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Procedimiento : 2007/0810(CNS)
Ciclo de vida en sesión
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Textos presentados :

A6-0441/2007

Debates :

PV 13/11/2007 - 13
PV 13/11/2007 - 15
CRE 13/11/2007 - 13
CRE 13/11/2007 - 15

Votaciones :

PV 15/11/2007 - 5.3
Explicaciones de voto

Textos aprobados :

P6_TA(2007)0531

Acta literal de los debates
Martes 13 de noviembre de 2007 - Estrasburgo Edición DO

15. Aplicación de las disposiciones del acervo de Schengen - Aplicación del acervo de Schengen en la República Checa, Estonia, Letonia, Lituania, Hungría, Malta, Polonia, Eslovenia y Eslovaquia (continuación del debate)
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  El Presidente. − Continuamos con el debate sobre la declaración del Consejo sobre la aplicación de las disposiciones del acervo de Schengen y sobre el informe de Carlos Coelho relativo a la aplicación del acervo de Schengen en la República Checa, Estonia, Letonia, Lituania, Hungría, Malta, Polonia, Eslovenia y Eslovaquia.

 
  
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  Marek Aleksander Czarnecki (UEN). - (PL) Señor Presidente, para empezar, me gustaría agradecer al Gobierno portugués la solución técnica que propuso respecto al período de transición. Esto permitirá a los nuevos Estados miembros incorporarse al SIS antes de que concluya el ejercicio en euros, previamente a la confirmación y la ejecución del nuevo sistema por la Comisión.

Me alegro por mis conciudadanos que regresarán a Polonia por Navidad. Esta vez, se ahorrarán el tener que pasar un gran número de horas guardando cola a la espera de cruzar la frontera en su camino a casa.

En cualquier caso, todo esto sólo ha sido posible porque, tras las dificultades iniciales experimentadas, todos y cada uno de los países implicados se pusieron manos a la obra para abordar los problemas surgidos en relación con la ejecución del sistema SIS, adaptando éste a las condiciones locales.

 
  
  

PRESIDE: Gérard Onesta
Vicepresidente

 
  
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  Edit Bauer (PPE-DE). - (SK) A mí también me gustaría aprovechar esta oportunidad para expresar mi gratitud a la Presidencia portuguesa por su iniciativa, y por encontrar una solución mediante la propuesta de SISone4all, que permitió a nueve nuevos Estados miembros incorporarse al espacio Schengen.

No cabe duda de la importancia histórica de este paso para los ciudadanos de dichos países. No sólo convierte en realidad el principio de libre circulación de las personas, sino que también representa un hito histórico en el camino hacia la reunificación de Europa.

También me gustaría agradecer al ponente, Carlos Coelho, su excelente labor y su notable determinación para abordar todas las cuestiones. Gracias también al Comisario Frattini por su enorme compromiso, y por toda la ayuda prestada respecto al cumplimiento de los criterios de Schengen.

En el informe se subraya varias veces que la incorporación al espacio Schengen ha sido una cuestión de confianza mutua, y creo que la confianza constituye asimismo el tema subyacente de nuestro presente debate. No cabe duda de que la seguridad en las fronteras no es sólo una cuestión de tecnología, sino también de confianza mutua. En cualquier caso, se trata de dos factores mutuamente influyentes. Indudablemente, unos sistemas más avanzados tecnológicamente ayudarán a cada uno de los Estados miembros a confiar en los países que protegen la seguridad de las fronteras exteriores de la Unión. Por tanto, debemos preguntarnos por qué, y cuánto tiempo más tendremos que esperar el establecimiento de SIS II, que reforzará la seguridad y facilitará la cooperación judicial y policial entre los Estados miembros en esta área. Prolongar la existencia de soluciones temporales representa una compensación costosa e inadecuada por la inexistencia del SIS II.

