El Presidente. − El siguiente punto es el debate conjunto sobre
- el informe de Salvatore Tatarella, en nombre de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria, sobre la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo relativo a un sistema de etiqueta ecológica comunitaria (COM(2008)0401 - C6-0279/2008 - 2008/0152(COD)), y
- el informe de Linda McAvan, en nombre de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria, sobre la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo relativo a la participación voluntaria de organizaciones en un sistema comunitario de gestión y auditoría medioambientales (EMAS) (COM(2008)0402 - C6-0278/2008 - 2008/0154(COD)).
Salvatore Tatarella , ponente. – (IT) Señor Presidente, Señorías, me gustaría comenzar dando las gracias a todos los que han trabajado conjuntamente de manera tan efectiva para redactar el borrador de este informe: los ponentes alternativos de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria, la Presidencia checa, los oficiales de la Comisión Europea y por último, aunque no por ello son menos importantes, los admirables oficiales de todos los grupos políticos. Les estoy agradecido a todos ellos por su excelente trabajo. Su valiosa contribución ha hecho posible alcanzar un acuerdo en primera lectura.
Cuando asumí la responsabilidad en nombre del Parlamento Europeo de revisar el dossier sobre el esquema de etiquetado de la calidad ecológica, la etiqueta ecológica, actué para acelerar el sistema. La necesidad de actualizar continuamente los requisitos medioambientales de los productos que no cumplen los estándares obliga a las empresas a entrar en un ciclo virtuoso continuo que eleva los estándares generales de calidad ecológica de los productos del mercado. Al aumentar la producción y circulación de productos y servicios con la etiqueta ecológica, obtendremos importantes beneficios medioambientales permanentes y crecientes en términos de ahorro de energía, reducción de la contaminación atmosférica y ahorro de agua. La etiqueta ecológica es una etiqueta de calidad ecológica voluntaria que pretende promover la distribución de productos y servicios con escaso impacto medioambiental durante su ciclo de vida, ofreciendo a los consumidores información precisa, inequívoca y correcta desde un punto de vista científico.
La revisión que hemos llevado a cabo de este reglamento es parte de un plan de acción europeo más amplio en favor de la producción y el consumo sostenibles, y está estrechamente relacionada con la revisión del EMAS y la Directiva sobre diseño ecológico. La legislatura de la Comunidad ya contempla esta revisión del reglamento estableciendo que se debe revisar el sistema a la luz de la experiencia adquirida y cambiarlo para aumentar su efectividad, mejorar su planificación y simplificar su funcionamiento. El objetivo de la etiqueta es guiar a los consumidores hacia productos que puedan reducir el impacto medioambiental. Hasta la fecha, nuestra experiencia con la etiqueta ecológica ha sido desigual. Por el lado positivo, cada vez más empresas están solicitando una certificación de la calidad en los más diversos sectores. Por lo tanto reconocen su valor selectivo e impulsor: esta certificación es muy apreciada por los consumidores que son más conscientes de las responsabilidades sociales de las empresas. Por el lado negativo, puedo informar de algunos problemas: el público general es poco consciente de la etiqueta, los criterios enseguida se vuelven obsoletos porque los mercados cambian muy rápido, y el lenguaje burocrático disuade a los operadores de participar. La nueva etiqueta ecológica adquirirá nuevas características en términos de su apariencia y su contenido. Se volverá más atractiva y su ámbito se ampliará a nuevos productos: antes de 2015, planeamos aumentar el número de grupos pasando de los 25 actuales al doble, es decir, 40-50 grupos. Se planea llevar a cabo campañas promocionales. Hemos destinado a este fin un presupuesto de publicidad de 9,5 millones EUR, así como 15 000 EUR para desarrollar un nuevo sitio de Internet.
El principio que más interesaba a los ponentes alternativos y con el que las demás instituciones se mostraron de acuerdo fue el hecho de que la etiqueta ecológica no deba simplemente certificar que se ha alcanzado un resultado, sino que deba ser una herramienta dinámica que esté en continuo desarrollo, una fuerza impulsora que guíe a los fabricantes y a los productos hacia unos estándares más altos de calidad medioambiental, evaluando de forma continua los puntos de referencia del mercado y estableciendo nuevos criterios en base a ellos. Nuestro objetivo es garantizar el control del ciclo de vida completo del producto, lo que nos permitirá tener en cuenta el impacto medioambiental en todas las etapas de la producción y permitirá a todos los operadores del sector y a las ONG jugar un papel activo en el proceso de revisar los criterios de compromiso.
(El Presidente interrumpe al orador)
El Presidente. − Señor Tatarella, ¿me puede escuchar? Usted tiene cinco minutos ahora y dos minutos al final del debate; si usa usted los siete minutos ahora, no tendrá usted ningún tiempo al final del debate, pero le toca a usted elegir si quiere utilizar los siete ahora o si quiere utilizar los cinco o los seis que lleva ya y dejarse un minuto para responder a las intervenciones de los colegas.
Salvatore Tatarella , ponente. − (IT) Acepto su invitación.
Linda McAvan, ponente. − (EN) Señor Presidente, al igual que el Sr. Tatarella, me gustaría comenzar dando las gracias a las personas que están muy implicadas en ayudarnos a alcanzar un acuerdo en primera lectura hoy acerca del informe del EMAS. Me gustaría dar las gracias a los ponentes alternativos, que están hoy aquí, a la Comisión, que ha sido de gran ayuda para llegar a un acuerdo, y a la Presidencia checa, cuyos miembros no se encuentran aquí para escuchar mis agradecimientos. Asimismo, gracias al personal del Parlamento y a los grupos, y a mi propia ayudante, Elizabeth, que ha jugado un importante papel en garantizar que estuviéramos aquí hoy. Todo ha pasado muy rápido, desde el momento en que empezamos a debatirlo hasta hoy, así que ahora tenemos un acuerdo antes de la elección.
El EMAS es un esquema voluntario, que proporciona un marco para ayudar a los negocios y a las organizaciones a mejorar su comportamiento en relación al medio ambiente. Surgió hace 14 años y ha tenido un éxito moderado con alrededor de 4 000 participantes, que bien pensado no es un número tan grande en la totalidad de la Unión Europea. La Comisión estableció el objetivo de aumentar ese número a 35 000 participantes. Se trata de un objetivo muy ambicioso. Es un aumento de casi 10 veces.
Creo que es correcto que intentemos mejorar el uso del EMAS, porque de lo contrario su impacto será limitado. Pero si vamos a aumentar su impacto, también debemos mantener la integridad medioambiental del programa. Creo que el acuerdo que hemos alcanzado hoy logra ese equilibrio entre, esperemos, hacerlo más atractivo a los ojos de la gente y mantener su integridad medioambiental.
Hemos realizado algunos cambios acordados con la Comisión, y creo que son cambios importantes. En primer lugar, el registro de empresas, de tal manera que una empresa u organización con más de una sede pueda registrarse una sola vez en un solo país, lo que es muy importante. Este Parlamento ha tenido que registrarse tres veces –en Luxemburgo, Francia y Bélgica– para poder obtener la certificación del EMAS. Por lo que he oído decir al personal, no fue una tarea sencilla. Por lo tanto, un cambio de este tipo es importante. Asimismo, el registro de clusters para organizaciones implicadas en el mismo sector; tasas reducidas y menos requisitos en cuanto a la realización de informes para las PYME –creo que el EMAS es demasiado agobiante para las organizaciones pequeñas, por lo que necesita cambiar–; y una mejor alineación con la ISO 14001. Para mí es especialmente importante la introducción de documentos de apoyo por sectores. Creo que la Comisión va a trabajar muy duro en este asunto, y esto ayudará a las organizaciones a compararse con otras organizaciones similares. También se introducirán indicadores básicos. Estos indicadores son muy importantes para mejorar el programa y ayudar a la gente ajena a las organizaciones a observarlas y ver cómo les va.
Espero sinceramente que esto anime a la gente a tomar parte en el EMAS, no porque me apetezca jugar a un juego de números y ver al EMAS compitiendo con la ISO, sino porque creo que este esquema es un buen esquema y nos podría ayudar a cumplir nuestros criterios de sostenibilidad.
Hoy los ojos del mundo están puestos en Londres, donde los líderes mundiales se reúnen para tratar la recesión financiera y la crisis bancaria global. Sin duda habrá algunos que se pregunten por qué estamos aquí sentados hablando de la auditoría medioambiental cuando las organizaciones y las empresas están sintiendo la presión financiera. Ellos considerarán que este tipo de iniciativa por parte de la Comisión es una distracción. Pero yo no creo que esto sea así. Para mí y para mis colegas socialistas, la agenda verde es una parte importante de la solución para emerger de la crisis financiera en la que nos encontramos. Necesitamos invertir en energía y en energías renovables y necesitamos reducir nuestro impacto medioambiental. Aunque el EMAS es un programa muy modesto dentro del gran esquema sobre el cambio climático en el que la Comisión ha trabajado tan duro, sin embargo creo que juega un papel a la hora de ayudar a la Unión Europea y al resto del mundo a reducir nuestro impacto medioambiental.
Stavros Dimas, Miembro de la Comisión. − (EL) Señor Presidente, me gustaría empezar dando las gracias y felicitando a los ponentes, la Sra. McAvan y el Sr. Tatarella, por sus excelentes informes sobre la propuesta de revisión de la etiqueta ecológica comunitaria y el esquema de gestión y auditoría medioambientales.
Se trata de dos medidas de política medioambiental importantes que constituyen una parte integral del plan de acción sobre el consumo y la producción sostenibles. Es positivo que se pueda alcanzar un acuerdo en primera lectura. Los miembros del Parlamento Europeo han hecho una contribución decisiva y hemos conseguido mantener intacto el objetivo medioambiental de la propuesta de la Comisión, al mismo tiempo que establecíamos objetivos más ambiciosos en varios puntos importantes.
