Beatriz Becerra Basterrechea (ALDE). – Señor presidente, para mí es un misterio insondable que hoy, en 2017, aún haya alguien que considere a Lenin un genio, alguien cuya obra quedó ensombrecida por Stalin, porque eso es falso. Lenin fue un populista y un dictador que usó el terror de forma sistemática. Lenin enseñó a Stalin el camino del genocidio y ese es su verdadero legado.

Sí, en España, en mi país, hay populistas como Pablo Iglesias que llaman «genio» al dictador Lenin y que van a celebrar los cien años de la revolución bolchevique precisamente a Bolivia, justo cuando Evo Morales declara su intención de conducir a su país en la dirección de Cuba o Venezuela. También hay líderes como el de Izquierda Unida, Alberto Garzón, que rinde tributo a Lenin en las redes sociales. O también hay partidos independentistas antisistema, como la CUP, que usan carteles de inspiración leninista para su propaganda.

Sí, todavía hay algunos que aspiran a ser Lenin, pero no en la Rusia zarista de 1917 sino en la Europa democrática de 2017. Cuidémonos del legado de Lenin. Cuidémonos del legado leninista, porque solo sirve hoy, en 2017, para dos cosas: para privar de libertades y derechos y para hundir países prósperos en la pobreza.