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Procedimiento : 2007/2126(INI)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento : A6-0325/2007

Textos presentados :

A6-0325/2007

Debates :

PV 24/10/2007 - 12
CRE 24/10/2007 - 12

Votaciones :

PV 25/10/2007 - 7.11
CRE 25/10/2007 - 7.11
Explicaciones de voto

Textos aprobados :

P6_TA(2007)0482

Acta literal de los debates
Miércoles 24 de octubre de 2007 - Estrasburgo Edición DO

12. Relaciones entre la Unión Europea y Serbia (debate)
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  Presidente . – De conformidad con el orden del día, se procede al debate del informe (A6-0325/2007) del señor Kacin, en nombre de la Comisión de Asuntos Exteriores, con una propuesta de Recomendación del Parlamento Europeo destinada al Consejo, relativa a las relaciones entre la Unión Europea y Serbia [2007/2126(INI)].

 
  
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  Jelko Kacin (ALDE), ponente. – (SL) Intervengo hoy aquí como ponente, pero también como demócrata liberal, como esloveno, como ciudadano de la antigua Yugoslavia y como europeo. Hace apenas 15 años, el país en el que nací se desintegró en una serie de guerras sangrientas que duraron casi una década.

Hoy muchos países de esa región, entre ellos Serbia, se siguen enfrentando a los efectos destructivos del conflicto. Para esas democracias frágiles y jóvenes, la adhesión a la Unión Europea es un poderoso incentivo para avanzar en su democratización. La Unión Europea, en la que estos países quieren entrar los antes posible, se basa en unos valores y unas normas comunes, siendo uno de los más importantes de todos el Estado de derecho.

Ahora bien, en el caso de los países balcánicos, la cuestión no es sólo la reforma del sistema judicial, sino también la plena cooperación con el Tribunal Penal Internacional en La Haya.

(EN) Serbia ha incumplido hasta la fecha su obligación nacional e internacional de detener a cuatro inculpados por crímenes de guerra que siguen prófugos, entre ellos Mladic y Karadzic, acusados de ordenar el asesinato de casi 8 000 civiles en Srebrenica. Los que matan a un solo ser humano cometen un crimen, pero los que cometen genocidio constituyen un desafío internacional y político.

He visitado Srebrenica antes de elaborar este informe. Creo que los serbios tienen amor propio. Por eso insisto en que el Estado serbio tiene que demostrar que está cooperando con el TPIY. En mayo inició su mandato un nuevo Gobierno proeuropeo, que tiene como uno de sus principales objetivos la cooperación con el TPIY. Es un avance que acojo muy favorablemente. Celebro también que el Gobierno haya actuado, detenido y entregado a dos de los seis prófugos más buscados, Tolimir y Djordjevic.

Esas detenciones demuestran que Serbia puede localizar y detener a los otros fugitivos de guerra. Como ha dicho la Fiscal General Del Ponte, el obstáculo principal no es la capacidad, sino que esa capacidad se traduzca en resultados tangibles. Por eso la UE no puede permitirse renunciar a su condicionalidad en esta encrucijada crucial.

A medida que aumentan las tensiones en torno al futuro estatuto de Kosovo, sería una equivocación pensar que renunciar a la condicionalidad de la UE y doblegarse haciendo concesiones a Belgrado beneficiará a la larga tanto a la UE como a Serbia. Cerrar los ojos ante los criminales de guerra puede encajar con la realpolitik de los tiempos modernos, pero no contribuirá a una paz duradera ni a la estabilidad de la región.

Se repite a menudo que Serbia es clave para la estabilidad de la región, pero los políticos en Belgrado se equivocan al suponer que eso significa dar un tratamiento preferente para Serbia. Serbia haría bien en utilizar su enorme talento y potencial a fin de servir como ejemplo a sus vecinos de la región, en lugar de dejar que languidezcan por la terquedad serbia.

Es cierto que la UE no estará completa hasta que los Balcanes formen parte de la Unión, pero eso no puede hacerse a cualquier precio, y desde luego no al precio de debilitar el Derecho internacional y pasar por alto valores europeos fundamentales.

Los ciudadanos de Serbia tienen derecho a conocer la verdad sobre los recientes crímenes de guerra cometidos en su nombre. Por eso apoyo también la reciente iniciativa del Fiscal especial para descubrir los motivos políticos que se esconden tras el asesinato del Primer Ministro Djindjic. Por eso también, lamento la brevedad de las penas impuestas por el Tribunal serbio para crímenes de guerra a cuatro miembros de los Escorpiones por la ejecución de seis musulmanes de Srebrenica.

El potencial económico y cultural de Serbia es enorme, y abundan las personas con talento en todas las esferas de la vida. El nuevo Gobierno se ha demostrado a sí mismo que cuenta con una serie de ministros dinámicos y ambiciosos. Es indudable que Serbia posee la capacidad administrativa e institucional para llevar adelante con profesionalidad las futuras negociaciones para su ingreso en la UE.

En los últimos meses se ha avanzado en algunos ámbitos, como por ejemplo en la conclusión de las conversaciones técnicas sobre las negociaciones del AEA, la ratificación del Protocolo de Kyoto, el ACLC y la elección de un Defensor del Pueblo, un Gobernador del Banco de Serbia, un responsable de la información pública y los miembros del Consejo de la Institución Estatal Auditora.

Pero es decepcionante que se haya avanzado tan poco en el nombramiento de los jueces del Tribunal Constitucional. Además, se sigue denigrando públicamente a los agentes de la sociedad civil que critican al Gobierno o tratan de llamar la atención sobre cuestiones delicadas, como los crímenes de guerra. En este sentido, condeno los hechos recientes en Novi Sad, donde una organización neonazi atacó a un grupo pacífico de personas que se habían congregado en una manifestación antifascista. Es fundamental que las autoridades competentes encuentren a los culpables e investiguen a fondo el crimen.

Al mismo tiempo, reconozco que el estricto régimen de visados de la UE, que impide a los serbios de a pie reunirse con sus homólogos en la Unión Europea, actúa como un freno para el progreso democrático de Serbia, y contribuye a la xenofobia y al nacionalismo.

Acojo favorablemente los acuerdos que se han negociado. Aunque constituyen un primer paso importante, el objetivo último tiene que ser la libre circulación de todos los ciudadanos de la región. ¿Saben ustedes que sólo uno de cada diez serbios tiene pasaporte? Tenemos que ofrecer algo concreto al resto de la población. Pido al Consejo que garantice la entrada en vigor de los acuerdos a principios del año que viene, además de pedirle que establezca un plan de trabajo concreto para la liberalización de los visados.

Quiero aprovechar esta oportunidad para dar las gracias a mis asistentes, a mis colegas diputados, a la secretaría de la Comisión de Asuntos Exteriores, a los grupos políticos, a la Comisión, a la Misión serbia en la UE y a la Oficina Serbia para la Integración Europea.

Para concluir mi intervención, quiero añadir un comentario personal. Siendo uno de los pocos diputados al Parlamento Europeo nacidos en los Balcanes Occidentales, estoy muy orgulloso de haber trabajado como ponente. Mi país, Eslovenia, se hizo miembro de la UE no porque fuera fácil, sino porque era difícil. Lo conseguimos, como también lo conseguirán los políticos, intelectuales y empresarios serbios, cuando se decidan a hacerlo. Pido a Serbia y a los ciudadanos serbios que despierten ya, que empiecen a ayudarse a sí mismos, que ayuden a sus vecinos, que ayuden a toda la región y que se unan a nosotros. Háganlo. Ustedes tienen la fuerza suficiente. Juntos lo conseguiremos.

 
  
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  Presidente . Doy las gracias a la Cámara por su conformidad con la distribución habitual del tiempo. Me disculpo ante la Cámara en nombre del ponente. Gracias.

 
  
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  Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. (PT) Señor Presidente, Señor Comisario, Señorías, Serbia se inserta naturalmente en el espacio europeo y todos reconocemos que, en los últimos años, este país se ha enfrentado a desafíos importantes y, más que eso, a desafíos difíciles dada su importancia para la estabilidad y el desarrollo de la región de los Balcanes Occidentales. La Unión Europea ha tratado de ayudar a Serbia a superar esos desafíos a los que enfrenta reforzando y haciendo más tangibles y visibles los beneficios de la perspectiva europea.

