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Procedimiento : 2011/2685(RSP)
Ciclo de vida en sesión
Ciclos relativos a los documentos :

Textos presentados :

RC-B7-0330/2011

Debates :

PV 12/05/2011 - 16.2
PV 12/05/2011 - 17.2
CRE 12/05/2011 - 16.2

Votaciones :

PV 12/05/2011 - 17.2

Textos aprobados :

P7_TA(2011)0243

Acta literal de los debates
Jueves 12 de mayo de 2011 - Estrasburgo Edición DO

16.2. Azerbaiyán (debate)
Vídeo de las intervenciones
Acta
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  Presidente. – El siguiente punto es el debate de seis propuestas de resolución sobre Azerbaiyán(1).

 
  
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  Marie-Christine Vergiat, autora.(FR) Señor Presidente, esta es otra ocasión en la que nos encontramos analizando la situación de Azerbaiyán. La situación de la democracia en este país es bastante penosa. No obstante, se trata de un país que no es un socio insignificante en la Asociación Oriental de la Unión Europea.

Los partidos de la oposición y las organizaciones no gubernamentales siguen denunciando ataques contra los derechos humanos y la considerable represión política, por no citar la corrupción del régimen que ostenta el poder. En teoría, los valores de la democracia y los derechos humanos constituyen una parte integral de los valores de la Unión Europea.

¿No deberíamos extraer lecciones de lo que está ocurriendo en los denominados países árabes y dejar de exigir a nuestros socios orientales lo que no exigimos a otros gobiernos, especialmente los de Túnez, Libia o Egipto? ¿No deberíamos, señor Andor, visto que la democracia puede reinar finalmente en estos países, imponer unos requisitos mínimos sobre esta cuestión?

Por lo que a mí respecta, considero que la resolución que tenemos ante nosotros es, como mucho, una resolución con un perfil tan bajo como puede tenerse. Por este motivo, nos hemos desvinculado de la misma y lo haremos absteniéndonos en la votación.

 
  
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  Charles Tannock, autor. – Señor Presidente, lamentablemente Azerbaiyán es un estado semiautoritario con un único partido donde apenas se tolera la oposición política al gobierno dinástico de la familia Alíyev.

Como era de esperar, las elecciones del pasado mes de diciembre arrojaron una mayoría abrumadora en favor del Partido del Nuevo Azerbaiyán de Haidar Alíyev. Como respuesta, la OSCE afirmó que el desarrollo de estas elecciones en general no fue suficiente como para constituir un progreso significativo en la evolución democrática de este país. El informe de la OSCE también afirmó que la libertad de expresión estaba limitada y que era prácticamente imposible realizar un discurso político con normalidad, en parte debido al estricto control de los medios de comunicación.

Ahora escuchamos nuevos informes sobre los partidos de la oposición y los periodistas como blanco. No es nada nuevo, pero es bueno que de vez en cuanto recordemos en esta Cámara la verdadera naturaleza del régimen Alíyev. Después de todo, Azerbaiyán es un país que, al igual que todos los países de la UE, pertenece al Consejo de Europa y forma parte de nuestra Asociación Oriental de la UE.

Supuestamente, Azerbaiyán está comprometido con la democracia, el Estado de Derecho y los derechos humanos. La verdad es muy distinta. Azerbaiyán gasta innumerables petrodólares intentando convencer a las personas de fuera del carácter positivo del régimen, pero por lo menos a mí no me convence.

 
  
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  Cristian Dan Preda, autor.(RO) Señor Presidente, voy a empezar con unas noticias alentadoras. Me refiero concretamente a la liberación de los dos blogueros, Adnan Hajizade y Emin Milli, sobre quienes hemos hablado en esta Cámara. No obstante, por lo demás, la situación es más que preocupante en Azerbaiyán. Escuchamos el acoso al que se somete a los periodistas y la intimidación de los activistas de los derechos humanos, que se enfrentan a cargos penales. Asimismo, tras las recientes protestas que se produjeron en Bakú durante marzo y abril, se realizaron 200 arrestos. Todos estos incidentes nos plantean serios interrogantes, especialmente porque no debemos olvidar que Azerbaiyán ha firmado el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales.

Aparentemente, las autoridades azerbaiyanas no han sabido entender que deben entablar un diálogo entre ellas y la sociedad civil y deben dejar de presionar a la sociedad. No obstante, espero que, en última instancia, podamos cooperar con la Asociación Oriental y con la Asamblea Parlamentaria Euronest.

