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Procedimiento : 2006/0060(AVC)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento : A6-0403/2007

Textos presentados :

A6-0403/2007

Debates :

PV 23/10/2007 - 18
CRE 23/10/2007 - 18

Votaciones :

PV 24/10/2007 - 8.14
CRE 24/10/2007 - 8.14
Explicaciones de voto

Textos aprobados :

P6_TA(2007)0459

Acta literal de los debates
Martes 23 de octubre de 2007 - Estrasburgo Edición DO

18. Protocolo por el que se modifica el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) (debate)
Acta
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  Presidente. − El siguiente punto es la recomendación de Gianluca Susta, en nombre de la Comisión de Comercio Internacional, sobre el Protocolo por el que se modifica el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) (08934/2006 – C6-0359/2006 – 2006/0060(AVC)) (A6-0403/2007).

 
  
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  Gianluca Susta (ALDE), ponente. (IT) Señor Presidente, señor Comisario, señorías, en primer lugar, quisiera aprovechar la oportunidad para agradecer a la Secretaría del Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa en el Parlamento el respaldo que me ha prestado. También expreso mi agradecimiento a todos los ponentes alternativos, así como al señor Van Hecke, que me ha precedido en la cobertura de este expediente, por el excelente trabajo realizado y por lograr mantener la unidad de nuestra institución hasta el final.

En mi opinión, ésta ha sido el punto fuerte del Parlamento en la campaña para promover el acceso a los medicamentos en los países en desarrollo y en los países menos desarrollados, en los que más necesarios son. El derecho a la salud y el acceso a la sanidad a precios asequibles son derechos fundamentales y deben garantizarse a todos los ciudadanos. Por desgracia, todos sabemos de sobra que no sucede siempre así: con demasiada frecuencia los precios que impone la industria farmacéutica son demasiado elevados, con el resultado de que los países en los que más se necesitan los medicamentos se enfrentan a situaciones difíciles.

Por este motivo, como he dicho en varias ocasiones, tanto en la Comisión de Comercio Internacional como en la sesión plenaria, el Parlamento no pudo aceptar a ciegas el Protocolo por el que se modifica el Acuerdo sobre los ADPIC como si fuera una panacea universal y considerar así el asunto resuelto. El Parlamento deseaba acciones ulteriores, al menos en el ámbito comunitario, porque la Unión Europea puede y debe hacer más.

A la luz de los lamentables sucesos de este verano, como el intercambio de cartas con Tailandia, aunque resuelto en parte, el Parlamento Europeo, que siempre ha sido un gran partidario de utilizar toda la flexibilidad que prevé el Acuerdo sobre los ADPIC, no podía dar vía libre a la ratificación del protocolo sin obtener garantías reales y efectivas de la Comisión y del Consejo.

Pienso que es justo recalcar que durante estos meses de estrecha colaboración con la Comisión y el Consejo, hemos alcanzado indudablemente una meta importante para la Unión Europea, al colocar un expediente esencialmente técnico entre las prioridades de la agenda política europea.

Creo que el resultado obtenido puede calificarse de éxito, no sólo por este motivo, sino, sobre todo, porque hemos tenido éxito al lograr avances en áreas extremadamente sensibles, como fomentar la utilización de la flexibilidad prevista en el Acuerdo sobre los ADPIC para que podamos promover el acceso a medicamentos esenciales a precios asequibles en el marco de los programas de salud pública nacionales.

En particular, respaldo la referencia explícita incluida en la declaración del Consejo —presentada el lunes— al artículo 30 del Acuerdo sobre los ADPIC. Para mi grupo, representa una garantía y una seguridad de que los Estados miembros podrán usar este instrumento sin verse presionados y de que se facilitará el acceso a los medicamentos en los países en los que más necesarios son.

En segundo lugar, me alegran asimismo los resultados obtenidos en relación con «ADPIC+», a saber, disposiciones más estrictas que las que recoge el Acuerdo de los ADPIC. El Parlamento, el Consejo y la Comisión han acordado que no debe haber ninguna negociación en los futuros convenios bilaterales o regionales con países en desarrollo en relación con disposiciones que tal vez tengan consecuencias negativas para la salud y el acceso a los medicamentos.

No obstante, aunque se reconocen los esfuerzos de la Presidencia portuguesa, quisiera preguntar si el texto de la declaración puede mejorarse, en particular, la sección referente a los países pobres en desarrollo. Esta expresión podría crear confusión, ya que es ahora usual referirse sólo a los países en desarrollo y a la categoría de países menos desarrollados. Insertar una nueva categoría complicaría la situación. Sobre todo, es importante recalcar que todos los países en desarrollo —es decir, incluso países como Brasil, India, etc.— deben poder usar el sistema actual sin correr el riesgo de que se incluyan en el futuro términos peyorativos.

