Propuesta de resolución - B7-0119/2011Propuesta de resolución
B7-0119/2011

PROPUESTA DE RESOLUCIÓN sobre el aumento de los precios de los alimentos

9.2.2011

tras las declaraciones del Consejo y de la Comisión
presentada de conformidad con el artículo 110, apartado 2, del Reglamento

Nirj Deva, James Nicholson, Jan Zahradil, Janusz Wojciechowski, Michał Tomasz Kamiński en nombre del Grupo ECR

Véase también la propuesta de resolución común RC-B7-0114/2011

Procedimiento : 2011/2538(RSP)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento :  
B7-0119/2011
Textos presentados :
B7-0119/2011
Textos aprobados :

B7‑0119/2011

Resolución del Parlamento Europeo sobre el aumento de los precios de los alimentos

El Parlamento Europeo,

–   Visto el artículo 39 del TFUE,

–   Vistas la Declaración de París sobre la eficacia de la ayuda, de 2005, y el Programa de Acción de Accra, de 2008,

–   Vistas las recomendaciones de la Evaluación Internacional del Papel del Conocimiento, la Ciencia y la Tecnología en el Desarrollo Agrícola (IAASTD), de abril de 2008,

–   Visto el informe «Agricultural Outlook 2008-2017», publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE),

–   Vistas las conclusiones y la declaración de la Cumbre Mundial de la FAO sobre Seguridad Alimentaria celebrada en Roma del 16 al 18 de noviembre de 2009,

–   Visto el informe del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la aplicación de la Declaración del Milenio, de 2010,

–   Visto el Informe del PNUD titulado «Pasado el medio punto: Hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio», publicado en enero de 2010,

–   Vistos los resultados de la reforma relativa al «chequeo» de la Política Agrícola Común (PAC), de 20 de noviembre de 2008,

–   Vistos los resultados de la Reunión Plenaria de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio, celebrada en Nueva York del 20 al 22 de septiembre de 2010,

–   Visto el Reglamento (CE) n° 1337/2008 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 16 de diciembre de 2008, por el que se establece un mecanismo de respuesta rápida frente a la fuerte subida de los precios de los productos alimenticios en los países en desarrollo,

–   Vistas su Resolución, de 25 de octubre de 2007, sobre el aumento del precio de los piensos y productos alimenticios, y su Resolución, de 22 de mayo de 2008, sobre la subida de los precios de los alimentos en la Unión Europea y en los países en desarrollo,

–   Vista su Resolución, de 13 de enero de 2009, sobre la Política Agrícola Común y la seguridad alimentaria en el mundo,

–   Vista su Resolución, de 26 de noviembre de 2009, sobre la Cumbre de la FAO y la seguridad alimentaria,

–   Visto el artículo 100, apartado 2, de su Reglamento,

A. Considerando que la Unión Europea en su conjunto, incluidos sus Estados miembros, sigue siendo el donante principal de ayuda al desarrollo, ya que ella sola representa el 56 % de la ayuda total mundial, equivalente a 49 000 millones de euros en 2009, lo que confirman los compromisos colectivos de los gobiernos de la UE de situar el nivel de ayuda oficial al desarrollo en el 0,56 % y el 0,70 % de la Renta Nacional Bruta (AOD/RNB) para 2010 y 2015, respectivamente,

B.  Considerando que la Unión Europea sigue siendo un importante productor de alimentos, cuya producción representa el 17 % de la producción mundial de trigo, el 25 % de la producción láctea mundial, el 13 % de la producción avícola mundial, el 20 % de la producción mundial de carne de porcino y el 30 % de la producción mundial de carne de vacuno; que es, asimismo, un gran importador de productos agrícolas, estando muy lejos de ser autosuficiente respecto de numerosos productos agrícolas básicos,

C. Considerando que se prevé que en 2050 la población mundial supere los 9 000 millones de habitantes y que la demanda mundial de alimentos se duplique en ese mismo período; que la FAO prevé que la producción agrícola mundial tendrá que aumentar en un 70 % de aquí a entonces; que este aumento habrá de lograrse utilizando menos agua y menos plaguicidas y disponiendo de menos tierras agrícolas debido a los efectos del cambio climático,

