosos. Por esta razón, me congratulo de que la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria haya propuesto que las decisiones sobre la autorización de las sustancias activas y la evaluación de los riesgos que entrañan se hagan con referencia a los grupos más vulnerables de la sociedad.

Me alegra particularmente poder decirles que también hemos introducido normas sobre etiquetado, puesto que los productos alimentarios que no cumplen la Directiva 2006/215 deben llevar una indicación a tal efecto. Se trata de un paso de gigante hacia una mayor transparencia, porque hay estudios, especialmente un estudio conducido por ONG medioambientales en el supermercado del Parlamento, que han demostrado lo peligrosos que pueden ser los productos, sobre todo los de uso cotidiano. Los valores detectados eran hasta 200 veces superiores a los niveles indicados normalmente para la alimentación de bebés y lactantes.

Más transparencia en aras de esos grupos vulnerables, aunque también de los consumidores y de las personas que viven cerca de una zona agrícola, significa más apoyo a Europa en su conjunto, porque no deben darse más palos de ciego en la cuestión de la trazabilidad. Los ciudadanos deben tener acceso en línea a informes, listas de plaguicidas autorizados, mediciones de residuos y, sobre todo, datos toxicológicos y ecotoxicológicos prácticamente en tiempo real, y los residentes locales deben estar informados de pulverizaciones inminentes a través de un sistema central de información. El pasaporte de plaguicidas permitirá rastrear, a través del mercado mayorista y minorista, qué plaguicida se ha usado y cuándo. Así se creará competencia, y de esta competencia entre productos seguros se beneficiarán, naturalmente, sobre todo los consumidores.

Otro de nuestros objetivos es que este Reglamento garantice normas ambientales elevadas. Por ello, la Comisión de Medio Ambiente se mostró contraria a la división de Europa en tres zonas, que no sigue criterios ecológicos, climáticos ni paisajísticos, sino que es meramente arbitraria. Además, Comisario, la idea no obtuvo el apoyo mayoritario en el Consejo. Como el Consejo, abogamos por mejorar la cooperación voluntaria en Europa en materia de autorización de productos. Permítanme asimismo reiterar que existen fuertes reservas jurídicas porque dentro de estas zonas no hay acuerdos intergubernamentales de conformidad con los cuales sea obligatorio reconocer mutuamente las autorizaciones concedidas a los plaguicidas. Existen en el contexto de la UE sobre la base de los Tratados pertinentes, pero no a nivel zonal.

Los ciudadanos europeos no desean veneno en sus platos. Espero que este Reglamento también mejore considerablemente la posición de Europa desde el punto de vista empresarial, porque será un lugar de consumo del que todos se beneficiarán, no sólo el medio ambiente, los consumidores y la protección de los animales, sino también, y sobre todo, la industria y los agricultores, puesto que recibirán más incentivos a la innovación y ganarán en competitividad.

En conclusión, me gustaría expresar mi más cálido agradecimiento a los ponentes alternativos, que han colaborado en este informe de forma muy cooperativa. Espero que este nuevo Reglamento nos permita darle nuevos bríos a la protección de la salud y del medio ambiente en Europa.

 
Aviso jurídico - Política de privacidad