Propuesta de resolución - B7-0187/2009Propuesta de resolución
B7-0187/2009

PROPUESTA DE RESOLUCIÓN sobre la violencia en la República Democrática del Congo

9.12.2009

tras las declaraciones del Consejo y de la Comisión
presentada de conformidad con el artículo 110, apartado 2, del Reglamento

Véronique De Keyser Thijs Berman, Ana Gomes, Richard Howitt en nombre del Grupo S&D

Véase también la propuesta de resolución común RC-B7-0187/2009

Procedimiento : 2009/2792(RSP)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento :  
B7-0187/2009
Textos presentados :
B7-0187/2009
Textos aprobados :

B7‑0187/2009

Resolución del Parlamento Europeo sobre la violencia en la República Democrática del Congo

El Parlamento Europeo,

–       Vista su Resolución de 20 de noviembre de 2008, sobre la respuesta de la UE al deterioro de la situación en la región oriental de la República Democrática del Congo[1],

 

–       Vista su Resolución de 23 de octubre de 2008, sobre la República Democrática del Congo: conflictos en las zonas fronterizas del este de la RDC[2],

 

       Vista su Resolución de 21 de febrero de 2008, sobre Kivu del Norte[3],

 

–       Vista la Resolución de la Asamblea Parlamentaria Paritaria ACP-UE de 22 de noviembre de 2007, sobre la situación en la República Democrática del Congo, en particular en el Este del país, y su impacto en la región,

 

–       Vista su Resolución de 15 de noviembre de 2007, sobre la respuesta de la UE ante situaciones de fragilidad en los países en desarrollo[4],

 

–       Vista la Comunicación de la Comisión, de 25 de octubre de 2007, titulada «Hacia una respuesta de la UE ante situaciones de fragilidad: Intervención en entornos difíciles para lograr el desarrollo sostenible, la estabilidad y la paz» (COM(2007)0643), así como el documento de trabajo de los servicios de la Comisión adjunto a la misma (SEC(2007)1417),

 

–       Vista la Resolución 60/1 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, de 24 de octubre de 2005, sobre el Documento Final de la Cumbre Mundial 2005 y, en particular, sus apartados 138 a 140 sobre la responsabilidad de proteger a las poblaciones,

 

–       Vista la declaración del Consejo, de 27 de octubre de 2009, sobre la región de los Grandes Lagos,

 

–       Vista la Declaración del Consejo, de 10 de octubre de 2008, sobre la situación en el Este de la RDC,

 

–       Vista la Resolución 1856 (2008) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, sobre el mandato de la MONUC,

 

–       Visto el artículo 110, apartado 2, de su Reglamento,

 

A.     Considerando que las poblaciones civiles de la región de las provincias orientales de la RDC siguen inmersas en una situación de insoportables dificultades debido a los combates entre el ejército congoleño, los rebeldes del general depuesto Laurent Nkunda, los combatientes de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), así como las tropas del Ejército de Resistencia del Señor (ERS) de Uganda,

 

B.     Considerando que, desde 1998, el conflicto que afecta a la RDC ha costado la vida de 5 400 000 personas y sigue siendo la causa, directa o indirecta, de la muerte de nada menos que 45.000 personas cada mes[5],

 

C.     Considerando que según los informes del ACNUR hay alrededor de 1 460 000 personas internamente desplazadas en la RDC, 980 000 de las cuales en Kivu del Norte[6],

D.     Considerando que actualmente las organizaciones humanitarias han de hacerse cargo de 200 000 refugiados en los campos situados alrededor de la ciudad de Goma y calculan que puede haber hasta un millón de civiles viviendo en los bosques para huir de la violencia; considerando que sigue deteriorándose la situación en los campos de refugiados,

 

E.     Recordando que el mandato de la Misión de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUC) se rige por el capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, lo que le autoriza a servirse de todos los medios necesarios para disuadir de cualquier intento de utilización de la fuerza que suponga una amenaza para el proceso democrático por parte de cualquier grupo armado, extranjero o congoleño, así como para proteger a los civiles que se encuentran bajo la amenaza inminente de actos de violencia física,

 

F.     Considerando que las operaciones militares que se desarrollan desde enero 2009, incluida la operación Kimia II, se han saldado con el desarme de 1 243 combatientes de las FDLR —de un total de 6 000—, pese a lo cual las FLDR siguen reclutando efectivos y disponiendo de capacidad para lanzar ofensivas mortíferas sobre civiles[7],