El hecho de que se haya alcanzado un acuerdo en primera lectura confirma la voluntad de las instituciones de tratar directamente los problemas creados por el consumo y la producción insostenibles. La revisión del esquema de gestión y auditoría medioambientales (EMAS) proporciona a las organizaciones y empresas de todo el mundo la habilidad de gestionar el impacto medioambiental de sus actividades de un modo más efectivo. El EMAS contribuye a la mejora constante del rendimiento medioambiental de las organizaciones y las empresas, incluyendo por supuesto el cumplimiento de la legislación medioambiental relevante. También ofrece a las organizaciones y las empresas beneficios adicionales, no solo mediante el ahorro de dinero de forma directa, sino también limitando los procedimientos burocráticos al cubrir informes y permitiendo a las autoridades competentes de los Estados miembros conceder incentivos.
Una vez hayamos revisado el sistema, estaremos en posición de ocuparnos de la creciente demanda por parte de los consumidores de información objetiva, imparcial y fiable sobre el impacto medioambiental de los productos que compran. El sistema revisado nos proporcionará el potencial necesario para aumentar la variedad de productos con la etiqueta ecológica disponibles en el mercado y para fomentar que las empresas mejoren su rendimiento medioambiental. Es más, el logotipo de la etiqueta ecológica les proporcionará a las empresas muchas ventajas competitivas, como menos obligaciones, estándares medioambientales más estrictos, la exclusión de sustancias peligrosas y criterios más simples relacionados con las adquisiciones públicas y otras políticas de la Unión Europea.
También se ha ampliado el alcance del reglamento de la etiqueta ecológica. Ahora este reglamento es más flexible y capaz de cumplir los nuevos retos y prioridades medioambientales. Dado que se trata de un acto legislativo marco, el reglamento de la etiqueta ecológica no establece criterios específicos para los productos. En su lugar, proporciona criterios medioambientales que se establecen para determinadas categorías de productos, de tal manera que el logotipo se conceda a los mejores productos de cada categoría.
Hoy en día, existen en el mercado diferentes etiquetas, imágenes y textos medioambientales que pueden resultar confusos para los consumidores, desde imágenes de bosques en las latas que contienen sustancias peligrosas a reivindicaciones por unos alimentos con una huella de carbono neutral e incluso coches ecológicos. Por lo tanto, los consumidores no tienen ni idea de en quién confiar. La propuesta de alcanzar el compromiso de establecer un reglamento sobre la etiqueta ecológica ayudará a disipar estas dudas.
Antes de establecer los criterios y las categorías de productos para los alimentos y las bebidas, se llevará a cabo un estudio acerca del valor añadido que puede proporcionar la etiqueta. Una vez se haya realizado este estudio y la Comisión haya tomado una decisión a través del proceso de codecisión, el logotipo de la etiqueta ecológica se podrá otorgar a los productos con el mejor rendimiento medioambiental.
Confío en que el Parlamento apoyará totalmente este grupo tan positivo de propuestas. La etiqueta ecológica es uno de los pocos canales para la comunicación real y directa entre los ciudadanos y la Unión Europea en materia medioambiental. Gracias a la etiqueta ecológica, los ciudadanos elegirán mejor los productos y por lo tanto participarán de forma directa y activa en la lucha contra el consumo insostenible.
La Comisión Europea está en posición de aceptar el grupo de propuestas de compromiso en su totalidad, con el objetivo de alcanzar un acuerdo en primera lectura sobre ambos reglamentos.
De nuevo, gracias a los ponentes por su excelente trabajo.
Nikolaos Vakalis, redactor de la opinión del Comité de Industria, Investigación y Energía. − (EL) Señor Presidente, me gustaría empezar felicitando al ponente y a todos los que participaron en las negociaciones con el Consejo. Considero que el texto que acordaron el Parlamento y el Consejo es un texto muy equilibrado, lo que refuerza nuestro arsenal en la lucha contra el cambio climático.
No les ocultaré que el texto inicial de la propuesta de la Comisión me decepcionó un poco, no solo porque no era lo bastante ambicioso, sino porque no era capaz de corregir ni siquiera los puntos débiles que habían surgido hasta el momento durante la aplicación del sistema de la etiqueta ecológica.
Sin embargo, el texto que estamos llamados a votar disipa mis miedos iniciales. Para ser precisos, estoy satisfecho de que no se incluya un sector de productos sensibles como el de los alimentos y el forraje sin realizar primero un estudio acerca de la viabilidad de establecer criterios fiables, criterios que establecerán el impacto medioambiental del producto durante la totalidad de su ciclo de vida.
Me satisface especialmente el hecho de que ahora la Comisión esté obligada a introducir medidas para definir los criterios específicos para conceder la etiqueta ecológica para cada categoría de productos en los nueve meses siguientes al inicio de las consultas sobre la etiqueta ecológica con el Consejo.
Este plazo es de vital importancia, porque hemos presenciado varios retrasos en esta etapa en el pasado. Estoy de acuerdo con la exclusión del esquema de la etiqueta ecológica de los productos que sean carcinogénicos, tóxicos o dañinos para el medio ambiente y con la referencia a una reducción de las pruebas con animales.
El hecho de que el proceso de conformidad se haya hecho más flexible en lugar de abandonarse también supone un desarrollo positivo. Asimismo, estoy encantado con las frecuentes referencias a las pequeñas y medianas empresas que, como todos sabemos, son la columna vertebral de la economía europea, en especial hoy en día, cuando nos enfrentamos a la mayor crisis económica de los últimos años.
Para terminar, no les negaré que, en lo que se refiere a las adquisiciones públicas, esperaba una postura más osada, más valiente. Me temo que el compromiso alcanzado no sea suficiente en las circunstancias actuales. Sin embargo, me gustaría resaltar una vez más que hemos logrado un resultado satisfactorio.
Anders Wijkman, en nombre del Grupo del PPE-DE. –
Señor Presidente, llevamos bastante tiempo esperando el plan de la Comisión sobre la producción y el consumo sostenibles. Recibimos la propuesta hace unos meses. Aunque es exhaustiva, por desgracia debo decir que el contenido general es limitado y escaso. Habiendo leído algunos de los borradores iniciales de las propuestas de la Comisión, sé que, en la DG de Medio Ambiente en particular, había planes mucho más ambiciosos, para empezar. Por lo tanto, es obvio que debemos continuar trabajando en estos temas y ser más exhaustivos en el futuro.
Hoy estamos discutiendo el esquema de la etiqueta ecológica. La revisión supone una buena oportunidad para que esta etiqueta se aleje de los márgenes del mercado, para que abarque una parte mucho mayor del mercado y para que ayude a aumentar la demanda de productos respetuosos con el medio ambiente. Las nuevas normas, al ser más dinámicas, suponen una mejora considerable, tendrán en cuenta el ciclo de vida del producto y deberían poder atraer una atención y un interés considerablemente superiores por parte de las empresas y los consumidores. Como ha mencionado el Sr. Dimas, podrán consolidar la etiqueta ecológica y dejar de lado los diferentes esquemas voluntarios que suelen ser muy confusos para los consumidores.
Sin embargo, aún tenemos un problema, a saber, cómo informar a los consumidores y a los mercados sobre la etiqueta. El apoyo comercial para esta etiqueta ha sido muy limitado en el pasado. Los recursos destinados a este fin han sido mínimos en comparación con los recursos destinados a la creación de muchas otras marcas del mercado en general. Espero que esto cambie: en primer lugar, espero que las empresas vean la etiqueta ecológica como un instrumento importante en el futuro. También espero, como ha dicho el Sr. Vaklis, que en el futuro las adquisiciones públicas se amplíen a las zonas verdes y utilicen la etiqueta ecológica como plataforma.
También espero que la Comisión sea más proactiva en su apoyo al esquema. Les doy las gracias a todos los que han participado en este trabajo. Creo que hemos hecho un buen trabajo en pocas semanas y, en las últimas horas, hemos logrado disipar parte de la confusión que rodea a los productos alimenticios, en particular a los productos de la pesca.
Finalmente, me gustaría hacer referencia a la intervención de la Sra. McAvan, que hizo mención de la crisis financiera y de la reunión que tiene lugar hoy en Londres. Creo que esta mención es muy relevante. Hoy en día nos enfrentamos al menos a tres crisis paralelas: la crisis financiera, la crisis climática y lo que llamaría la crisis del ecosistema o la sobreutilización de los recursos naturales. Solo atacando las causas de estas crisis de forma conjunta –es decir, el uso insostenible de los recursos– mediante la inversión en una producción y productos bajos en carbono y respetuosos con el medio ambiente, seremos capaces de construir un futuro mejor. Creo que el esquema de la etiqueta ecológica es uno de los muchos instrumentos que nos pueden ayudar a lograrlo.
Gyula Hegyi, en nombre del Grupo del PSE. – Señor Presidente, existen diferentes herramientas para fomentar el comportamiento respetuoso con el medio ambiente en nuestras sociedades. Existen reglamentos, directivas y resoluciones con las que podemos prohibir ciertos materiales y actividades, a´demás de prohibir sustancias peligrosas y subvencionar la tecnología verde.
Pero en una economía de mercado también existen otras herramientas. Podemos dirigirnos a los consumidores a través de los productos que compran, recomendando productos respetuosos con el medio ambiente y que cumplan el requisito del desarrollo sostenible.
Esta directiva da un paso importante en la dirección correcta simplificando el camino hacia la consecución de la etiqueta ecológica. El grupo socialista apoya el informe. Mis compañeros y yo hemos presentado muchas enmiendas a este informe y estas enmiendas, o bien cuentan con el favor del Comité de Medio Ambiente o su espíritu se enmarca dentro del paquete de compromisos. Por lo tanto, nuestro grupo votará a favor del informe en la votación final de hoy.
Creemos que el efecto que los productos tienen en el medio ambiente debe ser un asunto de vital importancia en la UE, y la idea de una etiqueta ecológica supone una manera muy útil de orientarse para los consumidores.
Por supuesto, la etiqueta ecológica debería concederse a los productos más respetuosos con el medio ambiente, y la información debería estar clara y ser correcta. En estos difíciles momentos de crisis económica, también debemos respetar los intereses de los productores, y estoy seguro de que este informe equilibra los intereses de los consumidores y la industria.
Es muy importante que las pequeñas y medianas empresas se impliquen en el proceso de la etiqueta ecológica y, por lo tanto, el coste de la autorización no debe ser demasiado elevado. Como ponente alternativo del Grupo socialista, orienté el informe hacia unos costes aun más reducidos, y doy gracias al ponente por aceptar nuestros argumentos.
