INFORME sobre los resultados de los trabajos de la Asamblea Paritaria ACP-UE en 1995
22 de febrero de 1996
Comisión de Desarrollo y Cooperación
Ponente: Blaise Aldo
Mediante carta de 3 de octubre de 1995 , la Comisión de Desarrollo y Cooperación solicitó autorización para elaborar un informe sobre los trabajos de la Asamblea Paritaria ACP-UE en 1995.
En la sesión del 17 de noviembre de 1995 , el Presidente del Parlamento Europeo anunció que la Conferencia de Presidentes había autorizado a la Comisión de Desarrollo y Cooperación para que elaborara un informe sobre este tema.
En la reunión del 17 de octubre de 1995, la comisión designó ponente al Sr. Blaise Aldo.
En la reunión del 23 de enero de 1996 , la comisión examinó el proyecto de informe.
En la reunión del 21 de febrero de 1996, la comisión aprobó la propuesta de resolución por unanimidad.
Participaron en la votación los diputados: Stasi, vicepresidente y presidente en funciones; Wurtz, vicepresidente, Fassa, vicepresidente; Aldo, ponente; Corrie, Cunningham, Kinnock, McGowan, Martens, Pons Grau y Sandbaek (suplente de Waal).
El informe se presentó el 22 de febrero de 1996.
El plazo de presentación de enmiendas al presente informe figurará en el proyecto de orden del día del período parcial de sesiones en que se examine.
A. PROPUESTA DE RESOLUCIÓN
Resolución sobre los resultados de los trabajos de la Asamblea Paritaria ACP-UE en 1995
El Parlamento Europeo,
- Vistas las resoluciones aprobadas por la Asamblea Paritaria en sus reuniones de Dakar (enero-febrero de 1995) y Bruselas (septiembre de 1995)[1],
- Visto el artículo 148 de su Reglamento,
- Visto el informe de la Comisión de Desarrollo y Cooperación (A4-0045/95),
A. Considerando que el carácter democrático de la Asamblea Paritaria le confiere una función de primer orden en la evolución y el fortalecimiento de las relaciones entre la Unión Europea y sus interlocutores ACP,
B. Recordando que el Parlamento Europeo concede la mayor importancia a su política de desarrollo y, en particular, a la profundización de la cooperación ACP-UE, así como al desarrollo de los derechos humanos y de la dignidad humana en todo el mundo,
C. Considerando que el año 1995 constituye una etapa importante en la cooperación ACP-UE, con la revisión a mitad de período del Convenio de Lomé IV y el establecimiento de su nueva cobertura financiera para el período 1995-2000,
1. Señala, en cuanto a los procedimientos, una mejor calidad de las negociaciones relativas a la revisión a mitad de período del Convenio de Lomé IV y el acuerdo a que se ha llegado en relación con el establecimiento del 8° Fondo Europeo de Desarrollo;
2. Subraya que la Asamblea Paritaria, al formular en las diferentes fases de la negociación propuestas constructivas para mejorar la eficacia del Convenio, ha aportado una contribución positiva de importancia a la conclusión de las negociaciones;
3. Considera, en particular, que la decisión del Consejo de Ministros ACP-UE de autorizar que una delegación de la Asamblea Paritaria asistiera como observadora a las sesiones de negociaciones ministeriales supone un reconocimiento merecido de su función esencial en el diálogo entre los interlocutores y la profundización de la cooperación ACP-UE;
4. Se declara profundamente preocupado por el hecho de que la cobertura global del 8° FED sea insuficiente para alcanzar los objetivos de la cooperación ACPUE; subraya, en particular, que el importe no se corresponde con ninguno de los criterios objetivos que la Asamblea había propuesto que se tomaran en consideración para determinar el nivel;
5. Se congratula de los esfuerzos incesantes realizados por la Asamblea Paritaria para contribuir al fomento de los derechos humanos y la democracia y para aportar su contribución a las graves situaciones de conflicto que sufren ciertos países ACP;
6. Considera a este respecto que el envío de delegaciones de la Asamblea Paritaria (como las tres misiones que acudieron en 1995 a Burundi, el Zaire, Rwanda, el Sudán, Eritrea y Etiopía, así como a Malí), ha demostrado ser un instrumento eficaz para contribuir a llevar la calma a situaciones de conflicto y para hacer la cooperación más eficaz para las poblaciones interesadas;
7. Reitera su condena de la situación política que reina actualmente en Nigeria; lamenta que la Asamblea Paritaria no pudiera pronunciarse al respecto en la sesión de Bruselas;
8. Opina que el envío de una delegación de la Asamblea Paritaria al país podría aportar una contribución sustancial a la búsqueda de vías y medios capaces de inducir una evolución positiva de la situación y pide, en estas condiciones, que se autorice a una delegación a acudir sin demora a Nigeria;
9. Se congratula de la participación (como observadora) de una delegación parlamentaria de Sudáfrica en los trabajos de la Asamblea y subraya a este respecto la función eminente que continua desempeñando la Asamblea Paritaria en la determinación de las relaciones futuras entre Sudáfrica, los interlocutores ACP y la UE; recuerda, en este contexto, que la Asamblea Paritaria se pronunció con claridad en favor de la adhesión de Sudáfrica al Convenio de Lomé;
10. Toma nota con interés de la importante resolución sobre las infraestructuras en los países ACP aprobada por la Asamblea en el marco de su informe general;
11. Destaca que las infraestructuras de base son una condición fundamental para el desarrollo económico y social de los países ACP, que su planificación y su realización debe hacerse en una perspectiva y un marco regional, que es importante velar por que las infraestructuras respeten el medio ambiente y se adapten a las necesidades y los conocimientos de las poblaciones que deberán utilizarlas, y que es imprescindible crear mecanismos que garanticen su mantenimiento de modo duradero;
