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Procedimiento : 2007/2131(INI)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento : A6-0301/2007

Textos presentados :

A6-0301/2007

Debates :

PV 25/10/2007 - 2
CRE 25/10/2007 - 2

Votaciones :

PV 25/10/2007 - 7.16
Explicaciones de voto

Textos aprobados :

P6_TA(2007)0487

Acta literal de los debates
Jueves 25 de octubre de 2007 - Estrasburgo Edición DO

2. Informe Anual del Defensor del Pueblo (2006) (debate)
PV
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  Presidenta. − El siguiente punto es el relativo al informe de la señora Luciana Sbartati, en nombre de la Comisión de Peticiones, sobre el Informe anual relativo a las actividades del Defensor del Pueblo Europeo en 2006 (2007/2131(INI) (A6-0301/2007).

Nos complace poder dar la bienvenida esta mañana al Defensor del Pueblo y a la Comisaria Wallström.

 
  
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  Nikiforos Diamandouros, Defensor del Pueblo. − Señora Presidenta, me gustaría agradecer a sus señorías esta oportunidad de poder dirigirme al Parlamento con respecto a mi Informe Anual de 2006. Me gustaría asimismo agradecer a la ponente, la señora Sbartati, y a la Comisión de Peticiones su excelente informe.

Mi informe registra un avance en el trato de las reclamaciones, promueve la buena administración y ofrece información sobre la función del Defensor del Pueblo. En 2006 recibí un total de 3 830 reclamaciones, lo que significa que el número total se ha estabilizado en torno al nivel alcanzado tras el aumento del 53 % de 2004.

Me complace poder comunicarles que la proporción de reclamaciones comprendidas en el mandato ha aumentado. Este hecho indica que los ciudadanos están empezando a tener un mejor conocimiento tanto de mi ámbito de competencia como del de mis homólogos nacionales y regionales de la red europea de defensores del pueblo, lo que beneficia enormemente a todas las partes.

El número total de investigaciones tramitadas en 2006 fue de 586, de las cuales, el 66 % se refería a la Comisión. Teniendo en cuenta que la Comisión es la institución de la UE con la que los ciudadanos tienen más razones para tener un contacto material, es normal que sea el objeto principal de las investigaciones.

Durante el año 2006, se tomaron 250 decisiones sobre el archivo de asuntos. En 95 casos, la investigación reveló que no se trataba de mala administración. Tal resultado no siempre es negativo para el demandante, ya que, al menos, obtiene una explicación detallada por parte de la institución responsable. Incluso en los casos en los que no se detecta mala administración, puedo encontrar oportunidades de mejorar la calidad de la administración que prestan las instituciones. De ser así, se lo indico en un comentario adicional.

Muchas de mis investigaciones resultaron beneficiosas para ambas partes, tanto la del demandante como la de la institución objeto de la reclamación. Durante 2006, 64 casos fueron resueltos por la institución responsable con resultado satisfactorio para el demandante.

En los casos en los que detecto una mala administración, intento llegar a una solución amistosa, si es posible. En 2006 se lograron tres soluciones amistosas, y otras 27 propuestas para llegar a tal solución fueron sometidas a consideración por parte de la institución responsable a finales del año.

En los casos en los que no es posible lograr una solución amistosa, archivo el caso con un comentario crítico o elaboro un proyecto de recomendación. Un comentario crítico es adecuado si ya no es posible que la institución responsable pueda subsanar el caso de mala administración. Me gustaría hacer hincapié en que la crítica pretende ser constructiva con el fin de poder contribuir a evitar en el futuro casos similares de mala administración. En 2006 archivé 41 investigaciones de este modo.

Para realizar un mejor seguimiento de la repercusión que tienen mis críticas y recomendaciones, este año he iniciado un estudio del seguimiento de todos los comentarios críticos realizados en 2006, así como de los 38 casos que precisaron un comentario adicional realizado durante el mismo año. Los resultados de estos estudios deberían poder animar a las instituciones a mejorar sus prácticas y desarrollar una cultura de servicio a los ciudadanos.

En los casos en los que aún es posible subsanar la mala administración, suelo elaborar un proyecto de recomendación para la institución, al que ésta debe responder con un dictamen detallado. Durante 2006 se elaboraron 13 proyectos de recomendación.

Si una institución no responde de forma satisfactoria a un proyecto de recomendación, tengo la potestad de enviar un informe especial al Parlamento Europeo. En 2006 se elaboraron dos informes especiales. El primero se refería a la responsabilidad del Consejo sobre la elección de las lenguas empleadas en las páginas Web de la Presidencia. En el segundo se solicitaba a la Comisión que tratara convenientemente una reclamación por infracción relativa a servicios de apuestas deportivas. Me agrada informarles de que la Comisión reaccionó rápida y positivamente ante dicho informe.

Una nueva característica del Informe Anual que me gustaría destacar, con vistas a apoyar y alentar la buena administración, se refiere a lo que yo denomino «asuntos destacados» de buenas prácticas por parte de las instituciones encontrados en el curso de mis investigaciones.

Me gustaría ahora mencionar otras actividades que he realizado durante 2006 con el fin de garantizar el mejor servicio posible a los ciudadanos.

En primer lugar, firmé un Memorándum de Acuerdo con el Supervisor Europeo de Protección de Datos (SEPD). El objetivo del acuerdo es garantizar el tratamiento coherente de las reclamaciones relativas a la protección de datos, así como evitar la duplicación innecesaria.

El acuerdo me permite aprovechar la experiencia del SEPD mediante consultas al mismo en los casos en los que el texto de las disposiciones sobre protección de datos y la jurisprudencia vigente den cabida a puntos de vista divergentes. Ya se ha demostrado que se trata de un mecanismo útil para mí a la hora de tratar casos en los que resulta necesario conciliar el derecho legal al acceso a los documentos con el derecho a la privacidad.

También he firmado un acuerdo con el Gobierno español que permite a los ciudadanos presentar sus reclamaciones al Defensor del Pueblo Europeo en cualquiera de las lenguas cooficiales de España. De este modo, consigo ajustar mi práctica a las conclusiones alcanzadas por el Consejo en junio de 2005 con arreglo a las que se autoriza el uso de dichas lenguas para facilitar la comunicación de los ciudadanos españoles con las instituciones de la UE.

Señorías, agradezco el apoyo al trabajo del Defensor del Pueblo demostrado en el informe de la señora Sbarbati y me gustaría asimismo comunicar al Parlamento que, según se solicitaba en su informe, ya estoy preparando el terreno para un memorándum de acuerdo con el Banco Europeo de Inversiones.

Dado que la aplicación de la legislación comunitaria corresponde en gran medida a las administraciones de los Estados miembros, seguiré desarrollando la cooperación a través de la red europea de defensores del pueblo. Me agrada poder comunicarles que la semana pasada se celebró el sexto encuentro de dicha red en este mismo edificio. Al concluir este fructífero encuentro, aprobamos por consenso una declaración que pretende conseguir que el alcance del trabajo nacional y regional de los defensores del pueblo se conozca mejor, así como explicar el servicio que ofrecen a los ciudadanos que reclaman sobre asuntos que entran en el ámbito de aplicación de la legislación comunitaria.

La cooperación voluntaria entre defensores del pueblo se encuentra ahora cristalizada en la declaración que, a mi juicio, puede representar una importante y creciente contribución a la capacidad de la Unión Europea de ofrecer resultados concretos, garantizando a los ciudadanos que puedan disfrutar sus derechos como una realidad cotidiana y que los problemas se resuelven de maneras que les resulten más cercanas a los ciudadanos.

El Defensor del Pueblo Europeo se creó para ayudar a acercar la Unión a los ciudadanos y dotar a la administración de la UE de un «rostro humano». Un aspecto fundamental de nuestra institución lo constituye el hecho de que el Defensor del Pueblo Europeo sea una persona que se comunica personalmente con los ciudadanos, que revisa sus casos y que intenta resolver sus problemas y reclamaciones.

Cada una de estas «microcomunicaciones» constituye una oportunidad de generar confianza entre los ciudadanos y las instituciones. A fin de alcanzar este objetivo, seguiré promoviendo un diálogo constructivo con las instituciones y llamaré su atención sobre los problemas para que puedan mejorar su funcionamiento.

El modo en el que una administración publica actúa con respecto a las reclamaciones es un parámetro fundamental para calibrar en qué grado se ocupa de los ciudadanos. Aunque se ha progresado en muchos aspectos, el año 2006 registra, lamentablemente, un aumento en la proporción de casos que tuve que cerrar con un comentario crítico.

Este hecho debería constituir un motivo de preocupación para cualquiera que desee mejorar las relaciones entre la UE y sus ciudadanos. Las reclamaciones ofrecen la posibilidad de corregir las cosas y demostrar que la institución en cuestión es seria con respecto al respeto del derecho fundamental de los ciudadanos a una buena administración.