Para las PYME que he mencionado, es obvio que deberíamos abolir las dificultades burocráticas para obtener la autorización. Debemos simplificar el procedimiento para obtener la etiqueta ecológica porque hoy en día el procedimiento de decisión es muy lento y burocrático.
La mayoría de las empresas pequeñas no tienen bastante dinero, tiempo y energía para el lento proceso de obtener una etiqueta ecológica. Es muy importante analizar la totalidad del ciclo de vida de un producto, desde su producción a su destrucción. No basta con juzgar las características medioambientales del producto final, sino también se deberían estudiar las sustancias del producto, el proceso de producción, el transporte y el método de destrucción y descomposición del producto, antes de conceder una etiqueta ecológica.
Resulta obvio, al menos para nosotros, los socialistas, que los productos que han obtenido una etiqueta ecológica no deben contener sustancias peligrosas. Esta fue una cuestión muy difícil durante nuestros debates, pero finalmente hemos podido llegar a un compromiso muy bueno acerca de las sustancias peligrosas.
La norma principal es que los productos con una etiqueta ecológica no deben contener sustancias peligrosas, pero puede haber muy pocas excepciones: productos específicos que no tienen alternativas equivalentes, con un rendimiento medioambiental general más alto que el de otros productos de la misma categoría. El mejor y más conocido ejemplo es la bombilla de bajo consumo, que tiene muchas ventajas a nivel medioambiental pero contiene mercurio.
El asunto de los comestibles también se ha debatido largamente. En este caso los criterios deberían desarrollarse más. La etiqueta ecológica tiene un auténtico valor medioambiental añadido. Tiene en cuenta la totalidad del ciclo de vida del producto y su uso no debería causar confusión en los consumidores en comparación con otras etiquetas de los alimentos. La Comisión adoptará medidas para establecer unos criterios de la etiqueta ecológica específicos para cada grupo de productos, incluyendo los comestibles. En un máximo de tres meses después de la presentación del informe final y el borrador de los criterios, la Comisión consultará al comité de la etiqueta ecológica de la Unión Europea acerca del borrador de una propuesta sobre este asunto.
Como ya he mencionado, la etiqueta ecológica se basará en el rendimiento medioambiental a lo largo del ciclo de vida de los mejores productos del mercado interno. Por eso, el informe permite establecer el nivel de ambición de los criterios de la etiqueta ecológica en cada caso entre el 10% y el 20% de los productos con mejor rendimiento del mercado, garantizando así que el esquema premie solo a los productos más respetuosos con el medio ambiente pero ofrezca suficientes opciones a los consumidores.
Johannes Lebech, en nombre del Grupo ALDE. – (DA)
Señor Presidente, en primer lugar, me gustaría dar las gracias al ponente y al ponente alternativo por su constructiva cooperación. Creo que hemos logrado un resultado muy bueno. El pasado otoño, el Fondo Mundial para la Naturaleza publicó un informe que revelaba que si seguimos utilizando los recursos de la Tierra como lo estamos haciendo ahora, a mediados de la década de 2030 necesitaremos dos planetas. Esto se debe simplemente a que utilizamos demasiado a nuestro planeta. Utilizamos los recursos más rápido de lo que se regeneran. Esto debe cambiar si queremos evitar una crisis medioambiental. El modo en que utilizamos los recursos debe cambiar, y no solo los políticos tienen responsabilidades al respecto, sino que los productores y los consumidores también.
La etiqueta ecológica que se está revisando actualmente es una herramienta pensada para fomentar la producción y la venta de bienes producidos de manera sostenible. Una de las debilidades de la etiqueta es que los consumidores no son muy conscientes de su existencia –y a este respecto estoy de acuerdo con el Sr. Wijkman –y por lo tanto tampoco resulta especialmente atractiva para los productores. Si los productores no pueden utilizar la etiqueta para comercializar un buen producto, ¿por qué iban a producir el producto más sostenible de un grupo de productos en particular? Este es también uno de los problemas que hemos tratado de rectificar con nuestras nuevas ideas. Ahora existe un requisito claro de que los Estados miembros y la Comisión elaboren un plan de acción para promover el conocimiento de la etiqueta ecológica mediante diferentes campañas.
Hemos tenido un largo debate sobre los comestibles y creo que hemos llegado a una solución razonable. La propuesta de la Comisión de tener en cuenta solo los alimentos procesados, el transporte, el empaquetado y el procesamiento no supone el final del problema. Al contrario, hemos solicitado un examen detallado del mejor modo de incluir los comestibles en el esquema de la etiqueta ecológica para garantizar que hemos hecho todo de manera correcta desde el principio y no crear confusión con otros tipos de etiqueta ecológica.
Finalmente, me gustaría llamar la atención sobre el hecho de que ahora la etiqueta también beneficia a los productos de larga duración y a los que se pueden reutilizar. En otras palabras, necesitamos cambiar el modo en que producimos y consumimos si queremos que nuestras economías sean sostenibles. Es necesario que prestemos atención a todo el ciclo de vida de los productos, para poder mejorar el modo en que se tratan las materias primas durante la producción y, en particular, el modo en que desechamos los productos después de utilizarlos. Espero que la herramienta que hemos mejorado aquí sea una buena herramienta para luchar por un planeta más sostenible.
Liam Aylward, en nombre del Grupo UEN. – Señor Presidente, yo también quisiera felicitar al ponente y al ponente alternativo. El cambio climático es una de las prioridades principales de Europa y del resto del mundo. A veces nos sentimos indefensos como individuos ante este enorme reto global, pero al fin y al cabo es necesario animar a la gente a que hagan sus contribuciones, ya que cada granito de arena cuenta. Quizá no hemos promovido lo suficiente la importancia de cada granito de arena.
Hoy estamos votando un esquema voluntario que certifica a las empresas para etiquetar sus productos como respetuosos con el medio ambiente. Esto permite a la gente ayudar al medio ambiente directamente y reducir las emisiones en su vida y su consumo diarios. El etiquetado es una medida clara y sencilla para promover la eficacia energética, la producción ética y el desarrollo de tecnologías más limpias. También, desde el punto de vista de la salud, este esquema protegería a las personas de productos potencialmente carcinogénicos, mutagénicos, reprotóxicos o bioacumulativos que a veces se pueden encontrar en los tejidos.
El esquema categoriza productos y servicios que van desde pañuelos de papel a calzado y campings. También proporciona medios para reducir las pruebas con animales y el trabajo infantil. Estoy llamando la atención sobre el trabajo infantil porque hace poco participé en la elaboración de un informe sobre este tema y estoy muy concienciado con él.
Irlanda y Europa pueden beneficiarse de promover y utilizar más el esquema. Actualmente existen 13 empresas en Irlanda, la mayoría del sector hostelero, que cuentan con la etiqueta ecológica, pero es necesario fomentar la participación. Y también necesitamos una campaña muy seria de información patrocinada por la Unión Europea.
Satu Hassi, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (FI) Señor Presidente, Señorías, me gustaría agradecer a los dos ponentes su excelente trabajo. Estoy muy contenta de que vayamos a tomar una decisión final acerca de la legislación sobre estos dos asuntos antes de las elecciones.
En lo referente a la etiqueta ecológica, considero que existen dos principios cruciales. En primer lugar, la etiqueta debería ser dinámica, en otras palabras, sus criterios deberían volverse más estrictos con avances en el conocimiento, las habilidades y la tecnología, a medida que vemos productos más respetuosos con el medio ambiente entrar en el mercado. El otro factor crucial es que la etiqueta solo debería concederse a productos superiores desde un punto de vista medioambiental. La industria química, en particular, ha promovido una política según la cual la etiqueta ecológica debería utilizarse para los productos que simplemente cumplen las leyes actuales. Por ejemplo, hace un tiempo se intentó promover la etiqueta ecológica para tejidos en los que había sustancias químicas a prueba de fuego que ya se habían prohibido en los equipos eléctricos. Por suerte, este intento se frustró en aquel momento y ahora vamos a tener una legislación clara sobre esto.
Vamos a tener una legislación que permitirá a los consumidores tener la certeza de que un producto no contiene sustancias químicas carcinogénicas o sustancias químicas que podrían tener un efecto adverso en su capacidad de tener hijos. Solo se pueden permitir excepciones, aplicando criterios estrictos, si no existe una alternativa en un grupo de productos determinado y si una sustancia del tipo dañino para la salud es necesaria para un producto cuyo impacto medioambiental general es considerablemente inferior al de otros productos del mismo grupo. Esto es importante para la credibilidad de la etiqueta ecológica. También es importante que los criterios de la etiqueta sean dinámicos, para que se vuelvan más estrictos a medida que conseguimos productos más respetuosos con el medio ambiente.
Otro asunto importante del debate era la cuestión de si la etiqueta ecológica se debía extender a los alimentos. Me satisface que se haya tomado la decisión de llevar a cabo un estudio de usabilidad y viabilidad antes de aplicar la etiqueta ecológica a los alimentos, para evitar cualquier confusión entre los consumidores entre la etiqueta ecológica y las etiquetas orgánicas para alimentos producidos de forma orgánica. Si en el futuro la etiqueta ecológica se extiende a los alimentos, al pescado por ejemplo, será importante que los criterios no solo se refieran al modo en que se producen los alimentos sino también a otros efectos medioambientales relacionados con ellos, como el transporte.
Señorías, más o menos el mismo tipo de debate sobre la naturaleza dinámica de los criterios que hemos presenciado en relación con la etiqueta ecológica también se ha producido en el área del etiquetado de la energía. Desde mi punto de vista, es muy importante que tanto la etiqueta ecológica como la etiqueta energética sigan el mismo principio, es decir, que los criterios se vuelvan más estrictos a medida que nuestro conocimiento, habilidades y tecnología mejoran.
Roberto Musacchio, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (IT) Señor Presidente, Señorías, yo también quisiera dar las gracias a los ponentes. Una etiqueta que sea ecológica pero también sostenible: este es el reto del nuevo reglamento marco sobre la etiqueta ecológica. El reglamento es un primer paso. El Parlamento Europeo y el Consejo han llevado a cabo negociaciones productivas y constructivas, al menos en lo referente a aspectos relacionados con las sustancias químicas. Ahora es el turno de la Comisión de desarrollar los criterios establecidos, implementar un plan de trabajo y definir una lista inicial de productos en términos operativos en el plazo de un año. Los Estados miembros individuales deben organizar a las autoridades nacionales competentes, unirse al cuerpo europeo y adoptar los criterios de sostenibilidad como vinculantes.
