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Textos presentados :

RC-B6-0401/2006

Debates :

PV 06/07/2006 - 13.3
CRE 06/07/2006 - 13.3

Votaciones :

PV 06/07/2006 - 14.2
PV 06/07/2006 - 14.3
CRE 06/07/2006 - 14.2

Textos aprobados :

P6_TA(2006)0324

Acta literal de los debates
Jueves 6 de julio de 2006 - Estrasburgo Edición DO

13.3. Libertad de expresión en Internet (debate)
Acta
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  El Presidente. – De conformidad con el orden del día, se procede al debate de seis propuestas de resolución sobre la libertad de expresión en Internet.(1)

 
  
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  Raül Romeva i Rueda (Verts/ALE), autor. (ES) Señor Presidente, quiero comenzar recordando la declaración de la Cumbre Mundial de la Información, que tuvo lugar en Túnez en noviembre de 2005, en la que se concedió gran importancia a la sociedad de la información con relación a los derechos humanos y las libertades fundamentales y, en particular, a la libertad de expresión y de opinión, así como a la libertad de recibir y tener acceso a la información.

Por ello resulta tan triste y lamentable que hoy tengamos que recordar que decenas de personas se encuentran en prisión en varios países del mundo, aunque sobre todo en China, por la simple y única razón de querer comunicarse y expresarse a través de la Red.

No obstante, aunque la responsabilidad principal ciertamente recae en los Gobiernos censores, hay que recordar también que, en muchos casos, son empresas occidentales, muchas de ellas europeas, las que proporcionan a esos Gobiernos los instrumentos y las capacidades para poder llevar a cabo el control y la censura. Este es el caso, entre otras, de empresas como Yahoo, Google, Microsoft, Cisco Systems, Telecom Italia, Wanadoo y alguna subsidiaria de France Telecom.

Por todo ello, con esta Resolución queremos condenar, sin fisuras, las restricciones a la libertad de expresión que algunos Gobiernos imponen a través de Internet y, especialmente, aquellos actos de persecución y detenciones que algunos llevan a cabo. Por ello, pedimos expresamente al Consejo y a la Comisión que aborden esta cuestión en sus encuentros bilaterales con los países mencionados en la Resolución y, especialmente, con China.

En segundo lugar, queremos también hacer un llamamiento al Consejo y a los Estados miembros para que hagan público, en un comunicado conjunto, su compromiso con la protección de los derechos de los internautas y con la libertad de expresión en el marco de la red de Internet.

En tercer lugar, pedimos que se pongan límites a ciertas compañías que obtienen beneficios en ciertos países a costa de menoscabar los derechos humanos.

En suma, en el mundo de hoy, una forma de promover y respetar los derechos humanos es, precisamente, garantizar la libertad de expresión en Internet y evitar censuras, persecuciones y encarcelamientos. Por eso, debemos pedir a la Comisión y al Consejo que tengan en cuenta, también a la hora de establecer sus programas de ayuda, la necesidad de prestar atención a estas cuestiones particulares.

 
  
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  Tobias Pflüger (GUE/NGL), autor. (DE) Señor Presidente, no en todas partes todo el mundo tiene acceso a todos a los distintos medios de comunicación; a menudo resulta que Internet brinda a miembros de la oposición la única posibilidad de hacer llegar al público su punto de vista, y el considerando C de esta resolución expresa esto muy bien, aunque naturalmente debemos preguntarnos por qué esto es así. Esto tiene mucho que ver con la concentración de los medios de comunicación; por ejemplo, hay muchas personas a quienes les resulta absolutamente imposible acceder a la televisión o a la prensa.

La resolución es crítica con la censura de Internet que se produce en determinados países, y esa es en gran medida la cuestión, pero es otro ejemplo de lo que sucede en esta Cámara muy a menudo, a saber, que apuntamos con el dedo a los demás sin tener en cuenta la situación en la misma Unión Europea. La censura de Internet no es buena en ninguna parte, ni tan siquiera en los Estados miembros de la Unión Europea.

