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Procedimiento : 2008/2536(RSP)
Ciclo de vida en sesión
Ciclos relativos a los documentos :

Textos presentados :

RC-B6-0147/2008

Debates :

PV 23/04/2008 - 2
CRE 23/04/2008 - 2

Votaciones :

PV 24/04/2008 - 7.4
CRE 24/04/2008 - 7.4
Explicaciones de voto
Explicaciones de voto

Textos aprobados :

P6_TA(2008)0177

Acta literal de los debates
Miércoles 23 de abril de 2008 - Estrasburgo Edición DO

2. Cumbre Unión Europea-América Latina y Caribe (debate)
Acta
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  Presidente. − El próximo punto del orden del día versa sobre las declaraciones del Consejo y la Comisión sobre la Cumbre Unión Europea-América Latina y Caribe.

 
  
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  Janez Lenarčič, Presidente en ejercicio del Consejo. (SL) El Consejo acoge con satisfacción el interés demostrado por el Parlamento Europeo en el refuerzo de la asociación estratégica entre la Unión Europea y América Latina y el Caribe. Asimismo, manifestamos también nuestra satisfacción por el papel activo desempeñado por el Parlamento para fomentar la asunción de compromisos concretos con esta región, que aportarán beneficios considerables a los ciudadanos de ambas partes.

En primer lugar, desearía congratularme con sus Señorías por la creación de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana (EuroLat), que desempeñará un papel fundamental en relación con el acercamiento de los ciudadanos de ambas partes. Las Resoluciones adoptadas por EuroLat durante su reunión de diciembre constituyen una contribución valiosa y estimulante a los objetivos de los Jefes de Estado y de Gobierno de los países de ambas partes en la cumbre que se celebrará el próximo mes. También nos complace, señor Presidente, que haya manifestado su interés por participar en la Cumbre UE-ALC de mayo. De este modo, gracias a su participación, tendremos modo de dar continuidad a las buenas prácticas introducidas en la Cumbre de Viena celebrada en 2006.

Los países de la Unión Europea y de América Latina y el Caribe han acordado que su Cumbre de Lima, que se celebrará con el título «Respondiendo juntos a las prioridades de nuestros pueblos», se centrará en dos capítulos clave. En primer lugar, sobre la pobreza, la desigualdad y la exclusión, tres de los temas que constituyen los principales desafíos para la cohesión social. En segundo lugar, sobre el medio ambiente, el cambio climático y la energía —con el título de «Desarrollo sostenible»—. En relación con el primero de los dos capítulos, la pobreza, la desigualdad y la exclusión, desearía subrayar que para la Unión Europea la cohesión social reviste una importancia fundamental y constituye un objetivo que se ajusta a las antiguas tradiciones europeas. La cohesión social implica la lucha contra estos tres elementos, la pobreza, la desigualdad y la exclusión. Estos tres componentes se encuentran inextricablemente unidos. Coincidimos con los países de América Latina y el Caribe en que nuestra cooperación debería reforzarse en los tres ámbitos mencionados. Éste es el motivo por el que tenemos intención de prestar nuestra atención a las siguientes cuestiones: seguridad social, políticas de fiscalidad y su eficiencia, inversiones productivas para lograr más y mejores trabajos, política de lucha contra todas las formas de discriminación, sexual, ética, religiosa o de cualquier otro tipo, mejora de los servicios sociales básicos y las redes de la seguridad social y calidad de la educación.

Un aspecto significativo del progreso social es la disponibilidad de puestos de trabajo adecuados. Como es bien sabido, todos los acuerdos celebrados entre la Unión Europea y los países y regiones de América Latina contienen disposiciones sobre cooperación en el ámbito de la política social y ciertos compromisos sobre el cumplimiento de las denominadas normas laborales fundamentales, tal como las define la Organización Internacional del Trabajo. Durante la preparación de la Cumbre de Lima, ambas partes examinaron los posibles modos de fomentar el empleo definido de este modo, especialmente en el marco de las PYME. Por otro lado, la Presidencia eslovena ha estado subrayando el hecho de que una mayor inversión en educación, especialmente en los niveles elemental y de formación profesional, reviste una importancia esencial para mejorar la competitividad de nuestros países, tanto en la Unión Europea como en América Latina y el Caribe.

El segundo capítulo clave de la próxima Cumbre se refiere al desarrollo sostenible y el medio ambiente, el cambio climático y la energía. Subrayamos que la pobreza se encuentra estrechamente relacionada con estas cuestiones. El cambio climático afectará gravemente a nuestras economías, a nuestro crecimiento y a nuestras políticas de reducción de la pobreza. Somos conscientes de que los grupos más vulnerables probablemente sufran en mayor medida. También somos conscientes, tanto en la Unión Europea como en los países de América Latina y el Caribe, de los riesgos para la seguridad que traerá consigo el cambio climático. Sabemos que si no actuamos las consecuencias serán mucho más mayores que los costes de las medidas preventivas. A la luz de los actuales debates en relación con la declaración que habrá de adoptarse en la Cumbre, resulta evidente que abordaremos conjuntamente numerosos aspectos del desafío mundial.

Ambas partes deberemos modificar algunas de nuestras conductas de fabricación y consumo que no resultan sostenibles. Es necesario elaborar disposiciones en materia de medidas concretas y urgentes para una gestión de los bosques y un uso de los recursos sostenibles, con vistas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, estimular la inversión en la industria manufacturera de bajo nivel de emisiones de dióxido de carbono, preservar la diversidad biológica, gestionar adecuadamente los recursos hídricos, etc.

Naturalmente, los países de la Unión Europea y América Latina y el Caribe darán prioridad a una mayor cooperación en este ámbito en el marco de las Naciones Unidas. Para terminar esta introducción, me gustaría darles las gracias por su atención.

 
  
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  Jacques Barrot, Vicepresidente de la Comisión. − (FR) Señor Presidente, Señorías, me gustaría dar las gracias a mi vez, como ha hecho el Ministro, al Parlamento por haber incluido esta Cumbre entre la Unión Europea y los países de América Latina y el Caribe en el orden del día de su sesión plenaria. Ésta será la quinta reunión al más alto nivel entre nuestras dos regiones desde el inicio de nuestra asociación estratégica en la Cumbre de Río en 1999.

La Cumbre de Lima hará hincapié especialmente sobre dos temas específicos: en primer lugar, la lucha contra la pobreza, la desigualdad y la exclusión y, en segundo lugar, el medio ambiente, el cambo climático y la energía. La Cumbre se desarrolla en un contexto muy estimulante.

La región de América Latina y el Caribe está cambiando muy rápidamente. Por primera vez, la región ha registrado un aumento medio de su producto interior bruto del orden del 5 % durante los últimos cinco años. Así, los presupuestos públicos han aumentado, así como las reservas de divisas, lo que permite a la región abordar los riesgos de la desigualdad social, aún significativa. Tampoco debemos olvidar que más de 200 millones de personas viven aún en la pobreza en la región. Por otra parte, la región está adquiriendo importancia a escala internacional en su calidad de productora de productos agrícolas y biocarburantes.

Esta evolución se inscribe en un contexto político dividido entre la vía democrática, que sigue siendo el sistema más extendido, y una tendencia cada vez mayor al populismo e incluso, en algunos casos, al refuerzo del poder ejecutivo en detrimento del parlamentarismo y la primacía del Derecho.

Como saben, la intervención de Europa se produce a muchos niveles. Europa se ha comprometido con la región a resolver estos los problemas estructurales. Así, Europa sigue siendo el principal donante en materia de cooperación al desarrollo y el primer empleador extranjero. Como segundo socio comercial de la región, Europa está a la cabeza en las inversiones, que superan ampliamente las realizadas por China. Nuestros acuerdos de asociación generales con Chile y México tienen unas repercusiones notables en el aumento de nuestros intercambios comerciales desde el principio de su puesta en práctica. Actualmente nos encontramos en el tercer ciclo de negociaciones para la firma de acuerdos de asociación con la Comunidad Andina y América Central, y todo hace pensar que su celebración se producirá en un futuro no muy lejano. Estamos trabajando también para promover y respaldar la integración regional, compartiendo la experiencia positiva de Europa en este ámbito.