Deseo apoyar asimismo la enmienda presentada relativa al cumplimiento de los criterios de Schengen, en la que se refiere que el Parlamento ha de ser informado en el plazo de seis meses de la evaluación de la situación en los Estados miembros. No debemos asistir a una repetición de la situación producida cuando la Comisión no quiso facilitar al Parlamento una información que resultaba esencial para su proceso de toma de decisiones.

 
  
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  Justas Vincas Paleckis (PSE). - Señor Presidente, es comprensible la alegría que provoca el magnífico regalo de Navidad entre los nuevos ciudadanos europeos del siglo XXI. La ampliación del espacio Schengen —este toque especial portugués— es un hecho histórico de gran magnitud psicológica y simbólica, que no sólo consigue hacer desaparecer las fronteras y divisiones de Europa.

Sin embargo, mientras que para nosotros ahora es posible viajar desde Vilnius del Báltico a la Lisboa del Atlántico, un nuevo telón se está creando frente a Ucrania, Rusia, Moldova y Belarús, un telón financiero y burocrático que sustituye al antiguo de acero. No hace tanto tiempo, nuestros vecinos podían viajar sin visado a muchos nuevos países del espacio Schengen, pero ahora deben pagar entre 35 y 60 euros. Esto representa una cuarta parte, o incluso un tercio, de un salario mensual en algunos de estos países. No necesitamos la fortaleza de Europa mientras el acervo de Schengen, con algunas mejoras, sea la llave de una Europa más sólida e inclusiva.

 
  
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  Arūnas Degutis (ALDE).(LT) No puedo por menos que recibir favorablemente y alegrarme por la extraordinaria ampliación del espacio Schengen, que deberá producirse a la conclusión del presente ejercicio. Los conceptos de «Schengen» e «itinerancia» son los que mejor comprenden los ciudadanos de la UE. Puede contemplarlos en su funcionamiento en la práctica; todo el mundo se ha visto influido por ellos de un modo u otro. Para la mayoría de los europeos, son conceptos estrechamente vinculados a la noción de una Europa unida.

La adhesión de nueve nuevos Estados miembros constituye un paso histórico no sólo para Lituania, sino para Europa en su conjunto. Para Lituania, representa otro paso adelante más en la profundización de la integración europea. La preparación ha exigido un gran volumen de trabajo y de esfuezo. Me complace que los expertos hayan valorado tales esfuerzos y les hayan parecido aceptables, y que los nueve candidatos vayan a poder incorporarse, tras haber «superado el examen» con éxito. Me gustaría agradecer al país que ocupa la presidencia, Portugal, por haber planteado la solución relativa al Sistema de Información de Schengen, lo que ha evitado que nuestros países perdieran varios años.

 
  
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  Zbigniew Krzysztof Kuźmiuk (UEN). - (PL) Señor Presidente, del informe a cargo del señor Coelho se desprende que los nueve nuevos Estados miembros se encuentran debidamente preparados para que sus fronteras terrestres se abran el 21 de diciembre del presente año, y para que el 30 de marzo de 2008 tenga lugar la apertura de sus fronteras aéreas.

A pesar de las preocupaciones iniciales, todos estos países han conseguido ponerse a la altura y establecer un sistema de información que permite el intercambio de datos entre las organizaciones responsables de la protección de las fronteras exteriores de la Unión.

En consecuencia, el principio de la libre circulación de personas se llevará a la práctica aproximadamente tres años después de la adhesión de estos países a la Unión. Recordaría a la Cámara que éste es uno de los cuatro principios fundamentales que rigen el funcionamiento de la Unión Europea.

También sería positivo que el Consejo de la Unión Europea respondiera a las esperanzas del Parlamento Europeo, adoptando la decisión formal de abrir las fronteras durante la noche del 20 al 21 de diciembre del presente año. Sería un regalo de Navidad muy especial para los muchos miles de europeos que se desplazan entre los antiguos y los nuevos Estados miembros con ocasión de las fiestas navideñas y de Año Nuevo.