Por último, pero no por ello menos importante, es esencial subrayar los esfuerzos realizados hasta la fecha en relación con la transferencia de la investigación y el desarrollo tecnológico a los países del sur. El Grupo ALDE está preparado para dar su asentimiento, porque cree que un «no» representaría una señal negativa a los países más necesitados y sería irresponsable por parte de la Unión Europea dado que la reapertura de las negociaciones de la OMC es poco realista.

En cualquier caso, esto no cambia el hecho de que sigamos teniendo reservas sobre la eficacia del mecanismo estudiado y aprobado por la OMC. Por este motivo, y ya concluyo, quisiera confirmar que la UE no se detendrá aquí. El Parlamento hará todo lo posible por asegurar que las garantías ofrecidas en los últimos meses se respetarán en la práctica.

Por consiguiente, pedimos al Comisario Mandelson, que ha confirmado por carta que no tenía intención de negociar las disposiciones «ADPIC+», que elimine del proyecto de Acuerdo de Asociación Económicas con los países del Caribe la solicitud de adhesión o la aceptación de las obligaciones del Tratado de Cooperación en materia de Patentes y del Tratado sobre el Derecho de Patentes y la incorporación de los términos de la Directiva 2004/48/CE relativa al respeto de los derechos de propiedad intelectual, que se asemejan inequívocamente a las disposiciones de ADPIC+.

 
  
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  Peter Mandelson, Miembro de la Comisión. − Señor Presidente, me satisface que hayamos podido encontrar una solución que convenga a todos sobre el importante tema del acceso de los países pobres en desarrollo a los medicamentos. Nuestro debate durante los últimos meses ha sido fructífero y desearía agradecer al Parlamento la intensidad y calidad de nuestros intercambios. La Comisión ha sido siempre receptiva con respecto a las preocupaciones expresadas por el Parlamento y, de hecho, coincide en la mayoría. Por esta razón, la Comisión se encontraba a la cabeza del debate sobre los ADPIC y el acceso a los medicamentos en la OMS.

He considerado que este debate representaba una oportunidad para que la Comisión aclarase su posición sobre diversos puntos. Todos estaremos de acuerdo en que la enmienda del Acuerdo ADPIC es parte de la solución —entre otras muchas— al problema del acceso a los medicamentos. Obviamente se requieren otras medidas, en particular con vistas a mejorar los sistemas de atención sanitaria y las infraestructuras, especialmente en los países pobres en desarrollo.

Algunos Estados miembros temen que el mecanismo no funcione. Sin duda, es todavía muy pronto para confirmarlo. En nuestro Reglamento por el que se aplica la exención y junto con el Parlamento, acordamos realizar una evaluación una vez transcurridos tres años de su entrada en vigor, y así lo haremos.

Apoyamos, asimismo, el trabajo del grupo intergubernamental con la OMS para estudiar otras medidas dirigidas a mejorar el acceso a los medicamentos.

La Comisión ha podido confirmar su compromiso con la «Declaración de Doha» en relación al Acuerdo ADPIC sobre la salud pública y su apoyo a las flexibilidades que éste contiene.

Del mismo modo, este debate me permite disipar cualquier malentendido sobre lo que está realizando la Comisión en los acuerdos de asociación económica con los países ACP. Permítanme confirmar que, en dichos acuerdos y en otros futuros acuerdos bilaterales y regionales con países pobres en desarrollo, la Comisión no pedirá disposiciones que puedan afectar al acceso a las medicamentos o socavar las flexibilidades de los ADPIC contenidas en la «Declaración de Doha» sobre el Acuerdo ADPIC y la salud pública.

Gracias a este franco y directo debate, el Parlamento se encuentra ahora en posición de dar su aprobación a la propuesta de la Comisión. La Unión Europea se incorporará entonces a los miembros de la OMS que ya han aceptado el Acuerdo ADPIC. Esta aceptación permitirá a la CE seguir desempeñando su papel de liderazgo en la OMS por lo que se refiere al asunto del acceso a los medicamentos.

Para concluir me gustaría insistir en que el acceso a los medicamentos sigue siendo una prioridad para la Comisión y en que estoy deseando proseguir el trabajo en este ámbito junto con el Parlamento con un espíritu constructivo.