 

G.     Considerando que tropas del ejército congoleño se han visto implicadas en la matanza de más de 500 civiles desde el inicio de la operación Kimia II, y que prosiguen las violaciones, los reclutamientos forzosos de civiles y niños soldados y las graves violaciones de derechos humanos en las regiones orientales de la RDC, tanto a manos de tropas rebeldes y combatientes de las FDLR como del propio ejército congoleño;

 

H.     Considerando que el Presidente Kabila ha pedido que se le presente, a más tardar el 30 de junio de 2010, un plan para la retirada de las tropas de la MONUC,

 

I.      Considerando que, según el ACNUR, una nueva oleada de combates ha provocado que 21 800 personas, la mayoría de etnia munzaya, hayan abandonado sus hogares en Dongo y sus cercanías para huir a la República Democrática del Congo[8],

 

J.      Considerando que el ejército congoleño sigue sin disponer de suficientes recursos humanos, técnicos y financieros para llevar a cabo sus tareas en las provincias del este de la RDC, lo que, combinado con la indisciplina reinante en sus filas, sigue dificultando su papel de protección de la población y de restablecimiento de la paz,

 

K.     Considerando que según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH), organismo de las Naciones Unidas, en 2009 se han producido un total de 108 ataques contra trabajadores humanitarios, lo que incluye homicidios, secuestros y robos de vehículos y otros bienes, y supone un notable incremento respecto a los datos de 2008,

 

L.     Considerando que diversas organizaciones humanitarias se han visto obligadas a suspender sus actividades y que los cooperantes de Kivu del Norte no pueden acceder al 70% de las personas necesitadas,

 

M.    Considerando que para mejorar significativamente la salud y reducir la tasa de mortalidad en la RDC y, en particular, en sus provincias orientales se necesitarán años de un compromiso permanente y una inversión financiera considerable, tanto por parte del Gobierno congoleño como de la comunidad internacional, pese a la crisis económica mundial,

 

1.      Pide el fin inmediato de la violencia y de las violaciones de los derechos humanos en la región oriental de la RDC; destaca la necesidad de continuar los esfuerzos dirigidos a poner fin a la actividad de los grupos armados extranjeros en el este de la RDC, en particular las FDLR; insta a los Gobiernos de la RDC y de otros países de la región a que adopten las medidas necesarias a este fin;

 

2.      Manifiesta su profunda preocupación por el deterioro de la situación humanitaria en el este de la RDC, tras las atrocidades cometidas por las FDLR, el ERS y el ejército congoleño contra las poblaciones locales, y por las recientes noticias de la matanza intencionada de al menos 270 civiles en las localidades de Nyabiondo y Pinga (Kivu del Norte) a manos de soldados congoleños, y de los nuevos combates que han provocado la huida de 21 800 personas de sus hogares de Dongo y alrededores en la región occidental;

 

3.      Expresa su especial preocupación por la colaboración de la MONUC con el ejército congoleño en la operación Kimia II así como por las recientes noticias según las cuales la MONUC estaría implicada en diversas atrocidades; reconoce, no obstante, que la presencia de la MONUC sigue siendo necesaria, y pide que se hagan todos los esfuerzos para que ésta pueda llevar a cabo su mandato plenamente para proteger a las personas amenazadas; insta, a este respecto, al Consejo, a que asuma el liderazgo a la hora de garantizar que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas respalda a la MONUC reforzando sus capacidades operativas y definiendo mejor sus prioridades, que actualmente son cuarenta y una;

 

4.      Lamenta en grado sumo las matanzas, los crímenes contra la humanidad y los actos de violencia sexual contra mujeres y niñas que se siguen produciendo en las provincias orientales; en este sentido, pide a todas las autoridades pertinentes que adopten medidas inmediatas para llevar a los autores ante la justicia, y una vez más pide al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que adopte urgentemente todas las medidas susceptibles de prevenir efectivamente todo nuevo ataque contra las poblaciones civiles de las provincias orientales de la RDC;

 

5.      Insta a todos los actores a que intensifiquen la lucha contra la impunidad y hagan respetar el Estado de Derecho, principalmente a la hora de combatir la violación de mujeres y niñas y el reclutamiento de niños soldado; pide al Gobierno de la RDC que vele por que se exijan responsabilidades a los implicados en violaciones de los derechos humanos y del Derecho humanitario internacional y que coopere plenamente con la Corte Penal Internacional;