D. Considerando que la recesión económica mundial, que ha conllevado un aumento de los precios de los alimentos y del combustible, ha agravado la situación alimentaria en muchos países en desarrollo, sobre todo en los países menos desarrollados (PMD), contrarrestando así en parte los progresos realizados en el último decenio en materia de reducción de la pobreza,

E.  Considerando que la crisis de precios de los productos alimenticios ha llevado a millones de personas en todo el mundo a padecer pobreza y hambre; que la subida en 2008 de los precios mundiales de los alimentos provocó disturbios en una serie de países en desarrollo, entre ellos Haití y determinadas zonas de Asia; que los desórdenes que se han producido recientemente en algunas zonas del norte de África también se han atribuido a una inquietud por el aumento de los precios de los alimentos,

F.  Considerando que la subida de los precios agrícolas en 2008 se debió a una serie de factores estructurales, como el crecimiento demográfico mundial, el aumento de la renta en las economías emergentes, el desarrollo de nuevas salidas comerciales y un menor crecimiento de la productividad; que también entraron en juego factores coyunturales, como unas condiciones meteorológicas adversas, las restricciones al comercio y la evolución del tipo de cambio,

G. Considerando que muchos países en desarrollo no están alcanzando todo su potencial de producción de alimentos,

H. Considerando que un grave obstáculo para el aumento de la producción agrícola en los países en desarrollo es que los pequeños agricultores no tienen a menudo acceso a microcréditos para poder invertir en semillas, fertilizantes y sistemas de riego mejorados y en los instrumentos necesarios para proteger las cosechas de plagas y enfermedades, debido en ocasiones a que no son propietarios de sus tierras y carecen por tanto de una garantía para obtener el préstamo,

I.   Considerando que las consecuencias del cambio climático en la agricultura, principalmente en la reducción del rendimiento de los cultivos debido a la constante escasez de agua, a la sequía o, por el contrario, a las inundaciones y los corrimientos de tierra, lastran en grado sumo las actividades agrícolas en la UE y los países en desarrollo, lo que hace que ambos estén muy lejos de ser autosuficientes en lo que a numerosos productos agrícolas básicos se refiere,

J.   Considerando que las prácticas agrícolas no sostenibles, como la deforestación incontrolada, contribuyen de forma directa a la escasez de tierras cultivables de calidad para la producción de alimentos saludables,

Desafíos y política de desarrollo de la UE

1.  Destaca la importancia fundamental que reviste una buena gestión financiera en lo que se refiere a toda la ayuda humanitaria y para el desarrollo de la UE —con la garantía de que se emplee siempre allí donde sea más necesaria—, especialmente porque las instituciones europeas que participan en la toma de decisiones y en la ejecución de dicha ayuda deben responder plenamente de ello ante los ciudadanos y los contribuyentes europeos;

2.  Señala que los efectos de años y años de inversiones insuficientes en agricultura y desarrollo rural se han agravado todavía más últimamente a causa de la crisis alimentaria, financiera y económica, entre otros factores; subraya que, si bien se han logrado grandes avances, con los esfuerzos globales realizados hasta ahora no se ha conseguido alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) ni hacer efectivos los compromisos de las Cumbres Mundiales sobre Alimentación; señala que será necesario adoptar medidas colectivas para invertir esta tendencia;

3.  Subraya la necesidad de dar a los pequeños agricultores de los países en desarrollo un mayor acceso a los derechos de propiedad y a los microcréditos —incluidos proyectos de microcréditos sin ánimo de lucro y cercanos a las necesidades de los productores locales de alimentos—, así como una mayor posibilidad de adquirir fertilizantes, sobre todo en los países en desarrollo más pobres;

4.  Pide a la UE y a los países en desarrollo que desarrollen conjuntamente capacidades de investigación y formación en materia de métodos agrícolas sostenibles y nuevas tecnologías, en particular a través de asociaciones público-privadas y empresas conjuntas, también mediante la creación de valor añadido en el punto de recogida y almacenamiento de los alimentos a través del envasado y la transformación;

