Francisco Sosa Wagner (NI). - Señora Presidenta, ambición desde luego no le falta al orden del día del próximo Consejo Europeo. Tanta ambición que me parece poco realista, pues cualquiera de los asuntos de ese orden del día merecería un análisis monográfico. Además, se hablará de Lampedusa, una desgracia colectiva que exige actuar ya y actuar en tres frentes: en primer lugar, en los países origen del drama; en segundo lugar, sobre las redes de delincuentes que trafican con personas humanas; en tercer lugar, en el diseño de una política de inmigración y de asilo común, lo cual ha de ser responsabilidad de las instituciones comunitarias, es decir, de la Comisión, del Parlamento y del Consejo.

Poco confío, señora Presidenta y queridos colegas, en el Consejo Europeo, un órgano que ni estaba en el proyecto de los fundadores, ni debería estar en el futuro de las instituciones europeas, pues el Consejo Europeo es el lugar donde los asuntos no reciben el calor del método comunitario, sino que duermen el sueño de la pereza intergubernamental.