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Procedimiento : 2007/2257(INI)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento : A6-0167/2008

Textos presentados :

A6-0167/2008

Debates :

PV 21/05/2008 - 16
CRE 21/05/2008 - 16

Votaciones :

PV 22/05/2008 - 9.2
Explicaciones de voto

Textos aprobados :

P6_TA(2008)0226

Acta literal de los debates
Miércoles 21 de mayo de 2008 - Estrasburgo Edición DO

16. Revisión intermedia de la política industrial - Una contribución a la estrategia de crecimiento y empleo de la UE (debate)
Acta
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  Presidente. − El próximo punto es el informe (A6-0167/2008) de Romana Jordan Cizelj, en nombre de la Comisión de Industria, Investigación y Energía, sobre la revisión intermedia de la política industrial - una contribución a la estrategia de crecimiento y empleo de la UE (2007/2257(INI)).

 
  
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  Romana Jordan Cizelj, ponente. − (SL) Las novedades aportadas por la formulación de la Estrategia de Lisboa han tenido una respuesta significativa entre los ciudadanos europeos.

Pronto nos dimos cuenta de que los objetivos fijados eran demasiado ambiciosos desde el punto de vista de los plazos, pero la idea se hizo pública y se presentó a Europa y al mundo. La perfeccionamos en alguna medida en 2005, cuando se preparó la nueva Estrategia de Lisboa, que seguía siendo ambiciosa pero más realista. Fue entonces cuando la Comisión también preparó un enfoque integrado en materia de política industrial.

En estos momentos estamos evaluando lo que se ha logrado y cómo seguir adelante. Aunque la política industrial sigue siendo competencia de los Estados miembros, las medidas europeas y el fomento del desarrollo y el crecimiento económico tienen una influencia considerable en ella. La industria estimula la creación de una sociedad del conocimiento y promueve la investigación, el desarrollo y la innovación al tiempo que se hace consumidora de tales actividades.

La decisión sobre las iniciativas a escala europea debe tomar en consideración únicamente los ámbitos prioritarios de las actividades comunes. ¿Cuáles son las cuestiones más importantes? ¿Qué temas considera el Parlamento Europeo ámbitos prioritarios?

Me gustaría señalar que acogemos con satisfacción el informe de la Comisión sobre el trabajo realizado y subrayamos los ámbitos prioritarios para nuestras futuras actividades.

En primer lugar, sin duda, apuntamos hacia el cambio climático y el desarrollo sostenible. Los compromisos contraídos en relación con una considerable reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero no sólo se aplican a los ámbitos de la energía y el transporte. También tienen una gran influencia sobre la industria, sin la cual el desarrollo de una sociedad con bajas emisiones de carbono no es posible. Por consiguiente, el desarrollo industrial sostenible requiere coordinación, coherencia y conformidad.

Debemos preguntarnos qué tipo de incentivo necesita la industria para desarrollar tecnologías más limpias. ¿Cómo promover el uso de unas tecnologías más eficientes? ¿Cuáles son los mecanismos adecuados para no menoscabar la competitividad o para que los consumidores puedan elegir? ¿Cómo actuar fuera de las fronteras de la Unión Europea?

La reducción del calentamiento global forma parte de nuestra visión; por consiguiente, el traslado de las tecnologías con un elevado nivel de emisiones a terceros países no resulta aceptable. El cambio climático es una oportunidad y no una amenaza para la economía europea.

Otra cuestión prioritaria debe centrarse en la sostenibilidad del suministro de materias primas y una gestión sensata de los recursos naturales. Las actividades de los Estados miembros no armonizadas pueden desembocar en rivalidades y, a largo plazo, debilitar las economías nacionales. Por este motivo cabe esperar una actividad europea concertada con un importante componente internacional.

Todavía tenemos mucho trabajo por delante para crear un entorno más favorable para las PYME. Las PYME considerarán Europa auténticamente accesible si no se encuentran nuevos, diferentes y complicados procedimientos y obstáculos en los Estados miembros.

Por consiguiente, cabe esperar una mayor unidad, armonización y reducción de las cargas administrativas, tanto a escala europea como nacional. También esperamos que se adopten medidas que fomenten en mayor medida la iniciativa personal. Por otra parte, también cabe esperar que se produzcan cambios en el sistema de valores europeos para incentivar la aceptación de un mayor riesgo por parte de la sociedad europea.

La sociedad europea aprecia la adquisición y el desarrollo de nuevos conocimientos, investigación e innovación. El marco legislativo debe acompañar todo lo anterior. Debemos poner en marcha procedimientos adecuados para la protección de la propiedad intelectual. Tales procedimientos deben funcionar a escala europea y de forma razonablemente rápida. Los necesarios medios financieros no deberían constituir un obstáculo para la acción —y me refiero a la denominada «patente comunitaria»—.

Señorías, señor Comisario, he enumerado sólo algunas prioridades, que también se han presentando en nuestro informe. Ahora espero con impaciencia el debate que se ha de entablar en torno a estas cuestiones, sin duda fructífero, y les invito a presentar sus contribuciones, que, al igual que sus enmiendas, aportarán un considerable valor añadido a este informe.

Gracias.

 
  
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  Günter Verheugen, Vicepresidente de la Comisión. − (DE) Señor Presidente, Señorías, hace tres años modernizamos la política industrial de la UE y la consideramos uno de los pilares de nuestra estrategia económica general.

