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Acta literal de los debates
Miércoles 10 de febrero de 2010 - Estrasburgo Edición DO

14. Escáneres corporales - Funcionamiento de los servicios de información en el marco de las estrategias antiterroristas (debate)
Vídeo de las intervenciones
Acta
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  El Presidente.. El siguiente punto es el debate conjunto sobre la lucha contra el terrorismo y las declaraciones del Consejo y la Comisión sobre los escáneres corporales y el funcionamiento de los servicios de información en el marco de las estrategias antiterroristas.

 
  
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  Alfredo Pérez Rubalcaba, Presidente en ejercicio del Consejo. – (ES) Señor Presidente, señoras y señores diputados, me gustaría comenzar este debate agradeciendo al Parlamento la posibilidad de desarrollar un debate sereno sobre política antiterrorista y sobre alguno de los elementos de esa política antiterrorista en concreto y de hacerlo cuando ha pasado un tiempo razonable desde la conmoción que suscitó en todo el mundo el fallido atentado de Detroit en diciembre del año pasado.

Soy partidario, por supuesto, de reaccionar cuando sucede un hecho como este, pero lo soy mucho más de trabajar de forma continuada, de forma sosegada —sin prisa pero sin pausa, que decimos en mi país—, cuando se trata de hacer frente a una amenaza como la amenaza terrorista, que, he de decir en esta Cámara, no ha disminuido en ninguno de los países de la Unión Europea.

Sabemos que los terroristas nos observan, sabemos que innovan, que tratan de cambiar sus formas de actuación para burlar nuestras estrategias de lucha contra el terrorismo. Por ello, esta estrategia tiene también que innovar y cambiar, tiene también que mejorar y tiene, sobre todo, que aprender de los errores, que algunos errores cometemos.

Dicho esto, es evidente que si no hubiera habido un atentado fallido en Detroit en diciembre, probablemente no estaríamos en este momento debatiendo en los términos en que vamos a hacerlo en esta Cámara. Es decir, en el fondo de este debate nacen una serie de prevenciones y, sobre todo, de conclusiones, que todos extrajimos al analizar el suceso de Detroit al que vengo haciendo referencia.

En el fondo del debate que hoy celebramos aquí nace el análisis de lo que falló en ese presunto atentado y de las medidas que los distintos países estamos adoptando para evitar que esos fallos vuelvan a repetirse. Y por eso hablamos del análisis de los datos y por eso hablamos de los servicios antiterroristas y del análisis común de los datos que cada uno de ellos tiene y por eso hablamos también de los escáneres corporales. Estamos hablando de fallos detectados en un atentado que, por suerte, no llegó a producirse.

Me van a permitir, pues, que si es este el debate, empiece por enunciar ante la Cámara las conclusiones más evidentes que, a mi juicio, podemos extraer del fallido atentado de Detroit. Son cinco.

En primer lugar, Detroit demuestra que la aviación civil sigue siendo un objetivo prioritario para los terroristas.

En segundo lugar, Detroit demuestra que es importante recoger datos, pero que lo es mucho más integrarlos y analizarlos.

En tercer lugar, Detroit demuestra que las filiales de Al Qaeda están en disposición de atentar fuera de lo que podríamos llamar su propio territorio. Así sucede con Al Qaeda de la Península Arábiga (presunta organización terrorista que está detrás del fallido atentado de Detroit) o Al Qaeda del Magreb islámico, que representa una amenaza para todos.

En cuarto lugar, Detroit nos recuerda la importancia de trabajar en los procesos de radicalización. La personalidad del presunto terrorista creo que es muy llamativa en relación con este tema.

Y, por último, Detroit nos reclama mirar con cuidado, con atención, a los Estados fallidos o a aquellos Estados que pudieran por sus circunstancias llegar a serlo.

La primera y la segunda conclusión —el peligro que sigue amenazando a la aviación civil y la necesidad de integrar la información de la que disponemos— nos llevan directamente al debate de esta tarde, o a los dos debates de esta tarde: sobre información y su uso y sobre los escáneres corporales.

Debo decir que no es un debate nuevo, ni tan siquiera es la primera vez que se debate en esta Cámara. Así, por ejemplo, en el debate del último informe del coordinador para la lucha antiterrorista, señor de Kerchove, aquí en esta Cámara el 26 de noviembre —un informe, por cierto, interesante y lúcido—, se habló, justamente, de la gestión de la información y se habló también de la protección de los datos personales, porque, en efecto, la información y el análisis de esa información son, como hemos tenido ocasión de debatir aquí esta tarde, piezas fundamentales de la lucha para prevenir y para perseguir el terrorismo.

Debemos identificar a los terroristas; debemos saber dónde pueden cometer el atentado, quién o quiénes les proporcionan armas; debemos conocer la infraestructura material en la que se apoyan; debemos conocer sus sistemas de comunicación; y todo ello a través de bases de datos y de fuentes especializadas. Para tener toda esta información disponible, tenemos que intercambiarla entre nosotros y tenemos que gestionar adecuadamente ese intercambio de información.

Es verdad —y me apresuro a decirlo— que algunos de los atentados que hemos sufrido en el pasado podrían haberse evitado si la información se hubiera puesto a disposición de quienes tenían la responsabilidad antiterrorista en tiempo y forma, dicho de otra manera, si la información se hubiera podido tratar de forma integral, de forma inteligente —si se me permite la expresión—, cosa que no siempre pasa. Y eso nos lleva al debate de la gestión de la información.

Para intercambiar información y para hacerlo adecuadamente, contamos en el marco de la Unión Europea con una estrategia que hemos aprobado recientemente —de hecho forma parte de las conclusiones del Consejo del pasado noviembre—, que, justamente, trata de poner a disposición de las fuerzas de seguridad y de los servicios de inteligencia los datos necesarios en aras de la utilidad y la eficacia en la lucha antiterrorista: los datos necesarios y solo esos, ninguno más, porque la abundancia de datos, a veces, camina en dirección justamente contraria a la de la eficacia en la utilización de los mismos.

Como se recoge en esa estrategia, se trata de que las decisiones sobre intercambio de información se tomen de forma coherente, profesional, eficaz, rentable, fiable y comprensible para el conjunto de los ciudadanos y para el conjunto de los profesionales que la utilizan. Una estrategia, se dice en ese documento, que debe tener en cuenta —como también se recoge en muchas de las declaraciones de esta Cámara— las necesidades de la lucha contra el terrorismo, así como, o al tiempo que, los derechos de las personas, el derecho a su privacidad, el derecho a la protección de sus datos personales, que hemos tratado esta tarde.

Como les decía al comienzo, otra de las consecuencias que podemos extraer del presunto atentado de Detroit es que los aviones comerciales siguen siendo un objetivo fundamental de los terroristas y es evidente que el presunto terrorista consiguió subir al avión con una cantidad suficiente de explosivo como para hacerlo estallar en el aire burlando todos nuestros sistemas de vigilancia, todos los sistemas o los dispositivos de seguridad de nuestros aeropuertos. O, dicho de otra forma, es evidente que tenemos que proceder a revisar esos dispositivos de seguridad porque han sido claramente insuficientes a la hora de evitar un atentado que, por suerte, no se produjo, como es el presunto atentado de Detroit.

En resumen, debemos continuar mejorando nuestros servicios de seguridad para tratar de evitar que los terroristas o presuntos terroristas suban a los aviones comerciales. Lo debemos hacer para impedir que alguien pueda embarcarse en un avión con armas, con explosivos o con precursores de esos explosivos. Y si no logramos ni lo uno ni lo otro, tenemos que proteger nuestros aviones para evitar que puedan sufrir percances en vuelo.

Y este, justamente, es el marco del debate en el que se inscribe el tema que preocupa a esta Cámara y también al Consejo, que es el de los escáneres corporales.

Como sus Señorías saben, sobre esta materia de seguridad aérea es la Comisión quien tiene la correspondiente competencia para fijar objetivos y para establecer reglas. En el Consejo informal y formal de Ministros de Transporte se discuten estas materias. Sin embargo, tengo que decirles que este tema, el de la seguridad aérea, fue objeto de discusión en el Consejo informal de Ministros que tuvo lugar hace algunas semanas en Toledo.

Y en este Consejo acordamos distintas cosas: en primer lugar, que es conveniente y necesario que exista una posición común en el marco de la Unión Europea sobre estos escáneres corporales y, en general, sobre todos los mecanismos de protección de nuestros aeropuertos; que carece de sentido que unos aeropuertos estén menos protegidos que otros porque esto, sencillamente, hace que todos, al final, estemos peor protegidos. Por tanto, nos gustaría que este sea un debate en el que haya un acuerdo, una posición común de la Unión Europea.

En segundo lugar, que es un tema difícil, delicado, en el que hay distintos aspectos que considerar: primero, evidentemente, conocer la eficacia de este tipo de escáneres a la hora de impedir que suban terroristas con explosivos o con precursores de explosivos a los aviones. El segundo es conocer y analizar a fondo la compatibilidad de estos escáneres con el derecho a la privacidad y a la intimidad de las personas, que preocupa al Consejo, a la Comisión y a esta Cámara. Y el tercero es conocer la relación que pudiera existir entre el uso de estos escáneres y la salud de quienes los atraviesan para subir a los aviones comerciales.

Sobre estos tres temas: sobre la eficacia, en concreto de los escáneres corporales, sobre su influencia en la salud y sobre su compatibilidad o no con los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos, está la Comisión trabajando en tres estudios que pondrá a disposición del Consejo y de esta Cámara próximamente.

Por esta razón, el Consejo informal de Toledo acordó esperar a que se disponga de estos elementos para llevar a cabo un debate en profundidad que nos permita obtener, conseguir, alcanzar una posición unánime sobre esta materia, lo que sería muy deseable.

En dicha posición, vamos a tener muy en cuenta la Resolución que este Parlamento aprobó el 23 de octubre del año 2008 en un debate que tuvo lugar sobre los escáneres corporales, en el que se habló justamente de la evaluación del impacto sobre los derechos, las consultas necesarias al Supervisor Europeo de Protección de Datos, las repercusiones para la salud y el impacto económico. Son consideraciones que también han de tenerse en cuenta en nuestro debate futuro.

Reitero mi agradecimiento a esta Cámara por la posibilidad de debatir estos temas y mi agradecimiento al Presidente por su flexibilidad con el tiempo.

 
  
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  Siim Kallas, miembro de la Comisión. – Señor Presidente, estamos aquí para presentar una visión combinada sobre determinados aspectos de la lucha contra el terrorismo. Mi prioridad como Comisario de Transportes es sin duda la seguridad de los pasajeros. Ésta es una prioridad básica de nuestra política de transporte común y resulta siempre de suma importancia.

La tentativa de atentado terrorista contra el vuelo 253 de Northwest Airlines a Detroit del 25 de diciembre ha confirmado de nuevo la realidad de la amenaza a la aviación civil. Me gustaría resaltar que las presentes normas de la UE sobre la seguridad de la aviación se pusieron en práctica correctamente el 25 de diciembre en el aeropuerto Schiphol de Ámsterdam.

El incidente manifestó, en primer lugar, el fracaso de los servicios de información, un fracaso en la práctica de «unir los puntos». La aviación sigue siendo un objetivo para los terroristas; no podemos ignorar este hecho. La seguridad de la aviación debe, por lo tanto, garantizarse por todos los medios apropiados, con total conformidad con los derechos fundamentales.

Todos, los pasajeros, los medios de comunicación y las partes interesadas en la aviación nos preguntan, con razón, si las disposiciones de seguridad actuales son suficientes o si tenemos que tomar más medidas. En ese sentido, las nuevas tecnologías de inspección, los «escáneres corporales», están siendo objeto de debate hoy en todas partes.

