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Procedimiento : 2009/0059(COD)
Ciclo de vida en sesión
Ciclos relativos a los documentos :

Textos presentados :

A7-0005/2011

Debates :

PV 03/02/2011 - 4
CRE 03/02/2011 - 4

Votaciones :

PV 03/02/2011 - 8.5
Explicaciones de voto
Explicaciones de voto

Textos aprobados :

P7_TA(2011)0033

Acta literal de los debates
Jueves 3 de febrero de 2011 - Bruselas Edición DO

4. Instrumento de Financiación de la Cooperación al Desarrollo - Instrumento financiero para la promoción de la democracia y de los derechos humanos a escala mundial (modificación del Reglamento (CE) nº 1889/2006) - Instrumento de Financiación de la Cooperación al Desarrollo (modificación del Reglamento (CE) nº 1905/2006) - Establecimiento de un instrumento de financiación de la cooperación con los países industrializados (modificación del Reglamento (CE) nº 1934/2006) (debate)
Vídeo de las intervenciones
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  Presidenta. – El siguiente punto del orden del día es el debate conjunto sobre:

– la recomendación para la segunda lectura del señor Goerens, en nombre de la Comisión de Desarrollo, sobre un instrumento de financiación de la cooperación al desarrollo [16447/1/2010 - C7-0424/2010 - 2010/0059(COD)] (A7-0009/2011)

– la recomendación para la segunda lectura de la señora Lochbihler y la señora Gál, en nombre de la Comisión de Asuntos Exteriores, respecto de la Posición del Consejo en primera lectura con vistas a la adopción del Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo que modifica el Reglamento (CE) nº 1889/2006 por el que se establece un instrumento financiero para la promoción de la democracia y de los derechos humanos a escala mundial (16446/1/2010 – C7-0427/2010 – 2009/0060B(COD))

– la recomendación para la segunda lectura del señor Mitchell, en nombre de la Comisión de Desarrollo, en relación con un instrumento de financiación para la cooperación al desarrollo, que modifica el Reglamento (CE) nº 1905/2006 [16442/1/2010 - C7-0426/2010 - 2009/0060A(COD)] (A7-0006/2011)

– la recomendación para la segunda lectura del señor Scholz, en nombre de la Comisión de Comercio Internacional, en relación con el establecimiento de un instrumento de financiación de la cooperación con los países y territorios industrializados y otros países y territorios de renta alta, que modifica el Reglamento (CE) nº 1934/2006 (A7-0005/2011).

 
  
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  Charles Goerens, ponente. (FR) Señora Presidenta, se presenta hoy para una segunda lectura la propuesta de Reglamento que establece un Programa de Medidas Complementarias para el Sector del Plátano de la zona ACP (África, Caribe y el Pacífico).

Como recordatorio, hicimos un llamamiento en primera lectura a favor del mayor número posible de medidas complementarias para los países ACP exportadores de plátanos, cuya situación puede empeorar por la entrada en vigor, dentro de la OMC, de un acuerdo con los Estados Unidos y con los productores latinoamericanos para poner fin a la disputa comercial relativa a los derechos de aduana sobre plátanos. Según el acuerdo, los derechos de importación sobre el plátano se reducirán gradualmente de 176 euros por tonelada a 114 euros por tonelada para el año 2017.

Sin embargo, los plátanos de los países ACP continuarán disfrutando de un acceso libre de impuestos en la Unión Europea. El deterioro de la situación de esos países tras la entrada en vigor del acuerdo comercial ha llevado a negociar Medidas Complementarias para el Sector del Plátano, o BAM por sus siglas, con la Unión Europea.

Nuestra Comisión de Desarrollo, de la que soy el ponente, consiguió asegurar la aprobación en primera lectura de las siguientes mejoras del texto inicial.

En primer lugar, se ha hecho hincapié en la erradicación de la pobreza y la mejora de las condiciones de vida como objetivos principales de las medidas recomendadas.

En segundo lugar, los pequeños agricultores y las pequeñas empresas son considerados como los principales beneficiarios de estas medidas.

En tercer lugar, el reglamento presta particular atención a los aspectos relativos a las normas medioambientales, de salud y trabajo.

En cuarto lugar, se han incorporado criterios de transparencia para la asignación de fondos.

Por último, se ha alcanzado un acuerdo para una evaluación provisional, que debe llevarse a cabo dieciocho meses antes de que expire el programa.

Por añadidura, el Parlamento y el Consejo han llegado a un acuerdo sobre la financiación de las medidas complementarias para 2010 y 2011. Todos estos avances responden ampliamente a las expectativas de los países ACP. El único punto discordante concierne a la cuestión horizontal de la aplicación de los actos delegados al Instrumento de Financiación de la Cooperación al Desarrollo (ICD). Nuestra interpretación del artículo 290 del Tratado de Lisboa respalda nuestra demanda.

El Parlamento Europeo desea manifestar su opinión en las decisiones estratégicas que la Comisión adopte con respecto a la financiación de la acción exterior. Hasta ahora, el Consejo se ha negado a atribuir al Parlamento el protagonismo que le corresponde en el funcionamiento de los instrumentos de financiación.

En necesario aclarar los asuntos, y yo insistiría con firmeza en los puntos siguientes: nos negamos a que nos llamen agitadores. El Parlamento y la Comisión de Desarrollo así lo demuestran a diario en su trabajo. Por consiguiente, invito a mis colegas diputados a mantener la posición adoptada en primera lectura y votar abrumadoramente a favor del texto que acabo de presentar para su aprobación.

 
  
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  Barbara Lochbihler, ponente.(DE) Señora Presidenta, que se garanticen los derechos humanos, la promoción y el desarrollo de las estructuras democráticas y que se luche contra la corrupción son las demandas centrales de quienes han tomado las calles de Túnez, Egipto y Yemen por medios pacíficos, con la esperanza de lograr así un cambio para que los ciudadanos del Magreb y del mundo árabe puedan afirmar su derecho a la libertad de expresión y la libertad de prensa, su derecho a unas elecciones libres y su derecho a la participación ciudadana. La aplicación de estos derechos es precisamente lo que quiere promover nuestro instrumento de financiación para la democracia y los derechos humanos; hasta la fecha, ha tenido pocas oportunidades de actuar en los países mencionados porque allí se registran unas circunstancias tales que, en general, quienes mantienen una opinión diferente pueden esperar persecución y tortura.

Acojo con gran satisfacción el hecho de que, como escuchamos ayer en el grupo de trabajo, la Comisión ya haya hecho planes detallados para utilizar el instrumento de financiación de tal manera que nos permita ahora disponer de proyectos a corto, medio y largo plazo, que sirvan para apoyar la transformación democrática en Túnez. Sería bueno que en el futuro pudiésemos desarrollar un modelo a partir de esto, que también pueda utilizarse si se produjese una transformación fundamental de estas características en otros Estados. Espero sinceramente que la Comisión acepte de las sugerencias formuladas por la delegación parlamentaria enviada a Túnez, como las tocantes a la reforma del poder judicial.

El instrumento para la promoción de la democracia y los derechos humanos está estructurado de tal forma que pueda respaldar a las personas que trabajan por la mejora de la situación de los derechos humanos en las diferentes estructuras civiles. Puede tratarse de gobiernos, de instituciones internacionales de derechos humanos o de personas que necesitan apoyo en calidad de defensores de los derechos humanos. En general, se trata de una buena estructura, precisamente porque permite actuar en determinadas situaciones sin el consentimiento del gobierno correspondiente. Yo esto no lo veo en modo alguno como una interferencia en los asuntos internos, porque está en la misma naturaleza de los derechos humanos que podamos resistir la coerción y la violencia del Estado contra la población, contra el ciudadano individual.

Desde luego, necesitamos revisar cada uno de los proyectos, así como las prioridades del instrumento para los derechos humanos y la democracia, y someterlos a una permanente evaluación crítica. Hasta ahora, el instrumento era todavía relativamente nuevo, por lo que carecía de sentido llevar a cabo una evaluación que nos diría poco. Por tanto, es aún más importante que ahora nos preparemos y pongamos en práctica la próxima evaluación integral. El objetivo debe ser aclarar los efectos de las diferentes medidas y replantearnos las prioridades y métodos de trabajo cuando sea pertinente.

Este instrumento financiero comparte el principio básico de que debe haber complementariedad entre todos los instrumentos de financiación. Con todo, en la práctica nos encontramos con frecuencia que este instrumento financiero relativamente modesto está siendo usado para financiar proyectos que podrían estar claramente vinculados a un instrumento geográfico. Este asunto también se plantea en el caso de los diálogos sobre derechos humanos. Por tal motivo, no debemos aceptar recorte alguno en este humilde instrumento, y también hemos de vigilar que no se utilice para financiar proyectos para los que no es apropiado.

Por último, me voy a referir a los actos delegados; una cuestión en la que todavía tenemos que llegar a un acuerdo para cualquiera de los instrumentos de financiación. En muchos ámbitos políticos, como el medio ambiente y el transporte, no hay controversia en cuanto a lo que puede considerarse como actos delegados. En política exterior, sin embargo, esto se considera muy polémico. Es muy importante, sin embargo, en especial tras el Tratado de Lisboa, que el Parlamento también tenga derechos de codecisión en política exterior, en el plano de la orientación estratégica de los programas para instrumentos de financiación.