Hoy podemos decir que tomamos una decisión acertada. La industria europea se encuentra mejor situada en términos competitivos cuando se trata de defender su cuota de mercado. El excelente resultado de las exportaciones de la industria europea contribuye a la estabilidad macroeconómica, incluso en tiempos de crisis.

A raíz de una revisión intermedia, les presentamos un calendario y un programa de trabajo para los años venideros. Les pido su apoyo a este programa. Me gustaría dar las gracias a la señora Cizelj por haber elaborado este informe —comprenderán que me satisfaga en gran medida— y desearía añadir cuánto me complace este informe tan favorable y que nos presta tanto apoyo. Como yo, la ponente considera que entre las funciones más importantes de la política industrial se encuentra la creación de las condiciones adecuadas para las empresas, con vistas a hacer de la Unión un lugar sosteniblemente atractivo para las industrias y a reforzar nuestra base industrial de modo que podamos contar con una cantidad de puestos de trabajo lo suficientemente buenos y seguros en el sector industrial en el futuro. La política industrial en el siglo XXI ya no guarda ninguna relación con lo que se daba en denominar «política industrial». Permítanme reiterar claramente que nuestra política industrial se fundamente en el hecho de que nuestras empresas deben enfrentarse a la competencia y que no las podemos proteger de tal competencia ni deseamos hacer tal cosa.

Nuestra tarea no es proteger a las industrias. Nuestra labor consiste en ofrecerles las condiciones en las que puedan desarrollar plenamente sus capacidades. Me complace que el informe parlamentario respalde no sólo los objetivos de nuestra política industrial, sino también el método con el que intentamos lograrlos. Tal método se fundamenta en una combinación de iniciativas sectoriales e intersectoriales.

Ciertamente, es necesario actuar en numerosos ámbitos que tienen grandes repercusiones en el conjunto de la industria europea. Permítanme citar sólo tres ejemplos, a saber, la reducción de la burocracia para las empresas europeas, el refuerzo de su capacidad de innovación y el fomento de la cultura empresarial. Por otra parte, existen cuestiones que sólo afectan a industrias específicas.

Permítanme recordarles que hemos implantado un sistema que garantiza la producción y comercialización seguras de sustancias químicas en la Unión Europea. Acabamos también de poner en marcha un paquete completo de medidas dirigidas a reforzar la industria europea de la defensa y también existe un ambicioso programa, aprobado esta semana, para simplificar las disposiciones jurídicas por las que se rige la industria de la automoción.

Podría añadir muchos más ejemplos a esta lista. Todo ello lo hemos logrado en estrecha colaboración con la industria y con todos los grupos de interesados. Concedo gran importancia al hecho de que hayamos hecho todo esto con el Parlamento, los sindicatos y las organizaciones medioambientales y de consumidores en el marco de una serie de procesos abiertos, transparentes y comprobables.

Rechazo la idea de la formulación de políticas industriales a puerta cerrada. La industria europea es el motor de la innovación en Europa y un factor absolutamente fundamental para el mantenimiento de nuestra posición en el comercio mundial, por lo que sus logros merecen reconocimiento y elogio; merecen medidas para mejorar la capacidad de la industria europea de mantener sus resultados en el futuro en la medida de lo posible, y merecen esfuerzos por nuestra parte para estar a la altura de los desafíos a los que nos enfrentamos. Ciertamente, no nos engañemos, tales desafíos han surgido del desarrollo de la globalización económica. Lo que hemos visto hasta el momento es sólo el principio.

Lo mismo se aplica naturalmente a los cambios tecnológicos y el ritmo al que se producen, con todas las implicaciones imaginables para la productividad, las estructuras y el empleo, así como, evidentemente, a la cuestión, cada vez más importante, del modo en que nuestros objetivos climáticos y medioambientales influyen sobre nuestra política industrial. Es necesario realizar ajustes, de los que nos tendremos que ocupar en un futuro inmediato.

Por este motivo, la próxima iniciativa importante de la Comisión, que se pondrá en marcha antes de finales de este mes, es la iniciativa para un desarrollo industrial sostenible, una política industrial sostenible y una producción industrial sostenible. El objetivo político es perseguir un enfoque integrado que incluya el medio ambiente, el empleo y las políticas industriales. Deseamos una economía fuerte, empleos seguros, menos dependencia energética y un medio ambiente más limpio. El camino hacia estos objetivos se fundamenta en productos y procesos innovadores y concebidos para satisfacer necesidades futuras, la reducción de la contaminación ambiental en Europa y un mayor apoyo a otras regiones en sus importantes esfuerzos para resolver los problemas del cambio climático con la ayuda de tecnologías modernas desarrolladas en Europa. Ésta es la vía que tenemos intención de emprender en nuestra política industrial.

Además, hemos emprendido nuevas iniciativas sobre agrupaciones industriales y mercados piloto. Les presentaré un plan de acción sobre normalización y examinaré los modos en los que la industria puede obtener servicios de mayor calidad y más competitivos. Se han puesto en marcha también dos nuevas iniciativas sectoriales. La primera guarda relación con los problemas concretos que afectan a la industria alimentaria, que ahora ha adquirido una gran importancia, evidentemente, a la luz del aumento de los precios de los alimentos, mientras que la segunda se refiere a los problemas a los que se enfrenta otra importantísima industria europea, a saber, la ingeniería eléctrica.