Permítanme citar algunos ejemplos de lo que estoy hablando. En Alemania, el Chaos Computer Club ha sido objeto de una represión recurrente en los últimos años y existen, por ejemplo, sectas como la Cienciología que han emprendido acciones legales para cerrar sitios que las examinaban críticamente.

Los dos pretextos concretos que se adujeron para su censura son, por una parte, la pornografía infantil y, por otra, el extremismo de derechas, pero aunque ambos son totalmente condenables, la pornografía infantil está penalizada en todo el mundo, y aquellos que, estén donde estén, accedan a esos sitios se convierten así en susceptibles de ser procesados judicialmente, mientras que el extremismo de derechas –uno de cuyos ejemplos es lo que dijo hace unos días en esta Cámara el señor Giertych – es algo que tenemos que tratar políticamente.

También es muy importante señalar, cuando se examina Internet, que los motores de búsqueda adaptan ahora su poder a las normas, de modo que al utilizarlos ya no aparezcan determinados materiales. Lo que está ocurriendo aquí es una comercialización gradual, de manera que solo puedan encontrarse en las páginas web ciertos contenidos, por los que se ha pagado. Lo que hay que decir bien claro es que no debe haber censura de Internet en la Unión Europea, y eso significa, también, que la Comisión debe hacer algo al respecto y desterrar esta censura de la Unión Europea.

 
  
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  Simon Coveney (PPE-DE), autor. – (EN) Señor Presidente, esta resolución tiene carácter amplio con ánimo de tratar el acceso mundial a Internet, que es una cuestión muy vasta. Acoge con satisfacción la declaración de la cumbre mundial de Túnez de noviembre pasado sobre la importancia primordial de la sociedad de la información para la democracia y el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales, en particular la libertad de expresión y de opinión, así como la libertad de recibir y facilitar información.

La realidad es, por supuesto, que Internet es un vehículo fantástico para el cambio en los países que hasta ahora han suprimido la libertad de expresión y frustrado la democracia. Por esta razón, Internet es un auténtico quebradero de cabeza para los dictadores totalitarios y los Gobiernos que hacen todo lo posible por limitar e impedir su libre uso. Esta resolución emplea un lenguaje enérgico y condena a una serie de países que están intentando abiertamente restringir y censurar la información en Internet, calificándolos de enemigos de la libertad de expresión.

Muchos de estos países siguen encarcelando a las personas llamadas «ciberdisidentes» y nosotros pedimos su inmediata liberación. Esto ocurre particularmente en China, con respecto a la cual hemos nombrado a toda una serie de personas afectadas.

La resolución trata también de plantear la cuestión más sensible de la implicación de tecnologías y empresas occidentales, y específicamente estadounidenses y europeas, en el suministro de capacidades a algunos Gobiernos con vistas a censurar y filtrar el material de Internet. El gran cortafuegos de China es quizás el ejemplo más crudo de esa censura. Las autoridades chinas han logrado convencer a empresas como Yahoo y Google a dejarles filtrar sus motores de búsqueda. Por ejemplo, si uno escribe Tiananmen Square en China, lo más probable es que el resultado sea una historia arquitectónica de los edificios que rodean la plaza.

Pedimos a la Comisión que elabore un código de conducta voluntario, colaborando con las empresas que operan en los países represivos, sin pretender darles lecciones, para reducir la capacidad de restricción de la libertad de expresión.

 
  
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  Jules Maaten (ALDE), autor. (NL) Señor Presidente, países como China y Cuba, Birmania y Belarús –y la resolución cita docenas de otros países– adoptan restricciones cada vez más rigurosas sobre el uso de Internet, y es comprensible que lo hagan, porque si hay algo que vehiculice la libre expresión de opiniones, que sirva a la oposición y al desarrollo de la oposición frente a los Estados totalitarios, es justamente Internet, y los proveedores de servicios de Internet siempre han dado gran importancia a la libertad, especialmente de información, que permite Internet.