De esa forma, hemos procurado demostrar a la población y a las autoridades serbias nuestro empeño de aproximación de Serbia a la Unión Europea. Hemos procurado demostrar que existe una alternativa, ayudando a las fuerzas políticas y a las fuerzas sociales proeuropeas y favorables a realizar las reformas necesarias, a consolidar la democracia y el desarrollo del país.

Los acuerdos de estabilización y asociación constituyen un paso fundamental en la aproximación de los países de los Balcanes Occidentales a la Unión. Son un instrumento esencial para clarificar la perspectiva europea. En este sentido, nos parece muy positivo que la Comisión haya finalizado las negociaciones con Serbia relativas a la celebración de un Acuerdo de Estabilización y Asociación. Esperamos sinceramente que se cumplan en breve las condiciones para que la Comisión firme dicho acuerdo.

Existe un firme apoyo político en el Consejo para que el Acuerdo de Estabilización y Asociación se firme tan pronto como se cumplan las condiciones necesarias. No obstante, antes de que el Consejo pueda poner en práctica dicho acuerdo, Serbia tiene que cooperar plenamente con el Tribunal Penal Internacional.

La posibilidad de que los ciudadanos serbios viajen más fácilmente a la Unión Europea reforzaría también los vínculos entre nosotros y contribuiría indudablemente al proceso de democratización y al sentimiento favorable a la Unión Europea en la sociedad serbia.

Los acuerdos sobre la facilitación de visados y readmisión, que se firmaron en septiembre y que entrarán en vigor en enero de 2008 son, en nuestra opinión, de vital importancia.

La Comisión ha acordado con Serbia iniciar un diálogo sobre la liberalización de los visados tras la entrada en vigor de dichos acuerdos. La UE ha dejado también claro a Serbia que su proceso de integración no está ligado a la cuestión de determinación del estatuto futuro de Kosovo. De hecho, cada país avanza en el proceso de adhesión a la Unión Europea según sus méritos propios y cumpliendo las condiciones del proceso de estabilización y asociación y los criterios de Copenhague.

Para concluir, señor Presidente, Señorías, tengo que reiterar una vez más lo mucho que la Presidencia de la Unión Europea valora la oportunidad de discutir con el Parlamento Europeo la importancia de asegurar el futuro europeo de Serbia, tanto para la propia Serbia como para la región. Es indudable que los Balcanes Occidentales siguen siendo una de las prioridades de la Unión Europea y que nuestro objetivo último es crear una situación de paz, estabilidad, democracia y prosperidad en la región.

Por eso tenemos una visión de la integración de esos países en la Unión y el proceso de estabilización y asociación sigue siendo el marco para la preparación de esa eventual adhesión. Serbia es un país de enorme importancia geoestratégica para la estabilidad de toda la región, y por eso es fundamental avanzar en este proceso si queremos conseguir el objetivo último de la UE con respecto a los Balcanes Occidentales: que se convierta en una región de estabilidad, de paz y de progreso.

 
  
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  Olli Rehn, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, quiero felicitar al señor Kacin por su excelente informe, que refleja los aspectos esenciales del estado actual de las relaciones UE-Serbia. He pedido a mis servicios que sigan trabajando en las recomendaciones del informe, que ya han sido útiles para la preparación del informe sobre el progreso anual de la Comisión, que tendría que aprobarse el 6 de noviembre.

En su informe se destacan algunos aspectos en los que tanto la Unión Europea como Serbia tienen que redoblar sus esfuerzos, algo que yo apoyo totalmente. Estoy de acuerdo sobre todo con la importancia concedida a la facilitación de visado y al llamamiento que se hace para avanzar ya en la liberalización del visado.

Precisamente por esa razón, la Comisión ha manifestado su intención de iniciar un diálogo a principios del año que viene con cada uno de los países de los Balcanes Occidentales, teniendo un plan de trabajo para la liberalización del visado que establezca sus requisitos y condiciones. Esta cuestión es de extrema importancia, sobre todo para proporcionar pruebas concretas a la generación más joven de la región de lo que Europa significa realmente.

Estamos en un momento muy crítico de nuestras relaciones con Serbia. En los últimos quince días he mantenido intensas conversaciones con la Presidencia del Consejo, con los Estados miembros y con las autoridades serbias sobre la situación actual. A nadie puede sorprender que el proceso del estatuto de Kosovo y el acuerdo de estabilización y asociación, incluida la condicionalidad del TPIY, hayan sido los principales temas tratados.

El plazo del 10 de diciembre para las conversaciones sobre Kosovo se agota rápidamente y el trabajo de la troika internacional está entrando en una fase crucial. Apoyamos plenamente el trabajo del representante de la UE, Embajador Wolfgang Ischinger, y haremos todo lo posible por encontrar una solución negociada.

Ahora es fundamental que las dos partes —Belgrado y Prístina— asuman sus responsabilidades y se dediquen en serio a hacer propuestas constructivas y creativas que puedan llevar a una solución negociada y sostenible. He mantenido también intensas conversaciones con los Estados miembros y con las autoridades serbias sobre el acuerdo de estabilización y asociación. Dicho acuerdo constituirá un hito político en nuestras relaciones con Serbia. Será la forma de conseguir la condición de país candidato a la adhesión a la Unión Europea.

La Comisión ha negociado primero y luego finalizado el trabajo técnico sobre el texto propuesto para dicho acuerdo, que están evaluando en la actualidad los Estados miembros en el grupo de trabajo del Consejo.

Está trabajando intensamente con la Presidencia y los Estados miembros para concluir una revisión jurídico-lingüística del texto de manera que nosotros, como Unión Europea, estemos técnicamente preparados para firmar el acuerdo en breve, siempre que se den las condiciones políticas —principalmente la plena cooperación con el TPIY— que conduzcan a la detención del resto de los inculpados. Eso, a mi modo de ver, se corresponde con la recomendación que en su informe se dirige al Consejo.

En cuanto al TPIY, como ya he dicho, yo veo por el momento en Serbia el vaso medio lleno, y no medio vacío. He dejado claro al Gobierno serbio que la firma del AEA está a su alcance. Ahora es cuestión de voluntad política y de traducir la capacidad en resultados. Nosotros estamos preparados, siempre que Serbia esté dispuesta a cumplir las condiciones. Le corresponde a Serbia dar el siguiente paso.

Al mismo tiempo, debemos apreciar los esfuerzos que ha hecho Serbia hasta ahora. Nos olvidamos de ellos con demasiada frecuencia en nuestros debates. Desde 2004, Serbia ha cooperado en la búsqueda y captura de más de 20 de los 24 inculpados por el TPIY. Eso demuestra que nuestra política de condicionalidad funciona.

Sin embargo, la cooperación con el TPIY no puede ser un proceso intermitente y tiene que hacerse más para conseguir la plena cooperación, sobre todo en cuanto a la intensificación de las operaciones de búsqueda y el acceso a archivos y documentos.

La Fiscal General volverá a Belgrado mañana para quedarse dos días, y la Comisión tendrá muy en cuenta sus conclusiones cuando evalúe la firma del acuerdo AEA.

Su firma dependerá de la plena cooperación con el TPIY, y nosotros tendremos que evaluar eso conjuntamente con el Consejo. Serbia tiene que hacer, por tanto, todo lo que esté en su mano para encontrar y detener a los prófugos y para entregar al TPIY toda la información necesaria que permita su detención y puesta a disposición del Tribunal de La Haya.

Para terminar, Serbia tiene efectivamente un enorme potencial económico, cultural e intelectual que está sólo a la espera de ser liberado en la búsqueda de un futuro europeo para el país.

La Comisión está plenamente comprometida con la perspectiva europea de Serbia. Estoy convencido de que el país puede recorrer relativamente deprisa el camino que lleva a Europa una vez que cumpla las condiciones esenciales.

Eso es crucial, no sólo para las aspiraciones europeas de Serbia, sino también para la estabilidad y el progreso de todos los Balcanes Occidentales. Por tanto, es hora ya de que Serbia pase página de su doloroso pasado y aborde plenamente su futuro europeo.