De forma análoga, actualmente hemos entablado negociaciones con Mercosur para examinar los medios de los que disponemos para desbloquear la situación actual. Recientemente también hemos firmado una asociación estratégica con Brasil, que debería desembocar en el inicio de un primer plan de acción conjunto antes de finales del año en curso. La región del Caribe es la primera, y por el momento la única, que ha negociado con éxito un acuerdo de asociación económica con la Unión en el marco del Acuerdo de Cotonú.

Seguimos, naturalmente, apoyando la democracia y los derechos humanos en toda la región, a través tanto de programas de cooperación como del despliegue, en su caso y únicamente previa petición, de misiones de observación electoral.

Por último, señor Presidente, me gustaría concluir recordando las prioridades para la Cumbre y el futuro inmediato. La cohesión social y la integración regional, en razón de su importancia para la estabilidad económica y política, así como el multilateralismo, debido a la fuerte convergencia de valores entre las dos regiones, deben seguir siendo las prioridades políticas de la asociación Unión Europea-América Latina y Caribe. El principal objetivo de la Unión Europea para la Cumbre de Lima es la consolidación de la asociación estratégica existente y el logro de avances en dos ámbitos, la cohesión social y el desarrollo sostenible, que revestirán una importancia capital para nuestra relación con la región en un futuro inmediato.

En relación con la cohesión social, la Comisión Europea ha aplicado importantes programas de ayuda y cooperación para la reducción de la pobreza en la región. El 40 % del importe destinado a la cooperación y al desarrollo, que asciende a 2 600 millones de euros, para los próximos seis años, se emplea para la resolución de problemas relativos a la cohesión social.

En lo que se refiere al medio ambiente y el cambio climático, queremos reforzar nuestra cooperación con la región para enfrentarnos a este desafío mundial. Por iniciativa de la Comisión, en marzo de 2008 se celebró el primer diálogo entre la Unión Europea y América Latina y el Caribe sobre el medio ambiente a escala ministerial, a modo de preludio de la Cumbre de Lima. Debemos aprovechar la oportunidad que se nos ofrece de ratificar con nuestros socios de la región la relación existente entre el desarrollo sostenible y el cambio climático, aunque la prioridad que se concede a los problemas del cambio climático es aún relativamente modesta en gran número de países de la América Latina, a pesar de las consecuencias negativas y a menudo dramáticas de los cambios climáticos para la región.

Por último, la Unión Europea debe hacer hincapié sobre el importante papel que no deja de desempeñar en la promoción de esta integración regional y los efectos positivos de tal integración en la estabilidad política y económica de las subregiones.

Ésta es la información que deseaba transmitir al Parlamento y, naturalmente, me interesa mucho escuchar las intervenciones de sus Señorías al respecto.

 
  
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  José Ignacio Salafranca Sánchez-Neyra, en nombre del Grupo PPE-DE. – Señor Presidente, más allá de cuestiones meramente retóricas, lo que ha querido el Parlamento Europeo en la ambiciosa resolución que va a aprobar mañana es pasar de las palabras a los hechos, apoyando sin reservas la Agenda de Lima en lo que se refiere a la pobreza, la exclusión social y también en lo que se refiere a la preservación del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, proponiendo toda una batería de medidas.

También, señor Presidente, queremos profundizar en la conclusión de los acuerdos de asociación −en los que hay que tener fe y en los que hay que creer− con Mercosur, con la Comunidad Andina y con Centroamérica para que se concluyan lo antes posible, especialmente en el plazo de esta legislatura, para que nuestro Parlamento pueda emitir su preceptivo dictamen conforme.

Hemos querido también expresar nuestra solidaridad con las personas secuestradas en Colombia, con todas las personas, incluida, naturalmente, Íngrid Betancourt, y pedir nuevamente su liberación incondicional e inmediata.

América Latina, señor Presidente, es un espacio donde viven 600 millones de personas, contribuye al 10 % del producto interior bruto mundial, supone y tiene el 40 % de las especies vegetales del planeta y tiene unas riquezas en recursos humanos excepcionales.

Pero, para la Unión Europea, América Latina no es solamente un mercado, es un continente con una historia compartida y unos valores comunes que no sin esfuerzos parece que se consolidan, aunque no en todas partes: la libertad, la democracia, el respeto a los derechos humanos y el Estado de Derecho.

Ese es el mensaje que hoy queremos transmitir desde el Parlamento Europeo, y que reiteraremos a través de la Asamblea EuroLat la semana que viene en Lima: la construcción de una asociación estratégica y regional basada en valores, una asociación estratégica birregional con alma.

Señor Presidente, creo que es una excelente ocasión para pedirle a la Presidencia en ejercicio del Consejo y a la Comisión que movilicen todos sus esfuerzos, y este Parlamento va a contribuir para que la Cumbre de Lima sea un éxito y también para transmitir −y usted tendrá la oportunidad de hacerlo en nombre de la Cámara, señor Presidente−, un mensaje claro y bien definido del nuevo compromiso de la Unión Europea con América Latina.

 
  
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  Martin Schulz, en nombre del Grupo del PSE. (DE) Señor Presidente, distinguida y vacía Cámara, Señorías, los días 16 y 17 de mayo los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea y los países de América Latina se reunirán en Lima. Se tratará de una oportunidad que deberán aprovechar para lograr un avance histórico en el diálogo birregional entre Europa y América Latina y para desarrollar una nueva dimensión de las relaciones entre nuestros dos continentes.

Un tercio de los Estados miembros de las Naciones Unidas son países europeos y latinoamericanos. Esta cifra por sí misma debería indicar a los europeos que las relaciones transatlánticas tienen un significado que va más allá de las relaciones entre Europa y los Estados Unidos de América. ¡Las relaciones transatlánticas significan, sobre todo, las relaciones entre Europa y América Latina! En relación con casi todas las cuestiones importantes que debatimos en esta Cámara, los puntos de vista de los países latinoamericanos se ajustan en gran medida a los de la Unión Europea.

En nuestra resolución, hablamos de nuestras ideas sobre la cohesión social, y tales ideas son compartidas en su totalidad por el conjunto de los Gobiernos latinoamericanos, independientemente de su signo político. Hablamos de medidas que resultan esenciales para proteger el medio ambiente y el clima, y ello encuentra un eco muy poderoso en los países latinoamericanos. Permítanme señalar de pasada que ninguno de los objetivos climáticos, ni siquiera uno sólo, puede lograrse a menos que los países latinoamericanos se unan a nosotros.

Cuando hablamos de la reforma de las instituciones internacionales, la reforma de las Naciones Unidas, la reforma del Consejo de Seguridad, cuando los europeos hablamos de políticas multilaterales como la solución de los conflictos del siglo XXI, todos nuestros socios latinoamericanos nos prestan un apoyo sin reservas. Cuando hablamos de la necesidad de reformar los sistemas financieros y controlar los mercados financieros internacionales, nadie nos presta un apoyo mayor que el que nos presta América Latina. Basta con hablar con cualquier político argentino, de derechas o de izquierdas, quien nos dirá exactamente qué desastres puede provocar la política financiera internacional en un país.

Cuando hablamos de la crisis alimentaria, como hicimos ayer, y acerca de la cada vez mayor escasez de alimentos y tierras dedicadas al cultivo de alimentos como resultado de la producción de biomasa, y acerca del modo en que lo anterior es consecuencia de la política medioambiental, deberíamos hablar con los brasileños y los políticos de América Latina. Encontraríamos una clara preocupación por estos problemas. La escasez cada vez mayor de alimentos ocasiona el aumento de los precios y afecta gravemente a nuestros consumidores, pero afecta aún más a los consumidores de América Latina. En ninguna parte del mundo encontramos un mayor respaldo a Europa y una resonancia tan acusada cuando se trata de resolver los problemas actuales como en América Latina.