 
  
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  Marietje Schaake, autora. – Señor Presidente, aunque acogemos con satisfacción que Adnan Hajizade y Emin Milli hayan sido liberados de su encarcelamiento, las buenas noticias sobre Azerbaiyán acaban ahí. Al Parlamento Europeo le preocupa bastante las medidas enérgicas masivas que se aplican en Azerbaiyán a la libertad de expresión y asamblea, tras la protesta pacífica contra el gobierno que se produjo en marzo y abril de este año. Se está acosando e intimidando a jóvenes, activistas de la sociedad civil, profesionales de los medios de comunicación y políticos de la oposición. Se ha sentenciado a algunos manifestantes en juicios masivos que se celebraron a altas horas de la noche cuando los acusados no podían conseguir un abogado. A su vez, la mayoría de estos abogados no fue informada de las ubicaciones en las que se estaban celebrando los juicios. El Ministerio de Justicia dio la orden de cerrar la Casa de los Derechos Humanos en Azerbaiyán.

Debe ponerse fin a este clima de temor e intimidación y a las violaciones de los derechos humanos. El Gobierno de Azerbaiyán está perdiendo su credibilidad al incumplir convenios que ya firmó, como el Consejo de Europa y el Convenio Europeo de Derechos Humanos. Queremos que el Presidente Alíyev cumpla sus promesas. Europa también pierde credibilidad si no hacemos algo con respecto a estos incumplimientos, que deben tener consecuencias reales para las relaciones entre la UE y Azerbaiyán.

 
  
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  Ulrike Lunacek, autora.(DE) Señor Presidente, hace unos días celebramos la gran inauguración de Euronest en la sede del Parlamento Europeo en Bruselas. Azerbaiyán es miembro fundador de esta asamblea, y como tal, se ha comprometido con la democracia, los derechos humanos, el Estado de Derecho y la libertad de asamblea y de los medios de comunicación. Ello constituye un elemento fundamental de las negociaciones sobre un acuerdo de asociación entre la UE y Azerbaiyán que llevan celebrándose desde julio de 2010.

En vista de ello, el comportamiento del que ha hecho gala el Gobierno de Azerbaiyán con respecto a los manifestantes pacíficos durante los dos últimos meses resulta bastante sorprendente. Hemos visto cómo jóvenes —que se organizaron a través de redes sociales como Facebook— fueron arrestados y condenados a penas de hasta dos años y medio de cárcel porque se manifestaron pacíficamente bajo el lema «abuso de las drogas». Otros están amenazados con un destino similar. Al menos 30 personas que también protestaban pacíficamente han sido condenadas a entre cinco y ocho días de cárcel sin poder ponerse en contacto con sus representantes legales en una operación clandestina que excluye al público.

Señorías, señor Comisario, eso no se puede tolerar. En una resolución conjunta de los cinco grupos principales del Parlamento, solicitamos que todas estas personas sean liberadas de inmediato y que se garantice el Estado de Derecho y la libertad de expresión y de los medios para que, como el Presidente Alíyev nos aseguro hace unos años —en 2005— no se persiga a ningún periodista en Azerbaiyán. Al fin y al cabo, debe cumplir estas promesas.

Espero que, para la celebración de la asamblea interparlamentaria prevista para junio, hayamos logrado la liberación de todas estas personas, incluido el editor periodístico Eynulla Fatullayev, y que el gobierno y los partidos gobernantes mantengan, por fin, sus promesas. Si no es así, debe haber consecuencias.

 
  
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  Eduard Kukan, en nombre del Grupo PPE. (SK) Señor Presidente, la situación de la democracia y los derechos humanos en Azerbaiyán está planteando preocupaciones legítimas, entre las que se incluyen la libertad de expresión y de los medios de comunicación, la libertad de asociación y muchos otros ámbitos. Estamos supervisando los incidentes que implican arrestos y presión política sobre los activistas democráticos, los periodistas y la oposición política. Azerbaiyán y otros países de la región deben recibir una señal clara de que no pueden tolerarse las violaciones de los derechos humanos y civiles bajo ninguna circunstancia. Si quieren ser países socios de la UE, deben respetar sus valores.

En consecuencia, el debate sobre las violaciones de los derechos humanos y las normas democráticas debe abarcar a toda la región del Cáucaso Meridional. En este contexto, también quiero llamar la atención sobre la nueva escalada de tensión entre Azerbaiyán y Armenia en la región de Nagorno-Karabaj. Actualmente esta situación representa un riesgo para la seguridad de toda la región. También por esta razón es importante que adoptemos la resolución ahora. La Unión debe adoptar un enfoque más activo y responsable, no solo en Azerbaiyán, sino en toda la región. Debemos aprender de la experiencia del conflicto entre Rusia y Georgia y evitar que se repitan tragedias similares.