 
  
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  Kinga Gál, ponente. (HU) Señora Presidenta, representantes de la Comisión, Señorías, todo lo que ha dicho la señora Lochbihler, mi oponente, es de gran importancia si tenemos en cuenta que la tensa situación internacional actual, y estoy pensando en los casos del norte de África debatidos ayer, en Túnez y en Egipto, muestra que la atención que dedicamos a, por ejemplo, este instrumento de financiación de los derechos humanos es de verdad importante, y que el impacto que este instrumento tiene en la práctica en un lugar específico puede ser significativo. Ésta es justamente la primera razón por la que el Parlamento reclama el derecho de supervisión en relación con el instrumento.

En cuanto a las cuestiones sustantivas examinadas en el debate en primera lectura, en octubre del año pasado, cuyo objetivo era promover la acción de las organizaciones no gubernamentales de importancia clave, las instituciones estaban de acuerdo. Ahora, en segunda lectura, se hace necesario ocuparnos de la otra cara de la moneda, a saber, un acuerdo relativo al debate interinstitucional sobre el derecho del Parlamento al control democrático. Es bien sabido que la cuestión de los instrumentos de financiación, incluida la cuestión de este instrumento de promoción de la democracia y los derechos humanos, ha sido objeto de una lucha interinstitucional durante un año.

El Tratado de Lisboa ha reforzado el derecho del Parlamento Europeo al control democrático; de hecho, ésta es la institución de los actos delegados, que creemos que tiene que hacerse cumplir y aplicarse en la situación actual. Este paquete específico, el caso de los actos delegados, es lo que podría ser el primer ejemplo significativo de que la función del Parlamento Europeo se ha ampliado de hecho desde el 1 de diciembre de 2009. Así, en segunda lectura, y con toda probabilidad durante el proceso de acuerdo posterior, también nosotros estamos luchando por el reconocimiento del derecho del Parlamento Europeo al control democrático, y al igual que mi colega creo esto es relevante precisamente en el caso del instrumento de financiación de la democracia y los derechos humanos. Y esto es así porque, como acabamos de oír, este instrumento se ha diseñado para servir a los derechos humanos, el Estado de Derecho y la protección de la democracia, y estamos promoviendo derechos específicos, como la lucha por los derechos de las mujeres y los niños, y la lucha contra la pena de muerte, la tortura y el trato cruel, inhumano y humillante. Nuestro objetivo es ayudar a los defensores de los derechos humanos en su trabajo, incluso en las condiciones más complicadas. Ésta es otra razón por la que este instrumento resulta de especial importancia. Sus beneficiarios son organizaciones no gubernamentales, que encuentran grandes obstáculos en determinados países. Todo esto justifica que nosotros, el Parlamento, podamos alzar nuestra voz en la configuración de la estrategia y los programas marco y en la elaboración de planes para el futuro, ya que podemos adoptar medidas más serias a través del seguimiento anual que a través de una simple expresión de nuestras opiniones en los ciclos económicos bianuales. Por este motivo solicitamos su respaldo, para que ahora, en el período posterior al Tratado de Lisboa, podamos realmente actuar también en el espíritu del Tratado, y espero que tanto la Comisión como el Consejo comprendan lo necesario que es esto durante el próximo proceso de acuerdo.

 
  
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  Helmut Scholz, ponente. – (DE) Señora Presidenta, señor Comisario, Señorías, el instrumento de financiación de la cooperación con los países y territorios industrializados y otros países y territorios de renta alta (ICI) está siendo modificado de forma sustancial en esta legislatura. Tenemos la intención de asignar de forma conjunta hasta 348 millones de euros para cooperación en áreas como la ciencia, los intercambios académicos —entre ellos el Erasmus Mundus—, la cultura, la protección del medio ambiente y las energías renovables, así como el fomento de las relaciones comerciales bilaterales. Aquí debería prestarse una atención especial a las pequeñas y medianas empresas.

La novedad es que, con lo que se conoce como ICI Plus, ahora pueden financiarse asimismo los proyectos en países en desarrollo, y concretamente proyectos que no entran en la definición general de medidas de ayuda al desarrollo. Entre éstos se incluyen proyectos y medidas como el envío de estudiantes europeos a las universidades de África, Asia o América Latina, un elemento del todo novedoso. En los tiempos actuales, cuando la UE tiene una mayor responsabilidad para realinear su cooperación en colaboración con un número creciente de Estados, permitir un desarrollo autodeterminado tiene un papel específico que desempeñar en todo esto.

La refundición del reglamento tiene que delimitar con claridad las oportunidades y los desafíos derivados de la ampliación de su ámbito geográfico. Se establece claramente quién puede obtener ayuda financiera, para qué fines y en qué condiciones. Otro elemento nuevo de este instrumento es que el reglamento especifica que la asignación de fondos debe garantizar que los países socios cumplan con las normas laborales fundamentales de la Organización Internacional del Trabajo y que trabajen para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, como una importante contribución a la lucha internacional contra el cambio climático.

Igualmente importante es que el Estado de Derecho y la dignidad humana en el trabajo pasan a considerarse objetivos de la cooperación. Como vamos a entrar en la segunda lectura, permítanme reiterar que considero esencial garantizar que cuando ofrezcamos ayuda financiera no se hagan concesiones en lo referente a los principios básicos de la Unión Europea. Cuando en adelante promovamos proyectos en países en vías de desarrollo, hay que prestar atención a la coherencia de la política y, en particular, a la armonización con medidas para combatir la crisis alimentaria. En la votación en el Pleno en primera lectura, se decidió, aunque por un estrecho margen, no dedicar a ICI Plus ninguno de los fondos asignados hasta el momento a la ayuda al desarrollo.

Estamos entrando en la segunda lectura con una comprensión acelerada de este y todos los instrumentos de financiación. Tras el éxito de las negociaciones de compromiso entre el Consejo y el Parlamento Europeo, hemos adaptado ICI Plus a los retos venideros. Todas las cuestiones de fondo han sido aprobadas por mayoría en sesión plenaria. Hasta ahora todo va bien, o eso es lo que parece. Sin embargo, sigue pendiente de decisión cómo vamos a abordar en el futuro la división de poderes entre los dos órganos legislativos de la UE, división que resulta de la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, en particular en el ámbito de la política comercial internacional comunitarizada. La cuestión en juego aquí es la democracia, y específicamente lo que se conoce como actos delegados, que es algo en lo que el Parlamento Europeo y la Comisión y el Consejo siguen manteniendo opiniones divergentes.

¿Qué significa todo esto? Queremos hacer lo que consideramos nuestro deber hacia nuestro electorado. Queremos comprobar si la planificación estratégica plurianual del Servicio Europeo de Acción Exterior y de la Comisión para la aplicación de nuestras normas coincide con el espíritu del legislador. En el pasado, la Comisión ha adoptado, por desgracia con demasiada frecuencia, la actitud de que es posible redactar lo que se quiera. El Tratado de Lisboa nos otorga un nuevo cometido y una obligación como legisladores, y exigimos un derecho de veto. Los ponentes de los diversos instrumentos de financiación de la política exterior, los presidentes de los comités y los líderes de los Grupos están todos de acuerdo en que debemos luchar por este derecho democrático.

Comisario, Señorías, el comportamiento que hemos visto hasta ahora demuestra que todavía no todos los tres órganos de la Unión Europea han reconocido este principio. Por consiguiente, defendemos hoy enérgicamente nuestro derecho de control, porque en el futuro la Comisión debe basar su planificación en lo que el legislador ha establecido, no en sus propias comunicaciones.

 
  
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  Karel De Gucht, miembro de la Comisión. Señora Presidenta, estoy aquí para sustituir al señor Piebalgs, que se encuentra en el extranjero debido a un compromiso previsto hace ya tiempo, en el segundo debate sobre estos instrumentos financieros de las exteriores relaciones.

Mis primeras palabras son de agradecimiento a los ponentes, la señora Gál, la señora Lochbihler, el señor Mitchell, el señor Scholz y el señor Goerens. Hemos cooperado muy bien en estos asuntos y, aparte de los actos delegados, hay una considerable coincidencia en cuanto al fondo entre las tres instituciones implicadas.

Las cuestiones pendientes se deben a la relación interinstitucional más amplia en el nuevo entorno creado por el Tratado. Ahora nos encontramos en una difícil coyuntura política y operativa que los socios en el extranjero no comprenden, porque la ejecución de actos de base es un asunto interno de la UE.

Si bien como Comisario de Comercio no soy responsable de ninguno de estos instrumentos, ciertamente respaldan una amplia gama de objetivos de la política de la UE, incluido el comercio, y nos permiten mantener nuestra relevancia como actores de la política exterior.

Desde su último debate en octubre, el año terminó sin un acuerdo en primera lectura. Ustedes conocen la situación. El Parlamento espera que el artículo 290 del Tratado, que perfila el procedimiento conocido como «actos delegados», se aplique para la adopción de los documentos de estrategia y los programas de acción plurianuales. Pero en su posición de primera lectura, el Consejo rechazó sus enmiendas relativas a actos delegados.

