Miguel Urbán Crespo (GUE/NGL), por escrito. ‒ He votado a favor del informe Foster.

Con la multiplicación de servicios comerciales que utilizan drones y la creciente popularidad de su uso con fines recreativos, resulta necesario garantizar que estos dispositivos no generan riesgos de seguridad ni para la privacidad personal.

Es necesario, además, un marco jurídico claro, a nivel europeo y global, que pueda garantizar la inversión y el desarrollo del sector en Europa para favorecer su competitividad en el mercado exterior. Para asegurar que estos dispositivos controlados a distancia no penetran en zonas de exclusión aérea sobre infraestructuras críticas ni suponen un peligro para otras aeronaves y también para evitar usos ilegales, el texto plantea impulsar el desarrollo de tecnologías de detección, geoperimetraje, antinterferencia y antisecuestro. Por otra parte, los estándares de diseño de los drones deben incorporar garantías relativas a la privacidad y la protección de datos.