En resumen, creo que podemos decir que nuestra política industrial se encuentra encaminada hacia la creación de las condiciones necesarias para la prosperidad de las empresas europeas. Permítanme recordar que nuestro objetivo no es intervenir ni favorecer a determinados operadores económicos, ni tampoco pretendemos asumir la responsabilidad que tienen los Estados miembros; lo que queremos es una asociación, una coordinación óptima y el logro conjunto de objetivos comunes.

Estamos inmersos en el proceso de ajuste de la política industrial de la Unión Europea a las necesidades de los Estados miembros y me complace poder decir que el Parlamento también apoya firmemente estos esfuerzos.

 
  
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  Jerzy Buzek, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (PL) Señor Presidente, me gustaría congratularme con la señora Cizelj por el informe excelente y completo elaborado. No deja de incluir absolutamente nada. También desearía dar las gracias al señor Verheugen, Vicepresidente de la Comisión Europea, por la declaración que acaba de realizar, que apoyo completamente. Empezaré por recordar a esta Cámara que una vez se dijo que la mejor política industrial era la ausencia de política industrial. Afortunadamente, hemos avanzado y ahora las cosas son diferentes. Me gustaría recordar que la Estrategia de Lisboa se refiere fundamentalmente a la actividad industrial. Se refiere a la producción, a los productos y a unos productos competitivos e incluye todo tipo de empresas, desde las PYME a las grandes empresas. Creo que existen cinco puntos principales que se aplican a nuestra industria, desde las empresas más pequeñas a las más grandes. Estos puntos ya se han mencionado, pero me gustaría hacer hincapié sobre ellos.

El primero es la innovación, evidentemente sobre la base de la investigación y el desarrollo, pero ésta es una cuestión aparte que se trata en el Séptimo Programa Marco de la Unión Europea y en los programas nacionales. No obstante, también existen importantes necesidades, concretamente la creación de las condiciones macroeconómicas necesarias para garantizar la difusión de la innovación y las nuevas tecnologías en el mercado, contrariamente, por ejemplo, a las ayudas estatales.

La segunda cuestión se refiere a la creación de las condiciones adecuadas para las operaciones bancarias y la incentivación de los bancos para que concedan préstamos de alto riesgo, ya que la innovación implica un riesgo.

En tercer lugar, debemos luchar contra los monopolios en nuestro mercado. Es ésta una cuestión que actualmente examinamos y debatimos en relación con la liberalización del mercado energético. Todos sabemos que se trata de un asunto difícil. No obstante, debemos proteger nuestro mercado de las prácticas de dumping fuera de la Unión Europea.

En cuarto lugar, hemos de simplificar la legislación y aplicar iniciativas para legislar mejor. Debemos apoyar todas las medidas emprendidas en este sentido por la Comisión Europea y el Comisario Verheugen.

En quinto lugar, debemos sentar las bases para una auténtica solidaridad en relación con la energía y las materias primas. Se trata de una condición sine qua non para el desarrollo de la industria. Además, se debería abordar una normalización y coordinación política a escala comunitaria de amplias miras, vinculadas a las políticas de los Estados miembros.

Todos los Estados miembros coordinan de algún modo sus políticas regionales a escala nacional. De forma análoga, la política de cada Estado miembro debería coordinarse desde arriba. Por último, me gustaría señalar que debemos cumplir las disposiciones en materia de protección medioambiental y del clima. Tenemos intención de seguir siendo líderes en este ámbito, pero en interés de nuestra industria debemos proceder de forma cauta.

 
  
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  Silvia-Adriana Ţicău, en nombre del Grupo del PSE. – (RO) Me gustaría felicitar a la señora Cizelj y agradecerle la apertura de la que ha dado muestras en el proceso de elaboración de este informe. He presentado cuatro enmiendas que podemos encontrar en los apartados 18 y 27 del informe.

Empezaría por llamar la atención hacia la necesidad de acompañar el desarrollo industrial con la mejora del sistema de protección social. Es necesario que todos los trabajadores del sector industrial tengan unas condiciones laborales dignas. En el apartado 18 del informe de la señora Cizelj, el Parlamento Europeo considera que el desarrollo industrial se encuentra estrechamente vinculado a la disponibilidad de unas infraestructuras de transporte eficientes a escala europea. Una infraestructura de transporte desarrollada va a permitir a su vez el desarrollo de zonas industriales y fuera de los núcleos urbanos. Los Estados miembros pueden utilizar también los fondos de desarrollo regional para crear polígonos industriales y tecnológicos en zonas rurales cercanas a las grandes aglomeraciones urbanas.

Por otra parte, en otra de las enmiendas presentadas, invitaba a la Comisión y a los Estados miembros a apoyar y acelerar la realización de proyectos declarados por el Consejo Europeo de interés europeo para la seguridad energética y la diversificación de las fuentes de aprovisionamiento energético de la Unión Europea. En el apartado 27 del informe, el Parlamento Europeo llama la atención sobre la necesidad de seguir invirtiendo en la educación, la formación profesional y la investigación. El desarrollo industrial y la competitividad de los productos europeos dependen de la calidad de los recursos humanos y de su nivel de formación, así como de la innovación que aportan nuevos productos.

