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Ciclo de vida en sesión
Ciclos relativos a los documentos :

Textos presentados :

RC-B6-0595/2006

Debates :

PV 16/11/2006 - 12.2
CRE 16/11/2006 - 12.2

Votaciones :

PV 16/11/2006 - 13.2

Textos aprobados :


Acta literal de los debates
Jueves 16 de noviembre de 2006 - Estrasburgo Edición DO

12.2. Bangladesh
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  El Presidente. De conformidad con el orden del día, se procede al debate de las seis propuestas de resolución sobre Bangladesh.(1)

 
  
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  Jaromír Kohlíček (GUE/NGL), autor. – (CS) Señorías, Bangladesh es uno de los países más superpoblados y pobres del mundo. En la década de 1940, Bangladesh quedó dividido en dos partes según criterios religiosos, cosa que no ayudó a aliviar una situación ya complicada. La posterior guerra de independencia con Pakistán no hizo más que exacerbar la extrema pobreza, y no solo en las provincias.

La constitución del país incluye un mecanismo especial para poner el poder en manos del Gobierno de turno durante la preparación de las elecciones. Es sabido en todo el mundo que los microcréditos han sido un gran éxito. Menos sabido es que, en este país profundamente musulmán, este éxito se ha debido sobre todo al compromiso de las mujeres. Como en cualquier país superpoblado y muy pobre, la falta de infraestructuras y la intolerancia religiosa y étnica causan enormes problemas. Creo que estos problemas pueden reducirse y que la tradición secular puede prevalecer.

Un problema difícil en todas las elecciones, y no solo en los países en desarrollo, es la cuestión de quién tiene derecho a votar. En Bangladesh, el problema se agrava por el hecho de que una parte de la población es analfabeta. La siguiente cuestión importante después de un censo electoral correcto es que los candidatos tengan la oportunidad de presentar sus programas electorales. No es de extrañar que el texto de resolución propuesto también lo recalque. Quiero hacer hincapié en que no creo que el reconocimiento de periodistas por parte de un país del mundo pueda servir como criterio de democratización. En cualquier caso, la libertad de prensa se asocia estrechamente con la competencia democrática de ideas y programas electorales. Es algo que no hemos de comprometer bajo ningún concepto en el periodo previo a las elecciones. De un modo similar, es responsabilidad permanente de todos los Gobiernos eliminar a los grupos terroristas.

Una cuestión mucho más compleja es cómo definir la palabra terrorista, y cómo luchar contra el terrorismo en una sociedad democrática. En la última reunión del grupo para la cooperación con los países del Sureste asiático, que tuve el honor de presidir, los presentes expresaron el punto de vista de que es posible celebrar unas elecciones verdaderamente democráticas en Bangladesh.

Las observaciones contenidas en la propuesta de resolución dejaron su marca en la reunión que presidí, y creo que enviar una misión de observación del Parlamento Europeo ayudará a asegurar el desarrollo democrático de las elecciones.

El Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica apoya la propuesta de resolución que tenemos ante nosotros, y creo que hemos de apoyar el proceso de democratización en Bangladesh, incluido ayudar a los que hacen que estas elecciones sean lo más democráticas posible.

 
  
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  Frédérique Ries (ALDE), autora. – (FR) Señor Presidente, Bangladesh, tierra de tradición democrática, de respeto de los derechos humanos, de independencia de la justicia y de libertad de prensa, es hoy víctima de un ascenso del fundamentalismo islámico violento. El último informe de «Periodistas sin fronteras» denuncia cientos de atentados a la libertad de prensa. Solo este año, tres periodistas han sido asesinados, al menos otros 95 agredidos y decenas, por no decir centenares, se han visto obligados a huir debido a las intimidaciones por artículos considerados «no islámicos».