En cuanto al uso de escáneres corporales en los aeropuertos, los expertos de seguridad de la aviación opinan que la capacidad de detección de estas máquinas es mayor que la del equipo de inspección actual. Algunos piensan que son mucho mejores. Otros opinan que no es un avance tan notable, pero la magnitud del valor añadido de estas máquinas para la seguridad aeroportuaria y las consecuencias que tienen para la salud y la seguridad no están del todo claras hoy en día.

Como el Parlamento ya señaló anteriormente en 2008, el uso de tecnología de captura de imágenes corporales plantea una serie de cuestiones, en particular con relación a la privacidad, la protección de datos y la salud. Pretendo presentarles en abril un informe sobre la tecnología de captura de imágenes y su uso en los aeropuertos de la UE. Este informe abordará las cuestiones que se plantearon en la resolución de 2008 del Parlamento Europeo.

Tenemos que estudiar estas cuestiones en profundidad. También tenemos que decidir si estas preocupaciones se abordan mejor en un marco nacional o en uno europeo. En mi opinión, un marco de la UE sería mejor. Digo esto en función de nuestra experiencia en un enfoque común desde el 11 de septiembre y con vistas a la eficacia del mercado único para aviación. Un marco de la UE garantiza normas uniformes en relación con la seguridad y al respeto por los derechos individuales.

Por último, me gustaría subrayar que la seguridad aeroportuaria es un asunto mucho más amplio que la introducción de una nueva tecnología de inspección. Para luchar contra el terrorismo dirigido a la aviación civil precisamos una gran variedad de medidas combinadas y coordinadas: información, elaboración de perfiles, diferentes métodos de búsqueda y cooperación internacional. Como acaba de decir el ministro, los terroristas evolucionan. Tenemos que evolucionar también y los escáneres corporales son solo un elemento de esta variedad.

Estoy deseando escuchar sus opiniones. Gracias por su atención.

 
  
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  Cecilia Malmström, miembro de la Comisión. – Señor Presidente, este es el nuevo enfoque dual de la Comisión. Como se puso de manifiesto en el debate anterior, ahora que contamos con el Tratado de Lisboa el trabajo en la UE entra en una nueva fase. Estoy muy contenta y me siento honrada porque voy a trabajar junto con ustedes en la lucha contra el terrorismo y en otros asuntos relacionados con la seguridad. Lo haremos, por supuesto, respetando por completo el hecho de que son los Estados miembros los que tienen la responsabilidad final de todo el trabajo operacional y de inteligencia en este campo.

Recuerden —algunos de ustedes estuvieron en mi sesión hace algunas semanas— que prometí que realizaría una evaluación de todas las políticas antiterroristas. Como un primer paso, he solicitado a mi servicio que prepare una visión general y una valoración de todo lo que se ha conseguido hasta el momento. Ésa será la base sobre la que decidiré como seguir adelante. Tenemos que evaluar y comprender por completo lo que tenemos, sus efectos, lo que pueda faltar y lo que coincida a fin de ser capaces de proponer nuevas medidas y de pensar más las medidas. Estoy ansiosa por presentarles esta evaluación y por discutirla con ustedes.

Pero este balance no quiere decir que no sea plenamente consciente de que la amenaza del terrorismo no se ha reducido. Como han dicho mi colega, el señor Kallas, y la Presidencia del Consejo, sabemos que el terrorismo es aún una de las mayores amenazas para nuestros valores y nuestras democracias. El vuelo de Denver dejó evidencia de ello hace poco.

Disponemos de estadísticas de la Europol que revelan que en 2008 los Estados miembros de la UE informaron sobre un total de 515 atentados terroristas perpetrados con éxito o fallidos en Europa; 359 personas fueron juzgadas por terrorismo en un total de 187 procedimientos; el 50 % de estos estaba relacionado con Al Qaeda o con el terrorismo islámico y el 39 % con el terrorismo separatista, como las actividades de ETA en España. Somos conscientes asimismo de que en 2008 se produjeron trágicos acontecimientos y un horrible atentado en Bombay, que también iba dirigido a ciudadanos europeos y, entre ellos, a miembros de esta Cámara. Estos acontecimientos y las cifras de la Europol hablan por sí solos: el terrorismo todavía sigue ahí y es importante que no bajemos la guardia y nos aseguremos que se emplean todas las herramientas en la lucha contra el terrorismo, al mismo tiempo que se respetan, por supuesto, los derechos fundamentales.

Si miramos los instrumentos con lo que sí contamos hoy, tenemos la estrategia antiterrorista de la UE, desarrollada tras los atentados de Madrid y Londres. Esta estrategia pone de relieve el compromiso de la UE con la lucha contra el terrorismo en el mundo, al mismo tiempo que respeta los derechos humanos y que hace de Europa un lugar más seguro, que permite a sus ciudadanos vivir en un espacio de libertad, seguridad y justicia. Esto, naturalmente, es un compromiso que sigue vigente.

No puede haber libertad sin seguridad y no puede haber seguridad sin libertad. Por eso, el respeto de los derechos fundamentales en la lucha antiterrorista no solamente es un requisito en cualquier sociedad democrática, sino que también es una necesidad para asegurar que nuestras políticas siguen siendo creíbles, legítimas y sostenibles. Esta es la razón por la que la Comisión solo propondrá medidas que continúen siendo objeto del control de las leyes de la UE, en especial con respecto a los derechos fundamentales y a la evaluación exhaustiva del impacto, incluido el impacto sobre los datos personales y las personas.

El terrorismo es, como sabemos, un fenómeno mundial y por ello seguiremos entregados a la cooperación con nuestros aliados y socios y con organizaciones internacionales de todo el mundo.

En cuanto a la dimensión interna del combate contra el terrorismo y de su prevención, en nuestra estrategia antiterrorista contamos con algunos objetivos clave sobre cómo la Unión Europea puede contribuir a la lucha contra el terrorismo. Comparto por completo estos objetivos, en particular la necesidad de detener la radicalización violenta, proteger nuestra infraestructura crítica, apoyar a las víctimas, mejorar el intercambio de información entre autoridades nacionales y cooperar con todas las partes interesadas apropiadas. Tenemos que reaccionar ante las amenazas poco convencionales y mejorar la detección de amenazas. Tenemos que privar a los terroristas de sus recursos económicos e invertir más en investigación y en desarrollo tecnológico.

El desarrollo de estas políticas ha recibido, por supuesto, el respaldo de la Comisión Europea en cooperación con los Estados miembros. Durante el año pasado, la Comisión efectuó una importante contribución al acercamiento de los marcos jurídicos de los Estados miembros en este trabajo. Tenemos, por ejemplo, la orden europea de detención y entrega, que ha creado un entendimiento común en toda la Unión Europea de la delincuencia terrorista y ha facilitado procedimientos de extradición en los Estados miembros de la UE. También hemos acometido importantes actividades para contrarrestar el abuso terrorista de Internet centrándonos en las condiciones que conducen a la radicalización terrorista, lanzando un programa europeo para la protección de la infraestructura crítica y limitando el acceso de los terroristas a los medios que necesitan para cometer los atentados: financiación y explosivos.

El plan de acción de la UE para mejorar la seguridad de los explosivos prevé importantes medidas destinadas a ponérselo más difícil a los terroristas que quieran usar explosivos para un atentado. Yo propondría un marco legislativo para abordar los peligros asociados con los precursores que pueden usarse para fabricar dispositivos explosivos improvisados. Lo haré este año.

También disponemos del plan de acción QBRN propuesto por la Comisión el pasado junio y acordado por el Consejo. Este plan de acción se compone de 130 medidas. La Comisión ha destinado cien millones de euros que podrían ponerse a disposición desde sus programas financieros actuales para facilitar la puesta en práctica.

Estoy enteramente comprometida a asegurar que, en los próximos años, la Comisión continuará desarrollando su papel como intermediario y catalizador para la cooperación, las redes de expertos, el intercambio de mejores prácticas, puesta en común de recursos, la mejora de la investigación y el desarrollo de enfoques comunes para los desafíos transnacionales. También tendremos que revisar el modo en el que usamos nuestros recursos financieros. Eso se podría realizar a través de la creación de un fondo de seguridad interno, que está previsto en el Programa de Estocolmo.

A gran escala, el intercambio de información internacional relativo a la recopilación de datos y el almacenamiento de datos de miles de ciudadanos tiene que tener en cuenta —y esto se hizo muy patente en el último debate que celebramos— normas muy estrictas de protección de datos para prevenir el abuso y el mal uso de ellos. También tenemos que asegurarnos, como ha dicho el comisario Kallas, de que unimos los puntos de la manera adecuada. Junto con mi colega la señora Reding presentaré en un futuro próximo un régimen combinado de protección de datos que también cubrirá la cooperación policial y judicial.

Todo esto se tendrá en cuenta en la evaluación y se lo presentaremos en un breve periodo de tiempo bajo el amparo de la estrategia de seguridad interna.

Por último, permítanme que concluya subrayando que, a largo plazo, solo podremos triunfar en la lucha contra el terrorismo si seguimos siendo capaces de comunicar nuestros valores y de seguir respetando los derechos fundamentales. Tenemos que evitar que nuestras políticas se perciban como instrumentos ambiguos o con una doble moral. Solamente podemos defender una moral estricta y evitar la alienación de nuestras sociedades y de nuestra forma de vida si seguimos siendo fieles a los valores de democracia y Estado de Derecho.

 
  
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  Presidente. – Nos ha ofrecido una perspectiva muy esperanzadora. Quizás algún día, usted, el señor Kallas y señora Reding representen a la Comisión al mismo tiempo.

 
  
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  Manfred Weber, en nombre del Grupo del PPE.(DE) Señor Presidente, señor Rubalcaba, comisarios, me alegro de que no solo hablemos hoy de SWIFT y de escáneres corporales, sino que también mantengamos un debate general sobre la guerra contra el terrorismo, porque este es un tema que nos afecta a todos. Si miramos atrás, tenemos que decir que el terrorismo es una verdadera amenaza para los europeos. Estamos tomando medidas positivas y me gustaría extender mi agradecimiento a las autoridades públicas. Las personas responsables de la seguridad han hecho un buen trabajo en los últimos años. También me gustaría dar las gracias a nuestros socios.

Ahora tenemos que mirar hacia el futuro. ¿A qué nos enfrentaremos los próximos años? A este respecto, tengo tres peticiones o propuestas concretas. La primera atañe a la cooperación entre las autoridades de Europa. Cada documento viene con un encabezado que pone de relieve la importancia de colaborar y reforzar la cooperación. Son palabras bonitas, pero en la práctica no ha pasado nada. De nuevo, en Toledo no pasó nada en cuanto a la cooperación práctica. No hay una falta de acción —esto quedó claro en Detroit—, lo que nos falta es la cooperación entre las autoridades. Ahí radica el problema. Por lo tanto, me gustaría pedir en definitiva al Consejo que haga su trabajo en este campo, así como instar a la Comisión a que ponga sobre la mesa propuestas adecuadas.

El segundo asunto es que deberíamos investigar la legislación existente en cuanto a la recopilación de datos y datos de teléfonos móviles, por ejemplo, en caso de retención de datos. Por esta razón, cuentan con el respaldo del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-cristianos) para esta evaluación. Tras un intervalo de algunos años, es importante ponerlo a prueba.

En tercer lugar, acabamos de debatir acerca del SWIFT. Me gustaría preguntar a la Cámara por qué nuestra cooperación con los Estados Unidos tiene que organizarse de esta manera. Tiene que organizarse así porque nosotros, los europeos, no estamos en situación de evaluar los datos nosotros mismos. Por lo tanto, la cuestión es si tenemos la suficiente confianza en nosotros mismos como para evaluarlos nosotros. Este es otro pensamiento para el futuro.

