Integrar a los integristas en Somalia y en Afganistán. Europa debe tomar partido

16.12.2008

PREGUNTA ESCRITA E-6966/08
de Emilio Menéndez del Valle (PSE)
al Consejo

El Presidente de Somalia, Abdullahi Yusuf (que apenas controla algunas ciudades, mientras se registran en la mayor parte del territorio significativos avances de las fuerzas fundamentalistas islámicas que lo combaten) ha anunciado ayer (14.12.2008) la destitución del Primer ministro, Nur Hassan Hussein.

El Presidente Yusuf —un antiguo «señor de la guerra»— ha estado enfrentado al Primer ministro Hussein desde que éste accediera al cargo en noviembre de 2007.

Uno y otro representan políticas dispares. Yusuf de confrontación, Hussein de negociación.

Buena prueba de ello es que el Primer ministro Hussein logró el pasado agosto en Yibuti un acuerdo de paz con el sector moderado de los islamistas que combaten al Gobierno. Dicho acuerdo fue elogiado por Occidente y las Naciones Unidas.

Hussein ha declarado que no reconoce la destitución proclamada por Yusuf puesto que, en virtud de la constitución provisional somalí, no puede adoptar tal medida sin el acuerdo del Parlamento, algo que, al parecer, éste no está dispuesto a hacer, entre otras razones porque una buena parte de sus diputados está refugiada en Kenia.

Somalia y Afganistán tienen algo en común: parece suficientemente demostrado que es imposible solucionar los respectivos conflictos y derrotar a los fundamentalistas islámicos sólo por la vía militar. En ambos casos se impone la negociación con los moderados y un gran esfuerzo socioeconómico. Se trata de comprometerse con el desarrollo para solucionar el conflicto, al tiempo que se procura integrar a los integristas en el sistema.

¿Considera el Consejo esa posibilidad?

DO C 316 de 23/12/2009