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Acta literal de los debates
Lunes 21 de mayo de 2012 - Estrasburgo Edición revisada

Refuerzo de los derechos de los consumidores vulnerables (breve presentación)
MPphoto
 

  María Irigoyen Pérez, Ponente. − Señora Presidenta, permítame, antes que nada, agradecer a todos mis colegas y, sobre todo, a las ponentes en la sombra la ayuda prestada para la elaboración de este informe, que ha hecho que salga muchísimo más reforzado.

Todos sabemos que este año se cumple el vigésimo aniversario de la puesta en marcha del mercado único, que debe ser motor de la actividad económica y del crecimiento en Europa, clave para salir de la crisis y lograr los objetivos de la Europa 2020. En estos ocho años la construcción del mercado interior hay que hacerla compatible con su desarrollo, con un marco amplio de protección de los consumidores, con crecimiento y derechos que generen dinamismo y confianza, con transparencia –principio básico de la democracia y buen gobierno a la que esta tarde ha hecho referencia el Comisario Barnier– y con la cooperación entre la Comisión y el Parlamento.

Es tiempo ahora de desarrollar el marco regulador relativo a la protección y la capacitación de los consumidores y, singularmente, de los consumidores vulnerables. Sabemos que la diversidad de las situaciones de vulnerabilidad, tanto las endógenas como las exógenas, dificulta la adopción de un instrumento legislativo global. Esto nos obliga a tratar el problema de la vulnerabilidad desde un análisis transversal que tenga en cuenta las distintas necesidades, capacidades y circunstancias de los consumidores.

La Comisión, siendo consciente de las deficiencias actuales, ha centrado su estrategia en mejorar la información y la educación de los consumidores. Siendo una propuesta ambiciosa, no es suficiente para proteger a los consumidores vulnerables, porque su vulnerabilidad nace precisamente de su falta de asertividad y de comprensión de la información que reciben, o de las opciones disponibles, o de su desconocimiento de los sistemas de reclamación y compensación existentes, especialmente en el caso del consumo transfronterizo y en línea.

Es por todo ello que, para solucionar las deficiencias, es decir, los problemas, es necesario adoptar una estrategia de refuerzo de los consumidores vulnerables y que tanto la Comisión como los Estados miembros introduzcan en sus legislaciones medidas específicas para garantizar una protección adecuada, que vaya más allá de la mera información, especialmente en aquellas materias donde se registra el mayor número de denuncias de los consumidores: el sector financiero, cuya complejidad implica que, en potencia, cualquier consumidor puede llegar a ser vulnerable.

Por ello se pide a la industria de los servicios financieros que redoble los esfuerzos para proporcionar información comprensible, veraz, abundando en explicaciones claras y usando un lenguaje directo sobre la naturaleza de los productos y servicios que ofrece; al sector de la alimentación, en relación con la publicidad de los alimentos con alto contenido en grasas, sales y azúcares, informando a los niños y a los jóvenes, quienes son los más sensibles a la publicidad de estos alimentos; al sector del transporte, que sigue teniendo a menudo dificultades cuando viajan las personas vulnerables; al sector de la energía y las telecomunicaciones, donde la falta de transparencia provoca en algunos casos una dificultad añadida para los consumidores, por ejemplo, en el sector de la energía, a la hora de determinar la tarifa que más se ajusta a sus necesidades; en el acceso a la justicia, donde los consumidores pueden encontrar dificultades para acceder a los mecanismos existentes.

Por ello se pide a la Comisión y a los Estados miembros -y permítame que haga una llamada de atención al Ministro de Justicia español, señor Gallardón, para que no retroceda en los derechos y vaya en sentido opuesto a la marcha de estos tiempos de dificultad- que pongan la inteligencia y el buen gobierno a favor de una resolución alternativa de litigios en materia de consumo.

Por último, quisiera decir que cualquiera de nosotros somos susceptibles de convertirnos en consumidores vulnerables y agradecer a todos los ponentes alternativos la ayuda prestada para reforzar este informe.

 
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