Desafortunadamente, a escala comunitaria, a pesar de los programas comunitarios de investigación y de los fondos asignados a tales programas, se invierte demasiado poco en la investigación aplicada y ello es así especialmente en el caso de las PYME. Éstas encuentran dificultades para garantizar la cofinanciación necesaria para su participación en el programa marco de investigación. En este contexto, considero que el sistema bancario podría preparar instrumentos financieros que faciliten la participación de las PYME en los programas marco de investigación.

 
  
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  Jorgo Chatzimarkakis, en nombre del Grupo ALDE. – (DE) Señor Presidente, señor Comisario, permítanme, para empezar, dar las gracias a Romana Jordan Cizelj, cuyo informe ciertamente incluye todos los aspectos de una política industrial moderna y subraya la especial importancia de la creación de las condiciones básicas adecuadas. Le estoy muy agradecido. Nuestra cooperación acerca de este informe ha sido excelente.

En su exposición de motivos, la señora Cizelj afirma que, en general, la industria de la UE es sana y dinámica. En efecto, estamos experimentando el renacimiento de la denominada «antigua economía». Yo mismo procedo de un Estado muy industrializado. Nadie hubiese creído, por ejemplo, que la industria del acero resurgiría de nuevo de repente. Somos una fuerza mundial llena de ímpetu. Tenemos una industria fuerte y nuestro buque insignia, el euro, nos ha guiado por estrechos canales. No obstante, a pesar de la solidez de nuestra base industrial y la reanudación de la actividad inversora en Europa, observamos un cambio de marea. Los cambios tecnológicos se producen a un ritmo vertiginoso. La cuestión es cómo manejarlos. ¿Ha llegado el momento de realizar una revisión intermedia de nuestra política industrial?

Sin materias primas y mano de obra barata —no poseemos ninguna de las dos cosas— sufriremos una presión competitiva que nos impedirá resistir a menos que no hagamos gala de creatividad. Por este motivo, desearía felicitar a la Comisión, en primer lugar por haber designado 2009 Año de la creatividad y la innovación. ¿Qué significa esto? La innovación, como sabemos, debe ser mucho más efectiva para transformar el conocimiento en riqueza. Hemos creado el Instituto Europeo de Tecnología (IET) —o, para ser más exactos, estamos a punto de crearlo— y ésta es una buena base. Sin embargo, las personas creativas del mundo no sólo abandonan Europa, también están abandonando los Estados Unidos. Deberían leer el libro de Richard Florida en el que reflexiona sobre esta situación. ¿Qué les está ocurriendo a los creativos del mundo? Las personas creativas se establecen en lugares que cumplen tres criterios, que el señor Florida llama de las tres «t», a saber, tecnología, talento y tolerancia. La cuestión es si estas tres «t» se encuentran lo suficientemente presentes en Europa. Creo que hemos sentado unas buenas bases con el Séptimo Programa Marco y el IET, pero no es suficiente. Debemos hacer mucho más. Las tres «t» necesitan más dinero. Las agrupaciones son una buena iniciativa. No obstante, es fundamental que elijamos las especializaciones adecuadas; la iniciativa de las agrupaciones debe ser coherente, al igual que la política industrial de la UE en su conjunto, así como adecuada y equilibrada.

En el caso de la industria de la automoción, naturalmente, observamos cierta falta de coherencia y que, en cierto sentido, estamos apretando demasiado las tuercas. Esto tiene que ver con nuestra política sobre el cambio climático, que se convierte cada vez en mayor medida en una fanática cruzada moral y somete a Europa a una forma de reglamentación de su estilo de vida a veces excesiva. ¿Cómo se explica de otro modo que las emisiones de CO2 de los tubos de escape se penalicen 24 veces más que las emisiones de las chimeneas? Señor Comisario, debemos garantizar la coherencia de la política de la UE. No podemos liderar el mercado y poseer una cuota del 80 % del comercio mundial de los automóviles de gama alta y, al mismo tiempo, tirar piedras contra nuestro propio tejado justamente en esta parte del mercado. Debemos tener cuidado y actuar de forma coherente.

 
  
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  Mieczysław Edmund Janowski, en nombre del Grupo UEN. – (PL) Señor Presidente, el valor del trabajo de la ponente merece todo nuestro reconocimiento. La revisión emprendida presenta un cuadro alentador del estado de muchos sectores industriales de la UE. Sin embargo, debemos reconocer los desafíos a los que nos enfrentamos. Tales desafíos se refieren principalmente al ritmo de los cambios tecnológicos, especialmente en relación con nuevos materiales, la necesidad de ahorrar agua y energía, la protección medioambiental y las condiciones demográficas que afectan al mercado de trabajo. Debemos mejorar nuestro enfoque en relación con la aplicación de soluciones innovadoras en todos los ámbitos, incluido el técnico y organizativo, el jurídico y el financiero. Las actuales barreras jurídicas, administrativas y burocráticas menoscaban la competitividad de nuestros productos industriales. En este contexto se debería examinar la cuestión de la transición de la idea al producto, así como la de las patentes y los descubrimientos europeos. Se deben realizar todos los esfuerzos necesarios para concebir soluciones aceptables tanto para las PYME como para las grandes empresas. Los productos europeos pueden y deben tener éxito gracias a su atractivo diseño y acabado y a su excelente calidad, creatividad y servicio.