No estoy seguro de que los ciudadanos puedan conciliar fácilmente las declaraciones que suelen hacer las instituciones sobre su deseo de «acercarse al ciudadano» y de «mayor apertura», con el hecho de que las mismas instituciones a menudo no aprovechen las oportunidades que les brinda el Defensor del Pueblo de mejorar las relaciones y aumentar la transparencia. No obstante, me siento animado por una serie de indicaciones de que en el actual año 2007 hay mucha mayor predisposición a aprovechar las oportunidades que ofrecen mis investigaciones para solucionar las reclamaciones.

Tal cooperación resulta esencial, porque el Defensor del Pueblo no puede tener éxito por sí solo. Garantizar una administración de primera calidad representa una tarea que debe abordarse de forma conjunta con las instituciones de la UE. Cumplir promesas, ofrecer mecanismos adecuados de reparación, aprender de los errores, trabajar abiertamente y permitir el escrutinio público: he aquí los «medios» más importantes para generar confianza.

De igual modo, el Defensor del Pueblo Europeo debe trabajar coordinada y sistemáticamente con sus homólogos nacionales y regionales para garantizar el pleno respeto de los derechos de los ciudadanos en toda la Unión. Por último, debe seguir tendiendo la mano a los ciudadanos para que puedan ser conscientes de los servicios que presta.

Con el apoyo y las directrices del Parlamento, seguiré esforzándome por aprovechar los logros alcanzados con vistas a poder cumplir plenamente mi mandato institucional de acercar la Unión a los ciudadanos y de dotar a la administración de la UE de un «rostro humano».

 
  
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  Luciana Sbarbati (ALDE), ponente. – (IT) Señora Presidenta, Señorías, en primer lugar quisiera dar las gracias al Defensor del Pueblo por su excelente trabajo, puesto de manifiesto en el presente informe. Quisiera asimismo agradecer la cooperación de los Servicios Jurídicos de la Comisión y de todos mis colegas parlamentarios en la comisión, especialmente la del ponente alternativo y la del señor Mavrommatis.

La cultura del servicio al ciudadano —concebida principalmente para garantizar una administración pública de alta calidad, transparente, abordable, diligente y cooperadora— ha sido fomentada y reforzada en el ámbito comunitario por los esfuerzos combinados de la Comisión de Peticiones y del Defensor del Pueblo, y podemos fijar su primera aparición en la resolución del 6 de septiembre de 2001, fecha en que el Parlamento Europeo adoptó el código de buena conducta administrativa propuesto por el Defensor del Pueblo Europeo.

Además, el Tratado de Maastricht produjo un salto cualitativo en la ciudadanía europea al ofrecer a todos los ciudadanos la posibilidad de presentar peticiones ante un órgano parlamentario, árbitro único, o dirigirse a un organismo más especializado que —aun funcionando de forma extrajudicial— sigue un procedimiento que no excluye la intervención parlamentaria en el caso de que la institución comunitaria responsable del episodio de mala administración se muestre reacia a cooperar.

No voy a hablar de estadísticas, puesto que el Defensor del Pueblo ya lo ha hecho y están incluidas en el informe. Actualmente, los casos de mala administración tienen que ver con la falta de transparencia, la denegación de información, el abuso de poder, los errores jurídicos y el incumplimiento, especialmente por parte de la Comisión, de las obligaciones establecidas por el Tratado.

Las decisiones del Defensor del Pueblo no son jurídicamente vinculantes, pero las garantías que ofrece su labor ayudan a reforzar su poder de persuasión. Goza del apoyo activo de la Comisión de Peticiones, a cuyas reuniones ha asistido en cuatro ocasiones en 2006, y colabora con la red europea de defensores del pueblo, que debería mejorarse y ampliarse. Italia, por ejemplo, todavía no cuenta con un Defensor del Pueblo nacional.

No obstante, cabe insistir en que las decisiones que tengan efectos definitivos deben ser notificadas recíprocamente en tiempo real a fin de evitar conflictos de competencia entre las actividades del Defensor del Pueblo y las de la Comisión de Peticiones.

El informe divide las decisiones adoptadas sobre las investigaciones cerradas en 2006 en varias categorías: la falta de apertura de las instituciones y de los órganos comunitarios (el 25 % de las investigaciones), el papel de la Comisión como guardiana del Tratado en relación con los procedimientos previstos en el artículo 226, la gestión de contratos, remuneraciones y becas, y la contratación y la gestión del personal de las instituciones comunitarias.

A menudo los procedimientos terminan en la fase de emisión de comentarios críticos, como medio para intentar impedir que se repitan incidentes similares en el futuro, en casos en los que formular una recomendación carecería de sentido. El Defensor del Pueblo ha ofrecido diversos ejemplos, que podrán leer con tranquilidad en el informe.

A este respecto, la Comisión de Peticiones invita al Defensor del Pueblo a realizar un estudio detallado de las consecuencias prácticas de los comentarios críticos hechos en 2006. El hecho de que las instituciones hayan adoptado un código de buena conducta administrativa a menudo no es suficiente para garantizar la creación de una verdadera cultura de servicio.

El informe también indica que siguen existiendo zonas grises en cuanto al abuso de los poderes discrecionales por parte de la Comisión al no haber tomado las medidas oportunas antes del inicio de las actuaciones judiciales, pretextando consideraciones políticas. Con respecto a los contratos y a la gestión de personal, algunas de las investigaciones abiertas de oficio por el Defensor del Pueblo demuestran que sus competencias constituyen un medio eficaz de estimular a las autoridades administrativas a que se autorregulen, un buen principio del que hay que hacer un uso creciente.

En opinión de la Comisión de Peticiones, no obstante, la falta de sincronización cronológica y de fondo en lo que respecta a la gestión del mismo asunto por parte del Defensor del Pueblo y del Parlamento debe evitarse mediante un diálogo permanente y constructivo.

La Comisión de Peticiones también ha hecho llegar al Defensor del Pueblo una invitación especial a investigar los sistemas utilizados por la EPSO —de nuevo con vistas a proteger los derechos de los candidatos, especialmente los jóvenes, en los procedimientos de las oposiciones al Parlamento Europeo— y a investigar la denuncia de presunta discriminación en la Escuela Europea de Bruselas.

En el informe de este año, señora Presidenta, se destaca el papel del Defensor del Pueblo como componente esencial de la vida democrática de la Unión. Es un intermediario vital entre los ciudadanos y las autoridades públicas. Sus eficaces actividades ponen de relieve la distinción entre buena y mala administración, ofreciendo orientación en el reconocimiento de errores y buscando soluciones satisfactorias para los denunciantes, lo que puede corregir un comportamiento viciado.

Con este fin, sería oportuno que el Defensor del Pueblo elaborase una lista de las mejores prácticas administrativas, incluyendo no sólo los casos ejemplares, sino también otros menos encomiables. Uno de los principios fundamentales que siempre debe destacarse es la igualdad democrática de todos los ciudadanos europeos, sin ningún tipo de distinción o discriminación por motivos de nacionalidad o lengua; algo con lo que el Defensor del Pueblo puede contar en sus esfuerzos constantes por analizar y proteger la igualdad lingüística.

La Comisión de Peticiones está a favor de acelerar los procedimientos a fin de garantizar que se reduzca el tiempo de estudio del informe anual del Defensor del Pueblo, y también se muestra favorable a modificar el Estatuto, siempre que las modificaciones impliquen únicamente una ampliación cualitativa de las facultades del Defensor del Pueblo, sin afectar a la naturaleza de sus competencias ni al carácter no vinculante de todas sus decisiones.

 
  
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  Margot Wallström, Vicepresidenta de la Comisión. − Señora Presidenta, la Comisión debería «asumir un papel de liderazgo a la hora de promover una cultura de servicio a los ciudadanos». Cuando el Defensor del Pueblo hizo esta afirmación en la presentación de su Informe Anual, no pude estar más de acuerdo con él. La Unión Europea necesita estar más cerca de sus ciudadanos para explicar mejor, para escuchar mejor y para ofrecer políticas eficaces. Tener una administración pública de primera calidad es un requisito imprescindible para lograrlo. Tener un órgano de control bien equipado para realizar un seguimiento de nuestros avances es igualmente importante para lograr el éxito comunitario. El Defensor del Pueblo actúa como un mecanismo de control externo para una administración sólida y responsable de parte de las instituciones y órganos de la Unión Europea.

Por tanto, acojo con gran satisfacción el Informe Anual del Defensor del Pueblo de 2006 y me gustaría insistir en que las relaciones entre la Comisión y el Defensor del Pueblo son muy positivas. Por ejemplo, el número de investigaciones abiertas dirigidas a la Comisión se redujeron en un 20 % en 2006 con respecto a 2005 y 2004, y admitimos nuestros errores y nos disculpamos con mayor frecuencia. Buscamos soluciones que satisfagan a los demandantes al igual que realizamos un seguimiento de los comentarios críticos y los proyectos de recomendación del Defensor del Pueblo.