Es muy importante que lleguemos pronto a un acuerdo, en particular sobre ICI Plus y la propuesta de medidas complementarias para el sector del plátano. De lo contrario la Comisión se verá incapaz de aplicar el presupuesto correspondiente.

Más en concreto acerca de ICI, considero que todos coinciden en que este instrumento está diseñado para promover los intereses de la UE en los países industrializados, algunos de ellos socios estratégicos clave que no esperarán a que estemos preparados desde el punto de vista administrativo. Otros compiten para llenar los vacíos que creamos, ya se trate de cooperación energética, apoyo a las empresas, objetivos de la agenda digital, etc.

En cuanto a las medidas complementarias para el sector del plátano, solamente puedo subrayar, espero que con algo de resonancia en calidad de Comisario de Comercio, que están plenamente vinculadas con el Acuerdo de Ginebra, que puso término a nuestro conflicto comercial más prolongado en la OMC y el GATT, que se prolongó durante casi veinte años.

Las medidas complementarias están destinadas a apoyar a diez países ACP exportadores de plátano en su adaptación a una reducción de su margen preferencial como resultado del Acuerdo de Ginebra. Es de suma importancia, por lo tanto, que mantengamos la credibilidad de la UE como un negociador comercial internacional mediante el cumplimiento de nuestros compromisos y, en este caso, se lo debemos sobre todo a los países ACP productores de plátano.

Examinemos el panorama más amplio del comercio mundial de alimentos en este momento y las dificultades que atraviesan en algunos países, que dependen en gran medida de los ingresos procedentes de la exportación de uno o unos pocos productos básicos. Es aquí donde realmente pienso que hay urgencia.

Entiendo la preocupación del Parlamento de participar en los documentos estratégicos y la programación plurianual. La Comisión ha presentado propuestas para mejorar el control parlamentario y ofrece otras soluciones de compromiso, pero no han podido cobrar fuerza ni el Parlamento y ni el Consejo.

Estoy hoy aquí para reiterar el compromiso que la señora Ashton y el señor Piebalgs les ofrecieron en octubre pasado para buscar soluciones políticas prácticas. Permitamos al Consejo, la Comisión y al Parlamento trabajar para lograr ahora resultados consensuados durante la segunda lectura y que todos participen resueltamente para alcanzar ese objetivo.

Nuevos retrasos conllevan consecuencias presupuestarias, políticas, jurídicas e incluso socio-económicas. En el momento en el que el Tratado de Lisboa cambió el sistema de comitología y asignó nuevos poderes al Parlamento Europeo, dotó a la UE de unas funciones más importantes y de nuevas estructuras para aplicar una política exterior más coherente, más integral y con mayor uniformidad. Gracias por su atención. Espero con interés el debate.

 
  
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  Maurice Ponga, en nombre del Grupo del PPE.(FR) Señora Presidenta, Señorías, el Parlamento Europeo se pronunciará hoy por segunda vez sobre la modificación del instrumento de financiación de la cooperación al desarrollo que prevé la puesta en práctica de medidas de acompañamiento para el sector del plátano para los principales países ACP productores de plátano. Estas medidas complementarias se justifican por la reducción de las preferencias arancelarias concedidas a los países ACP tras la celebración, en diciembre de 2009, del Acuerdo de Ginebra con los Estados Unidos y los países de América Latina. La Unión Europea se comprometió en aquel momento a proporcionar 190 millones de euros en apoyo a los países ACP para ayudarles a hacer frente a esa nueva competencia.

Hemos modificado tanto forma como contenido de la propuesta de la Comisión en primera lectura. El Consejo no estuvo de acuerdo con nosotros en la forma, por lo que el reglamento ha sido presentado hoy a una segunda lectura. En efecto, el Consejo se negó a permitir que el procedimiento de los actos delegados fuese aplicado a los documentos de estrategia y a los programas indicativos plurianuales, y por lo tanto se opuso a la aplicación los avances del Tratado de Lisboa. El Parlamento decidió reaccionar con rapidez, y eso resulta esencial.

Por lo tanto, estamos enviando un nítido mensaje político a los países ACP. El Parlamento Europeo está junto a ellos y está haciendo todo lo posible para garantizar que los 190 millones de euros sean desbloqueados cuanto antes. No obstante, también estamos enviando un mensaje al Consejo. El Parlamento Europeo defiende sus prerrogativas establecidas en el Tratado de Lisboa. Así pues, le hemos pasado la pelota al Consejo. La Unión Europea asumió un compromiso con los países ACP. Por ello, el Consejo debería asumir sus responsabilidades, como ha hecho el Parlamento.

(El orador acepta responder a una pregunta formulada con arreglo al procedimiento de la «tarjeta azul» de conformidad con el artículo 149, apartado 8 del Reglamento)

 
  
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  William (The Earl of) Dartmouth (EFD). - Señora Presidenta, ¿se le ha planteado alguna vez al señor Ponga que el contribuyente comunitario, y en particular el contribuyente británico, prefiera quizás una congelación indefinida de los 190 millones de euros?

 
  
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  Maurice Ponga (PPE).(FR) Gracias por su pregunta, señor Dartmouth. Todo lo que quiero decir es que hay acuerdos internacionales en vigor que exigen que la Unión Europea invierta en sus relaciones con los países ACP, y éste es uno de los acuerdos a los que la Unión Europea debe dar prioridad. En lo que a mí respecta, nunca he pensado que esos 190 millones deban congelarse.

 
  
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  Patrice Tirolien, en nombre del Grupo S&D.(FR) Señora Presidenta, la posición unánime adoptada hoy por nuestro Parlamento demuestra hasta qué punto la cuestión de las competencias de ejecución es de una importancia capital para esta Cámara. No obstante, pasando a la cuestión de las medidas complementarias para el sector del plátano, este acuerdo es vergonzoso en lo que se refiere a nuestros socios ACP productores de plátano. De hecho, un año después de que estos países hayan obtenido legítimamente una compensación de la Comisión, aún no han recibido los fondos, a pesar de que el Acuerdo de Ginebra les está castigando con dureza.

Por lo tanto, es a ellos a quienes me dirijo hoy de nuevo cuando digo que es precisamente porque queremos transmitir aún más, que esta Cámara debe tener su voz en la estrategia de la UE y en las directrices generales para la ayuda exterior. Estamos decididos a no caer en la trampa tendida por la Comisión y el Consejo. La transparencia de las decisiones europeas debe estar en el centro de nuestro trabajo. Éste es el espíritu del Tratado y la esencia de la historia.

 
  
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  Nirj Deva, en nombre del Grupo ECR. Señora Presidenta, esta cuestión tiene consideraciones técnicas y también tiene consideraciones humanas, relacionadas con la pobreza. En este debate conjunto querría decirle al Consejo, en primer lugar, que el Parlamento está aquí para supervisar y controlar, y examinar con franqueza, transparencia y responsabilidad la forma en que gastamos el dinero de nuestros contribuyentes en términos del desarrollo internacional.

Si el Consejo no puede reconocer eso y no puede reconocer que los actos delegados deberían pasar por los procedimientos internos del Parlamento para que pueda hacer uso del derecho de control, entonces ¿qué rayos estamos haciendo aquí? ¿Por qué estamos aquí si no se nos permite rendir cuentas a nuestros votantes, electores y contribuyentes sobre el dinero que nos dan de buena fe para gastarlo, a través de la Comisión, en el desarrollo internacional?

En segundo lugar, en relación con la cuestión de los plátanos, en la que también debería tenerse en cuenta el punto de vista del Parlamento, el contribuyente europeo sale perdiendo en ambos casos. Teníamos un acuerdo de comercio más libre que ahora se ha echado a perder, y lo que ahora tenemos que hacer es indemnizar y compensar de nuevo a los países productores de plátano.

 
  
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  William (The Earl of) Dartmouth, en nombre del Grupo EFD. Señora Presidenta, hay una justificación que suena creíble para cada uno de los cuatro instrumentos de financiación que se presentan hoy al Parlamento.

Sin embargo, en conjunto, su objetivo colectivo es adelantar y promover la agenda política y de política exterior de la Comisión Europea. El Comisario lo ha dejado muy claro antes, con su habitual precisión y claridad, por lo que tengo que darle las gracias.

Todos nosotros sabemos quién va a pagar esto: el contribuyente ya sometido a presión y, por supuesto, y como suele ser habitual de manera desproporcionada, el contribuyente británico. El coste exacto de estos instrumentos de financiación es aún desconocido, a pesar de los esfuerzos de mis colegas ayer y esta mañana a primera hora.

La Comisión se muestra, una vez más, derrochadora e irresponsable con el dinero de otras personas, y por ello no vamos a apoyar ninguna propuesta.

(El orador acepta responder a una pregunta formulada con arreglo al procedimiento de la «tarjeta azul» de conformidad con el artículo 149, apartado 8 del Reglamento)

 
  
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  Jörg Leichtfried (S&D).(DE) Señora Presidenta, señor Dartmouth, me ha llamado la atención que usted siempre esté tratando de introducir al contribuyente británico en sus discursos. Me interesaría saber si usted realmente se ve a sí mismo como representante de un pequeño grupo de personas en el Reino Unido o si se siente representante de la Unión Europea.