 
  
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  Jacky Hénin , en nombre del Grupo GUE/NGL.(FR) Señor Presidente, Señorías, la redacción de este informe y el debate de hoy sólo tienen el propósito de esconder una realidad desgarradora en el seno de la Unión Europea: la industria está en crisis y los daños que ésta ocasiona son sustanciales. Cierto, los porcentajes que se presentan nos hacen soñar: el 80 %, el 73 %. También podrían haberse sustituido por miles de millones de euros para deleite de todos y cada uno de nosotros. Sin embargo, no engañan a nadie. Sólo sirven para enmascarar la realidad.

Una de las principales preocupaciones del sector industrial en su conjunto es que el único elemento que cuenta son los márgenes de beneficios. La especie en peligro de extinción de los capitanes de la industria ha sido reemplazada por máquinas tragaperras parlantes. No importa qué decisiones se adoptan o qué consecuencias tienen sobre las mujeres y los hombres de Europa, el beneficio debe ser el máximo posible e inmediato.

Sé que algunos me van a decir que nunca se ha invertido, producido, intercambiado o ganado tanto en la industria. Cierto, pero, ¿qué importancia tienen unos enormes beneficios financieros que aprovechan a unos pocos cuando la mayoría de nuestras poblaciones sufren y ven cómo desaparecen sus sueños de un poco de felicidad?

Resulta inevitable comprobar que la cuestión del empleo se encuentra ausente del informe, así como los conceptos de ordenación del territorio, las necesidades de las poblaciones o las cuestiones fiscales y sociales. El hecho es que los éxitos comerciales de los principales grupos industriales europeos contribuyen ahora cada vez menos al desarrollo de la Unión Europea. Los grandes grupos europeos están trasladando y externalizando su producción a países que practican el dumping salarial, social, sanitario, fiscal y ecológico y, mientras tanto, la Unión Europea se niega a aplicar una política industrial.

Esta política también ahoga a las PYME y las empuja a hacer lo mismo. Es evidente que no son ...

(El Presidente interrumpe al orador)

 
  
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  Presidente. − Señor Hénin, nosotros no hemos delimitado el tiempo de su intervención, éste ha sido establecido por su grupo. Desgraciadamente, sólo dispone de un minuto y medio. Si tiene alguna queja, hágala llegar a su grupo.

 
  
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  Lambert van Nistelrooij (PPE-DE).(NL) Europa apuesta mucho, y con razón, por el mantenimiento y el refuerzo de su competitividad y sabemos cómo mantener nuestra cuota de mercado en sectores esenciales, pero como el Comisario acaba de decir, estamos únicamente en el umbral de la globalización. Realmente necesitamos mantener nuestra ventaja competitiva.

Entonces surge la cuestión de esta nueva combinación de investigación, desarrollo y fabricación y comercialización de productos innovadores de forma realmente rentable. El informe de la señora Cizelj hace hincapié sobre lo realmente importante. Tenemos que eliminar la burocracia y hablar más de la eficiencia de las leyes y legislaciones. El programa de acción ofrece el impulso necesario para ello, pero me gustaría hacer un llamamiento especial. Aún resulta difícil para las empresas orientarse en la selva de instrumentos europeos más comunes. El Programa Marco para la innovación y la competitividad y el Séptimo Programa Marco son instrumentos esenciales de arriba abajo sobre los que se debe adoptar una decisión en Bruselas. Los fondos estructurales están descentralizados por naturaleza. Todos ellos tienen sus propias facilidades y sus propios criterios.

El mensaje que me gustaría transmitir es que debería existir una mayor combinación, más coordinación, mayor variedad de prioridades y sus definiciones, incluso en el seno de la Comisión Europea. Todo ello se reflejaría en las regiones. Seríamos testigos del desarrollo de agrupaciones en sectores de éxito. El mes pasado en mi región creamos una oficina, una ventanilla única, para los diversos instrumentos, y ello ofrece claridad.

En definitiva, la fragmentación y la burocracia son innecesarias. Debemos saber lo que queremos y esto aumenta la tan necesaria visibilidad de las empresas y el público. Se debe decir que Europa ha escogido bien y aplicado adecuadamente. Esta cuestión, sin embargo, deja aún mucho que desear.

 
  
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  Bogusław Liberadzki (PSE).(PL) Señor Presidente, señor Comisario, me ha encantado escuchar la declaración hace unos instantes del Comisario. Me gustaría referirme a tres cuestiones que ha señalado. En primer lugar, señor Comisario, ha subrayado que debemos individualizar nuestro enfoque hacia ciertos sectores del transporte. En segundo lugar, ha dicho que algunas regiones concretas requieren un mayor apoyo. En tercer lugar, se ha referido a la cuestión de la innovación.

Algunas partes de nuestra industria operan a escala internacional y otras a nivel local. Me gustaría hablar de la industria de la construcción naval. Tradicionalmente, esta industria está vinculada a las regiones costeras. Sin embargo, se trata de un sector industrial que atraviesa por una serie de dificultades en todo el mundo. La crisis no sólo afecta a Polonia, sino también, por ejemplo, a Malta, así como a otros Estados miembros de la Unión Europea.

Los contratos duran varios años, Comisario. Hace tres años nadie hubiera dicho que el tipo de cambio del dólar en relación con el euro caería. Nadie habría anticipado tampoco que el tipo de cambio del dólar y el euro caerían en relación con el zloty polaco, por ejemplo. Lo anterior ha ocasionado problemas económicos muy graves. Le invito, señor Comisario, a abordar la protección de la industria de la construcción naval europea a través de políticas comunitarias de modo que se encuentre el modo de salvaguardar tal industria, justamente en el marco de estas condiciones globales y en el contexto de la competencia con los astilleros chinos e indonesios. Estoy seguro de que es algo que le preocupa, señor Comisario, pues es usted doctor honoris causa de la Universidad de Szczeciń.