 
  
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  Michel Rocard (PSE), ponente de opinión de la Comisión de Asuntos Jurídicos. – (FR) Señor Presidente, señor Comisario, señorías, lamento que el Consejo no esté representado en nuestro debate de esta noche porque, por una vez, es nuestro contacto principal. El ambiente es de euforia, todos están de acuerdo y mañana vamos a votar —por abrumadora mayoría, creo— la ratificación de esta modificación del Acuerdo de los ADPIC, que se supone que proporciona, y debe hacerlo, un mayor acceso a los medicamentos a los países que no han alcanzado un desarrollo suficiente y que no tienen una industria farmacéutica que les permita tal acceso.

Lo que ha sucedido durante el largo debate que hemos mantenido, es que el Parlamento se mostró un poco más dubitativo que la Comisión acerca de la eficacia de este sistema. Creo —y expreso mi agradecimiento al Consejo por haber escuchado al Parlamento más que a la Comisión, para variar— que esto es lo que condujo a la declaración facilitada la mañana del lunes, gracias a la cual hemos aceptado que un acuerdo entre nosotros nos permite dar este pequeño paso adelante. Es una mejora, pero una mejora de cuya inadecuación somos conscientes y sobre cuya eficacia albergamos algunas dudas. Es necesario que la rigidez con la que los Estados miembros y el Consejo aplican las recomendaciones acabe con estas dudas.

Estoy encantado, sin embargo, por lo que acaba de decir el señor Mandelson, que ha anunciado que un grupo de expertos va a buscar otras medidas, y una evaluación de estas medidas, y creo que volveremos a debatir estos asuntos de nuevo, una vez que hayamos visto si la eficacia satisface nuestras expectativas. En cualquier caso, me alegro de la conclusión positiva de esta etapa necesaria, aunque insuficiente.

 
  
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  Georgios Papastamkos, en nombre del Grupo PPE-DE. – (EL) Señor Presidente, como ponente del Grupo del Partido Popular Europeo deseo agradecer al ponente, señor Sousa, y a mis colegas diputados por la cooperación productiva que nos hemos prestado, que nos ha permitido superar ciertas diferencias entre los grupos políticos y mantener una posición unida sobre esta importante cuestión. El Parlamento Europeo no se ha limitado a las áreas de responsabilidad, como establece el Tratado; no se ha limitado a dar su asentimiento. En la resolución de julio se logró una victoria política que expresaba una voluntad unificada que trascendía las políticas de partido.

Se procuró y se logró la asunción de compromisos por parte de la Comisión y el Consejo. Coincidían en gran medida con los puntos de vista del Parlamento Europeo. Podría calificarse de ensayo de cooperación institucional, considerando la nueva función que el Parlamento Europeo desempeñará una vez que el Tratado de Reforma se haya adoptado.

La aceptación por la Unión de la enmienda está respaldada, por tanto, por compromisos reales, lo cual garantiza el éxito proceso. Los compromisos van también un poco más lejos: establecen directrices para un enfoque integrado del problema de la salud pública en los países en desarrollo. La aceptación por la Unión de la modificación del Acuerdo de los ADPIC envía un mensaje positivo y lleno de esperanza a estos países. Esperamos que también incluya la cooperación activa de otros miembros de la OMC.

 
  
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  Kader Arif, en nombre del Grupo PSE. (FR) Señor Presidente, señor Comisario, señorías, durante nuestro último debate de julio sobre el acceso a los medicamentos, concluí mis observaciones instando al Consejo y a la Comisión a que asuman compromisos claros y formales que garanticen la participación activa de Europa en la búsqueda de soluciones nuevas y su deseo de ir a la cabeza en la lucha para el acceso a medicamentos asequibles para todos. No podíamos conformarnos con un debate en el que no se adoptaron compromisos concretos, y hoy observo que, tras varios meses de intercambios entre las tres instituciones, ciertas propuestas que habíamos presentado y que deseábamos realmente se están haciendo realidad.

En primer lugar, permítanme aplaudir por el trabajo parlamentario realizado, un trabajo regido en todo momento por la responsabilidad y la franqueza. Las tres demoras sucesivas del voto en el Parlamento se debieron al compromiso la salud pública mundial. Esto nos permitió ver que la palabra «solidaridad» todavía tenía significado en las políticas europeas.