 
  
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  Simon Busuttil (PPE-DE). - (MT) Quisiera comenzar uniéndome a mis colegas en el agradecimiento y la expresión de mis mejores deseos al señor Coelho por la útil labor que ha llevado a cabo.

Señor Presidente, la ampliación del espacio Schengen no representa únicamente un paso histórico más en el desarrollo de Europa; más que eso, constituye una notable conquista para los ciudadanos europeos, ya que les otorga nuevos derechos. Señor Presidente, en ocasiones olvidamos que hubo un tiempo en el que, independientemente del destino en Europa, los funcionarios de inmigración debían sellar el pasaporte. Para salir del país propio y volver a entrar en el mismo, había que cumplimentar un formulario de embarque para informar a las autoridades del destino y la duración de la estancia en el extranjero. A la llegada, volvía a pasarse por un control de inmigración, se esperaba en cola y, a continuación, se respondía a preguntas como: ¿motivo de su visita?, ¿qué se propone hacer en el país, duración de la estancia? Casi te trataban como sospechoso, en lugar de darte la bienvenida, lo que molestaba a muchas personas.

Al regresar al país de origen, se pasaba por el mismo procedimiento, con controles en el país de partida y controles al volver al país propio. No debemos olvidar tampoco que, hasta hace poco, los funcionarios de aduanas registraban el equipaje, preguntaban que habíamos adquirido, cuánto nos habíamos gastado, como si hubiéramos realizado algún tipo de contrabando.

Señor Presidente, esto no sucedía hace 50 años; esto pasaba hace bien poco. Ahora, por fin, los controles van a desaparecer de una vez por todas. Esto significa que un país forme parte del espacio Schengen. Cuando alguien se desplaza dentro del espacio Schengen, es tan libre como en su propio país; uno sale de su país, llega a otro, y regresa sin controles, sin sellos, sin fronteras, sin preguntas. La sensación de libertad que proporciona la libre circulación sin controles constituye una enorme conquista que valoramos verdaderamente como uno de los mayores éxitos de la Unión Europea. Cada vez más, para los que procedemos de islas, Schengen nos une, tiende puentes entre la periferia y el centro; para nosotros, Schengen significa una sensación de libertad, una sensación de liberación.

 
  
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  Monika Beňová (PSE). – (SK) La creación del espacio Schengen, que pone fin a los controles en las fronteras interiores entre los Estados participantes y, de este modo, convierte en realidad la libre circulación de personas en todo el territorio de la UE, puede considerarse acertadamente como uno de los mayores logros de la UE.

Los ciudadanos de los países que se incorporan a dicho espacio en diciembre celebrarán nuestra decisión como medida que revierte en interés de la población, al hacer realidad su derecho a la libre circulación. No obstante, la ampliación del espacio Schengen también exige la adopción de algunas medidas compensatorias, incluida la introducción de controles eficaces en las fronteras exteriores, una mejor cooperación entre la administración, la policía, las aduanas y las autoridades judiciales, una política común en materia de visados y la creación del sistema de información de Schengen. El Gobierno eslovaco, con arreglo a la totalidad de las evaluaciones, ha culminado la fase preparatoria con gran éxito, y me honra poder declarar hoy en el Parlamento Europeo que la República Eslovaca se encuentra plenamente preparada para incorporarse al espacio Schengen.

 
  
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  Danutė Budreikaitė (ALDE).(LT) Hoy estamos a punto de finalizar el debate sobre la aplicación de las disposiciones del acervo de Schengen en los nuevos Estados miembros. Acojo favorablemente el hecho de que todo el arduo trabajo dedicado por dichos países para incorporarse al espacio Schengen, junto con los esfuerzos realizados por los Estados miembros existentes y la Comisión, haya conducido al éxito.