 
  
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  György Schöpflin, en nombre del Grupo del PPE-DE. — (EN) Señor Presidente, todos en esta Cámara estamos de acuerdo con que Serbia tiene un futuro europeo, algo muy deseable tanto para Serbia como para Europa. La cuestión ahora es cómo llegar desde aquí hasta allí.

El núcleo del problema es que, aunque Serbia tiene desde luego algunas de las características de una democracia, sigue estando lejos de tener una infraestructura estable y democrática. El legado del comunismo y de las guerras que siguieron a la desintegración de Yugoslavia ha dejado profundas marcas en la sociedad serbia, razón por la cual el funcionamiento de unas instituciones neutrales y dignas de confianza es mucho más difícil de sostener. La debilidad del Estado de derecho, la corrupción y el nepotismo, y el nivel preocupantemente alto de violencia indiscriminada son todos ellos indicadores de una sociedad que tiene que experimentar un profundo cambio antes de que pueda considerarse una democracia que cumpla los criterios de Copenhague.

Posiblemente la parte más tóxica del legado es la forma en que el nacionalismo mantiene su atractivo para una parte políticamente importante de la sociedad, incluida una parte de la elite. Los protagonistas del nacionalismo étnico serbio entienden que la ciudadanía serbia coincide en extensión con la nación serbia. Esto resulta muy duro para la sección no serbia de la sociedad serbia. En este terreno, la elite política del país tiene mucho trabajo por hacer. Sólo Serbia —las elites políticas del país y la sociedad serbia— puede hacer el cambio necesario hacia la democracia, los derechos humanos y la ciudadanía.

Por otra parte, las conclusiones de este informe reflexivo ofrecen indicaciones convincentes de cómo puede hacerse esa transformación y de cómo Serbia puede volver a ocupar el lugar que le corresponde en Europa.

 
  
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  Justas Vincas Paleckis, en nombre del Grupo del PSE. (EN) Señor Presidente, con el invierno a la vuelta de la esquina, la atmósfera política en Serbia se está caldeando. Por eso, con su contribución a la elaboración de este informe, el Grupo del PSE ha tratado especialmente de reflejar la situación de un país que perdió una posición privilegiada en la antigua Federación Yugoslava, una nación en la que los brotes nacionalistas han perjudicado a toda la región, han destrozado numerosas vidas, se han cobrado algunas víctimas y han recibido bombas y cohetes como respuesta.

A pesar de todo ello, la mayoría de la población del país no quiere otra cosa que seguir el camino europeo y, con ello, cicatrizar sus heridas y las de sus vecinos. Este informe trata de ayudar, de una manera amistosa pero rigurosa, a señalizar ese importante camino. Quiero agradecer en especial a nuestro colega señor Kacin por haber elaborado este informe no sólo con muchas horas de trabajo, sino también con sentido común y corazón.

Quiero destacar el excelente trabajo del Gobierno serbio proeuropeo en esta situación, que no es sencilla. Sus actividades han permitido al Parlamento Europeo proponer la firma del acuerdo de estabilización y asociación, posiblemente incluso antes de finales de este año. Pero la posibilidad de que el país pueda pasar página en sus relaciones con la UE depende en gran medida de los propios serbios. Nosotros, por nuestra parte, nos aferraremos con firmeza a nuestra opinión de que el acuerdo debe firmarse únicamente cuando Serbia obtenga resultados capturando a los criminales de guerra que siguen prófugos.

El Grupo del PSE ha propuesto algunas modificaciones del informe que tratan de ablandar la formulación de cuestiones delicadas para los serbios. Se sugiere, entre otras cosas, cambiar la formulación del considerando M para hacer hincapié en que la reconciliación interétnica es crucial para garantizar la estabilidad en la región.

Nosotros pensamos que Kosovo es un problema distinto, razón por la cual ni siquiera se ha abordado en este informe. La solución a ese problema no debe desviar a Serbia del camino europeo en el que está previsto que, dentro de un tiempo, se reúna con Kosovo, con las antiguas repúblicas yugoslavas y, de hecho, con el resto de Europa.

 
  
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  István Szent-Iványi, en nombre del Grupo ALDE. – (HU) Señor Presidente, señor Ministro, señor Comisario; en primer lugar, quiero felicitar al ponente, señor Kacin, por su constructivo y equilibrado informe. En 2003, la Unión Europea se comprometió a integrar a Serbia en la UE, dada su convicción de que Serbia es un factor importante en la estabilidad regional, y que el futuro de Serbia está en Europa. A partir de este punto, el ritmo de la integración depende por completo de Serbia.

La plena cooperación con el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia en La Haya es un importante requisito previo. Se han hecho grandes progresos; dos de los seis criminales de guerra más buscados han sido entregados a la justicia, pero los peores, Mladić y Karadžić, siguen en paradero desconocido. Se necesitan esfuerzos adicionales. La mayor prueba de fuerza tanto para Serbia como para Europa es llegar a un acuerdo sobre el estatuto de Kosovo. La situación actual es el obstáculo más grave tanto para la estabilidad regional como para la integración de Serbia en la UE. Esperamos que Serbia actúe de una manera constructiva para resolver esta situación de la forma más rápida y satisfactoria posible.

Se ha avanzado en el ámbito de los derechos de las minorías; el número de ataques violentos se ha reducido, y en la Constitución se reconocen nuevos derechos a las minorías. Pero el progreso realizado no es, ni mucho menos, suficiente: no se han aplicado todavía las disposiciones relativas a los Consejos Nacionales, ni existe legislación que garantice la autodeterminación a las minorías. Serbia tiene todavía que realizar algunas tareas europeas, ya que, en la práctica, el Tribunal Constitucional no funciona bien, el sistema judicial es lento y está sujeto a influencias políticas, y la corrupción y la delincuencia organizada afectan a todos los ámbitos de la vida económica y social. Si Serbia desea realmente la integración, es de vital importancia que intensifique sus esfuerzos en estos ámbitos. Europa dará a Serbia toda la ayuda posible para que realice con éxito estas tareas, pero es Serbia la que tiene que realizarlas. Tenemos que insistir en que la responsabilidad y la obligación de hacer todo lo posible para asegurar el éxito de la integración de Serbia en la UE recae en nuestros propios amigos serbios. Gracias, señor Presidente.

 
  
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  Brian Crowley, en nombre del Grupo UEN.(GA) Señor Presidente, la Comisión tomará dentro de poco una decisión sobre el Acuerdo de Estabilización y Asociación entre la UE y Serbia. Este acuerdo tiene mi apoyo. Enviará un mensaje claro a todo el mundo de que la adhesión de Serbia a la UE está en nuestro programa político actual. Este es el primer paso importante que da el país para la adhesión de la UE.

(EN) Aunque muchos colegas han hablado de las dificultades que Serbia ha tenido que afrontar en el pasado y los problemas que sigue teniendo y que afectan a la adhesión del país y al acuerdo de estabilización, tenemos que reconocer también el largo camino recorrido pese a las dificultades encontradas.

Como con todas las relaciones entre países que están muy próximos, en el futuro seguirá habiendo dificultades relacionadas con la actitud de Serbia frente a la cuestión de Kosovo, su cooperación permanente con el Tribunal Internacional para Crímenes de Guerra y, sobre todo, sus relaciones con otros países vecinos que anteriormente formaron parte de Yugoslavia.

Sin embargo, el claro mensaje que están transmitiendo las autoridades en Serbia es que existe un deseo por su parte de ver que se está progresando. Están dispuestas a considerar los modelos de buenas prácticas que nosotros podemos sugerirles. Y a considerar lo que ha hecho la Unión Europa en el pasado: más de 165 millones de euros en trabajos de reconstrucción. Lo que tenemos que recordar todos es que la Guerra de los Balcanes sigue dejando una enorme cicatriz psicológica en el desarrollo no sólo de Serbia, sino de otros países también. Y, en efecto, si nos fijamos en el pasado reciente de cualquiera de nuestros propios países, veremos que existen fracturas psicológicas similares que tardamos algún tiempo en superar.