Sin embargo, a menudo son proveedores estadounidenses y europeos los que facilitan la interferencia en la libre expresión de opiniones, permitiendo por ejemplo que los servicios sean censurados. Empresas estadounidenses como por ejemplo Google, Microsoft y, en especial, Yahoo, han causado en China un gran revuelo. Por supuesto, una serie de otras empresas han estado haciendo lo mismo: Secure Computing y Fortinet en Túnez y Birmania, Cisco Systems también, pero también entre ellas empresas como por ejemplo Telecom Italia en Cuba y Wanadoo –que pertenece a France Telecom– en Túnez.

Por supuesto, es intolerable que empresas occidentales ayuden a Gobiernos represivos a pisotear los derechos humanos. Lo primero que hay que hacer es que las instituciones europeas elaboren un código de conducta por el que se comprometan a no entrometerse en acciones que pretenden reprimir las actividades en Internet. También conviene destacar que las empresas que ofrecen servicios de búsqueda, chat, publicación u otros servicios en Internet deben hacer todo lo posible por asegurarse de que los derechos de los usuarios de Internet están plenamente salvaguardados.

En China hay en la actualidad 48 ciberdisidentes entre rejas, lisa y llanamente porque se desviaron del camino trazado para ellos en Internet por las autoridades. A mi juicio, es impensable que empresas occidentales presten ayuda activa a estos regímenes represivos y autoritarios manteniendo la censura. Este tipo de colaboración va en contra de los valores europeos fundamentales, como son la libre expresión de opinión y la libertad de información. La libre expresión de opinión debe seguir siendo una prioridad en Internet, desde luego, especialmente en Internet. Los legisladores estadounidenses están trabajando en la llamada Global Online Freedom Act, y huelga decir que Europa no pueden quedarse al margen.

Aunque insistamos en la legislación, preferiría ver cómo se hace algún intento de elaborar un código de conducta para ver qué podemos solventar con las empresas en cuestión. También debemos dejar perfectamente claro lo que defendemos. Al final del día, naturalmente, el problema no reside principalmente en las compañías de Internet, sino en los mismos regímenes represivos. El comercio y la comunicación con estos países puede tener a menudo una influencia beneficiosa, y por lo general estoy a favor de eso, aunque no, por supuesto, si permitimos que estos regímenes nos hostiguen con respecto a lo que comerciamos o comunicamos.

 
  
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  Catherine Trautmann (PSE), autora. – (FR) Señor Presidente, en esta sociedad globalizada, Internet es un medio rápido y fácil de utilizar para comunicarse entre individuos o en grupo, para comerciar, informarse o crear. Internet se ha convertido en un espacio público mundial abierto, en el que cada cual es, en principio, libre de circular y expresarse.

La Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información ha situado los derechos fundamentales de la persona en el centro de la sociedad de la información. Ahora bien, no todos somos iguales ante la libertad de expresión en Internet, y algunos Estados han censurado la expresión de ciudadanos, periodistas y otros. Lo que es peor, Periodistas sin Fronteras ha hecho un hallazgo alarmante con respecto a la represión en Internet y ha informado de un número muy elevado de internautas encarcelados, particularmente en China.

Nuestra resolución tiene por objeto expresar nuestra enérgica oposición a estos atentados a las libertades y condenar a los Estados que las practican.

Pedimos al Consejo y a la Comisión que den muestras del mismo rigor en sus relaciones internacionales y sus programas de ayuda y cooperación. Pero deseamos también apelar a la responsabilidad de las empresas, en particular europeas, que, mediante el suministro de tecnologías o servicios, están más o menos implicadas en estos actos y que deberían comprometerse a suscribir un código de conducta que les impidiera participar en la censura, la represión y la persecución. No podemos predicar la libertad de comercio y negarnos a preservar las libertades individuales.

El Foro de Atenas sobre la gobernanza de Internet, el próximo mes de noviembre, deberá permitir a la Unión Europea poner en práctica las recomendaciones de esta resolución.

