Enrique Guerrero Salom (S&D). – Señora Presidenta, el cambio climático es el principal reto que tenemos por delante. No solamente nos jugamos qué tipo de futuro vaya a tener la humanidad, sino el hecho mismo de que la humanidad vaya a tener futuro. Y no tenemos tiempo que perder, ya se ha perdido mucho tiempo. París fue un gran paso adelante, pero en la aplicación del Acuerdo de París es donde nos jugamos realmente nuestra respuesta al cambio climático. Marrakech puede ser visto con optimismo, pero hay algunas reacciones, fundamentalmente las de los Estados Unidos, que nos llevan a la preocupación.
Pero quería subrayar los aspectos humanitarios. El cambio climático intensifica los desastres naturales, acelera la destrucción de los ecosistemas, provoca hambrunas prolongadas, sequías devastadoras, y son los más vulnerables los que sufren esta realidad. Tenemos que acelerar el apoyo financiero a esos más vulnerables. Como ha señalado el ACNUR, en torno a 27 millones de personas se convierten en refugiados cada año por razones climáticas. En pocas décadas puede haber centenares de millones en el mundo. Como ha señalado la Cruz Roja, el cambio político climático es el principal freno a la lucha contra el hambre. Por tanto, no tenemos tiempo que perder; no podemos aceptar frenos cuando se trata de frenar el calentamiento global; no podemos aceptar, mucho menos, pasos hacia atrás.