Por consiguiente, me gustaría agradecer en primer lugar a nuestro ponente, señor Susta, por sus dotes de persuasión y su capacidad de resistencia, y a todo los ponentes alternativos de los grupos políticos, que en todos estos meses de colaboración, esfuerzo y convicción común, han pasado por alto las políticas de partido para mostrar la calidad de trabajo que el Parlamento puede ofrecer. Así pues, espero que el Consejo y la Comisión puedan demostrar que se respetarán los compromisos contraídos durante los últimos meses durante nuestros intercambios y en la declaración escrita que hemos recibido.

Los compromisos son los siguientes: que los Estados miembros son libres de utilizar todas las cláusulas que les permiten fabricar medicamentos genéricos y exportarlos a los países en desarrollo, no sólo a los países pobres en desarrollo; que estos países en desarrollo pueden utilizar toda la flexibilidad que prevé la Declaración de Doha para proporcionar a sus poblaciones los medicamentos esenciales que necesitan; que la Unión Europea no negociará las disposiciones relacionadas con la salud pública en las negociaciones sobre acuerdos comerciales –y destaco también las afirmaciones del Comisario; y, por último, que la UE financiará proyectos para desarrollar las capacidades de investigación y de producción en estos países.

Son pasos adelante, de los que queremos sacar provecho ahora; no obstante, quiero decir que no todos los temas planteados por el Parlamento, ni sus inquietudes legítimas han tenido necesariamente las respuestas deseadas por parte de las otras instituciones. Nuestra lucha por un acceso universal a los medicamentos sigue en marcha. Por eso vigilaremos de cerca la aplicación de los compromisos contraídos hoy por el Consejo y la Comisión, y al mismo tiempo seguiremos exigiendo que todas nuestras preocupaciones reciban una respuesta rápida y adecuada en los próximos meses. Recuerdo que el primero de los compromisos contraídos con el Parlamento fue completar la evaluación del mecanismo que adoptaremos mañana. Sigue habiendo dudas al respecto, que deben abordarse. Si no fuera así, de acuerdo con los compromisos contraídos con los países en desarrollo pertinentes, la UE debe sacar las conclusiones apropiadas para encontrar una solución verdaderamente viable y sostenible.

Por consiguiente, me complacen los compromisos contraídos por el Consejo y la Comisión y, por tanto, exhortaré a mi grupo a que vote a favor de la ratificación mañana, aunque las largas semanas de trabajo que acabamos de vivir me hacen pensar que, lejos de llegar a un final, el acuerdo colectivo que hemos realizado es sólo el comienzo.

 
  
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  Johan Van Hecke, en nombre del Grupo ALDE.(NL) La decisión de la OMC de 30 agosto de 2003, que prevé una excepción temporal a la aplicación del Acuerdo de los ADPIC, se ha convertido ahora en permanente en virtud de una nueva decisión de 6 de diciembre del 2005.En su informe, el señor Susta hace varios comentarios pertinentes sobre la viabilidad del régimen vinculante de concesión de licencias. Reconozco muchísimos puntos de mi informe de 2005 que transforman la excepción temporal en un reglamento europeo.

Apoyo plenamente las recomendaciones del Consejo y la Comisión, que el señor Susta vincula al procedimiento de dictamen conforme. El mecanismo creado sólo es en realidad una solución limitada al problema del acceso inadecuado a los medicamentos en los países pobres. La UE debe ayudar a los países en desarrollo para que encuentren una solución a largo plazo en relación con la obtención de los medicamentos más esenciales a precios asequibles, y debe estimular la inversión en centros locales de producción. La transferencia de tecnología, la investigación y la asistencia técnica son desde luego esenciales a este respecto.

En este sentido, deseo referirme a algunos informes recientes que declaran que la cuota de mercado de los medicamentos genéricos está descendiendo una vez más, y lo atribuye a la producción barata por las propias empresas farmacéuticas de medicamentos con patentes caducadas. Esto debe brindar oportunidades a los países pobres, en los que, de acuerdo con la decisión de la OMC, el régimen vinculante de concesión de licencias puede ofrecer una solución respecto a los medicamentos con patente aún en vigor.

Si no queremos infundirles esperanzas vanas a los millones de personas que aún no pueden beneficiarse de los medicamentos más esenciales, se necesitará algo más —mucho más— que un mecanismo cuya viabilidad es y sigue siendo sumamente dudosa.

 
  
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  Ryszard Czarnecki, en nombre del Grupo UEN.(PL) Señor Presidente, lo cierto es que hace 14 años participé en la cuestión de los derechos intelectuales en el Parlamento polaco como presidente de un subcomité especial. Hoy tengo el honor de hacer lo mismo en nuestro Parlamento Europeo.