 
  
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  Kristian Vigenin, en nombre del Grupo S&D. – Señor Presidente, es cierto que la situación de Azerbaiyán es compleja y que tenemos motivos para preocuparnos. A este respecto, quiero citar de manera especial el caso del señor Hajiyev. Creo que las autoridades deben entender que las manifestaciones pacíficas forman parte de la vida política de cualquier país democrático, y que la diversidad de opiniones y creencias políticas constituye un elemento fundamental de cualquier sociedad democrática.

Por otra parte, debo decir que es bastante lamentable que hayamos puesto las urgentes cuestiones de Azerbaiyán y Belarús una tras otra, justo una semana después de que Azerbaiyán se convirtiera en fundadora de la Asamblea Parlamentaria Euronest, junto con nosotros, el Parlamento Europeo, y fuera reconocida como tal. Necesitamos la participación tanto de las autoridades como de la sociedad civil, y tenemos que hacer más, además de adoptar medidas y resoluciones urgentes.

La Asociación Oriental y la Asamblea Euronest constituyen una plataforma apropiada para dicha participación, y siento que nuevos vientos vienen de Azerbaiyán, un deseo renovado de diálogo político. El PCC, que en junio se desplazará a Azerbaiyán, debe aprovechar esta oportunidad para plantear la cuestión de los derechos humanos, pero también para establecer un diálogo más coherente con el país.

 
  
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  Graham Watson, en nombre del Grupo ALDE. – Señor Presidente, me atrevo a sugerir que, si Azerbaiyán fuese conocido como Azeria, como ocurre con Georgia y Armenia, la preocupación de los ciudadanos europeos por las normas democráticas de este país sería mayor.

No obstante, mi Grupo no puede compartir la opinión del señor Vigenin. Los medios de comunicación no son libres en Azerbaiyán. Sus elecciones no son justas. Sus ciudadanos son objeto de un trato arbitrario, y en ocasiones violento, por parte de los oficiales de policía. Las manifestaciones pacíficas que se han producido en las últimas semanas han sido objeto de represiones que son más habituales en los países árabes que en los europeos, procedentes de un régimen que gobierna desde hace 18 años y que ha acallado lentamente las esperanzas de progreso. La participación continua de este país en la Política Europea de Vecindad debe supeditarse a las reformas democráticas y no a su voluntad de suministrar petróleo para el oleoducto Nabucco.

 
  
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  Heidi Hautala, en nombre del Grupo Verts/ALE. – Señor Presidente, la democracia y el respeto de los derechos humanos y del Estado de Derecho forman parte integral de nuevo acuerdo de asociación que están negociando actualmente Azerbaiyán y la Unión Europea.

Sin respeto por estos principios, es imposible imaginarse a Azerbaiyán compartiendo su futuro con sus socios europeos. Si me lo permiten, me uniré también a los colegas que señalan que tenemos que ser muy claros y objetivos al hablar con nuestros socios de los países de la Asociación Oriental. No debemos creer que podemos contentarnos con criticar a Belarús, porque hay graves problemas en Azerbaiyán y en otros países de la Asociación Oriental, y espero que el próximo estudio encargado por la Subcomisión de Derechos Humanos ofrezca orientaciones sobre el modo en que debemos conversar con estos países sobre su situación de los derechos humanos.

 
  
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  Jaroslav Paška, en nombre del Grupo EFD (SK) Señor Presidente, Azerbaiyán es uno de los socios especiales de la UE y uno de los miembros fundadores de la agrupación Euronest, por lo que se beneficia considerablemente de unas relaciones privilegiadas con la UE.

No obstante, como país con un estatuto tan excepcional, en la firma de acuerdos mutuos como socio de la UE, ha prometido defender los principios de la democracia, los derechos humanos y el Estado de Derecho, que constituyen requisitos previos fundamentales para este tipo de cooperación. Por tanto, los arrestos injustificados de periodistas, representantes de organizaciones juveniles y activistas civiles, la prohibición de las manifestaciones pacíficas y el uso de la fuerza física contra los manifestantes son inadmisibles.