 
  
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  Saïd El Khadraoui, en nombre del Grupo S&D.(NL) En el breve tiempo que se me ha asignado, quiero, en nombre del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo, explicar tres importantes condiciones básicas que consideramos esenciales para evaluar el asunto de la posible introducción de escáneres corporales, que no hace mucho tiempo se promocionaban como la cura milagrosa.

En primer lugar, tenemos que tomar un enfoque europeo coordinado y armonizado. Por lo tanto, tenemos que disponer de normas europeas o de lo contrario solo se traslada el problema de seguridad y se crea caos; el Presidente en ejercicio del Consejo ha hecho referencia a esto. Sin embargo, quiero señalar a la Presidencia española que una serie de miembros del Consejo han adoptado entretanto un enfoque en solitario, y le pido que lo denuncie de forma explícita.

En segundo lugar, necesitamos un enfoque global de la seguridad y la lucha antiterrorista y eso significa que tenemos que evitar sacar conclusiones apresuradas, que debemos acabar con la política de realizar anuncios, y también que tenemos que considerar la posible introducción de los escáneres corporales en el contexto más amplio de otras medidas existentes o potenciales y que es evidente que necesitamos también verla en el contexto de otros aspectos, como la salud pública y las implicaciones presupuestarias.

El tercer punto es que tenemos que dejar de dar la impresión de que los escáneres corporales garantizarán una seguridad del 100 %. Tendrán conocimiento, por ejemplo, de que este equipo es capaz de encontrar explosivos situados sobre el cuerpo, pero no en el cuerpo.

En conclusión, señor Presidente, me gustaría decir que, en consecuencia, respaldo también el enfoque de la Comisión de realizar pruebas antes de presentar una propuesta.

 
  
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  Gesine Meissner, en nombre del Grupo ALDE.(DE) Señor Presidente, el señor Rubalcaba ha dicho, con razón, que en la actualidad no disponemos de un sistema de seguro de viajes aéreos. Necesitamos más seguridad en este ámbito. Los acontecimientos de Detroit y Múnich han puesto de manifiesto que existen lagunas en la seguridad. Por esta razón, los escáneres corporales se están introduciendo con una prisa disparatada como si fueran una cura milagrosa. Ya se han instalado en los Estados Unidos, los Países Bajos y en otros países.

No obstante, esto plantea la cuestión de si los escáneres corporales harán en realidad que el viaje aéreo sea más seguro. Esta es una de las preguntas cruciales que tenemos que plantearnos. Hay, de hecho, toda una serie de preguntas relativas a los escáneres corporales. ¿Qué tipo de tecnología se está usando? ¿Qué tipo de radiación emiten? ¿Pueden ser perjudiciales para la salud? ¿Qué dejan ver: unos pocos puntos verdes o rojos o toda la persona que se está escaneando? Por último, ¿podemos asegurar que se están protegiendo los datos? Además, estos escáneres son caros. Si vamos a introducirlos, ¿quién los pagará?

Hay muchas preguntas que necesitan respuesta y estamos en el proceso de responderlas. Usted también quiere hacerlo y presentarnos una solución. Pase lo que pase, necesitamos una solución que abarque toda Europa. También tenemos que tener en cuenta Tel Aviv y la posibilidad de usar otro método. Tenemos que buscar a los que colocan las bombas y no las bombas. No podemos adoptar este método de modo sistemático porque implica discriminación, pero tenemos que investigar todas las posibilidades, al mismo tiempo que protegemos nuestros derechos fundamentales.

 
  
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  Judith Sargentini, en nombre del Grupo Verts/ALE.(NL) Hace algún tiempo, el Parlamento fijó los requisitos que deben cumplir los escáneres corporales en el caso de que se introdujeran. Estas especificaciones comprenden la privacidad, la protección de datos, la dignidad humana, la salud y la libertad de elección.

Hay tecnologías que sí cumplen todos estos requisitos, lo que significa que los rayos X, las radiografías y las imágenes de desnudos deben quedarse anticuados. Por ahí vamos mal por en este momento. En el aeropuerto de Heathrow de Londres este equipo se está usando sin libertad de elección. En Italia se están introduciendo nuevos equipos. El Ministro de Justicia holandés está solicitando que estos equipos se instalen en todos los aeropuertos de Europa, no solamente para vuelos a los Estados Unidos, sino para todos los vuelos.

Si simplemente continuamos manteniendo el mismo viejo debate sobre la tecnología, seguiremos sin hacernos las preguntas reales, las preguntas importantes: ¿resulta esto de ayuda? y ¿es esta la sociedad que queremos ver? Coincido con mi colega miembro del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo que está, por cierto, haciendo estas preguntas. Tenemos que pensar en qué tipo de Europa queremos vivir, ya que la seguridad total no existe.

 
  
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  Peter van Dalen, en nombre del Grupo ECR.(NL) La última generación de escáneres satisface los requisitos que el Parlamento ha fijado. El personal de seguridad ve imágenes de siluetas humanas con puntos que aparecen donde están los líquidos, las armas u otros elementos prohibidos que la persona pueda llevar. Si se ven estos puntos, se inspecciona al pasajero en cuestión por separado en el acto.

Además, los escáneres más modernos no perjudican a la salud. La radiación que emiten es menor que la de los teléfonos móviles. Es más, los escáneres son fáciles de utilizar. Las colas en la zona de seguridad serán más cortas, ya que son más los pasajeros que pueden pasar por el escáner cada hora. Por lo tanto, eso también supondrá una diferencia en el coste para los pasajeros de avión.

No obstante, señor Presidente, los últimos escáneres son herramientas de seguridad adicionales. La elaboración de perfiles y el intercambio de información también son muy necesarios. En lo que a mí respecta, podemos pasar a poner en práctica estas herramientas como herramientas adicionales con rapidez.

 
  
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  Rui Tavares, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (PT) Hace algunos días recibí un mensaje de correo electrónico de un cabildero que vendía escáneres corporales. Su mensaje de correo electrónico hablaba de la «era post-Detroit». Eso no me sorprende. Cada máquina cuesta 250 000 euros; se puede ganar una fortuna vendiendo escáneres corporales. Pero al leer el mensaje y pensar sobre esta era posterior a Detroit, después de un intento de atentado de un terrorista al que doblegaron otros pasajeros del avión, me pregunté si este atentado se merecía de veras el nombre de una era histórica.

No lo merecía, a no ser que se refiere a la era del puro descaro. No todo puede servir como excusa para aumentar los niveles de intrusión en las vidas privadas de las personas. Los ciudadanos europeos también tienen que saber que el Parlamento tiene una responsabilidad. Sí, es verdad que tenemos que investigar el terrorismo. Es cierto que la policía siempre necesita más datos, al igual que los aeropuertos, pero también es importante basar la investigación en presunciones claras, y el Consejo y la Comisión han hecho muchas presunciones. Siento decir que no son correctas.

La idea de que la amenaza terrorista no se ha reducido es debatible y debería debatirse aquí. La idea de que el terrorismo está evolucionando y de que nosotros deberíamos evolucionar también es cierta, pero lo primero es hacer bien nuestro trabajo, porque el atentado de Detroit, o mejor el intento de atentado, se podría haber evitado fácilmente. Ahora estamos debatiendo las bases de datos y las prácticas policiales del futuro.

Cuando descubran que los terroristas pueden ingerir los materiales para fabricar las bombas, ¿empezarán a hacer endoscopias en los aeropuertos? ¿Es así como queremos acabar? Llegará un momento en el que esta Cámara tenga que sentarse y discutir este asunto con detenimiento, con respeto por los derechos de los ciudadanos.

 
  
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  Rolandas Paksas, en nombre del Grupo EFD.(LT) El Parlamento Europeo debe esforzarse al máximo por garantizar que las agencias de inteligencia no usen la guerra contra el terrorismo como una justificación para la tortura, las cárceles secretas o incluso un golpe de Estado cuando encuentren resistencia ante sus métodos.

Señor Presidente, permítame que cite lo que el embajador británico en Uzbekistán, Craig Murray, declaró a la comisión temporal del Parlamento Europeo: «He visto muchas pruebas de tortura en Uzbekistán. He dado con un expediente de un detenido que murió durante el interrogatorio porque se le sometió a una asfixia simulada en agua hirviendo». Al prestar declaración, otro funcionario, Sir Michael Wood, afirmó: «la recepción de información adquirida bajo tortura no es ilegal de acuerdo con la Convención contra la tortura de las Naciones Unidas, siempre que no cometamos actos de tortura nosotros mismos».

¿Puede haber una mayor burla contra los derechos humanos?

Señor Presidente, apelo a usted para que vuelva a abrir la investigación parlamentaria y convoque de nuevo a la comisión provisional sobre la entrega extraordinaria y el encarcelamiento de los prisioneros de la CIA en Europa.

 
  
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  Philip Claeys (NI).(NL) Tenemos que tener cuidado para que el debate sobre el terrorismo no se reduzca a un debate acerca de escáneres corporales o protección de datos. Resulta notable que, en su declaración, el Consejo y la Comisión no mencionaran el islamismo islámico que aún es el caldo de cultivo y el semillero del terrorismo internacional. Puesto que ya no se nos permite ver la verdad, debido a la corrección política, todos los enfoques están abocados al fracaso incluso antes de que comiencen.

La Comisión y el Parlamento ponen énfasis en el respeto por los derechos humanos, algo que es bueno y necesario, pero el peligro radica en que nos perdemos en formalismos, y eso es lo que vimos en el debate acerca del programa de seguimiento de las finanzas de los terroristas. Algunas partes son culpables de suscitar una opinión pública contra cualquier enfoque posible para abordar el terrorismo y ese no es el modo en el que prestar servicio a los ciudadanos de Europa.

 
  
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  Werner Kuhn (PPE). (DE) Señor Presidente, señoras y caballeros, para el Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos), la lucha antiterrorista es el principal desafío del siglo XXI. Le estamos haciendo frente tanto a nivel técnico como parlamentario.

En la Comisión de Transportes y Turismo no solo hemos puesto en práctica reglamentos relativos a la prohibición de llevar líquidos en el equipaje de mano, sino que también estamos estudiando con detenimiento los escáneres corporales. Antes de nada, me gustaría decir una cosa: en la actualidad no tenemos una seguridad completa, como muchos de los oradores anteriores han puesto de relieve y no la tendremos en el futuro. No obstante, podemos desarrollar técnicas naturales que nos permitirán aproximarnos a una seguridad completa de forma asintomática.

Tenemos que tener en cuenta algunas reglas fundamentales, tanto dentro como fuera del Parlamento. Ya estamos de acuerdo todos los grupos en que se debería causarse el mínimo impacto posible sobre la salud de los pasajeros. Por lo tanto, es necesario que instalemos escáneres corporales avanzados que funcionen de acuerdo con un principio concreto. Por supuesto, es obvio que se deben proteger los derechos personales. Además, no debemos referirnos solamente a los escáneres corporales que escanean el cuerpo desnudo cuando demos ejemplos del tipo de inspección que se usará.

En la Comisión de Transporte y Turismo, hemos acordado con la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior que la Comisión nos presentará una propuesta de legislación sobre los escáneres corporales a finales de marzo o principios de abril, en cualquier caso, antes de las vacaciones de verano. Hay una serie de factores que deben tenerse en cuenta en este ámbito, como la cooperación coherente entre la Comisión de Transporte y Turismo, que está tomando el papel principal y la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior; la fiabilidad del equipo, la certificación europea y el establecimiento de las mismas condiciones en toda Europa, de modo que podamos asegurar que haya seguridad en este continente.