Si he querido que el Parlamento se expresara con urgencia sobre esta situación hoy, es porque en este momento se celebra en Dhaka el juicio por sedición contra Salah Choudhury. Este periodista, director del Weekly Blitz, es un ferviente partidario de un islam moderado, que preconiza la apertura, el diálogo entre las religiones y el reconocimiento por su país del Estado de Israel. Por esas razones y solo por ellas, se arriesga hoy a ser condenado a muerte.

Urgimos a la Comisión a que siga el desarrollo de este juicio para asegurarse de que se respeten los derechos de la defensa, así como los convenios internacionales sobre la libertad de prensa.

Dado que todavía me quedan algunos segundos, quiero subrayar los esfuerzos del Gobierno provisional por asegurar que el proceso preelectoral obedezca también a las normas democráticas internacionales: elaboración de un registro electoral adecuado, una comisión electoral realmente independiente y, vuelvo una vez más sobre ello, el equilibrio y la libertad de los medios de comunicación durante la campaña electoral, evidentemente. En efecto, sabemos que las cuatro cadenas de televisión privadas del país tienen dificultades para exponer un punto de vista distinto del del Gobierno si quieren conservar su licencia.

Dos dirigentes terroristas han sido detenidos en Bangladesh; hay que continuar el desarme de las milicias islamistas que intentan presionar a los electores en vísperas del escrutinio. Esperamos del Gobierno que también él confirme este compromiso.

 
  
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  Lidia Joanna Geringer de Oedenberg (PSE) , autora. – (PL) Señor Presidente, Bangladesh es un socio importante de la Unión Europea. Es un país que ha realizado importantes avances económicos durante los últimos años. En estos momentos, su ciudadano más famoso es Muhamad Yunus, que este año ha recibido el premio Nobel de la Paz por su contribución a la lucha contra la pobreza por medio del sistema de microcréditos.

Sin embargo, Bangladesh no solo se enfrenta a la pobreza, sino también a la corrupción y a una actitud crecientemente antagonista por parte de los seguidores del islam. La creación del Gobierno provisional encabezado por el Presidente Iajuddin Admed ha levantado protestas en la sociedad de Bangladesh. Según informes de observadores externos y de la Liga Awami, las autoridades incrementaron ilegalmente las listas de votación para las próximas elecciones con 13 millones de apellidos. El Gobierno provisional ha de garantizar unas elecciones libres que cumplan las normas internacionales. Asimismo es preciso garantizar la independencia de la comisión electoral y la lista electoral sencillamente ha de ser creíble.

Un acuerdo entre el Partido Nacionalista de Bangladesh, la Liga Awami y otros partidos sobre la creación de un programa económico común, que es vital para mejorar las condiciones de vida y las libertades civiles del pueblo de Bangladesh sin duda sería una base para la estabilidad política del país. De acuerdo con las condiciones de las convenciones internacionales de derechos humanos, el Gobierno provisional debe combatir la violencia, las ejecuciones extrajudiciales y la tortura, que suelen ser obra de la policía o las fuerzas de seguridad.

Mientras tanto, la situación es la siguiente: el año pasado, tres periodistas fueron asesinados y casi 100 personas fueron víctimas de intimidación o continuas lesiones físicas. Los ataques contra organizaciones no gubernamentales aumentan día a día. Las minorías religiosas, en concreto los hindúes y los cristianos, viven en peligro. Las violaciones y la trata de seres humanos, que implican a mujeres y niños, son frecuentes. La impresión es que todo lo que se ha logrado en cuanto a democracia en el país está desapareciendo a consecuencia de la creciente violencia por parte de los fundamentalistas islámicos.

El Consejo y la Comisión Europea deberían controlar sistemáticamente la situación de derechos humanos en Bangladesh. También deberían controlar la situación en relación con la libertad de expresión y la libertad de prensa Esperamos que la prevista misión de observación de la Unión Europea a Bangladesh, para supervisar las próximas elecciones en enero, ayude a garantizar que el proceso de elección sea democrático.