 
  
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  Danutė Budreikaitė (ALDE).(LT) La aplicación de la política industrial comunitaria, que entra en el ámbito de actividades de los Estados miembros, se enfrenta a una serie de obstáculos que impiden lograr mejores resultados y un mayor nivel de competitividad. Señalaré algunos: la reglamentación y el desarrollo sostenible.

La industria en la UE se enfrenta al problema de una reglamentación y una burocracia excesivas. Las PYME son las que más sufren debido a la insoportable carga de la administración.

Las PYME, por otra parte, son más del 90 % de las empresas y son también bien conocidas por su innovación, su dinamismo y su flexibilidad, así como por su importante papel para soportar la presión competitiva y crear nuevos puestos de trabajo. Por consiguiente, pido a la Comisión Europea y los Estados miembros que emprendan cambios importantes y simplifiquen el entorno normativo de las PYME.

El desarrollo sostenible es la dimensión horizontal de todas las políticas de la UE. Debemos esforzarnos por lograr en la UE la transición hacia una industria basada en una producción de baja emisión de CO2 y un uso eficiente de los recursos, la reducción de la contaminación medioambiental y de la exportación de contaminación a terceros países, así como en la mitigación del cambio climático. El desarrollo sostenible debería basarse en las nuevas tecnologías, para lo que debería aumentarse la financiación de la investigación científica, ya que estamos por detrás de los Estados Unidos y Japón en este ámbito. Por otra parte, el coste de las patentes debería reducirse para facilitar la difusión de la innovación.

Aunque la política industrial entra en el ámbito de actividades de los estados miembros, repito mi invitación a la Comisión a desempeñar un papel más importante, especialmente en la elaboración de estudios y la publicación de previsiones, así como la preparación de recomendaciones a los gobiernos sobre los ámbitos competitivos, algo extremadamente importante en términos de traslado de la producción a terceros países. Por consiguiente, acojo con satisfacción las nuevas iniciativas sectoriales de la Comisión en los ámbitos de la ingeniería eléctrica y la industria alimentaria, cuyos problemas resultan más graves hoy.

 
  
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  Zbigniew Krzysztof Kuźmiuk (UEN) . – (PL) Señor Presidente, me gustaría llamar la atención hacia dos cuestiones en relación con este debate. En primer lugar, como resultado de la crisis financiera y la posterior crisis económica en los Estados Unidos, los índices de crecimiento económico y empleo en la Unión Europea en 2008 y 2009 serán inferiores a los inicialmente previstos. Ello podría ocasionar graves dificultades, especialmente en relación con la gestión de las PYME.

En segundo lugar, la Comisión Europea ha fijado objetivos ambiciosos para limitar las emisiones de dióxido de carbono de la industria europea, cuando lo mejor que puede decirse de otros países en el mundo es que son bastante prudentes en relación con las emisiones. Como resultado de lo anterior, el coste de la producción en Europa aumentará y se prevé que se produzca una desaceleración del crecimiento económico. Otra consecuencia negativa para las actividades de la industria manufacturera europea se refiere al reparto de emisiones de dióxido de carbono entre los Estados miembros de la UE sin tomar en consideración el grado de desarrollo o de retraso de algunos de ellos. Las repercusiones sobre los Estados miembros han sido desastrosas, especialmente en el caso de economías especialmente sensibles basadas en el carbón, como la de mi propio país. Parece que el informe que se nos presenta hoy no considera ninguna de estas cuestiones, especialmente en lo que se refiere a sus efectos sobre el desarrollo económico y el empleo en Europa.

 
  
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  Ilda Figueiredo (GUE/NGL).(PT) La cuestión central de este debate es la prioridad que debe concederse a la defensa y la promoción de las industrias existentes en los diferentes Estados miembros habida cuenta de sus especificidades, tanto a las industrias de los sectores textil, de la confección y del calzado, como a la industria de la automoción, la industria naval, la industria química o cualquier otro sector tradicional o de nuevos materiales y técnicas innovadoras.

Esta prioridad exige no sólo medidas para impulsar la innovación y para prestar un apoyo efectivo a las microempresas y a las PYME, sino también una estrategia de comercio internacional que tome en consideración la realidad y los sectores industriales existentes en nuestros país, la defensa del empleo con derechos, la promoción de nuestras regiones y la inclusión social.

No basta con afirmar que queremos una industria orientada al futuro. Necesitamos centrar urgentemente nuestra atención en el presente y colocar a las industrias y sus repercusiones sociales en el centro de las decisiones que deben adoptarse en términos de políticas macroeconómicas, financieras y comerciales, tanto en el ámbito comunitario como en el nacional.

 
  
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  Andrzej Jan Szejna (PSE).(PL) Señor Presidente, en el marco del nuevo ciclo de Lisboa, se debería hacer hincapié sobre la política industrial, ya que una industria floreciente reviste una importancia vital para aprovechar al máximo el potencial económico de la Unión Europea. Ciertamente, la política industrial entra ampliamente en el ámbito de actividades de los Estados miembros. No obstante, necesitamos una mejor coordinación entre las acciones a escala nacional y europea para garantizar la efectividad de las estrategias políticas.