 
  
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  Claude Moraes (S&D). – Señor Presidente, ha dicho que aquí hay tres comisarios responsables. Nos alegra. Permítame que cite a la única de estos tres que no está aquí. La Comisaria Reding dijo la semana pasada que lo que sí sabemos es que los escáneres corporales pueden tener un potencial notable para invadir la privacidad, de modo que tenemos que considerar en profundidad su impacto.

Este es exactamente el tipo declaración que deberíamos hacer en esta fase temprana. Nosotros, los Socialistas y Demócratas, creemos que la tecnología puede combatir el terrorismo y la señora Malmström lo expresó como es debido en un marco jurídico potencial más amplio, sobre el que habló.

Esta es una lucha seria. Me han parado muchas veces en los aeropuertos. Si la tecnología puede hacer que pase con mayor rapidez de modo que no se me confunda con otra persona, entonces es algo fantástico, pero las numerosas personas a las que represento en mi distrito electoral y a las que se les trata mal en la zona de seguridad o se las señala, lo que desean es seguridad. La Comisión de Transportes nos dará eso en este enfoque bueno y conjunto, pero estas personas quieren que sus libertades civiles estén protegidas de los efectos del terrorismo de modo que no existan puntos débiles en ningún aeropuerto. Los Estados miembros que lo han iniciado sabrán que debería haber un enfoque paneuropeo, un enfoque eficaz y seguro.

 
  
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  Sarah Ludford (ALDE). – Señor Presidente, quiero hablar acerca del respeto del Estado de Derecho por parte de los servicios de información. Una decisión que el Tribunal de Apelación del Reino Unido ha tomado hoy ha desbaratado el conato de secreto del Gobierno británico. Ha confirmado, como dijo el Parlamento hace tres años, la espeluznante verdad: los servicios secretos del Reino Unido actuaron en secreto en la tortura de Binyan Mohamed, víctima de una operación de entrega y residente británico.

¿Qué piensa el Consejo de una infracción total del artículo 6 del Tratado UE y de la convención contra la tortura? En 2006, dirigí la delegación de miembros del Parlamento Europeo de nuestra comisión temporal sobre la entrega extraordinaria y la tortura de Londres. El entonces Ministro de Defensa del Reino Unido, Geoffrey Hoon, se pasó la mitad de la reunión arremetiendo contra mí solamente porque dije que estábamos indagando sobre la complicidad del Reino Unido. Me debe a mí, y lo que es más importante, les debe a los ciudadanos británicos y europeos, una disculpa.

Ahora tienen que suceder cuatro cosas en el Reino Unido: una indagación independiente y completa sobre la complicidad del Reino Unido en los abusos cometidos en la lucha antiterrorista durante los años en los que el Gobierno laborista del Reino Unido actuó como el perrito faldero de Bush; una investigación policial rápida y, si es necesario, enjuiciamientos por violación de la convención contra la tortura; la divulgación de las instrucciones que se dieron a los oficiales de los servicios de información del Reino Unido y si se les dijo que mantuvieran silencio ante la tortura; y una responsabilidad parlamentaria completa; con la que no contamos en el Reino Unido para los servicios de información.

 
  
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  Philip Bradbourn (ECR). – Señor Presidente, vuelvo al tema de los escáneres corporales. Soy de la opinión de que cualquier medida que aumente la seguridad de los viajeros debe ser bien recibida.

Sin embargo, también debe ser proporcionada y debe ofrecer a los viajeros inocentes —la gran mayoría— el respeto que merecen. Tras el intento de volar el avión en los Estados Unidos el día de Navidad, hemos visto lo que implica la reacción refleja de imponer cualquier medio posible para mejorar la seguridad. En algunos Estados miembros, en particular en el mío, el uso de estas máquinas es obligatorio y no hay alternativas como el cacheo disponibles —la táctica llamada «no scan, no fly» (sin escaneo no hay vuelo).

En esencia me opongo a esta política. En cuanto a la privacidad, tengo que decir que la decisión del Gobierno del Reino Unido de anular las leyes de protección infantil a fin de implantar el uso de los escáneres corporales es nada menos que un escándalo. Tenemos que considerar el hecho de que el día de Navidad —el asunto que ha vuelto a abrir este debate— la responsabilidad no se reducía a una escasa seguridad en los aeropuertos.

Algunos expertos ya han dicho que este tipo de escáneres no habría detectado los explosivos utilizados.

Por último, lamento tener que decir que ahora creo necesitamos un sistema adecuado de elaboración de perfiles de pasajeros.

 
  
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  Mario Borghezio (EFD).(IT) Señor Presidente, Señorías, el terrorismo está evolucionando continuamente y tenemos que estar al tanto del panorama en continuo cambio.

Es difícil identificar a los terroristas por separado y aquí estamos debatiendo sobre las leyes de privacidad y sobre si debemos tomar medidas más avanzadas tecnológicamente. Creo que, en lugar de eso, deberíamos estar más preocupados por determinadas sentencias del Tribunal de Justicia de Luxemburgo que abren una brecha en el frente unido de occidente contra el terrorismo o, para usar el nombre adecuado, el terrorismo islámico, y deberíamos tener mucho cuidado con la corrección política jurídica.

La corrección política jurídica no hace bien a nadie, no nos lleva a ningún sitio y nos debilita cuando tendríamos que estar presentando un frente muy fuerte, porque existe una amenaza persistente que es aún más grave ahora que resulta tan difícil identificar a los terroristas. Ya hemos hablado bastante de los escáneres corporales. Pueden llegar a cualquier lugar: mañana por la mañana podrían estar en el avión que estamos a punto de coger.

Si Europa persiste en garantizar en exceso las libertades civiles, abriremos una brecha muy peligrosa en la seguridad interna de nuestras naciones y eso es lo que debería preocupar al comisario. En cambio, le encuentro excesivamente general y cobarde, puesto que no llama al terrorismo islámico y al peligro que representa por su nombre.

 
  
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  Martin Ehrenhauser (NI).(DE) Señor Presidente, 1 200 personas murieron en todo el mundo como resultado de los ataques terroristas de 2000. Ocho años más tarde, en 2008, la cifra ascendió a 16 000 personas. En comparación, 6 000 personas mueren de SIDA cada día.

¿Qué nos dicen estas cifras? En primer lugar, que el terrorismo crea una histeria que provoca que los derechos de los ciudadanos se limiten de una forma poco razonable, como en el caso de los escáneres corporales o del actual acuerdo sobre SWIFT. En segundo lugar, la guerra contra el terrorismo ha fracasado. Solo ha conseguido que el problema sea mayor. En cuanto al tema de la cooperación entre los servicios de seguridad y la Unión Europea, me gustaría decir que el Parlamento Europeo necesita con urgencia derechos democráticos de control en este ámbito, como es la norma en todos los Estados miembros democráticos. Además, me gustaría recomendar a la Comisión que apoye la instalación de la interfaz de usuario normalizada común. Tenemos que avanzar con el desarrollo de la interfaz y la Comisión debe financiarla.

 
  
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  Teresa Jiménez-Becerril Barrio (PPE). – Señor Presidente, en un tema tan grave como es el terrorismo no deberíamos esperar a los acontecimientos para actuar. Deberíamos anticiparnos a éstos, pero no lo hacemos. Y, por desgracia, avanzamos a golpe de atentado, como el fallido atentado de Detroit, que nos obliga hoy a tomar decisiones que garanticen la seguridad del transporte aéreo.

Decidir sobre los escáneres corporales en los aeropuertos es una responsabilidad que no podemos eludir, señoras y señores. No podemos seguir esperando, porque los terroristas no esperan.

Por ello la Comisión debe, cuanto antes, garantizar que se preservarán la dignidad y la pivacidad de las personas y que no habrá efectos negativos sobre la salud.

Garantizado esto, tenemos que adoptar decisiones para toda la Unión Europea. Y a aquellos que temen que se violen los derechos fundamentales les diré que no existe un derecho más elevado que el derecho a vivir, y quienes amamos la libertad por encima de todo necesitamos vivir seguros para sentirnos verdaderamente libres.

 
  
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  Juan Fernando López Aguilar (S&D).(ES) Señor Presidente, el terrorismo es una amenaza global y hacerle frente es una responsabilidad compartida. Y también en esto el Tratado de Lisboa sienta las bases para que por fin pueda construirse una política antiterrorista común en la Unión Europea.

Por eso me gustaría, en amplia coincidencia con lo que he escuchado de la Presidencia del Consejo, señalar algunos de los ingredientes que tienen que dar cimiento a esa política común.

El primero es el refuerzo de la información compartida, sobre todo en los esfuerzos para evitar los atentados terroristas y en la investigación de los mecanismos de financiación.

El segundo, aplicar todos los avances científicos y tecnológicos a la lucha antiterrorista, de forma proporcional con los derechos fundamentales de las personas.

En tercer lugar, actuar con países terceros, especialmente en Afganistán, en Pakistán y en el Cuerno de África.

En cuarto lugar, en el debate sobre la seguridad aérea, conseguir que los avances tecnológicos, los body scanners, sean compatibles con la salud humana, con la privacidad, pero, sobre todo, que no afecten a la transitabilidad de los aeropuertos y a la comodidad de los pasajeros.

Pero hay tres elementos institucionales: el primero es el COSI, el Comité de Seguridad Interior; el segundo es la declaración antiterrorista del último Consejo Informal de Ministros del Interior (JAI) de la Unión Europea en Toledo; y el tercero es el espacio transatlántico de seguridad, que debe construir una cooperación muy sólida con los Estados Unidos en esta amenaza también compartida.

 
  
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  Charles Goerens (ALDE).(FR) Señor Presidente, uno de los medios para prevenir el terrorismo es la información. Aún así, la información tiene que circular. ¿De veras es ese el caso hoy? No hay nada menos cierto. ¿Mantienen los servicios de información estadounidenses a sus homólogos europeos al día? En todo caso, en lo que respecta al presunto terrorista arrestado en el vuelo de Ámsterdam a Detroit, aún queda lugar para las dudas.

Aparte de este incidente, se plantea la cuestión de saber si, de un modo general, el sistema para intercambiar datos relacionados con la lucha antiterrorista cumple el principio de la reciprocidad. Se necesita con urgencia un organismo parlamentario de supervisión.

De hecho, no hay necesidad de pedir a nuestro Parlamento que respalde la transferencia de más y más datos personales de nuestros ciudadanos si, por el contrario, las autoridades de los Estados Unidos privan a nuestros servicios de de datos esenciales relacionados con la lucha antiterrorista. Esto comprende la creación de una comisión parlamentaria de supervisión en el Parlamento Europeo.

 
  
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  Mara Bizzotto (EFD). (IT) Señor Presidente, Señorías, tengo que admitir que cuando hablamos sobre la lucha contra el terrorismo solamente en términos de información y tecnología, tengo siempre la impresión de que no estamos llegando al fondo de las cosas, como si quisiésemos curar una enfermedad concentrándonos solamente en sus síntomas y no en sus causas.

¿Acaso no ha llegado el momento de afrontar el problema del terrorismo centrándonos en lo primordial en lugar de limitándonos a los efectos externos? Afrontar lo primordial implica, por ejemplo, darse cuenta de que el terrorismo es también una manifestación directa de la incapacidad o de la falta de voluntad de los grupos étnicos por integrarse en el tejido de la sociedad en Europa.

Me pregunto y le pregunto al Parlamento: ¿queremos un debate sobre el terrorismo? ¿Tiene el Parlamento el coraje para hacer frente a un debate político sincero sobre la integración de los musulmanes en Europa y su disposición para compartir los valores, derechos y libertades occidentales? Con este fin, he presentado una pregunta a la Comisión sobre el burka para incitar a esta Cámara a afrontar el tema abiertamente. Parece que nadie está dispuesto a tratar el tema.