 

6.      Destaca la necesidad de combatir la corrupción y llevar ante la justicia a los autores de violaciones de derechos humanos dentro de las fuerzas armadas congoleñas, y subraya el papel decisivo de la MONUC en este sentido a través de la planificación y desarrollo conjuntos de las operaciones y de unos adecuados mecanismos de responsabilidad por los abusos y por los robos de las pagas de los soldados;

 

7.      Destaca la importancia de una investigación rigurosa de los mandos y los soldados del ejército congoleño; se felicita en este sentido por la recientes decisión del Consejo relativa a la misión común de asesoramiento y asistencia en materia de reforma del sector de la seguridad (EUSEC RDC); reitera que para reformar el ejército congoleño y mejorar sus niveles de disciplina son indispensables la instrucción y el pago de unos salarios dignos;

 

8.      Espera que las autoridades congoleñas cumplan sus compromisos de organizar las elecciones locales previstas y de garantizar su financiación; pide al Consejo y a la Comisión que hagan todo lo posible por apoyar el proceso electoral, coadyuvando a la lucha contra los problemas de gobernanza, opacidad y violaciones de los derechos civiles y políticos, en colaboración con las autoridades congoleñas;

 

9.      Anima a todos los Gobiernos de la región de los Grandes Lagos a que inicien un diálogo con objeto de coordinar esfuerzos para poner fin a la violencia en el este de la RDC, dedicando especial atención a la reconciliación, a la seguridad de las personas, al refuerzo de la responsabilidad ante los tribunales y al regreso y reintegración de los refugiados y de las personas internamente desplazadas;

 

10.    Se felicita por los progresos logrados en la región gracias a la mejora de los relaciones diplomáticas bilaterales ente la RDC y Ruanda; pide a la RDC y a Ruanda que apliquen plenamente los acuerdos de paz de Nairobi y Goma, así como el acuerdo de Ihusi de 23 de marzo de 2009;

 

11.    Destaca la importancia de la Conferencia Internacional sobre la Región de los Grandes Lagos y de la Comunidad Económica de Países de los Grandes Lagos en la contribución a la paz y al desarrollo económico de la región; brinda su apoyo, por consiguiente, a los proyectos de desarrollo transfronterizos con Ruanda en el marco de la Comunicación Económica de Países de los Grandes Lagos;

 

12.    Lamenta el aumento de la violencia contra los trabajadores humanitarios y sus graves repercusiones sobre la situación humanitaria sobre el terreno; insta a las autoridades de Kivu del Norte a que inicien una investigación exhaustiva de todos los incidentes y pide que se refuerce inmediatamente la protección;

 

13.    Destaca la necesidad de una financiación continuada e incrementada de la ayuda humanitaria a las provincias orientales de la RDC, dado el cada vez mayor número de personas internamente desplazadas y el deterioro de la situación; a tal efecto, respalda el llamamiento efectuado el 30 de noviembre de 2009 por las Naciones Unidas junto con 380 organizaciones humanitarias y ONGs para recaudar 7 100 millones de dólares estadounidenses para actividades humanitarias en 2010; insta a todos los Estados miembros a hacer su justa aportación;

 

14.    Sigue preocupado por el comercio ilegal de los grupos rebeldes con minerales y otros recursos naturales en el este de la RDC; pide al Consejo y a la Comisión que insistan en debatir con los Gobiernos de la RDC y de los países vecinos sobre la aplicación de sistemas eficaces de trazabilidad y prueba del origen de los recursos naturales;

 

15.    Manifiesta su firme repulsa por la condena a muerte de Tjostolv Moland y Joshua French, de nacionalidad noruega y británica respectivamente, pronunciada en Kinshasa el pasado 3 de diciembre; solicita la anulación de esta sentencia y la celebración de un juicio justo;

 

16.    Encarga a su Presidente que transmita la presente Resolución al Consejo, a la Comisión, a la Alta Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, a los Gobiernos y los Parlamentos de los Estados miembros, a las instituciones de la Unión Africana, al Secretario General de las Naciones Unidas, al Vicesecretario General responsable de Asuntos Humanitarios y Coordinador de Ayuda de Emergencia de las Naciones Unidas, al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y a los Gobiernos y los Parlamentos de la región de los Grandes Lagos.