El nuevo Plan de acción para una política industrial sostenible debería tomar en consideración ciertos aspectos y mejores disposiciones jurídicas para reducir las cargas burocráticas especialmente onerosas para las PYME. Estas últimas desempeñan uno de los papeles fundamentales en la creación de crecimiento económico y el refuerzo de la competitividad en Europa a través de su potencial de innovación, dinamismo y flexibilidad.

También deberían tomarse en consideración los objetivos medioambientales como la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y una mayor eficiencia en términos energéticos. Después de todo, las ventajas resultantes de la aplicación de soluciones innovadoras podrían convertir a la industria europea en líder mundial en el ámbito de las tecnologías y los productos y servicios respetuosos con el medio ambiente y socialmente aceptables.

 
  
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  Czesław Adam Siekierski (PPE-DE).(PL) La modernización de la política industrial de Europa, el nuevo enfoque, la reducción del número de normas y el aumento de la competitividad y la innovación se han logrado gracias a usted, señor Comisario. Me gustaría que esto quedase muy claro.

Todos convenimos en que el excesivo número de normas impuesto a las empresas debería reducirse. Lo anterior incluye la reducción de las cargas administrativas, especialmente para las PYME. Hemos exigido objetivos muy ambiciosos a las industrias en términos de requisitos de calidad, normas medioambientales, reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, ahorro energético y garantía de unas condiciones de trabajo adecuadas. Todo ello aumenta los costes. Al mismo tiempo, deseamos que los productos manufacturados sean competitivos en el mercado. ¿Cómo puede lograrse esto? ¿Es siquiera posible?

Me gustaría añadir que la Unión Europea y su industria necesitan trabajadores adecuadamente cualificados para satisfacer las necesidades de una economía basada en el conocimiento. Por consiguiente, es necesario apoyar las medidas dirigidas a mejorar la calidad del capital humano a través de diversos tipos de formación e invertir en el desarrollo de las personas.

 
  
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  Silvia-Adriana Ţicău (PSE). - (RO) Me gustaría llamar la atención sobre la insuficiencia de los fondos europeos que pretenden apoyar los ambiciosos objetivos de la Unión Europea en relación con el cambio climático. La Comisión ha presentado iniciativas legislativas que tendrán repercusiones importantes sobre diferentes sectores industriales, medidas que no se encuentran respaldadas convenientemente por el presupuesto comunitario.

Por otra parte, considero que una política industrial ambiciosa debe ir de la mano con una estrategia europea en materia de empleo. La libre circulación de personas, la lucha contra la inmigración ilegal y, especialmente, el respeto de los derechos de todos los ciudadanos europeos permitirán garantizar unas condiciones laborales equitativas. El respeto de los derechos de los trabajadores que han migrado legalmente a un Estado miembro también garantizará la protección de los derechos de todos los trabajadores de tal Estado miembro y evitará el dumping social.

 
  
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  Bogusław Liberadzki (PSE).(PL) Señor Presidente, me atrevo a volver a tomar la palabra porque me sobraron algunos segundos del tiempo que se me había asignado para mi intervención anterior. Señor Comisario, se ha referido usted a los monopolios en términos negativos. Preferiría que hablásemos de las prácticas monopolísticas como de algo que podemos superar.

Me pregunto, señor Comisario, qué opina usted de lo que se conoce como monopolios naturales en la teoría económica. En el marco de nuestra política industrial, ¿permitiremos que los monopolios naturales sigan existiendo en ciertas áreas? Después de todo estamos en posición de controlarlos al tiempo que aseguramos economías de escala.

 
  
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  Günter Verheugen, Vicepresidente de la Comisión. − (DE) Señor Presidente, Señorías, en estos últimos dos minutos me gustaría intentar explicar cómo espero que se desarrollen los acontecimientos en el futuro. Seguiremos teniendo una base industrial europea firme. No existe ningún riesgo de que la industria desaparezca de Europa. También estoy bastante seguro de que la industria europea seguirá generando crecimiento y creando empleo, aunque no necesariamente en Europa. Ahí radica el problema.

Un número cada vez mayor de grandes empresas crecen y aumentan sus beneficios fuera de Europa y también crean empleo fuera de Europa. Ello ocasiona un problema en relación con el empleo aquí, y el único modo de corregir este desequilibrio y resolver este importante problema social de nuestro tiempo, es decir, cómo crear el suficiente número de puestos de trabajo adecuados, es, efectivamente —como diversos oradores han señalado y estoy plenamente de acuerdo con ellos—, poner en práctica iniciativas más efectivas a favor de las empresas haciendo mayor hincapié sobre las PYME.

La clave del éxito a largo plazo de nuestra estrategia económica no reside en las grandes empresas del sector industrial, que son capaces de cuidarse solas. No, la clave del éxito reside en las numerosas PYME existentes en Europa, cuyo potencial está lejos de haberse agotado y que constituyen el centro de nuestra política.

La segunda cuestión se refiere al rápido ritmo del cambio de las condiciones en las que las industrias europeas compiten. Es un error imaginar que podemos seguir creyendo que la competencia china se dedica a fabricar productos baratos destinados al gran consumo mientras que nuestra industria fabrica productos de mejor calidad y más caros. Los chinos ya están fabricando y exportando productos de elevada calidad y complejidad tecnológica. Muy pronto veremos peligrar los ámbitos en los que aún somos especialmente fuertes hoy. Lo anterior significa que debemos esforzarnos por mejorar.

