Francisco José Millán Mon (PPE). - Señor Presidente, la situación en Ucrania es gravísima. Asistimos a la segunda parte de una crisis desencadenada por Rusia, con la anexión ilegal de Crimea. Me gustaría que la reunión de mañana en Ginebra trajera consigo una solución política que haga posible un diálogo entre Moscú y Kiev en busca de fórmulas respetuosas con el Derecho internacional y con la soberanía e integridad territorial de Ucrania.

Si dicha solución no es posible, si continúan los movimientos por parte de Rusia para desestabilizar Ucrania, impedir las elecciones del 25 de mayo y, quizá también, para abrir la vía para apropiarse de su parte oriental, será necesaria una reacción de la Unión Europea, a través de más y mayores sanciones.

La Unión tendrá que hacer un esfuerzo de unidad, pero no puede quedarse indiferente ante lo que ocurre en Ucrania, un país vecino cuyo pecado ha sido simplemente acercarse a nosotros.

Lamentablemente, si Rusia persiste en su actitud totalmente contraria al Derecho internacional y a las reglas de conducta propias del siglo XXI, nuestras relaciones con ese país inevitablemente tendrán que sufrir un importante deterioro y estarán marcadas por una profunda desconfianza que —pensábamos— era cosa del pasado.

(El orador acepta responder a una pregunta formulada con arreglo al procedimiento de la «tarjeta azul» (artículo 149, apartado 8, del Reglamento))