En Viena, en la última Cumbre, el Canciller Schüssel, entonces Presidente del Consejo, afirmó que «era maravilloso, todos podían hablar entre sí». Ciertamente, es maravilloso, pero no podemos permitirnos el lujo de que éste sea el único resultado en Lima. Debemos lograr acuerdos tangibles con Mercosur, con la Comunidad Andina y con los países de América Central, y terminar las negociaciones.

No deseo correr un tupido velo sobre los muchos problemas existentes y aún por resolver, ya que también es necesario abordarlos. ¿Qué vamos a hacer con Cuba? ¿Tenemos intención de mantener las sanciones impuestas a la isla mucho más tiempo? La gran mayoría de los Estados miembros de la UE desean levantar estas inútiles sanciones. Sin embargo, algunos se manifiestan en contra de hacerlo. Lo interesante es que algunos de los países que no desean levantar las sanciones están ampliando enormemente sus relaciones comerciales con Cuba. Esta actitud será difícil de explicar a largo plazo. Pongamos fin a esta política. Recordemos que el cambio logrado gracias a la promoción de relaciones más estrechas siempre resulta un mejor enfoque que el aislamiento defendido por George W. Bush.

Por supuesto, José Ignacio Salafranca Sánchez-Neyra tiene razón en decir que las FARC deben liberar a las personas secuestradas. Colombia es un país prisionero del terrorismo, en mayor medida que cualquier otro, e Ingrid Betancourt debe ser liberada, así como todos los demás secuestrados.

Las relaciones entre la Unión Europea y América Latina podrían ser la clave de la cooperación entre dos de las principales regiones del planeta. Hacer del mundo un lugar más pacífico, adaptar sus instituciones a las necesidades del siglo XXI, abordar los problemas medioambientales y alimentarios, desarrollar un mejor control financiero: todas estas cuestiones se debatirán en Lima. Mi Grupo considera de vital importancia alentar al Parlamento Europeo a dar mucha más prioridad a esta política en el futuro de lo que hemos hecho en el pasado.

 
  
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  Josu Ortuondo Larrea, en nombre del Grupo ALDE. – Señor Presidente, una colectividad como la latinocaribeña, que en todo el continente americano supone una población parecida a la de nuestra Unión y con la que pueden dialogar en sus propias lenguas portugueses, franceses y españoles, además de otros, merece ser considerada y atendida de forma muy especial por las instituciones europeas.

Con dicha colectividad, además de lazos históricos, compartimos raíces cristianas, principios, valores e intereses numerosos, por lo que debemos seguir profundizando en la asociación estratégica birregional ya proclamada en las cuatro cumbres de Jefes de Estado y de Gobierno, que han precedido a ésta de Lima que tratamos hoy aquí.

Y, en esa línea, continuar propiciando un mayor acercamiento entre nuestras sociedades, tanto a nivel social y cultural como político, comercial, económico, de seguridad y de lucha contra el cambio climático y por el desarrollo sostenible.

Estoy de acuerdo en dar a esta asociación una visión estratégica de conjunto que, tras las ya vigentes con México y Chile, impulse la conclusión, en el más breve plazo de tiempo posible, de las negociaciones con Mercosur, con la Comunidad Andina y con Centroamérica y que, apoyada en una visión multicultural, nos pueda llevar a la creación de una zona eurolatinoamericana de asociación global interregional, basada en un modelo compatible con la Organización Mundial del Comercio y que contemple la libre circulación de personas y los libres intercambios comerciales y regionales.

Para ello, desde Europa debemos contribuir a la diversificación y modernización de los aparatos productivos latinoamericanos con planes de transferencia y de capacitación tecnológica, a que se cree un marco adecuado y propicio para las inversiones, soportado en una homologable seguridad jurídica, a la integración latinoamericana y, como meta de todo lo anterior, a la erradicación de la pobreza, la desigualdad y la exclusión.

Debemos utilizar inteligentemente los instrumentos comunitarios de financiación de la cooperación al desarrollo, de promoción de la democracia y los derechos humanos y también el resto de programas en los ámbitos de la formación, la educación, la cooperación científico-técnica, la salud, la emigración, etc.

Deberíamos crear a nivel birregional un fondo de solidaridad, un centro de prevención de conflictos, una fundación para la promoción del diálogo, un observatorio de la emigración y, de forma inmediata, resolver adecuadamente la incorporación de Mercosur a la Asamblea Parlamentaria Eurolatinoamérica (EuroLat).

El futuro no espera, señor Presidente, y unir el Atlántico es el reto de Occidente en el escenario de la globalización y del siglo XXI.

 
  
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  Inese Vaidere, en nombre del Grupo UEN. – (LV) Señorías, aunque las relaciones entre la Unión Europea y América Latina pueden describirse como dinámicas, nuestro potencial de cooperación sigue muy lejos de estar completamente explotado. Me gustaría abordar ahora algunas cuestiones prácticas: América Latina es generalmente rica en recursos energéticos, pero la demanda aumentará y requerirá inversiones significativas. Resultaría mutuamente ventajoso contar con igualdad de oportunidades en los diferentes países latinoamericanos para nuestra inversión —también en lo que respecta a las restricciones—. Por su parte, la Unión Europea debería tender la mano a América Latina en el ámbito de las tecnologías de las energías renovables, ya que el cambio climático constituye una preocupación compartida. La realidad de los países de América Latina y el Caribe impide en algunas ocasiones que los beneficios de la democracia no alcancen a la sociedad en su conjunto. Por consiguiente, resulta muy importante que podamos transmitir nuestra experiencia en lo que respecta al refuerzo de las instituciones democráticas. Una región segura y estable con un desarrollo socioeconómico sostenible redunda en interés de Europa. Una transición desde una política de donantes hacia la cooperación entre socios en pie de igualdad es tanto un objetivo como el resultado que esperamos lograr a través de nuestro trabajo conjunto. Gracias.

 
  
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  Raül Romeva i Rueda, en nombre del Grupo Verts/ALE. – Señor Presidente, quiero, en primer lugar, empezar recordando que nos encontramos ante una Cumbre de proceso dudoso y de resultados ciertamente imprevisibles. Nadie duda –creo– de la importancia de mejorar las relaciones entre dos de las regiones más pobladas y, seguramente, más en progreso del mundo hoy, como son Europa y América Latina.

Sin embargo, también es cierto que, al menos por ahora, y a la vista de los resultados de las anteriores cumbres, las incógnitas son altamente elevadas. Por ejemplo, más allá de la retórica, lo cierto es que el marco de relaciones existentes entre la Unión Europea y América Latina, al menos por el momento, poco ha contribuido a fomentar la integración regional o a reducir la pobreza en América Latina.

No se nos escapa a nadie que encontrar acuerdos concretos en un foro tan amplio y con visiones políticas tan dispares como la Cumbre de Lima y otras precedentes, no es nada fácil. Pero, por ello, creo relevante poner la adecuada atención en los movimientos sociopolíticos que están teniendo lugar en la región y que aventuran un cambio en las mayorías existentes hasta el momento en el continente americano. Y, por cierto, quiero aprovechar para expresar mi felicitación por el resultado del Presidente Lugo, que es en Paraguay uno de los símbolos de estos cambios de tendencia que tendremos que tener en cuenta de forma muy clara.

Reconozco que soy altamente escéptico con relación a lo que pueda surgir de la Cumbre de Jefes de Estado, prevista para mediados de mayo, más allá de reiterar el triple compromiso ya adquirido en el pasado, por otra parte, con relación a la lucha contra la pobreza y en favor de la cohesión social y del desarrollo sostenible.