 
  
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  Tadeusz Zwiefka, en nombre del Grupo del PPE-DE. (PL) Señor Presidente, la resolución que va a aprobar hoy el Parlamento Europeo es realmente una resolución sobre la defensa de la libertad de expresión, que forma la base de cualquier sociedad democrática.

Podemos atrevernos a decir que Internet protege esta libertad mejor que cualquier otro medio. Sin embargo, los Gobiernos de muchos Estados están intentando influir en el contenido de Internet. Internet es vista como un río salvaje y peligroso y existen iniciativas legislativas en muchos Estados encaminadas a regular su corriente. Del mismo modo, sin embargo, estos Estados corren por desgracia un grave riesgo de restringir la libertad de expresión. Al fin y al cabo, un PC y una impresora pueden convertirse en una imprenta que podría usarse para publicar panfletos, anuncios públicos o incluso libros enteros para distribución no oficial. Un ordenador conectado a Internet no es más que una radio sintonizada a Radio Free Europe. Además, es una radio interactiva, donde cualquiera puede expresar sus puntos de vista y hacer comentarios. Es una grave amenaza para cualquier país totalitario o cualquier país que restrinja el acceso hasta cierto punto a la información.

En Internet solo pueden censurarse páginas individuales. Resulta imposible censurar la red entera, aunque la tentación o amenaza de hacerlo aún existe. El Gobierno chino, por ejemplo, ha creado una policía para Internet que controla si cualquiera de los casi doce millones de usuarios chinos de Internet han infringido las normas de uso de la red. Cualquier violación de estas puede castigarse con 10 años de trabajos forzados. Los propietarios de cafés de Internet emplean personal para controlar si aparece algún contenido prohibido en las pantallas de los usuarios. Este contenido se filtra mediante el uso de palabras clave. Si aparecen las palabras «Tíbet», «disidente» o «China y derechos humanos», la página entonces se bloquea.

Internet, que tiene un carácter fundamentalmente anárquico, es la piedra en el zapato de Gobiernos y burócratas, que también están presentes en cunas de la democracia como Europa y los Estados Unidos. Deberíamos recordar que la eterna lucha entre libertad y censura nunca tiene fin y que es también una batalla entre el bien y el mal. Y también tenemos que recordar que la libertad que nos otorga Internet también comporta el peligro de propagar información antidemocrática e inmoral.

 
  
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  Lidia Joanna Geringer de Oedenberg, en nombre del Grupo del PSE. (PL) Señor Presidente, la libertad de expresión y de opinión son valores fundamentales englobados en la Declaración Universal de Derechos Humanos. La libertad de expresión debería garantizarse, independientemente de la forma en que se expresen las opiniones. Internet se ha convertido, en los últimos años, una forma nueva y universal de comunicación. De acuerdo con cálculos actuales, hay cerca de 600 millones de usuarios de Internet y esta cifra está aumentando a diario. Internet es un medio que permite libertad de expresión. Esta libertad también se extiende a grupos como los que hacen campaña a favor de los derechos humanos, activistas defensores de la democracia, disidentes políticos y periodistas independientes.

Como se trata de un foro abierto, también contribuye al crecimiento de la democracia, como se observó durante la Cumbre Mundial en Túnez en noviembre del año pasado. Sin embargo, a no todo el mundo le gusta un medio tan abierto. Los Gobiernos acostumbrados a controlar la prensa, la radio o la televisión quieren ahora controlar el único medio independiente que se les sigue escapando de las manos, es decir, Internet. China, Irán, Corea del Norte, Siria, Nepal, Cuba y Belarús están utilizando métodos cada vez más sofisticados para controlar y restringir la libertad de expresión. Lo que es peor, compañías como Yahoo, Google y Microsoft están de acuerdo con la censura a petición de los Gobiernos, como es actualmente el caso de China.

