Capacitación de las jóvenes a través de la educación en la UE (breve presentación)
Fernando Maura Barandiarán (ALDE), por escrito.– La educación es un instrumento fundamental para dar poder a las mujeres, mejorar su estatus económico y social y promover el cambio hacia una sociedad más igualitaria. Factores como la pobreza, las normas sociales o los estereotipos de género influyen negativamente en los resultados educativos de las mujeres y niñas, y contribuyen a la segregación del mercado laboral.
Por otro lado, la actitud de los profesores, el ambiente de la clase o los enfoques de aprendizaje pueden reproducir estereotipos de género que influyen de manera inconsciente en el desarrollo personal y en las elecciones educativas de los estudiantes. Por ello, es necesario que llevemos a cabo estudios y campañas de sensibilización y formación del profesorado sobre la influencia de estos estereotipos, de manera que podamos identificar y combatir mejor las desigualdades.
Del mismo modo, debemos insistir en la necesidad de introducir en los colegios materias de educación y salud sexual donde se haga especial hincapié en la igualdad y el respeto. Además, es importante que facilitemos la formación continua de las mujeres para que puedan crecer profesionalmente y evitar su estancamiento o el abandono del mercado laboral. Para lograr este objetivo, es indispensable promover medidas que faciliten la conciliación laboral y familiar donde hombres y mujeres cooperen y compartan las responsabilidades de la vida laboral y privada.