 
  
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  William (The Earl of) Dartmouth (EFD). - Señora Presidenta, he mencionado tanto al contribuyente de la UE como al contribuyente británico en mi discurso. Sin embargo, he sido elegido por los ciudadanos de Gran Bretaña, no por la de otro sitio, así que considero que mi primera responsabilidad es la de representar al contribuyente británico. Mi simpatía también está junto a los presionados contribuyentes comunitarios de otros países, entre ellos en los del suyo propio, Austria, una nación que aporta recursos, cuyo dinero también se malgasta en la construcción de estos imperios fútiles y frágiles.

 
  
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  Franziska Katharina Brantner, en nombre del Grupo Verts/ALE. Señora Presidenta, me gustaría referirme a algunos puntos. En primer lugar quiero plantear la cuestión de la flexibilidad de los instrumentos financieros en el área externa.

Durante las últimas semanas y meses, todos han visto ocurrir un montón de catástrofes y acontecimientos imprevistos, y en política exterior ya casi no disponemos de márgenes de maniobra, mientras que aún quedan unos años por recorrer. Al mismo tiempo hay un instrumento que es flexible, a saber, el Instrumento de Estabilidad, que se utiliza a menudo para fines distintos para los que fue concebido.

Así pues, considero que podemos estar de acuerdo en que necesitamos más flexibilidad en los instrumentos de política exterior, pero hay que destacar que esto solo puede ocurrir, al mismo tiempo, con un control democrático más intenso. En estos momentos tenemos un conflicto con respecto a este tema, y también tenemos que señalar que, si bien es necesario que haya una mayor flexibilidad para el futuro de los instrumentos financieros, no podemos seguir adelante sin el mayor control democrático que solicitamos.

Segundo punto: tenemos que replantearnos cómo hacemos nuestro trabajo y ofrecer nuestra ayuda a los Estados frágiles. Ayer mismo, la ONU destacó una vez más el vínculo existente entre desarrollo y conflicto, y señaló que los países que están en conflicto son, por supuesto, aquellos que lo tienen más difícil para salir de la pobreza.

Hasta la fecha, los instrumentos de la UE no han sido en realidad actualizados. Tenemos misiones de la UE en algunos de esos Estados frágiles trabajando al lado de nuestros instrumentos financieros, pero no siempre junto a ellos, por lo que tenemos que reflexionar sobre cuál sería un buen método de combinar ambas vías.

El último punto, rápidamente: los acontecimientos en el norte de África nos han mostrado la importancia de los derechos humanos y del fomento de la democracia, y para mí también de la igualdad de género, y tenemos que ser, en este sentido, más audaces en el futuro cuando revisemos las estructuras.

 
  
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  Elmar Brok (PPE).(DE) Señora Presidenta, señor Comisario, Señorías, creo que deberíamos dejar claro que, en el caso de estos instrumentos de financiación, concedemos importancia a la distinción entre las tareas legislativas y ejecutivas. No es trabajo de un parlamento llevar a cabo una gestión detallada o encargarse de poner en práctica los proyectos.

Por otro lado, la legislación no debe dar lugar a una patente de corso durante años sin posibilidad de intervenir si la iniciativa adoptada no está en consonancia con la voluntad del legislador. En consecuencia, se trate o no de un acto delegado en términos jurídicos, debemos tener la posibilidad de revocar las decisiones si, a juicio del legislador, éstas no se ejecutan de acuerdo con el espíritu previsto por él.

Por esta razón, con independencia de la decisión jurídica en virtud de la que se llevó a cabo, o si se llevó a cabo o no en el marco de los actos delegados, la Comisión y el Consejo deben actuar en este asunto para encontrar una solución razonable y objetiva; esto también nos llevará a interferir menos en materia ejecutiva y, por consiguiente, cuando todo funcione correctamente, le dará al órgano ejecutivo una mayor libertad.

Quiero apoyar lo que ha dicho la señora Brandtner. El Parlamento llevó a la práctica hace años el instrumento para la promoción de la democracia y los derechos humanos, generando la posibilidad de respaldar a la sociedad civil y a las fuerzas democráticas al margen de los gobiernos y dictadores. Y estamos constatando estos días que, en contraposición con la voluntad del legislador, la Comisión, o ahora el Servicio de Acción Exterior, no ha empleado nunca este instrumento en ese sentido, lo cual es un elemento decisivo del hecho de que nos encontramos actualmente en esta situación en África Septentrional. Como esto se trata de un fracaso político, una incapacidad para llevar a efecto la voluntad del legislador, es necesario modificar la normativa, y tenemos la intención de luchar por ello.

 
  
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  Ana Gomes (S&D).(PT) Señora Presidenta, ¡Mubarak a la calle ya! Las fuerzas de la resistencia siguen gritando todavía en la plaza Tahrir, y yo uno mi grito al suyo. Las manifestaciones en Egipto, Túnez y otros países árabes, con millones de ciudadanos mostrando su valor en las calles para poner fin a décadas de opresión y corrupción, muestran que los derechos humanos y la democracia son aspiraciones universales y también cómo todos los que invocan la estabilidad para mantener las dictaduras desaparecen de la faz de la historia.

El instrumento para la democracia y los derechos humanos es una herramienta de la Unión Europea que puede y debe usarse sin el consentimiento de los gobiernos, en apoyo de los defensores de los derechos humanos y de quienes promueven la igualdad de género, el Estado de Derecho, las elecciones libres y la democracia. Por lo tanto, hay que reforzarlo desde el punto de vista financiero, flexibilizarlo para abordar situaciones de emergencia y coordinarlo mejor con los instrumentos de ámbito geográfico en la promoción de los mismos objetivos. Tiene que estar sujeto a un control parlamentario adecuado. Por ello, la insistencia de este Parlamento sobre el procedimiento de los actos delegados.

 
  
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  Marek Henryk Migalski (ECR).(PL) Señora Presidenta, señor Comisario, tanto la señora Gomes como la señora Lochbihler tienen razón cuando dicen que los acontecimientos en Egipto y Túnez deben contar con nuestro apoyo y son merecedores de nuestra atención, y de hecho los instrumentos sobre los que estamos debatiendo hoy crean esa posibilidad, en particular el instrumento financiero para la promoción de la democracia y los derechos humanos en todo el mundo. Es mi convicción que habría que respaldar esto enérgicamente, porque, como la señora Gomes ya ha señalado, estos derechos son universales, y, siendo así, el derecho a vivir en una democracia y en un país que acepte los derechos humanos es algo bastante obvio.

Es importante que el segundo instrumento permita la concesión de esa ayuda, con independencia del consentimiento de los gobiernos de terceros países y de otras autoridades públicas. Se trata de algo muy relevante. Nuestra ayuda es necesaria en Bielorrusia y en Ucrania, así como en otros países de la Asociación Oriental, y creo que estos instrumentos deberían emplearse asimismo para esos mismos países.

 
  
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  Rui Tavares (GUE/NGL).(PT) Señora Presidenta, estamos debatiendo aquí una serie de paquetes relativos a los instrumentos de financiación, como el Informe Goerens sobre un instrumento financiero de cooperación al desarrollo o el informe de mi colega el señor Scholz, entre otros. La mayoría de los informes persiguen medidas específicas que podrían mejorar la vida de millones de personas: en otras palabras, la práctica legislativa en su mejor acepción.

Con todo, el Consejo insiste en no completar el procedimiento de codecisión que estos instrumentos exigen. Es aquí donde el proceso de codecisión se convierte en un proceso de co-indecisión en virtud de un veto tácito a cargo del Consejo, que no tiene ninguna justificación en la interpretación del Tratado, y que se basa únicamente en un disgusto caprichoso y en una lectura esotérica del artículo 290 del Tratado de Lisboa, que describe los actos delegados.

Esto supone poner la vida de la gente en situación de riesgo. Con respecto a la política de reasentamiento de refugiados, por ejemplo, se nos ha impedido dar dinero extra para los países de reasentamiento y cerrar los campos de refugiados, lo que significa que si el Consejo insiste en continuar con este capricho, será la vida de las personas la que salga perjudicada. Es hora de detener esto y de que los actos delegados se desarrollen con normalidad en el proceso de codecisión.

 
  
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  Dimitar Stoyanov (NI).(BG) Señora Presidenta, yo quiero, por supuesto, respaldar la propuesta formulada porque el Parlamento debe defender sus derechos cuando se trata de poderes otorgados por los Tratados. Quiero decir que tenemos que ampliar nuestro control, y no solamente al control previo de los actos delegados que estamos discutiendo en este momento.

También debemos tener el control a posteriori, porque se invierten miles y miles de millones de euros en algunos programas que, por lo general, terminan en los bolsillos de diversos dictadores, financiando su lujoso estilo de vida, mientras que, al mismo tiempo, millones de personas que viven en nuestros propios países llevan una existencia miserable.

Esto también implica que estamos utilizando dinero de los contribuyentes europeos para financiar el lujoso estilo de vida de los dictadores que oprimen a sus propios pueblos, mientras que nuestros mismos ciudadanos lo están pasando mal. Esta es la razón por la que tenemos que sacarnos la viga de nuestro propio ojo para ver luego la paja en el ojo de nuestro hermano, lo que finalmente nos dará un control real y ajustado sobre estos recursos.