Y, sin embargo, sigo apostando por no desaprovechar esta nueva oportunidad como lo hicimos en el pasado. En concreto, hay dos aspectos que me parecen fundamentales y que quisiera ver presentes tanto en las discusiones como en las conclusiones que tienen lugar. En primer lugar, tener presente que los acuerdos de asociación entre la Unión Europea y América Latina no sólo deben ser completos, ambiciosos y equilibrados, sino que, sobre todo, deben contribuir al respeto de los derechos humanos, económicos y sociales de la población, así como a un desarrollo mutuo y sostenible y a la reducción de las desigualdades. Para ello es necesario, en segundo lugar, que se tengan en cuenta las asimetrías existentes entre ambas regiones, y ello se concreta en una ambición: que no avancemos hacia lo que algunos parecen querer, que es un ALCA a la europea.

Asimismo, quisiera que la Cumbre se hiciera eco también de una de las peticiones que este Parlamento hizo, en su momento, hace poco, con relación a la lucha contra los asesinatos de mujeres, los feminicidios, puesto que entiendo que éste es, sin duda, uno de los principales retos globales actuales y también en la región afectada.

También quisiera hacer, de nuevo, un llamado a los organizadores de la Cumbre, en este caso a las autoridades de Perú y, en concreto, de Lima, para que garanticen la participación de la sociedad civil de forma adecuada, lo que implica, entre otras medidas, que la red de organizaciones civiles «enlazando alternativas» pueda contar con los espacios y las facilidades necesarias para poder desarrollar sus debates y sus trabajos en el marco de la Cumbre, con vistas, precisamente, a esa apertura de diálogo que se está reclamando desde hace tiempo.

Y, por último, con relación a Colombia, es evidente que urgen medidas importantes y diría que incluso, en algunos casos, drásticas, pero, en cualquier caso, soy de los que piensa –y muchos somos los que pensamos así– que cualquier acción en este contexto debe hacerse en el marco de la búsqueda de una solución negociada del conflicto armado. De otro modo, me temo que no habrá ni solución, ni resultados positivos, sobre todo para las personas a las que hoy queremos ver libres de forma inmediata pero tampoco para aquellos grupos que hoy se ven claramente amenazados y en peligro, por muchas circunstancias, no sólo por las guerrillas, sino también por otros actores.

 
  
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  Willy Meyer Pleite, en nombre del Grupo GUE/NGL. – Señor Presidente, Señorías, señor Comisario, señor Ministro del Consejo, efectivamente, la agenda de la 5ª Cumbre es una agenda concreta para hablar de la exclusión social y de la pobreza.

Hay una realidad, Señorías, y es que hay una contestación popular de todas aquellas políticas que han empobrecido una de las regiones más ricas del planeta.

La nueva incorporación del pueblo de Paraguay, con la elección del Presidente Fernando Lugo, es la constatación más clara de esa constatación en la calle, en las elecciones, frente a esas políticas neoliberales que han empobrecido el continente.

Por lo tanto, esa realidad hay que tenerla en cuenta desde la Unión Europea. En ese sentido creemos que hay que incorporar, en esa nueva realidad, una nueva posición de la Unión Europea respecto a la República de Cuba.

Señor Ministro del Consejo, en el mes de junio hay una oportunidad de acabar con la vieja política en relación con el trato de excepción que ha mantenido la Unión Europea con la República de Cuba, que es el único país del mundo —del mundo— con el que ha mantenido la Unión Europea ese trato de excepción.

Ya es una realidad que, en la realidad bilateral de la relación de los Estados miembros con Cuba, esa posición, ya no existe, ha saltado por los aires y, por lo tanto, tenemos una magnífica oportunidad para incorporarnos a esa nueva realidad que imponen América Latina y el Caribe.

En ese sentido, nosotros vamos a compartir la resolución común —hemos llegado a un compromiso, yo creo que importante, todos los grupos parlamentarios para alcanzar ese acuerdo. Indudablemente, hay dos enmiendas que nosotros vamos a mantener. Una, en relación con Colombia, porque entendemos, como así plantearon las Naciones Unidas, que el conflicto de Colombia hay que resolverlo mediante la negociación pactada, negociación política. Ese conflicto no tiene otra posibilidad de solución. Y, a partir de ahí, plantear también nuestra posición de que la sociedad civil participe activamente, de forma alternativa a la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno en Lima.

En ese sentido también vamos a plantear al Gobierno de Perú que facilite todo lo que esté en su mano para que, efectivamente, esos encuentros Enlazando Alternativas –la sociedad civil– estén presentes también con sus posiciones, con sus críticas y con sus alternativas.

 
  
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  Jens-Peter Bonde, en nombre del Grupo IND/DEM. – Señor Presidente, el Comisario Barroso viajó el otro día a Irlanda en misión comercial. Lamentó que el Presidente Bush se hubiera entrevistado con 16 Presidentes del Consejo diferentes en sus ocho años de mandato y alabó el Tratado de Lisboa por establecer un presidente común.

A través de los canales de televisión podemos seguir las batallas que actualmente libran los candidatos de cada partido hasta que se elige al presidente de los Estados Unidos. ¿Cómo elegiremos nosotros al nuestro? ¡En realidad no lo vamos a elegir! No seguiremos por televisión ninguna campaña electoral, no habrá candidatos para las primarias y no votaremos a nadie. En Europa, dejamos al arbitrio de los 27 Jefes de Estado o de Gobierno la elección de un político del pasado en una reunión a puerta cerrada: un político como el señor Blair, que ya no puede ser elegido en su propio país, o el anterior Canciller austriaco, al que se destituyó en Austria y que podría ser un candidato de compromiso para la Canciller Merkel, el Primer Ministro Brown y el Presidente Sarkozy —los tres líderes europeos que elegirán a nuestro presidente—.

Se reunirán en privado y a puerta cerrada y se designará al presidente que mandaremos a los Estados Unidos y a América Latina. Nuestro presidente no electo irá a China y a Rusia y criticará sus democracias fallidas. El Presidente —no se prevé una Presidenta— podrá ser acompañado por el Presidente de la Comisión, al que tampoco se habrá elegido, y un Ministro de Asuntos Exteriores, también designado a dedo por una mayoría supercualificada de 20 de los 27 Jefes de Estado o de Gobierno del Tratado de Lisboa.

La democracia nació en Europa, concretamente en Grecia, hace 2 500 años. ¿Cómo puede un Presidente de la Comisión alabar un Tratado en el que todas las funciones ejecutivas se designan a dedo y a puerta cerrada en lugar de ser el resultado de la elección de los votantes? Demasiados países han enviado demasiado a menudo a Bruselas a personas de las que querían deshacerse en casa.

En lugar de la no democracia del Tratado de Lisboa deberíamos optar por una Europa de las democracias y una Europa democrática en la que los votantes eligen a todas las personas que servirán a los ciudadanos europeos en las negociaciones con otros países.

El Comisario Barroso dijo en Cork que el Tratado de Lisboa acercaría la UE a sus ciudadanos. Pero no lo hará. Destruirá la democracia parlamentaria en 49 ámbitos más y la legislación y la representación se encarnarán en personas a las que no podemos elegir. Nosotros, los cargos electos, podemos hablar acerca de la política exterior, pero nadie necesita escucharnos. Nosotros, los cargos electos, podemos remitir propuestas, a través de enmiendas, a los cargos no electos en la Comisión. Nosotros, los cargos electos, podemos votar a favor o en contra del Comisario Barroso, si vuelve a ser designado por 20 de los 27 Jefes de Estado o de Gobierno. No es ésta la imagen de la democracia que deberíamos encarnar en un mundo no democrático.

Señor Presidente, gracias por permitir la expresión de opiniones tanto críticas como constructivas durante 29 años en esta asamblea —la menos mala de las instituciones de la UE—. Éste será mi último debate con la Comisión y el Consejo. Después de 29 años, dejaré mi puesto a mi sucesora, Hanne Dahl, y dejaré de ser diputado al PE durante la próxima temporada de espárragos de mayo. Adiós espárragos, vino de la Alsacia, queso muniqués y circo de monstruos itinerante entre Estrasburgo y Bruselas.

