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Procedimiento : 2010/2050(INI)
Ciclo de vida en sesión
Ciclos relativos a los documentos :

Textos presentados :

A7-0037/2011

Debates :

PV 09/03/2011 - 14
CRE 09/03/2011 - 14

Votaciones :

PV 10/03/2011 - 9.3
CRE 10/03/2011 - 9.3
Explicaciones de voto
Explicaciones de voto

Textos aprobados :

P7_TA(2011)0096

Acta literal de los debates
Jueves 10 de marzo de 2011 - Estrasburgo Edición DO

10. Explicaciones de voto
Vídeo de las intervenciones
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  Presidente. – Pasamos ahora a las explicaciones de voto.

 
  
  

Explicaciones orales de voto

 
  
  

Propuesta de resolución B7-0191/2011

 
  
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  Monika Flašíková Beňová (S&D). (SK) Señora Presidenta, he votado a favor de la resolución presentada conjuntamente por el Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo principalmente porque poco ha cambiado en cuanto a la importancia y actualidad de la resolución, aunque se han producido ciertos cambios en Hungría entre la redacción de la resolución y la votación de hoy al respecto.

En primer lugar, desearía subrayar nuestra decepción por el hecho de que la Comisión decidiese desde el principio centrarse solo en tres esferas en relación con la controvertida Ley de Medios de Comunicación húngara. Insistimos en que, después de que el Gobierno y el Parlamento de Hungría hubieran abordado estas tres esferas de una manera relativamente aceptable, la Comisión debería haber continuado supervisando de cerca la conformidad de la Ley de Medios de Comunicación húngara con la legislación europea ―concretamente, la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea en particular―.

También nos gustaría hacer un llamamiento a las autoridades húngaras para que, en futuras enmiendas a la ley, permitan una mayor participación de las partes interesadas, incluida la sociedad civil, porque esa es la única manera en que se puede elaborar una ley en un país verdaderamente democrático. De este modo, las contribuciones y recomendaciones sin duda serán estimulantes, ya sean nuestras ―del Parlamento Europeo, la Comisión o la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa― o del Comisario para los Derechos Humanos del Consejo de Europa.

 
  
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  Hannu Takkula (ALDE).(FI) Señora Presidenta, sin duda todos los que en esta Cámara aprueban los principios de la Unión Europea creen que la libertad de los medios de comunicación es muy importante. Esta libertad, por supuesto, implica responsabilidad. No obstante, he votado en contra de esta propuesta.

La información que he recibido con respecto a este asunto y que ha circulado por aquí muestra que la Comisión formuló sus peticiones a Hungría, dicho país respondió a ellas y enmendó sus leyes de medios de comunicación en consecuencia. A mi juicio, eso debería haber bastado. A este respecto, opino que esto no debería convertirse de este modo en un asunto político, en el que la izquierda al parecer se opone a la derecha, o cualquiera que sea la situación: deben aplicarse las mismas normas a todo el mundo en esta materia. Si la Comisión ha aceptado esta enmienda realizada por Hungría, entonces yo también la acepto. En mi opinión, esta es una cuestión de principios básicos y, por tanto, me temo que he votado en contra de este informe elaborado por mi propio Grupo, o su idea, porque creo que lo que Hungría ha hecho es exactamente lo que la Comisión le pidió que hiciera.

 
  
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  Daniel Hannan (ECR). – Señora Presidenta, antes de pronunciarnos sobre la libertad de los medios de comunicación en Hungría, podríamos estar dispuestos a mirar lo que hacemos como Parlamento.

Puede que nos guste pensar en los cientos de miles de euros que damos en subvenciones públicas a la Unión Europea de Periodistas; puede que nos guste pensar en las decenas de miles de euros que gastamos cada semana en los vuelos de los ponentes locales, en particular, con destino Bruselas y Estrasburgo para entretenerlos; y puede que nos guste pensar en la manera en que docenas de corresponsales acreditados en Bruselas están percibiendo ingresos complementarios como asesores sobre asuntos relacionados con los medios de comunicación o como directores o redactores en publicaciones gratuitas financiadas por la UE.

Si yo fuera húngaro, tendría preguntas serias que formular no solo sobre la Ley de Medios de Comunicación, sino sobre las tendencias autocráticas que poco a poco está siguiendo el Gobierno; pero no soy húngaro, no es asunto mío.

Sin embargo, sí soy diputado de esta Cámara y creo que la manera en que empleamos el dinero de los contribuyentes de este modo manifiestamente propagandista es algo que debería ofender nuestros principios básicos de decencia, justicia y democracia. Deberíamos sacarnos la gran viga de nuestro propio ojo, antes de empezar a preocuparnos por la paja en el ojo de Hungría.

 
  
  

Propuesta de resolución RC-B7-0169/2011

 
  
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  Lara Comi (PPE).(IT) Señora Presidenta, Señorías, he votado a favor de esta importante resolución. Es esencial que la Unión Europea dedique todos los esfuerzos que estén en su mano a poner fin a la situación de emergencia, en coordinación con el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, lo antes posible.

No obstante, expresar una clara condena, proponer una zona de exclusión aérea, imponer un embargo de armas y otras sanciones, proporcionar ayuda humanitaria, evacuar a los ciudadanos europeos y garantizar la asistencia a las poblaciones civiles afectadas son todas medidas posteriores que simplemente tratan de poner freno al desastre.

Sin embargo, la Unión Europea debe desempeñar un papel político más fuerte en la escena internacional y ser capaz de hacer frente a importantes retos. Después de afrontar la situación de emergencia, creo que deberíamos pararnos a reflexionar para ver cómo puede trabajar la UE en adelante para prevenir futuras situaciones en las que las democracias débiles se vengan abajo y se conviertan en desastres humanitarios.

 
  
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  Tunne Kelam (PPE). – Señora Presidenta, he votado, por supuesto, a favor de esta resolución. Sin embargo, considero urgente que el Consejo Europeo, que se reúne mañana, actúe tan pronto y tan decididamente como sea posible, en primer lugar, para establecer una zona de exclusión aérea sobre Libia para impedir a su Gobierno que siga asesinando a sus ciudadanos y, en segundo lugar, para entablar relaciones con el Consejo Nacional Provisional. Hemos añadido este llamamiento a nuestra resolución.

Sin embargo, en general, considero necesario hacer hincapié en un pasaje de la resolución: que los cambios revolucionarios en el Norte de África han dejado claro que la influencia positiva y la credibilidad a largo plazo de la UE en esta región dependerán de su capacidad para llevar a cabo una política exterior común cohesionada, basada en los valores y claramente alineada de parte de las nuevas fuerzas democráticas.

 
  
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  Pino Arlacchi (S&D). – Señora Presidenta, he votado a favor de la resolución. Me gustaría subrayar que la Asociación para la Democracia y la Prosperidad Compartida con los Países del Mediterráneo Meridional, recientemente iniciada por la Comisión, es un primer paso notable en la buena dirección.

La UE estuvo en gran medida ausente al comienzo de la crisis del norte de África y la transición a la democracia, pero ahora parece haber empezado a estar más activa y a ser más efectiva en esta esfera.

 
  
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  Mitro Repo (S&D).(FI) Señora Presidenta, el pueblo libio debe tener el derecho ante cualquier otra persona a decidir el futuro de su propio país. Puesto que las nociones de verdadera democracia y libertad provienen del pueblo, no se pueden imponer desde fuera.

La cumbre extraordinaria de mañana del Consejo Europeo debe alcanzar un acuerdo sobre el papel de la UE en la región. La UE debería hacer todo lo que pueda por apoyar la ola de democracia en el mundo árabe. No se debe perder el tiempo: tenemos que pasar de las palabras a los hechos. La UE debe ser coherente en su política y reconocer su responsabilidad en la zona ahora y a largo plazo. Si los ataques contra la población civil continúan, como parece ser el caso, la UE debe negociar un mandato y una acción de las Naciones Unidas para establecer una zona de exclusión aérea sobre Libia para evitar una catástrofe humana. También tenemos que dejar abierta la opción de una intervención militar en esta situación.

 
  
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  Adam Bielan (ECR).(PL) Señora Presidenta, estamos siendo testigos del fin de uno de los últimos regímenes prolongados de la historia de la posguerra. Sin embargo, Muammar el Gadafi no ha sido capaz de dimitir honorablemente, sino que, a fin de mantener su gobierno dictatorial, ha declarado la guerra a su propio pueblo. Al apuntar con sus pistolas a los ciudadanos, ha puesto en tela de juicio los cimientos sobre los que se asienta la civilización moderna. Ha cometido un crimen contra la humanidad. Por tanto, nos enfrentamos a la obligación de apoyar al pueblo libio en su lucha por la libertad, la democracia y los derechos humanos fundamentales.

Tenemos que tomar medidas en cooperación con las Naciones Unidas para restablecer la estabilidad en Libia y para castigar a los culpables de los crímenes, incluido el coronel Gadafi. Particularmente urgente es la necesidad de garantizar la ayuda humanitaria a los civiles y dar cobijo a los refugiados libios. Hace 25 años nada menos, la administración del Presidente Reagan intentó poner fin al Gobierno de Gadafi. Hoy, tenemos que adoptar todas las medidas que permite el derecho internacional para derrocarlo, así que apoyo la resolución del Parlamento.

 
  
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  Anneli Jäätteenmäki (ALDE).(FI) Señora Presidenta, he votado a favor de esta resolución, aunque creo que contiene ciertos rasgos preocupantes. En primer lugar, quiero decir que mi Grupo se ha reunido con representantes de las fuerzas opositoras libias esta semana y estas han dicho que no querían ninguna intervención armada por parte de Occidente. Esto lo han dejado bastante claro. Creo que la UE no debería ondear la bandera en este asunto, sino que debería actuar junto con las Naciones Unidas y los países árabes.

Pese a eso, esta resolución habla de intervención humanitaria, algo que, con demasiada frecuencia, lamentablemente significa intervención armada. El Parlamento está adoptando de hecho una posición a favor de la intervención, aunque lo haga utilizando una retórica que suene muy bien.

Mi otra preocupación tiene que ver con esta zona de exclusión aérea, que me temo dará lugar al bombardeo de Libia. Creo que esta debería ser una misión dirigida por las Naciones Unidas, con la actuación conjunta de todo el mundo árabe, África y la UE.

 
  
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  Daniel Hannan (ECR). – Señora Presidenta, quienes piden una intervención militar ―y una zona de exclusión aérea es, por supuesto, una forma de intervención militar, ya que requiere estar dispuesto a atacar aeronaves sobre el terreno― deberían recordar tres puntos. En primer lugar, como hemos oído, la oposición libia no quiere una intervención extranjera. Hay carteles colgados por toda la ciudad de Benghazi que así lo expresan. En segundo lugar, el régimen de Gadafi quiere la intervención extranjera: esta justificaría el argumento del dictador de que está defendiendo a su país frente a los invasores extranjeros. En tercer lugar, no podemos permitírnosla. El primer buque presente en la zona después de que empezase la crisis humanitaria era el HMS Cumberland de nuestro propio país, ¡que se encontraba en la zona porque iba camino del desguace! Asimismo, nuestra Marina todavía tiene más alcance que las de la mayoría de los demás Estados miembros.

Quizás hubiera algún argumento que justificara algún tipo de ataque directo contra el régimen de Gadafi en los años ochenta cuando estaba claramente implicado en el terrorismo internacional. Es asombroso que quienes ahora están pidiendo alguna forma de intervención no estuviesen a favor de este tipo de acción cuando habría sido justificable de conformidad con las normas del derecho internacional. Hay algo vergonzoso en el espectáculo que daban todos estos dirigentes europeos al adular a este régimen terrible, por el que se les caía la baba. Nos hemos buscado bastantes problemas con nuestras intervenciones hasta la fecha. Creo que ya hemos hecho bastante.

 
  
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  Anna Záborská (PPE). (SK) Señora Presidenta, acojo con beneplácito la resolución y, por tanto, la he apoyado. Sin embargo, no basta con adoptar una resolución.

La semana pasada en Egipto, 4 000 musulmanes atacaron un pueblo copto que no está lejos de El Cairo. Quemaron dos iglesias e impidieron a los bomberos que entraran en el pueblo. El ejército no quería intervenir al principio. Cuando finalmente intervino, los representantes musulmanes le dijeron que se fuera, afirmando que todo estaba en orden. Los 12 000 cristianos que vivían en el pueblo se vieron sometidos a un toque de queda.

Hubo un tiempo en que Europa sabía quién era bueno, quién era malo y por qué. Gracias al apoyo de esa buena gente, dirigentes como Havel, Walesa y Čarnogurský estuvieron preparados para la caída del comunismo. Hoy, sin embargo, los políticos de la UE están estrechándose la mano con dictadores y haciendo la vista gorda ante la persecución de los cristianos. No piensan en el bien y el mal, porque el pragmatismo no reconoce tales categorías. Mientras esto no cambie, puede que hagamos más daño que bien al norte de África.

 
  
  

Informe: Bastiaan Belder (A7-0037/2011)

 
  
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  Pino Arlacchi (S&D). – Señora Presidenta, he votado a favor de este informe porque distingue claramente entre los dos expedientes principales sobre Irán: las violaciones de derechos humanos cometidas por el Gobierno actual y el programa nuclear iraní.

El informe respalda el enfoque de doble vía del Consejo respecto de la cuestión nuclear: sanciones por un lado, pero una oferta de diálogo por el otro.

Es indispensable denunciar las violaciones de derechos humanos sumamente graves que se están cometiendo en Irán hoy. Los autores, que pertenecen principalmente a instituciones estatales, están actuando con impunidad.

Al mismo tiempo, deberíamos evitar los llamamientos irresponsables a una intervención armada internacional contra la tiranía actual. Todos los iraníes, con independencia de sus posiciones políticas, considerarían un ataque armado contra Irán en nombre de los derechos humanos como un ataque contra el país y una vulneración más de sus derechos fundamentales.

El único ganador en tal supuesto sería el señor Ahmadineyad.

 
  
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  Tunne Kelam (PPE). – Señora Presidenta, habiendo votado a favor de esta resolución, creo que ahora es momento de aplicar al régimen de Teherán el mismo enfoque que hemos estado aplicando a Libia y al coronel Gadafi. Dicho de otro modo, albergar esperanzas de fomento de la confianza ya no es una opción realista. Deberíamos apoyar más a la oposición en Irán. Me preocupa especialmente el campamento opositor de Ashraf, que ha estado sitiado y sometido a presión desde julio de 2009. La situación humanitaria allí es intolerable. El Parlamento adoptó una resolución en abril de 2009 y una declaración por escrito el pasado noviembre sobre el tema de ese campamento, y yo aconsejaría a la baronesa Ashton que lleve este mensaje serio al Consejo Europeo mañana.