5.  Insta a los Estados miembros de la UE y a la comunidad internacional a que ayuden al PMA a hacer frente a los nuevos retos de la lucha contra el hambre debido a la fuerte subida de los precios de los alimentos y del petróleo, a las perturbaciones climáticas y a la disminución de las reservas alimentarias;

6.  Acoge con satisfacción la ayuda del mecanismo alimentario creado por la UE con un presupuesto de 1 000 millones de euros destinado a prestar, de 2009 a 2011, un apoyo rápido a más de cincuenta países prioritarios en todo el mundo que se enfrentan al alza de los precios de los alimentos, con objeto de incrementar la capacidad y la oferta de producción local de alimentos, así como de crear mejores infraestructuras de almacenamiento para evitar las pérdidas actuales, que son sumamente altas, y de reforzar con ello el papel de las comunidades agrícolas locales; considera, sin embargo, que la ampliación de este mecanismo alimentario o el incremento de su dotación no deben ser automáticos, sino que deben decidirse sobre la base de una evaluación independiente del impacto relativa a la eficiencia en el desembolso de los fondos para mejorar la seguridad alimentaria en todos los países beneficiarios;

Producción alimentaria sostenible y comercio internacional

7.  Señala que las recientes inundaciones en Queensland, Australia, que arrasaron numerosas hectáreas de tierras agrícolas productivas, junto con otros fenómenos climáticos en todo el mundo, tendrán un grave impacto en la cosecha mundial de este año;

8.  Señala que la seguridad alimentaria mundial es una cuestión que reviste la máxima urgencia para la Unión Europea y pide que se emprenda una acción inmediata y coherente dirigida a garantizar la seguridad alimentaria de los ciudadanos de la UE y de todo el mundo; considera importante reconocer el valor de todas las formas de agricultura y de todas las culturas alimentarias del mundo; hace hincapié en que los consumidores deben poder acceder a los productos alimenticios a un precio razonable;

9.  Reconoce que los acuerdos internacionales y regionales en vigor han resultado ser insuficientes a la hora de normalizar el abastecimiento del mercado y el comercio, principalmente porque en el sector agrícola aún existen importantes barreras al comercio internacional, tal como han puesto de manifiesto las medidas proteccionistas adoptadas por muchos países en respuesta a la reciente subida de los precios de los alimentos; considera que este reciente aumento de precios de los productos alimenticios debería servir de advertencia a los gobiernos de todo el mundo para que comprendan que la producción agrícola no es algo que puede darse por supuesto, y que las barreras excesivas al comercio contribuyen de forma significativa a restar eficacia al abastecimiento mundial de productos agrícolas;

10. Observa con preocupación la escalada de los costes de los insumos agrícolas (alza de precios de los fertilizantes, las semillas y el combustible), que se ha traducido en un aumento de los gastos que no se ha visto compensado de la misma manera para todos los agricultores (en particular, en el sector de la ganadería) y que ha erosionado notablemente cualquier posible aumento de sus ingresos como consecuencia del alza del precio de los productos básicos y los productos alimenticios, socavando así cualquier incentivo para aumentar la producción; expresa su preocupación por que el espectacular aumento de los precios de los insumos agrícolas se traduzca en un uso menor de los mismos, con la consiguiente disminución de la producción, lo que agravará la crisis alimentaria en Europa y el resto del mundo;

11. Observa que, para alimentar a una población mundial que se prevé que sobrepasará los 9 000 millones de personas en 2050, la producción agrícola tendrá que aumentar en un 70 % de aquí a entonces utilizando menos tierras, menos agua y menos plaguicidas;

12. Pide a la Comisión que presione a los socios comerciales de la UE, como Rusia, para que se abstengan de tomar medidas proteccionistas en respuesta a la subida de los precios de los alimentos;

13. Encarga a su Presidente que transmita la presente Resolución al Consejo, a la Comisión, a los Estados miembros y a la Asamblea Parlamentaria Paritaria ACP-UE.