Estefanía Torres Martínez (GUE/NGL), por escrito. ‒ He votado a favor. Se trata de un fondo para compensar, con acciones sobre todo formativas, a 800 trabajadores despedidos por cuatro compañías estonias, la mayoría de ellos rusohablantes, de los sectores petroquímicos, con claros problemas de competitividad con China. Como solemos decir, este fondo no resuelve el problema de empleo, que sólo puede ser subsanado con nuevos planes de inversiones con transiciones sectoriales, pero es un mecanismo que al menos da apoyo a las víctimas de estos procesos. Alternativamente habría que hacer un seguimiento de las empresas que recurren a estos fondos, porque unos de los riesgos es que en la práctica pudiesen estar facilitando procesos de relocalización. No parece el caso. Pero sin duda aboca a replantearse en términos de pensar en una línea alternativa a estos fondos.