Espero que la Alta Representante y Vicepresidenta de la Comisión, la baronesa Ashton, así como la propia Comisión, transmitan y representen al Gobierno azerbaiyano nuestra inquietud por la supresión de la democracia en el país, y exijan medidas correctivas inmediatas. Con la adopción del proyecto de resolución, proporcionaremos el mandato necesario para ello a la Comisión y a la Alta Representante.

 
  
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  Sari Essayah (PPE).(FI) Señor Presidente, señor Comisario, en cierto modo, resulta grotesco que nuestros socios de Euronest, Azerbaiyán y Belarús, sean objeto de debates consecutivos aquí como casos urgentes en materia de derechos humanos. Sin duda la Asociación debe exigir el respeto de los valores europeos.

Según la organización de derechos humanos Amnistía Internacional, las autoridades de Azerbaiyán están intentando acallar las voces críticas para impedir protestas más amplias como las que se han visto en el mundo árabe en los últimos meses. En las últimas semanas, la policía de Azerbaiyán ha disuelto varias manifestaciones en el país y también ha arrestado a varios representantes de la oposición con acusaciones falsas, a menudo la posesión de drogas.

El caso Savalan y los arrestos recientes de manifestantes demuestran la fragilidad que tienen los derechos básicos en Azerbaiyán y el extremo al que las autoridades están dispuestas a llegar para silenciar a los disidentes.

 
  
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  Seán Kelly (PPE). – Señor Presidente, la situación de Azerbaiyán es muy decepcionante. Tenemos un país que apenas ha avanzado en cuanto a derechos políticos desde el desmoronamiento de la Unión Soviética. Hay demasiados ejemplos de la falta de libertad —libertad de expresión y libertad de prensa, fundamentales para cualquier democracia que funcione como es debido—, así como pruebas de la tortura de prisioneros y juicios en los que siempre se admiten pruebas adquiridas de manera ilegal, entre otros.

Dado que mantenemos una estrecha relación con este país, sin duda debemos entablar un diálogo, pero mi postura se acerca más al pensamiento del señor Watson: debemos tener mano dura también, porque si procedemos «suavemente» una y otra vez, no llegaremos a ningún sitio. Así que espero que haya un diálogo y también un compromiso, pero debemos aumentar la apuesta en nuestra exigencia de libertad: libertad de expresión y, sobre todo, libertad de prensa.

 
  
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  Mitro Repo (S&D).(FI) Señor Presidente, la libertad de expresión y la libertad de asamblea constituyen derechos fundamentales y las piedras angulares de una sociedad democrática. Es triste que se utilicen el acoso, la intimidación y los arrestos como medio para eliminar la diversidad de la sociedad civil.

Azerbaiyán es parte del Convenio Europeo de Derechos Humanos y miembro del Consejo de Europa, y tiene la responsabilidad de salvaguardar los derechos humanos de los ciudadanos y de respetarlos. En Azerbaiyán se niega la libertad de expresión a blogueros, periodistas y activistas de la sociedad civil y se impiden las manifestaciones pacíficas. Se impide que los jóvenes utilicen las nuevas tecnologías de la comunicación y los medios sociales, y se les castiga si lo hacen.

Esta situación es irónica, porque el estado se beneficiaría sin duda alguna de una sociedad civil activa y diversa. Azerbaiyán debe recibir apoyo en su desarrollo democrático y en materia de derechos humanos en el marco de la Política Europea de Vecindad y de la Asociación Oriental.

 
  
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  Vytautas Landsbergis (PPE). – Señor Presidente, la resolución sobre Azerbaiyán expresa nuestra preocupación por los posibles ecos del Norte de África en este país europeo perteneciente a la Asociación.

El liderazgo de este país debe evitar, en su planteamiento frente a la oposición y a los manifestantes pacíficos, cualquier similitud con los regímenes del Norte de África, Rusia o Belarús. Esa sugerencia y advertencia puede leerse en el documento que tenemos ante nosotros, que en algunos puntos podría expresar una crítica más amplia con más claridad.

El texto relativo al empeoramiento de la situación de los derechos humanos y el mayor número de incidentes debería ir precedido de la palabra «recientemente», ya que no se trata de que los acontecimientos generalizados que se han sucedido durante años hayan ido de mal en peor. Más bien al contrario, hasta los eventos ocurridos en primavera, Azerbaiyán estaba realizando avances relativamente positivos y no ocupaba un lugar negativo como China, Iraq, Israel, Rusia, Arabia Saudí o Uzbekistán en la lista elaborada por Human Rights Watch. Puesto que no se ha mencionado, Azerbaiyán tenía mejor aspecto, pero lo que necesitamos ahora es un poco más de equilibrio.