 
  
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  Adam Bielan (ECR).(PL) Señora Presidenta, Irán, bajo el Gobierno de Mahmud Ahmadineyad es motivo de grave preocupación debido a las ambiciones nucleares de sus gobernantes. La negativa constante a cooperar con el Organismo Internacional de la Energía Atómica y la consiguiente falta de supervisión del programa nuclear iraní hacen necesario considerar la posibilidad de tomar medidas enérgicas con respecto a Irán.

En vista de que se trata de un régimen autoritario, tenemos que contemplar la posibilidad de que plantee una amenaza a otros países, en particular, los vecinos. Especial temor ha despertado la retórica contraria a Israel que el Presidente de Irán ha estado expresando durante bastante tiempo. Considero que la posición de las autoridades iraníes a este respecto es inaceptable y la condeno categóricamente. Al votar a favor de la resolución, manifiesto mi oposición a la política exterior agresiva de Irán y también exijo la liberación de los presos políticos, el cese de la persecución de los defensores de los derechos humanos y el inicio de la cooperación con las organizaciones internacionales, incluidos los órganos de las Naciones Unidas. También apoyo los esfuerzos diplomáticos de Turquía y Brasil en busca de una resolución de la cuestión nuclear.

 
  
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  Daniel Hannan (ECR). – Señora Presidenta, la revolución iraní de 1979 un día será vista como un acontecimiento que marcó una época, a la par con la Revolución Francesa de 1789 o la Revolución Rusa de 1917. Al igual que estas, de inmediato se extendió más allá de sus fronteras y trató de propagarse en todo el mundo; al igual que ellas, hizo caso omiso de todas las normas establecidas del derecho internacional, de la soberanía nacional o de la jurisdicción territorial.

¿Cuál fue el acto de apertura de la revolución? Fue el sitio de la Embajada de los Estados Unidos. Ahora párense a pensar un momento cuán extraordinario fue aquel acto, dado el precedente de relaciones entre países. Incluso en la Segunda Guerra Mundial, cuando ideologías opuestas entre sí luchaban para eliminarse mutuamente, se evacuaba a los diplomáticos pacíficamente a través de países neutrales. Si los Estados Unidos fueran a invadir Cuba mañana, cabe suponer que habría un intercambio pacífico de personal diplomático. Lo que los iraníes estaban señalando era que sus normas no se correspondían con las nuestras; ya no les importaba la idea de la soberanía estatal y han continuado como empezaron, patrocinando a sus milicias desde los kanatos de la Ruta de la Seda a los Balcanes, llegando incluso a lugares tan distantes como Buenos Aires.

Estaríamos en una posición más fuerte para condenar semejante régimen si en la Unión Europea prestásemos un poco más de atención al principio de soberanía nacional y al principio de autodeterminación nacional.

 
  
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  Gianni Vattimo (ALDE).(IT) Señora Presidenta, Señorías, quiero explicar por qué me he abstenido en la votación final del informe sobre Irán. El motivo es que, si bien estoy de acuerdo con todas las críticas vertidas contra la falta de respeto por los derechos humanos en Irán, especialmente con relación a la pena de muerte, la persecución de las minorías sexuales y la falta de respeto por la libertad de enseñanza en las escuelas y universidades, estoy convencido no obstante de que gran parte de las noticias y la información a las que alude este informe proviene directamente de la fábrica de propaganda de los Estados Unidos y no puedo confiar en ellas.

Por último, como demócrata liberal, aunque por supuesto estoy convencido de que Irán tiene todo el derecho a continuar con el desarrollo de la investigación nuclear con fines pacíficos, tampoco le negaría yo su derecho a tener armas nucleares en una región en la que la única potencia que las tiene y a la que se le permite tenerlas es un Estado racista y colonialista como Israel.

 
  
  

Propuesta de resolución RC-B7-0158/2011

 
  
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  Hannu Takkula (ALDE).(FI) Señora Presidenta, con respecto a esta resolución sobre los derechos humanos de las Naciones Unidas, quiero decir que es muy importante que en la Unión Europea defendamos los derechos humanos hasta el final. Desafortunadamente, esta resolución sobre los derechos humanos no era equilibrada. Cuando se lee, sobre todo el apartado 19, da la sensación de que a un Estado, Israel, se le está condenando demasiado y que la gente está tratando de echar la culpa aquí a ese país.

Todos somos conscientes de la situación que se vive en Oriente Próximo en este momento. Los países de esa región están observando alzamientos, en los que miles de personas inocentes han perdido la vida. A este respecto, esta debería haber sido una resolución sobre los derechos humanos, no sobre Oriente Próximo. Si el objetivo aquí hubiera sido lograr un equilibrio, en lugar de tratar de culpar a Israel de esta manera sesgada, quizás se podría haber mencionado a Gilad Shalit, el soldado israelí a quien se ha privado de sus derechos humanos durante 1 720 días como preso de los árabes palestinos o Hamás.

Cuando elaboramos estas declaraciones sobre los derechos humanos, debemos buscar un enfoque equilibrado e imparcial. Esa es la única manera en que pueden llevarse adelante de forma sostenible y que nos permitirá, además, mantener nuestra credibilidad como guardianes de los derechos humanos tanto en Europa como allende nuestras fronteras.

 
  
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  Seán Kelly (PPE).(GA) Señora Presidenta, he estado encantado de que las propuestas de resolución sobre los derechos humanos se hayan adoptado, y ha estado bien que la Unión Europea lo hiciera. No obstante, tengo que dar una pequeña explicación.

Señora Presidenta, con respecto a la enmienda 2, apartado 8, mis colegas irlandeses y yo, en nuestro grupo, hemos votado a favor porque consideramos que el saneamiento y, sobre todo, el agua limpia constituyen un derecho humano fundamental y, desde mi propia experiencia de trabajo voluntario en África, he visto la diferencia que marca el acceso al agua dulce en la vida de la gente. Así pues, creo que, al aceptarlo como un derecho humano fundamental, puede hacerse urgente que garanticemos que todos los ciudadanos del mundo tengan acceso, sobre todo, a agua dulce limpia.

(GA) Por consiguiente, he estado encantado de que se haya adoptado ―eso es lo que tenía que decir―.

 
  
  

Explicaciones de voto por escrito

 
  
  

Propuesta de resolución B7-0191/2011

 
  
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  Luís Paulo Alves (S&D), por escrito. (PT) Esta propuesta de resolución se ha adoptado en vista del estado preocupante de la Ley de Medios de Comunicación húngara, que pone en duda la obligación de ofrecer una información equilibrada aplicable a todos los proveedores de servicios de comunicación audiovisuales, el respeto por la proporcionalidad y los derechos fundamentales de expresión e información. Esto significa que la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y el Parlamento comparten preocupaciones legítimas por el hecho de que esta legislación contradiga los criterios internacionales en materia de libertad de expresión, la eliminación de la independencia política y financiera de los servicios de comunicación públicos, o el ámbito de aplicación de la reglamentación. Estas preocupaciones son todavía más preocupantes dada la advertencia formulada por el Comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa. Sobre la base de estas conclusiones, las recomendaciones de esta propuesta deberían adoptarse, ya que atañen a la revisión de la legislación sobre los medios de comunicación fundamentada en las observaciones formuladas por la Comisión, la OSCE y el Consejo de Europa, y deberían instar a la Comisión a elaborar un proyecto de Directiva sobre la libertad y el pluralismo de los medios de comunicación para finales de año con vistas a abordar el marco legislativo inadecuado de la UE y, así, evitar que se den situaciones similares en el futuro.

 
  
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  Zigmantas Balčytis (S&D), por escrito. (LT) El pluralismo y la libertad de los medios de comunicación es uno de los principios fundamentales de la UE, que garantizan la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar información sin controles, injerencias ni presiones de las autoridades públicas. Las organizaciones internacionales han expresado su preocupación por la Ley de Medios de Comunicación húngara y, tras haber realizado una investigación, la Comisión Europea ha concluido que es incompatible con la Directiva de servicios de comunicación audiovisual y el acervo comunitario en general. Estoy de acuerdo con la propuesta planteada en la resolución de que las autoridades húngaras revisen la Ley de Medios de Comunicación sobre la base de las observaciones de la Comisión Europea, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y el Comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, el Comité de Ministros y la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, asegurando su conformidad con el Derecho de la UE y con los valores europeos, así como los criterios en materia de libertad, pluralismo e independencia.

 
  
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  Ivo Belet (PPE), por escrito. (NL) El Gobierno húngaro ha hecho un buen trabajo al tratar toda la barahúnda que se ha formado en torno a esta ley controvertida de tal manera que ha dejado claro que la libertad de prensa y el pluralismo de los medios de comunicación han sido y siguen siendo pilares fundamentales en Hungría. La Comisión Europea ha hecho un trabajo magnífico aquí. Además, la Comisión, con acierto, continuará supervisando esta cuestión, no solo en Hungría, sino en todos los Estados miembros de la Unión Europea.

La iniciativa, anunciada por la Comisaria Kroes, de reunir a diferentes partes interesadas para formar un grupo de expertos, que a continuación se ocuparán de abordar la situación del pluralismo de los medios de comunicación en Europa, es un importante paso adelante. Este grupo prestará asistencia a la Comisión a la hora de esbozar nuevas medidas para el panorama de los medios de comunicación. Se nos ha encomendado que garanticemos el pluralismo de los medios de comunicación y la libertad de prensa en Europa. Por tanto, supongo que el Parlamento Europeo contribuirá activamente a este fin.

 
  
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  Jean-Luc Bennahmias (ALDE), por escrito. (FR) La democracia no es en absoluto algo que se deba dar por sentado. Esta evoluciona, avanza y, lamentablemente, también retrocede con el paso del tiempo. Sin embargo, a este nivel, las medidas húngaras relativas a los medios de comunicación constituyen un grave retroceso. El acuerdo de todos los progresistas europeos ha hecho posible, inicialmente, situar la cuestión en un lugar primordial de la agenda política europea, lo cual es algo bueno. Ahora se trata de ser precisos y firmes respecto de los puntos que siguen planteando un problema. La gobernanza independiente de los medios de comunicación y la libertad de expresión no son negociables.

 
  
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  Vilija Blinkevičiūtė (S&D), por escrito. (LT) He votado a favor de esta propuesta de resolución, porque la Ley de Medios de Comunicación húngara debe quedar en suspenso y revisarse sobre la base de las observaciones y propuestas de la Comisión, de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y del Consejo de Europa, a fin de asegurar su plena conformidad con el Derecho de la UE y con los valores y criterios europeos en materia de libertad, pluralismo y gobernanza independiente de los medios de comunicación. Además, el Parlamento Europeo recuerda que los criterios de Copenhague para la adhesión a la UE, establecidos en 1993 en el Consejo Europeo de Copenhague, por lo que se refiere a las libertades de prensa y de expresión deben ser mantenidos por todos los Estados miembros de la UE y que su cumplimiento debe exigirse mediante la correspondiente legislación de la UE. Así pues, el Parlamento Europeo pide a las autoridades húngaras que restablezcan la gobernanza independiente de los medios de comunicación y pongan fin a la injerencia estatal en la libertad de expresión y una cobertura equilibrada en los medios de comunicación. Asimismo, opino que una sobrerregulación de los medios de comunicación resulta contraproducente y pone en peligro un pluralismo real en la esfera pública. Además, el Parlamento pide a la Comisión que presente antes de finales de año una iniciativa legislativa relativa a la libertad, el pluralismo y la gobernanza independiente de los medios de comunicación con miras a definir al menos unas condiciones esenciales mínimas y a fin de asegurar, garantizar y promover un adecuado nivel de pluralismo en los medios de comunicación y la gobernanza independiente de los mismos en los Estados miembros de la UE.

 
  
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  Jan Březina (PPE), por escrito. (CS) El pluralismo y la libertad de los medios de comunicación sin duda constituyen un pilar importante del Estado de Derecho democrático. La Ley de Medios de Comunicación húngara efectivamente merece críticas, pero hemos visto que se ha puesto en el punto de mira y se ha atacado al Gobierno húngaro de manera precipitada e infundada, cosa que no debería haber ocurrido, especialmente al comienzo de la Presidencia húngara de la Unión Europea. Sin embargo, me complace que el Parlamento húngaro haya aprobado recientemente enmiendas a su controvertida Ley de Medios de Comunicación para abordar los puntos propuestos por la Unión Europea y, al hacerlo, haya desinflado a aquellos ideólogos que incitan tensiones. Se ha cumplido el requisito clave de que la «cobertura equilibrada» no se aplicaría a los sitios web, los blogs, los debates y los boletines informativos extranjeros. La Comisión Europea ahora debería supervisar constantemente la aplicación de la ley. Habría que reconocer el mérito del diálogo constructivo que se ha producido entre Hungría y la EU, y que ha propiciado que se aprueben las enmiendas legislativas.

Los periodistas y medios de comunicación extranjeros que trabajan en Hungría ya no tienen la amenaza de que se les impongan penalizaciones elevadas por vulnerar la Ley de Medios de Comunicación húngara, pero hay «otras consecuencias jurídicas». Sin embargo, los propietarios de medios de comunicación húngaros todavía se exponen a penalizaciones, incluidos aquellos que han trasladado oficialmente sus sedes a otros países de la UE para eludir la Ley de Medios de Comunicación húngara. Aunque puede que no estemos de acuerdo con esta enmienda, entra plenamente en el ámbito de competencias del Parlamento húngaro y los representantes de la UE deberían respetarla.

 
  
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  Maria Da Graça Carvalho (PPE), por escrito. (PT) La libertad de expresión de cada persona, la libre circulación de la información y la libertad y el pluralismo de los medios de comunicación son los pilares de la integración europea y sus valores fundamentales. La elaboración y la aplicación de un marco reglamentario para los medios de comunicación deberían respetar las normas democráticas para la organización y la gobernanza de los sistemas de comunicaciones. Pido a las autoridades húngaras que restablezcan la gobernanza independiente de los medios de comunicación y pongan fin a la injerencia estatal en la libertad de expresión. Una regulación excesiva de los medios de comunicación resulta contraproducente, ya que perjudica al pluralismo real en la esfera pública. Pido a las autoridades húngaras que favorezcan la participación de todas las partes interesadas en la reforma de la Ley de Medios de Comunicación, incluidos los partidos de la oposición y la sociedad civil, de manera que puedan participar de manera significativa en la reforma de esta legislación, que regula un aspecto tan fundamental para el funcionamiento de una sociedad democrática.

 
  
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  Carlos Coelho (PPE), por escrito. (PT) La libertad y el pluralismo de los medios de comunicación son derechos fundamentales que garantizan la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar información sin ningún tipo de injerencias ni presiones de las autoridades públicas. La Comisión Europea, como guardiana de los Tratados, ha expresado su preocupación y ha pedido información a Hungría sobre una posible vulneración de este derecho, a saber, el hecho de que la Ley de Medios de Comunicación húngara pueda incumplir la Directiva de servicios de comunicación audiovisual.