La creación del espacio Schengen constituye uno de los mayores proyectos de la UE. Para facilitar su ejecución tras la ampliación de 2004, época en la que experimentábamos dificultades con la realización del SIS II, los Estados miembros demostraron auténtica solidaridad; Portugal propuso la versión SISone4all, que ha posibilitado que se abran las fronteras entre los 15 antiguos Estados miembros y los nueve nuevos antes de la próxima Navidad.

Esto significa una mayor libertad de desplazamiento en Europa, y constituye asimismo una decisión racional, que evita que nuevos Estados miembros incurran en pérdidas a causa de la demora en la determinación de una fecha para la aplicación del SIS II. SISone4all, que debía haber entrado en funcionamiento hace casi un año, facilitará el desplazamiento de personas y, al mismo tiempo, ejercerá un efecto beneficioso en el crecimiento económico de los países.

 
  
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  Marianne Mikko (PSE). - (ET) Señorías, la ampliación de Schengen es un acontecimiento para casi 500 millones de europeos y, de hecho, para el mundo entero. Mediante la supresión de controles en sus fronteras interiores, la Unión Europea pone fin a una época caracterizada por la división y el enfrentamiento; el este, y el oeste.

Pasé mi infancia y mi adolescencia en la Unión Soviética. Recuerdo la ansiedad generada por el conocimiento de que la tierra y el cielo se encontraban bloqueados, que los soldados del ejército de ocupación protegían el telón de acero. La adhesión a Schengen marca la liberación definitiva respecto al pasado. La desaparición de las fronteras constituye un símbolo de gran significación para 75 millones de europeos.

Los nueve países que se incorporan a Schengen están preparados para abordar los cambios en el intercambio de datos que van de la mano con el privilegio de la libre circulación. Mi país de origen, Estonia, protege una de nuestras fronteras exteriores. De todos modos, me decepciona que esta ocasión histórica se haya dividido en dos eventos menores sin motivo convincente alguno, puesto que las fronteras aéreas no desaparecerán, como es bien sabido, para los europeos del este, hasta el final de próximo mes de marzo.

 
  
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  John Attard-Montalto (PSE).(MT) Deseo trasladarles algunas ideas relativas a Schengen y al modo en que yo lo percibo. Para mí, no es sólo una cuestión de lo que figura en el Tratado y de lo que proporcionará, o las normas que se aplican; yo lo veo como parte de un importante proceso para incorporar a diversos Estados europeos (en este caso, dos Estados del AELC) y contribuir a que se sientan más integrados y se aproximen entre si. Aunque tengamos esta condición de Estados independientes y soberanos, debemos sentirnos orgullosos de pertenecer a un todo integrado. En este caso, la entrada y la salida a través de fronteras comunes (porque van a convertirse en fronteras comunes) son parte de un proceso similar al del euro, de un proceso a través del cuál mi país pasó a formar parte de Europa. Todos debemos sentirnos orgullosos de formar parte de un continente sabio, que también exporta los valores en los que cree.

 
  
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  José Magalhães, Presidente en ejercicio del Consejo. (PT) Señor Presidente, señor Vicepresidente de la Comisión, señorías, creo que existe un consenso total en esta Cámara respecto a que la ampliación inminente no es sólo un hecho histórico, sino también sumamente simbólico. No obstante, dicho consenso no es únicamente institucional, sino, lo que es mucho más importante, también social, puesto que responde a los deseos fundados de nuestros ciudadanos. Resulta acertado que los órganos de la UE escuchen a sus ciudadanos y respondan de manera oportuna a sus aspiraciones. Eso es lo que hemos hecho.

Estoy muy agradecido por los comentarios positivos que han albado en gran medida la labor realizada, no sólo por la Presidencia portuguesa, sino también por todos aquellos que contribuyeron en el momento junto para que las numerosas piezas de este complejo puzzle pudieran prepararse y encajarse con precisión. Hace tan sólo un año afrontábamos una situación muy diferente, y no se trata sólo de una proeza tecnológica, que resulta en si misma muy importante, sino también de una hazaña política que nuestras instituciones han realizado para nuestros ciudadanos, lo que refuerza la credibilidad de las mismas.