Debemos dejar un margen de tiempo para que Serbia pueda hacer esa transición y ese progreso. Nuestro papel y nuestra obligación es actuar como buenos vecinos, como maestros convencidos de cuál es la mejor forma de hacer las cosas, pero sabiendo también recompensar las cosas buenas que se han hecho.

 
  
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  Gisela Kallenbach, en nombre del Grupo Verts/ALE Group. – (DE) Señor Presidente, antes de nada quiero extender mi agradecimiento al ponente por un trabajo tan bueno y completo. Acogemos con gran satisfacción el hecho de que el Parlamento Europea contribuya de forma clara y habitual al debate político sobre la situación en Europa del Sudeste. Serbia juega, y ha jugado, un papel destacado en esta región.

Por eso es fundamental que insistamos, una y otra vez, en que el futuro de Serbia está en la UE y que somos socios buenos y fiables. Sin embargo, se necesitan por lo menos dos partes para establecer una asociación, y por eso pido a Serbia que siga recorriendo el camino hacia la integración de la UE y que asuma un papel constructivo en la resolución de la cuestión de Kosovo.

Esperamos una cooperación ilimitada con el Tribunal de La Haya por fin ─esto se ha dicho ya varias veces─ y el cumplimiento de los criterios de las normas europeas. Espero de verdad que las mejores oportunidades para viajar realicen también una contribución aquí y consigan mejoras en el futuro.

Lo que no puedo apoyar son algunas de las propuestas que se han hecho para aplicar normas diferentes a la adhesión de la UE. Celebro que el ponente, el Comisario y el representante del Consejo tengan la misma opinión, sobre todo porque ya pagamos un alto precio por esto no hace mucho tiempo.

Conozco muy bien la difícil y dolorosa situación en la que se encuentra Serbia, pero repito, se necesitan por lo menos dos partes para establecer una asociación.

 
  
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  Erik Meijer, en nombre del Grupo GUE/NGL. (NL) Señor Presidente, como en cualquier país que ha perdido una guerra reciente con la consiguiente pérdida de territorio y de influencia, los sentimientos nacionalistas de superioridad disfrutan también de un gran apoyo en Serbia. En lugar de aislar y castigar a Serbia por no poder encontrar al criminal de guerra Ratko Mladić, se le debe ofrecer un futuro en el que se establezcan también garantías para las minorías étnicas en Vojvodina, Sandžak y Preševod.

Mi Grupo apoya los esfuerzos del informe Kacin por dar a Serbia perspectivas de adhesión a la Unión Europea. Lamentablemente, el apartado 8 añadido por la Comisión de Asuntos Exteriores se anticipa a la decisión sobre Kosovo. Después del 10 de diciembre, es probable que los Estados Unidos y algunos Estados miembros de la Unión Europea reconozcan de forma unilateral la independencia de Kosovo, y Serbia volverá recuperar unilateralmente la parte norte de Kosovo. Por eso no compartimos para nada la confianza de que el futuro estatuto de Kosovo pueda contribuir a la estabilidad y la integración.

Aunque en el apartado 8 se mantiene ese optimismo infundado, mi Grupo ha retirado su apoyo a este informe.

 
  
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  Gerard Batten, en nombre del Grupo IND/DEM. — (EN) Señor Presidente, la frase con la que comienza este informe es: «... el futuro de Serbia está en la Unión Europea». Y continúa diciendo: «... el futuro de todos los países de la región está en la Unión Europea». Los países de la región son, por supuesto, Croacia, Kosovo, Bosnia-Herzegovina, Macedonia, Montenegro y Albania. Algunos de ellos tienen enemistades históricas que han culminado en trágicas guerras en épocas recientes.

La Unión Europea cree, por supuesto, que su adhesión conducirá a una armonía perfecta. Pero pensemos en una consecuencia de lo que realmente sucederá con la adhesión. En total, la población de esos Estados supera los 24 millones de habitantes. Muchos de ellos ejercerán su derecho a trasladarse a otras regiones de la UE. Por experiencia pasada, muchos de ellos vendrán a Gran Bretaña. Gran Bretaña está ya desbordada de inmigrantes y solicitantes de asilo procedentes de la UE y de otros países extracomunitarios. El Ministerio de Interior británico tiene como política no oficial trasladar a distintos grupos técnicos y religiosos de solicitantes de asilo a diferentes partes del Reino Unido por temor a la violencia y los conflictos que pueden surgir entre ellos. Si Serbia y los Estados balcánicos terminan por entrar en la UE, Gran Bretaña importará gran parte de sus odios históricos y duelos de sangre a suelo británico.

El camino que deben emprender Serbia y sus vecinos pasa por constituirse en estados nación democráticos e independientes, capaces de resolver sus problemas por la vía pacífica; no por su adhesión a la Unión Europea.

 
  
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  Carl Lang, en nombre del Grupo ITS. – (FR) Señor Presidente, las autoridades europeas y, en particular el informe Kacin, parecen tratar a Serbia como a un Estado soberano, sino como a un mal alumno, como a una mala persona, como a alguien a quien la Unión Europea tiene derecho a poner buenas y malas notas.

Serbia saca buenas notas cuando se dota de un Gobierno considerado proeuropeo. Este calificativo de proeuropeo significa, por supuesto, que acepta y asume los dogmas que imperan en Bruselas. Y saca malas notas cuando los serbios no muestran demasiado entusiasmo por colaborar con el Tribunal Penal Internacional. Aquí conviene recordar que ese Tribunal ha menospreciado dos principios que, en realidad, están en la base de nuestro sistema judicial: la soberanía jurídica de los Estados y la libertad de expresión. Como resultado, Vojislav Seselj, presidente del Partido Radical Serbio que representa al 28 % del electorado, lleva encarcelado en La Haya desde febrero de 2003 y sigue esperando un veredicto, a pesar de haberse entregado voluntariamente. Por tanto, ese Tribunal está violando flagrantemente los mismos principios que han sido proclamados por la Unión Europea, en especial el respeto por las libertades fundamentales y los derechos humanos. En realidad, el único delito del señor Seselj es ser un patriota serbio.

Los dirigentes de la Unión Europea, que desean la desintegración de las naciones de Europa, no perdonan que los serbios se hayan resistido a la destrucción de su Estado y, en particular, a la secesión de Kosovo, el corazón histórico de Serbia. El tratamiento infligido a los serbios en Kosovo constituye una advertencia a todos los pueblos de Europa. Si hoy los albanos exigen la creación de un Estado kosovar, es porque la inmigración procedente de Albania y la caída del índice de natalidad entre los serbios les ha dado la mayoría en una provincia donde, hace cerca de cincuenta años, eran una minoría. El ejemplo de Kosovo debe llevarnos más que nunca a reafirmar el derecho de los pueblos europeos a ser ellos mismos y a tomar sus propias decisiones; en otras palabras, a preservar su identidad y soberanía y, en una gran Europa europea de patrias y de naciones, el pueblo serbio tendrá evidentemente que encontrar un lugar legítimo.

 
  
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  Doris Pack (PPE-DE).(DE) Señor Presidente, Señorías, el señor Kacin ha presentado un informe que ha obtenido un apoyo muy amplio en la Cámara. Algunos de nosotros han contribuido a ese esfuerzo. Por consiguiente, no pretendo discutir todos los detalles, pero simplemente quiero hacer varios comentarios a título personal.

Las fuerzas democráticas de Serbia tardaron demasiado en romper radicalmente con la era de Milošević, demasiado tiempo. Como resultado, la cooperación con el Tribunal de la Haya no se planteó con seriedad y credibilidad, razón por la cual se retrasó también el Acuerdo de Estabilización y Asociación, que posteriormente se suspendió, luego se reanudó y ahora lo estamos volviendo a esperar. En otras palabras, el camino de Serbia a la UE está ya trazado y Serbia tiene la capacidad, pero también tiene que hacer su propio esfuerzo.