Esta situación es inaceptable. La libertad de expresión es un derecho inalienable. Tenemos que actuar para prevenir impedir intento de restringirla, incluso en Internet. Tenemos que crear un sistema de gestión de redes donde solo queden restringidas las actividades ilegales, como la distribución de pornografía infantil u otras formas de abuso. Restringir la libertad de expresión en Internet es amordazar a aquellos que dicen verdades incómodas que forman parte precisamente de los valores que tenemos que defender especialmente.

 
  
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  Kathy Sinnott, en nombre del Grupo IND/DEM. – (EN) Señor Presidente, creo que hay controles y controles. Cada mes aprobamos leyes sobre controles y límites que protegen a los más vulnerables. La restricción de la pornografía infantil o destinada a los niños no debe verse como una afrenta a la auténtica libertad. Como madre, creo que robar a los niños su inocencia es un delito. De hecho, el evangelio cristiano dice que esto merece colocar al culpable una piedra de molino alrededor del cuello.

Para un niño, el abuso sexual, ya sea por mano de un adulto lascivo o en Internet, se convierte en una piedra de molino psicológica que arruina al niño de por vida. Con el uso de tecnologías como la MRI y la criba química, sabemos hoy que la pornografía altera los cerebros en desarrollo de los niños y estimula la producción de sustancias químicas cerebrales altamente adictivas. Los investigadores han vinculado incluso el uso prolongado de pornografía en Internet con los efectos devastadores de la heroína.

Debemos hacer todo lo posible por lograr que Internet sea más segura. Si Yahoo y Google pueden censurar Internet para complacer a un Gobierno chino totalitario, entonces también pueden censurarla en beneficio de nuestros niños.

 
  
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  Ryszard Czarnecki (NI). – (PL) Al hablar de la censura en Internet, es fácil y placentero poder condenar a casi una docena de países repartidos por varios continentes. Sin embargo, me temo que aparte de hacernos sentir mejor, nuestras acciones siguen siendo puramente simbólicas.

Tal vez deberíamos fijarnos en los hechos, en particular los relacionados con países y empresas europeas. Tomemos a Belarús como ejemplo. Es un país vecino de la Unión Europea y un enemigo tradicional de la libertad en Internet. Si mencionamos Belarús en el mismo contexto que las Maldivas o Nepal, en la práctica no ayudaremos a ninguno de estos países.

Si la empresa italiana Telecom Italia es la operadora de redes en Cuba, entonces el régimen comunista censura la libertad de expresión con el acuerdo de esta empresa europea. Si una filial de France Telecom decide introducir servicios de banda ancha junto con un operador tunecino, esta operación sucede en un momento en que el Gobierno de Túnez está cortando el acceso a todos los sitios de la oposición en Internet en ese país.

Estos son los hechos. No utilicemos tácticas elusivas como debatir cuestiones que solo pueden ejercer una influencia moral. Centrémonos en temas que puedan influir en la práctica.

 
  
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  Urszula Krupa (IND/DEM). – (PL) Señor Presidente, gracias a la ciencia y a la tecnología, la humanidad ha empezado a conquistar el espacio y ha puesto un pie en la Luna. También hemos creado herramientas de comunicación maravillosas como Internet. Sin embargo, deberíamos recordar que esa tecnología también se ha utilizado para cometer millones de asesinatos, actos de corrupción moral y actos que destruyen la dignidad humana. Por eso, aunque la ciencia y la tecnología son de por sí positivas, deberían estar, como todas las actividades humanas, sujetas a supervisión, estableciendo límites y respetando principios éticos. Estos principios nos permiten distinguir el bien del mal, que no tiene que significar forzosamente limitar la expresión.

Los problemas tecnológicos modernos se extienden más allá del ámbito de la tecnología y se convierten en problemas morales. Deberíamos fomentar la libertad real, es decir, la libertad frente al mal, y no fomentar la obstinación y la anarquía que destruyen y degradan al género humano. Hay muchos ejemplos de peligros que son consecuencia de Internet. Los que provocan más indignación y son más graves son aquellos sitios de Internet que muestran pornografía infantil y los que tienen un contenido de orientación pedófila. Estos sitios reflejan lo rápido y bajo que puede caer la humanidad.