Me ha complacido saber que, el día 7 de marzo, el Parlamento húngaro adoptó las enmiendas acordadas entre su Gobierno y la Comisión, aunque no puedo entender por qué los socialistas y el Partido Verde húngaro votaron en contra. Dadas las declaraciones de la Comisaria Kroes, parece que ya no queda ninguna duda de que Hungría ha seguido las recomendaciones de la Comisión y que la versión modificada de la ley en cuestión respeta la legislación europea.

 
  
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  Marielle De Sarnez (ALDE), por escrito. (FR) La libertad de prensa no admite concesiones; este es el mensaje que el Parlamento deseaba transmitir no solo a Budapest sino también a la Comisión Europea. El Parlamento Europeo ha adoptado una resolución en la que instaba al Gobierno húngaro a suspender el controvertido paquete legislativo relativo a los medios de comunicación de Hungría y a llevar a cabo una «revisión urgente» de dicho paquete, aunque este se ha enmendado recientemente bajo presión de sus socios europeos. Sin embargo, todavía hay preocupación, especialmente en lo que atañe al Consejo de los Medios de Comunicación, el órgano responsable de supervisar los medios de comunicación, que se compone exclusivamente de personas que están alineadas con el partido del señor Orban. En realidad, este órgano de vigilancia es el instrumento perfecto para censurar a los medios de comunicación. Por este motivo, el Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa, garante de la libertad de expresión de los ciudadanos en la UE y en todo el mundo, ha pedido que se ponga fin a la injerencia estatal, a fin de restablecer la independencia de los medios de comunicación.

 
  
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  Ioan Enciu (S&D), por escrito. (RO) He votado a favor de esta resolución porque creo que la Unión Europea debe actuar con rapidez para prevenir y combatir cualquier posible ataque a los valores fundamentales de la democracia, entre ellos la libertad de expresión. Me parece esencial que Hungría y otros Estados miembros, como Rumanía, reconsideren su actitud hacia la prensa, en consonancia con los principios democráticos establecidos en la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE y en el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos.

 
  
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  Edite Estrela (S&D), por escrito. (PT) He votado a favor de la resolución sobre la Ley de Medios de Comunicación húngara, ya que la libertad de prensa es uno de los valores fundamentales de la UE. Creo que la Comisión debería proseguir con un examen detallado acerca de si la Ley de Medios de Comunicación húngara se ajusta a la legislación europea, particularmente a la Carta de los Derechos Fundamentales.

 
  
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  Diogo Feio (PPE), por escrito. (PT) Creo que no tiene ningún sentido que el Parlamento emita una opinión sobre esta cuestión en un momento en que se han ofrecido todas las garantías de libertad de expresión, incluso por parte del Primer Ministro húngaro, el señor Orbán. Además, esta es una cuestión de principio, así que me abstendré de valorar actos políticos, legislativos y jurisdiccionales que son competencia exclusiva de las autoridades legislativas, ejecutivas y judiciales de un Estado miembro distinto del mío.

 
  
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  João Ferreira (GUE/NGL), por escrito. (PT) Las libertades de expresión e información, incluidas la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar información sin injerencias ni presiones, son valores sociales por los que muchas personas han luchado a lo largo de los años, también en Portugal. Los comunistas han estado, y están ahora, en la primera línea de esta batalla. Lamentablemente, todavía hay razones para seguir luchando en varios países de la UE. El pluralismo y la libertad de los medios de comunicación continúan despertando preocupación en diversos Estados miembros. A menudo se olvida que algunos de los factores que contribuyen a ello son la manera en que la propiedad de los órganos de los medios de comunicación se concentra en un puñado de grandes grupos empresariales, el ataque a los derechos de los profesionales de los medios de comunicación y la existencia de unas relaciones laborales cada vez más precarias. A esto se suma la injerencia por parte de los poderes políticos que todavía existen en muchos países, algo que es motivo de preocupación.

 
  
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  Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. (PT) Las libertades de expresión e información, con el consiguiente pluralismo de los medios de comunicación, incluidas la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar información sin ningún tipo de injerencias ni presiones de las autoridades públicas, las ha logrado la civilización.

Sin embargo, desafortunadamente, en varios países de la UE, a menudo vemos ataques a estos derechos fundamentales. El pluralismo y la libertad de los medios de comunicación continúan despertando preocupación en varios Estados miembros, particularmente en Hungría, Italia, Bulgaria, Rumanía y Estonia, entre otros. Incluso en Portugal, se ha informado de varios casos de ataques al pluralismo de los medios de comunicación, que no contribuyen en modo alguno a dignificar la democracia.

No obstante, no estamos de acuerdo con que haya una política de injerencia política permanente por parte de la UE en la gobernanza de cada país, como se afirma en ciertos apartados. Hemos votado la resolución sobre la Ley de Medios de Comunicación húngara en vista de esto, teniendo en cuenta sus aspectos positivos y negativos.

 
  
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  Mathieu Grosch (PPE), por escrito.(DE) Estoy convencido de que una mayoría muy amplia en el Parlamento Europeo respaldará los derechos fundamentales de los medios de comunicación. Estos derechos ahora se están reclamando en una resolución, aunque las enmiendas a esta ley que se han adoptado esta semana en el Parlamento húngaro no se han tenido en cuenta. Por tanto, me habría gustado que todas las resoluciones que se redactaron antes de esta votación en Budapest se retiren para que primero se actualicen y solo entonces se debatan y sometan a votación. En consecuencia, la votación en el Parlamento Europeo ya no ha tenido nada que ver con la libertad de prensa, que debería ser absolutamente prioritaria, sino que ha sido simplemente una prueba de fuerza entre los grupos.

 
  
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  Sylvie Guillaume (S&D), por escrito. (FR) Apoyo totalmente la adopción de esta resolución de la izquierda europea en la que se critica la inadecuación de las enmiendas introducidas por Hungría en su Ley de Medios de Comunicación, si bien la derecha las acoge con beneplácito. Aunque la señora Kroes también parece satisfecha con estos cambios, el Parlamento Europeo considera que la Comisión solo se ha centrado en unos pocos aspectos técnicos en detrimento de la Carta de los Derechos Fundamentales. Asimismo, nuestra resolución no solo se dirige a Hungría, sino que señala que, desafortunadamente, la libertad y el pluralismo de los medios de comunicación pueden verse menoscabados en los países con gobiernos conservadores. En este sentido, los diputados al Parlamento Europeo han demostrado que son conscientes de que los derechos y libertades fundamentales, que son los propios principios de las democracias y de la Unión Europea, deben respetarse.

 
  
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  Juozas Imbrasas (EFD), por escrito. (LT) He votado a favor de este documento, porque las autoridades húngaras deben restablecer la gobernanza independiente de los medios de comunicación y poner fin a la injerencia estatal en de la libertad de expresión y una cobertura equilibrada en los medios de comunicación. Una sobrerregulación de los medios de comunicación resulta contraproducente y pone en peligro un pluralismo real en la esfera pública.

 
  
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  Timothy Kirkhope (ECR), por escrito. – El Grupo ECR apoya incondicionalmente unos medios de comunicación libres y plurales en toda la Unión Europea y subraya la importancia de la libertad de información para todos los ciudadanos europeos. Sin embargo, dada la situación constantemente cambiante que rodea a la Ley de Medios de Comunicación húngara y dada la imposibilidad de reunirse con la Comisión después de las nuevas enmiendas a esta ley que se han adoptado esta semana, ahora no nos parece el momento adecuado para tener otra resolución sobre la cuestión. Por este motivo, el Grupo ECR se ha abstenido.

 
  
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  David Martin (S&D), por escrito. – He votado a favor de esta resolución porque creo que la Ley de Medios de Comunicación húngara debe quedar en suspenso con carácter urgente y revisarse sobre la base de las observaciones y propuestas de la Comisión, de la OSCE y del Consejo de Europa, a fin de asegurar su plena conformidad con el Derecho de la UE y con los valores y criterios europeos en materia de libertad, pluralismo y gobernanza independiente de los medios de comunicación.

 
  
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  Iosif Matula (PPE), por escrito. (RO) He votado a favor de la propuesta de modificación de lo dispuesto en la Ley de Medios de Comunicación húngara considerada por la Comisión Europea como menos democrática y, asimismo, apoyo las modificaciones que el Gobierno de Budapest ha realizado del acto regulatorio. Sin embargo, no he votado a favor de la resolución firmada por el Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo, por el Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa, por el Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea y por el Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica porque entiendo que las medidas que se han propuesto son excesivas si tenemos en cuenta las leyes similares de otros Estados miembros, que no han sido sancionadas públicamente. La libertad de prensa es, sin lugar a dudas, una medida democrática para la sociedad. La libertad de expresión en la Unión Europea prácticamente no tiene restricciones. No obstante, no debemos confundir este derecho fundamental con la libertad de divulgar cualquier información sin considerar las consecuencias o la responsabilidad y, obviamente, sin tener pruebas concluyentes. Por esta razón se precisan leyes más claras, que establezcan los límites en los que se debe mover cualquier actividad periodística. La Ley de Medios de Comunicación húngara se ha redactado en este sentido, siguiendo los pasos de la Directiva europea existente en esta materia. También opino que es necesario debatir el asunto de la Ley de Comunicación húngara con pleno conocimiento, en vista de que podemos dejarnos llevar por intereses parciales y litigios políticos.

 
  
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  Nuno Melo (PPE), por escrito. (PT) Esta propuesta de resolución es inadecuada tanto en el momento escogido como en la forma, ya que todo el mundo sabe que, tras las críticas iniciales vertidas sobre la Ley de Medios de Comunicación húngara y tras las recomendaciones formuladas por la Comisión, el Gobierno húngaro ha revisado su posición y ha modificado todo aquello de la ley que era objeto de críticas por parte de la Comisión. Por consiguiente, la ley votada por el Parlamento húngaro el día 7 de marzo era una versión que se ajustaba perfectamente a la legislación europea. Por esa razón, no comprendo la insistencia de la izquierda en votar esta propuesta, así que he votado en contra de ella.

 
  
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  Willy Meyer (GUE/NGL), por escrito. (ES) He votado a favor de la resolución B7-0191/2011 porque considero que la nueva Ley de Medios de Comunicación húngara no garantiza adecuadamente la libertad de expresión y el pluralismo y resulta contraproducente para la existencia de un pluralismo real en la esfera pública.

Las autoridades húngaras deben garantizar de manera efectiva la libertad y el pluralismo de los medios de comunicación, por lo que deben retirar la ley o modificarla sustancialmente sobre la base de las observaciones y propuestas de la OSCE, el Comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa y el Consejo de Ministros, así como de la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, y mediante un debate abierto y transparente en el que participen todas las partes interesadas, las ONG y los ciudadanos.

 
  
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  Louis Michel (ALDE), por escrito. (FR) La libertad de expresión y, por ende, la libertad de prensa son algunos de los derechos fundamentales más importantes. Debemos trabajar incansablemente para preservarlos, aun cuando la expresión de ciertas opiniones nos moleste. Esta libertad es también nuestra libertad y es una garantía del libre ejercicio de nuestro mandato. La transparencia no es posible sin unos medios de comunicación libres. Hay una gran tentación de tratar de controlar la información y a los periodistas, incluso en nuestras democracias occidentales. La información libre y profesional siempre es preferible al «rumor», que a menudo sustituye a la prensa cuando esta está amordazada.

Los medios modernos de comunicación de masas desempeñan un papel absolutamente crucial en la vida democrática y son fundamentales para proporcionar un acceso universal al conocimiento, el entretenimiento y la vida social. Por tanto, lo que yo llamo el «Estado justo» debe asumir la responsabilidad de apoyar el desarrollo de unos medios de comunicación libres tanto en el plano nacional como internacional, promoviendo el pluralismo de la información y la riqueza de la creación cultural, y facilitando el acceso de todos a este contenido.

 
  
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  Alexander Mirsky (S&D), por escrito. – Se sabe que, según las observaciones y propuestas de la Comisión Europea, de la OSCE y del Consejo de Europa, la Ley de Medios de Comunicación húngara debería revisarse lo antes posible para garantizar su conformidad con la legislación de la UE y las virtudes y normas europeas que se relacionan con la libertad de información de los medios de comunicación, el pluralismo y la independencia de los medios de comunicación de masas.

Se le echan las culpas a la nueva ley porque implica que solo habría una persona nombrada responsable de la gestión de las telecomunicaciones y los medios de comunicación de masas nacionales. La nueva legislación menoscaba el pluralismo y la libertad de los medios de comunicación de masas y anula su independencia política y financiera. Todas las causas que conducen a un resultado tan negativo deberían examinarse.

Posiblemente la permisividad de los gobiernos que dirigen algunos de los Estados miembros de la UE ha dado al Gobierno de Hungría la impresión de que las normas comúnmente adoptadas pueden infringirse cínicamente. Por ejemplo, el Gobierno letón todavía no ha aplicado la resolución del Parlamento Europeo de 11 de marzo de 2004. ¿Y qué ha ocurrido como resultado? Hasta ahora nada. Posiblemente el Gobierno húngaro se sintiera inspirado por la «independencia» letona. He votado «a favor» con la esperanza de que se haya roto el hielo.

 
  
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  Tiziano Motti (PPE), por escrito. (IT) Los ataques de la izquierda europea contra la ley sobre la libertad de prensa recientemente adoptada en Hungría deberían leerse en el contexto de la pieza de teatro por medio de la cual los instrumentos puestos a disposición por nuestras instituciones a menudo se utilizan de manera impropia y decisiva para apoyar campañas de desinformación mediáticas y políticas, nacionales o internacionales. En este caso, tales ataques están completamente fuera de lugar, porque el debate se ha abierto y también se ha cerrado: el Gobierno húngaro no ha tenido reparos en aceptar las observaciones formuladas por la Comisión Europea y, ya a principios de enero de 2011, el Primer Ministro Orban dijo que la Ley de Medios de Comunicación se enmendaría de conformidad con dichas observaciones. Atacar al país que preside la Unión Europea en un momento en el que se le debería apoyar en el desempeño de sus funciones tiene como efectos el debilitamiento de la Unión en su conjunto y la privación a esta de su autoridad. El estribillo constante de la falta de libertad de prensa es una noticia vieja, como lo son las continuas referencias anacrónicas a la situación italiana, en la que, paradójicamente, los periódicos principales están controlados por grupos mediáticos de izquierdas y la información circula libremente, a veces demasiado libremente, en la red.