La cuestión sin resolver de Kosovo pende como una nube oscura sobre los políticos serbios y está teniendo un efecto paralizante. ¿Y quién está sufriendo las consecuencias? Eso es fácil de responder: la generación joven. Después del embargo y del bombardeo de la OTAN ─y los serbios tienen que agradecer ambas cosas al señor Milošević, no las fuerzas democráticas que están hoy en el Gobierno─, los jóvenes se enfrentan ahora a otro problema de difícil manejo: el de Kosovo. Esa cuestión está dificultando también un trabajo político eficiente, que favorece directamente a los radicales y a sus simpatizantes.

Afortunadamente, la facilitación de visados dará por fin un cierto respiro, y eso es algo que en el Parlamento hemos defendido desde hace mucho. Queremos que los jóvenes serbios participen en breve en nuestros programas de educación y juventud que pusimos en marcha en 2007. Quiero también que se reconozca el trabajo tan positivo que está realizando el Parlamento regional en Vojvodina en materia de tolerancia y cooperación de la juventud, y que está teniendo una gran repercusión. Muchos jóvenes se han reunido este año en la región del Danubio, y ese es un ejemplo maravilloso de su compromiso con la tolerancia y con las relaciones sociales pacíficas.

En Serbia hay un gran anhelo de normalidad. Los políticos deberían estar haciendo más por el presente y el futuro, y dejar atrás el pasado. Deberían estar haciendo también mucho más por mejorar la vida diaria del ciudadano de la calle, para asegurarse de no perder apoyo popular.

 
  
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  Hannes Swoboda (PSE).(DE) Señor Presidente, en la intervención de nuestro estimado colega, señora Kacin, creo que han faltado dos cosas. La primera es una expresión de agradecimiento a la generosidad del Presidente y la segunda y más importante, el equilibrio que se refleja ciertamente en su informe.

Hemos trabajado bien juntos y quiero darles las gracias por ello. Creo que gracias a eso hemos conseguido un informe muy bueno. Dicho lo cual, me hago eco de lo que ha dicho el Comisario Rehn. Se han hecho grandes progresos, pero a la hora de evaluar a un país hay que sopesar tanto los aspectos positivos como los negativos. Se ha hecho también un progreso importante en lo que respecta a la cooperación con el TPIY. No obstante ─y aquí estamos de acuerdo─, ese progreso no es suficiente. Espero que se llegue a un acuerdo con Carla del Ponte en los próximos días y, en nombre de mi Grupo, le he dicho al Ministro Ljajić que tienen que resolverse todas las cuestiones. No podemos quedarnos a mitad de camino, ni podemos pararnos tampoco cuando hemos recorrido ya tres cuartas partes del mismo. Se tiene que establecer una cooperación plena. Esa es la posición común del Parlamento y del conjunto de la Unión Europea.

Tal como yo lo veo, el gran problema en ese país es que, lamentablemente ─y aquí quiero hacerme eco de lo que ha dicho Doris Pack─, los nacionalistas son los que, con frecuencia, parece que deciden la agenda. No se puede llevar a los nacionalistas extremistas del ala derecha más a la derecha todavía, y eso es lo que algunos están tratando de hacer. Eso simplemente conduce al caos. El hecho de que el señor Nikolić asumiera el cargo de Portavoz del Parlamento, aunque sólo fuera por cuatro días, es un escándalo. Dadas las dificultades y sensibilidades de la situación, ¿cómo puede alguien pensar en tener al líder de la extrema derecha como Portavoz del Parlamento? Es un escándalo. Esa no es la forma de hacer política y de conseguir que Serbia progrese. Eso es algo que confirma repetidamente que Serbia está tomando en realidad una dirección nacionalista. Espero que todas las fuerzas del centro reflexionen por un momento y se den cuenta de que tiene que existir una clara línea divisoria entre los nacionalistas, por un lado, y el resto, ya sean conservadores o socialistas, por otro. El centro es la única fuerza que pueda hacer que el país progrese, siempre que no se vean tentados a perder el tiempo con los nacionalistas.

Sí, tenemos que hacer más en lo que respecta a los viajes sin necesidad de visado. Se ha avanzado en la facilitación de visado, y ahora debemos avanzar hacia la supresión del requisito de visado, de forma que los jóvenes puedan viajar a Europa y ver cómo es. Eso es lo que necesitan los jóvenes serbios y eso es lo que también necesita Serbia.

 
  
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  Samuli Pohjamo (ALDE).(FI) Señor Presidente, señor Comisario, me gustaría dar las gracias al ponente, el Sr. Kacin, por haber elaborado este excelente y exhaustivo informe. En él se mencionan los difíciles problemas que se interponen en las relaciones entre la UE y Serbia, pero destaca también muchos factores positivos que han acompañado al desarrollo de Serbia.

Quiero insistir en la importancia de las relaciones naturales en el desarrollo de la cooperación UE-Serbia. Es importante que los jóvenes nacionales serbios tengan más oportunidades de viajar al extranjero en programas culturales y de intercambio de estudiantes. La experiencia con estos programas ha sido positiva en muchos países del entorno, por ejemplo, con los programas Erasmus Mundus y Leonardo da Vinci.

Las relaciones naturales con Serbia recibirán también un impulso con el acuerdo alcanzado con relación a los visados. Tenemos que asegurarnos de que dicho acuerdo entre en vigor antes de finales de año, al mismo tiempo que aceleramos la tramitación de los visados y ponemos en marcha una acción de apoyo para aumentar las oportunidades de viajar, sobre todo para los jóvenes y los profesionales.

Por último, quiero decir que la Agencia Europa para la Reconstrucción ha desarrollado también su labor en Serbia. Ahora, su trabajo está a punto de terminar y las tareas de la Agencia pueden ser transferidas a las unidades de la Comisión, haciendo hincapié en el apoyo al desarrollo administrativo y judicial. De esta forma, podemos animar a Serbia y a otros países de la región a establecer relaciones más estrechas con la Unión Europea.

 
  
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  Hanna Foltyn-Kubicka (UEN).(PL) El informe hace referencia a los cambios recientes que han tenido lugar en Serbia. Pero todavía queda mucho por hacer, sobre todo en el ámbito de la cooperación entre el Gobierno y el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia. A pesar de las promesas hechas, Radko Mladić no ha sido detenido ni entregado al Tribunal de La Haya. La ausencia de progreso en este aspecto de la cooperación es motivo de preocupación y afecta negativamente a la percepción de la acción emprendida por las autoridades serbias para reforzar el Estado de derecho.

La nueva Constitución y las disposiciones relativas a la protección de los derechos humanos y los derechos de las minorías nacionales, los servicios de seguridad, el poder judicial y el ejército, así como los esfuerzos para eliminar la corrupción, constituyen un movimiento en la dirección correcta. Pero las reformas tienen también algunas deficiencias, como el hecho de que no se haya designado a un Tribunal Constitucional que actúe como guardián de la democracia. Ese tribunal es fundamental para vigilar las medidas adoptadas y los compromisos adquiridos por Serbia. A pesar del progreso realizado, queda mucho por hacer en Serbia.

 
  
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  Joost Lagendijk (Verts/ALE). (NL) Señor Presidente, Parlamento, Señorías, estamos tratando hoy de destacar los avances positivos en Serbia, y que nadie me interprete mal: eso no tiene nada de malo. Es importante para la Unión Europea que Serbia avance hacia la democracia y es también importante que nosotros, la Unión Europea, reconozcamos ese proceso y, en la medida de lo posible, lo apoyemos. Es lo mismo que se está haciendo actualmente en otras instituciones europeas, sobre todo en el Consejo.

Pero no debemos exagerar, Señorías. Aunque Serbia haga todo lo que se le pide que haga en este informe, si al mismo tiempo adopta un papel negativo y destructivo en las negociaciones sobre el futuro de Kosovo, eso tendrá consecuencias negativas para el proceso de adhesión de Serbia a la Unión Europea. Señorías, así es como debe ser. Por eso me parece incomprensible y nada bueno que hasta ahora no se haya establecido un vínculo ─que yo creo que es un vínculo real, todo el mundo lo sabe─ entre la posición serbia en las negociaciones sobre Kosovo y el proceso de integración de Serbia en Europa.