Como los diputados que me han precedido, quisiera recalcar el notable progreso que hemos hecho en los últimos meses, y hacer hincapié en que, desde nuestro punto de vista, el Parlamento Europeo ha realizado una gran labor para poner en pie lo que propuso la Comisión Europea. Estoy completamente convencido de que el compromiso que proponemos ayudará a mejorar el acceso a los productos farmacéuticos en los países del Tercer Mundo, que son nuestro mayor motivo de preocupación.

 
  
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  Carl Schlyter, en nombre del Grupo Verts/ALE. (SV) Señor Presidente, si he entendido bien, el Consejo leerá la declaración antes de la votación, de lo contrario no habrá ningún compromiso vinculante. Le rogaría, pues, que se eliminara la palabra «pobres» en «países pobres en desarrollo». Es completamente irrelevante y carece de sentido en acuerdos anteriores. Hay países en desarrollo y hay países menos desarrollados, y el Parlamento desea que ambos grupos de países puedan beneficiarse de estos mecanismos. Está claro que aquí hablamos el mismo idioma. Es algo que me preguntaba durante su intervención, señor Mandelson: usted ha dicho que los países ACP no tenían que preocuparse por nada, pero luego ha dicho también «países pobres en desarrollo», países ACP. Espero que no estemos limitando el debate a estos países, y que su carta a Tailandia no fije los límites para esto, sino que tengamos perfectamente claro que los países en desarrollo que no pertenecen a los más pobres también necesitan poder proteger la salud pública para desarrollarse con eficacia, y que debemos darles toda la ayuda y el apoyo que podamos. Espero que estemos de acuerdo en este punto.

 
  
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  Umberto Guidoni, en nombre del Grupo GUE/NGL. (IT) Señor Presidente, señorías, se ha instado al Parlamento Europeo para que exprese una opinión sobre si la modificación de los acuerdos de la OMC relativos a la propiedad intelectual —el «Acuerdo sobre los ADPIC»— puede tener carácter permanente, dado que representaría una solución rápida al problema del acceso a los medicamentos por parte de los países en desarrollo.

Teniendo en cuenta que hasta el momento esta modificación no ha ofrecido ninguna prueba de su eficacia real, es importante que el Parlamento Europeo aproveche la oportunidad que le brinda la ratificación de la modificación del Acuerdo de los ADPIC para garantizar mayores garantías de que la política de la UE sobre el acceso a los medicamentos será exhaustiva, coherente y eficaz.

El Acuerdo sobre los ADPIC, como ha reconocido el Consejo, representa sólo parte de la solución al problema del acceso a los medicamentos y la salud pública; por tanto, es importante que el Consejo, como recalcó varias veces el Parlamento, manifieste su apoyo a todos esos países que intentan beneficiarse de la flexibilidad prevista en el Acuerdo sobre los ADPIC, para poder proporcionar los medicamentos esenciales a precios asequibles.

La Unión Europea debe esforzarse más para acabar con la crisis sanitaria en los países más pobres del mundo, en particular, garantizando que estos países puedan satisfacer sus propias necesidades, sin imponerles acuerdos bilaterales o regionales, los Acuerdos «ADPIC+», sobre las disposiciones en relación con productos farmacéuticos que corren el riesgo de repercutir negativamente en el acceso a la salud pública y los medicamentos.

También creemos que es labor de la Comisión y el Consejo apoyar las iniciativas de la OMC para reducir la complejidad de las normas de los ADPIC, y en concreto potenciar al máximo la disponibilidad de los productos.

 
  
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  Zbigniew Zaleski (PPE-DE). - (PL) Señor Presidente, al parecer, entre los objetivos del milenio, en los que hemos conseguido peores resultados se refieren a la tuberculosis, el VIH y malaria. Las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud indican que en 2005 más de un millón y medio de personas murieron a causa de la tuberculosis, que tenía una tasa de mortalidad elevada en Europa antes de la Segunda Guerra Mundial. Cada día mueren 27 000 personas debido a la falta de acceso a los medicamentos básicos.

La salud es una condición indispensable para el bienestar y el desarrollo económico, y creo que es nuestro deber moral ayudar a los países menos desarrollados en este sentido. Una medida positiva es respaldar el protocolo de modificación del Acuerdo sobre los ADPIC para permitir el acceso a los medicamentos. No es una solución perfecta, pero no podemos correr el riesgo si deseamos proteger las vidas de millones de personas.