También acojo con gran satisfacción el crucial informe de la señora Sbarbati así como las propuestas constructivas incluidas en el mismo. Al igual que me mostraba de acuerdo con la petición del Defensor del Pueblo de una cultura de servicio al ciudadano, también lo hago con la petición de la señora Sbarbati en relación con los recursos humanos y presupuestarios necesarios. Se nos juzga por nuestros hechos y no por nuestras palabras, por lo que realmente necesitamos garantizar que los ciudadanos reciben respuestas rápidas y consistentes, como la señora Sbarbati afirma en su informe.

Permítanme comentar brevemente algunos puntos concretos del informe. En primer lugar, la Comisión acoge con satisfacción la iniciativa del Defensor del Pueblo de elaborar una lista de asuntos “destacados” en los que se ejemplifiquen las buenas prácticas. Acogemos igualmente con agrado esta iniciativa de elaborar un estudio sobre el seguimiento proporcionado por la Comisión y otros órganos e instituciones de los comentarios críticos y las observaciones adicionales del Defensor del Pueblo. Confío en que esto pueda ayudar a mejorar las prácticas en beneficio de los ciudadanos.

En segundo lugar, con respecto a las supuestas coincidencias entre las actividades y poderes de la Comisión de Peticiones y los del Defensor del Pueblo, la Comisión reitera su predisposición a trabajar con estos dos órganos dentro del marco de trabajo de sus respectivos cometidos, y la definición dicho cometido no es competencia de la Comisión.

En tercer lugar, el Parlamento ha solicitado que la Comisión haga uso de sus poderes discrecionales de conformidad con el artículo 226 relativo a los procedimientos de infracción. Evidentemente, deberíamos evitar retrasos o falta de adopción de medidas; por eso, la Comisión ha aprobado hace poco tiempo una comunicación sobre la aplicación de la legislación comunitaria, y presentamos una serie de medidas preventivas más específicas, una mayor información y una mejor solución de los problemas. En resumen, éste era el nuevo compromiso de la Comisión: buscar una gestión más eficiente de los casos de infracción y una mayor transparencia.

Con respecto al Reglamento (CE) nº 1049/2001 relativo al acceso público a los documentos, como saben, se está procediendo a su revisión, y la contribución del Defensor del Pueblo a la consulta ha sido muy bien acogida. Hace tan sólo unas semanas tuvimos una reunión con el Comité interinstitucional para el acceso del público a los documentos, presidida por la Vicepresidenta Wallis, a quien aprovecho para agradecerle que haya abordado la cuestión del acceso público a los documentos de una forma tan constructiva.

Mi penúltima observación se refiere al Estatuto del Defensor del Pueblo. Aunque se aborda en un contexto aparte, como se menciona en el informe, sólo quiero asegurarles que la Comisión realiza un seguimiento minucioso de los avances y que se están estableciendo contactos entre la Comisión y el Defensor del Pueblo en distintos niveles jerárquicos. Deseo que esta cuestión avance con un espíritu de cooperación estrecha entre el Consejo, el Parlamento y la Comisión.

Por último, en relación con la estrategia de comunicación del Defensor del Pueblo y la red europea de defensores del pueblo, creo que tenemos que compartir experiencias y prácticas administrativas. Necesitamos alentar la conciencia pública y acercar a los ciudadanos a la UE. El Defensor del Pueblo cumple una función muy importante en este sentido, al igual que el Parlamento Europeo y la Comisión de Peticiones. Es importante para mí, personalmente, y para toda la Comisión, y pueden estar seguros de que haremos todo lo que esté en nuestras manos para cooperar y encontrar soluciones adecuadas y de miras amplias.

 
  
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  Manolis Mavrommatis, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (EL) Señora Presidenta, Señorías, permítanme antes que nada dar las gracias y felicitar a la señora Sbarbati, ponente del informe anual relativo a las actividades del Defensor del Pueblo Europeo en 2006. También quiero dar las gracias a la secretaría de nuestra comisión por su ayuda en la elaboración del informe de la señora Sbarbati, así como al Defensor del Pueblo Europeo, señor Diamandouros, por haber presentado puntualmente su informe anual de 2006 y por su posterior cooperación con la Comisión de Peticiones.

El Defensor del Pueblo es una institución independiente y un mecanismo de control para la administración de la UE. Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos del señor Diamandouros por informar al público, sigue reinando la confusión en cuanto a las funciones jurisdiccionales del Defensor del Pueblo Europeo. Debemos, por tanto, seguir intentando informar al público, con el apoyo económico apropiado de la UE. Por este motivo, nosotros, el Grupo del Partido Popular Europeo (Demócratas Cristianos) y los Demócratas Europeos, hemos vuelto a presentar una enmienda pertinente, que propugna una participación aún mayor de los medios en la divulgación de la labor del Defensor del Pueblo Europeo.

Como ponente alternativo, he intentado hacer mi aportación al informe relativo a las actividades del Defensor del Pueblo Europeo, con enmiendas que he presentado y apoyado. Ha sido, básicamente, gracias a la adopción de dichas enmiendas que hemos visto avances en las siguientes áreas de la actividad del Defensor del Pueblo Europeo:

En primer lugar, se ha pedido al Defensor del Pueblo Europeo que siga investigando los problemas del tercer pilar.

En segundo lugar, los informes relacionados con el Defensor del Pueblo Europeo se deben traducir rápidamente a todas las lenguas oficiales de la UE, especialmente en el caso del informe anual del Defensor del Pueblo Europeo.

En tercer lugar, el Defensor del Pueblo Europeo debe mantener buenas relaciones con los miembros de la Comisión de Peticiones y colaborar con ellos a fin de lograr los resultados deseados.

Por último, se pide a la red europea de defensores del pueblo que amplíen su número de miembros para incluir en el mismo a defensores del pueblo especializados, como los que se dedican a los derechos de la infancia, a los problemas domésticos, a la protección de los datos personales y a los derechos de los pacientes o de los presos.

 
  
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  Alexandra Dobolyi, en nombre del Grupo del PSE. – Señora Presidenta, me gustaría comenzar agradeciendo al señor Diamandouros y a la señora Wallström sus presentaciones, y a la señora Sbarbati por su excelente informe.

El Tratado de Lisboa que se acaba de acordar abre a la Unión Europea la puerta de salida de una larga etapa en la que se ha frenado su capacidad de funcionar de forma efectiva en representación de sus ciudadanos. Tenemos un sistema institucional necesitado desde hace tiempo que funciona de forma más eficaz pero que también deja abierta la puerta a mucho más.

Acojo con satisfacción la solemne proclamación de la Carta de los Presidentes de las Instituciones que tendrá lugar el 12 de diciembre. La inclusión de la Carta de los Derechos Fundamentales como parte del marco jurídico de la Unión Europea permitirá a la Unión empezar a trabajar sobre unos fundamentos más eficaces, transparentes y democráticos. Los ciudadanos europeos esperan, y seguirán esperando, que las instituciones de la Unión actúen conforme a sus principios básicos: con la Carta y con eficiencia, eficacia y apertura.

El Defensor del Pueblo Europeo es una parte vital de la estructura democrática y del funcionamiento de la Unión. La mayoría de las investigaciones del Defensor del Pueblo se refieren a la falta de transparencia. Se trata de un ámbito de nuestras actividades que debemos mejorar si queremos resultar más creíbles a los ojos de los ciudadanos. Me siento enormemente satisfecha con el trabajo del Defensor del Pueblo según ha manifestado en su informe anual y en su discurso. Durante 2006 adoptó varias decisiones importantes, entre otras, la elección de las lenguas empleadas en las páginas Web de las Presidencias europeas del Consejo, la información inexacta y engañosa que aparecía en folletos, pósteres y en un vídeo de presentación sobre los derechos de los pasajeros en el transporte aéreo elaborados por la Comisión y el acceso al informe de auditoría del Banco Europeo de Inversiones.

Es importante que apoyemos el trabajo del Defensor del Pueblo, así como el de la Comisión de Peticiones, puesto que a través del tratamiento de reclamaciones y peticiones de los ciudadanos sobre asuntos de la UE podemos descubrir qué es lo que no funciona bien a escala comunitaria y poder adoptar las medidas correctoras pertinentes. Los casos presentados al Defensor del Pueblo y la Comisión de Peticiones son cada vez más complejos y, por tanto, exigen una mayor inversión de recursos por parte de las instituciones para que las preocupaciones de los ciudadanos sean tratadas correctamente.

En este sentido me gustaría recordar a los Diputados el apartado 2 del informe de la señora Sbarbati: «Pide a todas las instituciones europeas que aporten los recursos presupuestarios y humanos necesarios para que los ciudadanos reciban una respuesta rápida y consistente a sus consultas, quejas y peticiones». No existe otro modo mejor de poner en práctica la Carta de los Derechos Fundamentales que asumir esta premisa, y yo pido a los órganos e instituciones que den prioridad a los intereses de los ciudadanos en este sentido.