 
  
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  Barbara Matera (PPE).(IT) Señora Presidenta, Señorías, una vez más se nos pide que hagamos valer nuestro papel, tanto dentro como fuera de la Unión Europea.

La promoción de los derechos humanos y las libertades fundamentales, consagrada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, en nuestra propia Carta de Derechos Fundamentales y en los instrumentos regionales, forma parte de nuestra política exterior y de nuestra política social. El Reglamento (CE) nº 1889/2006, por el que se establece un instrumento de financiación para la promoción de la democracia y los derechos humanos en todo el mundo, necesita ser un instrumento eficaz y práctico que tenga la flexibilidad para hacer frente a situaciones operativas excepcionales.

La contribución de la Unión Europea a estas batallas de civilidad a través de sus estrategias de cooperación externa y del uso apropiado de los instrumentos financieros asociados, es decir, una mayor eficacia y visibilidad de la acción exterior de la Unión en el mundo, no puede desentenderse de la responsabilidad y, por lo tanto, del control de su órgano más representativo, que es el Parlamento Europeo.

En vista de este hecho, respaldo, por consiguiente, las modificaciones propuestas, que están claramente en consonancia con los cambios de nuestra Europa en constante crecimiento.

(La oradora acepta responder a una pregunta formulada con arreglo al procedimiento de la «tarjeta azul» de conformidad con el artículo 149, apartado 8 del Reglamento).

 
  
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  Marek Henryk Migalski (ECR).(PL) Señora Presidenta, me gustaría preguntar si la señora Matera puede decirnos si el Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata Cristianos) estaría dispuesto a prestar su apoyo específicamente a la concesión de ayuda, en materia relativa a la democracia y los derechos humanos, en particular, a los países del este, y me refiero en concreto a Ucrania, a Bielorrusia y otros países incluidos en la Asociación Oriental.

 
  
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  Barbara Matera (PPE).(IT) Señora Presidenta, Señorías, sí, sin duda alguna mi grupo político, el Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata Cristianos), trabaja duro todos los días tratando de garantizar que los derechos humanos fundamentales sean respetados en todo el mundo.

Creo que los discursos de mis distinguidos colegas que trabajan aquí desde hace mucho más tiempo que yo, han confirmado y respaldado la política de esta Cámara. Destaco una vez más el hecho de que yo pertenezco al Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata Cristianos). Somos firmemente proeuropeos y estamos convencidos del papel que este Parlamento puede desempeñar en todo el mundo.

 
  
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  Richard Howitt (S&D). - Señora Presidenta, quiero dejar constancia de mi apoyo a lo que otros colegas han dicho sobre la cuestión del control parlamentario de los instrumentos, y del instrumento para la democracia y los derechos humanos en particular. Quiero darle las gracias a la Comisión por la estructurada cooperación que tenemos. Por naturaleza, los defensores de los derechos humanos están en peligro y es necesario que exista un determinado grado de privacidad. Vamos a asegurarnos de que esta cooperación continúe en el futuro.

Una de las críticas a los proyectos es que gestionamos proyectos de muy alta calidad, pero están esparcidos por todo el mundo y no han sido suficientemente integrados en los demás programas.

La creación del Servicio de Acción Exterior nos brinda la oportunidad de poner remedio a esta situación. Deberíamos asegurarnos de hacerlo. La preocupación de que algunos de los programas, cuya preparación está actualmente a cargo de personas cualificadas jurídicamente, podrían ya no estarlo en adelante, es algo que tenemos que abordar para mantener la calidad en el futuro.

Por último, con respecto a lo que está sucediendo en Egipto y en otras partes del mundo árabe en este momento, sabemos que habrá en el futuro una demanda creciente de financiación para la construcción de la democracia y la supervisión de elecciones. Hemos insistido en el porcentaje fijado en el Reglamento, de lo contrario desplazaría a otros proyectos de derechos humanos. Sin embargo, es posible que necesitemos más dinero, y cuando se trata de las nuevas perspectivas financieras no debemos recurrir al viejo argumento de que hay que deshacerse de esta normativa. Se necesita hoy más que nunca.

(El orador acepta responder a una pregunta formulada con arreglo al procedimiento de la «tarjeta azul» de conformidad con el artículo 149, apartado 8 del Reglamento)

 
  
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  Nirj Deva (ECR). - Señora Presidenta, quiero darle las gracias al orador anterior por permitirme hacerle una pregunta.

Tengo un gran respeto por el conocimiento del señor Howitt sobre derechos humanos y el trabajo que ha desarrollado en el pasado. Mi pregunta es la siguiente: ¿cómo podemos entender nuestras suposiciones acerca de la igualdad, la equidad y la justicia, nacidas de una profunda tradición cristiana o humanista, en Europa, y esperar que otras culturas con otras religiones o creencias, o con ausencia de creencias, comprendan exactamente lo que estamos diciendo, sin que parezca que estamos imponiéndoles ideas neocoloniales? ¿Cómo podemos hacerlo?

 
  
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  Richard Howitt (S&D). - Señora Presidenta, responder a esa pregunta en treinta segundos es un desafío considerable. La respuesta, como él y toda esta Cámara deberían saber, es que la libertad de pensamiento y la libertad religiosa son derechos humanos fundamentales para todas las naciones, todas las religiones, todos los países y todos los pueblos.

 
  
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  Andreas Mölzer (NI).(DE) Señora Presidenta, la ayuda al desarrollo es siempre costosa, a menudo, lamentablemente ineficaz y a veces incluso perjudicial, porque con demasiada frecuencia no se ocupa de los problemas específicos del país en cuestión. Rara vez hay tentativas de asumir un enfoque a largo plazo y las actividades tienen una coordinación deficiente. En mi opinión, resulta dudoso que un instrumento de financiación de la UE para el desarrollo y los derechos humanos pueda mejorar la situación, en particular porque no existe una coordinación coherente dentro de la UE.

Ofrecer ayuda a los pequeños agricultores africanos, mientras que al mismo tiempo se les lleva al borde de la ruina con nuestros productos agrícolas subsidiados, significa, en última instancia, que estamos tirando miles de millones de euros por el desagüe. Esto no cambiará de forma significativa mientras sigamos apoyando a las grandes empresas en la UE e indirectamente en los países en desarrollo.

La ayuda de China al desarrollo, que el gobierno de Pekín está utilizando para obtener materias primas y nuevos mercados, entra en competencia con nuestros métodos tradicionales de cooperación al desarrollo. También en este ámbito vamos a tener que sugerir algunas ideas nuevas. Además, es igualmente importante conseguir que la ayuda al desarrollo dependa de la cooperación en relación con el problema de los refugiados, quizás mediante la introducción de acuerdos de readmisión.

 
  
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  Thijs Berman (S&D). - (NL) Señora Presidenta, este Parlamento está pidiendo lo que pediría cualquier otro parlamento del mundo: control democrático de la elaboración y aplicación de la política. La Unión Europea debería servir de modelo, como ejemplo, a este respecto. El Tratado de Lisboa ha sido un gran paso adelante en el desarrollo de la influencia del Parlamento Europeo.

Hay en esta Cámara una amplia mayoría que no ha cedido a los esfuerzos del Consejo y la Comisión para restringir el control parlamentario, lo cual es contrario al espíritu del Tratado. Esta Cámara no quiere ser un microgestor, simplemente reclama influencia en la política, en el modo en que ésta se desarrolla y se lleva a la práctica. Esto tiene que ver, por lo tanto, con las decisiones estratégicas, con el contenido de la política.

En otros países, las personas salen a la calle para exigir esa influencia y deberíamos apoyarlas en todo cuanto podamos. No obstante, la lucha por la democracia a veces adquiere también la forma de difíciles negociaciones y declaraciones escuetas. Pero ello de ninguna manera afecta a la convicción subyacente, ya que cualquier poder exige un control democrático máximo. Ése es el derecho de todos los ciudadanos, ya sea en El Cairo, en Túnez o en Bruselas.

 
  
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  Nick Griffin (NI). - Señora Presidenta, una joven de mi circunscripción acaba de regresar esta mañana a casa, tal y como hace por la mañana a esta hora cada día de la semana, tras llevar a pie a sus dos hijos pequeños al colegio.

Jenny solía llevarles allí en coche, pero ya no puede permitirse el lujo de echar gasolina para otra cosa que no sean sus dos trayectos semanales al supermercado más barato de su barrio de Manchester.

Esta mañana, como cada mañana, Jenny tiene hambre porque tiene una elección para el desayuno: o come ella o comen sus dos niñas. No hay suficiente pan y mermelada para todos.

Mientras tanto, aquí, en el Planeta UE, los diputados ultiman los detalles de un instrumento financiero que implica el gasto de 1 100 millones de euros del dinero de los contribuyentes para la promoción de la democracia y los derechos humanos, principalmente en el tercer mundo. La mayoría de esos ajustes reducen aún más la supervisión que tienen los Estados nacionales, mientras la Comisión se abre camino a través de ingentes cantidades de dinero de los contribuyentes británicos. ¡Qué derroche y qué hipocresía insistir hasta la saciedad sobre los derechos de la mujer en África, cuando miles de Jennies ni siquiera pueden dar de comer adecuadamente a sus hijos!