Hay un riesgo. Para empezar, la obtención de una licencia para la producción de medicamentos genéricos para su exportación a los países necesitados está sometida a numerosas condiciones que pueden resultar disuasorias para que se emprendan iniciativas en tal sentido.

En segundo lugar, la producción de medicamentos de este tipo puede favorecer el abuso por parte tanto de los beneficiarios como de los propios exportadores, a lo que se añade que la infraestructura en los países pobres es tan frágil que es simplemente imposible emprender la producción en ellos. Por este motivo, es necesario acudir a algún tipo de instrumentos adicionales de ayuda en múltiples niveles. En mi opinión, lo más importante es la ayuda financiera destinada al establecimiento de centros locales de producción, a la transferencia de tecnología y a la inversión en desarrollo e innovación. Estamos obligados a mostrar solidaridad social con estos países, pero somos nosotros los que tenemos que idear una manera que propicie al máximo el aumento de la eficacia de la ayuda proporcionada, al tiempo que proteja nuestro propio mercado.

Por último, Comisario, deseo decir que la Comisión —y usted como jefe de un comité específico— tiene muchas posibilidades para pensar sobre nuevas ideas.

 
  
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  Erika Mann (PSE). - (DE) Señor Presidente, Comisario, señorías, lo que estamos tratando esta noche aquí y que votaremos mañana constituirá una pieza pequeña pero importante en la cooperación entre las instituciones: la Comisión, el Consejo y Parlamento.

En este procedimiento, las únicas opciones del Parlamento son apoyar la propuesta o rechazarla. La manera en que el ponente, señor Susta, y todos los ponentes alternativos —y deseo expresar mi agradecimiento en particular a Kader Arif, de mi grupo— han abordado la cuestión han aumentado considerablemente las posibilidades predefinidas de actuación del Parlamento.

En todo caso, también me gustaría dar las gracias al Comisario por resaltar expresamente que este acuerdo, este Protocolo, que someteremos a votación mañana y podrán ratificar después los Estados miembros, es sólo un elemento —importante, pero sólo uno— y que hay muchas más medidas que adoptar para dar a los países en desarrollo que carecen de capacidades de producción en el sector farmacéutico una oportunidad real, que necesitan, de proporcionar a sus ciudadanos los medicamentos esenciales.

Este paso nos ayudará en nuestra cooperación y nos ayudará en especial cuando el Parlamento adquiera derechos adicionales de consentimiento en las otras muchas áreas de políticas, por ejemplo, la relativa al comercio.

Extiendo mi más sincero agradecimiento al Consejo, la Comisión y a todos los diputados que han hecho posible lograr la flexibilidad que tenemos ahora.

 
  
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  Francisco Assis (PSE). - (PT) Señor Comisario, señorías, dada la importancia ética de esta cuestión, el debate que nos ocupa reviste una gran relevancia política. La dicotomía entre la protección de la propiedad intelectual y la promoción de salud y del bienestar de las poblaciones de los países menos desarrollados revela un conflicto de intereses que sólo puede resolverse mediante una comparación de valores.

En pocas palabras, esta oposición puede calificarse de clara. Por un lado, tenemos un determinado modelo discutible de protección de la propiedad intelectual basado en el argumento del incentivo a la innovación y la consiguiente expansión del conocimiento científico, y por otro, están los millones de seres humanos pobres que viven en países con escasos recursos, a los que no puede condenarse al sufrimiento y a la muerte por razones económicas en una época en la que disponemos de unos conocimientos que puede salvarles la vida.

Es evidente de qué lado están los valores fundamentales en esta comparación. Desde este punto de vista, en diversos momentos y lugares ya se han dado varios pasos para flexibilizar el régimen de protección de la propiedad intelectual de modo que promueva el acceso universal a los medicamentos. Con todo, resulta que el camino recorrido no es suficiente es suficiente. El mecanismo en curso ahora es sólo un medio de aliviar un problema tan preocupante.

Es preciso ir más allá. El Parlamento ha apuntado en esta dirección, efectuando una contribución decisiva para alentar a la UE a que adopte una posición de acuerdo con sus valores fundamentales. La solución encontrada ahora revela esa preocupación y, por tanto deseo también felicitar a la Presidencia del Consejo por los esfuerzos realizados para alcanzar, a través de declaraciones y compromisos, una posición que muestre lo mejor de Europa: una comunidad política asentada siempre en valores humanistas indiscutibles.

 
  
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  Presidente. − Se cierra el debate.

La votación tendrá lugar el miércoles a las 12.00 horas.

 
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