 
  
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  Thomas Mann (PPE-DE), autor. (DE) Señor Presidente, hace ya dos semanas que todo empezó, cuando el Primer Ministro saliente de Bangladesh, Khaleda Zia, hizo un discurso controvertido en la televisión, tras el cual se declararon violentos enfrentamientos en la capital, Dhaka, en los que tres personas perdieron la vida y cientos resultaron heridas.

La oposición acusa a Zia de dar los puestos clave en el Gobierno provisional a sus simpatizantes, acusa al jefe de la comisión electoral de tener prejuicios y afirma que había 13 millones de nombres inválidos en el censo electoral. Más violencia se desató al principio de esta semana, cuando todas las rutas de tránsito terrestres y fluviales a Dhaka fueron bloqueadas, se produjeron ataques contra periodistas que resultaron gravemente heridos, 20 000 miembros de las fuerzas de seguridad lanzaron gas lacrimógeno y dispararon balas de goma en batallas en las calles, lo cual dejó a diecisiete personas muertas y miles de heridos.

Están aumentando los ataques por islamistas contra partidarios de otras religiones, y condeno, en nombre del PPE, los actos de violencia sangrienta y los constantes asaltos por parte de extremistas islámicos contra las minorías religiosas como cristianos, ahmadis e hindúes, y la supresión de la libertad de prensa, que otros diputados ya han denunciado.

Aquellos que están en el poder –que pertenecen al Partido Nacionalista de Bangladesh– y la oposición de la Liga Awami, han de enterrar sus animosidades personales de una vez por todas y entablar un diálogo decidido. Se ha fijado una fecha para las elecciones, y hay que mantenerla; la comisión electoral ha de empezar a prepararlas ahora, y esto significa, ante todo, asegurarse de que el censo electoral sea correcto.

Las condiciones que prevalecen actualmente –que equivalen a una guerra civil– han de normalizarse cuanto antes, desarmando a los islamistas. Los ciudadanos han de poder hacer uso de su derecho a votar sin miedo de represalias para dar una oportunidad a la democracia.

Me complace la disposición de la Comisión a enviar observadores electorales a Bangladesh y esta Cámara debería decidir lo mismo.

 
  
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  Gérard Onesta (Verts/ALE), autor. – (FR) Señor Presidente, señor Comisario, hace unas semanas, el Parlamento Europeo, en el marco de su delegación interparlamentaria para las relaciones con los países del sur de Asia, invitó a muchos representantes de la sociedad civil de Bangladesh, y fue muy interesante.

Fue muy interesante, primero, ver la reacción del embajador de Bangladesh, que había sido nombrado, el pobre, el mismo día y descubría en esa ocasión todo lo que significa el Parlamento: vio los estragos que pueden causar la democracia y la transparencia cuando se aplican. En efecto, aprendimos muchas cosas ese día, lo cual fue muy útil, puesto que los representantes de la Comisión, que estaban presentes y que a comienzos de la mañana no estaban realmente dispuestos a ir a comprobar sobre el terreno lo que sucede, tras escuchar lo que todos escuchamos, se vieron obligados a reconocer, al término del encuentro, que había que intervenir, dada la gravedad de la situación sobre el terreno.

No volveré sobre lo que han dicho mis colegas sobre la pobreza, la corrupción, la violencia y las torturas, infligidas no solo por los escuadrones de las distintas milicias, sino también por la policía. A este respecto, las cifras son terribles: en 2005 se registraron 2 297 casos de torturas por parte de la policía. Recordaré el caso del periodista Salah Uddin Shoaid Choudhury, que se arriesga a la pena de muerte por el único motivo de haberse expresado libremente: ¡esto es absolutamente insoportable! Podría recordar asimismo una cifra que procede de su Comisión, señor Comisario: sus propios servicios calculan que más de 13 millones de nombres no válidos se han incorporado a las listas electorales. ¿Cómo se pueden organizar unas elecciones cuando se sabe de antemano que el fraude a este respecto será masivo y hasta tal punto organizado?