Sin embargo, ¿qué significa la sostenibilidad medioambiental para la etiqueta ecológica? Significa aplicar criterios de producción innovadores a lo largo de todo el ciclo de producción: desde reducir las emisiones en los métodos de producción a reducir el consumo de energía de los activos primarios como el agua y situar los centros de producción cerca de los consumidores finales. Esto constituye una auténtica revolución. Este reto es necesario para intentar combatir el cambio climático pero también constituye una verdadera revolución de los métodos de fabricación. Para desarrollar estos criterios, la Comisión y el nuevo organismo comunitario deben garantizar la implicación activa de los operadores líderes y de las mejores prácticas, de tal manera que puedan hacer uso de las innovaciones probadas por estos operadores durante sus ciclos de fabricación y así hacerlas accesibles y transparentes.
El respeto por los estándares de trabajo sociales es una parte integral de estos criterios, aunque el reglamento aún contiene un término inaceptable desde un punto de vista legislativo debido a una presión incomprensible por parte del Consejo en las negociaciones finales. El término utilizado es «si procede»: en el desarrollo sostenible, las cláusulas sociales y el trabajo regular no pueden ser una opción que se aplique solo «si procede». Las exclusiones que se aplican a la etiqueta de calidad ecológica para los productos que aún contienen sustancias químicas tóxicas, que son dañinas para el medio ambiente, que son carcinogénicas o que son perjudiciales para la reproducción son, sin embargo, claras y efectivas. Solamente una nota de precaución: el control del Parlamento Europeo sobre esto será especialmente estricto.
Luca Romagnoli (NI). – (IT) Señor Presidente, Señorías, el informe del Sr. Tatarella sobre el esquema de la etiqueta ecológica comunitaria es una lectura esencial: mis felicitaciones al ponente y al comité, creo que los métodos y los orígenes de los productos deben indicarse clara e inequívocamente. Esto se aplica a la producción de los consumidores, por supuesto, pero también es un requisito si vamos a tratar a las empresas de manera justa y si vamos a evitar que la competencia falsa e injusta, que normalmente ejercen los que no respetan los parámetros de producción ecológica y social, siga dañando y distorsionando el mercado, como es el caso hoy en día.
En otras palabras, se trata de respetar las normas de la protección medioambiental y por supuesto los derechos sociales de los trabajadores: nuestras instituciones deberían ser responsables de garantizar que esto sea así. De nuevo mis felicitaciones al ponente por su excelente informe.
Martin Bursík, Presidente en ejercicio del Consejo. – (CS) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías e invitados, me gustaría disculparme por no llegar a tiempo y darles las gracias por darme la oportunidad de hablar inmediatamente después de la primera ronda de discursos de los partidos.
Aprecio enormemente este debate porque los discursos que se han pronunciado hasta ahora valoran claramente el trabajo de los ponentes, la Comisión y el Consejo. Parece que en principio se espera alcanzar un consenso sobre las dos propuestas en primera lectura y estoy encantado de que sea así. Estas propuestas forman parte del sexto programa de acción comunitario y el paquete adjunto tal y como lo publicó la Comisión en julio de 2008. De este plan de acción propuesto se deduce claramente que es necesario cambiar los patrones de comportamiento, los patrones de consumo y los patrones de producción, y que nuestros métodos de producción y de consumo son insostenibles. Estamos dañando el clima, estamos dañando la salud humana y estamos agotando los recursos naturales de un modo insostenible.
Este asunto es una de las prioridades de la Presidencia checa y creo firmemente que, a través de la aprobación y revisión de los reglamentos existentes acerca de las etiquetas ecológicas y del EMAS, seremos capaces de ocuparnos de esta prioridad. Me gustaría dar las gracias a la Comisión Europea y a los Estados miembros por su trabajo en estos reglamentos, y también me gustaría expresar mi agradecimiento por el gran trabajo llevado a cabo por el Parlamento Europeo, por parte de la ponente Linda McAvan en nombre del EMAS y del ponente Salvatore Tatarella, sobre la etiqueta ecológica. Gracias también a todas las demás personas que han participado en este trabajo.
En lo referente a la etiqueta ecológica, se ha redactado un texto de compromiso gracias a la combinación del trabajo del Consejo y el Parlamento junto con la Comisión, y este texto supone una mejora del sistema voluntario de etiquetado de productos, en especial mediante la simplificación del sistema de concesión de etiquetas ecológicas. Es muy importante que la etiqueta ecológica resulte más atractiva a los consumidores. Estamos haciendo posible la ampliación del sistema a otros productos y también hemos logrado resolver un problema relacionado con el etiquetado potencial de alimentos, gracias a esto los consumidores podrán considerar y tener en cuenta el impacto de los productos o servicios en el medio ambiente cuando realicen una compra, y esto es muy importante.
En lo que se refiere al texto de compromiso aplicado al EMAS, se logrará una visibilidad aun mayor de las organizaciones que se unen al sistema de manera voluntaria, aumentando así su atractivo. En mi opinión, es muy importante reducir la carga administrativa tanto para las empresas grandes como para las pequeñas y medianas. Ha habido un debate considerable sobre los costes de este sistema y creo que hemos alcanzado un compromiso sensato a un coste mínimo que incluso cubrirá los costes de transacción para introducir estas etiquetas.
En mi opinión, es importante enfatizar que el sistema revisado del EMAS también está abierto a organizaciones de fuera de la Unión Europea. Esto, por otro lado, debería proporcionar al sistema una mayor autoridad promoviendo su aplicación a una escala más amplia y global.
Creo firmemente que la aprobación de estos reglamentos supondrá un auténtico beneficio para los países europeos y creará nuevas oportunidades relevantes para la crisis actual y para resolver el mayor problema medioambiental global, que es el cambio climático global.
Una vez más, me gustaría dar las gracias al Parlamento Europeo, a los ponentes y a los Miembros del Parlamento por su productiva cooperación en el compromiso, y espero con ansia la continuación de este debate.
Amalia Sartori, (PPE-DE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, creo que el debate de esta mañana ha puesto de manifiesto el hecho de que se ha realizado un gran trabajo y existe un amplio acuerdo en este asunto. El hecho de que, incluso después de la consulta con el Consejo, el EMAS se puede dar por concluido con un acuerdo en primera lectura y solo un triálogo significa precisamente esto. Así que, ¿qué podemos decir y añadir a lo que ya se ha dicho? El EMAS y la etiqueta ecológica son sin duda instrumentos que pueden favorecer las elecciones informadas por parte de las empresas, las asociaciones y las instituciones, por un lado, y los consumidores, por otro. Sin embargo, debemos mejorar la comunicación. Muchos otros Miembros que han hablado antes de mí han llamado la atención sobre esto, y también yo quisiera reiterarlo, porque creo que se trata de un paso importante.
Tenemos un sistema ISO internacional del que todo el mundo es consciente. Esto lo confirma el número de registros. La Unión Europea debe hacer entender a las empresas por qué deben escoger el sistema europeo por encima del internacional. Mejorar la concienciación medioambiental de todo el mundo implicando solo a 4 000-5 000 empresas de dentro de la Unión Europea, como hemos hecho hasta ahora, no es un buen resultado. Debemos mejorarlo y esto significa sobre todo información, información y más información.
Los ayuntamientos, por ejemplo, no son conscientes de que podrían estar certificados por el EMAS y sentar un precedente importante. Las oficinas probablemente han recibido las notificaciones pero la información aún no ha llegado a las mentes y las conciencias de los administradores. Por lo tanto, el EMAS necesita una mayor participación. Todos los empleados de una organización certificada por el EMAS juegan un papel en la mejora del rendimiento medioambiental: utilizando menos agua y menos energía, y separando la basura. Esto debería convertirse en un objetivo a alcanzar, primeramente, por aquellos que pueden dar ejemplo a los demás, y en segundo lugar por los que creen que son capaces de obtener beneficios para sí mismos, para las empresas, para la comunidad y para nuestros consumidores, que sienten que se les ofrece una mejor garantía mediante el uso de este método.
Richard Howitt (PSE). – (EN) Señor Presidente, me gustaría mostrar mi apoyo a mi colega, Linda McAvan, y felicitar a los miembros del Comité de Medio Ambiente por elaborar este informe. Como ponente del Parlamento sobre responsabilidad social corporativa quería hacer una contribución a este debate trasladando el debate sobre la etiqueta ecológica y el EMAS, en términos de los informes de las empresas, al contexto más amplio de lo que estamos intentando hacer sobre la responsabilidad corporativa, en particular para tratar la cuestión de si los esquemas voluntarios, en oposición a los esquemas reglamentarios, son la manera correcta de avanzar y si deberíamos tener esquemas centrados en Europa o elegir un enfoque global.
El problema, desde el punto de vista de la responsabilidad corporativa, es que la proliferación de esquemas voluntarios puede resultar más costosa y menos clara, y puede provocar una competencia que suponga una pérdida de dinero para las empresas, los consumidores e incluso todas las partes implicadas. Por supuesto, algunas empresas están tentadas a utilizar la herramienta menos onerosa y menos costosa, pero también menos efectiva.
El problema de la voluntariedad también puede ser que no sea suficiente en términos de cambio climático hoy en día. Cuando se presentó el proyecto de ley sobre el cambio climático en el Parlamento de mi Estado miembro, el Reino Unido, me llamó la atención que la patronal británica, la CBI, dijo que quería informes reglamentarios vinculantes sobre el cambio climático por parte de las empresas. Teniendo en cuenta lo que estamos diciendo en la Unión Europea que necesitamos cambiar en relación al cambio climático, la cuestión es si la voluntariedad será suficiente, incluso con los cambios que estamos acordando en este informe.
Por último, la cuestión de lo global frente a lo europeo. Hay 4 000 empresas en el EMAS y 35 000 en la ISO 14001. ¿Se debe esto a que la ISO es menos onerosa, o a que nuestras empresas trabajan en mercados globales, no solo europeos, y quieren un enfoque global?