Me pregunto y les pregunto, Señorías de todos los grupos políticos: si el foro político que representa a los ciudadanos de Europa no puede expresar una opinión sobre estos temas ¿sobre qué puede opinar?

 
  
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  Diane Dodds (NI). – Señor Presidente, como representante de Irlanda del Norte, conozco demasiado bien el terrible impacto que el terrorismo tiene en civiles inocentes: el asesinato y el caos que vivieron las personas que hacían la compara el sábado en Shankhill Road, en Belfast; jóvenes y mayores asesinados al estallar una bomba en un acto de recuerdo de los caídos en las guerras mundiales en Enniskillen; actos llevados a cabo en nombre del republicanismo irlandés. Estamos hablando aquí de cooperación entre las fuerzas de seguridad. Desde la experiencia de Irlanda del Norte, podemos ver que su aportación impidió que mucha gente perdiera la vida, sobre eso no tengo dudas. Tenemos que apoyar a nuestras fuerzas de seguridad suministrando el equipo que necesitan para prevenir el terrorismo.

Los que hoy han enfrentado la seguridad con la libertad de elección y la protección de datos tienen que pensar en su postura. Créanme, el terrorismo destruye vidas y despedaza comunidades. He oído incluso en esta Cámara hoy que el terrorismo es histeria. ¡Eso es una tontería redomada! Créanme, cuando una persona armada trata de quitar una vida, es una realidad fría y letal; algo de lo que saben mucho mis electores.

 
  
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  Carlos Coelho (PPE). – (PT) Señor Presidente, creo que todos estamos de acuerdo en la necesidad de proteger bienes y personas y en asegurar la seguridad del transporte público. Hay inquietudes legítimas relacionadas con los escáneres corporales. Espero que tres de ellas se resuelvan en los estudios que la Comisión está llevando a cabo. Les pido que los concluyan pronto y que los envíen al Parlamento. En primer lugar, ¿es necesario y eficaz? En segundo lugar, ¿es o no es perjudicial para la salud? En tercer lugar, ¿viola o no la privacidad y la dignidad de los individuos?

Pero también existen otras inquietudes. Al principio nos dijeron que serían opcionales. Los ciudadanos podrían elegir entre someterse a los escáneres o al viejo sistema de una inspección personal. Parece, sin embargo, que determinados Estados miembros están aplicando el principio «no check, no fly» (sin inspección, no hay vuelo) como obligatorio.

Me gustaría felicitar a la Comisaria Malmström por la valoración exhaustiva que va a discutir con el Parlamento y me gustaría destacar que tenemos la responsabilidad de encontrar soluciones que promuevan la seguridad sin comprometer los derechos de las personas.

 
  
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  Nathalie Griesbeck (ALDE).(FR) Señor Presidente, todos queremos combatir el terrorismo y la amenaza que representa para las democracias; hay, creo, acuerdo en este punto en nuestro Parlamento. A pesar de que la máxima que dice que quien está listo para sacrificar un poco de libertad por un poco de seguridad acaba perdiendo ambas me parece excesiva, estoy convencida de que debemos hacer todo lo posible por encontrar un equilibrio entre libertad y seguridad, porque ese es el fundamento de la democracia y porque, sin este equilibrio, los terroristas habrán ganado al conseguir aterrorizarnos a todos.

Quiero hacer dos preguntas acerca de los escáneres corporales. En cuanto a la seguridad, ¿permiten estos escáneres garantizar de verdad las condiciones de seguridad hoy en día? En cuanto a la libertad, como miembro de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior me pregunto si no es un riesgo para la seguridad y, por supuesto, un riesgo relativo a la violación de la privacidad personal y, por lo tanto, de los derechos fundamentales y con respecto al uso de estas imágenes. Permítannos esperar con determinación el trabajo de la Comisión para que podamos progresar y para que podamos hacerlo como la Unión Europea, todos juntos, a fin de asegurar nuestra seguridad en un espacio democrático europeo.

 
  
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  Presidente. – Debido a la falta de tiempo, no puedo permitir más intervenciones por el procedimiento de tarjeta azul o de solicitud incidental de uso de la palabra.

 
  
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  Gerard Batten (EFD). – Señor Presidente, el terrorismo se define como el uso de la violencia y la intimidación para lograr fines políticos.

Los que valoramos la paz, la libertad y la democracia deberíamos estar preocupados por el terrorismo porque funciona. El Sinn Féin/IRA ahora ostenta cargos en el Gobierno de Irlanda del norte. Pusieron bombas, dispararon y asesinaron para abrirse el camino hasta las urnas.

¿Qué mejores ejemplos de terrorismo de éxito que los del comunismo en Rusia, Europa Oriental y Asia?

China aún está aterrorizada por el Partido Comunista chino tras 61 años de poder. No hay mejor ejemplo de terrorismo de éxito que ese.

La Comisión Europea que este Parlamento votó ayer contiene comunistas, antiguos miembros de regímenes comunistas brutales de Europa Oriental, y viajeros. Y, por supuesto, el Presidente de la Comisión Europea, el señor Barroso, es un antiguo maoísta. No hay duda de que los futuros terroristas encontrarán todo esto muy alentador.

 
  
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  Carlo Fidanza (PPE). (IT) Señor Presidente, Señorías, la seguridad de nuestras sociedades es un valor innegociable que debemos perseguir con determinación.

Resulta obvio que unas inspecciones más eficaces en las puertas de seguridad deben acompañarse de un mayor grado de cooperación entre los sistemas de información y el uso de instrumentos de alta tecnología. Los ministros europeos han hecho bien en no dejarse arrastrar por una marea de emoción y concentrarse en cambio en el modo de acometer la coordinación de esta tarea.

Algunos gobiernos han comenzado de forma legítima a probar los escáneres corporales en rutas más delicadas. Para no acabar con un espacio europeo que aplique normas que distintas, sin embargo, tenemos que obtener resultados de los estudios en curso tan pronto como sea posible. Por supuesto, tenemos que defender los derechos personales, pero sin alimentar los miedos de los ciudadanos.

Hablemos de salud, reafirmémonos en el principio de la precaución, pidamos confirmación sobre los posibles daños causados por la exposición a ondas de radio o rayos X, pero dejemos de lamentarnos por una invasión de la privacidad solo por unas pocas imágenes borrosas de cuerpos sin cara que se borran de inmediato, como si el GPS, los teléfonos móviles o las cámaras de TV no hubieran formado parte de nuestras vidas durante años.

Hasta que se hayan aniquilado los centros internacionales del terrorismo, tenemos que aprender a vivir con estos sacrificios, dando a los ciudadanos respuestas convincentes y soluciones eficaces con una sola limitación: la integridad física del individuo.

 
  
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  Presidente. – Señorías, hemos llegado al procedimiento de solicitud incidental de la palabra. Estos son los nombres que pronunciaré. Simplemente cerraré el micrófono cuando pase un minuto, no usaré el mazo, no rogaré y no quiero que se me malinterprete.

Llamaré a los oradores en el orden que me consta:

señor Zasada;

señor Iacolino;

señor Matula;

señor Leichtfried;

señor Enciu;

señora Flašíková Beňová;

señor Tannock;

señor Ernst;

señora Rivasi; y

señor Mölzer.

Un minuto cada uno y ya está. Mis disculpas a los demás.

 
  
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  Artur Zasada (PPE).(PL) Señor Presidente, en vista del debate de hoy, el uso de escáneres corporales en los aeropuertos aún deja muchas preguntas por responder. La seguridad de los viajeros es, por supuesto, primordial, pero no deberíamos olvidar la necesidad de un sentido de la proporción en los métodos de protección que se usan. La utilización de este tipo de equipo aún deja una serie de preguntas sin respuesta. ¿Cómo afectan los escáneres a la salud de los pasajeros? ¿Cómo se garantizará la protección de las imágenes de las personas que pasan por ellos? ¿No es mejor endurecer las normas del sistema existente que gastar miles de millones de euros en equipos, cuando se sabe que los equipos no detectan explosivos escondidos dentro del cuerpo humano? Deberíamos estar en contra de la instalación obligatoria de escáneres en los aeropuertos europeos hasta que tengamos las respuestas a estas preguntas.

Por último, me gustaría hacer un comentario: tengo la impresión de que hemos encontrado una solución y ahora que estamos buscando un problema que pueda resolver. Es posible que los escáneres sean una solución, pero desde luego no solucionan el problema de la seguridad en los aeropuertos.

 
  
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  Salvatore Iacolino (PPE).(IT) Señor Presidente, Señorías, en esencia quería declarar lo siguiente: no hay ningún problema tan grave como que no se vele de forma apropiada por el respeto de los derechos personales y de la protección de la privacidad.

Si hace unas semanas aprobamos la resolución del Programa de Estocolmo en este mismo Parlamento, fue porque conseguimos un equilibrio entre diferentes necesidades: en primer lugar, la de la libertad individual, en segundo lugar, la de la privacidad y, en tercer lugar, la de la seguridad.

Si hoy estamos preocupados por asegurar que la Unión Europea se hace cargo de este problema común, ya que los Estados miembros han seguido adelante, probablemente sea porque es posible que un desafío significativo, como el de la protección de los puntos de cruce, además de otros asuntos, no se cumpla necesariamente en la práctica.

Por eso, pido a la Presidencia española y a los comisarios que cooperen unos con los otros basándose en una cooperación reforzada y una cultura de la información.

 
  
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  Iosif Matula (PPE).(RO) Me gustaría aclarar desde el principio de mi discurso que en este debate no solo estamos confirmando la existencia del riesgo de terrorismo, sino que también estamos subrayando la necesidad de estar un paso por delante en la lucha contra este fenómeno.

No obstante, el debate sobre la instalación de escáneres corporales en los aeropuertos de todos los Estados miembros de la Unión Europea tiene más repercusiones. La eficacia de esta medida es debatible debido al hecho de que esta tecnología no puede detectar sustancias que se han ingerido o que son explosivas en su forma en polvo. Sin embargo, también nos plantea el problema de la seguridad en cuanto a la salud de los pasajeros, en especial de aquellos que pasan con frecuencia por estos dispositivos de inspección.

No podemos ignorar el asunto de los derechos fundamentales de los ciudadanos, el derecho a la privacidad y la dignidad, siempre y cuando los escáneres ofrezcan una imagen detallada del cuerpo humano. En mi opinión, es necesario llevar a cabo estudios independientes para determinar no solo la seguridad de la tecnología que se usa, sino también la eficacia...

(El Presidente interrumpe al orador)

 
  
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  Jörg Leichtfried (S&D).(DE) Señor Presidente, el único principio que se aplica a la seguridad de los viajes aéreos es que la responsabilidad europea está aumentando constantemente. Los Estados miembros ya no puede hacer lo que quieran por separado. Esto se aplica en especial a los escáneres corporales. Tenemos el principio de seguridad integral, lo que significa que o existen reglamentos europeos para los escáneres corporales o no existen reglamentos ni escáneres corporales. De lo contrario contaremos con el principio de que cada uno haga lo que quiera y nadie haga lo que debería, pero que todo el mundo haga algo.

Si se va introducir una medida de este tipo, tenemos que discutir quién la pagará y cómo se financiará, porque tanto los escáneres de líquidos como los corporales cuestan mucho dinero. Da la casualidad de que soy ponente en este ámbito y me encantaría ver que el Consejo empieza a mover este asunto progresivamente, ya que es importante establecer en principio que la seguridad pública es un asunto público y debe financiarse, al menos en parte, con fondos públicos.

 
  
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  Ioan Enciu (S&D).(RO) Me gustaría llamar la atención de la Comisión, el Consejo y mis colegas sobre los efectos secundarios y el mayor riesgo de que surjan condiciones cancerígenas y mutaciones genéticas tras la exposición repetida a radiación gamma, X y T.