 
  
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  George Sabin Cutaş (S&D).(RO) Señora Presidenta, probablemente no habríamos discutido sobre la cooperación con los países en vías de desarrollo si los Estados fundadores de la Unión Europea no hubiesen solicitado una mención especial en el Tratado de Roma para sus antiguas colonias, lo que para empezar arroja una sombra sobre el concepto de democracia. El mismo fundamento de la Unión Europea se ha ido transformando en una política cuyos conceptos clave se han convertido en la erradicación de la pobreza y la promoción de los derechos humanos, las libertades fundamentales, el trabajo digno y la buena gobernanza.

En la actualidad, los países en vías de desarrollo son socios estratégicos para la Unión Europea. Por eso creo que un instrumento financiero para el desarrollo de los países que no cumplen los criterios de la AOD facilita la cooperación económica, financiera, técnica, cultural y académica. Además, pueden impulsar el comercio bilateral, las inversiones, la cooperación económica y el fomento del diálogo entre los actores del sector público y las organizaciones no gubernamentales, tanto en la Unión Europea como en los países socios.

 
  
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  Jörg Leichtfried (S&D).(DE) Señora Presidenta, los dictadores de nuestros países vecinos están siendo derrocados y es bueno que se vayan. A pesar de que nuestros Altos Representantes de la Unión Europea no están en condiciones o dispuestos a apoyar y a alentar a esas personas que luchan por la democracia, es bueno, al menos, incluso si no nos pronunciamos, poder actuar y prestar ayuda. Sin embargo, para nosotros es muy importante combinar la ayuda que proporcionamos con el requisito de cumplimiento de nuestros valores, como la democracia, el estado de Derecho y las normas laborales fundamentales. Es esencial que la Unión Europea ofrezca ayuda. Además, no solamente tenemos que ayudar a esas personas, sino que también hemos de garantizar que comprendan los valores que nos han hecho fuertes.

Teniendo en cuenta que éste es el caso, para mí queda claro que esta ayuda debe ser controlada y dirigida en última instancia por un parlamento democrático. En el futuro, no debemos permitir que las acciones de la Unión Europea estén controladas por una organización burocrática. Es necesario poner a la Eurocámara en condiciones de cumplir su cometido como un organismo parlamentario, lo que significa ser capaz de adoptar decisiones.

 
  
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  Elena Băsescu (PPE).(RO) Señora Presidenta, el Parlamento debe ser capaz de controlar, en condiciones de igualdad con el Consejo, la adopción de decisiones estratégicas en relación a la forma de gastar los recursos asignados por los instrumentos de financiación de la cooperación. No obstante, al mismo tiempo la UE debe ser más flexible y acelerar los mecanismos para el desarrollo de las relaciones comerciales con los países socios. Respaldo la idea de que la Unión adopte un enfoque pragmático en sus relaciones económicas con los países socios.

Creo que es particularmente importante poner en práctica instrumentos de financiación en países como Turkmenistán e Irak, que pueden proporcionar recursos energéticos a través de proyectos como Nabucco. También me gustaría mencionar aquí que la declaración conjunta de los presidentes de Rumania y Turkmenistán ha marcado la creación de una asociación energética para la explotación y el transporte de gas natural y petróleo crudo, asimismo mediante la transferencia de experiencia y equipo. Rumanía también ha estado involucrada en la realización de misiones de estabilización y reconstrucción en Irak.

 
  
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  Ivo Vajgl (ALDE). - (SL) Señora Presidenta, una parte significativa de los recursos que tenemos disponibles a través de los instrumentos financieros y que están destinados al progreso de los países en vías de desarrollo termina, a través de determinados canales, de nuevo en manos de nuestras empresas o monopolios domésticos. Creo que un propósito esencial de estos instrumentos de financiación y de la política debería ser garantizar que los recursos se utilicen de acuerdo con los planes de desarrollo de aquellos a quienes queremos apoyar.

Varios oradores han señalado ya que, a menudo, financiamos regímenes que son cualquier cosa menos democráticos. Cuando se trata de financiar el desarrollo de los países más pobres, creo que deberíamos tener cuidado de no perpetuar la tendencia a la agricultura de monocultivo, sino abrir oportunidades para el desarrollo moderno de esos países.

 
  
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  Karel De Gucht, miembro de la Comisión. Señora Presidenta, he escuchado con atención las numerosas aportaciones. La Comisión confía en que encontraremos una solución para estos importantes instrumentos de financiación.

Con todo, tenemos que ser capaces de aplicar plenamente los instrumentos financieros de las relaciones exteriores. La aplicación adecuada de nuestras iniciativas externas no debería resultar constreñida por una disputa entre las instituciones. Es difícil mantener la credibilidad respecto al mundo exterior sobre esa base, y ello nos expone a la pérdida de relevancia como actores globales y negociadores comerciales.

La Comisión está dispuesta a trabajar para conseguir una solución rápida que cuente con el acuerdo de todas las instituciones interesadas.

En los instrumentos actuales, en vigor hasta 2013, lo que significa dos años más, los documentos de estrategia plurianuales están pensados para la aplicación de las medidas necesarias para la ejecución del presupuesto. Dichas medidas están sujetas al sistema de comitología.

Los documentos de estrategia son documentos técnicos, por lo que debido a su naturaleza no adquieren la forma de actos jurídicos vinculantes. A los instrumentos actuales solamente les quedan dos años más de vigencia, y únicamente falta poner en práctica unos pocos documentos de estrategia. La Comisión considera que para modificar ahora este sistema ahora se requerirían cambios significativos en los instrumentos, lo que llevaría demasiado tiempo para ponerlo en marcha y provocaría grandes trastornos a la cooperación exterior de la UE.

La Comisión ya involucra al Parlamento en el proceso de control democrático de los documentos de estrategia. La Comisión está dispuesta a reforzar este proceso con derechos sustantivos de supervisión para el Parlamento. Es demasiado prematuro decir qué aspecto tendrán los nuevos instrumentos porque son objeto de amplias consultas con las partes interesadas y de propuestas de la Comisión.

A condición de que se respeten en su integridad los criterios establecidos en el artículo 290 del Tratado de Lisboa, está abierta la opción para considerar el recurso a los actos delegados en los nuevos instrumentos, pero la Comisión aún no tiene una visión formada sobre esta cuestión.

 
  
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  Charles Goerens, ponente. (FR) Señora Presidenta, yo también quiero expresar mi gratitud a todos los oradores que han hablado sobre los instrumentos de financiación en general y en especial sobre los relativos al informe que he presentado esta mañana.

Creo que el señor Brok ha encontrado las palabras adecuadas para expresar lo que queremos. No pretendemos ser problemáticos, pero tampoco queremos dar carta blanca a la Comisión para aplicar acuerdos fundamentales aprobados por el Parlamento Europeo sin que haya supervisión parlamentaria. Entre tener todo o nada, el Parlamento ha insistido en una solución prudente, que consiste en un seguimiento próximo de los actos estratégicos. No estamos exigiendo ni nada más ni nada menos que eso.

También me gustaría decir unas palabras sobre aquellos que han sido más críticos en sus comentarios, en especial sobre los que han hablado más bien con escepticismo sobre la política de cooperación al desarrollo, y los que siempre hacen mención a los contribuyentes con el fin de rechazar cualquier apoyo a la política de cooperación al desarrollo.

Desde mi punto de vista, el contribuyente financia un presupuesto. Un presupuesto es un instrumento para mostrar solidaridad con los menos favorecidos. Por consiguiente, gracias a las aportaciones de los contribuyentes el presupuesto generalmente ofrece una oportunidad para nuestros países ayuden a los más débiles de la sociedad. La alternativa sería hacer caso omiso de los derechos básicos y fundamentales de las personas privadas así de recursos.

Por eso, yo recomendaría a esos diputados que consultasen los informes del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, para ver que quienes más aportan en términos de cooperación y solidaridad externa son los que también gastan más en solidaridad interna dentro de su país. En otras palabras, no existe ninguna contradicción inherente entre la solidaridad interna y la solidaridad externa.

A quienes quieren hacerle creer al resto del mundo que todo nuestro dinero gastado en nombre de la solidaridad externa equivale a dilapidarlo por las cuatro esquinas del mundo, bien les vendría releer las estadísticas del informe de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Humano.

 
  
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  Barbara Lochbihler, ponente.(DE) Señora Presidenta, me parece que ha quedado muy claro durante el debate por qué queremos, en el Parlamento, esos actos delegados. No queremos la microgestión, pero necesitamos actuar con este instrumento de manera responsable e informada para que podamos, si es necesario, corregir lo que ha salido mal. Si hablamos acerca de la posición del Parlamento respecto a los organismos externos, por ejemplo, a las organizaciones de derechos humanos, que podrían verse afectadas por ello, y si no somos capaces de llegar a un acuerdo, aunque espero que este no sea el caso, y si los diferentes proyectos no pueden tener lugar, entonces creo que existe apoyo y comprensión de la posición del Parlamento. No es verdad que el Parlamento y el concepto no sean comprendidos.

Me gustaría decir algo brevemente sobre la crítica de que el Parlamento gasta demasiado dinero en materia de derechos humanos y desarrollo de la democracia. Creo que sucede justamente lo contrario. Si consideramos este instrumento de derechos humanos y promoción de la democracia, que solo existe desde 2004, podemos constatar incluso ahora que puede alcanzarse mucho con relativamente poco dinero. No podemos limitarnos a ver esto como un todo. Por el contrario, tenemos que centrarnos en detalle sobre lo que estos proyectos han conseguido. Y solamente en unos pocos casos resultó imposible dar continuidad a los proyectos.