Invito a la Comisión a que no solo promueva y aplique el EMAS, que deseo que tenga éxito, sino también a que mire más allá para establecer y reforzar las iniciativas globales sobre los informes de emisión de carbono por parte de las empresas y otros aspectos de responsabilidad corporativa, para así obtener mecanismos globales fuertes y después poder aplicarlos y promoverlos en nuestro propio continente. Probemos ambas vías.
Mojca Drčar Murko (ALDE). – (EN) Señor Presidente, la legislación europea se estableció para animar a las empresas a mejorar sus productos y obtener unos estándares más altos de eficacia energética y conformidad medio ambiental.
La etiqueta ecológica como parte del plan de acción de la UE sobre la producción, el consumo y la política industrial sostenibles constituye una herramienta. Y también lo es el EMAS, el esquema de gestión y auditoría medioambientales. Se trata de lograr un equilibrio entre los instrumentos regulatorios y los basados en el mercado, con el objetivo de desarrollar estándares voluntarios para varios productos y servicios, o ayudar a optimizar los procesos de producción y hacer un uso más efectivo de los recursos.
Ahora el problema consiste en ver cómo se pueden utilizar las tecnologías modernas para la protección medioambiental, y cómo se debería ayudar a la industria o los servicios a promover el valor medioambiental de la producción. El objetivo de los certificados ecológicos es establecer sinergias con otras leyes que se refieren a aspectos medioambientales de los productos. El EMAS está ahorrando recursos: entre ellos, agua.
A partir de experiencias pasadas, sabemos que los certificados a diferentes niveles no estaban lo bastante coordinados. Los instrumentos voluntarios y regulatorios existentes no estaban relacionados entre sí para establecer sinergias. La primera revisión del esquema del EMAS no fue muy esperanzadora. Inicialmente se esperaba que las empresas registradas por el EMAS tuviesen un mejor rendimiento, ya que los requisitos medioambientales del EMAS son más estrictos que los de otros certificados más antiguos y mejor conocidos como la ISO 14001. Sin embargo, las empresas registradas por el EMAS no mostraron un rendimiento mejor, y el sistema de excelencia medioambiental era más débil que la ISO 14001.
La Comisión halló razones para la falta de éxito –el sistema es demasiado duro, caro y complejo– y ha propuesto simplificaciones aceptables.
La ponente, la Sr. McAvan, añadió valiosas modificaciones adicionales. Entre ellas se encuentra una línea en la definición de EMAS que creo que es especialmente importante ya que ayudaría a las organizaciones a pasar con mayor facilidad de la ISO al EMAS.
Estoy segura de que nuestras enmiendas han mejorado la propuesta de la Comisión para el reglamento y de que la hemos hecho llegar a sus usuarios. Suponemos que los consumidores también apreciarán un sistema de certificación imparcial.
Espero que esto ayude a las organizaciones a elegir el enfoque sistémico más racional para interconectar diferentes campos de protección medioambiental.
Roberta Angelilli (UEN). – (IT) Señor Presidente, Señorías, en primer lugar me gustaría felicitar al ponente por el excelente trabajo que ha hecho. Estoy segura de una cosa: esto proporcionará un ímpetu adicional para extender los productos con la etiqueta ecológica en Europa. En un momento en que el medio ambiente es el asunto candente y la demanda de productos ecológicos está aumentando, incluso en países no europeos como Estados Unidos y China, la etiqueta ecológica será una de las herramientas que hagan que los productos europeos sean cada vez más competitivos en el mercado internacional. De hecho, la etiqueta ecológica es más que una simple marca de calidad medioambiental: mediante un aumento continuo de los requisitos de excelencia medioambiental de los productos, la etiqueta ecológica se convertirá en un incentivo para la mejora y la innovación continuas.
Este informe permitirá una mayor extensión de los productos con la etiqueta ecológica, promoviendo que la gente los conozca sin por ello reducir las garantías de protección de la salud de los consumidores. Para concluir, mi país, Italia, está entre los países líderes de Europa en número de licencias concedidas y una gran cantidad de estas han ido a parar al sector turístico, que se puede beneficiar de esta etiqueta de certificación de la calidad medioambiental que el público europeo aprecia y garantiza.
Eva-Britt Svensson (GUE/NGL). – (SV) Señor Presidente, el EMAS, el esquema de gestión y auditoría medioambientales voluntario, significa en principio que una empresa u organización lleva a cabo una revisión medioambiental, examina su propio impacto en el medio ambiente, elabora una política medioambiental, establece objetivos y desarrolla un plan de acción. Por desgracia, el EMAS no ha tenido mucho éxito hasta el momento, ya que solo se han registrado 4 200 organizaciones desde que se estableció en 1993, lo que es un resultado pobre en comparación con las 35 000 organizaciones de la UE que han obtenido la certificación ISO 14001. Por este motivo está justificada una revisión del EMAS, sencillamente para hacerlo más atractivo y reducir la cantidad de papeleo para las empresas y organizaciones.
Durante las negociaciones entre el Consejo y el Parlamento, se reforzaron varios aspectos del EMAS. Por ejemplo, ahora la Comisión debe elaborar un documento de referencia exhaustivo para tantos sectores como sea posible, en base a un programa de prioridades. El texto también establece claramente que el logotipo del EMAS no puede, bajo ninguna circunstancia, confundirse con cualquier otra etiqueta de productos ecológicos. Esto supone una auténtica mejora.
Hace un tiempo, mi colega Jens Holm preguntó a la Comisión si todas las Direcciones Generales de la Comisión se habían registrado con el EMAS, como lo ha hecho el Parlamento. Es lógico pensar que las instituciones de la UE tengan la obligación de dar ejemplo, pero la respuesta fue que la Comisión no tiene ningún objetivo de emisiones interno y que solo cinco Direcciones Generales de la Comisión se habían registrado con el EMAS. En mi opinión, esto va más allá de lo deleznable y me gustaría aprovechar esta oportunidad para hacer esta pregunta de nuevo a la Comisión: ¿cuándo tiene pensado la Comisión garantizar que todas sus Direcciones Generales se unen al EMAS?
Roberto Fiore (NI). – (IT) Señor Presidente, Señorías, comprendo perfectamente las buenas intenciones del ponente, pero creo que esta etiqueta ecológica va en contra de los problemas principales que actualmente afectan a la agricultura y a la producción, en especial durante este tiempo de crisis. En primer lugar, creo que es esencial proteger la producción nacional frente a la competencia desleal. Me refiero a países como China, donde algunos bienes se producen bajo condiciones de esclavitud; me refiero a los laogai, los campos de concentración donde tiene lugar la producción agrícola e industrial; y también me refiero a algunas conocidas bebidas que se consumen en muchos lugares de todo el mundo aunque no sabemos lo que contienen. En otras palabras, proteger la producción frente a la competencia desleal y después hacer lo necesario para garantizar que la producción satisfaga las necesidades nacionales. Somos conscientes de que en estos momentos la producción de grano y otros productos agrícolas en Europa es baja, especialmente en este tiempo de crisis. Me preocupa que esto pueda aumentar los costes para nuestros productores, sin que tenga un impacto en el gran problema que se encuentra en el corazón de la crisis y también de la economía nacional europea: la competencia desleal.
Avril Doyle (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, me gustaría, en primer lugar, felicitar a ambos ponentes, la Sra. McAvan y el Sr. Tatarella, por sus informes sobre el EMAS y la etiqueta ecológica, respectivamente. Estos informes tratan aspectos muy importantes de la gestión medioambiental y el etiquetado ecológico: la reducción de los residuos, la reducción del consumo de agua y con suerte la reducción de los residuos alimentarios.
Si me lo permiten me gustaría mencionar algo que me irrita enormemente: en la UE, el 30% de todos los alimentos se desperdician. Las fechas de caducidad son a menudo demasiado conservadoras, lo que provoca que se desechen productos que por lo demás son perfectamente comestibles. Esto es parte del etiquetado: déjennos arreglarlo y veamos adónde llegamos.
Además mis reservas van en aumento acerca de que en nuestra prisa por informar mejor a los consumidores acerca de sus opciones, podamos causar el efecto contrario del que pretende la Directiva sobre reinvindicaciones de salud, la etiqueta MG, la información alimentaria para los consumidores: este asunto aún está por resolverse. Y después está toda la historia que rodea a la etiqueta ecológica. Con todo el mundo dándose prisa por aparecer en la parte de delante de los paquetes –o incluso en la parte de detrás– ¿cómo se pondrá toda esta información, toda ella importante por derecho propio, en la etiqueta de un producto en una letra legible, para ayudar a informar al ciudadano Pepe y a la ciudadana María de sus opciones? Tengo mis dudas.
Ya que por el momento soy Vicepresidenta del Comité de Pesca, me gustaría que consten en acta lo que parecen ser dos procesos paralelos para el etiquetado ecológico de los productos de la pesca. En 2005 la Comisión adoptó una comunicación para poner en marcha el debate sobre una propuesta comunitaria en relación a los programas de etiquetado ecológico para los productos de la pesca. A continuación de esto, en 2006 el Parlamento Europeo adoptó el informe de mi colega Carmen Fraga Estévez, que solicitaba a la Comisión que presentase una propuesta para un sistema de etiquetado ecológico comunitario para los productos de la pesca. En 2008 la Dirección General de Asuntos Marítimos y Pesca anunció una propuesta de un reglamento para una etiqueta ecológica comunitaria para los productos de la pesca, cuya adopción se preveía para marzo de 2009. Esta propuesta aún está tramitándose pero ahora creo que verá la luz antes de finales de año.
Mientras tanto, la Dirección General de Medio Ambiente envió al Parlamento Europeo una propuesta horizontal sobre el esquema de la etiqueta ecológica comunitaria que cubría todos los productos incluyendo los productos de la pesca y la acuicultura, así como los productos agrícolas procesados. A pesar de las protestas por escrito de los Presidentes del Comité de Pesca y del Comité de Agricultura y Desarrollo Rural, estos comités no se vieron implicados.