Los efectos y los riesgos de la radiación X son bien conocidos en medicina, en la que no se recomienda la exposición repetida a este tipo de radiación. Los ciudadanos son menos conscientes sobre los efectos de la radiación teraherzio. Aparte del hecho de que los escáneres de rayos T pueden generar imágenes tridimensionales precisas del cuerpo humano, lo que contraviene el derecho de la persona a la privacidad, la exposición repetida a este tipo de radiación puede causar lesiones en las cadenas de ADN y causar la aparición de anomalías genéticas más adelante.

Me gustaría destacar que los riesgos y la angustia a la que podríamos estar expuestos si los escáneres corporales se usaran a gran escala, junto con la incertidumbre sobre su eficacia, no justifican una solución de este tipo…

(El Presidente interrumpe al orador)

 
  
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  Monika Flašíková Beňová (S&D). (SK) El terrorismo no tiene valores, ni tampoco tiene un significado más profundo. La única ambición del terrorismo es la muerte, la muerte de civiles al menor coste posible. Esta es quizá la historia de distintos terroristas suicidas. Es también triste en cuanto a esta ambición que el terrorismo nos haya llevado a introducir diversas medidas orientadas a proteger a la población civil usando métodos que, de alguna manera, restringen los derechos de la población civil.

Por lo tanto, sería muy bueno que esta sesión plenaria aprobara los escáneres en algún momento y si pudiéramos comenzar a pensar en aprobar la legislación y en armonizar el ámbito de la justicia y de los asuntos internos, porque la aprobación de nuevas medidas tecnológicas será lo único que nos ayudará de verdad en la lucha contra el terrorismo.

 
  
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  Charles Tannock (ECR). – Señor Presidente, el reciente anuncio del Primer Ministro Brown sobre el uso obligatorio de los escáneres corporales con tecnología de retrodispersión de rayos X en los aeropuertos británicos es un escándalo, bajo mi punto de vista.

Ésta es la primera vez que se está obligando a las personas, incluidos niños y mujeres embarazadas, a someterse a radiación ionizante y, de hecho, se que esta se usa extensamente en personas sanas por razones ajenas a la medicina.

Los rayos X suaves de baja intensidad se absorben más que los rayos cósmicos de alta energía que se reciben al volar y, por ello, son más peligrosos, no menos, para la piel y los tejidos blandos. Es más, los rayos X que se usan para el diagnóstico médico dan al usuario, el paciente, la posibilidad de que haya un blindaje de plomo que proteja sus gónadas para reducir la dosis total que causa daños de ADN y mutaciones genéticas futuras, lo que no es posible tampoco con estos dispositivos.

Como médico y asiduo pasajero de avión, rechazo con rotundidad esta medida draconiana por razones de seguridad, por no mencionar las razones de privacidad e ineficacia, y espero que la UE rehúse estas medidas obligatorias en toda Europa. En cambio, me gustaría argüir que deberíamos incorporar la elaboración de perfiles al estilo israelí.

 
  
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  Cornelia Ernst (GUE/NGL).(DE) Señor Presidente, resulta del todo indiscutible que los escáneres corporales representan con claridad una invasión de la privacidad, una grave invasión. Tenemos que hacernos dos preguntas. La primera tiene que ver con la medida en la que esta respuesta es proporcionada y puede ayudar de verdad a lograr el objetivo de combatir el terrorismo. En la actualidad, no tenemos ninguna respuesta clara a esta pregunta. Por eso respaldo lo que la señora Malmström ha dicho sobre la necesidad de una evaluación de todos los tipos de escáneres. Me gustaría ver esta valoración finalizada antes de que hagamos nada más.

La segunda pregunta tiene que ver con los riesgos para la seguridad. Todos los que estamos en esta habitación y también los miembros que están en otro sitio tendrán que pasar por escáneres corporales varias veces cada semana. Me gustaría saber hasta qué punto perjudicará mi salud. No se han llevado a cabo valoraciones reales a este respecto. Me gustaría dejar claro que no estoy lista para exponerme a los escáneres corporales hasta que se efectúen estas valoraciones. Por lo tanto, exijo respuestas claras y no reacciones apresuradas.

 
  
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  Michèle Rivasi (Verts/ALE).(FR) Señor Presidente, me gustaría aclarar la relación entre el escáner, la salud y el terrorismo. ¿Qué dice el Comité Interinstitucional de Seguridad Radiológica, que reúne a la Comisión Europea, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y la Agencia para la Energía Nuclear? Dice que las mujeres embarazadas y los niños no deben someterse a escáneres corporales, ni siquiera en exposiciones muy pequeñas.

De hecho, deberíamos ser conscientes de que la exposición frecuente a bajas dosis de radiación pueden provocar cáncer y malformaciones. Por lo tanto, mi pregunta se refiere a la justificación de los riesgos. Dado que existen tecnologías alternativas que permiten lograr los mismos objetivos, es realmente necesario justificar estos escáneres en relación con el objetivo en cuestión y debemos saber...

(El Presidente interrumpe a la oradora)

 
  
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  Andreas Mölzer (NI).(DE) Señor Presidente, no debemos olvidar que la información errónea y las malas decisiones que ha tomado el servicio secreto estadounidense han hecho posible que ocurran actos de terrorismo internacional. Y pesar de esto, la utilidad de las diversas medidas antiterroristas nunca se ha puesto en duda. Por el contrario, a cada ataque le siguen más restricciones de los derechos y libertades civiles. El Parlamento Europeo sólo ahora se está dando cuenta de que los ciudadanos de la UE están siendo obligados a desnudarse literal y económicamente ante los Estados Unidos. El ciudadano transparente se está convirtiendo cada vez más una realidad y todo esto se basa en datos e información de los servicios secretos cuya función y fiabilidad han llegado a ser muy polémicas, sobre todo desde las guerras de Afganistán e Irak.

Además de las dudas sobre los beneficios, la viabilidad y la compatibilidad de los escáneres corporales con los derechos personales, parece muy poco probable que estos aparatos desvíen a los islamistas radicales de sus intenciones terroristas. Debemos tomar medidas coherentes para luchar contra el terrorismo islamista, pero debemos poner fin a que los ciudadanos de la UE constantemente...

(El Presidente interrumpe al orador)

 
  
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  Alfredo Pérez Rubalcaba, Presidente en ejercicio del Consejo. − (ES) Señor Presidente, he escuchado con atención las intervenciones de todos los Grupos y de todos los diputados en relación con este tema. Creo que ha sido un conjunto de exposiciones enormemente interesante, que agradezco.

Quisiera resaltar, como hice en mi primera intervención, que no soy en absoluto partidario de llevar a cabo debates sobre una materia tan compleja y tan sensible como es la lucha antiterrorista después de los atentados o de los presuntos atentados.

Es evidente que tenemos que examinar estos atentados o estos presuntos atentados para saber qué falló en nuestros sistemas de seguridad, pero no lo es menos que, como se ha señalado reiteradamente esta tarde aquí, la política antiterrorista tiene que ser una política meditada, sosegada, bien estudiada, que se aplique proporcionalmente.

Si adoptamos medidas que acaban socavando nuestros principios, estamos, probablemente, cometiendo un gran error. Por eso, hay que analizar, por ejemplo, lo que pasó en Detroit, para tratar de evitar los errores, pero no debemos actuar compulsivamente detrás de cada atentado, porque esto nos llevaría, probablemente, a adoptar medidas que, en algunos casos, sencillamente, no tendrían sentido.

Europa cuenta con una estrategia en política antiterrorista. Tenemos una buena estrategia para combatir el terrorismo en la Unión Europea. Una estrategia que en los últimos años ha demostrado su eficacia: no hay más que repasar las distintas actuaciones de las fuerzas de seguridad en los distintos países y comprobar hasta qué punto esas actuaciones nacen, en muchas ocasiones, de la aplicación de esa estrategia común de la que nos hemos dotado desde hace ya algunos años.

Tenemos una figura, un coordinador de política antiterrorista, cuyos discursos son discursos interesantes. Una vez más recomiendo que se estudie a fondo el último que realizó en esta Cámara, porque creo que es un excelente discurso que demuestra hasta qué punto tenemos una estrategia, una estrategia que, en los últimos tiempos estamos tratando de concretar en materia de prevención, mientras que, en los primeros años de aplicación de la misma, nos concentramos mucho más en la persecución.

Es verdad que lo más importante ante el terrorismo es prevenirlo: es evitar atentados. Y por eso estamos concentrando nuestros esfuerzos comunes —repito— en la prevención. Y por eso nos preocupan temas como la radicalización, que yo he mencionado en mi intervención y también lo ha hecho la Comisaria. Nos preocupa analizar el conjunto de las políticas que en cada uno de los países estamos llevando a cabo para evitar estos procesos de radicalización, que, ciertamente, están en la base de una buena parte de los atentados terroristas que hemos sufrido en los últimos años.

Nos preocupa también el correcto intercambio de información. Aquí se ha señalado en varias ocasiones: lo importante no es transmitir toda la información que uno tiene, lo importante es transmitir la información relevante para aquel que la va a recibir. Esa es la información que hay que transmitir. No se trata de atiborrarnos de información. Se trata, justamente, de tener mecanismos de gestión de esa información que haga ese intercambio especialmente eficaz.

Y en los últimos tiempos estamos mejorando mucho en la Unión Europea también en esta materia. Nos hemos dotado de una estrategia cuya puesta en marcha va a permitir, por ejemplo, que nuestros sistemas de intercambio de información funcionen mejor; y, cuando hablo de intercambio de información, estoy pensando en Europol, estoy pensando en Eurojust, estoy pensando en el funcionamiento del COSI, al que se han referido en este Parlamento algunos de sus miembros, estoy pensando, en última instancia, en intercambiar información y hacerlo cada vez más eficazmente.

Y, por último, es verdad que la polémica de los escáneres corporales está encima de la mesa, y, creo, como he dicho en la primera intervención y como han dicho también el Comisario y la Comisaria, que se trata de un tema que tenemos que abordar y lo ideal sería que encontráramos una formulación europea común compartida. Es verdad que, si no la encontramos, cada país va a poder establecer sus propias políticas y, probablemente, aunque la encontráramos, podría haber países que, en el marco del Derecho propio, pudieran establecer sus propias políticas. Pero qué duda cabe de que una posición común sobre esta materia nos ayudaría extraordinariamente.

Y para adoptar esa posición, y de acuerdo con lo que decía al principio de esta intervención, es bueno hacer un debate sosegado y pausado, compuesto por tres elementos que están siendo estudiados por la Comisión en este momento: en primer lugar, la eficacia de estos escáneres (si lo son o no lo son; cuáles son los límites de estos escáneres y si valen o no valen para aquello que queremos que valgan); en segundo lugar, su compatibilidad o no con los derechos fundamentales, las libertades individuales; y, en tercer lugar, su compatibilidad o no con la salud de aquellos que van a pasar a través de los mismos.

Creo que son los tres temas que tenemos que estudiar. Una vez que tengamos los informes encima de la mesa, adoptaremos una posición común que pienso que es necesaria.

Señor Presidente, agradezco una vez más las intervenciones que ha habido en esta Cámara que considero de extraordinaria utilidad para los trabajos del Consejo.

 
  
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  Sarah Ludford (ALDE).(EN) Señor Presidente, he formulado una pregunta directa al Consejo y me gustaría recibir una respuesta. He preguntado qué opina el Consejo del grave incumplimiento del artículo 6 —la cláusula de los derechos fundamentales— del Tratado UE en vista de la sentencia del Tribunal de Apelación del Reino Unido que confirma que el Reino Unido fue culpable...

