Juan Fernando López Aguilar (S&D). – Señor presidente, comisario Avramopoulos, soy un socialista español, europeo y europeísta. Reconozco y respeto los objetivos del espacio de libertad, justicia y seguridad. Entre ellos, una gestión integrada de las fronteras exteriores, a la que sirve la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas con una nueva capacidad, con quince mil efectivos, con una financiación incluso exorbitante, y que los socialistas hemos contribuido a mejorar introduciendo enmiendas para impedir que participe en operaciones de retorno a terceros países y para reforzar su mandato de vinculación con los derechos fundamentales y con el Derecho internacional humanitario y la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea que está vigente.
Pero créame que el sabor de boca al final de la legislatura es amargo también, por el desequilibrio hacia el vector securitario en perjuicio del humanitario. Por no haber visto solidaridad con la frontera sur de la Unión Europea, con España, ahora apremiada.
Y, también, porque no se ha cumplido el paquete de asilo, en la renovación del derecho de asilo, y queda pendiente el Reglamento de Dublín, bloqueado por el Consejo. Tarea pendiente para el próximo Parlamento Europeo.