Pero me satisface reconocer hoy que recientemente el Consejo, el Parlamento y la Comisión se han puesto de acuerdo sobre una declaración que supone un paso adelante, ya que establece que, independientemente de la adopción del reglamento de la etiqueta ecológica, la Comisión confirma que pretende proponer un reglamento sobre la etiqueta ecológica para los productos de la pesca antes de finales de año. Continúa diciendo que el estudio previsto en el Artículo 6(5)(a) del reglamento de la etiqueta ecológica, que trata de aspectos adicionales como el procesamiento, el preempaquetado, el empaquetado y el transporte, artículo que examinará la viabilidad de la ampliación del alcance del reglamento de la etiqueta ecológica a los alimentos, incluyendo los productos de la pesca y la acuicultura, no influenciará o prejuzgará la adopción de este reglamento. Esta declaración también clarifica que la etiqueta ecológica complementará el reglamento específico de los productos de la pesca.
Daciana Octavia Sârbu (PSE). – (RO) La reducción del consumo de energía y la gestión eficiente de los recursos son hoy en día dos principios fundamentales para un gran número de participantes socioeconómicos. De hecho, desde la introducción del esquema comunitario de gestión y auditoría medioambientales en 1993, alrededor de 4 200 organizaciones se han registrado en este programa. Creo que es necesario consolidar este esquema aumentando el número de organizaciones que lo aplican y reconocerlo como un esquema de gestión medioambiental de referencia.
El Palacio del Parlamento de Rumanía consume tanta electricidad como una ciudad de 20 000 habitantes. Ya he sugerido a los gestores de esta institución que se unan a este esquema lo antes posible. La especial atención que se otorga a las organizaciones pequeñas, como las PYME y las autoridades locales, es, desde mi punto de vista, un paso importante hacia la expansión del rendimiento medioambiental en la mayor escala posible.
Me gustaría animar a la Comisión y a los Estados miembros a que realicen un esfuerzo para promover el EMAS, en especial concediendo incentivos a cambio de la participación. En lo que se refiere a la monitorización del progreso hecho por el EMAS, esta llevará a la aceptación del esquema y a la creación de las condiciones para un desarrollo positivo en esta área.
Creo que la sugerencia del ponente de introducir un manual del usuario es bienvenida en un momento en el que el lenguaje y los requisitos estipulados se volverán más accesibles gracias a este documento. En estos momentos, se utiliza un ciclo anual de informes, que creo que es adecuado y no veo por qué deberíamos introducir un nuevo ciclo de tres años, que acabaría siendo confuso. Aunque el EMAS aún debe demostrar su viabilidad y eficacia, apoyo la continuación de su uso durante el tiempo que sea necesario, con el objetivo principal de preservar la integridad del medio ambiente. Gracias.
PRESIDE: DIANA WALLIS Vicepresidenta
Holger Krahmer (ALDE). – (DE) Señora Presidenta, Señorías, en general me complace la etiqueta ecológica europea. Es correcto que intentemos de nuevo extender la etiqueta ecológica comunitaria. También creo que es correcto que mantengamos la naturaleza voluntaria del esquema en el futuro.
En el futuro, el esquema de la etiqueta solo se implementará allí donde se apliquen criterios y límites claros, que se deberán cumplir antes de poder utilizar la etiqueta ecológica. A este respecto, insto a la Comisión a que establezca criterios sensatos, claros y exhaustivos. La idea de atraer a la gente al esquema debe ser el centro de esto. Sería una pena que el establecimiento de la etiqueta ecológica fallase debido a obstáculos burocráticos.
Al fin y al cabo, será el consumidor el que decida si la etiqueta ecológica tiene éxito o fracasa, ya que es la aceptación de los consumidores la que debe buscar el esquema. Estando como estoy vinculado a la etiqueta ecológica Ángel Azul que tenemos en Alemania, creo que no debe tratarse de una cuestión de preferencia personal, sino de que los consumidores conozcan a simple vista las cualidades específicas de un producto. No habrá más que valor añadido para los consumidores si los Estados miembros no utilizan sus símbolos propios y se establece un símbolo uniforme a nivel europeo. Una maraña de símbolos aliena a los consumidores en lugar de informarlos. Un símbolo, una conclusión: hacia eso deberíamos trabajar todos de forma conjunta.
Antonio De Blasio (PPE-DE) . – (HU) El esquema voluntario de la etiqueta ecológica es de crucial importancia, ya que está pensado para apoyar la extensión por Europa de productos respetuosos con el medio ambiente, tanto en términos de producción como de consumo. Me gustaría llamar la atención sobre la importancia de reformar el esquema de la etiqueta ecológica y la necesidad de simplificar el sistema reduciendo las cargas administrativas implicadas en la utilización de la etiqueta y la ampliación del rango de categorías de productos que participan en el esquema. Sin embargo, creo que todo esto no garantizará por sí mismo el éxito de la reforma.
Si como resultado de estas gestiones, los productos que llevan la etiqueta de la flor sufren un aumento de precio, como es el caso de los productos orgánicos, los intentos de apoyar el consumo de estos productos fracasarán.
Creo que debemos evitar que el valor añadido de utilizar la etiqueta ecológica a nivel europeo provoque un aumento del precio de estos productos. A largo plazo, solo será posible garantizar y promover una distribución más amplia de estos productos si se establecen medidas e impuestos para limitar su precio u otras ventajas.
Por encima de mantener los precios estables, no debemos olvidarnos de la necesidad de hacer que la información que llega a los consumidores y a los productores sea más variada, y por lo tanto las instituciones de la UE y los gobiernos de los Estados miembros deben proporcionar información sobre las ventajas de la etiqueta y sobre el inventario de productos que participan en el esquema. Para que los consumidores cambien sus hábitos de compra, es esencial llevar a cabo campañas promocionales e informativas y hacer que la información sea más variada.
También me gustaría destacar la importancia de elaborar un programa de trabajo detallado para alcanzar los nuevos objetivos, y se debería garantizar que todas las partes implicadas tengan la oportunidad de participar en su elaboración. Como resultado del entorno siempre cambiante de la provisión de servicios, estos objetivos deben revisarse una vez al año.
Necesitamos comprender que independientemente de nuestra nacionalidad o nuestros compromisos nacionales, todos compartimos la tarea de proteger nuestro entorno, y por lo tanto de crear oportunidades para diseminar los objetivos y valores que la Unión Europea considera como propios y que estoy convencido de que son los requisitos previos esenciales de una vida humana completa. Esta obligación por nuestra parte también significa que debemos tener la oportunidad de escoger de entre varios productos de la misma categoría de precios los que se hayan producido mediante un proceso respetuoso con el medio ambiente.
Doy las gracias al ponente por su cooperación en relación a las enmiendas propuestas por mí. Le doy las gracias por preparar el informe, y les doy las gracias a ustedes por escucharme.
Justas Vincas Paleckis (PSE). – (LT) Me gustaría felicitar a los ponentes por su excelente trabajo. Creo que los Miembros Linda McAvan y Salvatore Tatarella han elaborado informes que ayudarán a la Unión Europea a seguir siendo una de las regiones más respetuosas con el medio ambiente del mundo. La gente a veces bromea, y a veces lo dice muy en serio, acerca de que el bien más importante exportado por la UE son unos estándares estrictos y claros. Una vez nos hemos adaptado a unos requisitos europeos más elevados, es frecuente que empresas de varios continentes los sigan en otros mercados mundiales.
En la actualidad las etiquetas ecológicas nacionales están más extendidas y son más conocidas que las etiquetas ecológicas de la UE. Por lo tanto, estoy de acuerdo con el ponente en que se necesita un mayor esfuerzo para hacer que esta etiqueta sea más fácil de reconocer para todos los consumidores de Europa y de otros lugares del mundo. Las instituciones de la Unión Europea, los gobiernos nacionales y las empresas individuales deberían presentar más iniciativas al respecto. Con la profunda integración de los mercados de los países de la UE, la creación de una etiqueta europea y la armonización de los requisitos es un proceso inevitable, beneficioso para todos los mercados participantes.
La renovación del esquema de gestión y auditoría medioambientales (EMAS) también es bienvenida. Por el momento, su popularidad va por detrás del estándar ISO 14001. Estoy de acuerdo con la opinión de que una vez que los requisitos del EMAS y la ISO se armonicen, será posible atraer a más organizaciones y estos estándares se complementarán en lugar de competir entre sí.
Estoy seguro de que en el futuro se prestará más atención a la protección del medio ambiente y la restricción del consumo sin límite. En mi opinión, ambos informes contribuyen a avanzar en esta dirección.
Dorette Corbey (PSE). – (NL) Señora Presidenta, estoy en deuda con la Sra. McAvan y el Sr. Tatarella por su excelente trabajo en el área de las etiquetas ecológicas y el esquema de gestión y auditoría medioambientales (EMAS). El consumidor respetuoso con el medio ambiente puede elegir entre diferentes etiquetas ecológicas, muchas de las cuales están relacionadas con los productos orgánicos. La etiqueta ecológica europea afecta a todos los productos y es una incorporación muy valiosa.
La etiqueta ecológica europea, sin embargo, se ha dejado a un lado durante muchos años. Solo me suena la pequeña flor con el círculo de estrellas alrededor de una marca de papel higiénico. Por lo tanto, doy la bienvenida a las nuevas normas para mejorar la etiqueta ecológica y hacerla más conocida. Los Estados miembros tienen que garantizar que la etiqueta ecológica gana reconocimiento entre el gran público.
La etiqueta ecológica europea necesita criterios claros que ponga fin a la proliferación de todo tipo de sellos bienintencionados. Una etiqueta ecológica ampliamente apoyada y reconocible al instante podría ser un incentivo para que los productores mejoren sus productos, ahorren material y energía y reciclen mucho más. Esto requiere criterios inambiguos, por supuesto. Los productores deberán cumplir criterios nuevos y estrictos, como es lógico, para recibir la etiqueta ecológica. Los criterios se basarán en un análisis científico de todo el ciclo de vida de los productos, lo que es excelente. Finalmente, solo el 10% o el 20% de los mejores productos de cada categoría recibirán la etiqueta ecológica.
El ponente y los ponentes alternativos también proponen investigar si los comestibles y las bebidas podrían incluirse dentro del ámbito de la etiqueta ecológica. Se me ocurre que el tiempo es esencial, no solo en la industria pesquera, sino también en otros sectores. Después de todo, los alimentos y la industria alimentaria suponen una carga considerable para el medio ambiente, y la etiqueta ecológica podría en cualquier caso dar una solución a esto.