 
  
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  Anneli Jäätteenmäki, en nombre del Grupo ALDE. – (FI) Señora Presidenta, Vicepresidenta de la Comisión señora Margot Wallström, Defensor del Pueblo señor Nikiforos Diamandouros, Señorías, para empezar quisiera agradecer a la ponente su excelente trabajo.

A lo largo de los años, el papel del Defensor del Pueblo Europeo ha ganado en importancia para los ciudadanos de la Unión Europea. Una vez que entre en vigor la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, este papel será aún más importante. Esto significa que, en el futuro, tenemos que cuidar aún más de garantizar que el Defensor del Pueblo disponga de recursos suficientes y que el código de buenas prácticas que observa sea relevante para el clima actual.

La Comisaria Margot Wallström ha subrayado la necesidad de la transparencia. Es de esperar que —ahora que está cambiando el código de buenas prácticas observado por el Defensor del Pueblo— las palabras de la Comisaria (mayor transparencia y promoción de la idea de que la Comisión facilite la información necesaria) se hagan realidad, porque lo que importa son los hechos, no las palabras.

El informe anual del Defensor del Pueblo y su versión resumida son un ejemplo espléndido de cómo se debe presentar al público nuestro trabajo. El informe es claro, sucinto y directo. La transparencia es la clave de la democracia europea y su principal material de construcción.

En virtud del artículo 41 de la Carta de los Derechos Fundamentales, toda persona tiene derecho a que las instituciones y órganos de la Unión traten sus asuntos imparcial y equitativamente y dentro de un plazo razonable. Esto es decir mucho, y obliga a todas las instituciones de la Unión Europea y también, evidentemente, a la oficina del propio Defensor del Pueblo. En consecuencia, quisiera subrayar la importancia de garantizar la disponibilidad de recursos suficientes y pertinentes, a fin de que la gente no tenga que esperar años y más años la adopción de decisiones sobre asuntos que les afectan, porque esperar decisiones es un fastidio.

Por último, quiero agradecer al Defensor del Pueblo la labor que realiza, y le deseo éxito en esta difícil tarea. No siempre recibe un reconocimiento suficiente, ya que los derechos fundamentales son más fáciles de instaurar entre la elite que entre la gente corriente.

 
  
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  Mieczysław Edmund Janowski, en nombre del Grupo UEN. – (PL) Señora Presidenta, quiero dar las gracias a la señora Sbarbati por su trabajo y expresar mi reconocimiento por los logros del Defensor del Pueblo Europeo, Profesor Nikiforos Diamandouros. Expreso las opiniones del Grupo Unión por la Europa de las Naciones así como las del señor Marcin Libicki, presidente de la Comisión de Peticiones, que no ha podido asistir a la sesión de hoy y me ha pedido que hable en su nombre.

Hominum causa omne ius constitutum sit: toda ley debe aplicarse desde el punto de vista de los seres humanos. La aplicación de este principio romano puede verse en la labor del Defensor del Pueblo, quien, trabajando dentro de su ámbito de competencia, intenta cumplir el principio fundamental de que toda persona tiene derecho a que las instituciones y órganos de la UE traten sus casos imparcial y equitativamente.

Cuando se analiza el informe, puede verse que sólo el 25 %, aproximadamente, de las denuncias presentadas entran en el ámbito de competencia del Defensor del Pueblo. ¿Se debe esto a que nuestros ciudadanos desconocen la ley? Quizá es así en alguna medida. Pero en mi opinión se trata de algo diferente, y es que tratan la institución del Defensor del Pueblo como un último recurso, cuando no consiguen encontrar la ayuda adecuada en sus propios países. La extensión y el número de solicitudes presentadas ante la Comisión de Peticiones parece indicar algo parecido. Si sigue creciendo la sensación de que al ciudadano lo tratan de forma injusta, desidiosa, incompetente o burocrática, el Código europeo de buena conducta administrativa, en lugar de convertirse en la práctica cotidiana, quedará reducido a un mero puñado de aspiraciones.

Profesor, ojalá que usted, como Defensor del Pueblo, pueda ser un tutor eficaz de los intereses de los ciudadanos de la Comunidad, y ojalá que el Parlamento, el Consejo y la Comisión, además de los parlamentos y defensores del pueblo nacionales, puedan ayudarle a conseguirlo.

 
  
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  Margrete Auken, en nombre del Grupo Verts/ALE. (DA) Señora Presidenta, no voy a repetir todas las cosas buenas que se han dicho, aparte de dar las gracias a nuestro Defensor del Pueblo y a la Comisaria Wallström. A esto quisiera añadir algo que cabe destacar. Soy un miembro relativamente nuevo de la Comisión de Quejas de los Ciudadanos, como sería mejor llamarla. Al tener contacto con la sociedad, he descubierto con pesadumbre que, en muchos sitios, los ciudadanos activos son prácticamente los únicos que vigilan el respeto a la legislación de la UE. Las instituciones no lo hacen, y tampoco los Estados miembros. En consecuencia, si no lo hacen los ciudadanos, todo el tinglado se vendrá abajo. Por tanto, los ciudadanos no son sólo víctimas de casos individuales, sino que también son agentes activos que trabajan por garantizar que el sistema extremadamente transparente de la UE sea a la vez comprensible y cercano para los ciudadanos.

También debemos tener claro que se trata de una batalla perpetua aunque dotemos a nuestros instrumentos —es decir, el Defensor del Pueblo y la Comisión de Quejas de los Ciudadanos— de las herramientas adecuadas. Actualmente se está perpetrando un ataque contra el sistema sueco de apertura y acceso a los documentos. No debemos creer que esta batalla se pueda ganar de una vez y para siempre. Debemos persistir y seguir persistiendo y no ganaremos la batalla en ningún momento. Sólo la ganaremos si seguimos disponiendo de herramientas potentes.

Quiero insistir en que el informe de la señora Sbarbati me complace grandemente. No obstante, quisiera resaltar las enmiendas que, afortunadamente, hemos logrado incorporar al informe gracias a un apoyo considerable. En primer lugar, ahora el Parlamento puede llevar a juicio los casos del Defensor del Pueblo si las instituciones no respetan a éste. Es absolutamente crucial que esto se pueda hacer en la realidad y que no se quede simplemente en algo de lo que podamos presumir ante el mundo. Tenemos la institución del Defensor del Pueblo, tenemos una Comisión de Quejas de los Ciudadanos, pero esto no son más que palabras y más palabras. Por tanto, este asunto tiene una enorme importancia.

El segundo aspecto tiene que ver con el Banco Europeo de Inversiones. En muchas ocasiones, el banco no ha sido tan «amable» como debiera. En muchas ocasiones ha actuado como si estuviera ayudando a las principales industrias, y es absolutamente crucial que los ciudadanos que debieran beneficiarse de las actividades del banco en países de fuera de Europa tengan la oportunidad de presentar sus quejas ante el Defensor del Pueblo. Realmente es escandaloso que se les niegue este derecho alegando que no son ciudadanos de la UE y que no tienen voz ni voto. Han sido tratados de forma condescendiente y arrogante, y por este motivo estoy muy contenta de que ahora este informe resalte que esos ciudadanos tendrán la posibilidad, como es natural, de apelar al Defensor del Pueblo.

Por último, considero importante subrayar que el Defensor del Pueblo también tiene competencias dentro de las áreas intergubernamentales del tercer pilar. En conjunto, estamos dando un gran paso adelante con este informe, y tengo puestas grandes esperanzas en que tanto los órganos de la Comisión como los del Parlamento se lo tomarán en serio.

 
  
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  Dimitrios Papadimoulis, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (EL) Señora Presidenta, el debate de hoy y el excelente trabajo realizado por el Defensor del Pueblo Europeo, señor Diamandouros, durante los últimos cuatro años y medio, así como el excelente informe de la señora Sbarbati, ofrecen al Parlamento Europeo y a la Comisión la oportunidad de hacer balance de la percepción que tiene el público de las instituciones de la UE.

Una gran parte del público pide mayor transparencia y una administración ejemplar, cosas que a menudo brillan por su ausencia.

Observo algunos indicios preocupantes en el informe del señor Diamandouros. Ha disminuido el número de casos resueltos por acuerdo amistoso. Ha descendido el número de casos en los que la Comisión (ya veo que la Vicepresidenta no está escuchando) ha cumplido las recomendaciones del Defensor del Pueblo Europeo.

Felicitar al Defensor del Pueblo Europeo, señora Presidenta, no es suficiente; debemos hacer caso de sus recomendaciones. El señor Diamandouros está pidiendo, muy acertadamente, que se amplíen sus competencias de forma que incluyan las cuestiones del tercer pilar, con lo que ganaríamos en transparencia y control. Está pidiendo que se cambie el Estatuto del Defensor del Pueblo Europeo para que su labor pueda ser más efectiva.

Creo que cuenta con el respaldo del Parlamento Europeo, pero también necesita el de la Comisión, y no sólo de palabra, sino también de obra.