 
  
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  Vasilica Viorica Dăncilă (S&D).(RO) Señor Presidente, no solo en calidad de socio activo de la Unión Europea en el marco de la Política Europea de Vecindad y en la Asociación Oriental, sino también como miembro fundador de Euronest, Azerbaiyán debe honrar el compromiso que ha adquirido ante la Unión Europea. Este compromiso implica el respeto a la democracia, los derechos humanos y el Estado de Derecho, así como las libertades básicas que garantiza el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales y otros tratados internacionales de los que Azerbaiyán es parte. Un país que aspira a convertirse en una democracia reconocida a escala internacional no puede funcionar sin permitir que sus ciudadanos se manifiesten pacíficamente, especialmente los jóvenes. Tampoco es normal prohibirles que realicen exámenes solo porque sus opiniones políticas son distintas a las de los líderes actuales del país.

A los socios europeos nos gustaría que Azerbaiyán participase en un diálogo permanente con la sociedad civil, que la prensa disfrutara de la libertad de expresión y pudiera informar sin ser objeto de presiones políticas para proporcionar al público la información correcta y que existiera un acceso sin censura a Internet, con vistas a favorecer la comunicación entre Azerbaiyán y Europa.

 
  
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  Justas Vincas Paleckis (S&D).(LT) Señor Presidente, el Azerbaiyán moderno tiene dos caras. Por una parte, Azerbaiyán muestra un crecimiento económico impresionante, lo que subraya la enorme cantidad de petróleo que posee, el avance en las negociaciones con la Unión Europea sobre un acuerdo de asociación y la participación en la Asamblea Parlamentaria Euronest. Por otra parte, se producen arrestos, hay restricciones a la prensa, o dicho de otro modo, una situación que recuerda peligrosamente a la de Belarús, sobre la que han hablado mis colegas diputados. Considero que las autoridades de Bakú deben decidirse a escuchar la opinión pública, porque mirar los toros desde la barrera no es una opción, y la Unión Europea, con todos sus instrumentos, debe contribuir a la elección del camino correcto.

 
  
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  László Andor, Miembro de la Comisión. – Señor Presidente, los acontecimientos que se producen en Azerbaiyán con respecto a la democracia y a los derechos humanos siguen siendo motivo de gran preocupación para todos nosotros. Durante los últimos años, hemos observado una tendencia preocupante al alza de las restricciones en este ámbito. Las elecciones parlamentarias celebradas el 7 de noviembre de 2010 no fueron suficientes para considerarse un avance significativo en la evolución democrática de dicho país.

Hay otros ámbitos en los que consideramos que Azerbaiyán debe mejorar su historial en cuanto al cumplimiento pleno de sus compromisos con el Consejo de Europa y la OSCE. En primer lugar, la libertad de los medios de comunicación: en términos generales, el pluralismo de los medios es bastante escaso. También se ha constatado el acoso y la violencia infligidos a periodistas, así como unos procesos judiciales cuestionables contra representantes de los medios de comunicación. A este respecto, los casos individuales siguen siendo preocupantes.

La libertad de asamblea es otro ámbito que me preocupa profundamente. Los últimos meses han sido escenario de varias medidas severas adoptadas por las autoridades frente a las protestas organizadas y a los intentos de organizar protestas inspirados por las revoluciones de la primavera árabe. La detención de activistas y otras medidas represivas contra los manifestantes son profundamente lamentables.

La Unión Europea tiene la responsabilidad de transmitir mensajes claros sobre la importancia de la democracia, de los derechos humanos y del respeto del Estado de Derecho. El propio Presidente Barroso transmitió estos mensajes durante su visita a Bakú en el mes de enero, que ocuparán un lugar destacado en nuestra agenda para visitas futuras.

Los derechos humanos y la democracia constituyen piedras angulares en nuestra cooperación con Azerbaiyán en el marco de la asociación y del acuerdo de cooperación existentes. El año pasado creamos una nueva Subcomisión de Justicia, Libertad, Seguridad y Derechos Humanos y Democracia. La democracia y los derechos humanos también constituyen una cuestión esencial en nuestras negociaciones sobre un nuevo acuerdo de asociación.

Acojo con satisfacción la voluntad de Azerbaiyán de debatir estos métodos. También acojo con satisfacción el papel que desempeña el Parlamento Europeo al defender los valores democráticos para los socios en Azerbaiyán, también mediante su labor en la Comisión de Cooperación UE-Azerbaiyán.

