Índice 
 Texto íntegro 
Acta literal de los debates
Miércoles 6 de mayo de 2009 - Estrasburgo Edición DO

Nuevas competencias del Parlamento Europeo y sus responsabilidades en la aplicación del Tratado de Lisboa - Repercusiones del Tratado de Lisboa en la evolución del equilibrio institucional en la Unión Europea - Desarrollo de las relaciones entre el Parlamento Europeo y los Parlamentos nacionales con arreglo al Tratado de Lisboa - Aspectos financieros del Tratado de Lisboa - Aplicación de la iniciativa ciudadana (debate)
MPphoto
 

  Carlos Carnero González, ponente de opinión de la Comisión de Peticiones. - (ES) Gracias, Presidente y amigo, por estas amables palabras que, obviamente, me emocionan en un momento en el que me dirijo a la Cámara por última vez durante esta legislatura, para agradecer la colaboración de todos aquellos con los que he tenido el honor de trabajar y, además, pedir perdón por los errores que haya podido cometer. He tratado de trabajar dignamente en nombre de los ciudadanos de mi país y del conjunto de los europeos y ha habido momentos verdaderamente especiales en ese esfuerzo, como, por ejemplo, fue la Convención.

De hecho, estamos hablando hoy de ciudadanía y tomo la palabra en nombre de la Comisión de Peticiones. ¿Qué comisión más cercana a la ciudadanía que la Comisión de Peticiones de este Parlamento, que es la recipiendaria de uno de los derechos más importante que tienen los ciudadanos europeos: el derecho de petición?

La cuestión es esta: si en muchos países se conoce al Parlamento Europeo, es por el ejercicio del derecho de petición. Lo sabemos los miembros de la Comisión de Peticiones y lo sabe el conjunto de la Cámara. Ahora bien, el Tratado de Lisboa, que hace a la Unión Europea más democrática y más eficaz, introduce nuevos elementos —la Carta de los Derechos Fundamentales— y nuevos instrumentos, como la iniciativa ciudadana.

La cuestión es evitar la confusión, por ejemplo, entre el derecho de petición y el derecho de iniciativa ciudadana. Quiero recordar que, por ejemplo, los ciudadanos pueden pedir a través de una petición que este Parlamento se dirija a la Comisión para que ponga en marcha una iniciativa legislativa, de manera que en el futuro nos podríamos encontrar una iniciativa ciudadana europea pidiendo a la Comisión que ponga en marcha un procedimiento legislativo y una petición, sobre la base del derecho de petición, dirigida a la comisión correspondiente de esta Casa, pidiendo que se dirija la Cámara a la Comisión a tal efecto. Se trata de evitar esa contradicción y de conseguir una sinergia que refuerce ambas vías, que son vías que hacen más ciudadana a la Unión.

Sin duda, la Comisión de Peticiones querría estar presente en la gestión de ese derecho de iniciativa ciudadana. Sin duda, todas las comisiones lo querrían, pero yo reclamo que ese derecho se haga efectivo de la mejor manera posible. Creo que, además, sería un homenaje a un día como hoy, tan importante: el Tratado de Lisboa ha sido ratificado por el Senado de la República Checa, queda sólo un paso más para que ese Tratado sea realidad y, de hecho, para que el Tratado que es heredero de la Constitución Europea, que ha sido el mejor texto producido por la Unión hasta la fecha, entre en vigor.

Si lo conseguimos, todos los que estamos aquí —empezando por todos los «convencionados» que nos reunimos en esta noche— habremos dado un paso de gigante por el que habrá merecido la pena estar en este Parlamento.

 
Aviso jurídico - Política de privacidad