 
  
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  Luca Romagnoli, en nombre del Grupo ITS. (IT) Señora Presidenta, Señorías, leemos en el informe de la señora Sbarbati que, según las estadísticas de 2006, más del 90 % de las cerca de 3 800 quejas provienen de ciudadanos individuales, lo que resulta muy interesante. La señora Sbarbati también nos dice que la mayoría de las quejas provienen de los Estados miembros más grandes, los que tienen mayor población, pero matiza que la cifra cambia si se tiene en cuenta el coeficiente entre población y número de quejas; entonces son Luxemburgo y los nuevos Estados miembros Malta, Chipre y Eslovenia los que encabezan la lista con el mayor número de quejas. Esto refleja, en mi opinión, el hecho de que las principales cuestiones en la labor cotidiana del Defensor del Pueblo son de carácter europeo y de competencia y legislación europeas.

En mi opinión, no obstante, es interesante observar que sería más útil tener defensores del pueblo en activo en dichos países, y en particular en Italia, que tener un Defensor del Pueblo Europeo. Creo recordar haber leído que, en el 95 % de los casos examinados, la mayoría no se incluye entre las competencias del Defensor del Pueblo Europeo, ya que las quejas no están dirigidas contra una institución u órgano de la Comunidad.

Los casos de mala administración tienen que ver con la falta de transparencia, falta de equidad, abuso de poder, errores legales, etc. No existen datos sobre la ineficacia administrativa y la injusticia en mi país, y estoy seguro de que, si existieran y se presentaran ante el Defensor del Pueblo Europeo, Italia ocuparía uno de los primeros puestos, especialmente las administraciones de izquierdas de mi país.

No es sorprendente que el abuso de los poderes discrecionales por parte de la Comisión aparezca entre los primeros de la clasificación, por lo que instaría al Defensor del Pueblo Europeo a analizar de manera más exhaustiva las relaciones entre los ciudadanos, el Consejo, la Comisión y el Parlamento.

También estoy de acuerdo en que el ámbito de investigación del Defensor del Pueblo debe ampliarse para que incluya la protección de los menores, los problemas domésticos, la protección de los datos personales y los derechos de los presos, y por esta razón doy mi apoyo a la enmienda Mavrommatis. Lo que no apoyo, señora Sbarbati y señor Mavrommatis, es el llamamiento a realizar investigaciones dentro del denominado tercer pilar. Esto no es correcto, y no estoy de acuerdo. Quisiera, no obstante, felicitar a la señora Sbarbati por su trabajo productivo con el Defensor del Pueblo Europeo.

 
  
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  Robert Atkins (PPE-DE). - Señora Presidenta, me gustaría felicitar a la ponente y, a través de ella, a mi colega el señor Mavrommatis, pero, por supuesto, de manera especial al propio Defensor del Pueblo por haber logrado otro año lleno de éxitos.

Trescientas reclamaciones al mes aproximadamente suponen una enorme carga de trabajo y reflejan tanto un creciente interés por el sistema como una creciente preocupación por los aspectos relativos a la mala administración de la UE. Aunque muchos casos se solucionan mediante la cooperación, el Defensor del Pueblo hace referencia al aumento de comentarios críticos que se ve obligado a hacer. Este aspecto debe mejorarse o el Parlamento tendrá que encontrar otros medios de obligar a la Comisión a ser diligente y receptiva y, de igual modo, actuar sobre la base de las conclusiones elaboradas por el Defensor del Pueblo.

El Defensor del Pueblo hace comentarios muy reveladores. Quiero escoger uno: «No estoy seguro de que los ciudadanos puedan conciliar fácilmente las declaraciones realizadas con frecuencia por parte de las instituciones con respecto al deseo de “acercarse al ciudadano” y de “mayor apertura” con el hecho de que las mismas instituciones a menudo no aprovechan las oportunidades ofrecidas por el Defensor del Pueblo de mejorar las relaciones y aumentar la transparencia». Los servicios del Defensor del Pueblo deberían, y lo hacen, trabajar mano con mano con la Comisión de Peticiones pero la Comisión debe desarrollar una cultura de servicio en lugar de eludir los problemas, y los ministros y representantes permanentes deben comprender la importancia vital que representa responder positivamente a las quejas de los electores y ciudadanos, expresadas a través del Defensor del Pueblo o de la Comisión de Peticiones.

Por último, me gustaría hacer una breve referencia a un informe especial del Defensor del Pueblo, a saber, el relativo a una queja planteada con respecto a la OLAF. Como ponente de la Comisión de Peticiones para esta cuestión, comunico que, puesto que ha finalizado el proceso judicial sobre este caso, no permitiré que el asunto del informe especial quede oculto. Se reconsiderará tan pronto como sea posible.

Permítanme concluir dando las gracias de nuevo no sólo a usted, señora Presidenta, por habernos deleitado con su presencia, sino también al Defensor del Pueblo y a la Comisaria por haber estado aquí también.

 
  
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  Maria Matsouka (PSE).(EL) Señora Presidenta, parece ser que hemos empezado a comprender la importancia de que los ciudadanos europeos nos sintamos próximos a la Unión a través de instituciones democráticas y especialmente transparentes.

El Defensor del Pueblo Europeo es la institución por excelencia para recibir las quejas de los ciudadanos. También es el más capacitado para hacer sentir a los ciudadanos que la Unión se hace cargo de sus problemas y responde a ellos. Esto demuestra que se están haciendo progresos en el reconocimiento y corrección de los errores administrativos.

Quiero felicitar a la ponente por la reflexión que subyace al informe. Tiene el acierto de resaltar el papel crucial del Defensor del Pueblo en el carácter democrático de la UE.

Sin embargo, me preocupa el hecho de que —aunque haya habido menos casos de mala administración— los comentarios críticos del Defensor del Pueblo, en aquellos casos en que se ha llegado a una solución por acuerdo amistoso, no hayan sido acogidos con un índice de aceptación satisfactorio por los órganos institucionales.

La ponente hace bien, pues, en recordarnos el derecho del Parlamento de recurrir a los tribunales, aunque, naturalmente, uno prefiere no ejercer este derecho. No obstante, todos los que estamos hoy aquí debemos entender que las instituciones somos nosotros mismos, y la moraleja es que la fiabilidad de las instituciones depende de nuestra propia actitud.

También comparto enteramente la opinión de la ponente sobre una forma equilibrada, pero al mismo tiempo enérgica, de desempeñar las obligaciones propias.

El Defensor del Pueblo no es, no puede ser y no debe ser una mera exhibición de democracia para la UE. Debemos reconocerlo, tomar nuestra decisión conjunta y, sobre todo, asumir nuestras responsabilidades. En otras palabras, debemos ser atrevidos en nuestras decisiones, pero, por encima de todo, ser más transparentes en aquello que representa, esencialmente, nuestro interés.

 
  
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  Marios Matsakis (ALDE). - Señora Presidenta, el aspecto más importante de la existencia de la UE y sus instituciones es mantener los principios fundamentales de justicia, democracia y respeto a los derechos humanos, sobre todo, con respecto a los ciudadanos comunitarios. Nuestra Unión no tendría razón de ser ni finalidad funcional si no tuviera como objetivo fundamental ofrecer un servicio justo, integral y eficaz al pueblo europeo.

El ciudadano europeo fue, es y será siempre el centro de nuestros esfuerzos como una Unión activa. Por este motivo, principalmente, las actividades del Defensor del Pueblo son de vital importancia. Esto se debe a que el Defensor del Pueblo es el amigo y guardián del ciudadano europeo y es el medio para poder exigir responsabilidades a las instituciones y los órganos comunitarios en caso de atención inadecuada al ciudadano, mala administración o mala práctica.

Acogemos con satisfacción el Informe Anual de 2006 del señor Diamandouros y le felicitamos y agradecemos por el excelente trabajo que él y su equipo han realizado para respetar los derechos de los ciudadanos europeos. Al mismo tiempo, felicitamos a la ponente, la señora Sbarbati, por su excelente informe que incluye muchas observaciones y sugerencias de gran importancia. Me resulta muy interesante, por ejemplo, la sugerencia planteada en el apartado 12 que, en efecto, anima al Defensor del Pueblo a que redacte y publique anualmente una lista con las mejores y las peores actuaciones de los servicios administrativos de la UE.

Permítanme destacar que el correcto funcionamiento del Defensor del Pueblo puede, inevitablemente, en contadas ocasiones, convertirle en objeto de desagrado por parte de determinados servicios. En tales casos, el Defensor del Pueblo merece y debe sentirse respaldado con todo nuestro apoyo.

Por último, permítanme elogiar el apoyo activo y la cooperación que la Comisión de Peticiones ha demostrado con respecto al Defensor del Pueblo en el desempeño de sus obligaciones. El trabajo de ambas entidades suele estar interrelacionado y su cooperación fluida es digna de aprecio y alabanza.

