Palabras de bienvenida de la Presidenta
Como presidenta electa de la Delegación, presido sus reuniones periódicas en Bruselas y Estrasburgo.
Junto a la copresidencia de la Delegación del Congreso chileno, también presido la reunión de la Comisión Parlamentaria Mixta UE-Chile, que se celebra dos veces al año, alternativamente en Chile y la Unión Europea.
Chile es un socio constructivo y de ideas afines con el que la UE comparte valores importantes, incluida la defensa de la democracia y los derechos humanos, el libre comercio y el multilateralismo. Además, Chile ha sido una de las economías de más rápido crecimiento de América Latina, con una tasa media de crecimiento del 5 % en las últimas tres décadas.
Las relaciones bilaterales con Chile son excelentes y se basan en el éxito de nuestro Acuerdo de Asociación, firmado en 2002. Durante la última legislatura (2014-2019), el Parlamento Europeo expresó su firme apoyo a la modernización del Acuerdo, a fin de adaptarlo a los acuerdos más modernos y avanzados. Esto incluye la modernización de su pilar comercial, para la que fui ponente en la pasada legislatura. Las negociaciones de un nuevo acuerdo se iniciaron en noviembre de 2017.
En un momento de creciente inestabilidad internacional, tenemos que actualizar y mejorar urgentemente el marco actual de nuestras relaciones, en particular para reafirmar el apoyo compartido al orden multilateral y la determinación a la hora de defenderlo.
Para el comercio, las negociaciones deben ir más allá de la mera concesión de un mejor acceso al mercado. El Parlamento Europeo ha subrayado la necesidad de vincular el comercio y el desarrollo sostenible, prestando especial atención a la lucha contra el cambio climático y la defensa de las normas laborales más estrictas y los derechos humanos, incluida la igualdad de género.
Al ser Chile un país de renta alta y miembro de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), el Parlamento Europeo ha respaldado los esfuerzos para abandonar la cooperación al desarrollo tradicional en favor de distintos enfoques, como la cooperación internacional triangular. La futura cooperación entre Chile y la UE debe abarcar también otros ámbitos políticos importantes, como los de seguridad y justicia, desarrollo sostenible, energía e investigación, así como ámbitos específicos tales como el turismo, las estadísticas y el transporte.
En vista de todo lo anterior, un socio como Chile tiene un enorme valor para la Unión Europea en estos momentos tan cambiantes.
Asumo la tarea de orientar a nuestra Delegación con entusiasmo y sentido de responsabilidad, así como con el objetivo de fomentar un diálogo amplio e intenso entre nuestras asambleas parlamentarias. Mi objetivo es impulsar nuestro papel y nuestra influencia como representantes de los ciudadanos en la escena internacional y aprovechar la democracia parlamentaria para avanzar juntos en ámbitos de interés mutuo para la UE y Chile.
Inmaculada Rodríguez-Piñero, presidenta