Beatriz Becerra Basterrechea (ALDE). – Señor presidente, los populistas han convencido a muchos de que las instituciones de la Unión Europea tiran el dinero: es una gran mentira; pero los populistas y los nacionalistas no necesitan la verdad para nada, les basta con pequeñas verdades que mezclan con grandes mentiras para engañar a los ciudadanos. Para derrotar al populismo debemos hacer dos cosas: desvelar sus mentiras y dejarlos sin argumentos.
La Unión Europea en general no despilfarra, pero mantener dos sedes del Parlamento Europeo supone un sobrecoste de 180 millones de euros al año y un coste medioambiental de 19 000 toneladas de CO2: es un despilfarro inaceptable en una Europa que todavía tiene que recuperarse de la crisis y que, además, se encuentra en una nueva fase de europeísmo eficiente y reformista.
Los eurodiputados queremos una sola sede y lo hemos dicho muchas veces; una Unión Europea ágil y eficaz ya lo habría resuelto. Pero además del coste económico, hay un coste político: al no suprimir una de las sedes estamos dando argumentos a los enemigos de la Unión.
Estrasburgo es un símbolo de paz y reconciliación, no podemos permitir que se convierta en un símbolo del despilfarro. Y este es el momento.