 
  
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  Georgios Papanikolaou (PPE), por escrito. (EL) Después de las enmiendas adoptadas por el Parlamento húngaro la semana pasada, la ley húngara ahora está en completa consonancia con la legislación de la UE y las disposiciones sobre los derechos fundamentales, como también ha convenido la Comisión Europea. Así pues, la propuesta de resolución común ahora resulta redundante, razón por la cual he votado en contra de ella.

 
  
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  Paulo Rangel (PPE), por escrito. (PT) Como tuve oportunidad de decir cuando participé en el debate sobre las prioridades de la Presidencia húngara, estos son aspectos de los asuntos internos de Hungría que pueden regularse, al igual que se ha hecho anteriormente, como parte de una relación normal y saludable entre la Comisión, y el Gobierno y el Parlamento de Hungría. Como defensor de la libertad, particularmente las libertades de expresión y de prensa, no puedo sino estar encantado con los resultados.

 
  
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  Raül Romeva i Rueda (Verts/ALE), por escrito. – Esta ley se ha diseñado de modo efectivo con la intención de restringir las actividades de los medios de comunicación en Hungría y limitar el examen crítico del Gobierno, como parte de unas restricciones más amplias del pluralismo en Hungría. Esto entra en conflicto directo con los principios básicos de la UE, tal y como figuran en los Tratados y la Carta de los Derechos Fundamentales. La Comisión y el Consejo deben continuar presionando para que se revise completamente o se retire la ley sobre esta base.

El Parlamento ha dejado claro que la Comisión no debería simplemente darse por vencida y ceder ante el Gobierno húngaro con respecto a esta cuestión crucial. La Ley de Medios de Comunicación húngara también debe verse sencillamente como el último intento de limitar la libertad de los medios de comunicación en Europa. Pone de relieve la necesidad urgente de que la Comisión presente propuestas legislativas sólidas para defender este valor fundamental de la UE.

 
  
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  Licia Ronzulli (PPE), por escrito. (IT) He votado en contra de esta resolución porque creo que los grupos políticos de la izquierda que se sientan en esta Cámara han explotado un asunto político nacional, que en cualquier caso ya se ha resuelto, como pone de manifiesto el reciente acuerdo entre el Gobierno húngaro y la Comisión Europea.

Creo que semejantes asuntos nacionales no deberían plantearse en esta Cámara ya que son responsabilidad directa de cada uno de los Estados miembros. En cuanto a la sustancia del asunto, es correcto y adecuado proteger la libertad y el pluralismo de la información como un valor fundamental de todos los países de la Unión Europea, pero la libertad de los medios de comunicación no debe contradecir la moral pública y, sobre todo, no debe invadir la intimidad de nadie.

El sector informativo debería ser más consciente de las consecuencias que un uso desequilibrado de su poder e influencia puede tener en la vida y la libertad de los ciudadanos. Esto se debe a que, con demasiada frecuencia, la libertad personal se ha pisoteado en nombre de la libertad de prensa.

 
  
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  Catherine Stihler (S&D), por escrito. – Estoy muy contenta de que esta resolución se haya aprobado poniendo de relieve el compromiso del Parlamento Europeo con la libertad de expresión y la independencia de los medios de comunicación en todos los Estados miembros.

 
  
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  Angelika Werthmann (NI), por escrito.(DE) He votado a favor de la propuesta de resolución común. Aunque Hungría y la Comisión Europea han alcanzado un acuerdo sobre los puntos planteados por la Comisión, apoyo el llamamiento lanzado por mis compañeros diputados a favor de un examen exhaustivo del texto de la ley. Las mejoras logradas por la Comisión son sorprendentemente selectivas y las preocupaciones expresadas por el Parlamento y por varias organizaciones internacionales, como la OSCE y el Consejo de Europa, se han pasado por alto en gran medida. La inquietud con respecto a la designación, la composición y las facultades de la Autoridad de los Medios de Comunicación, en particular, es perfectamente comprensible. La libertad de prensa es una parte demasiado importante de nuestra democracia como para que esté sometida a interpretaciones jurídicamente restrictivas.

 
  
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  Joachim Zeller (PPE), por escrito. – (DE) He votado en contra de esta resolución presentada por el Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica, el Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo, el Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea y el Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa. Los autores de la propuesta no están tan preocupados por la libertad de los medios de comunicación en Europa como lo están por menospreciar a un gobierno cívico que fue elegido por una mayoría abrumadora de los ciudadanos de su país y que tiene la difícil tarea de reconstruir un país que sufrió duramente como resultado de la mala gestión del anterior gobierno socialista. Ni siquiera la Comisión Europea fue capaz de encontrar ninguna vulneración grave de la libertad de los medios de comunicación en la ley húngara, la cual, por cierto, ya se ha enmendado. La izquierda europea corre a ver la paja en el ojo de los gobiernos no socialistas pero, tontamente, no presta atención a la viga en los ojos de los gobiernos socialistas.

Cuesta comprender la posición de los liberales alemanes, que, con esta resolución, están pidiendo la regulación del panorama mediático a escala europea, mientras que los representantes de los medios de comunicación alemanes y europeos consideran que esta propuesta, en particular, constituye una restricción de la libertad de los medios de comunicación y una vulneración de la subsidiariedad.

 
  
  

Propuesta de resolución RC-B7-0169/2011

 
  
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  Luís Paulo Alves (S&D), por escrito. (PT) Estoy a favor de esta propuesta de resolución, pues creo que el régimen de Gadafi debería destruirse inmediatamente, dada la manera en que este dirigente está reprimiendo a la población libia en sus protestas políticas y como medio para impedir que se produzcan más muertes. Recuerdo que la comunidad internacional ha mostrado total unanimidad en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas con respecto a la imposición de sanciones a este régimen. Apoyo firmemente la Resolución 1970/2011 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y las medidas que haya de adoptar el Consejo de Seguridad, entre las que se incluyen el embargo, la prohibición de equipamientos que estén utilizándose para fines de represión interna y la congelación de los fondos de las personas implicadas en violaciones de los derechos humanos, llamando la atención sobre la necesidad de aplicar la Resolución UE-África, que permite la congelación de bienes adquiridos ilegalmente. Es necesario un gesto como este por parte de las instituciones financieras europeas y los Estados miembros como parte de la prohibición de la actividad mercenaria. Es necesaria una acción humanitaria rápida y efectiva por parte de la UE y las Naciones Unidas. Me gustaría terminar diciendo que los acontecimientos ocurridos en Libia, Egipto y Túnez requieren un cambio paradigmático de la política exterior europea en lo relativo a los países del sur del Mediterráneo, y quisiera mostrar mi solidaridad con los libios.

 
  
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  Zigmantas Balčytis (S&D), por escrito. (LT) He votado a favor de esta resolución. Las protestas masivas en numerosos países árabes han demostrado que los regímenes antidemocráticos y autoritarios no pueden garantizar de forma creíble la estabilidad, y que los valores democráticos constituyen elementos centrales en las asociaciones económicas y políticas. La UE tiene un interés vital en que el norte de África sea democrático, estable, próspero y pacífico, pero los recientes acontecimientos en Libia, Egipto y Túnez han puesto de manifiesto la necesidad urgente de revisar la política exterior de la UE en la región mediterránea. La UE debe revisar su política de apoyo a la democracia y los derechos humanos, con miras a introducir un mecanismo de aplicación de la cláusula sobre derechos humanos en todos los acuerdos con terceros países. Convengo en que la revisión de la Política Europea de Vecindad debe conceder prioridad a los criterios relativos a la independencia del poder judicial, el respeto de las libertades fundamentales, el pluralismo, la libertad de prensa y la lucha contra la corrupción.

 
  
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  Dominique Baudis (PPE), por escrito. (FR) He votado a favor de esta resolución, que supone un paso en la buena dirección en lo que atañe a la reacción de la Unión Europea a la revolución, que está degenerando en guerra civil, en Libia. Las revoluciones son un sueño que se hace realidad, pero la guerra civil es una pesadilla. Con los oponentes que pierden terreno bajo el fuego de las tropas y los mercenarios de Gadafi, y el coronel que envía emisarios a las capitales europeas en un intento por salvar su régimen, tenemos que mostrar al pueblo libio que lo apoyamos.

Hemos oído el llamamiento que el Consejo Nacional de Transición Provisional hizo el día de 5 de marzo. Es nuestro deber apoyar esta alternativa y proteger al pueblo libio frente a las fuerzas del régimen. Sin una presencia militar directa en suelo libio, debería considerarse una zona de exclusión aérea. No obstante, la decisión corresponde a las Naciones Unidas. Sin embargo, esta opción solo podría contemplarse con el consentimiento explícito de la Liga Árabe. En un plano político y diplomático, hemos de garantizar que el coronel Gadafi esté aislado y ayudar al pueblo libio a recuperar por fin su libertad.

 
  
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  Sergio Berlato (PPE), por escrito. (IT) Los acontecimientos dramáticos en Libia y el norte de África siguen traspasando las fronteras de Europa: la crisis humanitaria de Libia, de hecho, podría convertirse en una ola de migración sin precedentes en la historia.

Según estimaciones recientes, la agitación política en el norte de África podría provocar que unos 300 000 refugiados terminen en las costas meridionales de la Unión. Suscribo y apoyo, por tanto, el llamamiento lanzado por seis Estados miembros mediterráneos de la UE para la creación de un fondo de solidaridad destinado a ayudar a aliviar los efectos que plantea la inmigración. Respaldo la creación de un sistema europeo común de asilo y la distribución equitativa de los costes relacionados con la inmigración entre los Estados miembros. Además, con el fin de limitar la inmigración masiva a Europa, pido que se tome en consideración el envío de ayuda humanitaria a las poblaciones afectadas, tanto para apoyar el proceso de democratización como el crecimiento económico en la región.

Por consiguiente, insto a la Comisión a que prepare un plan de emergencia que también considere cómo podemos tratar incluso la situación más desfavorable, en la que un número enorme de inmigrantes decidiese venir rumbo norte a las costas de Europa. En mi opinión, un plan de emergencia de este tipo debe apoyarse en el principio de solidaridad entre los Estados miembros de la UE.

 
  
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  Maria Da Graça Carvalho (PPE), por escrito. (PT) Las protestas recientes en varios países árabes demuestran que los regímenes antidemocráticos y autoritarios no pueden garantizar de forma creíble la estabilidad, y que los valores democráticos desempeñan un papel clave en las asociaciones económicas y políticas. Me gustaría pedir una estrecha asociación en las tareas del grupo de trabajo especial creado para coordinar la respuesta de la UE a la crisis en Libia y en el resto de la región mediterránea. La Unión por el Mediterráneo debe adaptarse a la nueva era y las nuevas circunstancias, y debe reflexionar y actuar en relación con los acontecimientos recientes con miras a formular propuestas sobre una mejor forma de promover la democracia y los derechos humanos en sus Estados miembros y en la región en su conjunto, incluida Libia, así como sobre posibles reformas que refuercen su cometido y le confieran coherencia y eficacia.

 
  
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  Edite Estrela (S&D), por escrito. (PT) He votado a favor de la resolución sobre «los países vecinos meridionales, y Libia en particular, incluidos los aspectos humanitarios», porque creo que el coronel Gadafi debería dejar el poder inmediatamente para permitir una transición política pacífica y evitar más derramamiento de sangre. Condeno enérgicamente las violaciones de los derechos humanos en Libia y, en particular, la violenta represión de los manifestantes a favor de la democracia, los periodistas y los defensores de los derechos humanos, y me gustaría expresar mi solidaridad con el pueblo libio.

 
  
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  Diogo Feio (PPE), por escrito. (PT) En el mismo día de la votación de esta resolución, todavía no está claro cómo evolucionarán las revoluciones, que han estado intentando derrocar regímenes autoritarios, que se han mantenido en el poder durante mucho tiempo por todo el Mediterráneo. En el caso de Libia, son contradictorias las noticias sobre los éxitos y fracasos de los rebeldes y las fuerzas que todavía apoyan al régimen dictatorial de Gadafi, y parece que estos se enfrentan a una auténtica guerra civil. No obstante, hay muchas fuentes que denuncian la represión y la violencia brutal sin precedentes ejercidas por el régimen libio, así como el gran número de víctimas que este supuestamente ha causado. Las propias Naciones Unidas han condenado con toda la razón las atrocidades que se han cometido. Hoy, está claro que los rebeldes no quieren vivir bajo regímenes que no respetan sus derechos y que no garantizan un mínimo de respeto a las reglas de la democracia y el Estado de Derecho. La Unión Europea no puede alienarse de lo que está ocurriendo. En primer lugar, debería exigir el fin de la violencia, insistir en su condena y en las sanciones impuestas a los responsables, apoyar a quienes están luchando por nuestros valores comunes y tratar de mostrar solidaridad, así como seguir más de cerca y comprender mejor las aspiraciones, los deseos y las tendencias de los movimientos que anhelan el cambio.

 
  
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  João Ferreira (GUE/NGL), por escrito. (PT) Esta resolución es preocupante e inaceptable. Esto es verdad especialmente en el contexto de los acontecimientos más recientes en Libia, que demuestran la urgencia de una solución pacífica y política como nunca antes, sin injerencia externa. Ante la peligrosa y grave intensificación de las acciones, que, en lugar de ayudar a reducir la tensión, tienen como objetivo la preparación para actos de agresión por parte de los Estados Unidos y la OTAN contra Libia, la mayoría del Parlamento está respaldando actos de injerencia, agresión y ocupación en Libia. Cualquier agresión contra este país, con independencia de pretextos y mandatos, tendría graves consecuencias para un pueblo que ya está viviendo en una situación de profunda tensión e inseguridad. Sería muy perjudicial para todos aquellos en Libia que siguen luchando por sus derechos, la democracia, la soberanía y la paz, e introduciría serios elementos de inestabilidad y conflicto en la región. Cualquier ataque militar contra Libia, que sería inseparable de los objetivos de controlar los recursos naturales de los libios, se dirigirá no solo contra el pueblo libio, sino contra todos los habitantes de la región que se han levantado y continúan luchando por sus derechos sociales y políticos, por la libertad, la democracia y la verdadera soberanía e independencia de sus países.

 
  
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  Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. (PT) Desearíamos expresar nuestra profunda preocupación por los acontecimientos más recientes en Libia, pero abogamos por una solución pacífica y política, sin injerencia externa. Desafortunadamente, la resolución del Parlamento ahora defiende la intervención militar, ya que no se puede tener una zona de exclusión aérea sin intervención militar.

Esta resolución, por tanto, en lugar de contribuir a una solución pacífica, parece ir dirigida a prepararse para actos de agresión por parte de los Estados Unidos de América, la OTAN y quizás la UE contra Libia. Así pues, quisiéramos expresar nuestra firme oposición a cualquier intervención militar externa en este país.

