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Acta literal de los debates
Jueves 29 de noviembre de 2018 - Bruselas Edición revisada

La situación de las mujeres con discapacidad (debate)
MPphoto
 

  Rosa Estaràs Ferragut, autora. – Señor presidente, hablamos hoy en nombre de los más de 46 millones de mujeres con discapacidad; ellas representan el 16,6 % de la población total de la Unión Europea. Hoy, con este debate, vamos a hacerlas más visibles. Vamos a ser su altavoz. Hoy vamos a crear una imagen que favorezca de verdad que puedan ejercer sus derechos. Ellas son, ante todo, seres humanos.

Son ciudadanas que no pueden ser definidas por su discapacidad y, de hecho, no quieren serlo. Se enfrentan día a día a los mismos problemas que el resto de mujeres: son madres, hijas, amigas, trabajadoras; tienen multitud de talentos y multitud de habilidades y enriquecen nuestra sociedad haciéndola más diversa. Es crucial la contribución que ellas pueden hacer, y por eso hay que promoverla y asegurar que los planes que tienen estas mujeres van a ser escuchados.

Hoy, con este debate, vamos a crear una concienciación positiva sobre la diversidad y vamos a hacer que la cultura de la diferencia se imponga, porque es la que genera más ventajas sociales.

Esas mujeres se enfrentan día a día al reto de que las hacemos invisibles. Las mujeres que no ven, que no oyen, que viven de otra manera, que no tienen movilidad; en definitiva, las mujeres con discapacidad, son mujeres que la sociedad excluye. Se trata muchas veces de barreras mentales: las invisibiliza, y se generan así muchísimas discriminaciones en todos los sectores en todos los países.

Hablaremos de educación —la educación inclusiva—, que significa que todos participamos libremente en la sociedad y todos aportamos y contribuimos a la misma. Cuando se discrimina en educación se hace culpable al alumno diverso de esta exclusión; eso no puede pasar. El trabajo y la educación inclusivas y accesibles son los instrumentos para poder vincularnos a una sociedad y para poder participar en todos los sectores; solamente un 18,8 % de las mujeres con discapacidad están empleadas en la Unión Europea, un porcentaje menor que sus homólogos hombres o que, indudablemente, el resto de personas que no tienen discapacidad.

Necesitamos hablar también de alfabetización digital, porque un colectivo importante de estas mujeres son mayores de sesenta años y por eso deberemos elaborar una estrategia para la mujer mayor y discapacitada.

Hablaremos también de la necesidad de la plena participación en todos los asuntos de las mujeres con discapacidad; no pueden quedar al margen de nada; y, por supuesto, garantizar el sufragio activo y pasivo de estas mujeres. Recientemente se ha hecho una modificación legislativa en España en este sentido.

Hablaremos de la igualdad de trato: la necesidad de que todos seamos iguales —uno de los valores de la Unión Europea—. Para eso habrá que crear políticas activas y públicas para poder romper todas las barreras a esa igualdad y, sobre todo, dar información veraz, simple y eficaz a estas mujeres para que puedan desarrollar sus derechos.

La accesibilidad es el requisito previo para poder tener participación e igualdad. Es verdad que el 8 de noviembre nos han comunicado que Consejo y Comisión han acordado ya que salga adelante esta Acta Europea de Accesibilidad, que es más de lo que teníamos y menos de lo que pedíamos, pero que es un paso adelante para trabajar en una Europa sin barreras.

La accesibilidad significa que todo se haga en todos los lenguajes, en todas las formas, en todos los formatos. Piensen ustedes que, por ejemplo, en las revisiones ginecológicas, las mujeres con discapacidad tienen problemas de accesibilidad para ir a hacerse una mamografía o una revisión ginecológica. Hay dificultad en la accesibilidad a muchos servicios de salud, a muchos servicios contra la violencia de género, a servicios de apoyo, a los de maternidad, a la protección, a la comunicación. Hay que romper esas barreras. El pilar social es una oportunidad para poder incluir a las mujeres con discapacidad y hacerlas también protagonistas.

Y hablaremos también de dignidad. Hay que salir del silencio del acoso que sufren estas mujeres: una de cada tres mujeres con discapacidad ha sido o va a ser maltratada y víctima de violencia de género. Por eso necesitamos una estrategia de apoyo y respeto en este sentido.

Y hablaremos también de otra forma de discriminar, como la esterilización forzosa, el aborto coercitivo o excluirlas del derecho a la adopción o a la maternidad. Es también una discriminación en toda regla y supone un trato inhumano.

Y también hablaremos de la necesidad de tener indicadores para saber cuál es la situación de estas mujeres; indicadores de género; indicadores de discapacidad en la propia Estrategia Europea sobre discapacidad y en todos los departamentos.

Y acabo diciéndoles que el objetivo 5 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible hablaba de empoderar a las mujeres. Empoderar a las mujeres con discapacidad es empoderar a la humanidad. Hoy tenemos una oportunidad para aprender, para sentir, para vivir y para crear. «Ser mujer —dice una discapacitada y buena amiga— me encanta; tengo una discapacidad y tengo muchísimas capacidades como cualquier otra persona, pero ante todo soy un ser humano, con todos los derechos que me corresponden; espero no tener nunca más que volver a justificar el porqué».

 
Last updated: 23 May 2019Legal notice - Privacy policy