María Muñiz De Urquiza, Ponente de opinión de la Comisión de Presupuestos. − Señora Presidenta, sesenta y seis mil trescientos millones de euros, que suponen el seis por ciento del marco financiero plurianual actual, el tres por ciento más que el marco financiero anterior, pero el dieciséis por ciento menos que las previsiones inicialmente planteadas por la Comisión en relación con las necesidades que se supone tiene la acción exterior.

La crisis no debería ser una excusa para relegar la política exterior de la Unión Europea, porque la Unión Europea no se agota intramuros; al contrario, tiene una dimensión externa ineludible. Y los recursos para la acción exterior mantienen una trayectoria ya histórica, que es su insuficiencia. Una insuficiencia que es especialmente aplicable al Instrumento de Asociación, cuyo objetivo principal es nada menos que la puesta en marcha de la dimensión exterior de la Estrategia 2020 para el crecimiento y el empleo con todos los países desarrollados y con los países en desarrollo con los que la Unión Europea comparte intereses estratégicos. Para esa labor solamente cuenta con novecientos cincuenta y cuatro millones de euros.

Es claramente insuficiente. En todo caso, el Grupo socialista se encuentra satisfecho concretamente de que este instrumento se aplique no solamente a los BRICS o a los llamados «grupos G», sino de que se haya extendido a otros países, concretamente a esos ocho países de América Latina que han salido de la política de cooperación al desarrollo y se pueden beneficiar ahora de este Instrumento.

En todo caso, la cuestión ahora es cómo y cuándo vamos a gastar o cómo y para qué vamos a utilizar estos instrumentos que se han mejorado a lo largo de un proceso de negociación agónico. Hay más transparencia, hay un mayor papel para la sociedad civil, hay —esperemos— mayores sinergias entre los instrumentos y las políticas de la Unión Europea, y esperemos que también haya una mayor coordinación.

Todo ello redundará en beneficio del presupuesto de la Unión y, sobre todo, en beneficio de la acción exterior de la Unión Europea, para que consigamos ser, finalmente, el actor relevante que pretendemos.