Cualquier agresión contra Libia, con independencia de pretextos y mandatos, tendría graves consecuencias para un pueblo que ya está viviendo en una situación de profunda tensión e inseguridad; sería muy perjudicial para todos aquellos en Libia que siguen luchando por sus derechos, la democracia, la soberanía y la paz, e introduciría serios elementos de inestabilidad y conflicto en la región.

Cualquier ataque militar contra Libia por parte de los Estados Unidos de América y sus aliados, que sería inseparable de sus objetivos de controlar los recursos naturales de los libios, se dirigiría no solo contra el pueblo libio, sino contra todos los habitantes de la región que se han levantado y continúan luchando por sus derechos sociales y políticos, por la libertad, la democracia y la verdadera soberanía e independencia de sus países. Estamos apoyando estas luchas. Por tanto, hemos votado en contra de esta resolución.

 
  
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  Sylvie Guillaume (S&D), por escrito. (FR) Esta resolución, adoptada por una gran mayoría y a la que he contribuido, muestra que el Parlamento Europeo no permanece en silencio ante la situación de Libia. Más bien al contrario, por medio de su posición, está instando a la Unión Europea, los Estados miembros y la baronesa Ashton a apoyar sus propuestas. Promete apoyar al pueblo libio y aboga, entre otras cosas, por reconocer al Consejo Nacional de Transición Provisional de Libia y por respaldar el establecimiento de una zona de exclusión aérea de conformidad con un mandato de las Naciones Unidas y en coordinación con la Liga Árabe y la Unión Africana. También condena de la forma más enérgica posible las violaciones de los derechos humanos en Libia por parte del régimen e insta al coronel Gadafi a que dimita de inmediato. Lo único que lamento es la cuestión de los refugiados y los migrantes, que, a mi juicio, no se ha tenido debidamente en cuenta ni se ha presentado como un reto común para estos países y para la Unión Europea.

 
  
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  Juozas Imbrasas (EFD), por escrito. (LT) He votado a favor de este documento, porque la UE debe participar en las operaciones de apoyo a los países vecinos meridionales y prestar especial atención al desarrollo del Estado de Derecho, la buena gobernanza y los requisitos constitucionales y electorales que permitan el desarrollo de una democracia estable, plural y pacífica en la región. La Unión por el Mediterráneo debe adaptarse a la nueva era y las nuevas circunstancias, y debe reflexionar y actuar en relación con los acontecimientos recientes con miras a formular propuestas sobre la mejor forma de promover la democracia y los derechos humanos en sus Estados miembros y en la región en su conjunto, incluida Libia, así como sobre posibles reformas que refuercen su cometido y le confieran coherencia y eficacia.

 
  
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  Filip Kaczmarek (PPE), por escrito.(PL) He respaldado la resolución sobre los países vecinos meridionales, que dedica particular atención a la situación de Libia. En este Estado, se está asesinando a las personas que están luchando por la libertad de su país. Deberíamos estar ayudándolas. Nuestra resolución las ayuda, porque condena inequívocamente al dictador y apoya a quienes quieren introducir cambios fundamentales en Libia.

No sabemos cuándo ni cómo terminará la guerra civil. Nos gustaría que acabase rápidamente y con la victoria de las fuerzas a favor de la democracia. La Unión Europea debería ponerse en contacto con el Consejo Nacional de Transición Provisional sin demora e iniciar el proceso de reconocimiento oficial de este. También debería animar a los libios a introducir cambios y a avanzar hacia la democracia. Muchas gracias.

 
  
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  David Martin (S&D), por escrito. – Celebro el impulso de la democracia en Libia y en los países vecinos. Pido que se respeten plenamente los derechos humanos en la región. Sin embargo, me he abstenido en la votación de esta resolución porque insta a la creación de una zona de exclusión aérea. Para establecer dicha zona, tendríamos que bombardear los emplazamientos de misiles antiaéreos, lo que supondría una amenaza para la vida de los civiles. También permitiríamos al régimen afirmar que Occidente está atacando a Libia, en lugar de tratar de defender al pueblo libio.

 
  
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  Jiří Maštálka (GUE/NGL), por escrito. (CS) Las negociaciones que requiere la evolución de la situación [en Libia] deberían llevarse a cabo con tacto y de manera adecuada. Entonces podrían adoptarse medidas adicionales y apropiadas sobre la base de un análisis minucioso de la situación. Estas medidas podrían dar la posibilidad de una solución directa y de apoyo en el sector social y otras esferas. El objetivo debería ser encontrar una solución que tenga una visión a largo plazo clara y bien fundada, que ayude a preservar la soberanía de este país y que sea debidamente tolerante con sus tradiciones. El posible establecimiento de una muy debatida zona de exclusión aérea es una de las medidas que, como se ha dicho, deberían llevarse a cabo con el objetivo primordial de proteger a los civiles. En este contexto, considero importante que el mandato reciba la aceptación clara de tantos países como sea posible y, en particular, que sea conforme al mandato del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. A la hora de elaborar propuestas de resolución, la riqueza en recursos naturales de este país no debería ser el único factor influyente.

 
  
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  Jean-Luc Mélenchon (GUE/NGL), por escrito. (FR) He votado a favor del texto y las medidas propuestas relativas al espacio aéreo para ayudar a las personas que están actuando contra el tirano que las está bombardeando. He emitido mi voto con arreglo al siguiente marco estricto: todos los actos de guerra, como la creación de una zona de exclusión aérea, pueden decidirlos única y exclusivamente las Naciones Unidas. Esta acción debe situarse bajo la autoridad del mando militar de las Naciones Unidas y de nadie más. Todas las decisiones deben tomarse consultando a las organizaciones de la Unión Africana y la Liga Árabe. Me opongo completamente a la idea estadounidense del bombardeo preventivo y a la intervención de la OTAN. Cualquier otro proceder requeriría un texto diferente y unas disposiciones distintas.

 
  
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  Nuno Melo (PPE), por escrito. (PT) Lo que está ocurriendo en Libia es completamente inaceptable y la comunidad internacional tiene que tomar medidas más concretas que impliquen la suspensión automática de todos los tipos de ataques contra los civiles. Una guerra civil en Libia parece preocupantemente inminente y debe evitarse a toda costa. La UE ha de asumir un papel destacado en este proceso y ayudar a encontrar soluciones que eviten que se agrave el conflicto que actualmente se está produciendo en este país.

 
  
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  Willy Meyer (GUE/NGL), por escrito. (ES) He votado en contra de la resolución común del PE sobre Libia porque pide la creación de una zona de exclusión aérea sobre el país, lo que constituye el primer paso para una intervención militar. No podemos, de ningún modo, avalar la solución militar para la crisis libia ni para ninguna otra crisis. Fuimos muy críticos con las intervenciones militares de Iraq y de Afganistán y no podemos caer en el mismo error. Los ejemplos de estos dos países deben hacernos aprender que la violencia solo engendra más violencia, la cual acaba teniendo consecuencias devastadoras para la población civil.

En el caso de Libia, condeno la violencia que Gaddafi está ejerciendo sobre su pueblo y me solidarizo con los movimientos de protesta de la población. Pero soy de la opinión de que la solución en Libia debe pasar por el cese de la violencia y la vía diplomática.

 
  
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  Louis Michel (ALDE), por escrito. (FR) La revolución libia fue iniciada en nombre de la libertad, la dignidad y la democracia por jóvenes movidos por un sentido de Estado. No podemos sino apoyar esta aspiración maravillosa e impresionante, y condenar firmemente a aquellos que intentan suprimirla por la fuerza y que no dudan en asesinar y herir a miles de civiles.

Espero muy sinceramente que las Naciones Unidas, en coordinación con la Liga Árabe y la Unión Africana, otorguen un mandato para establecer una zona de exclusión aérea sobre Libia con el fin de proteger a la población contra posibles ataques. También espero que la Alta Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, la baronesa Ashton, entable relaciones con el Consejo Nacional de Transición Provisional lo antes posible para que este sea reconocido como un interlocutor legítimo a la espera de unas elecciones democráticas.

A lo largo de las últimas semanas, hemos sido testigos de la espectacular y prometedora agitación del marco geopolítico de esta región sumamente conflictiva. Estoy convencido de que se está abriendo una perspectiva sin precedentes, que está creando las condiciones necesarias para la resolución pacífica del conflicto entre Israel y Palestina. Debemos aprovechar esta oportunidad para librar a Oriente Próximo de un conflicto que ya ha causado demasiado dolor, tragedia, resentimiento y malentendido.

 
  
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  Alexander Mirsky (S&D), por escrito. – ¡Estoy «rebosante de alegría» por la cantidad de enérgicas declaraciones y expresiones de condena! ¿Dónde estaban ustedes antes? ¿Gadafi nació ayer? ¿No había terror en Libia? Hoy, ¡el cinismo de algunos dirigentes de la UE provoca una sensación de asco! Hasta hace poco, todos los dirigentes de los mayores Estados miembros de la UE estaban acurrucándose contra el dirigente libio y congraciándose con él. ¡Y hoy están dispuestos a crucificar a Gadafi! Es mejor no inmiscuirse en los asuntos internos de otro país, ¿no? Dejemos que los libios solucionen sus problemas por sí mismos o, de lo contrario, ¡podríamos ser testigos de una rebelión en toda regla en los países árabes! Me he abstenido.

 
  
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  Andreas Mölzer (NI), por escrito.(DE) En la lucha por conservar el poder, Gadafi está utilizando artillería cada vez más pesada (como el bombardeo de rebeldes) y no tiene miedo de causar un alto número de víctimas mortales. El mundo exterior ha condenado estas medidas de la forma más enérgica posible y el Parlamento Europeo está pidiendo una zona de exclusión aérea, con el fin de impedir que los bombarderos de Gadafi ataquen a los civiles; el reconocimiento del Consejo Nacional de Transición Provisional y el movimiento a favor de la democracia como representantes legítimos del pueblo libio; y la ruptura de todas las relaciones con Gadafi. Queda por ver si los Jefes de Estado o de Gobierno cumplirán con este llamamiento. Debido al posible reasentamiento y distribución de migrantes en Europa, me he abstenido de votar.

 
  
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  Claudio Morganti (EFD), por escrito. (IT) Señor Presidente, Señorías, he votado a favor de esta resolución común sobre la situación actual en Libia.

El régimen de Gadafi ha perpetrado demasiados abusos y graves violaciones contra la población y creo que es nuestro deber adoptar una postura europea común fuerte. Las medidas propuestas en la resolución adoptada son un paso en la buena dirección, empezando por el deseado cierre del espacio aéreo sobre Libia, a saber, la creación de una zona de exclusión aérea para impedir que el régimen ataque a la población civil desde el cielo.

Creo que la comunidad internacional, y la Unión Europea en primer lugar, deberían tener la obligación de establecer relaciones con el Consejo Nacional de Transición Provisional de los insurgentes para ayudar a iniciar un proceso de democratización en el país. Ha llegado la hora de que Europa se ponga firme y haga valer su voz para poner fin a esta situación dramática, que también podría tener graves repercusiones en toda la UE, comenzando por una ola masiva de migración a Italia, en particular, y a Europa en general.

 
  
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  Paulo Rangel (PPE), por escrito. (PT) La gravedad de la situación a la que se está enfrentando actualmente el pueblo de Libia, víctima de la violenta represión ejercida por el régimen de Gadafi, el cual ha causado innumerables víctimas mortales, heridos y refugiados, requiere una acción decidida y concertada por parte de la comunidad internacional, y la UE debería asumir un papel destacado y adoptar una postura firme a la hora de condenar a los responsables de las atrocidades cometidas, de adoptar y aplicar sanciones y medidas adecuadas, y también de apoyar las legítimas aspiraciones democráticas de este pueblo.

 
  
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  Raül Romeva i Rueda (Verts/ALE), por escrito. – Considero que los apartados 10 y 11 (en su forma enmendada) son especialmente importantes en este texto:

«10. Destaca que la UE y sus Estados miembros deben hacer honor a su responsabilidad de protección, con el fin de poner a salvo a la población civil libia de los ataques armados a gran escala; señala, por tanto, que no puede excluirse ninguna opción prevista en la Carta de las Naciones Unidas; pide a la Alta Representante/Vicepresidenta y a los Estados miembros que estén preparados para hacer efectiva una decisión del CSNU sobre medidas adicionales, incluida la posibilidad de establecer una zona de exclusión aérea destinada a evitar los ataques del régimen contra la población; destaca que todas las medidas adoptadas por la UE y sus Estados miembros deberían ser conformes a un mandato de las Naciones Unidas y basarse en la coordinación con la Liga Árabe y la Unión Africana, alentando a ambas organizaciones a dirigir los esfuerzos internacionales;

11. Insta a la Alta Representante/Vicepresidenta a que establezca relaciones con el Consejo Nacional de Transición Provisional y a iniciar el proceso para hacerlo oficial, con miras a promover la transición a la democracia, garantizar la participación de un amplio abanico de representantes de la sociedad libia y favorecer la capacitación de las mujeres y las minorías en el proceso de transición, y a que brinde su apoyo al Consejo Nacional de Transición Provisional en la zona liberada, con el fin de aliviar a la población y cubrir sus necesidades humanitarias básicas, incluida la asistencia sanitaria».

 
  
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  Licia Ronzulli (PPE), por escrito. (IT) Con esta resolución, el Parlamento Europeo está pidiendo a los Gobiernos de la UE que reconozcan al Consejo Nacional de Transición Provisional como la autoridad oficial de la oposición libia.

La resolución aprobada insta a la UE a prepararse para el posible establecimiento de una zona de exclusión aérea para impedir que el coronel Gadafi arremeta contra la población y para ayudar a la repatriación de quienes huyen de la violencia. También me parece una opción estratégicamente importante que la Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, la baronesa Ashton, establezca contacto con los representantes del rebelde Consejo Nacional de Transición Provisional con el fin de acelerar el proceso de reconocimiento oficial de ese órgano. Es hora de que el coronel Gadafi deje el poder y ponga fin a la violación sistemática de los derechos humanos que impera en su país.

 
  
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  Ernst Strasser (PPE), por escrito.(DE) En cuanto al apartado 15: con respecto al artículo 80 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, la situación sigue siendo que yo ―al igual que el Gobierno austriaco― abogo por la solidaridad de modo voluntario. Debería corresponder a los Estados miembros ―en función de las capacidades de cada uno― decidir hasta dónde puede extenderse esta solidaridad.

 
  
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  Marie-Christine Vergiat (GUE/NGL), por escrito. (FR) He votado a favor de la resolución del Parlamento Europeo sobre Libia, que es un mensaje claro de apoyo político a la revolución libia. En primer lugar y ante todo, el Parlamento Europeo ha expresado su solidaridad con el pueblo libio y ha condenado las violaciones de los derechos humanos y la violenta represión que está perpetrando el régimen de Gadafi.

