Beatriz Becerra Basterrechea (ALDE). – Señora presidenta, a día de hoy, Irán sigue financiando abiertamente a organizaciones terroristas. Está entre los países que más aplican la pena de muerte y niega los derechos más básicos a mujeres y homosexuales.
El régimen de los mulás ha demostrado ser incapaz de ofrecer una perspectiva de prosperidad a los iraníes, un pueblo joven, vibrante, no corrompido todavía por el fanatismo de sus tiranos, que espera de las democracias occidentales el apoyo que merece. La Unión Europea no puede negárselo sin comprometer sus valores, sin comprometer su propia naturaleza.
La represión en las recientes protestas ha sido brutal, con decenas de muertos y prisioneros. Me preocupa mucho la suerte de los detenidos y acusados, algunos de los cales han muerto bajo custodia —cinco al menos, según Amnistía Internacional—. La Unión Europea debe vigilar y exigir que todos sean tratados de acuerdo con los convenios internacionales de derechos humanos. Además, Europa no es nada si no defiende los valores europeos en todo el mundo.
Si Rohani es de verdad un aperturista, debería irlo demostrando. Desde Europa debemos actuar con inteligencia para combinar la estabilidad y la paz con la democratización de la región. Porque las democracias no van a la guerra: resuelven sus conflictos en foros internacionales o a través del diálogo. Un Irán democrático, o al menos más abierto, sería una oportunidad para todos.
Señora Mogherini, que la prudencia no sea una excusa para el inmovilismo.