 
  
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  Ryszard Czarnecki (UEN). - (PL) Señora Presidenta, represento a Polonia, un país que está en quinta posición, en términos estadísticos, en cuanto al número de quejas presentadas al Defensor del Pueblo Europeo. Una de cada dieciséis quejas presentadas al Defensor del Pueblo viene de mi país. Casi una de cada veinte está redactada en polaco. Evidentemente, hablo de cifras absolutas, ya que, por habitante, los ciudadanos de Luxemburgo, Malta y Chipre son mucho más activos en la presentación de quejas que mis propios paisanos.

Cabe subrayar que el año pasado el Defensor del Pueblo Europeo recibió menos quejas que en 2005. Poco más de 200 quejas vinieron de empresas y asociaciones, mientras que la cifra de las presentadas por personas físicas fue dieciocho veces mayor.

Podría decirse que el funcionamiento del Defensor del Pueblo Europeo representa el mejor indicador del uso de los ordenadores en la Unión Europea. Doce de cada veinte quejas se presentan por vía electrónica.

En la parte negativa, un indicador de la falta de conocimientos de los ciudadanos de la UE es el hecho de que casi cuatro de cada cinco quejas quedan fuera del ámbito de responsabilidad del Defensor del Pueblo Europeo. Esto demuestra que esta institución es tratada como un receptáculo para todas las enfermedades, incluso las que no guardan relación con las instituciones de la UE que son, por definición, las que el Defensor del Pueblo Europeo se supone que tiene que vigilar. Está claro que, en opinión de los europeos, el Defensor del Pueblo Europeo tiene derecho a llamar a capítulo a todo el mundo.

En conclusión, quiero expresar mi satisfacción porque sólo el 8 % de las investigaciones promovidas por el Defensor del Pueblo hayan estado relacionadas con el Parlamento Europeo, mientras que casi el 66 % se refieren a la Comisión Europea.

 
  
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  Eva-Britt Svensson (GUE/NGL).(SV) Gracias, señora Presidenta. La crítica del Defensor del Pueblo respecto a la falta de transparencia es una crítica necesaria y apremiante. Acojo asimismo con satisfacción la propuesta del Parlamento de que el Defensor del Pueblo realice un estudio de las consecuencias prácticas de los comentarios críticos que se han hecho, entre otros, en relación con la Comisión. Ciertamente, el Parlamento a menudo hace gala de una unidad conmovedora a la hora de criticar a otras instituciones, pero en realidad existen buenas razones para que el Parlamento ejerza también la autocrítica. Recientemente, el Defensor del Pueblo ha pedido al Parlamento que revele información sobre los pagos recibidos por los diputados al PE en concepto de viajes y contratación de personal, pero el Parlamento se ha negado a revelar dicha información, alegando que se trata de una violación de la normativa de protección de datos. Creo que esto no es más que una cortina de humo, y en esta afirmación cuento con el apoyo del Supervisor Europeo de Protección de Datos. Los pagos al personal son, evidentemente, documentos públicos. Ya es hora de que el Parlamento diga la verdad sobre los pagos. Los únicos que tienen algo que temer ante una mayor transparencia son aquéllos que emplean personal mediante contratos esclavistas y otros contratos raros. Sin duda es imposible que cualquiera de los diputados aquí presentes tema no ser reelegido en 2009 en el caso de que los medios de comunicación informen de cómo son tratados los empleados en algunos casos, y que conste que digo en algunos casos. Gracias.

 
  
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  Marie Panayotopoulos-Cassiotou (PPE-DE). - (EL) Señora Presidenta, quisiera, por supuesto, mencionar que estamos examinando el décimo informe del Defensor del Pueblo, que en 2006 recibió 3 889 cartas o correos electrónicos de queja, de los que 3 619 fueron enviados por miembros individuales del público.

De las 3 889 quejas, 3 051 eran sobre asuntos ajenos a su competencia. En otras palabras, hubo, en un solo año, un total de 838 quejas que sí entraban dentro de su competencia. Creo, por tanto, que el departamento del Defensor del Pueblo tiene la dimensión suficiente, en términos de personal y recursos, para tramitar 838 quejas que, por supuesto, se refieren principalmente a cuestiones de mala administración por parte de la Comisión y la Oficina Europea de Selección de Personal, y en menor medida por parte del Parlamento Europeo y el Consejo.

Es encomiable, desde luego, que el Defensor del Pueblo publique una lista de las mejores prácticas administrativas. Pero no sé si su departamento permite a los ciudadanos presentar quejas sobre su propio funcionamiento. Lamento que el informe elaborado por la Comisión de Peticiones nos remita únicamente a la Oficina Europea de Selección de Personal y no al Defensor del Pueblo Europeo, que hasta ahora no ha realizado ninguna revisión ex officio de su departamento.

Por eso no pedimos un cambio en el Estatuto del Defensor del Pueblo, sino un reforzamiento de los derechos que ya le hemos otorgado. Esto debería permitirle mostrar el debido respeto por los ciudadanos, ser muy activo en la correcta administración de las instituciones europeas y respetar los datos personales de los ciudadanos, de los diputados al Parlamento Europeo y de los empleados obligados a mantener el secreto. El Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas debe actuar de manera independiente, sin la intervención del Defensor del Pueblo, y debe haber respeto por las organizaciones internacionales efectivas que actúan con independencia para proteger los derechos fundamentales.

Nuestro apoyo al Defensor del Pueblo Europeo no es ilimitado.

 
  
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  Proinsias De Rossa (PSE). - Señora Presidenta, me gustaría empezar agradeciendo al Defensor del Pueblo, el señor Diamandouros, y a la señora Sbarbati el excelente trabajo realizado sobre el informe del Defensor del Pueblo. Es importante que este debate se esté celebrando en un horario de la sesión plenaria del Parlamento como éste, en el que puede tener gran repercusión pública.

El servicio que presta el Defensor del Pueblo tiene una enorme importancia para el ciudadano: mejora la conexión positiva entre las instituciones europeas y el ciudadano y enriquece la legitimidad del trabajo que hacemos en las instituciones, ya sea en el Parlamento, la Comisión o el Consejo.

El servicio sigue evolucionando, como muy bien recoge el informe de la señora Sbarbati, que realiza varias sugerencias, como lo hace el propio Defensor del Pueblo, sobre cómo podría seguir mejorando. Indudablemente, la idea de ampliar las relaciones con los mediadores que se ocupan de cuestiones relativas a los menores y a los niños constituye un avance importante.

Al mismo tiempo, el sistema muestra reticencias: reticencia a la transparencia, reticencia a un código común de prácticas administrativas para todas las instituciones y reticencia, por supuesto, a la actualización del mandato del Defensor del Pueblo. Considero que el Parlamento Europeo debería adoptar un papel más activo, por ejemplo, con respecto a la cuestión de la transparencia. Personalmente, apoyo la petición del Defensor del Pueblo de que el Parlamento sea más transparente en la publicación de las dietas que se pagan los diputados.

 
  
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  Leopold Józef Rutowicz (UEN). - (PL) Señora Presidenta, las actividades del Defensor del Pueblo Europeo dan a los ciudadanos de la UE la sensación de que cuentan con alguna protección contra las acciones inadecuadas de las instituciones de la UE. El material presentado plantea algunas cuestiones. La primera es que la mayoría de las quejas presentadas ante el Defensor del Pueblo están relacionadas con la Comisión Europea, la Oficina Europea de Selección de Personal y el Parlamento Europeo. A ello puede haber contribuido el hecho de que las instituciones europeas —a excepción del Defensor del Pueblo— no hayan implantado el Código europeo de buena conducta administrativa conforme a la Resolución 2001 del Parlamento Europeo. La segunda cuestión es que el 78,5 % de los asuntos presentados ante el Defensor del Pueblo quedan fuera de su competencia, y que el 93,7 % de dichas quejas no guarda relación con los órganos e instituciones de la UE. Esto parece indicar que nuestros ciudadanos no tienen información suficiente sobre la labor del Defensor del Pueblo o que, por diversas razones, no consiguen que los problemas importantes sean resueltos en sus propios países. Es necesario investigar este asunto. La tercera cuestión es que el Defensor del Pueblo debe tener los poderes necesarios para eliminar con rapidez las malas prácticas administrativas que dan lugar a las quejas.

Me gustaría agradecer a la ponente su excelente informe.

 
  
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  Mairead McGuinness (PPE-DE). - Señora Presidenta, me gustaría dar la bienvenida a nuestros visitantes, los ciudadanos, a este debate. Espero que entiendan en qué consiste la figura del Defensor del Pueblo tras su presentación exhaustiva de doce meses de trabajo en un tiempo muy reducido.