La zona de exclusión se contempla en el apartado 10 de la resolución y se sitúa en el marco de las Naciones Unidas para evitar los ataques del régimen contra la población civil en coordinación con la Liga Árabe y la Unión Africana. Sin embargo, este apartado puede prestarse a diversas interpretaciones. Para algunos, se trata simplemente de impedir que los aviones de Muammar el Gadafi disparen a la población civil. Esta interpretación puede otorgar una función preventiva que se extienda hasta impedir que dichos aviones asesinen a la población libia. Para otros, es el primer paso hacia una posible intervención militar.

Me he abstenido de votar este apartado ambiguo.

Por consiguiente, celebro la adopción de esta resolución aunque lamento que no reconozca los errores pasados de la Unión en sus relaciones con Libia, también con respecto al tema de la inmigración.

 
  
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  Angelika Werthmann (NI), por escrito.(DE) He votado a favor de la propuesta de resolución común. En la medida en que somos un vecino cercano y tenemos la obligación de cumplir los principios del Derecho internacional, que también incluyen el derecho de los pueblos a la autodeterminación, es esencial que prestemos asistencia al pueblo del norte de África. No obstante, el método para hacerlo debería escogerse con cuidado: la petición, por parte del Consejo Nacional de Transición Provisional libio, de que no se realice una intervención militar directa debe respetarse también para no empeorar todavía más la situación humanitaria de los civiles.

 
  
  

Informe: Bastiaan Belder (A7-0037/2011)

 
  
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  Luís Paulo Alves (S&D), por escrito. (PT) Estoy a favor de este informe porque creo que el Gobierno de Irán debería respetar las demandas legítimas de su pueblo, que reclama libertades fundamentales y la mejora de las condiciones económicas y sociales, junto con el deseo de cooperación por parte de Irán con la comunidad internacional. El enfoque que ha de adoptar la UE debería tratar la cuestión de los derechos humanos como un factor fundamental, por un lado, y, por el otro, reconocer el papel estabilizador de Irán en la región a condición de que normalice las relaciones con sus vecinos y otros agentes internacionales, abandone su programa nuclear y mejore las condiciones humanas y democráticas. También comparto la posición del Consejo de aplicar un doble enfoque a la cuestión nuclear: sanciones por un lado, pero una oferta de diálogo por el otro. Como apunte final, me gustaría decir que la UE no debería ser simplista al plantear el asunto a Irán haciendo referencia únicamente a su programa nuclear, sino que también debería tener en cuenta las cuestiones relacionadas con los derechos humanos y el potencial estabilizador del país en la región.

 
  
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  Roberta Angelilli (PPE), por escrito. (IT) Señor Presidente, lo doloroso de la cuestión iraní es la violación masiva de los derechos humanos, especialmente el uso de la pena de muerte como método de castigo.

Si bien, el día 12 de mayo de 2010, la UE hizo de nuevo un llamamiento a Irán para que decretase una moratoria de la pena de muerte, de conformidad con las Resoluciones 62/149 y 63/168 de la Asamblea General de Naciones Unidas, Irán sigue ostentando el récord mundial de ejecuciones de niños y mujeres, y de ejecuciones basadas en la orientación sexual.

El controvertido programa nuclear también es fuente de grave preocupación debido a la falta de transparencia, la renuencia a cooperar con el Organismo Internacional de la Energía Atómica y el incumplimiento de las obligaciones que impone el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares.

Otro problema tiene que ver con las telecomunicaciones e Internet, que están sometidas a constantes interrupciones en detrimento de la obligación internacional de defender la libertad de información. Por tanto, apoyo este informe y espero ver una mejora de la situación muy pronto.

 
  
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  Zigmantas Balčytis (S&D), por escrito. (LT) La República Islámica de Irán (en lo sucesivo, Irán) se enfrenta a una serie de retos en materia de gobernanza, desde luchas de poder entre facciones rivales en el seno de las élites dirigentes del país hasta un asfixiante malestar socioeconómico, un entorno de seguridad problemático a escala regional y un creciente descontento popular. Las políticas ejercidas por el régimen iraní no responden a las demandas justificadas de los ciudadanos iraníes. El descontento popular con respecto al Gobierno iraní, de resultas de la grave situación socioeconómica combinada con una falta de libertad y del respeto básico hacia la dignidad humana dentro de Irán, representa el principal reto para la supervivencia del régimen. Además, sigue habiendo un alto número de violaciones de los derechos humanos en el país. Según los informes anuales sobre la pena de muerte en Irán, el número de ejecuciones en 2009 fue el más alto de los últimos 10 años, con lo que Irán se convierte en el país con el mayor número de ejecuciones per cápita del mundo. Estoy de acuerdo con el llamamiento del informe para que Irán derogue definitivamente la pena capital para los delitos cometidos por personas menores de 18 años y reforme su legislación, que viola los convenios internacionales de derechos humanos que ha ratificado Irán, incluidos la Convención sobre los Derechos del Niño y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, e insto a Irán a que publique estadísticas oficiales sobre la aplicación de la pena de muerte.

 
  
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  Edite Estrela (S&D), por escrito. (PT) He votado a favor de este informe, porque creo que Irán debería poner fin a toda forma de discriminación, una situación que afecta particularmente a las mujeres. En Irán siguen violándose impunemente los derechos humanos y los derechos fundamentales. Las autoridades iraníes deberían suprimir, de hecho y de derecho, todas las formas de tortura o cualquier otro tipo de tratos crueles e inhumanos de una vez por todas.

 
  
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  Diogo Feio (PPE), por escrito. (PT) Irán tiene una historia larga y rica, y una identidad especial que habría que tener en cuenta en un momento en que está creciendo la preocupación por los recientes acontecimientos políticos y sociales en ese país. Sin renunciar a los valores europeos ni a la prioridad otorgada a la democracia y los derechos humanos, creo que no se deberían cerrar las vías de diálogo con Teherán y que, por tanto, habría que tratar de propiciar los cambios que este país necesita tan imperiosamente. Observo con preocupación los recientes ataques contra miembros de la oposición y espero que el régimen iraní comprenda cuán contraproducente es esta actitud y lo mucho que contribuye a su aislamiento internacional.

 
  
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  João Ferreira (GUE/NGL), por escrito. (PT) Una vez más, desearíamos declarar que no compartimos sino condenamos una perspectiva restrictiva y básica de los derechos humanos. La UE a menudo actúa de manera hipócrita con respecto a ellos para ocultar objetivos muy diferentes. Si este no fuera el caso, muchas de las consideraciones y críticas aquí formuladas se extenderían a otros países de la región, como Israel o Arabia Saudí, a los que les serían aplicables los mismos criterios que ahora se están aplicando a Irán.

Es importante señalar que la existencia de la paz y la seguridad en la región es incompatible con la constante ocupación de los territorios palestinos por parte de Israel y la política de ayuda que conceden a este país los Estados Unidos de América y la OTAN, con la complicidad de la UE. La resolución omite mencionar esto.

 
  
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  Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. (PT) La violación de los derechos humanos es un acto censurable en Irán o en cualquier otro país del mundo. En este informe, la mayoría del Parlamento recurre a su hipocresía habitual, al utilizar una supuesta defensa de los derechos humanos para enmascarar el hecho de que su objetivo es proteger los intereses económicos estratégicos de las principales potencias, sobre todo el petróleo del país, más que la libertad del pueblo iraní. Invocar esta libertad es un mero pretexto. Si el objetivo fuera efectivamente el respeto de los derechos humanos y la seguridad de la región, sería necesario desenmascarar esta situación en otros países de la zona como Israel y Arabia Saudí, y aplicar los mismos criterios a esos países.

Además, el informe oculta la amenaza a la paz y la seguridad en la región que surge de la constante ocupación de los territorios palestinos por parte de Israel y la política de ayuda que conceden a este país los Estados Unidos de América y la OTAN.

Estamos en contra de la injerencia en los asuntos internos de cualquier país, ya se trate de una afrenta a la soberanía nacional o al derecho internacional. Por tanto, nos oponemos a la manipulación o utilización de ciertas fuerzas o partidos de la oposición iraní, así como a las campañas que tratan de preservar el interés de la UE y sus aliados, en lugar de los intereses del pueblo iraní.

 
  
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  Lorenzo Fontana (EFD), por escrito. (IT) El informe del señor Belder subraya de manera pragmática todas las cosas que deberían preocupar a la UE con respecto a Irán. Las pruebas nucleares no controladas, una falta de libertades fundamentales, un clima hostil a la inversión extranjera, abusos por parte del Gobierno y la división entre los dirigentes y la sociedad civil. Creo que estas son razones suficientes para votar a favor de que la UE adopte una actitud pragmática hacia un agente principal en el contexto regional de Oriente Próximo y para apoyar el informe del señor Belder.

 
  
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  Juozas Imbrasas (EFD), por escrito. (LT) He votado a favor de este documento porque no conviene imponer cambios democráticos desde el exterior o por la fuerza de las armas, sino que deben derivarse de un proceso democrático pacífico. Como ustedes saben, los riesgos de proliferación en relación con el programa nuclear iraní siguen constituyendo una fuente de grave preocupación para la Unión Europea y la comunidad internacional, tal como se indica muy claramente en numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El potencial estabilizador que podría desplegar Irán beneficiaría al conjunto de la región si normalizara sus relaciones internacionales, en particular en su vecindad, si despejara definitivamente las dudas sobre el carácter real de su programa nuclear y garantizara un mejor respeto de los derechos humanos y de la democracia.

 
  
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  David Martin (S&D), por escrito. – He votado a favor de este informe, que condena la situación de los derechos humanos en Irán e insta a que se tomen medidas para impedir que Irán se convierta en una potencia nuclear. Me preocupa que la resolución reconozca el «derecho de Irán a enriquecer uranio», lo cual es desde luego correcto de conformidad con las normas del OIEA, pero, dado el punto muerto continuado en las negociaciones, es contrario a las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

 
  
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  Clemente Mastella (PPE), por escrito. (IT) El régimen del Presidente Ahmadineyad sigue pisoteando impunemente los derechos fundamentales del pueblo iraní, mientras que el propio Gobierno se ve sacudido por una serie de incertidumbres. Por un lado, la población tiene esperanzas de cambio democrático mientras que, por otro, el Gobierno y el Parlamento de Irán se ven perturbados por la presencia de facciones en el seno de las élites que compiten por el poder. Indudablemente, sin embargo, no conviene imponer cambios democráticos desde el exterior, sino que deben derivarse de un proceso democrático pacífico, que finalmente atienda las demandas de bienestar y libertad planteadas por los recientes movimientos iraníes masivos. La cuestión nuclear también sigue planteando un problema. Por nuestra parte, la UE debería esforzarse por encontrar una solución diplomática, basada en un enfoque que combine la presión con el diálogo normal. Sería conveniente, por ejemplo, que el Consejo Europeo contribuyese a congelar los activos de aquellos particulares con vínculos con los programas nuclear y armamentístico de Irán. No obstante, en el futuro, las relaciones entre la UE e Irán deberían centrarse en analizar las numerosas violaciones de los derechos humanos. En resumen, la Unión debería emplear todos los medios de que dispone para concertar una posición unívoca de la Unión Europea y demostrar a los iraníes que estamos pensando en su futuro. Sus derechos humanos también son nuestros derechos.

 
  
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  Nuno Melo (PPE), por escrito. (PT) Hemos de considerar el pasado y la historia cultural de Irán cuando abordamos sus actuales acontecimientos políticos y sociales. Las constantes violaciones de los derechos humanos en Irán son motivo de preocupación, pero no pueden impedir el diálogo con este país con el objetivo de poner fin a tales incidentes; debemos ser proactivos en la búsqueda de soluciones que acaben con ellos. Los recientes ataques contra miembros de la oposición son preocupantes y es necesario hacer ver al régimen iraní que semejante comportamiento solo conduce a un mayor aislamiento internacional.

 
  
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  Alajos Mészáros (PPE), por escrito. (HU) El Gobierno de Irán ha estado enfrentándose a serios retos recientemente, lo que ha propiciado niveles crecientes de descontento público. Las fuerzas de seguridad han respondido con la fuerza bruta y han detenido sumariamente a manifestantes pacíficos; los tribunales han organizado simulacros de juicios en masa contra estudiantes, científicos, defensores de los derechos de las mujeres, abogados, periodistas y clérigos. Muchos iraníes han sido ejecutados por razones políticas, y son innumerables los que permanecen en prisión. Irán es uno de los tres países del mundo que ostentan el mayor número de ejecuciones. Debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para eliminar la discriminación negativa y la represión social en Irán lo antes posible y, de este modo, garantizar que el país pueda dar sus primeros pasos hacia el cambio democrático. Sin embargo, esto no puede lograrse desde el exterior o por la fuerza de las armas; debe ser un proceso democrático y pacífico, razón por la cual apoyo esta propuesta con mi voto.

 
  
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  Willy Meyer (GUE/NGL), por escrito. (ES) A pesar de que, a través de algunas enmiendas, el texto del informe se ha visto levemente mejorado, he votado en contra del mismo porque aboga por una política de sanciones que, a mi juicio, no va a mejorar la situación de los iraníes, sino todo lo contrario. En mi opinión, el informe del Parlamento Europeo debería rebajar la tensión en lugar de acrecentarla, porque una situación de agotamiento de la vía diplomática significaría agravar la ya de por sí complicada situación de la población de Irán. A mi parecer, las amenazas a Irán por parte de la comunidad internacional no son la vía para encontrar un compromiso razonable en la controversia del programa nuclear. Por ese motivo he votado en contra de este informe.

 
  
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  Louis Michel (ALDE), por escrito. (FR) He apoyado esta resolución porque, más allá de la cuestión nuclear, el ponente no ha rehuido abordar la situación interna del país, las aspiraciones del pueblo a más democracia y la situación de los derechos humanos.

Tenemos el deber de no decepcionar a una población joven, una población que aspira a vivir en una democracia y a respetar las ideas del otro. Tenemos que apoyar a un pueblo que tiene por objetivo formar un Estado de Derecho para ofrecer a las generaciones futuras un destino fundado en la tolerancia, la libertad, la justicia y la prosperidad. Tenemos que denunciar como inaceptables las violaciones, los asesinatos, las ejecuciones sumarias, las detenciones arbitrarias y el acoso.

Cualquier violación de los derechos humanos es inaceptable. Aun así, desde la reelección del Presidente Ahmadineyad en junio de 2009, hemos observado un aumento de tales violaciones. Irán ostenta la tasa más alta de ejecuciones per cápita con relación a su población en el mundo. El país es el segundo, después de China, en lo que se refiere a la aplicación de la pena de muerte por lapidación en cuanto al número de ejecuciones, y el primero si se tiene en cuenta la proporción per cápita. Es hora de que Irán cumpla sus obligaciones derivadas del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el cual ratificó libre y voluntariamente.