De ahí que, más allá del voto a favor que espero vamos a emitir masivamente hoy, es preciso que la Comisión se dote de todos los medios para enviar sobre el terreno señales para que el Gobierno cambie rápidamente las reglas del juego, a fin de ajustarlas a las normas democráticas que ese país conoció hace algunos años, y poner fin así a la violencia institucional, que por desgracia degenera en violencia social.

 
  
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  Charles Tannock, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (EN) Señor Presidente, la máxima prioridad de la UE debe consistir en asegurar unas elecciones libres y justas el año que viene en Bangladesh, un país tradicionalmente laico y democrático de 140 millones de habitantes.

Durante muchos años desde su creación en 1971, Bangladesh ha sido la excepción en el mundo islámico, porque seguía su curso independiente como nación bengalí de forma pacífica y democrática. Lamentablemente, desde 2001 ha habido una creciente islamización de Bangladesh, a medida que los islamistas intentaban llenar el vacío dejado por los partidos laicos corruptos enfrentados entre sí. La ONG Task Force against Torture ha documentado más de 500 casos de tortura e intimidación por parte de islamistas radicales que también han asesinado a seguidores del Partido Comunista. En realidad, también se ha actuado contra hindúes, ahmadis, cristianos, los pueblos indígenas de Chittagong Hill Tracts y los budistas.

Los recientes disturbios civiles invadieron las calles con brotes violentos cuando la Liga Awami de la oposición puso en duda la imparcialidad de la comisión electoral, la integridad de la lista de votantes o incluso la imparcialidad del candidato y primer ministro provisional.

El Acuerdo de Cooperación UE-Bangladesh del año 2000 se basa en el respeto por los principios democráticos según el Artículo 1, y su incumplimiento puede provocar la suspensión del acuerdo y con ello del importante Sistema Generalizado de Preferencias Arancelarias y de la ayuda exterior de la EU, que asciende a un 70 % de la ayuda exterior total que recibe Bangladesh.

La UE y todos los principales donantes deben coordinarse ahora para mantener la presión a favor de la reforma y el pleno respeto de la democracia, una prensa libre y derechos humanos para todos los ciudadanos de Bangladesh antes de las elecciones parlamentarias previstas para el próximo mes de enero. El Parlamento Europeo debe enviar una cifra considerable de observadores políticos a corto plazo. Esas elecciones son cruciales, y también es esencial que la UE mantenga una gran presencia visible durante todo el período de Gobierno provisional, ya que de lo contrario algún general frustrado y hambriento de poder podría considerar la idea de lanzar un golpe militar.

 
  
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  Marek Aleksander Czarnecki, en nombre del Grupo UEN. (PL) Señor Presidente, todos sabemos que el pueblo de los deltas del Ganges y del Brahmaputra no oculta su admiración por los talibanes afganos y también quiere, en su país, emular el emirato afgano del mulá Omar. Para conseguir su propósito, estos santos guerreros recurren sin escrúpulos a la violencia.

Fue lamentable que el Gobierno de Bangladesh no se tomara suficientemente en serio las advertencias iniciales acerca del rápido aumento de estos grupos terroristas. Los sucesos han demostrado rápidamente que no son producto de la febril imaginación de envidiosos líderes de la oposición o de periodistas ávidos de sensaciones. Muchos de ellos han pagado un alto precio por haber revelado la verdad, y muchos otros se han visto forzados a huir del país.

En esta situación, es reconfortante saber que dos personas han sido arrestadas bajo sospecha de dirigir grupos terroristas. Sin embargo, no hemos de contentarnos con eso. Si examinamos detenidamente la situación de este país, que durante muchos años ha incumplido las normas europeas reconocidas en el ámbito de los derechos humanos, a pesar de las medidas drásticas tomadas por el Gobierno para evitar la violencia extremista contra las minorías religiosas, seguimos siendo testigos de sucesos escalofriantes y horrorosos.

El país también está siendo acosado por muchos otros problemas y por ello apoyo de todo corazón la decisión de la Comisión de enviar una Misión de Observación Electoral y de pedir al Parlamento Europeo que haga lo mismo.