En segundo lugar, debo subrayar que las nuevas fronteras exteriores constituyen un estupendo regalo de Navidad para nuestros ciudadanos, y que esta situación se mantendrá durante muchas Navidades venideras. No obstante, dichas fronteras proporcionan también una nueva manera de gestionar las relaciones exteriores, puesto que no deseamos erigir un telón de acero de segunda generación para nuestros vecinos. Lo que tenemos es el comienzo de una frontera electrónica, enérgica en su intercepción de delincuentes, y flexible, como todo lo electrónico, en la facilitación a los ciudadanos de buena fe de la posibilidad de atravesar las fronteras con rapidez, con independencia de quiénes sean y de dónde procedan. Tal es el modelo que Europa presenta al mundo, y éste es el compromiso que hemos asumido.

En tercer lugar, esta labor y este logro se basan en una meticulosa preparación que ha dejado a los Estados participantes en el proyecto SISone4all adecuadamente provistos de equipos y de una lógica de preparación policial que debemos asociar a nuevas medidas, como el refuerzo de Frontex recientemente anunciado por la Comisión, y nuestro nuevo modelo de gestión fronteriza integrada. Por tanto, se trata de una pieza más en una compleja política que debe aplicarse y desarrollarse.

En cuarto lugar, me gustaría subrayar que uno de los secretos del éxito de este proyecto es la capacidad para combinar adecuadamente seguridad y libertad, libertad de circulación, mucha más libertad de circulación, con una protección de los datos apropiada. Los dos elementos son inseparables. Éste es el camino a seguir para Europa y, por suerte, constituye además un importante factor de consenso entre la Comisión, el Consejo y el Parlamento Europeo. No hay ningún otro camino de futuro, sólo éste.

Esta norma es válida para SISone4all, y también lo será para SIS II, la segunda generación del Sistema de Información de Schengen. Esto resulta obvio en la legislación aprobada con el sello del Parlamento Europeo, y evidente a partir de las sugerencias realizadas en el informe preparado por el señor Coelho.

Debo añadir que esto es aplicable a la cuestión de la gestión de la confidencialidad y la transparencia. La confidencialidad y la transparencia pueden equilibrarse, y debe alcanzarse un equilibrio óptimo, de manera que todos los responsables de la toma de decisiones dispongan de la información necesaria para adoptar éstas con pleno conocimiento de los hechos. Ese objetivo se ha alcanzado en este proceso, y constituye con seguridad un buen presagio de futuros éxitos en el marco de una excelente relación entre la Comisión y el Consejo en lo que atañe a este aspecto fundamental.

Por último, debo incidir una vez más en la importancia del método que hemos elegido. No hemos huido de las malas noticias, ni de los problemas. En 2006, nos dimos cuenta de que existía un grave problema, y tomamos nota del mismo. No adoptamos una actitud de «culpar y avergonzar», sino que tratamos en cambio de encontrar soluciones positivas a los problemas, garantizando una cooperación ejemplar entre las instituciones. No tengo ninguna crítica que hacer al comportamiento de la Comisión a lo largo del proceso, y considero que ésta tampoco debe tener crítica alguna que realizar respecto a la conducta del Consejo, conforme a la gestión de las presidencias alemana en el pasado, portuguesa en la actualidad, y eslovena en el futuro, y de otras presidencias venideras. Es este tipo de cooperación la que considero necesaria para resolver los problemas europeos.

Para concluir, debemos saborear la victoria, y prepararnos para el futuro. En este sentido, me gustaría invitar a los representantes de esta Cámara a asistir a la conmemoración que se celebrará los días 21 y 22 de noviembre. Será una jornada simbólica en todos los lugares que fueron en el pasado símbolos de bloqueo y que, desde el 21 de diciembre, lo serán de la libertad que es el aire y el oxígeno que proporcionan vida y felicidad a Europa.