También estoy de acuerdo con lo que la Sra. McAvan y el Sr. Wijkman dijeron al principio de este debate: es importante, en especial ahora, ofrecer incentivos para la producción respetuosa con el medio ambiente y el uso eficaz desde un punto de vista energético, y esta legislación jugará un papel en eso.
Martí Grau i Segú (PSE). – Señora Presidenta, la apuesta por la producción sostenible tiene la ventaja de que revierte a la vez en favor de la competitividad de las empresas y en favor de los intereses de los consumidores por lo que se refiere a la calidad de vida y al compromiso individual con el medio ambiente.
La etiqueta ecológica es un buen instrumento en este sentido y, por lo tanto, cabe congratularse por las medidas de refuerzo que hoy discutimos aquí. La etiqueta ecológica incluye un número de productos todavía muy limitado, es todavía poco conocida por los consumidores y, sin embargo, a menudo es copiada sin una verdadera acreditación detrás. Confío, por lo tanto, en que en la revisión que estamos abordando desde las instituciones europeas se contribuirá a atajar estos problemas.
Debemos tener en cuenta otro hecho fundamental: la etiqueta ecológica no debe reflejar la norma general dentro de la producción sostenible; la etiqueta ecológica debe reflejar la excelencia dentro de la producción sostenible, que debe de ser cada vez más mayoritaria. El reto que tenemos delante es hacer de nuestra economía una economía verde; la etiqueta ecológica, por lo tanto, debe ser la expresión máxima de esta generalización de las buenas prácticas en el respeto del medio ambiente.
En la Comisión de Mercado Interior, esta semana, hemos tenido un primer intercambio de puntos de vista sobre el informe sobre denominaciones de productos textiles y el etiquetado relacionado, del cual soy ponente. El sector textil me parece un buen ejemplo de que no sólo debemos hacer más ágiles los procedimientos de aprobación de nuevos productos, en este caso de nuevas fibras, sino que debemos esforzarnos, además, por consolidar la etiqueta ecológica, junto con medidas de más amplio alcance, para que el conjunto del sector se pase a la sostenibilidad. Sólo así podremos competir con otros mercados de producciones más indiscriminadas y sólo así podremos satisfacer las demandas de los consumidores, que, por suerte, son cada vez más exigentes.
Czesław Adam Siekierski (PPE-DE). – (PL) Señora Presidenta, en la actualidad lo que la legislación de la UE necesita es que se simplifique para que la ley sea clara y comprensible para todos y cada uno de los ciudadanos. La etiqueta ecológica significa información para los consumidores sobre asuntos medioambientales, incluyendo información sobre el producto, lo que facilita la decisión de comprarlo o no. La introducción de este sistema contribuirá a una mejora del estado del medio ambiente y contrarrestará el cambio climático. También contribuirá a reducir el consumo de agua.
Las etiquetas medioambientales para los productos deberían contener información sobre cantidades y otros aspectos y deberían ser claras y legibles. Un mayor consumo de alimentos orgánicos y naturales y de productos regionales contribuirá a mejorar el estado de salud de nuestra sociedad.
Reinhard Rack (PPE-DE). – (DE) Señora Presidenta, ya que hoy tengo un grupo de visitantes de Styria en la galería de visitantes, intentaré comenzar en la variedad austríaca de la lengua alemana.
Si está en ello, debe decirlo, y lo que diga debe ser correcto. Esto es importante para todos nosotros, no solo en este debate. Debemos demostrar que Europa se ocupa de asuntos específicos y responde excepcionalmente bien. También debemos garantizar que no tenemos una multitud de etiquetas para cada producto y es momento –y no solo ahora, justo antes de las elecciones europeas– de mostrarle a la gente de aquí y de fuera que la Unión Europea trabaja en cosas que valen la pena que afectan a los ciudadanos y que muchas de las cosas sin sentido que se pueden oír y leer cada día no son ciertas.
Presidenta. − Gracias, Sr. Rack. Sus visitantes sabrán que están bien representados.
Silvia-Adriana Ţicău (PSE). – (RO) La información sobre la etiqueta ecológica de los productos debe ser fácil de comprender, mientras que la etiqueta ecológica en sí debe posicionarse de tal modo que destaque claramente y defina el producto en cuestión. La información de la etiqueta ecológica debe referirse al rendimiento energético de los productos, debe ser fácil de comprender y debe basarse en pruebas científicas.
La Comisión y los Estados miembros deben garantizar que se destinan los fondos necesarios a las campañas de concienciación y promoción de la etiqueta ecológica. Llamo la atención de la Comisión Europea para que se cree una página web oficial de la Unión Europea, que incluya toda la información y los aspectos prácticos relacionados con la etiqueta ecológica en la Unión Europea.
Sin embargo, existe una gran cantidad de burocracia en el proceso de revisión de los criterios de la etiqueta ecológica para diferentes productos en 18 meses. Si queremos que este esquema sea efectivo no debe venir acompañado de un aumento del papeleo. Sin embargo, creo que es necesario un plan de trabajo comunitario para un período mínimo de tres años para establecer objetivos conjuntos y elaborar una lista no exhaustiva de grupos de productos que se considerarán prioritarios.
Al establecer los criterios de la etiqueta ecológica, debemos evitar introducir medidas cuya implementación pueda imponer disposiciones administrativas y económicas desproporcionadas en las PYME. Gracias.
Martin Bursík, Presidente en ejercicio del Consejo. – (CS) Me gustaría darles las gracias por este debate tan positivo e interesante sobre este tema. En mi opinión, el consumo es la característica fundamental de nuestra sociedad. Tuve la oportunidad de conocer una sociedad que vivió bajo el totalitarismo durante 40 años y en la que había escasez de productos y muchos consumidores potenciales. Hemos pasado por un proceso de desarrollo y creo que esta experiencia resulta interesante en relación a la expansión de Europea y la modernización de los países en desarrollo. Hemos pasado por un período de enormes ansias de consumo. A pesar de esto, parece que cuando surgen las opciones en forma de una gran variedad de bienes y productos, entonces se produce un aumento de la proporción de gente en la sociedad que se preocupa de la calidad de los alimentos, la calidad de los productos, la calidad del agua y la calidad del aire. Es muy importante para Europa tener éxito a la hora de proporcionar a estos consumidores información sobre el impacto del consumo de un producto determinado en el medio ambiente, la salud, el clima y el desarrollo sostenible en otras regiones, incluyendo las regiones de fuera de la UE.
Por esta razón creo firmemente que si el Parlamento Europeo aprueba estos dos reglamentos los ciudadanos de la UE se beneficiarán enormemente porque tendrán muchas más opciones para elegir. También creo que la gente pronto conseguirá categorizar los productos y alimentos que han generado tanta controversia en el debate, y en mi opinión esto permitirá a los ciudadanos de la UE contribuir activamente a la protección del medio ambiente mediante sus elecciones de consumo. Por lo tanto, estamos dando a los ciudadanos la oportunidad de sentirse mejor y de sentir que cada uno de ellos participa activamente en la protección del medio ambiente. De nuevo, es un placer dar las gracias a todo el mundo –los ponentes, el Consejo, el Parlamento y la Comisión– por esta propuesta, por la excelente cooperación con la Presidencia checa y porque creo que hemos conseguido concluir con éxito este documento en primera lectura.
Stavros Dimas, Miembro de la Comisión. − (EL) Señor Presidente, me gustaría empezar dando las gracias a todos los oradores del debate de hoy por sus discursos tan constructivos y positivos.
Según el texto acordado para el EMAS, las organizaciones y las empresas, en especial las pequeñas y medianas empresas de todo el mundo, tendrán acceso a un sistema de gestión medioambiental simple y efectivo.
Con esta revisión del EMAS, las empresas participantes obtendrán un beneficio neto, siempre y cuando puedan utilizar sus informes medioambientales para promover su rendimiento medioambiental entre los consumidores, el público y otras empresas, inspectores y auditores.
Gracias a las enmiendas propuestas por el Parlamento, el texto del reglamento de la etiqueta ecológica se ha mejorado aún más desde un punto de vista medioambiental y ahora resulta más accesible a las empresas. Las enmiendas del Parlamento también jugaron un papel extremadamente importante a la hora de garantizar la credibilidad de la etiqueta entre los consumidores y las organizaciones medioambientales.
La etiqueta ecológica revisada será más flexible y permitirá establecer más adelante criterios de inclusión para aún más bienes y servicios, en especial en categorías de productos con un importante impacto medioambiental y, por lo tanto, una gran capacidad de mejora.
La aprobación de este texto en primera lectura aumentará el número de productos con la etiqueta ecológica, lo que proporcionará a los consumidores mucha más variedad a la hora de comprar. Por supuesto, nuestro objetivo es que se reconozca más ampliamente el esquema de la etiqueta europea y se salvaguarde su validez y fiabilidad a nivel internacional.
Hasta el momento, sin embargo, esta etiqueta ecológica primero necesita ser reconocida por consumidores y empresas de toda la Unión Europea.
Por eso quiero enfatizar que el Sr. Wijkman tenía razón en resaltar que debemos reforzar el apoyo comercial y publicitario de la etiqueta ecológica. Por esta razón, la Comisión ha destinado recursos y medios, más de lo que nunca antes lo había hecho, a reforzar la publicidad de la etiqueta ecológica.
También respaldamos por completo el punto de vista expresado por el Sr. Howitt acerca de las perspectivas para el EMAS a nivel internacional. Para ser específicos, los estándares ISO internacionales ya se han incluido e incorporado en el EMAS. Ahora el EMAS estará abierto a solicitudes por parte de empresas internacionales de fuera de la Unión Europea.
Queremos limitar la burocracia y garantizar que los diferentes textos que se refieren a los criterios relevantes sean simples y prácticos, y que la etiqueta ecológica esté todo lo armonizada que sea posible con otras etiquetas nacionales e internacionales.
El texto de nuestra propuesta proporciona esta ventaja, en el sentido de que contiene una referencia a la elaboración de documentos explicatorios especiales y la adopción de reglas especiales para promover la armonización con las etiquetas nacionales.