 
  
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  Miroslav Mikolášik (PPE), por escrito. (SK) Irán, como firmante del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, durante mucho tiempo ha ignorado arrogantemente sus compromisos, en particular, ocultando sus operaciones nucleares. Si Irán quiere mantener unas buenas relaciones con las UE y otros Estados democráticos, debe disipar de modo inequívoco todas las dudas relativas al propósito de su programa nuclear.

También considero que la consolidación de las relaciones entre Irán y Turquía ―país este último que asegura a la Unión que reconoce los valores comunes en su esfuerzo por conseguir la adhesión a la UE, al tiempo que muestra una afinidad manifiesta con el régimen iraní― es una cuestión que debe preocupar a la UE.

Me gustaría decir que Irán ostenta el récord mundial en cuanto al número de ejecuciones de menores y el número de ejecuciones per cápita. Los simulacros de juicios de opositores políticos y el castigo excepcionalmente cruel de la lapidación, que se aplica legalmente en Irán hoy en día, así como otras formas de tortura, trato y castigo crueles e inhumanos, son característicos de un régimen que merece una rotunda condena moral.

Aparte de lo que ya se ha mencionado, las prioridades de la UE deben incluir una insistencia pertinaz en la declaración de una moratoria de las ejecuciones hasta la abolición de la pena de muerte, un llamamiento a poner fin a la impunidad de las violaciones de los derechos humanos y, por supuesto, el fin de la desestabilización de la región.

 
  
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  Alexander Mirsky (S&D), por escrito. – Es hilarante y, al mismo tiempo, muy triste hablar de respeto de los derechos y las libertades en un país gobernado por una persona que amenaza con masacrar a los Estados Unidos, Europa e Israel. No tiene ningún sentido negociar con él sobre derechos humanos y valores y libertades. Esta clase de personas solo entiende de poder. Es necesario dejar de ser ceremoniosos y empezar a pasar de las palabras a los hechos. Un aislamiento completo, unas sanciones severas y una posición clara y consecutiva darán resultado. Mahmud Ahmadineyad es un peligro para la sociedad mundial.

 
  
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  Cristiana Muscardini (PPE), por escrito. (IT) La falta de transparencia en el Gobierno iraní y la cooperación limitada con el Organismo Internacional de la Energía Atómica con respecto al programa nuclear desde luego distan de ser tranquilizadoras.

El deterioro de la situación de los derechos humanos fundamentales y la capacidad del país para desestabilizar la región a través de Hezbolá y Hamás son elementos que aumentan las inquietudes que Irán está despertando por todo el mundo. El fraude electoral, la represión violenta de las manifestaciones y las ejecuciones, que han ascendido a 680 en 2010 (el doble de las registradas en el año anterior), y la detención de líderes de la oposición no dejan lugar a dudas sobre el uso del poder y la violencia que practica el régimen. Las sanciones de la UE de 26 de julio de 2010, en consonancia con las de las Naciones Unidas, eran adecuadas y necesarias. La Unión debe prestar mayor atención a la política nuclear de Irán para seguir los acontecimientos que se produzcan en el terreno de conflicto.

La UE debería apoyar la diplomacia internacional para la protección de los derechos humanos. El enfoque de doble vía mantiene la puerta abierta al diálogo, pero para dialogar hacen falta al menos dos y, en ausencia de buena voluntad por parte de Irán, las sanciones deberían reforzarse y hacerse más específicas. No podemos aceptar que las ejecuciones sigan aumentando hasta tal punto y que la política nuclear de Irán escape al control de la comunidad internacional.

 
  
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  Mariya Nedelcheva (PPE), por escrito. (FR) He votado a favor del informe del señor Belder. Llevamos demasiado tiempo pidiendo un cambio de régimen en Irán. Los cerebros que están detrás del régimen actual están violando constantemente los derechos humanos, ya estemos hablando de las condiciones vergonzosas en que se mantiene a los residentes del campamento opositor de Ashraf, la vulneración constante de los derechos de las mujeres, la discriminación contra los homosexuales o la censura de los artistas, entre otros ejemplos.

En el plano europeo, lo que podemos hacer es aplicar sanciones efectivas contra los dirigentes del régimen. Sin embargo, aplicar sanciones no es suficiente. Hay que animar a la población del país que está luchando para defender sus derechos humanos. ¿No debería la Unión Europea apoyar a todos los defensores de los derechos humanos en Irán? El impulso actual de la democracia en el norte de África debería extenderse a Irán.

 
  
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  Paulo Rangel (PPE), por escrito. – (PT) He votado a favor de este informe que esboza la dura situación que se está viviendo en Irán, denunciando las prácticas de represión y las violaciones sistemáticas de los derechos humanos perpetradas por las autoridades iraníes y poniendo de relieve la necesidad de buscar seriamente una solución diplomática a la cuestión nuclear. En particular, me gustaría sumarme a la expresión de solidaridad con el pueblo iraní, que ha estado pidiendo legítimamente un cambio democrático en el país después de las elecciones presidenciales de 2009.

 
  
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  Raül Romeva i Rueda (Verts/ALE), por escrito. – Este es el primer informe sobre Irán que se presenta en el Parlamento desde el informe Gahler de 2001. Puesto que todas las negociaciones sobre acuerdos entre la UE e Irán han estado en suspenso durante años, la única manera de que el Parlamento exprese una posición de mayor calado con respecto a este país es a través de un informe de propia iniciativa, que se inició por medio de una propuesta del Grupo Verts/ALE. La tarea se encomendó al Grupo EFD. Cuatro grupos políticos (Verts/ALE, S&D, ALDE y GUE) formularon enmiendas conjuntas al proyecto que, en gran medida, se adoptaron, si bien por una mayoría escasa.

Las siguientes son cuestiones importantes: los contactos de la UE con Irán (apartado 32), apartado en el que, en lo que respecta a los antecedentes de la controversia sobre si la delegación del Parlamento Europeo para Irán debería tener permiso para viajar a Irán, el texto ahora insta ―contrariamente a los deseos del ponente― a desarrollar contactos con un amplio espectro de agentes, sin hacer una referencia directa a la delegación; las sanciones (apartado 42), apartado en el que el texto insta a imponer sanciones específicas a los principales responsables de violaciones de los derechos humanos ―por el momento, solo hay sanciones contra personas vinculadas al expediente nuclear―; y la apertura de una embajada de la UE en Teherán ―paralelamente a casi todos los Estados miembros que tienen representación en el país―.

 
  
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  Licia Ronzulli (PPE), por escrito. (IT) Apoyo el texto de este informe porque destaca los aspectos principales que hacen de Irán uno de los países más peligrosos en el plano internacional, tanto desde una perspectiva humanitaria como política.

El país ahora está devastado por el uso arbitrario de la violencia por parte de las fuerzas de seguridad, que han reaccionado adoptando medidas sumamente implacables contra manifestaciones pacíficas deteniendo a miles de manifestantes. Este uso gratuito de la violencia ha causado un deterioro progresivo de los derechos humanos básicos del pueblo iraní, que está continuamente sometido a un sistema punitivo contrario a cualquier convenio internacional de derechos civiles y políticos de las personas.

Por si eso fuera poco, la pena de muerte por lapidación todavía está en vigor en este país, con un número creciente de ejecuciones, por no mencionar el hecho de que aún carecemos de pruebas que corroboren que las instalaciones nucleares del país se están utilizando para fines exclusivamente pacíficos.

 
  
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  Oreste Rossi (EFD), por escrito. (IT) Estamos a favor de este informe porque trata la cuestión iraní con la dureza y la severidad necesarias, poniendo de relieve los contrastes existentes en el país y la imposibilidad de aceptar que esta situación continúe. El régimen iraní ejerce una represión constante contra todo aquel que osa rebelarse contra el absolutismo, normalmente aplicando la pena de muerte.

De hecho, es el país que ostenta el récord de practicar el mayor número de ejecuciones de menores y ejecuciones per cápita del mundo. También observamos que, a menudo, la pena de muerte se lleva a cabo mediante lapidación para delitos tan leves como acusaciones de adulterio y apostasía. El informe también destaca la represión de los cristianos y la comunidad Bahá'í.

Irán sigue perdiendo credibilidad internacional debido a su retórica política y apoyo agresivo al fundamentalismo islámico. También deseo hacer hincapié en los actos continuados de violencia psicológica y física a los que son sometidos constantemente por el Gobierno iraní los refugiados disidentes del campamento de Ashraf.

 
  
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  Peter Skinner (S&D), por escrito. – Me complace que el señor Belder haya sido capaz de presentar este informe a la Cámara y conseguir que se aprueben los elementos relacionados con los derechos humanos en Irán, en particular, la condena rotunda de la detención de los líderes de la oposición Mir Hossein Mousavi y Mehdi Karoubi, junto con sus esposas.

Sin embargo, no estoy de acuerdo con que Irán tenga «derecho a enriquecer uranio», derecho permitido por las normas del OIEA, pero que, dado el punto muerto continuado en las negociaciones, es contrario a las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

 
  
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  Catherine Stihler (S&D), por escrito. – He apoyado este informe porque creo firmemente que el Gobierno iraní debería responder positivamente a las demandas de su pueblo, que reclama libertades básicas y la mejora de las condiciones sociales y económicas. Por medio de este informe, el Parlamento Europeo condena el uso de la pena de muerte así como otras muchas violaciones de los derechos humanos.

 
  
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  Angelika Werthmann (NI), por escrito. (DE) He votado a favor del informe del señor Belder sobre el enfoque de la UE acerca de Irán. Comparto las preocupaciones de la mayoría de los europeos con respecto al programa nuclear de Irán y las afirmaciones del régimen iraní de que solo se utilizará con fines civiles. Pese a eso, opino que, en su cooperación con terceros países en el sector de la energía, la Unión Europea solo debería hacer uso de fuentes de energía sostenibles, ecológicas y seguras, de conformidad con sus objetivos de protección del clima. También comparto la opinión de mi compañero diputado de que la UE debería diseñar en cuanto a Irán una estrategia más amplia que vaya más allá de la cuestión nuclear y aborde también la situación de los derechos humanos y otros asuntos importantes.

 
  
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  Iva Zanicchi (PPE), por escrito. (IT) He votado a favor del informe del señor Belder porque, a pesar de los numerosos problemas relacionados con la política interior y exterior de Irán como, por ejemplo, el posible uso de armas nucleares, la falta de transparencia en ciertas decisiones gubernamentales y, en algunos casos, la falta de respeto por los derechos humanos fundamentales, creo que una política basada exclusivamente en sanciones no puede producir grandes beneficios.

Por consiguiente, considero importante que la Unión Europea preserve y, siempre que sea posible, mantenga formas de diálogo con el Gobierno de Teherán.

 
  
  

Propuesta de resolución común RC-B7-0158/2011

 
  
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  Luís Paulo Alves (S&D), por escrito. (PT) Voto incondicionalmente a favor de esta resolución común, que destaca la importancia de las cuestiones debatidas con respecto a los derechos de las personas que pertenecen a minorías, y a la promoción de la defensa de los derechos humanos y las libertades fundamentales, así como de los derechos del niño, al tiempo que se lucha contra el terrorismo. Me gustaría llamar la atención sobre las conclusiones, y estoy de acuerdo en que la UE debe mejorar su práctica de hablar con una sola voz ya que esto aumentaría su visibilidad e influencia como agente mundial, y las delegaciones en Ginebra y Nueva York tienen que mejorar la coherencia, la visibilidad y la credibilidad de la acción de la UE en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDHNU). Estoy de acuerdo con la resolución, que indica que los Estados miembros deberían alentar al CDHNU a que preste la misma atención a todo tipo de discriminación, ya sea por motivos de género, raza, edad, orientación sexual, religión o creencias. También estoy de acuerdo con la revisión, que pone de relieve la necesidad de que el CDHNU esté más activo como mecanismo de alerta temprana y prevención, defienda los procedimientos especiales, vele por la independencia del puesto de Alto Comisionado para los Derechos Humanos y mantenga la financiación necesaria para conservar sus oficinas regionales.

 
  
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  Zigmantas Balčytis (S&D), por escrito. (LT) La Unión Europea y sus Estados miembros se han comprometido a garantizar el respeto de los derechos humanos en sus propias políticas. Por tanto, es muy importante que la UE sea capaz de asumir una posición fuerte e influyente en las organizaciones internacionales, en particular, dentro del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, garantizando la aplicación efectiva y coherente de la política de derechos humanos internacionalmente. Convengo en que deben revisarse el trabajo y el mandato del CDHNU, permitiendo que se evalúen y mejoren los métodos de trabajo del Consejo, de manera que sea posible reaccionar ante las violaciones de los derechos humanos con la mayor eficiencia y sistematicidad posibles. En varias ocasiones, el CDHNU no ha podido responder de forma urgente y oportuna a graves situaciones en materia de derechos humanos debido a la falta de instrumentos adecuados. Por tanto, el CDHNU debe estar mejor preparado para abordar las situaciones tanto crónicas como de emergencia, mediante la ampliación de los mecanismos relativos a los derechos humanos, utilizando los talleres no solo durante los periodos de sesiones, sino también fuera de ellos. A su vez, la UE debe considerar el CDHNU como una prioridad y establecer una mejor coordinación entre los Estados miembros, lo que permitiría a la UE utilizar mejor su influencia en el sistema general de las Naciones Unidas y facilitaría la coordinación y la toma de decisiones en la esfera de los derechos humanos.

 
  
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  Vilija Blinkevičiūtė (S&D), por escrito. (LT) He votado a favor de esta propuesta de resolución, porque la Unión Europea y sus Estados miembros deben garantizar el respeto de los derechos humanos en sus propias políticas, y la posición de la Unión Europea en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDHNU) debería ser más fuerte y más efectiva. Las prioridades para el periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y la revisión de 2011 son necesarias, porque solo entonces podemos evaluar la forma en que el Consejo de Derechos Humanos ha ejecutado su mandato y determinar los métodos de trabajo que deben mejorarse de manera que el CDHNU sea más eficaz y responda con rapidez a las violaciones de los derechos humanos. El Parlamento Europeo lamenta que, en varias ocasiones, el CDHNU no haya podido responder de forma urgente y oportuna a graves situaciones en materia de derechos humanos debido a la falta de instrumentos adecuados, y trabaja activamente por la creación de mecanismos dedicados del CDHNU para responder con rapidez a las crisis de derechos humanos, por ejemplo, en Oriente Próximo, Irán y Belarús. Además, es muy importante que el CDHNU esté mejor preparado para abordar las situaciones tanto crónicas como de emergencia, por ejemplo, mediante la ampliación de los mecanismos relativos a los derechos humanos, utilizando los talleres no solo durante los periodos de sesiones, sino también fuera de ellos. El Parlamento también pide a los Estados miembros de la UE que participen activamente en la revisión de 2011 del CDHNU con el fin de reforzar el cumplimiento de su mandato.