 
  
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  Franco Frattini, Vicepresidente de la Comisión. − (IT) Señor Presidente, señorías, muchas gracias. Yo también estoy sumamente satisfecho con el resultado de este debate.

El resultado a nuestro alcance hoy pone de relieve con claridad que los países que están a punto de incorporarse a Schengen el 21 y el 22 de diciembre, y sus ciudadanos, se merecen verdaderamente lo que podríamos denominar este regalo de Navidad. Lo merecen porque hemos colaborado a lo largo de los últimos 12 ó 15 meses para superar ciertas dificultades técnicas (respecto a lo que la Presidencia portuguesa merece todo tipo de elogios), y dichos países también han desempeñado su papel en el proceso. Han superado dificultades y deficiencias, en los aeropuertos, en los puestos fronterizos y en la formación del personal, que hace tan sólo 12, 13 ó 14 meses parecían difíciles de rebasar.

Por esa razón, merecen verdaderamente lo que se ha denominado entrañablemente un regalo de Navidad, y puedo asegurar este extremos después de haber visitado varios puestos fronterizos en persona, junto con muchos colegas (ministros del Interior) que me fueron mostrando los enormes progresos logrados entre una visita y la siguiente. Creo que este acontecimiento reviste una enorme importancia política para Europa, y tiene una repercusión social fundamental, y en concreto, en los ciudadanos. Su relevancia política es enorme porque, a partir del 21 de diciembre, cada Estado miembro considerará las fronteras exteriores de los demás Estados miembros como propias. Yo, como italiano, consideraré la frontera remota entre Polonia y Ucrania como mía propia. Ésa será la frontera de mi país: tal es la repercusión política de esta decisión que Europa ha conseguido adoptar en lo que constituye un plazo muy razonable.

También se producirá una repercusión social, en concreto, en las vidas diarias de nuestros ciudadanos lo que, en mi opinión, va más allá del efecto simbólico de no tener que seguir guardando cola en los puestos fronterizos. Significa que todo ciudadano europeo cumplidor de la ley se sentirá como en su caso en cualquier otro país de la Unión Europea. Conlleva libertad de circulación, y no tener que mostrar el pasaporte; no significa simplemente no tener que hacer cola en los controles de frontera, sino más bien sentir que la ciudadanía europea se ha convertido en una realidad.

Muchos de ustedes han planteado la cuestión de la seguridad, y yo convengo plenamente con lo que acaba de señalar el señor Magalhães. La seguridad y la libertad deber ir lógicamente de la mano. Cuanto más promovamos la expansión de este derecho, de esta gran libertad, más deberemos aplicarnos en evitar que los delincuentes se aprovechen de la misma para intensificar sus negocios y sus actividades ilícitas.

Por tales motivos, esta Europa, este gran espacio Schengen, no será una fortaleza, pero protegerá con toda certeza a los ciudadanos de la UE de las idas y venidas de los delincuentes. Por otra parte, resulta obvio por esta razón que el sistema Schengen (actualmente el sistema Schengen «uno para todos» y, en breve, Schengen II) debe dotarse de la mejor tecnología. Los delincuentes tienden a evadir los controles, como es obvio, y debemos contar con los instrumentos tecnológicos necesarios para impedir tal evasión, como el uso de la biometría, desde el respeto pleno por la libertad de cada uno, pero con el fin, por así decirlo, de evitar tentaciones.

