Izaskun Bilbao Barandica (ALDE). - Señor Presidente, me he opuesto a lo que considero un secuestro de los derechos de emisión de CO2 porque esa medida no solo contribuye a reducir las emisiones de carbono sino que, a nivel global, es contraproducente.

Los actuales precios de los derechos de emisión están relacionados con la crisis que padecemos, de origen financiero, y están castigando a la economía real.

Este secuestro sería un nuevo castigo sobre sectores productivos que necesitan un marco predecible y transparente, que no pueden soportar un incremento artificial de costes que generará más desempleo, que están dispuestos a aportar más soluciones, innovación y creatividad ―como han hecho hasta ahora para poder reducir estas emisiones― y que, además, compiten en un mercado global.

Sin una regulación mundial, este secuestro beneficia a países como China, que van a ocupar, u ocuparían, los huecos que dejen en el mercado las empresas europeas que cierren, víctimas de esas medidas. Y compraremos productos fabricados con ayudas de Estado que aquí serían ilegales y bajo estándares sociales y medioambientales que nada tienen que ver con los nuestros.

Por eso me he opuesto a la medida y me he alegrado de la posición del Parlamento.