Por este motivo, todo lo que se ha dicho sobre investigación, desarrollo, innovación, educación y formación es correcto. La economía europea, y la industria europea especialmente, sólo tendrán éxito si avanzan de forma resuelta hacia una economía basada en el conocimiento. También tendrán éxito si son conscientes de que los principales desafíos medioambientales de nuestra era, especialmente los relativos a la energía y el cambio climático, también generan oportunidades económicas, y tales oportunidades no deben dejarse escapar.

 
  
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  Romana Jordan Cizelj, ponente. − (SL) El Comisario ha descrito una visión optimista. Por mi parte, creo que con la buena voluntad y la cooperación necesarias también lograremos trasladar esta visión desde el ámbito europeo al nivel nacional y crear un vínculo aún más estrecho entre la política industrial de la Unión Europea y la de los Estados miembros.

Señoras y señores, yo tampoco considero la política industrial como un mecanismo de protección de las empresas. Considero que se trata de una política que elaboramos en beneficio de los ciudadanos europeos cuyos objetivos, naturalmente, pueden lograrse gracias a la creación de unas condiciones favorables para el desarrollo de las empresas, para la inversión, la innovación y la creación de más empleo.

No se ha mencionado hoy aquí, pero la política también puede hacer mucho con los contratos públicos adecuados. Convengo en que debemos ser prudentes y prestar especial atención al equilibrio del desarrollo industrial en la Unión Europea, tanto en términos geográficos como en lo que respecta al ámbito de aplicación de los proyectos. Ciertamente, nuestra visión de la política industrial, o de cualesquiera otros requisitos en relación con ésta, no debe ser demasiado estrecha.

Yo también estoy convencida de que la industria europea está en buena forma, aunque podría necesitar, es cierto, un mayor impulso, y creo que compartimos la opinión de la necesidad primordial de que nuestra industria sea más innovadora.

¿Qué impide el logro de una mayor innovación? En mi opinión, uno de los obstáculos es un capital humano insuficiente. En este ámbito de la sociedad europea podemos hacer algo para lograr nuevos valores, y no sólo en la política, pero espero una mayor implicación también de las empresas.

Si logramos que las empresas entiendan que ellas también desempeñan un papel en el desarrollo de los necesarios recursos humanos, creo que éstas serán capaces de sacar a la luz el potencial de las personas que participan en actividades más estrechamente vinculadas a la creación de innovación.

Señor Comisario, estoy convencida de que la iniciativa en relación con las uvas tendrá éxito y creo que el Instituto Europeo de Tecnología también.

Gracias por este fructífero debate y le deseo suerte también en su futuro trabajo.

Gracias.

 
  
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  Presidente. – Se cierra el debate.

La votación se celebrará mañana jueves.

Declaraciones por escrito (artículo 142)

 
  
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  Esko Seppänen (GUE/NGL), por escrito. – (FI) Existe una cuestión especialmente problemática en el informe, que dice así: «[a]coge favorablemente las propuestas de la Comisión destinadas a consolidar el mercado europeo de equipos de defensa y a mejorar la competitividad global de las empresas de este sector en la Unión». Ello significa que estamos construyendo un complejo militar e industrial sobre la base del modelo estadounidense para la Unión, una organización que se comercializa en nombre de la paz.

Es evidente que lo anterior incluirá también el sistema de localización por satélite Galileo, financiado completamente con cargo al presupuesto de la Unión. Por otra parte, también resulta evidente que el fundamento jurídico para la militarización de toda la UE es la nueva constitución, a saber, el Tratado de Lisboa. Sin embargo, no se informa al público del modo en que se amañan las cuestiones militares, sino que, por el contrario, se vende la idea de una Unión Europea como un proyecto de paz para los ciudadanos, algo que ha dejado de ser. La Unión tendrá facultades funcionales y casi judiciales para emprender operaciones ofensivas mucho más allá de sus fronteras, algo que es ilegal con arreglo al Derecho internacional.

 
  
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  Iuliu Winkler (PPE-DE), por escrito. – Actualmente la Unión Europea es el actor más importante y líder en la exportación de tecnología a escala mundial.

El mantenimiento de esta posición de liderazgo conlleva una serie de desafíos. Entre ellos, merece especial atención la necesidad de apoyar a las industrias europeas que exportan a los mercados mundiales garantizando la eliminación de la competencia desleal y resistiendo a la tentación del proteccionismo, así como a la necesidad de apoyar a las PYME en la UE a través de la reducción de las cargas administrativas y de los obstáculos al acceso a los mercados. Las instituciones deben también prestar una atención especial al apoyo de los sectores económicos en los que se desarrollan las PYME de los nuevos Estados miembros, de modo que éstas puedan ponerse al mismo nivel de las del resto de los Estados miembros de la UE.

En relación con las oportunidades que presentan las políticas industriales sostenibles, la UE debe tomar en consideración las posibilidades que ofrecen las industrias de los nuevos Estados miembros.

La urgente aprobación de una Ley integral sobre PYME contribuiría enormemente al desarrollo de los sectores económicos en los que éstas prosperan en todos los Estados miembros, lo que redundaría a su vez en el refuerzo del liderazgo de Europa en relación con una producción industrial sostenible y orientada a la tecnología.

 
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