Por consiguiente, pido a sus Señorías que apoyen la enmienda en la que se establece ese vínculo. Existe una conexión entre la posición serbia respecto a Kosovo y el ritmo y el contenido de las negociaciones entre Serbia y la Unión Europea. La negativa a reconocer dicho vínculo hasta ahora se explica diciendo que nosotros ─ la Unión Europea─ no queremos hacerles las cosas más difíciles todavía a los demócratas en Serbia, al Presidente Tadić, así que tenemos que callar respecto a las cuestiones difíciles.

Señorías, discrepo totalmente con la evaluación de la situación. Estoy de acuerdo con el predecesor del actual Comisario, Chris Patten, quien hace poco escribió que es una equivocación creer que estamos ayudando a los demócratas siendo blandos, no siendo sinceros y honestos con Serbia. Siendo poco sinceros y honestos, estamos fortaleciendo a Kostunica, quien entonces podrá decir: si adoptamos una línea dura, podemos obligar a la Unión Europea a hacer concesiones. Esta no es la forma de avanzar. Una vez, más les ruego que sean positivos, pero sinceros y también claros. Los ciudadanos de la UE y de Serbia tienen derecho a eso.

 
  
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  Athanasios Pafilis (GUE/NGL).(EL) Señor Presidente, la UE es, en parte, responsable de la guerra injusta y sucia librada por la OTAN contra Yugoslavia. Es en parte responsable del asesinato de miles de yugoslavos; de la enorme destrucción infligida a las infraestructuras, a las fábricas y al país en su conjunto, así como del uso de uranio enriquecido. Los que deberían ser detenidos, juzgados y condenados por crímenes de guerra son Bill Clinton, Tony Blair, Javier Solana (antiguo Secretario General de la OTAN) y los otros dirigentes de los países que atacaron Yugoslavia. Lamentablemente, nada de eso ha sucedido. Yugoslavia ha sido desmantelada; ustedes están creando protectorados y ahora tratan de anexionarse Serbia. Están pidiendo una declaración de arrepentimiento a un pueblo que hizo lo lógico: defender la independencia de su país. Es posible que consigan que el Gobierno haga una declaración de ese tipo, pero los jóvenes no olvidarán ni perdonarán los crímenes de la OTAN y de la UE.

Ahora siguen ustedes con la misma política respecto a la independencia de Kosovo y la creación de un nuevo protectorado. Entre otras cosas, las medidas propuestas en el informe son un intento de redimir tanta matanza y destrucción utilizando el dinero de los trabajadores europeos. Con dichas medidas se intenta presentar a los asesinos de la población yugoslava como salvadores en una apuesta por crear condiciones favorables para uncir a Serbia con el yugo imperialista, y para invadir el país con capital europeo.

El Partido Comunista de Grecia condena este informe y cree que los intereses de los pueblos balcánicos se verán mejor defendidos si, en lugar de olvidar, luchamos contra la UE y la barbarie que ustedes alientan.

 
  
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  Bastiaan Belder (IND/DEM). (NL) Señor Presidente, el exhaustivo y sólido informe del señor Kacin proporciona una visión equilibrada del desarrollo socioeconómico de Serbia. El informe tiene un lado oscuro y un lado claro: excelentes cifras de crecimiento frente a un elevado desempleo, por ejemplo; concretamente, el 7,2 % frente al 20 % en los últimos tres años.

La inversión extranjera directa es esencial para el desarrollo de Serbia y eso es exactamente lo que falta en este momento. Las causas son evidentes. Se pueden remontar sobre todo al problema de imagen de Belgrado. Lo que asusta a los inversores extranjeros, más que nada, es la inseguridad política prolongada ─sinónimo de Kosovo─ y también la marcada desaceleración en el ritmo de las reformas del mercado por parte de Belgrado.

Eso me lleva a plantear una cuestión crucial. ¿Está Serbia interponiéndose en su propio camino? El informe Kacin comienza con la propuesta de que el futuro de Serbia está en la Unión Europea; las condiciones europeas para el proceso de adhesión son perfectamente conocidas por Belgrado, al igual que el compromiso europeo de cooperar en dicho proceso. Al final, las propias autoridades serbias deben responder a la pregunta más acuciante: ¿Está Serbia interponiéndose en su propio camino?

 
  
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  Zsolt László Becsey (PPE-DE). - (HU) Gracias, señor Presidente. El informe del señor Kacin es excelente, un trabajo muy profesional. Se ve que ha nacido en la región y que la conoce muy bien. Mis comentarios son los siguientes:

1. El principio de los valores. Es fundamental que nadie pueda entrar en la Unión Europea con un legado que les lleva a no investigar los crímenes colectivos y los asesinatos en masa y, lo que es más, a ni siquiera poder recordarles, recordar a los muertos. Este ha sido un derecho humano mínimo, el derecho a la dignidad humana, desde Antígonas. En un lugar donde todavía no se ha llegado a este punto y donde ni siquiera se pide llegar ahí, no debemos sorprendernos la presencia de grupos radicales que rondan por las calles y se hacen cada vez más fuertes, o las manifestaciones de neofascistas en Vojvodina. Esto tiene que resolverse porque, de lo contrario, nos tendremos que preocupar no sólo de Serbia, sino también de Europa.

2. Creo que, como mínimo, tenemos que hacer lo que nos hemos propuesto hacer con relación a este informe. En otras palabras, no lo debilitemos con enmiendas; no censuremos las resoluciones que hemos presentado, ni los puntos contenidos en ellas; citémoslas exactamente como están. Lo mismo puede decirse de los acuerdos territoriales, que el señor Kacin ha hecho bien en incorporar a su informe de la Comisión, porque nadie entenderá lo que queremos si diluimos nuestras demandas sin ningún motivo.

3. Tenemos que ayudar a Serbia, y no limitarnos a decir que lo vamos a hacer. Después de relajar los requisitos de visado, tenemos que suprimirlos de una vez por todas, de manera que los ciudadanos serbios puedan viajar a Europa siempre que lo deseen. Hasta entonces, no tiene ningún sentido que estemos siempre con la misma historia de las perspectivas de adhesión de Serbia a la Unión Europea, porque no podemos dar el tercer paso antes de dar el primero. Lo mismo puede decirse de la adhesión de Serbia al ALCEC, de la puesta en marcha del proceso de Asociación, y de su futuro en el seno de la OMC.

Mi último comentario es que necesitamos una sociedad activa y que exija proporcionalidad, tanto para la representación de las minorías étnicas en la administración pública, cosa que es fundamental, como para establecer formas adecuadas de autonomía. La falta de proporcionalidad significa falta de confianza, y sin confianza, no seremos realmente capaces de avanzar hacia una cooperación nueva y deseada desde hace tanto tiempo en los Balcanes. Gracias.

 
  
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  Véronique De Keyser (PSE).(FR) Señor Presidente, el informe Kacin trata sobre Serbia, no sobre Kosovo, ni con lo que sucederá después de diciembre. Es cierto también que no vincula la reacción de Serbia a la cuestión de Kosovo con sus perspectivas de adhesión a la Unión Europea. El señor Lagendijk está preocupado por esto, mientras que mi Grupo lo acoge con satisfacción y considera que, en esto, el Parlamento Europeo puede rechazar todo regateo político o diplomacia paralela.

Es cierto que hay una cuestión que se plantea constantemente, y es la del Tribunal Penal Internacional y la cooperación de Serbia con él. Ahora, la señora Del Ponte acaba de hacer sonar las alarmas, o algo muy parecido, cuando se ha referido a la intransigencia mostrada y está utilizando a la Unión Europea como un vínculo con todo lo que afecta a los derechos humanos; en otras palabras, la condicionalidad, y creo que no se equivoca.

Yo no pienso, como el señor Lang, que se trate simplemente de sacar buenas o malas notas. Creo que la cuestión del nacionalismo, esa cultura de impunidad, con cuatro criminales buscados ─y no de poca monta─ que siguen campando libremente por Serbia, es intolerable. Es más, yo diría que sabemos por experiencia que un país tiene todas las de ganar si reconoce su pasado y reconoce sus crímenes. Hemos pedido a Croacia que haga un enorme esfuerzo y hemos pedido a Bosnia que haga lo mismo; y ese esfuerzo es el mismo que, después de la segunda Guerra Mundial, nos permitió reconstruir Europa.