(El Presidente interrumpe a la oradora)

 
  
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  Siim Kallas, miembro de la Comisión. – (EN) Señor Presidente, Señorías, muchas gracias por sus contribuciones, pero debo decir que hoy no tenemos una propuesta para introducir aparatos nuevos de forma obligatoria en todos los Estados miembros y todos los aeropuertos. No es éste el caso. Simplemente nos encontramos en un proceso de cuidadoso examen de estas nuevas tecnologías y acudiremos a ustedes a partir de abril, tras elaborar un informe sustancial que examine todos los aspectos de estas nuevas tecnologías.

Yo mismo albergo algunas dudas, especialmente respecto a la eficacia y, como alguien ha dicho aquí, la proporcionalidad de utilizar esta nueva tecnología, pero no deberíamos rechazar rotundamente las nuevas tecnologías. El terrorismo evoluciona y nosotros también debemos aprovechar todos los avances tecnológicos para defender a nuestros ciudadanos y pasajeros. Así que no demonicemos las nuevas tecnologías. Nosotros, junto con mis colegas las señoras Malmström y Reding, propondremos un enfoque europeo común con todos los requisitos necesarios en relación con todas las cuestiones y aspectos tecnológicos, jurídicos y de derechos fundamentales y privacidad. Por supuesto, propondremos algún enfoque europeo común, un enfoque sobre el cual creo que existe consenso y que se prefiere aquí y, a mi entender, también en muchos Estados miembros.

Así que esto es lo que haremos en un futuro próximo. Volveremos con un informe y entonces continuaremos este debate. Créanme, no estamos conspirando acerca de introducir inmediatamente algún tipo de aparatos nuevos; no existe ninguna solución tecnológica que esté totalmente a prueba de balas o que garantice la seguridad totalmente y la seguridad de la aviación es una esfera especialmente compleja donde necesitamos una gran variedad de medidas conjuntas y también una cooperación internacional muy sólida.

Así que, una vez que se elabore este informe, vendremos con propuestas concretas y propondremos definitivamente un enfoque europeo común acerca de cuáles podrían ser las normas y los requisitos si los Estados miembros optaran por la introducción o el uso de nuevas tecnologías de control.

 
  
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  Cecilia Malmström, miembro de la Comisión. – (EN) Señor Presidente, este es sin duda un debate de suma importancia. Las medidas antiterroristas representan un instrumento importante para luchar contra el terrorismo. En la Unión Europea ya hemos vivido experiencias dolorosas de los efectos del terrorismo y sabemos la amenaza que este representa, no solamente para las personas sino también para las sociedades, la democracia y nuestros valores fundamentales.

Los Estados miembros, desde luego, tienen la responsabilidad operativa y la responsabilidad de su inteligencia, pero estoy convencida de que podemos hacer mucho más a nivel europeo para coordinar y ajustar los instrumentos de los que disponemos. Por eso he solicitado a mis servicios que, muy rápidamente, lleven a cabo un análisis de las políticas, el marco y los instrumentos que ya tenemos, para poder valorar qué se puede mejorar y cómo podemos utilizarlos de una forma más inteligente. Estoy de acuerdo con algunos diputados que se han referido a esta idea. Pero también estoy convencida de que Europol, Eurojust y las autoridades de los Estados miembros pueden trabajar mucho mejor y de una manera mucho más coordinada. Ciertamente existen medidas para hacerlo así.

Acontecimientos como el sucedido en Detroit son importantes, puesto que sirven como señal de alarma, alertándonos de que el terrorismo todavía está presente y todavía es una amenaza importante. A los políticos se nos exige y presiona para que actuemos con rapidez, para que introduzcamos mejoras y protejamos a los ciudadanos inmediatamente. Esto es totalmente natural. Tenemos la responsabilidad de proteger la seguridad, pero también de actuar tras analizar, evaluar y debatir la situación con minuciosidad a fin de proponer medidas adecuadas y proporcionales, como también han dicho el Comisario Kallas y el Consejo. Así lo haremos. También tenemos que prestar mucha atención al respeto por los derechos fundamentales.

Así es como trabajará esta Comisión. Volveremos a ustedes con propuestas más detalladas cuando se haya llevado a cabo esta evaluación y seguiremos debatiendo con ustedes. Muchas gracias por un debate importante y muy interesante.

 
  
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  Presidente. – El debate queda cerrado.

 
  
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  Inés Ayala Sender (S&D).(ES) Señor Presidente, antes de terminar, es un punto de orden simplemente para expresar mi sorpresa, porque cuando ha aparecido el «catch the eye» yo he levantado la mano pensando que empezaba entonces y usted ya tenía una lista completa. Simplemente, me gustaría que homogeneizásemos los criterios por los cuales se plantea el «catch the eye» para que todos podamos intervenir. Porque, justo en el momento que parecía que había todavía otros colegas hablando usted ya nos ha hablado de una lista completa.

Por lo tanto, quería simplemente manifestar mi sorpresa y pedir que en otra ocasión sepamos todos qué es lo que hay que hacer para poder intervenir.

 
  
 

(El Presidente explicó el procedimiento de solicitud incidental de la palabra y por qué no había concedido la palabra a la oradora)

Declaraciones por escrito (artículo 149 del Reglamento)

 
  
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  Elena Oana Antonescu (PPE), por escrito. – (RO) El terrorismo sigue siendo una amenaza de alto nivel en la Unión Europea. Por eso todos los Estados miembros han aumentado sus esfuerzos por mejorar los instrumentos utilizados para prevenirlo y combatirlo. La adopción del Tratado de Lisboa ofrece la oportunidad de responder con mucha más eficacia en todos los ámbitos relacionados, directa o indirectamente, con la lucha contra el terrorismo. El uso de escáneres corporales es una cuestión delicada. Creo que existen factores importantes que deben ser examinados detenidamente antes de tomar una decisión sobre este asunto: la efectividad de los escáneres, el respeto por el derecho a la privacidad, el impacto financiero de utilizarlos dado que su compra tiene un coste especialmente elevado y, sobre todo, la manera en que el uso de estos aparatos afecta a la salud de quienes se someten a estas pruebas de control. La Comisión Europea deberá presentar tres estudios sobre el uso y las consecuencias de los escáneres corporales. Por este motivo, creo que es importante que esperemos a las conclusiones de los expertos y las analicemos atentamente y solo entonces tomemos una decisión sobre una posición común acerca de este asunto.

 
  
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  John Attard-Montalto (S&D), por escrito.(EN) Cuando surge la cuestión de las medidas antiterroristas, el debate siempre se centra en cómo afectan a las libertades civiles. Siempre he defendido que esto es una cuestión de prioridades. Es una cuestión de si los pasajeros están preparados para sacrificar su molestia por su seguridad. Los grupos de libertades civiles tienen el deber de sopesar todas las nuevas medidas que se recomiendan. Quienes proponen nuevas medidas como los escáneres corporales tienen el deber de demostrar su necesidad. Aunque las soluciones normalmente se basan en el término medio, en este caso concreto, quizás no sea posible un término medio. Es obvio que los procedimientos actuales, en particular, los cacheos, no bastan. Se ha establecido que los escáneres corporales son más eficaces. El problema es que pueden atentar contra la dignidad de los pasajeros. Por lo tanto, este es el problema que hay que solucionar. Existen muchas posibilidades.

Por ejemplo, distintos escáneres corporales para distintos géneros que estén controlados por personal del mismo género.

 
  
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  Vilija Blinkevičiūtė (S&D), por escrito.(LT) Garantizar la seguridad contra el terrorismo durante el vuelo es sin duda algo esencial, pero debemos determinar qué consecuencias tienen las medidas creadas para garantizar esta seguridad en nuestra salud, derechos y libertades fundamentales, privacidad y dignidad. El uso de escáneres corporales, como una de las posibles soluciones técnicas, es un tema muy serio, en cuanto al uso de nuevas tecnologías para la seguridad de los ciudadanos, y, por tanto, espero que la Comisión presente finalmente una evaluación del impacto de los escáneres corporales para la salud y los derechos y libertades fundamentales de la población. Me gustaría dirigir su atención a que, al usar nuevas medidas técnicas, que pretenden lograr un alto nivel de seguridad en los aeropuertos, también es muy importante establecer límites entre los derechos humanos y la seguridad, ya que esas medidas no solo tienen que ver con la protección de los ciudadanos, sino con el impacto en sus derechos y libertades. La Comisión todavía tiene que presentar un informe de la evaluación del impacto, que confirme que precisamente los escáneres corporales garantizarán la protección eficaz de las personas que viajen en avión y, por lo tanto, todavía hay dudas con respecto a si estas medidas técnicas de seguridad serán realmente seguras, eficaces y acertadas. Así que, una vez que hayamos evaluado la situación actual, podremos continuar nuestra labor en esta cuestión delicada.

 
  
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  Nessa Childers (S&D), por escrito.(EN) El Parlamento Europeo no puede dar su consentimiento a la introducción de escáneres corporales, que son básicamente un tipo de rayos X, antes de que las autoridades europeas aborden las inquietudes existentes acerca de la salud y la privacidad en torno a dichos escáneres. Soy consciente de que las personas que vuelan con frecuencia están preocupadas y a mí me preocupa que otros pasajeros, como mujeres embarazadas y niños, tengan que pasar por el control de escáneres corporales. También preocupa considerablemente la naturaleza intrusiva de estas imágenes y debemos asegurarnos de que se protege la privacidad de los ciudadanos europeos antes de que accedamos a la distribución generalizada de estos aparatos caros y que requieren mucho tiempo. Dado que las autoridades americanas han admitido que fue un error de sus agencias de seguridad más que de la tecnología aeroportuaria lo que provocó el reciente pánico terrorista de Detroit, creo que, antes de que invirtamos en esta tecnología polémica, se deberían explorar diversos métodos menos costosos, como el aumento de la inteligencia, distintos métodos de cacheo y mayor cooperación internacional. El padre fundador americano Benjamin Franklin una vez dijo que «Aquel que anteponga la seguridad a la libertad no merece ninguna de las dos» y creo que Europa haría bien en tener en cuenta este consejo durante los próximos meses.

 
  
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  Proinsias De Rossa (S&D), por escrito.(EN) La Federación Internacional de Periodistas, que representa a 600 000 periodistas en 125 países, ha instado a las autoridades israelíes a revocar la orden de deportación del periodista Jared Malsin que fue deportado porque sus informes sobre la situación en la Ribera Occidental y Gaza eran críticos con el Gobierno israelí. Han condenado su deportación como una violación intolerable de la libertad de prensa. Además, trece organizaciones israelíes de derechos humanos han protestado a la Knesset israelí y al Primer Ministro Netanyahu en relación a la campaña cada vez más sistemática contra las organizaciones de derechos humanos en Israel. Se ha denunciado que Israel ahora pide que la Unión Europea deje de prestar asistencia financiera a las organizaciones de derechos humanos que operan en Israel y el territorio palestino ocupado. Deseo pedirle, señor Presidente, que contacte con el Primer Ministro Netanyahu para dejar claro que la UE se basa en el respeto por el derecho a la libertad expresión, el derecho a criticar al propio gobierno, el derecho a la libertad de prensa y el derecho a la protesta pacífica, como principio fundamental de un Estado democrático. También se le debe recordar al Primer Ministro Netanyahu que los acuerdos de comercio de la UE exigen a quienes mantienen relaciones comerciales con nosotros que respeten esos derechos.