 
  
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  Edite Estrela (S&D), por escrito. (PT) He votado a favor de esta resolución porque creo que el orden del día del decimosexto periodo ordinario de sesiones del Consejo de Derechos Humanos plantea cuestiones importantes y particularmente pertinentes. Quiero destacar la importancia del orden del día, que incluye informes sobre los derechos de las personas pertenecientes a minorías nacionales o étnicas, religiosas y lingüísticas y sobre la promoción y la protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales en la lucha contra el terrorismo, así como amplias reuniones sobre los derechos del niño.

 
  
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  Diogo Feio (PPE), por escrito. (PT) El decimosexto periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas tendrá lugar durante un periodo histórico particularmente turbulento, lo que socava su propia composición, dado que algunos de sus miembros están lejos de cumplir con las disposiciones de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas y de promover y proteger los derechos humanos, de conformidad con su misión. La Unión Europea debe participar activamente en este periodo de sesiones y hacer todo lo que pueda para asegurar que su visión universal de los derechos humanos basada en la dignidad personal se generalice cada vez más y se aplique de manera efectiva en todos los países del mundo. El nombramiento de un alto representante europeo para los derechos humanos puede contribuir a una mayor visibilidad de las posiciones de la Unión y la insistencia por parte de los Estados miembros del Consejo en la estrategia de «un solo mensaje, con muchas voces», y tiene el potencial de incrementar el apoyo a las posiciones europeas.

 
  
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  João Ferreira (GUE/NGL), por escrito. (PT) El Parlamento Europeo lleva tiempo teniendo una política de doble rasero en materia de derechos humanos. También es bien sabido que tiene una concepción estrecha e interesada de la declaración adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948: la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Una vez más, en este informe, es clara la manera selectiva en que se menciona a varios países. Los países con los que la UE mantiene relaciones económicas y diplomáticas, y a los que atribuye una importancia estratégica, se han omitido debido a los intereses estratégicos a los que sirven, pese a sus graves violaciones de los derechos humanos. Entre estos países se incluyen, por ejemplo, Israel, Colombia y Marruecos, por nombrar solo tres, en continentes diferentes. Por nuestra parte, no tenemos una visión restrictiva de los derechos humanos.

Nos tomamos en serio todo el contenido de la declaración, la cual consideramos ―lo que es más importante― inspiradora de nuestra intervención política. Por último, nos oponemos a la idea de que la Unión Europea tenga un puesto permanente en la Asamblea General de las Naciones Unidas por la sencilla razón de que no tendría sentido a la luz del espíritu y los principios de la organización, recogidos en la Carta de las Naciones Unidas. Las Naciones Unidas son, y deben seguir siendo, una organización de Estados independientes y soberanos.

 
  
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  Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. (PT) El carácter selectivo en torno a los países criticados en este informe y la naturaleza interesada de este debate son claros. La utilización hipócrita de este informe es evidente, ya que los países con los que la UE tiene buenas relaciones económicas y diplomáticas, y aquellos que tienen una importancia estratégica no son objeto de crítica, pese a sus violaciones de los derechos humanos, incluidos, por ejemplo, Colombia y Honduras. No hay ningún llamamiento a poner fin a la ocupación del Sáhara Occidental por parte de Marruecos o la ocupación de Palestina por parte de Israel.

Además, no podemos apoyar la idea de que la Unión Europea tenga un puesto permanente en la Asamblea General de las Naciones Unidas porque estas son una organización constituida por Estados soberanos e independientes y la Unión Europea no es un Estado con arreglo a la Carta de las Naciones Unidas.

La defensa de los derechos humanos, incluido el hecho de que estos son indivisibles y no pueden clasificarse en categorías, y que son un requisito esencial para el respeto de los derechos de las personas y para una verdadera justicia social, la paz, la libertad y la democracia, forma el marco de nuestra acción política. Ustedes pueden contar con nosotros para defender los derechos humanos, pero no cuenten con nosotros para ejercicios de hipocresía.

 
  
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  Juozas Imbrasas (EFD), por escrito. (LT) He votado a favor de este documento, porque el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas es la única plataforma especializada en los derechos humanos universales y constituye un foro dedicado específicamente a los derechos humanos dentro del sistema de las Naciones Unidas, y también asume las importantes tareas y responsabilidades de reforzar la promoción, la protección y el respeto de los derechos humanos en todo el mundo. Quisiera destacar la importancia del decimosexto periodo de sesiones del CDHNU, y, en particular, el proceso de revisión del CDHNU, que constituye una oportunidad única para evaluar la forma en que el CDHNU ha ejecutado su mandato y ofrece al CDHNU la ocasión para mejorar sus métodos de trabajo y responder de forma más eficaz y sistemática frente a las violaciones de los derechos humanos. Celebro que en el orden del día del decimosexto periodo ordinario de sesiones se encuentren informes, entre otros temas, sobre los derechos de las personas pertenecientes a minorías nacionales o étnicas, religiosas y lingüísticas y sobre la promoción y la protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales en la lucha contra el terrorismo, así como amplias reuniones sobre los derechos del niño.

 
  
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  Petru Constantin Luhan (PPE), por escrito. (RO) El decimosexto periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas brinda una oportunidad única para evaluar la forma en que el CDHNU ha ejecutado su mandato y, al mismo tiempo, ofrece al CDHNU la ocasión para mejorar sus métodos de trabajo con el objetivo de asegurar una respuesta más eficaz y sistemática frente a situaciones en que se produzcan violaciones de los derechos humanos. Me parece fundamental establecer, como parte del Consejo de la UE, un grupo de trabajo sobre los derechos humanos, basado en Bruselas, en el que participarán expertos en derechos humanos de los 27 Estados miembros de la UE.

También sería sumamente útil nombrar a un Representante Especial de alto nivel de la UE para los derechos humanos. Espero que el SEAE, y en particular las delegaciones en Ginebra y Nueva York, mejoren en el futuro la coherencia, la visibilidad y la credibilidad de la acción de la UE en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, desarrollando la capacidad de la UE para interactuar y cooperar en el plano interregional.

 
  
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  Thomas Mann (PPE), por escrito.(DE) Acabo de votar a favor de la resolución del Parlamento Europeo sobre las prioridades en el decimosexto periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Nuestra resolución es particularmente significativa porque hoy hemos recordado la represión de las protestas pacíficas contra la ocupación violenta del Tíbet hace 52 años. El Dalai Lama anunció su retirada de la vida política ayer, lo cual representa una pérdida histórica. Hay pocas personas que gocen de un aprecio tan elevado por parte de su propio pueblo y del mundo en general, y que, al mismo tiempo, sean tan queridas como su Santidad. Al retirarse de la vida política, el Dalai Lama no renuncia en modo alguno a su responsabilidad. Ha afirmado que sigue estando comprometido con su papel espiritual en relación con las inquietudes del pueblo tibetano. Su Santidad transferirá los poderes políticos establecidos por la Constitución tibetana al libremente elegido gobierno en el exilio. De este modo, una vez más, el Dalai Lama reforzará la democracia del pueblo tibetano exiliado, que se encuentra repartido por todos los continentes del mundo. El día 20 de marzo, se elegirá a un nuevo primer ministro y un nuevo parlamento. Seré testigo de las elecciones en Suiza como observador. Los europeos debemos ayudar a reforzar aún más la democracia y los derechos humanos para el pueblo tibetano.

 
  
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  David Martin (S&D), por escrito. – Acojo con beneplácito esta resolución, que hace hincapié en la interdependencia de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, y señala que el acceso al agua es un derecho humano. Celebro particularmente la adopción de la enmienda 19, en la que se pide un seguimiento del informe Goldstone.

 
  
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  Nuno Melo (PPE), por escrito. (PT) En medio de estos tiempos difíciles que estamos afrontando, especialmente en las regiones norteafricanas, el decimosexto periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas tiene una importancia primordial. Por tanto, la Unión Europea tendrá que desempeñar un papel verdaderamente activo en este periodo de sesiones y tomar todas las medidas necesarias para asegurar que su visión universal de los derechos humanos basada en el respeto a la dignidad humana sea compartida por todos los países del mundo. También es importante para la UE que se nombre a un alto representante europeo para los derechos humanos con el fin de que su visión sobre la defensa de los derechos humanos sea cada vez más generalizada.

 
  
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  Willy Meyer (GUE/NGL), por escrito. (ES) Lamentablemente no he podido votar a favor de esta resolución del PE sobre las prioridades en el decimosexto periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, puesto que establece diversos puntos con los que no estoy de acuerdo.

La resolución pide la coordinación con los Estados Unidos en el campo de los derechos humanos, saluda la designación del cofacilitador marroquí en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y anima a la UE a mantener «posiciones comunes» para ciertos países. Además, insiste en las virtudes de los instrumentos financieros de la UE, que no son más que un ejemplo de la instrumentalización que la UE hace de un tema tan importante como los derechos humanos, al financiar a aquellos grupos que garantizan los intereses europeos en terceros países.

A mi entender, estos son motivos suficientes para no votar a favor de esta resolución, por eso me he abstenido.

 
  
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  Andreas Mölzer (NI), por escrito.(DE) El malestar en el Magreb nos recuerda sin ningún tipo de tapujo que no es fácil defender los derechos humanos y que esta defensa a menudo entra en conflicto con intereses económicos y/o militares. Asimismo, en nombre de la lucha contra el terrorismo, se toman medidas incompatibles con los derechos humanos. A este respecto, la UE también tiene que observar su propio comportamiento ―por ejemplo, en el caso de los vuelos ilegales de la CIA―. Pese a estas deficiencias, sigue siendo importante que la UE en particular se dedique a la protección de los derechos humanos. La protección de los derechos de las minorías, sobre todo la mejora de la situación de los cristianos y otras minorías religiosas en los países musulmanes, debe preocupar especialmente a la Unión Europea, ante una situación en la que los cristianos en particular están viéndose sometidos a una dura persecución y están siendo las principales víctimas de la violencia religiosa. En vista de esto, he votado a favor.

 
  
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  Rolandas Paksas (EFD), por escrito. (LT) He votado a favor de esta resolución porque el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas desempeña un papel muy importante en todo el mundo a la hora de abordar las cuestiones relacionadas con los derechos humanos. El proceso de revisión constituye una oportunidad excelente para evaluar la forma en que el CDHNU ha ejecutado su mandato. Estoy de acuerdo con la propuesta de que la UE hable con una sola voz en relación con las cuestiones que se estén tratando. Además, los Estados miembros deben participar activamente en la revisión del trabajo del Consejo. Celebro que en el orden del día del decimosexto periodo ordinario de sesiones se encuentren informes sobre los derechos de las personas pertenecientes a minorías nacionales o étnicas, religiosas y lingüísticas, sobre los derechos del niño y sobre la lucha contra el terrorismo. Sin embargo, para la mejora de las condiciones de vida de las personas, las cuestiones relacionadas con el derecho de acceso al agua y al saneamiento deberían considerarse en el periodo de sesiones. Debemos garantizar un mecanismo efectivo para poner en práctica y proteger lo que constituye un derecho humano fundamental. Deben dedicarse todos los esfuerzos a asegurar que los compromisos en esta materia se cumplan internacionalmente y que todas las personas tengan acceso a agua potable y a servicios de saneamiento.

 
  
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  Paulo Rangel (PPE), por escrito. (PT) El respeto, el fomento y la protección del carácter universal de los derechos humanos forman parte del acervo jurídico, ético y cultural de la UE y constituyen una de las piedras angulares de la unidad e integridad europeas. Por tanto, deberían dedicarse todos los esfuerzos a aumentar la visibilidad y eficacia de la acción llevada a cabo por la Unión Europea y sus Estados miembros, y es fundamental garantizar que la Unión Europea se comprometa a participar activamente en este importante decimosexto periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos (CDHNU) así como en el proceso de revisión del CDHNU, que tendrán lugar en 2011.

 
  
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  Raül Romeva i Rueda (Verts/ALE), por escrito. – Un buen informe en el que, entre otras cosas, el Parlamento celebra que el orden del día del decimosexto periodo ordinario de sesiones incluya informes sobre los derechos de las personas pertenecientes a minorías nacionales o étnicas, religiosas y lingüísticas y sobre la promoción y la protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales en la lucha contra el terrorismo, así como amplias reuniones sobre los derechos del niño; celebra también los nombramientos de este año de Relatores Especiales sobre estos temas, y toma nota de los informes que presentarán los Relatores Especiales sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, sobre la libertad de religión o de creencia, y sobre la situación de los defensores de los derechos humanos; pide a los Estados miembros de la UE que contribuyan activamente a estos debates.

 
  
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  Catherine Stihler (S&D), por escrito. – He votado a favor de esta resolución porque pone de relieve el papel importante que la UE desempeña en el trabajo con el Consejo de Derechos Humanos. Dados los recientes acontecimientos en Libia, es crucial que continuemos haciendo campaña a favor de los derechos humanos y tratando de defenderlos en el plano internacional.

 
  
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  Marie-Christine Vergiat (GUE/NGL), por escrito. (FR) Me he abstenido en la votación final de esta resolución por motivos tanto sustantivos como procedimentales.

El texto de la resolución refuerza la idea de una política de la UE de doble rasero en relación con los derechos humanos, especialmente con respecto a la cuestión de las violaciones de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados. Las pocas enmiendas presentadas con respecto a esta cuestión, las cuales he apoyado, no ocultan que el hecho de que la Unión se niega a aplicar las directrices del informe Goldstone.

El Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica ha presentado su propia resolución de apoyo al carácter universal de los derechos humanos en todos los ámbitos sociales, económicos y culturales.

Por otro lado, el reto de esta resolución era votar el mandato de la delegación de la Unión Europea ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para su decimosexto periodo de sesiones, aunque el periodo de sesiones ya había comenzado el día 28 de febrero, con la pronunciación de varios discursos por parte de la baronesa Ashton.

Votar esta resolución cuando el periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos ya ha comenzado tiene poco sentido; el Parlamento Europeo debería haber explicado su posición de antemano.

 
  
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  Angelika Werthmann (NI), por escrito. (DE) He votado a favor de la resolución sobre las prioridades en el decimosexto periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Comparto la opinión de que el Consejo de Derechos Humanos podría ser sumamente valioso como un tipo de «mecanismo de alerta temprana y preventivo», y espero que el Servicio de Acción Exterior se involucre en consecuencia en este órgano. Con respecto a la revisión del Consejo de Derechos Humanos, obviamente también apoyo el llamamiento a un proceso de revisión exhaustivo y, sobre todo, transparente.

 
  
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  Presidenta. – Con esto concluyen las explicaciones de voto.

 
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