Es una lástima que el Defensor del Pueblo reciba tantas reclamaciones que no sean de su competencia, aunque asumo que se remiten a los lugares correspondientes. Es importante decírselo a los ciudadanos que asisten a este debate. Tales casos no se dejan de lado, sino que se envían a la dirección adecuada. Es positivo que se ocupe de determinados casos y que encuentre una solución para los mismos, pero tenemos que trabajar un poco más para educar a los ciudadanos sobre lo que usted hace y cómo lo hace para poder conseguir que a su mesa lleguen aún más casos. Esto no sería perjudicial, porque estoy convencido de que el reducido número de casos de los que se ocupa no refleja verdaderamente los problemas de la mala administración.

Volviendo a la Comisión, me agrada mucho la idea de una cultura de servicio, pero no estoy seguro de que la Comisión utilice internamente la política del palo y la zanahoria para garantizar que hay una cultura de servicio. Es algo que debería hacerse a través de la legislación. ¿Se imponen multas a las divisiones o a las personas responsables de una mala administración con respecto a los ciudadanos? Quizás sea algo que deberíamos analizar más detenidamente.

Me gusta la idea de presentar las mejores prácticas y las peores para que podamos compararlas pero, a la larga, lo que los ciudadanos desean son resultados, y resultados positivos. Sigo diciendo a los ciudadanos de Irlanda que la Comisión de Peticiones no tiene grandes poderes, pero que a través del trabajo que hacemos podemos actuar como un punto de presión para actuar. Me gustaría que tuviéramos más poder, pero, al menos, podemos usar ese ápice de presión para aportar resultados a los ciudadanos. A ellos no les interesa el proceso. Sólo quieren resultados positivos.

Señor Diamandouros, le deseo lo mejor para sus actividades de este año y espero que siga trabajando como lo ha hecho hasta ahora. No le quepa duda de que trabajaré en Irlanda para asegurarme de que en el futuro se le conozca mucho mejor.

 
  
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  Inés Ayala Sender (PSE). - Señora Presidenta, quisiera agradecer, en primer lugar, al señor Diamandouros su informe, así como reconocer el trabajo ímprobo que lleva a cabo la Comisaria Wallström, felicitar a la señora Sbarbati por su atinado informe, que nos servirá de guía para evaluar las mejorías que esperamos para el año 2007 y el 2008.

Nos congratulamos del contenido del informe actual, que demuestra una buena implantación y la estabilidad de la tarea del Defensor del Pueblo Europeo y también se visibiliza una ampliación de contactos con autoridades, y también con ciudadanos y ciudadanas.

Especialmente me congratula, en mi caso, el acuerdo con el actual Gobierno de España sobre el uso de las lenguas co-oficiales —el euskera, el catalán y el gallego— puesto que ello acercará así más a los ciudadanos de España a sus derechos, sin que se reduzca por ello la funcionalidad del español, que se revelará muy útil en los futuros contactos con ciudadanos de terceros países.

Pero también aparecen otros aspectos preocupantes, indicados por el propio señor Diamandouros: más del 75 % de las reclamaciones no corresponden a las competencias europeas sino a las nacionales o regionales. Consideramos, pues, de la mayor urgencia reforzar la estrategia de comunicación de la red europea de defensores del pueblo para que se pueda enmendar este problema.

Otro problema que aparece es la disminución de casos de mala administración concluidos con acuerdo amistoso o por consenso. Desde el apoyo, instamos al Defensor a reforzar su know-how para recuperar su eficacia en esta vía. Las moscas se cazan más con miel que con vinagre.

Finalmente, sólo añadiré que resultaría una ironía que la legítima ambición del actual Defensor del Pueblo al aplicar el código de conducta administrativo le llevara a ser más diligente fuera de su casa que de puertas adentro.

 
  
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  Simon Busuttil (PPE-DE). - (MT) Gracias, señora Presidenta. La oficina del Defensor del Pueblo se encuentra hoy bien establecida y quisiera felicitarles por su buena labor. Ahora tenemos que mirar hacia adelante para asegurarnos de que las herramientas que hemos puesto a disposición de los ciudadanos para buscar reparación son claras y conocidas de todos y que funcionan de manera más eficiente. Actualmente existe demasiada confusión sobre dónde tienen que ir los ciudadanos cuando quieren presentar una queja. Algunos apelan a la Comisión de Peticiones, algunos a la Comisión, algunos al Defensor del Pueblo y los hay que apelan a todos, lo que origina una gran cantidad de confusión, trabajo duplicado y gastos innecesarios que se podrían evitar. Existe, por tanto, la necesidad, como ha dicho atinadamente la Comisaria Wallström, de una mejor coordinación entre las instituciones que admiten las quejas a trámite y toman decisiones sobre ellas. Por ejemplo, debería existir un compromiso claro respecto al plazo en el que dichos órganos deben responder a los ciudadanos una vez que reciben sus quejas, y también un compromiso respecto al plazo máximo que pueden tardar en dar una respuesta definitiva. Todavía oímos hablar, con excesiva frecuencia, de quejas presentadas hace años que aún están pendientes. Como ha expuesto mi colega la señora McGuinness, cuando se envía una queja a la agencia equivocada, dicha agencia no debe enviar una respuesta negativa, sino pasar la queja a la agencia correcta. Por último, cuando un ciudadano formula su queja de manera poco clara —porque, después de todo, no todos los ciudadanos son abogados—, debe hacerse un mayor esfuerzo por garantizar que quienquiera que reciba la queja concede al denunciante el beneficio de la duda, en lugar de calificar automáticamente la queja de inadmisible. Creo que hemos dado grandes pasos adelante y deseo de nuevo felicitar al Defensor del Pueblo, pero todavía queda mucho más por hacer. Muchas gracias.

 
  
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  Lidia Joanna Geringer de Oedenberg (PSE). - (PL) Deseo expresar mi satisfacción por el hecho de que el Defensor del Pueblo Europeo desempeñe sus funciones de manera equilibrada y dinámica, tanto en la consideración de las quejas, que ascendieron a 3 830 en 2006, como en la ejecución y cierre de las investigaciones. También son alentadoras las buenas relaciones entre el Defensor del Pueblo y los órganos e instituciones de la UE, así como los ánimos transmitidos a los ciudadanos para que ejerzan sus derechos. Ahora que debatimos este informe, quisiera subrayar la importancia que tiene asegurarnos de que se dispone de los recursos necesarios de presupuesto y personal para garantizar que los ciudadanos reciban respuestas rápidas y objetivas a sus preguntas, quejas y peticiones. Es evidente que todas las instituciones deben colaborar constructivamente con el Defensor del Pueblo en cada una de las etapas del procedimiento, y que el Defensor del Pueblo debe presentar al Parlamento sugerencias que, en su opinión, puedan ayudar a mejorar los procedimientos y hacer esta colaboración aún más efectiva.

Al mismo tiempo que felicito al Profesor Diamandouros por sus logros como Defensor del Pueblo, quiero animarle a continuar con sus esfuerzos y a promover aún más sus actividades, a fin de que, a los ojos de los ciudadanos europeos, se convierta en el garante de la buena administración en las instituciones de la UE.

 
  
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  Roberta Alma Anastase (PPE-DE). - (RO) Diez años después de que se estableciera la institución del Defensor del Pueblo Europeo, me complace ver la evolución de su papel y de sus actividades en el proceso de protección del ciudadano europeo.

El Informe relativo a las actividades de 2006 nos demuestra que, hoy en día, los ciudadanos europeos se benefician de un tribunal realmente competente ante el cual se pueden defender contra cualquier institución y, de hecho, impedir y denunciar su funcionamiento defectuoso. En otras palabras, hablamos hoy de un verdadero instrumento de control democrático, utilizado de manera autónoma y transparente, que para la Unión Europea no puede ser sino beneficioso. Estoy agradecida asimismo a la ponente del Parlamento Europeo por señalar también los aspectos a mejorar en las actuales actividades del Defensor del Pueblo. En primer lugar, lamento el hecho de que sigan existiendo muchas quejas de ciudadanos que no han obtenido la información solicitada en su propio idioma. Esto nos demuestra que, en Europa, todavía tenemos problemas para garantizar los plenos derechos lingüísticos y la igualdad entre los ciudadanos. Estamos a punto de iniciar el año 2008, declarado el año del diálogo intercultural, y estamos obligados a corregir inmediatamente estas deficiencias, que son contrarias a los valores fundamentales de la Unión Europea.

Por mi parte, acojo con satisfacción la estrategia de comunicación del Defensor del Pueblo Europeo y subrayo la necesidad de consolidarla. Las estadísticas actuales de quejas que siguen excediendo las competencias del Defensor del Pueblo representan un triste indicador del nivel insatisfactorio de información de los ciudadanos, así como de su comprensión y conocimiento del ámbito de competencia del Defensor del Pueblo y de otras instituciones.

 
  
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  Andrzej Jan Szejna (PSE). - (PL) Señora Presidenta, señor Defensor del Pueblo, en primer lugar quiero felicitar al Profesor por sus excelentes logros, por su labor en pro de la democracia y por la observancia de los derechos de los ciudadanos en la Unión Europea.