Todo esto afecta en lo más hondo a nuestros valores fundamentales. No es una cuestión de poner buenas o malas notas; es el corazón de nuestros valores y es la clave para la reconciliación de los Balcanes. Por último, quiero añadir que, aunque no estemos hablando de Kosovo, Bozidar Djelic, Viceprimer Ministro serbio, en su visita al Parlamento Europeo hace unas semanas, nos confirmó que, sea cual sea la evolución de Kosovo, su país no tiene la intención de recurrir a las armas. Recuerdo sus palabras y, sin relacionadas con el informe Kacin, espero que este llamamiento haya llegado a oídos de sus conciudadanos.

 
  
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  Andrzej Tomasz Zapałowski (UEN).(PL) Señor Presidente, he observado la actitud negativa adoptada por algunos países europeos respecto a Serbia desde hace años. Serbia es percibida como el país que está implantando la política de Rusia para los Balcanes. Pero hay otro aspecto que se ha pasado por alto. Serbia sigue siendo una de las principales rutas para la expansión del Islam en Europa. Personalmente, estoy a favor de mantener las mejores relaciones posibles con Turquía y otros Estados musulmanes, pero a Europa no le interesa permitir la humillación constante de un país cristiano al tiempo que favorece a otros países musulmanes. Eso puede tener consecuencias de largo alcance para nuestro continente en el futuro. Lo que necesita la región afectada es estabilización, no incitación a tensiones raciales y religiosas. La democratización progresiva de la vida política en Serbia tiene que ser bien acogida por todos.

Nuestras relaciones con Serbia deben respetar el orgullo de esa nación y la tradición nacional. Sólo así preferirá Serbia acercarse a la Unión antes que a otros poderes, y se estabilizará la región al mismo tiempo.

 
  
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  Michael Gahler (PPE-DE).(DE) Señor Presidente, el futuro de la antigua República Yugoslava de Serbia está en Europa. Lo mismo puede decirse de todas las repúblicas de la antigua Yugoslavia. Como ocurre con todos los candidatos potenciales, la adhesión a nuestra comunidad de valores exige el cumplimiento de una serie de condiciones y por eso quiero dar las gracias al ponente no sólo por este informe, sino también por explicar claramente en su intervención cuáles son esas condiciones. La cooperación incondicional con el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia es, efectivamente, una condición previa para la firma del Acuerdo de Estabilización y Asociación. Me resulta difícil digerir que criminales de guerra como Mladić y Karadžić sigan teniendo tantos simpatizantes, no sólo entre los ciudadanos de la calle, sino también entre la policía, los militares y muchos funcionarios públicos en Serbia: en otras palabras, las mismas personas con las que en breve estaremos negociando unas relaciones más estrechas de Serbia con la UE.

Asumir el pasado no es una condición formal para estrechar las relaciones con la UE, pero ayudaría a los serbios, a sus vecinos inmediatos y al conjunto de la Unión Europea.

La cuestión de Kosovo tiene que verse también por separado en términos formales, pero me parece que las evasivas nacionalistas ayudan muy poco. También me parece un error comprar el veto ruso en el Consejo de Seguridad con generosas cesiones de algunas grandes compañías a las empresas rusas. Al final del proceso ─según los cálculos de Belgrado─ se espera de la UE algún tipo de compensación, en forma del Acuerdo de Estabilización y Asociación, por las concesiones que no se han hecho realmente en la cuestión de Kosovo. Eso se hará aparente después del 10 de diciembre.

Por tanto, apoyo plenamente la posición del señor Lagendijk. El grado de cooperación sobre la cuestión de Kosovo será, por consiguiente, uno de los factores que más puede ayudar o más puede dificultar una relaciones más estrechas de Serbia con la UE, y Belgrado debe tomar nota de ello.

 
  
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  Libor Rouček (PSE).(CS) Señorías, el año pasado Serbia realizó algunos cambios notables que estoy seguro también fueron gestionados satisfactoriamente.

El arduo y doloroso proceso de la disolución de la Unión Estatal de Serbia y Montenegro se completó con éxito. Se celebraron elecciones parlamentarias democráticas de manera limpia y libre y se creó un nuevo Gobierno proeuropeo. A continuación sobrevino un crecimiento económico notable y muy necesario.

Tras un paréntesis de 13 meses se reanudaron las negociaciones sobre el Acuerdo de Estabilización y Asociación (AEA) entre el Gobierno serbio y la UE. Existen perspectivas realistas de que en el futuro próximo se produzca la firma del AEA. Eso constituiría un avance notable en el camino hacia la pertenencia de Serbia a la UE. Como ya se ha dicho hoy en varias ocasiones, la condición para ello es la cooperación de Serbia con el TPIY. Confío en que mañana y pasado mañana, durante la visita de Carla del Ponte a Belgrado, al menos se puedan superar algunos de los obstáculos, como por ejemplo, el pleno acceso a los documentos confidenciales en los departamentos ministeriales.

En mi breve contribución de hoy no voy a realizar ningún comentario sobre Kosovo, ya que estamos debatiendo el informe sobre Serbia. Sin embargo, sí quiero aplaudir a Serbia por su planteamiento responsable y activo y su colaboración dentro del contexto de las iniciativas regionales, como el Pacto de Estabilidad y el CEFTA (Acuerdo Centroeuropeo de Libre Comercio). Esta colaboración evidencia el claro interés de Serbia por desarrollar y mantener buenas relaciones con sus vecinos regionales.

 
  
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  Ryszard Czarnecki (UEN).(PL) Señor Presidente, Serbia es un país europeo que ha realizado notables progresos hacia la integración en la Unión Europea a lo largo de los últimos años. Podríamos citar, desde luego, una serie de problemas que realmente no son mayores en Serbia que en Albania o en Bosnia y Herzegovina, aunque al parecer estemos dispuestos a hacer la vista gorda en el caso de estos dos últimos países.

Creo que deberíamos crear un sistema de incentivos para animar a Serbia a procurar con más ahínco alcanzar los estándares europeos. No obstante, el objetivo, a saber la Unión Europea, debe permanecer claramente visible. Hay algo muy cierto en lo que el señor Gahler ha dicho acerca de las relaciones entre Rusia y Serbia. Sin embargo, Serbia debe tener muy claro que su lugar se encuentra dentro de la Unión Europea y que para nosotros va a resultar más fácil trabajar con Serbia si está en la Unión que si permanece fuera de ella. Es algo que me parece evidente.

 
  
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  Marcello Vernola (PPE-DE). - (IT) Señor Presidente, Señorías, creo que las autoridades serbias deben mostrar un mayor compromiso cara a colaborar con la Fiscal General, Carla Del Ponte, a fin de garantizar la detención de los criminales de guerra. Todos coincidimos en que esto constituye una condición previa para la seguridad de la zona de los Balcanes y para toda la Unión Europea, tanto como una obligación legal y ética.

Asimismo hemos de procurar que el Gobierno serbio renueve su compromiso respecto a un clima de coexistencia pacífica entre todos los grupos étnicos que viven en el país. El Ministerio del Interior ya ha venido emprendiendo iniciativas para evitar y controlar los incidentes interétnicos en Voivodina desde 2004, pero hay que fomentar la participación de minorías en la vida social y su adecuada representación institucional.

Todos estamos a favor de una solución inmediata del estatuto de Kosovo este mes de diciembre Sin embargo, aún quedan muchos problemas por resolver, empezando por la necesidad de tratar de acabar con el crimen organizado albano, que está desestabilizando toda la zona geográfica, incluidos los territorios limítrofes con Macedonia y Albania, poniendo con ello en grave peligro la seguridad global de los Balcanes en su conjunto.

No debemos abandonar Kosovo a sus propios designios. Hemos de exigir que se garantice la seguridad de toda la zona de los Balcanes por medio de una presencia continua de la Unión Europea. Desde este punto de vista, la entrada acelerada en la UE de Serbia serviría para estabilizar la zona, al menos en lo tocante al tráfico ilegal en cualquier ámbito posible e imaginable: el tráfico se encuentra muy difundido en los Balcanes, comenzando por el sector medioambiental.