 
  
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  Kathy Sinnott, en nombre del Grupo IND/DEM. – (EN) Señor Presidente, como diputados al Parlamento Europeo decimos que estamos comprometidos con los derechos humanos. Por lo tanto, espero que adoptemos una postura firme en relación con la difícil situación del señor Choudhury.

El señor Choudhury es un periodista acusado de sedición en relación con una serie de artículos que publicó y que las autoridades de Bangladesh consideraron favorables a Israel y críticos con el extremismo musulmán. Sus observaciones a favor de la moderación y el diálogo merecerán con toda seguridad el apoyo de todos los miembros de esta Cámara. Nada de lo que ha dicho carece de fundamento y en un país democrático y moderno esos artículos se considerarían objetivos e informativos para los ciudadanos.

Pero no es el caso de Bangladesh, donde el señor Choudhury ha sido juzgado y podría ser ejecutado por sus artículos. Ha recibido amenazas de muerte, ha sido agredido, encarcelado, apaleado y torturado. El señor Choudhury se enfrenta ahora a un juicio injusto y tiene pocas oportunidades de que se le haga justicia. El juez presidente ha comentado en audiencia pública que el señor Choudhury ha herido los sentimientos de los musulmanes. Es evidente que el juez espera una sentencia de muerte.

Como miembros del Parlamento Europeo no podemos quedarnos cruzados de brazos mientras un periodista inocente se enfrenta a un juicio injusto y a una probable pena de muerte. Me complace ver que su situación se menciona específicamente en esta resolución, así como el apoyo a unas elecciones libres y justas en Bangladesh.

(Aplausos)

 
  
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  Olli Rehn, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, la Comisión comparte la preocupación del Parlamento y agradece la oportunidad de hablar hoy sobre Bangladesh.

El país se encuentra en un punto crítico de su frágil democracia. Hay mucho en juego en las próximas elecciones en ese país densamente poblado. Pero lamentablemente el marco institucional y las ásperas relaciones entre los dos principales partidos políticos no anuncian un proceso electoral pacífico y democrático.

Durante las últimas semanas y meses, la Comisión y los siete Estados miembros con representación en Dhaka, así como la comunidad internacional más amplia, han dialogado intensamente con los principales líderes políticos y las partes implicadas en las elecciones, instando a todos a acordar un marco electoral que merezca la confianza de todos los partidos. La troika regional de la UE en febrero, los representantes locales de la Presidencia de la UE y varias visitas de alto nivel de la Comisión y los Estados miembros, han resaltado reiteradas veces la necesidad de una orientación imparcial del país por parte del Gobierno provisional durante el período preelectoral, una Comisión Electoral neutra y listas electorales verosímiles.

Como saben sus Señorías, la Comisaria Ferrero-Waldner ha tomado la decisión política de desplegar una misión de Observación Electoral de la UE para esas elecciones. En la actualidad se está preparando el despliegue de los observadores de la UE, incluidos los procedimientos internos entre las instituciones para financiar la misión. En su carta al Presidente, o asesor jefe, la Comisaria subraya los puntos anteriores como preocupaciones clave de la Unión Europea.

La misión se desplegaría unas seis semanas antes del día de las elecciones, y permanecería en el país durante dos o tres semanas después de ese día, para realizar un seguimiento del período postelectoral, sobre todo a la luz de la desgraciada posibilidad de que haya violencia postelectoral, sobre todo contra las minorías.

La Comisión comparte la preocupación del Parlamento por la violencia generalizada contra los periodistas. Desgraciadamente, el hecho de que el último informe de Reporteros sin Fronteras califique a Bangladesh de lugar extremadamente peligroso para los periodistas lo dice todo. La Comisión ha condenado reiteradamente la intimidación y la flagrante impunidad de los actos violentos contra periodistas en ese país.

 
  
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  El Presidente. El debate queda cerrado.

La votación tendrá lugar al final de debate.

 
  

(1)véase el Acta

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