Si realmente queremos cómo se llevan a la práctica los valores fundamentales de la UE, si realmente queremos que la gente viva en libertad, libre de pobreza y libre de temor, debemos promover los derechos humanos. Este instrumento constituye un muy buen complemento a nuestra política que exige a otros Estados el respaldo a los derechos humanos. No estamos gastando demasiado dinero. Por el contrario, necesitamos un apoyo financiero mucho más claro.

 
  
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  Kinga Gál, ponente. (HU) Señora Presidenta, quiero darles las gracias a mis colegas diputados y al señor Comisario por sus opiniones expresadas en el debate, y por supuesto a mis colegas diputados por sus palabras de apoyo a nuestra decisión. El señor Brok ha dejado bien claro que realmente queremos diferenciar las funciones ejecutivas y legislativas. Nuestro objetivo no es mezclarlas, sino que el Parlamento, como han dicho aquí tanto los ponentes como mis colegas diputados, debe tener la oportunidad de contar con voz y voto en la planificación y estrategia para hacer que la ejecución funcione realmente de forma efectiva y para dirigir los fondos adonde más se necesitan.

Me gustaría destacar en relación con las opiniones acerca del uso de los fondos que personalmente no creo que los contribuyentes cuestionen la importancia de que podamos ayudar o salvar vidas humanas, la vida de los activistas de los derechos humanos, a través de este instrumento de financiación para la defensa de los derechos humanos y democráticos, por lo que creo que este es exactamente el instrumento que aceptaría cualquier contribuyente. Me tomo muy en serio lo que también ha dicho el Comisario, que al Parlamento se le han otorgado nuevos poderes y derechos más fuertes después de Lisboa. Por esta razón, nos gustaría que el Consejo y la Comisión mostrasen flexibilidad para llegar a conseguir finalmente un buen compromiso, ya que todos tenemos interés en que estos instrumentos funcionen de modo eficaz, para lo cual se requiere el concurso de las tres instituciones.

 
  
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  Gay Mitchell, ponente. Señora Presidenta, entiendo que puedo disponer de algún tiempo de descuento por no haber podido llegar al comienzo del debate. Mis disculpas. Me quedé atrapado en un atasco.

En primer lugar, un colega británico ha criticado la situación con respecto a la importancia de la democracia y los derechos humanos. Si la democracia y los derechos humanos funcionasen en nuestros Estados miembros, entonces no tendríamos niños que fuesen a la escuela con solo lo básico, y esa es la realidad de ello.

Ya sea en Inglaterra o en cualquier otro Estado miembro, creo que se trata claramente de un asunto de los Estados miembros garantizar que eso no ocurra. Pero seamos muy claros acerca de qué va todo esto: no solamente de derechos humanos y democracia. Aproximadamente 22 000 niños mueren cada día, cada día, a muy poca distancia de donde nos encontramos. Han oído bien: 22 000 niños. La buena noticia es que solían ser 34 000. Entre nosotros y otros lo hemos reducido a 22 000 gracias a la democracia y los derechos humanos y el tipo de instrumentos de financiación que la Unión ha aprobado.

No enfrentemos a esas personas con los niños, que van a la escuela con lo básico en nuestros propios Estados miembros, lo cual lamento también. Permitamos que sean los gobiernos de nuestros Estados miembros los que hagan las cosas como es debido con esos niños.

Este asunto tiene que ver con la aplicación o los actos delegados. ¿Se trata de aplicación o de un acto delegado, en cuyo caso es legislación?

Propongo que nos atengamos por completo a la primera lectura del Parlamento y, por lo tanto, digamos que vamos a reincorporar, que hemos reincorporado, todas las enmiendas. Estas no han sido aceptadas por el Consejo. La cuestión en juego es de principios y es crucial para la futura naturaleza de las relaciones interinstitucionales en el ámbito de la acción exterior.

Las enmiendas propuestas por el Parlamento no se refieren al fondo del ICD o de los demás instrumentos, sino al papel del Parlamento en la aplicación práctica de la ley.

El objetivo es proteger las prerrogativas democráticas del Parlamento Europeo, según lo previsto en el Tratado de Lisboa. Como organismo colegislador, debemos ser capaces de controlar, en pie de igualdad con el Consejo, la adopción y ejecución de decisiones estratégicas sobre el gasto de la ayuda al desarrollo: cuánto, dónde y cómo. En términos técnicos, las modificaciones garantizan que determinados proyectos de decisiones adoptados por la Comisión sean reconocidos como actos delegados, tal y como se define en el artículo 290 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea.

Esto daría a las dos ramas de la autoridad legislativa la posibilidad de oponerse a proyectos de decisiones que no se adecuen a los requisitos de la ley. Este veto garantizaría que las sugerencias del Parlamento se tengan en cuenta cuando la Comisión programe ayuda de la UE.

Permítanme aclarar que no estamos hablando de microgestión, como un colega ya ha dicho, o de programas y proyectos individuales. Las enmiendas garantizarán que los legisladores mantengan el control sobre las decisiones estratégicas relativas a la asignación de fondos y las prioridades sectoriales.

Todas las enmiendas propuestas ya estaban incluidas en la posición de primera lectura del Parlamento, que fue aprobada por el Pleno por amplia mayoría el 21 de octubre de 2010.

No obstante, el Consejo ha rechazado de plano todas las enmiendas sobre control democrático y actos delegados, sin proponer ninguna solución alternativa que satisfaga las demandas del Parlamento.

Es lamentable que durante los muchos meses, casi un año, que han transcurrido desde la primera discusión del expediente en comisión, las negociaciones interinstitucionales no hayan logrado ningún avance. Puedo asegurarle a esta Cámara que lo hemos intentado con verdadero ahínco. Las negociaciones con el Consejo y la Comisión, que, por cierto, deberían facilitar esas negociaciones, se iniciaron en febrero de 2010. Hemos mantenido tres diálogos y varias reuniones a nivel técnico, en ambos casos sobre los temas polémicos de los actos delegados. Sobre esas cuestiones no ha habido ningún acercamiento. Solo hacia finales del año pasado presentaron los negociadores de la Comisión una propuesta de compromiso. El Parlamento reaccionó de inmediato con una contrapropuesta, pero eso no se reflejó en la posición del Consejo. Entendemos que no se transmitió formalmente a los Estados miembros en el Consejo.

A pesar de la línea dura del Consejo, que es compartida por la Comisión, lo que lamento porque no es su posición constitucional actuar así, el Parlamento insiste en su posición. Jurídicamente, nuestros argumentos son sólidos. Los documentos de estrategia son programas plurianuales, decididos en el marco del ICD, por ejemplo, que cumplen los criterios para la aplicación del procedimiento de acto delegado. Complementan la normativa básica y son de aplicación general. Los criterios mencionados en el artículo 290 son obligatorios si se cumplen. El Consejo y el Parlamento deben tener derecho de veto.

No estamos ante una cuestión de negociación política o de cualquier régimen especial, ya que sería contrario al Tratado. Se trata de una obligación legal. Desde el punto de vista político, tenemos el pleno apoyo de nuestra Conferencia de Presidentes, que ha decidido en dos ocasiones, la última a principios de este mes, que en todos los expedientes los negociadores deben insistir en la aplicación del procedimiento de actos delegados para las decisiones sobre objetivos, la elección de prioridades, los resultados esperados y las asignaciones financieras, en términos generales.

También tenemos una línea compartida entre las comisiones: los ponentes en la Comisión de Comercio Internacional y la Comisión de Asuntos Exteriores, responsables respectivamente de los instrumentos de cooperación con los países industrializados y los instrumentos de derechos humanos y la democracia, han adoptado el mismo planteamiento que yo tengo. Todas las enmiendas relativas a los actos delegados de la primera lectura deben reincorporarse. Nuestra posición es clara y sencilla y totalmente en consonancia con el mandato de la Conferencia de Presidentes. No vamos a permitir nuestra división o que se ignore nuestro cometido como legislador.

Estoy convencido de que la introducción del nuevo procedimiento también redundaría en interés de los destinatarios de nuestros instrumentos financieros. El Parlamento podría desempeñar su papel como organismo de control con mucha más eficacia y garantizar que el dinero se gaste en los objetivos centrales de la cooperación al desarrollo de la Unión definidos en el Tratado: la reducción y, en última instancia, la erradicación de la pobreza. Veinte y dos mil niños no necesitan morir cada día, todos los días. Exigimos poder manifestar nuestra opinión sobre cómo abordar este tema.

(El orador acepta responder a una pregunta formulada con arreglo al procedimiento de la «tarjeta azul» de conformidad con el artículo 149, apartado 8 del Reglamento)

 
  
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  Nirj Deva (ECR). - Señora Presidenta, únicamente quería preguntar a mi estimado colega y amigo, el señor Mitchell, si está de acuerdo conmigo en que en 2005 el Parlamento renunció a catorce áreas de la codecisión sobre estos instrumentos de financiación.