 
  
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  Presidente. – Se cierra el debate.

La votación tendrá lugar en breve.

Declaraciones por escrito (artículo 149 del Reglamento)

 
  
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  Monica Luisa Macovei (PPE), por escrito.(RO) Cualquier persona que critique al gobierno en Azerbaiyán es silenciada. La resolución del Parlamento Europeo y los informes de organizaciones pro derechos humanos subrayan graves violaciones de los derechos humanos. Una de ellas, sobre la que he llamado la atención del Consejo en una pregunta escrita tiene que ver con el periodista Eynulla Fatullayev, que sigue detenido a pesar de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictó su sentencia de liberación. Señalé este hecho entonces, y ahora insto a que se retiren del Código penal las disposiciones relativas a la difamación, la calumnia y el insulto (artículos 147-148). Un informe reciente de Transparency International sobre Azerbaiyán indica que el gobierno no está tomando medidas para atajar la corrupción, y que no se garantiza la independencia del poder judicial. Asimismo, las autoridades respondieron a las recientes protestas que tuvieron lugar el 11 de marzo y el 2 de abril con arrestos y acoso. La democracia se basa en el deseo de las personas expresado libremente. Solicito al Consejo y a la Comisión que insten a las autoridades de Azerbaiyán a que respeten los derechos humanos, especialmente los que hacen referencia a la libertad de expresión y a las manifestaciones pacíficas, y a que adopten medidas concretas para combatir la corrupción y reformar el sistema judicial. La Unión Europea debe apoyar a todos aquellos que arriesgan sus vidas y la libertad de este país por los valores que compartimos.

 
  
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  Fiorello Provera (EFD), por escrito.(IT) Azerbaiyán participa activamente en la Política Europea de Vecindad, es uno de los seis socios orientales de la UE y se encuentra entre los fundadores de la Asamblea Parlamentaria Euronest. Los valores fundamentales de estas tres iniciativas son el respeto de la democracia, los derechos humanos y el Estado de Derecho. El objetivo de estas iniciativas es promover un diálogo político continuo que pueda estrechar los vínculos entre los países miembros y permitir que Europa les acompañe en el camino hacia la reforma. Consideramos que el instrumento de la resolución de emergencia puede ser inapropiado o incluso contraproducente para lograr el objetivo deseado, que es el avance continuo de Azerbaiyán hacia sus objetivos de una democracia plena y moderna. Las instituciones creadas en virtud de los acuerdos alcanzados a escala interparlamentaria e intergubernamental tienen por objeto lograr estos fines; ellos son el lugar apropiado para exigir explicaciones de las posibles violaciones de los derechos y promover de manera efectiva un buen comportamiento y reformas democráticas.

 
  
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  Tadeusz Zwiefka (PPE), por escrito.(PL) Una vez más, llamamos la atención sobre la cuestión de la libertad de expresión y la libertad de prensa y sobre la política generalizada del trato que se dispensa a los periodistas en Azerbaiyán. Los informes de diversas fuentes indican que la situación de los periodistas y de cualquier tipo de activista político en Azerbaiyán es cada vez más difícil. Ya en 2005, el Presidente de Azerbaiyán, Ilhan Alíyev, se comprometió a que todos los derechos de los periodistas serían respetados y que podrían recibir ayuda en caso de producirse algún tipo de peligro. Sin embargo, los hechos revelan que estas palabras no son más que promesas vacías.

Como alguien que, durante muchos años, trabajó como periodista y posee un conocimiento exhaustivo de la profesión, este asunto me resulta especialmente importante. En Azerbaiyán se dificulta constantemente la labor básica de los periodistas: la comunicación de información fiable y creíble. Es inadmisible que los periodistas realicen su trabajo bajo amenaza de arrestos y cacheos. Las autoridades azerbaiyanas deben darse cuenta de que la actividad de los medios de comunicación libres e independientes constituye una clara señal para la comunidad internacional de que un país es un socio creíble para la escena internacional.

El mensaje proporcionado por el Parlamento Europeo debe ser claro: los beneficios de la cooperación económica con la Unión Europea no deben socavar las expectativas con respecto a la necesidad de avanzar hacia las normas europeas de respeto de los derechos humanos fundamentales, en particular la libertad de expresión y la libertad de prensa, que constituyen uno de los pilares de la democracia sin el que es imposible concebir la existencia de una sociedad democrática moderna.

 
  

(1)Véase el Acta.

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