 
  
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  Irena Belohorská (NI). – (SK) La próxima Cumbre entre la Unión Europea y América Latina y el Caribe será la quinta reunión de altos funcionarios de ambas regiones. Los participantes en la Cumbre abordarán principalmente las prioridades que merecen una especial atención: la lucha contra la pobreza, la desigualdad y la discriminación, el desarrollo sostenible, el cambio climático, el medio ambiente y la energía.

Como Vicepresidenta de EuroLat, me gustaría hablar sobre todo del medio ambiente y el agua. He preparado un documento de trabajo para la reunión de Lima en el que analizo el estado actual de este importante recurso natural en la Unión Europea. En el documento también evalúo la ayuda de la Unión Europea a América Latina en relación con las cuestiones del agua, a través de un estudio que enumera diversos proyectos en el ámbito de aplicación de tal ayuda en relación con cuestiones como el suministro de agua y el saneamiento, la gestión integrada, la investigación y el seguimiento y la prevención de las catástrofes naturales.

Para concluir, me gustaría hacer hincapié sobre la necesidad de adoptar un enfoque integrado en relación con esta cuestión, a través de cambios institucionales y legislativos e innovaciones en el sector hídrico. El acceso al agua potable y unas soluciones adecuadas para la eliminación de las aguas residuales y las instalaciones de saneamiento son condiciones sine qua non para la salud pública.

 
  
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  Peter Liese (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, Señorías, naturalmente, yo también querría transmitir personalmente mis mejores deseos al señor Bonde para el futuro. No obstante, considero que es una lástima que se sienta obligado a repetir sus frecuentes comentarios acerca de las instituciones durante este importante debate sobre América Latina, porque esta cuestión es importante en sí misma. Ello es evidente a la luz de las cifras mencionadas por el señor Schulz. Un tercio de los miembros de las Naciones Unidas se reunirán en Lima. Entre ambas regiones, representamos a mil millones de personas y, si logramos llegar a un acuerdo, podremos tener una influencia positiva en el desarrollo del mundo. A la luz de la globalización y los retos a los que nos enfrentamos, especialmente en relación con China y otros países, es fundamental que América Latina y Europa trabajen juntas.

El cambio climático será una cuestión importante y las Resoluciones indican con toda la razón que los pobres sufrirán las repercusiones más graves. En este sentido puedo hablar a partir de mi propia experiencia, ya que trabajo con una ONG en América Central y el sufrimiento que produjo en la zona el huracán Mitch y el huracán Stan es únicamente una pequeña muestra de lo que nos espera si no controlamos el cambio climático. Debemos estar satisfechos por estar de acuerdo en tantos puntos en relación con esta cuestión.

No obstante, existen algunos otros puntos sobre los que aún no hemos logrado el consenso. En esta Cámara votamos por una gran mayoría a favor de la inclusión de la aviación en el sistema de comercio de emisiones. El Vicepresidente Barrot es consciente de ello y se ha manifestado en términos muy críticos en relación con este tema. El resto del mundo ha intentado paralizar esta iniciativa a través de la OACI, y desgraciadamente ello incluye a América Latina. Creo que debemos debatir esta cuestión en Lima. Si queremos trabajar juntos para luchar contra el cambio climático, los países latinoamericanos también deben desempeñar un papel constructivo.

Por último, desearía decir algunas palabras sobre Cuba. El señor Schulz ha dicho que no debemos seguir la política del señor Bush, pero en realidad nunca lo hemos hecho. Nunca hemos aplicado el mismo tipo de sanciones económicas —sanciones que afectan al pueblo cubano— que han impuesto los Estados Unidos. Lo que nos propusimos en el pasado fue hacer de la garantía de la participación de nuestros socios, la oposición democrática, en el diálogo una de nuestras prioridades.

Oswaldo Payá y las Damas de Blanco han sido galardonados con el Premio Sájarov y simplemente no podemos volver a la situación anterior —las Damas de Blanco aún no han podido recibirlo y el fin de semana pasado algunas de ellas volvieron a ser arrestadas—. No debemos olvidar a nuestros socios en el diálogo con Cuba.

 
  
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  Luis Yañez-Barnuevo García (PSE). – Señor Presidente, quiero apoyar en primer lugar las palabras que ha dicho el Presidente y portavoz de mi Grupo en este tema, Martin Schulz, y decir que las relaciones eurolatinoamericanas son, en mi opinión, las más importantes, las de mayor carga de futuro que puede tener la Unión Europea, por sus dimensiones, que ya se han dicho aquí, por la coincidencia de valores en el multilateralismo de las Naciones Unidas y, además, por la evolución de América Latina, una evolución económica de crecimiento y de disminución de la pobreza.

Todos son países democráticos, es cierto, con la única excepción de Cuba. Lima es una buena oportunidad para que entre el resto de los 49 países invitemos a las autoridades cubanas a iniciar un proceso pacífico y dialogado de transición a la democracia y también es una magnífica oportunidad para establecer una verdadera alianza estratégica, duradera y perdurable.

Y, por último, para no caer en tentaciones muy típicamente europeas, románticas, respecto al terrorismo o respecto a organizaciones que, como las FARC, son hoy narcoguerrillas y no guerrillas románticas como en los años 70. Se les podría invitar a la renuncia definitiva a la violencia sin condiciones, unilateral e incondicional.

 
  
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  Renate Weber (ALDE). – Señor Presidente, considero que los derechos humanos y los derechos de las mujeres deben constituir una de nuestras principales prioridades en la relación entre la Unión Europea y América Latina. Me gustaría llamar su atención hacia la situación concreta de Nicaragua que paso a describir. La prohibición del aborto terapéutico, legalmente impuesta en 2006, ya ha tenido consecuencias trágicas para la salud de las mujeres, concretamente para las víctimas de violaciones, como una niña de nueve años de edad o una adolescente parapléjica de doce, obligadas a llevar a término sus embarazos a pesar de que sus vidas corrían peligro.

Además, algunos abogados y defensores de los derechos humanos están siendo objeto de investigaciones penales por incitación a la comisión de delitos, simplemente porque se oponen a esta legislación inhumana o defienden a los médicos. Esto es inaceptable y la Unión Europea no puede permanecer callada.

La semana pasada, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa adoptó una resolución sobre el acceso a un aborto seguro y legal en Europa, lo que significa que en Europa nos importan las mujeres. Sin embargo, si queremos convencer a nuestros ciudadanos de que los derechos humanos son valores que realmente nos importan, debemos demostrar que no aplicamos un doble rasero en relación con los socios con los que estamos negociando acuerdos.

 
  
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  Liam Aylward (UEN). – Señor Presidente, la importancia estratégica de la asociación entre la Unión Europea y América Latina y el Caribe es muy significativa. Desde el decenio de 1960, la Unión Europea, América Latina y el Caribe han estado desarrollando vínculos políticos y económicos cada vez más estrechos.

La UE es actualmente el principal donante de ayuda a estos países y el segundo socio comercial más importante de la región de América Latina y el Caribe. Gran parte de esta ayuda de la UE se destina a proyectos que promueven la cohesión social y combaten la pobreza. Trabajamos juntos como órganos políticos democráticos sobre una amplia variedad de cuestiones de importancia recíproca, entre las que se incluyen las siguientes: abordar la importancia cada vez mayor de la energía y las cuestiones medioambientales, sobre todo el cambio climático a través del Grupo de Río-UE, colaborar en diversos proyectos para promover la resolución de conflictos, el Estado de derecho, la democracia, el buen gobierno y los derechos humanos y establecer unos vínculos más estrechos en el ámbito de la educación superior entre nuestras dos agrupaciones.