El Defensor del Pueblo Europeo es uno de los principales órganos en la vida democrática de la Unión Europea. Debe ser el guardián de la igualdad democrática de todos los ciudadanos europeos y actuar como mediador entre éstos y los órganos de administración pública de la Comunidad que, por diversas razones, no cumplan las normas establecidas. Es alentador ver la información presentada en el informe relativo a las actividades del Defensor del Pueblo en 2006, que muestra su participación dinámica en la vida pública de la Comunidad y su cooperación activa tanto con los ciudadanos de la UE como con los órganos administrativos de la Unión Europea.

Para mejorar la eficacia de las actividades del Defensor del Pueblo valdría la pena considerar la posibilidad de preparar listas de las mejores prácticas administrativas, con casos ejemplares o excepcionales en los que haya intervenido el Defensor del Pueblo en cualquier año concreto, además de una lista de los casos en los que la actuación de las instituciones haya sido menos apropiada. Además, para garantizar la participación plena y decisiva del Defensor del Pueblo, debería apoyarse la idea de que el Defensor del Pueblo también debe realizar investigaciones en el denominado tercer pilar, es decir, en la cooperación policial y judicial en materia penal, que también debe extenderse a las actividades de Europol.

 
  
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  Nikiforos Diamandouros, Defensor del Pueblo. − Señora Presidenta, en primer lugar me gustaría dar las gracias a la señora Sbarbati, la ponente para mi Informe Anual de 2006 en el Pleno de este año. Me gustaría asimismo dar las gracias al numeroso grupo de diputados que han dedicado su tiempo a comentar mi informe. Me siento enormemente agradecido por el interés que demuestra y por la orientación que supone.

Con respecto a la señora Sbarbati, permítanme únicamente decir que, por supuesto, he trabajado muy estrechamente, y tengo intención de seguir haciéndolo, con la Comisión de Peticiones con la cual mantengo una excelente relación. La Comisión de Peticiones y el Defensor del Pueblo seguirán siendo el instrumento principal a través del que este augusto organismo podrá también ocuparse de las solicitudes de los ciudadanos a las instituciones europeas. Tomo nota de sus observaciones. Puedo decirles que ya he iniciado una investigación de oficio relativa a la EPSO, como ya saben, pero quiero anunciarlo a este organismo. La evolución de los colegios europeos también me ha interesado mucho y sigo realizando un seguimiento exhaustivo en este campo.

Me gustaría agradecer a la señora Wallström sus observaciones. Observo que ha dejado constancia del aumento del número de casos en los que la Comisión se disculpa porque sus servicios no se han guiado por el principio de las buenas prácticas. Le agradezco enormemente que lo haya reconocido. Me reuniré con la señora Wallström próximamente, así como con los Directores Generales de la Comisión y los coordinadores de todos los servicios con los que trabaja el Defensor del Pueblo, precisamente, para poder conseguir una mejor coordinación así como mejores resultados. Es una prueba de cuán estrechamente trabajo con la Comisión y confío en poder obtener mejores resultados para poder presentárselos el próximo año a ustedes y, por supuesto, a los ciudadanos. Esto incluye los casos de infracción, de los que me ocuparé también.

De forma más general, permítanme decir que les estoy enormemente agradecido por su apoyo general en cuestiones tan amplias como la cultura de servicio, un motivo fundamental de preocupación para mí; por su apoyo a la cuestión de la Carta de los Derechos Fundamentales y del Estatuto; por pedir una mayor responsabilidad, lo cual, para mí, evidentemente, es de suma importancia. Puedo asimismo comunicarles que he emprendido este año un esfuerzo conjunto para tratar de llegar a las asociaciones empresariales en contraposición a los individuos con vistas a proporcionarles también una información más precisa de sus derechos.

Dada la falta de tiempo, permítanme no cambiar de lengua, pero me gustaría en primer lugar decir a las señora McGuinness y al señor Panayotopoulos-Cassiotou que yo ayudo en el 70 % del 70 % de los casos ajenos a mi mandato. En consecuencia, mi trabajo incluye no sólo el porcentaje que corresponde a mi mandato, sino también la gran labor de mi equipo para poder ayudar a cada uno de los ciudadanos que se dirige a nosotros con cuestiones ajenas al mandato, remitiéndolos a la institución adecuada, ya sea de escala comunitaria o nacional. Por tanto, esto abarca 3 830 casos, no 885.

Permítanme ahora cambiar de lengua.

Defensor del Pueblo. (EL) Señora Panayiotopoulos, deseo asegurarle que el Defensor del Pueblo Europeo es plenamente consciente de su obligación de trabajar dentro de los límites legales. Naturalmente, trabajará siempre conforme al principio básico de su obligación de rendir cuentas al Parlamento y a usted, y en todo momento estará muy pendiente de su responsabilidad.

Defensor del Pueblo.Por último, estoy haciendo todo lo que está en mi mano para promover la creación de un defensor del pueblo en Italia. He estado allí en cuatro o cinco ocasiones y seguiré haciéndolo con la esperanza de que podamos acoger entre nosotros a un defensor del pueblo italiano en un futuro próximo.

 
  
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  Margot Wallström, Vicepresidenta de la Comisión. − Señora Presidenta, me gustaría poder responder a dos preguntas directas.

La primera se refiere a la reforma del Estatuto del Defensor del Pueblo. Puedo decirle que, desde el principio, el Defensor del Pueblo nos mantuvo informados sobre los trabajos con el nuevo Estatuto y hemos estado en contacto de forma constante con respecto a este asunto. Hay, desde luego, algunos aspectos que podríamos aprobar fácilmente, pero otros son más complicados. La Comisión emitirá su opinión formalmente, aunque sólo después de que el Parlamento haga sus propuestas. Nos hemos reunido también con la señora Jäätteenmäki y aguardamos su informe con interés.

La otra pregunta directa procede de la señora McGuinness y se refería al enfoque de la política de el palo y la zanahoria y a si la aplicamos. No, no lo suficiente, me atrevería a decir. O no todavía. Sin embargo, lo que hemos estado haciendo recientemente es dar una mayor visibilidad a estas cuestiones y crear un sentido de asunción de responsabilidades para cada Dirección General de la Comisión y a través de todos sus estamentos jerárquicos. Considero que crear dicho sentido de responsabilidad y visibilidad nos ayudará a incentivar y también a hacer saber en determinadas ocasiones en qué casos no estamos conformes con el modo en el que determinados funcionarios se ocupan de los casos. No obstante, creo que más que el caso aislado de un funcionario concreto que comete un error, se trata más bien de la cultura que se aplique. Es lo que hay y es lo que tenemos que cambiar ahora. En mi opinión, las reformas adoptadas nos conducen en la dirección correcta.

Permítanme por último mencionar un aspecto que espero sea acogido con agrado por la Comisión y por el Parlamento Europeo: estamos trabajando con los resúmenes de los ciudadanos sobre nuestras propuestas. Una vez más, para acercarnos a los ciudadanos, también tenemos que expresarnos no con la jerga de la UE sino con un lenguaje sencillo, por lo que confío en que esto sirva de ayuda.

 
  
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  Presidenta. − Se cierra el debate.

La votación tendrá lugar en breve.

Declaraciones por escrito (Artículo 142 del Reglamento)

 
  
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  Véronique Mathieu (PPE-DE), por escrito. (FR) El informe de la señora Sbarbati relativo a las actividades del Defensor del Pueblo Europeo evidencia su aprecio por esta institución, que surgió del Tratado de Maastricht en 1992 para defender a los ciudadanos europeos en caso de mala administración por parte de las instituciones comunitarias. El informe destaca, acertadamente, ciertas prioridades para el Defensor del Pueblo en el futuro: la importancia de cooperar con los defensores del pueblo de los Estados miembros, por ejemplo, y la propuesta de una mejor supervisión interna de la forma en que se gestionan los órganos de la UE.

Pero también plantea dos cuestiones que no deberíamos omitir del debate europeo. Por una parte, las actividades del Defensor del Pueblo deben llevar consigo una revisión del perfil y la accesibilidad de la institución en toda Europa. Existe, de hecho, una tendencia descendente en el número de casos remitidos al Defensor del Pueblo (3 830 en 2006, una disminución del 2 % respecto a 2005), y las quejas tienden a proceder de los Estados miembros que ya poseen una cultura de animar a la gente a plantear cuestiones ante las instituciones nacionales pertinentes.

Por otra parte, el informe considera la cuestión de ampliar los poderes del Defensor del Pueblo (en relación con el acceso a documentos y la audiencia incondicional de testigos). No se debe permitir que ninguna enmienda al Estatuto del Defensor del Pueblo ensombrezca el importante papel desempeñado por la Comisión de Peticiones del Parlamento, cuya legitimidad se deriva directamente de las urnas.

 
  
  

(Se suspende la sesión a las 11.20 horas y se reanuda a las 11.30 horas)

 
  
  

PRESIDE: HANS-GERT PÖTTERING
Presidente

 
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