Hemos de pedir a Serbia que actúe con prontitud para introducir una política medioambiental adecuada con respecto a la energía, así como al tratamiento de las aguas y a un ciclo integrado de tratamiento de residuos, a fin de evitar que el crimen organizado se inmiscuya también en este sector.

 
  
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  Csaba Sándor Tabajdi (PSE). - (HU) Señor Presidente, el informe del señor Kacin marca un punto de inflexión en la actitud del Parlamento Europeo. Durante mucho tiempo, el Parlamento Europeo ha ensalzado unilateralmente a los albanos y censurado a los serbios en cada una de las declaraciones que realizaba sobre Kosovo. Aquí tenemos al fin un retrato objetivo creíble de Serbia, y la razón por la que esto es fundamental es porque tenemos que garantizar que Serbia deje de ser considerada el saco de los golpes o el chivo expiatorio. Esto no significa, sin embargo, que los serbios no tengan que responder algún día por los crímenes de la era Milosevic, lo mismo que los albanokosovares, como cualquier otro pueblo, tienen que responder por sus crímenes históricos.

Está muy bien que procuremos acercar a los serbios a la Unión Europea y estoy de acuerdo en que no basta con la expedición de visados; deberíamos crear un régimen de exención de visados para los ciudadanos serbios y resulta igualmente importante acelerar el proceso de conceder a Serbia la condición de país candidato. Ahí está Kosovo, que presenta un riesgo inmenso; según estimaciones de los servicios de información del Consejo de Europa se espera que abandonen Kosovo cerca de 100 000 refugiados, refugiados serbios, y en gran medida será Voivodina la que tendrá que pechar con este situación.

Es de agradecer que las enmiendas propuestas por el señor Mr Kacin proporcionen una imagen objetiva de los procesos interétnicos en Voivodina, de las atrocidades que siguen existiendo, y de la necesidad de legislar sobre la condición jurídica de los consejos nacionales, la necesidad de una representación proporcional de las minorías en las fuerzas del orden y el sistema judicial, así como de la necesidad de mantener emisiones radiofónicas para las minorías y financiación para las mismas. En conjunto felicito al señor Kacin: acercar a Serbia a la Unión Europea constituye un paso importante. Gracias por su atención.

 
  
  

PRESIDE: RODI KRATSA-TSAGAROPOULOU
Vicepresidenta

 
  
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  Kinga Gál (PPE-DE). - (HU) Muchas gracias por la oportunidad de hablar, señora Presidenta. Señorías, acojo con satisfacción este informe y creo que la versión aprobada por la Comisión es especialmente buena y equilibrada. Las perspectivas de Serbia de convertirse en miembro de la Unión Europea entrañan especial importancia para Hungría. Tenemos un interés fundamental en presenciar la admisión de nuestro vecino en esta Comunidad lo antes posible. Eso representa la única alternativa para la reconciliación, a diferencia de las disensiones interétnicas, la guerra y la discriminación contra la gente o su humillación debido a que su lengua materna o sus costumbres resulten ser diferentes.

Evidentemente, no somos indiferentes a la suerte de la minoría étnica húngara de Serbia, y de hecho hemos realizado un esfuerzo para mantener el asunto de Voivodina en la agenda europea. Algo que es muy importante, y me complace ver que está recogido en el informe, es la llamada de atención sobre la necesidad de mantener el carácter multiétnico de Voivodina que se ha ido forjando a lo largo de muchos siglos. La base de este carácter multiétnico es la coexistencia de diferentes grupos étnicos, el tipo de coexistencia que no se fundamenta en el silencio y la humillación, sino en la auténtica igualdad ante la ley y la igualdad de oportunidades. De momento, por desgracia, es algo que no forma parte de la realidad cotidiana.

Creo que resulta especialmente importante mantener el equilibrio étnico de la región y sus especiales características, y a mi juicio, volver a asentar a los refugiados serbios en esta región pondría en peligro las oportunidades de preservar el precario equilibrio y podría exacerbar el conflicto interétnico. Ya hemos presenciado suficientes ejemplos horribles de tal conflicto en el pasado. A este respecto quiero llamar su atención, por ejemplo, sobre un caso que sigue sin resolverse hasta la fecha: la suerte de los jóvenes de etnia húngara que recibieron una sentencia desproporcionadamente severa en un ejemplo patente de discriminación étnica en Temerin. Así pues, resumiendo, los Balcanes necesitan a la Unión Europea, debido al espíritu, los principios y el sistema institucional de la Unión Europea, y el hecho de que sea coherente —y hago especial énfasis en esto último— podrá alumbrar un tipo de vida que merezca vivirse. Muchas gracias.

 
  
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  Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. − (PT) Señora Presidenta, señor Comisario, Señorías, he seguido lógicamente este debate con gran interés y, desde luego, he tomado nota de las sugerencias e inquietudes planteadas por muchos diputados.

En cualquier caso, el resultado de este debate me parece claro: apunta al hecho de que sólo mediante la concesión a Serbia de una perspectiva auténticamente europea puede lograrse la paz, la estabilidad y el progreso en ese país, así como la estabilidad en toda la región de los Balcanes Occidentales. Eso es algo que está totalmente aceptado, ya que el Consejo ha afirmado en repetidas ocasiones que el futuro de Serbia está de forma natural en su futura pertenencia a la Unión Europea.

Todos sabemos que este plan no puede realizarse en ausencia de condiciones. Tiene que haber, desde luego, condiciones que van y deben referirse al proceso político interno dentro de la propia Serbia, al respeto de los valores democráticos y al respeto a aquellos valores que son específicos del Estado de Derecho. Sin embargo, estas condiciones también se refieren por supuesto a la cooperación esencial de Serbia con el Tribunal Penal Internacional. Es mucho lo que Serbia ha realizado a este respecto para cooperar con el Tribunal. Todos sabemos que han de adoptarse otras acciones y pasos. Sin embargo, permítanme expresar un punto de confianza y aliento en que las autoridades serbias sean capaces, al final de este proceso, de dar los pasos necesarios a fin de que esta cooperación se convierta en una colaboración total.

Nosotros, en la Unión Europea, tenemos que ayudar a Serbia. Creemos que sería un error estratégico abandonar a Serbia y a su pueblo en una especie de limbo sin dirección, perspectiva o plan alguno. Se trata de un error estratégico que no debemos cometer y, a tal fin, hemos de hacer cuanto podamos para evitarlo.

Tengo que aplaudir asimismo el progreso realizado en relación a la posibilidad de la libre circulación de ciudadanos serbios dentro del espacio europeo. Hemos de continuar por este camino. Algo se ha hecho y esta y las demás iniciativas que estamos tomando merecen el debido aplauso.

Debemos ofrecer asimismo perspectivas de futuro a los jóvenes de Serbia, ya que es por medio de ellos y con ellos como se puede construir una Serbia democrática que comparta plenamente nuestros valores y principios y que aspire a ser parte integral de la Unión Europea.

 
  
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  Olli Rehn, Comisario. − (FI) Señora Comisaria, Señorías, quiero dar las gracias a todo el mundo por un debate objetivo y responsable, así como al ponente por un informe muy expositivo. A juzgar por el debate, existe un amplio consenso en el Parlamento y en toda la Unión acerca de que el futuro de Serbia se encuentra en la Unión Europea y que la puerta de ésta va a estar abierta a Serbia cuando el país cumpla las condiciones, así como de que su Gobierno cuenta con los medios para llevar a Serbia hasta Europa. La mayoría de los ciudadanos serbios apoya y respalda esta evolución.

El Gobierno serbio está desempeñando ahora el papel sobre todo de guardián: tiene las llaves en su mano. Espero que el Gobierno serbio utilice ahora sus llaves y lleve a la práctica la voluntad del pueblo serbio, la voluntad de los serbios de mirar hacia la Unión Europea. Pueden tener la certeza de que vamos a tomar nota de las opiniones expresadas en el informe y que, además, vamos a incluirlas en nuestro Informe de situación.

 
  
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  Presidenta. - (EL) Se cierra el debate.

La votación se celebrará mañana, jueves 25 de octubre de 2007.

 
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