Nuestros vínculos políticos, económicos y sociales deben seguir reforzándose. No obstante, aún nos separan unas diferencias bien definidas. Creo que la UE ha tomado la decisión adecuada en relación con las importaciones de vacuno brasileñas y que todas las importaciones de alimentos a la Unión Europea en el futuro deben ajustarse en todo momento a los mismos estándares que se aplican a los sectores agrícola y alimentario en Europa. Siempre debe prevalecer la igualdad de condiciones en relación con las normas que se aplican a las importaciones de alimentos a la UE, independientemente del lugar del que procedan, y a los productos europeos manufacturados.

 
  
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  Luca Romagnoli (NI). – (IT) Señor Presidente, Señorías, en otra ocasión ya sostuve hasta qué punto una asociación privilegiada con América Latina resulta una elección estratégica para Europa, debido a la clara convergencia de principios, valores, cultura e intereses existente entre ambas regiones.

Para esta próxima reunión, y en un esfuerzo por ir más allá de las numerosas redundancias que contiene la resolución, creo que es importante subrayar que ambos continentes tienen interés en que se refuerce el intercambio de productos semiacabados de alta tecnología, con criterios de mutuo interés y sin asimetrías que terminen concediendo ventaja a otros posibles socios comerciales.

Creo que lo anterior es útil para ambos continentes, gracias a una mayor sensibilidad en relación con el desarrollo sostenible que indiscutiblemente se observa en las estrategias europeas, en comparación con, por ejemplo, las estadounidenses o chinas. También la considerable experiencia europea en las cuestiones de organización y desarrollo social puede constituir un importante valor añadido para el intercambio bilateral y, de ahí, en mi opinión, la necesidad de reforzar el compromiso para la creación de la UE-ALC.

 
  
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  Alojz Peterle (PPE-DE). – (SL) Los acontecimientos que tendrán lugar en Lima en abril y mayo en el ámbito parlamentario y gubernamental deben reforzar la dimensión meridional de la cooperación transatlántica. Cabe destacar la importancia para el desarrollo de la asociación estratégica entre América Latina y la Unión Europea de que ésta se produzca en una situación estable desde el punto de vista económico, social y político. Éste es el motivo por el cual considero sumamente importante que, dados los numerosos objetivos que acompañan a nuestros esfuerzos, éstos se dirijan en primera instancia hacia dos de ellos especialmente fundamentales. En primer lugar, hacia el apoyo de un crecimiento económico sostenible —y en este sentido me complace observar que desde hace algunos años América Latina experimenta un crecimiento de su economía— y, en segundo lugar, hacia el refuerzo de la cooperación regional e interregional.

Creo que América Latina se enfrenta ahora a los mismos retos que la Unión Europea durante los primeros años de la aplicación de la metodología común. Por consiguiente, estoy convencido de que la experiencia de la Unión Europea contribuiría en gran medida a lograr una mayor calidad de la cooperación regional e interregional, y sobre todo el logro de una nueva dinámica. Creo que la palabra dinámica es muy adecuada —todos sabemos a qué dificultades se enfrentó Mercosur en sus comienzos, y a las que aún se enfrenta—.

Señorías, he sido testigo de la desaparición de los glaciares de la Patagonia. Se trata de un proceso de sobra conocido también en la Europa septentrional y creo que se podrían producir una serie de acontecimientos imprevisibles o de consecuencias derivadas de la aceleración del ritmo al que se producen estos fenómenos que exigirían un mayor grado de cooperación y una solidaridad considerable, y espero que la reunión de la Cumbre de Lima también preste atención al desarrollo de estos posibles acontecimientos.

 
  
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  Manuel António dos Santos (PSE).(PT) Señor Presidente, la cooperación entre la Unión Europea y América Latina es todo un logro, pero tiene hoy un marco especial, a saber, la creación de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana le ofrece un nuevo estímulo y un nuevo impulso. Diría que se trata de la primera fase de la integración de los diputados de América Latina y de los diputados europeos. Espero que el Parlamento Europeo asuma esta responsabilidad y apruebe la Declaración conjunta de la que estamos hablando, de forma que tal Declaración sirva de orientación a la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno.

No tengo mucho tiempo para desarrollar mis argumentos, por lo que me añado a las palabras pronunciadas aquí por el presidente de mi grupo político, Martin Schulz, con el que estoy completamente de acuerdo. Sin embargo, permítanme realizar dos pequeñas observaciones. La primera de ellas es que Europa tiene una responsabilidad especial en la resolución del problema de Colombia. Europa debe comprometerse totalmente en relación con la cuestión colombiana y contribuir a la estabilidad del país. Por otra parte, también debe encontrar rápidamente una solución para la normalización de las relaciones entre la Unión Europea y Cuba. El mantenimiento de la situación actual carece de sentido. Debemos avanzar en el sentido del progreso y la cooperación.

 
  
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  Francisco José Millán Mon (PPE-DE). – Señor Presidente, América Latina comparte con la Unión Europea muchos principios y valores; estrechos vínculos históricos, humanos y culturales lo explican. Somos, por así decirlo, socios naturales.

La Cumbre de Lima debe reforzar nuestra asociación birregional con América Latina y el Caribe en todos los planos e impulsar la concertación para afrontar juntos retos globales, desde el cambio climático hasta el narcotráfico o el terrorismo.

Uno de los problemas más graves que tiene Iberoamérica es la desigualdad social. Debemos ayudarles en este desafío, y confío en que la agenda de Lima para la erradicación de la pobreza sea ambiciosa pero, obviamente, la voluntad política de los Gobiernos concernidos es insustituible.

En la lucha contra la pobreza un elemento clave es, también, el crecimiento económico, que es facilitado por las inversiones privadas. Pero éstas reclaman marcos jurídicos estables y me gustaría que de la Cumbre de Lima surgiera un compromiso con el principio de la seguridad jurídica. En Latinoamérica no deberían ahuyentar al inversor extranjero, que en la globalización encontrará, sin dificultades, otras regiones donde invertir.

Para fortalecer las relaciones birregionales, incluidas las económico-comerciales, conviene acelerar las negociaciones de los acuerdos de asociación con los países centroamericanos y los andinos. Ojalá también la Cumbre de Lima ayude al desbloqueo de las negociaciones con Mercosur. Los acuerdos de Chile y México deberían ser un estímulo. Un México, por cierto, cuya asociación con la Unión Europea hay que pensar en elevarla a la categoría de estratégica.

Señorías, para estrechar los lazos humanos y educativos espero que en Lima se impulse también el llamado espacio de educación superior, el espacio común de educación superior, y que sigamos así avanzando en la colaboración entre las universidades y en el objetivo del reconocimiento de estudios y de títulos.

En esta Cumbre también debería aprobarse la Fundación Eurolatinoamericana, una especie de think tank para fomentar las relaciones birregionales y que daría la necesaria visibilidad a nuestro partenariado, desgraciadamente no bien conocido en Europa.

Finalmente, espero que la Cumbre alumbre un compromiso renovado con la democracia pluralista y el respeto de los derechos humanos acorde con la idea profunda de la dignidad del ser humano, que compartimos a ambos lados del Atlántico. La figura del prisionero político, señor Presidente, debería desaparecer totalmente de Iberoamérica y también de Cuba, y la violencia contra el disidente ser desterrada.

 
  
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  Małgorzata Handzlik (PPE-DE). – (PL) Señor Presidente, la Cumbre Unión Europea-América Latina y Caribe desempeña un papel significativo en la definición y el refuerzo de la dirección de la asociación estratégica entre nuestras regiones. La próxima Cumbre de Lima ofrece una nueva oportunidad de profundizar en el diálogo sobre cuestiones de importancia fundamental para ambas regiones. Por consiguiente, me complace observar que la prioridad principal de la Cumbre será el tratamiento de cuestiones esenciales en términos de garantía del bienestar actual de nuestras sociedades y la contribución al logro de un crecimiento económico estable.