 
  
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  Peter Mandelson, miembro de la Comisión (EN) Señor Presidente, las propuestas de resolución sobre la libertad de expresión en Internet proponen medios para promover el acceso a Internet sin restricciones por parte de las autoridades nacionales. Estas sugerencias se centran en medidas encaminadas a mejorar la gobernanza de Internet y en la lucha contra las violaciones de los derechos humanos.

La Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información celebrada en Túnez en noviembre de 2005 ha reafirmado los vínculos entre el desarrollo de la Sociedad de la Información y el respeto de los derechos y libertades fundamentales, incluida la libertad de expresión y de opinión así como la libertad de recibir información y acceder a ella.

Este consenso alcanzado durante la cumbre es una base para que prevengamos y contrarrestemos las amenazas, los riesgos y las limitaciones de los derechos humanos que plantea el abuso de las tecnologías de la información y la comunicación, como señala la Comunicación de la Comisión de abril de 2006 sobre los resultados de la cumbre.

En esta Comunicación, la Comisión alienta a las empresas afectadas a elaborar un código de conducta sobre esta cuestión crucial, en cooperación estrecha con las ONG. Este código de conducta supondrá un paso adelante importante que favorecerá que estos países establezcan unas normas éticas correspondientes.

La defensa de la libertad de expresión es una de las máximas prioridades de los correspondientes programas de ayuda exterior de la Comunidad, en particular de la Iniciativa para la Democracia y los Derechos Humanos. Esto no cambiará en los próximos años con el nuevo instrumento financiero para la democracia y los derechos humanos.

Además, tenemos una política destinada a colmar la brecha digital entre los países ricos y pobres. Cuanto más se extiende el uso de Internet, más difícil resulta controlarlo por parte de los Gobiernos represivos, a pesar de toda la panoplia de métodos de censura. La Comisión promueve activamente las recomendaciones de la cumbre en este terreno.

Antes de concluir, permítanme añadir algunas palabras sobre la gobernanza de Internet. La Agenda de Túnez solicita la creación de un foro de diálogo político entre los diversos sectores interesados, el Foro de Gobernanza de Internet, que se reunirá por primera vez a finales de octubre en Atenas.

Europa debe desempeñar un papel central en ese proceso. Por ello espero que el Parlamento Europeo aproveche esta oportunidad para iniciar este diálogo con los representantes de la sociedad civil europeos antes del Foro de Atenas.

 
  
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  El Presidente. – El debate queda cerrado.

La votación tendrá lugar al término de los debates de esta tarde, es decir, dentro de un momento.

Declaración por escrito (artículo 142 del Reglamento)

 
  
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  Hannu Takkula (ALDE). – (FI) En primer lugar, me gustaría elogiar esta propuesta por ser tan oportuna. A medida que se extienden rápidamente las comunicaciones electrónicas, es realmente importante centrar la atención en la libertad de expresión también en Internet. La libertad de expresión es una cuestión importante. Debe prevalecer en todas las circunstancias, aunque al mismo tiempo debemos recordar que la libertad de expresión comporta una responsabilidad especial. Debemos asegurarnos de que Internet no contenga material que entre en contradicción con la humanidad, los derechos humanos y la democracia.

Debemos preocuparnos especialmente por los niños y los jóvenes, que son el activo más valioso de nuestra sociedad. Representan hoy en día y los responsables políticos deben intentar y asegurar que puedan usar Internet para obtener la información apropiada y pertinente y evitar cualquier cosa que vaya en contra de los valores que son perdurables y que protegen la vida humana.

La libertad comporta una responsabilidad. Y eso vale la pena recordarlo en un momento en que el tema principal en la sociedad parece ser la falta de valía.

 
  

(1)Cf. Acta.

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