Presentaré tres declaraciones de la Comisión a la secretaría del Parlamento para que se incluyan en el acta de la sesión de hoy:
- la primera se refiere al modo en que se aborda el problema de las etiquetas confusas en los productos de la pesca. La Comisión pretende proponer un reglamento que prohíba las etiquetas confusas que son incompatibles con una industria pesquera sostenible;
- la segunda declaración se refiere a la intención de la Comisión de garantizar que el reglamento revisado de la etiqueta ecológica no infrinja los reglamentos de los productos químicos, como el reglamento REACH;
- la tercera declaración tiene que ver con el plan de la Comisión de volver a examinar el nivel de obligación de los productos con la etiqueta ecológica.
Para terminar, me gustaría decir que tanto el EMAS como la etiqueta ecológica son iniciativas excepcionales. Hasta el momento, no se ha explotado del todo el potencial tanto de una como de la otra, y estoy de acuerdo con la Sra. Svensson en que se debería aplicar como se está haciendo ahora, no solo en cinco Direcciones Generales y comités, sino también en las otras Direcciones Generales, y eso es lo que estamos haciendo con la decisión que estamos preparando. El Parlamento Europeo ha decidido aplicar el EMAS y esperamos lo mismo por parte del Consejo.
La revisión propuesta hoy permitirá al EMAS y a la etiqueta ecológica convertirse en puntos de referencia para una gestión medioambiental sólida y un rendimiento medioambiental óptimo de los productos.
Por lo tanto, me gustaría llamar una vez más la atención sobre la importancia de alcanzar un acuerdo en primera lectura. Se han realizado numerosos cambios útiles en los textos y los resultados son muy equilibrados. Por lo tanto, les pido que apoyen este texto en su totalidad sin realizar más cambios.
Antes de terminar, me gustaría dar de nuevo las gracias a los ponentes por su contribución, que ha resultado extremadamente útil. Creo firmemente que con su duro trabajo y la cooperación de la Presidencia checa estamos en posición de llegar a un acuerdo en primera lectura, lo que es muy importante.
1) En lo referente a la relación del reglamento de la etiqueta ecológica con el próximo reglamento de la industria pesquera
Independientemente de la adopción del reglamento de la etiqueta ecológica, la Comisión confirma que pretende proponer un reglamento sobre el etiquetado ecológico de los productos de la pesca antes de finales de año, reglamento que se basará fundamentalmente en criterios de pesca sostenible.
El estudio previsto en el artículo 6 (5)a del reglamento de la etiqueta ecológica que trata de aspectos adicionales como el procesamiento, el preempaquetado, el empaquetado y el transporte, que examinará la viabilidad de la extensión del ámbito del reglamento de la etiqueta ecológica a los alimentos, incluyendo los productos de la pesca y la acuicultura, no influenciará o prejuzgará la adopción de este reglamento.
2) En lo referente a la coherencia con la legislación sobre sustancias químicas
La Comisión garantizará que la implementación del reglamento de la etiqueta ecológica sea coherente con las otras legislaciones comunitarias relevantes en materia de sustancias, preparados y mezclas.
3) En lo referente a la revisión de las tasas
La Comisión confirma que pretende revisar el nivel de tasas de la etiqueta ecológica en los 18 meses siguientes a la entrada en vigor del reglamento, teniendo en cuenta el coste que supone para los Estados miembros la administración del esquema, y proponer una revisión de las tasas de la manera apropiada.
Salvatore Tatarella , ponente. – (IT) Señor Presidente, señor Ministro, señor Comisario, Señorías, yo también agradezco esta oportunidad de dar las gracias a todos aquellos que han participado en este debate, en el que se ha puesto de manifiesto que existe un gran acuerdo acerca del trabajo llevado a cabo por el Comité de medio ambiente, salud pública y seguridad alimentaria. El debate también ofreció más información, estímulos adicionales y más sugerencias que espero que sean de gran valor para la Comisión y los Estados miembros en el cumplimiento de sus obligaciones.
Mediante este debate y la votación que se va a llevar a cabo hoy, el Parlamento prácticamente ha hecho realidad su compromiso en estos dos asuntos tan importantes. Ahora es el turno de la Comisión de dar su opinión: me alegró oír las tres declaraciones hechas oficialmente por el Comisario. Esperamos que la Comisión lleve a cabo su estudio sobre los alimentos de manera muy específica para descartar cualquier posibilidad de confusión entre esta etiqueta y los productos orgánicos. Esperamos con ansia el reglamento sobre los productos de la pesca, aunque el Comité de Pesca la espera con un ansia especial. Doy las gracias al Comité de Pesca por ayudarnos en estos momentos tan difíciles.
Quiero llamar la atención de la Comisión sobre las exenciones para los productos tóxicos: actúen con gran cuidado y precaución. En lo que se refiere a la campaña promocional, esperamos que las campañas de la Comisión sean efectivas y estén dirigidas a un fin para llegar al público general y en especial a la gente joven. Esperamos que se respeten los plazos firmes que hemos intentado establecer y que la reducción de las pruebas con animales también se respete. Solo me queda una pequeña preocupación y remordimiento: quizá podíamos haber hecho más acerca de los contratos. Esta tarea queda pendiente para la próxima vez.
Linda McAvan, ponente. − (EN) Señora Presidenta, simplemente me gustaría retomar lo que ha dicho Avril Doyle acerca de que tenemos una plétora de iniciativas y etiquetas que son etiquetas de ética y sostenibilidad, y me gustaría decir que creo que la Comisión necesita tener cuidado con esto y asegurarse de que la gente no se confunde. El señor Comisario acaba de hablar sobre el etiquetado de la pesca y asegurarse de que la gente sabe lo que compra. Yo también he estado implicada en el comercio justo y la protección de la etiqueta de comercio justo, y lo que hemos visto en los últimos años es el desarrollo de etiquetas alternativas. Algunas están bien, pero otras intentan parecer etiquetas éticas, etiquetas de comercio justo, pero de manera barata, sin tener la verificación independiente necesaria para que el sistema de etiquetado sea decente. Así que espero que la Comisión se asegure de que todos estos sistemas de etiquetado y etiquetado ético siguen teniendo algo de integridad y no se convierten simplemente en herramientas comerciales de las organizaciones que quieren hacer creer al público que son ecológicas y éticas cuando en realidad todo esto no es más que una tapadera.
Por lo tanto, espero que la Comisión analice esto, y realmente es necesario que analice los distintos departamentos. Cada vez que menciono esto me responden: «No, no somos nosotros, es el otro departamento», y parece que se pasan la responsabilidad unos a otros.
Finalmente, solo me queda dar las gracias de nuevo a todo el mundo por sus contribuciones. Estoy deseando que llegue la votación, que espero que sea muy simple y directa.
Presidenta. − Se cierra el debate.
La votación tendrá lugar hoy a las 11.00 horas.
Declaraciones por escrito (artículo 142 del Reglamento)
Alin Lucian Antochi (PSE), por escrito. – (RO) Apoyo totalmente el informe de la Sra. Vălean sobre la aplicación de la Directiva 2004/38/EC, más aun después de los acontecimientos que han tenido lugar recientemente en algunos Estados miembros y que han puesto de manifiesto la descarada violación de una de las cuatro libertades fundamentales, a saber, el derecho de los ciudadanos de desplazarse libremente y establecerse en el territorio de los Estados miembros.
Es más, la inefectiva transposición o incluso la no transposición en absoluto de esta directiva a las legislaciones nacionales de los Estados miembros ha dado lugar a un número de abusos relacionados con formalidades administrativas y la interpretación restrictiva de las disposiciones legislativas sobre la idea de «residir sin autorización», que han culminado en la detención y expulsión injustas de ciudadanos europeos. Sin embargo, la solución no es cerrar las fronteras, sino buscar medidas concretas para facilitar la integración de los ciudadanos en la diversidad de las sociedades europeas.
Creo que el informe que se está debatiendo supondrá una importante contribución a la monitorización de la transposición de los reglamentos estipulados por esta directiva si los Estados miembros y la Comisión pueden cooperar con éxito en este sentido.
En la actualidad, todos los ciudadanos europeos desean vivir en una Unión Europea donde se respeten los valores fundamentales, como la libre circulación de personas. Sin embargo, no debemos olvidar que para lograr este objetivo, todos debemos hacer nuestra propia contribución.
Rovana Plumb (PSE), por escrito. – (RO) El etiquetado ecológico es una medida voluntaria pensada para promover a nivel europeo la distribución de productos con un alto nivel de eficacia y un bajo impacto medioambiental a lo largo de todo su ciclo de vida.
La experiencia adquirida como resultado de la implementación de este esquema de certificación durante casi 10 años, abarcando 26 categorías de productos, 622 licencias y más de 3 000 productos y servicios (detergentes, papel, ropa, calzado, textiles, productos de turismo y camping), sugiere que es necesaria una intervención más firme para tratar ciertos aspectos clave del esquema.
Dado que muchos agentes económicos no están contentos con la extensa duración del procedimiento de aprobación de los criterios y la rapidez con la que se vuelven obsoletos una vez que se han aprobado, se han introducido enmiendas al modo en que se aprueban (un período máximo de 180 días entre completar la evaluación y la aprobación, con un procedimiento de revisión simplificado y abreviado para los cambios no esenciales en los criterios), junto con un nuevo sistema para conceder etiquetas.
Para mantener la credibilidad del esquema de certificación de la etiqueta ecológica es necesario:
- la aplicación del principio general de protección de la salud de los consumidores y el medio ambiente, incluso en el caso de los productos etiquetados
- actividades promocionales: mejorar el modo en que se informa a los consumidores, iniciando campañas de información para mantener la confianza en la etiqueta ecológica, utilizando fondos europeos
- prestar especial atención a las PYME.
Apoyo el informe y felicito al ponente.
Esko Seppänen (GUE/NGL), por escrito. – (FI) Me gustaría llamar la atención sobre el hecho de que se establecerá una base común para el uso de la etiqueta ecológica comunitaria, pero no se debería permitir que esta evite otros tipos de etiquetado. Creo que es importante poder poner una etiqueta a un producto para mostrar que se ha producido en el país en el que se vende, y no apruebo la posición de la Comisión de prohibir esto en campañas financiadas por la Comunidad. La notificación del país de origen en la producción local de alimentos, por ejemplo, es el mejor tipo de etiqueta ecológica.
(La sesión, suspendida a las 10.35 horas, se reanuda a las 11.00 horas)