Por una parte, la Cumbre tratará cuestiones relativas a la cohesión social, especialmente la pobreza, la desigualdad, la discriminación y la exclusión social. Me gustaría señalar que, de conformidad con las estimaciones de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe, en 2007 el 36,5 % de la población de la región vivía en la pobreza, mientras que el 13,5 % de la misma vivía en la extrema pobreza. Las cifras han mejorado en los últimos años, pero el problema sigue requiriendo el compromiso de muchos socios. Los Estados miembros de la Unión Europea se cuentan entre estos últimos.

Por una parte, las cuestiones relativas al desarrollo sostenible, la protección medioambiental, el cambio climático y la energía representan desafíos que están teniendo unas repercusiones cada vez mayores sobre el modo en que ambos continentes funcionan. Indudablemente, por consiguiente, es necesario establecer prioridades comunes y modos de cooperación para responder de forma efectiva a los cambios previstos. Así, cabe destacar la importancia de la conciliación entre el crecimiento económico y los principios del desarrollo sostenible. Éste es un reto muy difícil, especialmente en el caso de las economías en desarrollo y las que se enfrentan a cambios.

También cabría recordar que la cooperación entre la UE y América Latina y el Caribe va más allá de los dos principales ámbitos que se tratarán en la Cumbre de Lima.

Me gustaría señalar también que la segunda sesión ordinaria de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana se celebrará en Lima la víspera del comienzo de la Cumbre. La participación del Parlamento Europeo ciertamente reforzará la asociación estratégica entre nuestras dos regiones. Por consiguiente, espero los resultados y la Declaración final de la Quinta Cumbre entre la Unión Europea y América Latina y el Caribe con gran interés.

 
  
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  Reinhard Rack (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, acojo con satisfacción el hecho de que los Gobiernos entablen un diálogo sobre cuestiones fundamentales en la Cumbre entre la Unión Europea y América Latina y el Caribe. Małgorzata Handzlik acaba de señalar la importancia extrema que reviste una mayor participación de los parlamentos en este diálogo intercontinental, así como su contribución al proceso de integración.

En mi opinión, es especialmente importante que se entablen contactos más estrechos entre la población europea y la de América Latina y el Caribe. Los empresarios y los turistas y, sobre todo, los jóvenes, deben desempeñar un papel importante. Los necesitamos a nuestro lado si realmente deseamos establecer unas mejores relaciones.

En la Unión Europea hemos adquirido una experiencia muy valiosa con los programas de intercambio de estudiantes entre los Estados miembros, y este sistema debería intensificarse también en nuestras relaciones con América Latina y el Caribe.

Necesitamos a los jóvenes para encontrar soluciones viables y sostenibles en el futuro a muchas de las importantes cuestiones a las que nos enfrentamos.

 
  
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  Manuel Medina Ortega (PSE). – Señor Presidente, América Latina es un continente en cambio. Se están produciendo cambios continuamente y, concretamente, en los últimos meses, o semanas, o días, se han producido dos cambios importantes.

Por un lado, la política de Cuba con respecto al trato de sus ciudadanos en materia económica y social y, en segundo lugar, las elecciones en Paraguay, que parecen prometer un Gobierno completamente distinto.

Ante este tipo de situaciones, ante estos cambios, ¿qué reacciones han tenido el Consejo y la Comisión para tomar en cuenta los cambios y la posibilidad de influir en estos dos países?

 
  
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  Ewa Tomaszewska (UEN). – (PL) Señor Presidente, los países de América Latina han emprendido amplias reformas de sus sistemas de pensiones con una participación significativa del Banco Mundial. La crisis demográfica europea sugiere que deberíamos considerar si estamos satisfechos con unas disposiciones jurídicas que prometen mucho a pesar de la incertidumbre que rodea la existencia de los recursos financieros existentes para cumplir tales promesas. A la luz de las diferentes experiencias de ambos continentes en este sentido, podría merecer la pena trabajar juntos para examinar el modo en que podemos resolver este problema. Debemos encontrar el modo de que las personas de más edad lleven una vida digna, a pesar de que a menudo no gozan de un buen estado de salud y, por consiguiente, no pueden seguir trabajando a pesar de que las repercusiones económicas de la crisis demográfica exigirían que lo hicieran.

 
  
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  Emanuel Jardim Fernandes (PSE).(PT) Los parlamentos de América Latina y de Europa son fundamentales para el éxito de esta cumbre, así como para lograr los dos objetivos principales, a saber, la integración de América Latina y la cooperación entre la Unión Europea y América Latina, sobre la base de los valores aquí defendidos y, especialmente, los que el presidente de mi grupo parlamentario ha puesto de manifiesto.

Sin embargo, señor Presidente, debo destacar y subrayar otro aspecto, el de la importancia de esta cooperación y de la eficacia de esta cooperación, no sólo para ambos continentes —América Latina y Europa—, sino también gracias a los valores que ambas regiones defienden en el mundo. Es fundamental en el plano mundial que esta cooperación consiga los resultados que no lograron los Objetivos de Desarrollo del Milenio, a través del multilateralismo y la aplicación de los valores que sustentan la construcción de Europa y del proyecto europeo. Este aspecto global debe, desde mi punto de vista, justificar el mayor empeño de todos nosotros y, especialmente, de los parlamentos.

 
  
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  Gabriela Creţu (PSE). – (RO) Las condiciones históricas, sociales y políticas de América Latina han puesto a las mujeres en una condición doblemente difícil: por una parte, las mujeres son, en gran medida, las responsables de la producción económica, sobre todo en el entorno rural.

Por otra parte, son las víctimas preferidas de desplazamientos y desposeimientos forzados, tráfico de personas, actos violentos, explotación sexual y control público de su capacidad reproductiva.

En estas condiciones, la adopción de un enfoque de género no sólo es deseable, sino necesaria. Por este motivo, pedimos el respaldo de sus Señorías a una enmienda oral que apoya la mejora de la situación de las mujeres y el respeto de los derechos que las amparan.

 
  
  

PRESIDE: Mario MAURO
Vicepresidente

 
  
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  Janez Lenarčič, Presidente en ejercicio del Consejo. (SL) He escuchado con mucha atención el debate sobre la Cumbre UE-ALC, y considero que será de gran ayuda para su preparación y desarrollo. El señor Salafranca ha dicho que la cooperación entre los países de la Unión Europea y de América Latina y el Caribe debe pasar de las palabras a las acciones. No podría estar más de acuerdo; sin embargo, añadiría que eso ya está ocurriendo. Las cumbres UE-ALC no son sólo reuniones en las que se realizan declaraciones elocuentes y se anuncian grandes designios que nunca se materializan. Estas reuniones son acontecimientos en cuyo marco se contraen compromisos que luego se cumplen.

En este sentido, me gustaría mencionar diversas cuestiones. El informe sobre la cooperación birregional entre la Unión Europea y los países de América Latina y el Caribe, que la presidencia conjunta presentó en la reunión anterior, la cuarta Cumbre, celebrada en Viena, da buena fe de los grandes progresos logrados hasta el momento en relación con la materialización de los compromisos contraídos. También me gustaría mencionar cerca de 400 medidas birregionales para la aplicación de los compromisos contraídos en Guadalajara, así como la nueva lista que se ha preparado relativa a la materialización de los compromisos contraídos en la Cumbre de Viena en 2006. Esperamos que la Cumbre de Lima logre avanzar algo más hacia la aceptación y la aplicación de los compromisos contraídos.

Una serie de diputados al Parlamento Europeo, entre los que se encuentran los señores Schulz, Meyer-Pleite, Liese y dos Santos —desgraciadamente no puedo mencionarlos a todos—, han traído a colación la cuestión de Cuba. Me gustaría decir que la Cumbre de Lima no será una Cumbre UE-Cuba ni tampoco una cumbre sobre Cuba. No obstante, como se han manifestado aquí tantas opiniones, me gustaría realizar únicamente un par de observaciones importantes.

