Erradicación de los matrimonios infantiles (debate)
Beatriz Becerra Basterrechea, en nombre del Grupo ALDE. – Señor presidente, comisaria Jourová, el matrimonio infantil es un problema global que se produce en diferentes países, culturas, religiones y etnias. Niega a las niñas su derecho a la salud, a la educación, a vivir con seguridad y a elegir con quién casarse y, si es el caso, cuándo y cómo.
Sin independencia económica, las niñas abandonan la educación y quedan atrapadas, junto a sus familias y comunidades, en un ciclo de pobreza. En más de 20 países en todo el mundo, es más probable que una niña cruce el umbral del dormitorio conyugal que el de su clase de secundaria.
Para combatir el fenómeno de las niñas-novias necesitamos un enfoque holístico y comprensivo, que se ajuste a los contextos locales y las particularidades de cada comunidad. Necesitamos verdadera coordinación de varios sectores, incluyendo educación, sanidad, justicia y desarrollo económico.
Terminar con el matrimonio infantil requiere destinar a los países más afectados inversiones significativas y bien orientadas, tanto de donantes internacionales como de los gobiernos.
También debemos cortar la ayuda al desarrollo a aquellos países que rehúsan limitar la edad mínima de matrimonio a los 18 años. Aunque no conviene olvidar lo que ocurre en Europa por la falta de armonización legal: en España, en mi país, la edad mínima para casarse todavía son los 16 años.
Pero lo más importante es dar poder a las niñas. Debemos trabajar directamente con ellas para que puedan adquirir habilidades y conocimiento, para que vean las posibilidades que tienen de elegir con casos reales, para que comprendan y ejerciten sus derechos y creen sus auténticas redes de apoyo.
Estas reformas serían sencillas y eficaces y demostrarían que la Unión Europea no solo habla de valores, sino que los refuerza, de verdad, en todo el mundo.