Una última cuestión: me ha sorprendido enormemente lo que se ha dicho acerca de los vecinos de Europa. Lógicamente, un espacio Schengen ampliado no debe conllevar el riesgo de encerrar a los países cuyo territorio pasará a lindar con las fronteras expandidas de Schengen. Como saben, hemos de utilizar este sistema Schengen para llevar a cabo el seguimiento y la administración de 80 000 km. de fronteras exteriores de la UE, y Frontex desempeñará un papel aún mayor a este respecto. Imagínense la enorme tarea que representa, pero tenemos que realizarla. Pues bien, esto no debe suceder en detrimento de nuestros vecinos, ni de las relaciones que han mencionado algunos: la Federación Rusa, Ucrania, Moldova y los Balcanes occidentales.

En definitiva, hemos adoptado un nuevo planteamiento, y una vez más les pido, diputados al Parlamento Europeo, después de que hayan concedido la luz verde definitiva a esta actuación, que confirmen su apoyo a la política que propongo al Consejo, y que el Consejo de Ministros ha respaldado. Se trata de una política de visados con un nuevo estilo, encaminada a facilitar los desplazamientos de ciudadanos honrados, acompañada de medidas en materia de seguridad documental, identificación personal y uso de la biometría, pero que brinda a los ciudadanos que viven ahora muy cerca de este espacio europeo, pero no en su interior, una oportunidad tangible de acudir de vez en cuando al teatro en Viena, contemplar el Coliseo en Roma, o visitar Lisboa, sin las enormes dificultades y gastos que supone actualmente la obtención de un visado.

El nuevo planteamiento es como sigue. Convirtamos la política de visados en un instrumento de nuestra política de vecindad, al mismo tiempo que ampliamos el espacio Schengen. Esto, en mi opinión, constituiría, con suerte, otro paso político, puramente político; no es un asunto burocrático, ni estrictamente legal. Se trata de un mensaje político que podemos transmitir a otros Estados y a sus ciudadanos, que nos contemplan desde la vecindad de Europa, pero que no deben contemplarnos con envidia porque nosotros podamos desplazarnos libremente, mientras que ellos no pueden ni siquiera asistir a un curso universitario en una ciudad europea.

Para garantizar que no exista tal envidia, y que Europa sea querida por sus vecinos, acompañemos la ampliación de Schengen de una política de amistad, utilizando los visados y una mayor libertad de circulación como instrumento estratégico.

 
  
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  Presidente. - Para concluir el debate, he recibido propuestas de Resolución(1)de cinco grupos políticos, de conformidad con el artículo 103, apartado (2).

Se cierra el debate.

La votación tendrá lugar el jueves a las 12.00 horas.

Declaraciones por escrito (Artículo 142)

 
  
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  Gyula Hegyi (PSE), por escrito. (HU) Podemos recordar aún el miedo que sentíamos cuando cruzábamos el telón de acero de la época con pasaportes válidos en nuestros bolsillos. El pasaporte era válido en vano, y teníamos todos los sellos en vano, porque siempre podía suceder algo en la frontera. Y, si no, teníamos miedo porque cruzar la frontera suponía un acontecimiento extraordinario en Europa.

Desde que se derrumbó el telón de acero, el tráfico fronterizo se ha simplificado, pero los controles se han mantenido, y las fronteras sólo pueden atravesarse aún en unos pocos lugares designados, lo que, fundamentalmente, dificultaba la vida de los habitantes de las zonas fronterizas. Ahora eso también ha terminado, y las fronteras, como habían querido los demócratas húngaros durante décadas, han desaparecido «como por arte de magia». A partir de ahora, también nos parecerá natural que las personas que residen junto a la frontera pueda pasar a otro país de un modo tan natural como se va, por ejemplo, de Budapest a Budakeszi en coche, en el autobús número 22, o a pie por la acera.

La plena libertad de circulación sin controles reviste particular importancia para las personas que pertenecen a la misma nación y viven a ambos lados de la frontera. En los últimos tiempos no hemos adoptado mucha legislación de mayor importancia que lo que nos ocupa, y me siento orgulloso de poder formar parte de este maravilloso proceso.

 
  

(1)Véase el Acta.

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