Hasta el momento, la política de la Unión Europea y la del Consejo y la Presidencia de la UE en relación con Cuba se ha regido por los siguientes documentos: la plataforma común de la Unión Europea para 2006 y las Conclusiones del Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores del año pasado. Estos dos documentos constituyen las directrices básicas para todos los Estados miembros en relación con su actitud hacia Cuba, así como para sus conversaciones sobre Cuba con terceros países. Me gustaría añadir que la política de la Unión Europea hacia Cuba gira en torno a los derechos humanos.

La reunión del Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores de junio constituirá otra oportunidad para hablar sobre Cuba. Me gustaría decir que la Presidencia eslovena está haciendo los esfuerzos necesarios para que se adopte una nueva plataforma común en tal reunión. Esperamos que nuestros esfuerzos sean fructíferos. No obstante, como mencionaba antes, esta cuestión no ocupará los debates de la Cumbre de Lima de mayo, que será una reunión entre la UE y los países de América Latina y el Caribe en su conjunto.

Para concluir, me gustaría decir que la Presidencia eslovena desea que la cumbre dé un nuevo impulso, o, por decirlo con las palabras del señor dos Santos, genere un nuevo impulso en las relaciones entre la Unión Europea y América Latina y el Caribe, y estoy convencido de que con debates como éste el Parlamento Europeo puede contribuir al logro de este objetivo.

 
  
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  Jacques Barrot, Vicepresidente de la Comisión. − (FR) Señor Presidente, señor Salafranca, puedo decir que la Comisión ha hecho todos los esfuerzos posibles para que esta Cumbre sea realmente un éxito. Como el señor Schulz ha indicado, y como usted acaba de decir, señor Ministro, es necesario realmente que Lima permita dar un impulso importante a nuestras relaciones euro-latinoamericanas.

En efecto, muchos de ustedes, como el señor Schulz, han subrayado la existencia de numerosos valores compartidos. Se respalda de forma conjunta el multilateralismo e indudablemente existe la necesidad de una estrecha cooperación entre la Unión Europea y los países de América Latina si deseamos que nuestra influencia sea significativa en una mejor organización mundial. Si queremos que se lleven a cabo reformas en las grandes instituciones mundiales, sólo lo lograremos a través de un acuerdo de amplias miras entre América Latina y la Unión Europea. No existe ninguna región del mundo con la que trabajemos más estrechamente a escala multilateral que con América Latina.

Señor Presidente, me gustaría responder ahora brevemente a algunas cuestiones. La primera se refiere a los secuestrados: evidentemente, la Comisión ha apoyado sistemáticamente todos los esfuerzos realizados para alcanzar un acuerdo humanitario para la liberación de todos los secuestrados. Y la Comisión es ciertamente muy sensible a las intervenciones que han suscitado este problema.

Me gustaría también decir algo sobre Cuba. Ciertamente, como ha dicho el señor Ministro, Cuba no será el centro de atención de la Cumbre de Lima, pero me gustaría decir, no obstante, que la política europea es una política de compromiso constructivo. No apoyamos una política de aislamiento ni de sanciones. Nuestro Comisario, Louis Michel, viajó recientemente a Cuba. Estamos dispuestos a cooperar con Cuba en ámbitos de interés común, pero evidentemente la cuestión del respeto de los derechos humanos debe formar parte de nuestro diálogo con ese país.

En relación con los acuerdos de asociación, también queremos realizar progresos. Tenemos intención de realizar progresos con el Mercosur. También deseamos llegar a una conclusión en 2009 con la Comunidad Andina.

Ahora me gustaría recordar algunas cuestiones suscitadas en este interesantísimo debate. El acceso al agua que mencionaba la señora Belohorská, constituye una cuestión muy importante y este problema se retoma en el proyecto de Declaración de la Cumbre de Lima. La Comisión apoya, en diversos países, proyectos y programas para facilitar el acceso al agua.

También se ha mencionado el problema de la participación de la sociedad civil. La sociedad civil organizará dos eventos preparatorios de la Cumbre de Lima: la Conferencia de la sociedad civil organizada, ESOSOC, y la Conferencia de ONG, sociedades no organizadas. La Comisión ha ofrecido apoyo financiero a la organización de estas conferencias, que serán objeto de un informe en la Cumbre de Lima.

También se ha planteado la cuestión de los precios de los alimentos y, ciertamente, el aumento de tales precios afectará a América Latina, donde más de un tercio de la población vive en la pobreza. En algunos países, como El Salvador, la población depende en gran medida de los alimentos. Evidentemente, este aumento de los precios de los alimentos podría afectar profundamente a la población, ya muy vulnerable. Ciertamente, la cuestión se encuentra vinculada a la estrategia sobre los biocarburantes. Se trata de una cuestión delicada sobre la que merecerá la pena entablar el diálogo.

También se ha mencionado la situación de las mujeres en América Latina. La Comisión está muy preocupada por la situación de las mujeres en América Latina, especialmente en México y Guatemala. Somos conscientes de este problema y nos esforzaremos por luchar para resolverlo. Agradecemos al Parlamento Europeo el trabajo que realiza sobre esta cuestión.

Mis respuestas no son exhaustivas, pero el debate ha sido fructífero y arrojará algo de luz sobre la Cumbre de Lima. Esta Cumbre nos debe permitir reforzar el diálogo con la región y coordinar mejor nuestras acciones en relación con las importantes fechas fijadas a escala internacional en materia, sobre todo, de medio ambiente. También se trata de una oportunidad para nosotros de ver cómo podemos prestar apoyo a las respuestas democráticas a los problemas estructurales inherentes a la cohesión social. Ciertamente, las instituciones europeas deben coordinar sus esfuerzos para diferenciar su planteamiento y adaptarlo a los problemas de cada uno de los países de la región.

Me gustaría concluir, señor Presidente, congratulándome por el trabajo de EuroLat. EuroLat, la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana, se creó tras la Cumbre de Viena de 2006 y ya ha realizado una contribución preciosa a la cooperación con la región, reforzando, en ambas partes, la voluntad democrática. En este sentido, estamos convencidos de que el Parlamento Europeo, gracias a los vínculos especiales que le unen con la región a través de EuroLat, actuará de forma decisiva para permitir a la asociación entre la Unión Europea y los países de la región desempañar un papel estratégico cada vez más importante.

Nuevamente, me gustaría dar las gracias a todos los diputados al Parlamento Europeo que han intervenido y han aportado una valiosa contribución a la preparación de la Cumbre de Lima.

 
  
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  Presidente. − Comunico que he recibido seis propuestas de resolución con arreglo al artículo 103, apartado 2, del Reglamento.

Se cierra el debate.

La votación se celebrará el jueves 24 de abril de 2008.

Declaraciones por escrito (artículo 142)

 
  
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  Gyula Hegyi (PSE), por escrito. (HU) No es casualidad que se considere a los bosques tropicales de América Latina los pulmones del mundo. Nuestro clima y nuestro futuro dependen del modo en que logremos conservar con éxito la extensión original de los vivificantes bosques tropicales de Brasil, Colombia, Ecuador, Venezuela y otros países latinoamericanos, así como su diversidad biológica y la riqueza de su flora y su fauna. Por consiguiente, es importante que se haga especial hincapié sobre la protección medioambiental y una política climática adecuada en el marco de nuestra cooperación con los países latinoamericanos. La avaricia desmedida que ha desembocado en la tala de los árboles de los bosques tropicales y la plantación de cultivos de biocarburantes es contraria a los intereses más esenciales de la humanidad. Así, debemos motivar a nuestros amigos latinoamericanos para poner fin a estas acciones destructivas. El mejor modo de proteger estos valiosos recursos naturales sin alterar la vida de las comunidades indígenas es dejar que los pobladores de esas tierras sigan conservando la propiedad de las mismas y se les permita seguir con su modo de vida. Uno de los principales elementos de nuestra política de ayuda y desarrollo debe girar en torno al respaldo mutuo de los requisitos necesarios para la protección del medio ambiente.

 
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