 
  
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  Christine De Veyrac (PPE), por escrito. – (FR) Casi diez años después del 11 de septiembre, la amenaza terrorista todavía está presente y los aviones son uno de los instrumentos preferidos por los terroristas para atacar a nuestros países. Debemos encontrar la forma de proteger a nuestros ciudadanos e impedir que se conviertan en víctimas de actos terroristas. Es posible que los escáneres corporales sean una forma de reforzar la seguridad en los aeropuertos y a bordo de un avión. Sin embargo, antes de tomar una decisión debemos asegurarnos de que estos aparatos no infringen las libertades individuales y que no son perjudiciales para la salud de los viajeros ni del personal aeroportuario. Espero con gran interés el estudio que presentará la Comisión Europea sobre este tema en marzo. Al tratar todos los distintos aspectos relativos a su uso, este informe debería hacer posible que los escáneres se certificaran en toda Europa, para garantizar la protección de las libertades civiles y la salud al mismo tiempo que se mejora la seguridad. A fin de que todos los ciudadanos se beneficien de la misma protección, espero que, una vez que la Comisión Europea presente este estudio, animemos a los Estados miembros a llegar a un acuerdo sobre este asunto.

 
  
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  Kinga Gál (PPE) , por escrito. – (HU) Señor Presidente, Señorías, el conjunto de medidas de seguridad utilizado en los aeropuertos internacionales se amplía constantemente, puesto que la seguridad de la aviación —nuestra seguridad— afronta cada vez más retos. Al mismo tiempo, varios elementos de medidas ya adoptadas, planificadas o probadas para mejorar la seguridad de la aviación ya superan los requisitos de seguridad estrictamente aeronáuticos o de aviación. Por eso deberían investigarse estas cuestiones en su contexto general. La seguridad representa un factor clave en nuestras vidas, es el más importante. No obstante, solo nos sentimos seguros cuando las medidas de seguridad no restringen nuestros derechos de manera desproporcionada, no infringen nuestros derechos personales y, en algunos casos, no perjudican a nuestra salud y cuando las medidas adoptadas para garantizar nuestra seguridad, en su conjunto, no son desproporcionadas, no pueden burlarse y tienen un nivel adecuado de eficacia. Necesitamos que aparatos como los escáneres corporales, los cuales ofrecen vigilancia del tráfico de pasajeros, se utilicen partiendo del consentimiento voluntario, teniendo en cuenta, entre otras cosas, a los pasajeros que tienen implantes médicos (marcapasos electrónicos o implantes metálicos), no sean perjudiciales para la salud, los niños, las mujeres embarazadas o los viajeros asiduos y, por último, no graben imágenes y se utilicen solamente para advertir de forma adecuada en el caso de riesgo. Por lo tanto, cualquier debate sobre la introducción de escáneres solo será útil cuando se haya llevado a cabo una evaluación minuciosa del impacto de las condiciones nombradas anteriormente. Solamente nos parecerá aceptable el uso de aparatos que se atengan a estos requisitos.

 
  
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  Jim Higgins (PPE), por escrito. – (EN) No podemos esperar a que suceda otra catástrofe antes de adoptar medidas para proteger a los pasajeros aéreos. La autoridad aeroportuaria de Dublín ha presentado un contrato, por valor de hasta dos millones de euros, para la instalación de escáneres corporales en el aeropuerto de Dublín. Dicha autoridad dice que, si el Departamento de Transporte da el visto bueno, lo cual parece muy probable, y estos equipos resultan eficaces, los escáneres podrían aplicarse también en los aeropuertos de Cork y Shannon. Pero al Comisario Europeo de Protección de Datos le preocupa que toda iniciativa de las autoridades irlandesas de introducir escáneres se someta a la consideración adecuada y sopese las necesidades de seguridad con los derechos individuales a la privacidad. El aeropuerto de Manchester, donde se está poniendo a prueba uno de los escáneres, insiste en que las imágenes en blanco y negro no son pornográficas ni eróticas y las revisa un solo agente situado en un lugar alejado tras lo cual se eliminan inmediatamente. Los escáneres corporales no son infalibles, pero son la mejor tecnología disponible en la actualidad y es necesario que utilicemos los instrumentos que tenemos a nuestro alcance a fin de reducir la amenaza terrorista. Necesitamos un enfoque paneuropeo de la cuestión de los escáneres porque es preciso que la seguridad aeroportuaria sea uniforme. Espero con impaciencia la conclusión del informe de la Comisión sobre el impacto de los escáneres corporales.

 
  
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  Danuta Jazłowiecka (PPE), por escrito. – (PL) Señorías, escuchando el debate de hoy, uno podría tener la impresión de que el principal problema que actualmente afrontan los países europeos es si aumentar el uso de los escáneres corporales en los aeropuertos o limitar las posibilidades de su introducción. Sin embargo, me parece que esa no es una comprensión correcta de este asunto. Desde mi punto de vista, tampoco es muy importante el problema de garantizar la protección de los derechos humanos. La cuestión fundamental que deberíamos preguntarnos es si los nuevos métodos e instrumentos propuestos por los servicios especiales se utilizarán con eficacia. Si renunciamos a parte de nuestra libertad en favor de la seguridad, ¿realmente estará garantizada nuestra seguridad? La información que recibimos al respecto nos hace muy escépticos. Si los servicios adecuados ni siquiera son capaces de garantizar el control eficaz de pasaportes y si no pueden utilizar la información que poseen —lo cual queda claramente demostrado por el incidente con el vuelo de Detroit— ¿qué garantía tenemos de que los nuevos instrumentos puedan utilizarse con eficacia? La historia nos enseña que en situaciones de crisis, los servicios especiales desean optar por el camino más sencillo. Exigen nuevos poderes, más dinero y mejores instrumentos, aunque no sean capaces de utilizar al máximo las posibilidades que ya tienen. Alguien debería defender el sentido común y el escepticismo sano y me parece que el Parlamento Europeo no tiene un papel insignificante que representar en este sentido.

 
  
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  Elżbieta Katarzyna Łukacijewska (PPE), por escrito. – (PL) Los acontecimientos de los últimos años nos han obligado a buscar nuevas soluciones que garanticen la mayor seguridad posible para los viajeros. La amenaza terrorista ha hecho que accedamos más fácilmente a la restricción de nuestra propia libertad. Espero que antes de que se tome una decisión sobre la introducción general de escáneres corporales en los aeropuertos, se analice detenidamente su eficacia y seguridad, así como los costes en los que se incurrirá. No deseamos que se repita lo que ocurrió con la introducción masiva de vacunas contra la gripe A1/H1N1, cuando los gobiernos, en un ataque de pánico, compraron reservas de vacunas a un alto precio sin recibir una garantía de su seguridad por parte de los fabricantes y ahora esas reservas siguen sin utilizarse. Quizás resultaría más eficaz utilizar las soluciones desarrolladas por los israelíes, donde se da más importancia a la observación del comportamiento de los pasajeros y la comprobación exhaustiva de quienes levantan más sospechas y no de todo el mundo. Este sistema ha demostrado su eficacia durante muchos años.

 
  
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  Petru Constantin Luhan (PPE), por escrito.(RO) Es nuestro deber como diputados al Parlamento tomar parte en resolver los problemas que plantea el tema de los escáneres corporales con respecto a la lucha contra el terrorismo y los derechos civiles y personales de los europeos.

Estoy totalmente de acuerdo con hallar soluciones viables para aumentar la seguridad de nuestros ciudadanos. Sin embargo, tenemos la obligación de garantizar la protección de todos los derechos de nuestros ciudadanos en toda la Unión Europea. Esto implica el derecho a la privacidad y el derecho fundamental a la dignidad personal, que debe sopesarse con el concepto de seguridad de los aparatos aeroportuarios. La pregunta que surge en este contexto es si estos escáneres corporales representan la solución más viable para resolver los problemas de seguridad en los aeropuertos.

Creo que Europa debe decir SÍ a encontrar soluciones para luchar contra el terrorismo y la delincuencia organizada y NO a infringir el derecho a la privacidad y la dignidad personal, que es un principio básico de la democracia.

 
  
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  Ioan Mircea Paşcu (S&D), por escrito.(EN) Cada vez que un terrorista. Real o presunto, sube a un avión, burlando la vigilancia de nuestros valientes guardias de seguridad y sus maravillosos aparatos, se perjudica a millones de pasajeros durante muchos años. Los terroristas del atentado del 11 de septiembre han tenido éxito más allá de lo imaginable: ¡consiguieron cambiar nuestras vidas —para mal— para siempre! Nosotros, en Europa Oriental, quisimos deshacernos de nuestro «Gran Hermano» y a cambio conseguimos la variante «occidental», más sofisticada pero no menos espeluznante. Muchos «guardias de seguridad» no se comportan correctamente, se creen que están por encima de la ley, mirando a todos los pasajeros como sospechosos, tomándose la libertad de inspeccionar cada bulto de equipaje sin ninguna explicación y, por supuesto, se disculpan cuando su «sospecha» resulta ser infundada. Y cuando te atreves a protestar, se ríen en tu cara. Estarán de acuerdo en que esto es un abuso. Así que ya es hora de que la Comisión examine la actividad de estas empresas e imponga algunas normas de comportamiento hacia la gran cantidad de ciudadanos honestos. Después de todo, tenemos una Carta de los Derechos Fundamentales que todo europeo debe respetar por igual, incluidas aquellas personas encargadas de la seguridad en nuestros aeropuertos.

 
  
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  Joanna Senyszyn (S&D), por escrito. (PL) Para luchar contra el terrorismo con eficacia, es necesario que coordinemos las medidas, incluidas las normas de la UE respecto a los escáneres. Los principios que aceptamos deben incluir la protección de los derechos básicos y los datos personales, así como algo no menos importante, la salud de los ciudadanos. Se debe adoptar una decisión sobre el uso obligatorio de los equipos de escáner. No tiene ningún sentido hablar sobre ello si los escáneres van a ser voluntarios. Puesto que es difícil suponer que los terroristas accedan a pasar las pruebas de escáner. Desde luego, una cuestión muy importante es la seguridad de los escáneres para la salud. Existe una división de opiniones al respecto, desde la opinión de la Oficina de Seguridad Nuclear de la República Checa, que demuestra que los equipos de escáner emiten radiación que es perjudicial para la salud humana, a la opinión de la Dirección Central de Aviación Civil de Francia, que considera que los equipos son totalmente seguros. Es fundamental realizar más pruebas para demostrar qué tipos de escáner son seguros para la salud y todos los posibles efectos secundarios de su utilización. La Comisión Europea debería coordinar la investigación con la plena cooperación de los Estados miembros. Los escáneres utilizados deben tener un certificado de seguridad que permita su uso en todos los Estados miembros. De este modo, evitaremos que los distintos Estados miembros dupliquen los costes de investigación y nos aseguraremos de que la salud de los ciudadanos está protegida por igual en cada Estado miembro.

 
  
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  Joanna Katarzyna Skrzydlewska (PPE), por escrito. – (PL) Señor Presidente, en algunos aeropuertos europeos se ha introducido un nuevo método de cachear a pasajeros. Junto con las formas actuales de seguridad, se han puesto en uso escáneres de cuerpo completo. La mayoría de los pasajeros de avión están decididamente en contra de esta medida, ya que la consideran una infracción de los derechos humanos fundamentales, incluido el derecho a la intimidad y la protección de la dignidad personal. Además, y esto es muy importante, esta reticencia se ve aumentada por el desconocimiento de las consecuencias que tienen estos escáneres para la salud de las personas que pasan por ellos.

No existen reglamentos claros acerca del almacenaje y la protección de los datos recogidos mediante estas pruebas de escáner. También se argumenta que los escáneres están muy lejos de ser tan sumamente eficaces como afirman sus fabricantes. Uno desearía que su eficacia no fuera similar a la de las vacunas contra la gripe porcina, que, en el análisis final, solamente eran efectivas a la hora de aumentar los ingresos de los intereses farmacéuticos. Teniendo en cuenta todas estas dudas justificadas, creo que la Comisión Europea debería especificar los principios para la protección de los derechos de los pasajeros, que, al mismo tiempo, garantizan su seguridad.

 
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