Lo que ahora estamos realmente tratando de hacer es conseguir un tipo de compensación, porque no solamente hemos perdido nuestra capacidad de mirar lo que está pasando con la Comisión, pero también perdimos el proceso de rendición de cuentas y el proceso de transparencia, así que quiero preguntar al señor Mitchel…

(La Presidenta retira la palabra al orador)

 
  
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  Gay Mitchell, ponente. Señora Presidenta, estoy de acuerdo con el señor Deva en que renunciamos a algunos de nuestros derechos. Yo era el ponente sobre el Instrumento de Desarrollo y Cooperación. Nos llevó dos años y medio llegar a un acuerdo sobre ese instrumento, porque simplemente no queríamos renunciar a determinados derechos fundamentales del Parlamento, pero al final tuvimos que aceptar compromisos.

Al final, hubo un acuerdo interinstitucional entre el Parlamento, la Comisión y el Consejo, que dijo que, a través de nuestra Comisión de Desarrollo, por ejemplo, tendríamos derechos de control sobre el ICD y crearíamos grupos para llevar a cabo ese acuerdo. Estos instrumentos figuran en el espíritu de ese acuerdo, que debería continuar.

 
  
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  Helmut Scholz, ponente.(DE) Señora Presidenta, señor De Gucht, usted tiene toda la razón de que el mundo exterior no entiende por qué no podemos llegar a un acuerdo con el Consejo. El Consejo ni siquiera está presente en este debate, lo cual lamento mucho, porque eso no es un buen augurio para la conclusión de la segunda lectura. Sin embargo, debemos preguntarnos por qué un principio normal y un derecho normal, que están consagrados en el Tratado, no están siendo reconocidos. Yo creo, y el señor Brok ha hablado de esto en detalle, que se trata solo de que se nos dé la oportunidad de intervenir.

Quizás pueda aportar un ejemplo más con respecto al contenido. En el plan plurianual de la Comisión para mi instrumento de los países industrializados (IPI), el documento de referencia no fue el Reglamento modificado, sino la estrategia Europa Global. Ahí se utiliza un lenguaje ya obsoleto desde la irrupción de la crisis económica y los problemas comerciales resultantes, cuando dice que el objetivo del plan plurianual es fomentar los negocios e intereses de beneficio europeos. Según el texto, el instrumento está diseñado para resolver los problemas que tienen las empresas de la UE para penetrar en determinados mercados.

Solamente puedo repetir que esto no es lo que los legisladores pretendían que lograse el instrumento, y que no han previsto dinero de los contribuyentes para ese propósito. En nuestra opinión, el ICI debería ser un programa de moderno de cooperación y no un arma de conquista. Para mencionar otro ejemplo, esta vez en términos más contundentes: para nosotros, los países del sudeste de Asia no son solo socios menores, como la Comisión ha declarado. Como parte de la cooperación con Asia central, el instrumento no debe centrarse únicamente en el acceso de la UE a las reservas de gas situadas allí.

Cuando nos fijamos en la región del Magreb y la evolución en Oriente Próximo, está claro que necesitamos un enfoque a largo plazo y a gran escala para la cooperación. Espero que el nuevo Reglamento tenga capacidad de futuro. También confío en que este instrumento de financiación fomente los intercambios en pie de igualdad entre la UE y terceros países y ayude a crear transparencia en todo el mundo y promueva el apoyo responsable a los procesos de desarrollo sostenible en interés de los ciudadanos.

 
  
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  Presidenta. − Se cierra el debate conjunto.

La votación tendrá lugar hoy a las 11.30 horas.

 
  
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  Ioan Enciu (S&D), por escrito.(RO) El instrumento financiero europeo para la promoción de la democracia y los derechos humanos es uno de los instrumentos de política exterior de la UE que todavía mantiene un rígido sistema de asignación de fondos, debido al hecho de que no ofrece la posibilidad de excepción al principio de no elegibilidad de gastos relativos a impuestos, aranceles y otros cargos financiados por la UE. En una situación en la que nos encontramos ante el deterioro de la protección de los derechos humanos en el mundo, creo que se trata de una necesidad absoluta que la Unión Europea reafirme su papel como líder mundial de la democracia y los derechos fundamentales. En este sentido, es especialmente necesario hacer más adaptable el instrumento de financiación europeo para permitir a la Unión y a los beneficiarios de la ayuda financiera europea que gocen de un determinado grado de flexibilidad en la gestión de los proyectos que emprenden. Por otro lado, este enfoque flexible para la concesión de fondos de la UE será supervisado de cerca para evitar que se produzcan abusos. Aparte de la exención que debería mantenerse respecto a la aprobación de la financiación de costes relativos a los aranceles, impuestos y otros cargos y llevada a cabo caso por caso, el Parlamento Europeo debe tener el derecho de supervisar las actividades desempeñadas por el Comisión y los documentos estratégicos aprobados por ella.

 
  
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  Zuzana Brzobohatá (S&D), por escrito. – (CS) La recomendación para la segunda lectura sobre el establecimiento de un instrumento de financiación para la cooperación al desarrollo menciona el alto nivel de acuerdo sobre las medidas, y, en principio, adopta todas las enmiendas de la primera lectura. Yo, personalmente, considero que es una prioridad resolver los problemas sistémicos relacionados con la financiación plurianual de la ayuda al desarrollo, y estoy de acuerdo con el ponente en que tenemos que solucionar el método de financiación para 2012 y 2013. La recomendación establece que el Reglamento reduce de forma drástica la capacidad adicional en el contexto del límite de la rúbrica 4 del marco financiero plurianual para el período 2007-2013, y no deja suficiente margen de maniobra para abordar y responder a cualquier crisis futura. La recomendación también se ocupa de cuestiones legislativas en el enfoque procedimental del Consejo, lo que el Parlamento Europeo critica, ya que el Parlamento debería tener los mismos poderes de supervisión que el Consejo cuando se trata de la adopción de decisiones estratégicas sobre la cuestión de dónde y cómo gastar la ayuda al desarrollo. De conformidad con la letra y el espíritu del Tratado de Lisboa, respaldo por tanto la urgente incorporación al Reglamento sobre el instrumento de cooperación para el desarrollo de un procedimiento debidamente integrado para los actos delegados, en relación con la planificación de otros instrumentos de financiación de la acción exterior, que están actualmente en revisión, a saber, el instrumento de estabilidad, el instrumento de los derechos humanos y la democracia y el instrumento para la cooperación con los países industrializados.

 
  
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  Jiří Havel (S&D), por escrito. (CS) Uno de los principales objetivos de la política de desarrollo de la UE es la reducción y erradicación definitiva de la pobreza, a lo cual deberían contribuir claramente las Medidas Complementarias para el Sector del Plátano (MCP) propuestas, por valor de 190 millones de euros, para el período 2010-2013, aprobadas por la Comisión el 17 de marzo de 2010. También es verdad que, en el pasado, los planes en este ámbito fueron elaborados más desde un punto de vista comercial que desde la perspectiva del desarrollo, y es precisamente la perspectiva del desarrollo la que debe reflejarse en la nueva propuesta. También parece adecuado apoyar las MCP con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de las personas de los países ACP productores de plátanos, y que se ven afectados por los gravámenes impuestos a los plátanos importados a la UE. No obstante, la propuesta de la Comisión adolece de algunas deficiencias, como la ausencia de una evaluación de impacto sobre las medidas propuestas, el calendario de las líneas de crédito, el uso cuestionable a gran escala de las reservas de la UE o el persistente problema de la insuficiencia de fondos para el apartado 4, que la Comisión indicó acertadamente en su informe de evaluación sobre el funcionamiento del acuerdo interinstitucional. En general, creo que el informe presentado por el señor Goerens ofrece un análisis preciso de la cuestión, tanto desde la perspectiva comercial como del desarrollo, reflejando las observaciones aprobadas por la Comisión de Presupuestos el 13 de abril de 2010, y que también contiene las recomendaciones pertinentes en el área de las MCP. Por consiguiente, recomiendo que se apruebe la versión propuesta.

 
  
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  Anna Záborská (PPE), por escrito. (SK) Comprendo la demanda de la Comisión de una mayor flexibilidad en la financiación de proyectos políticamente sensibles, destinados a apoyar la democracia y los derechos humanos. Sin embargo, al mismo tiempo, creo firmemente que si este Parlamento tiene que darle a la Comisión mayor libertad en la financiación de proyectos de este tipo, debe conservar su función de vigilancia. En el análisis final, somos nosotros los responsables del presupuesto de la UE ante la gente. Si hablamos de instrumentos financieros para apoyar la expansión de la democracia, la seguridad jurídica y el respeto por los seres humanos, también deberíamos hablar de la eficacia de estos instrumentos, y sobre si podemos fomentar la democracia y los derechos humanos de manera todavía más eficaz. En el debate sobre la persecución de cristianos en todo el mundo, la Alta Representante de la Política Exterior de la UE nos ha asegurado que cada acuerdo bilateral sobre cooperación ahora incluye una cláusula relativa a la democracia y los derechos humanos. Condicionar cualquier apoyo financiero o acuerdo comercial al cumplimiento de estas obligaciones podría ayudar a extender la democracia y el respeto de los derechos humanos fundamentales más que el respaldo a varios proyectos más y menos lógicos.

 
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