12. Destaca, en particular, la necesidad, en las situaciones de catástrofe que afectan a países ACP, de aplicar de modo paralelo a las indispensables acciones de ayuda humanitaria y de urgencia, ayudas a la rehabilitación que incluyan acciones específicas orientadas a la reconstrucción de infraestructuras;
13. Se congratula del reconocimiento creciente de la urgencia de que se actúe en el ámbito del virus del sida, teniendo en cuenta la propagación de la epidemia y sus vínculos demostrados con el estado de pobreza, y destaca la necesidad de fomentar una política general de educación en materia de sanidad y, por lo tanto, de prevención;
14. Reitera su petición urgente a la Unión Europea para que prohíba la fabricación, la venta y el almacenamiento de minas antipersona y destruya las existencias disponibles en su territorio y apoya la petición de que se cree un fondo especial para apoyar la financiación de la retirada de minas y la rehabilitación y compensación de las víctimas; pide asimismo la rápida creación de un fondo específico en el presupuesto de la Unión Europea destinado a financiar programas incluidos hasta ahora en diferentes líneas presupuestarias aplicados por ONG en todos los países que han padecido el uso de minas;
15. Expresa el deseo de que en el futuro la Asamblea Paritaria se dedique en mayor medida a los problemas relacionados con la producción y el consumo de drogas en determinados países ACP;
16. Expresa el deseo de que los riesgos y crisis políticas existentes en determinados países ACP no reciban sistemáticamente como signo de desaprobación por parte de los interlocutores europeos la congelación de las ayudas comunitarias, que podría entrañar dificultades aún más graves para las poblaciones;
17. Toma nota de los importantes debates y conclusiones de la Asamblea Paritaria en relación con los resultados (y la aplicación en el marco de la cooperación ACP-UE) de las grandes conferencias internacionales, como la Conferencia del Cairo sobre la Población y el Desarrollo, la Conferencia Mundial de Pekín sobre la Mujer y la Cumbre Social de Copenhague;
18. Espera con interés las conclusiones de los tres grupos de trabajo de la Asamblea dedicados respectivamente a los temas de industrialización, refugiados y personas desplazadas y desarrollo urbano; subraya que la Asamblea Paritaria puede aportar una contribución importante en estos tres sectores fundamentales de la cooperación ACP-UE;
19. Subraya el crecimiento notable del número de preguntas al Consejo y a la Comisión en las dos últimas sesiones y, en consecuencia, el tiempo considerable dedicado a este ejercicio, así como el elevado número de resoluciones presentadas, debatidas y aprobadas por la Asamblea Paritaria;
20. Opina que esta situación debe hacer que la Asamblea Paritaria lleve a cabo una reflexión en profundidad sobre sus métodos de trabajo y sobre la repercusión del mensaje que desea dirigir a las demás instituciones y también a las opiniones públicas de los Estados ACP y de la UE;
21. Considera que parece necesario en aras de una mayor eficacia que la Asamblea Paritaria concentre más claramente sus actividades de acuerdo con prioridades que ella misma debe definir, sin que por ello se limite la libertad de los miembros de la Asamblea para plantear las cuestiones que consideran importantes;
22. Observa con satisfacción la importancia de la representación parlamentaria en las delegaciones ACP, lo que fortalece el carácter democrático de la institución, su autoridad y su legitimidad y supone el reflejo del creciente compromiso de los Estados ACP con el camino de la democracia;
23. Reitera su petición de que se reconozcan la autonomía institucional de la Asamblea Paritaria y, en consecuencia, su autonomía financiera, confiriendo la responsabilidad de su gestión a los órganos previstos por su Reglamento, en el marco de los recursos presupuestarios de la UE; opina que esta autonomía le permitiría desempeñar sus funciones de manera responsable y con más eficacia;
24. Encarga a su Presidente que transmita la presente resolución al Consejo de Ministros ACP-UE, a los Parlamentos de los Estados miembros de la Unión Europea, al Comité de Embajadores ACP y a la Comisión.
- [1] DO C 245 de 21.9.1995, AP/1615-1617-1618, 28.9.1995.
B. EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
Cada año se informa a los diputados al Parlamento Europeo de las actividades de la Asamblea Paritaria. De este modo, pueden formarse una opinión sobre el estado de aplicación del Convenio de Lomé, los últimos acontecimientos en los países ACP y los problemas y preocupaciones de estos últimos, así como, por supuesto, de las decisiones tomadas por la Asamblea Paritaria.
El año de 1995 ha sido especialmente importante para la cooperación ACP-UE y, sobre todo, para la Asamblea Paritaria, ya que ha conocido durante su primer semestre el fin de las negociaciones relativas a la revisión a mitad de período de Lomé IV y la decisión sobre el establecimiento del importe del 8° FED.
Entre las actividades de la Asamblea Paritaria y de sus órganos principales pueden citarse:
- el grupo de contacto de continuación de los trabajos del grupo de trabajo sobre la revisión de Lomé IV ha participado como observador en parte de las sesiones de negociación del Consejo ACP-UE; la Asamblea Paritaria ha quedado por primera vez asociada plenamente a la negociación ministerial del Convenio de Lomé;
- una delegación de la Mesa realizó entre finales de mayo y principios de junio de 1995 una visita a las capitales de los tres Estados miembros más comprometidos por la renovación del FED (Alemania, Francia y el Reino Unido), con el fin de abogar en favor del aumento de los recursos financieros del 8° FED;
- delegaciones de la Mesa acudieron en misión a cierto número de países ACP, concretamente a Burundi, el Zaire, Rwanda, el Sudán, Eritrea, Etiopía y Malí;
- el mantenimiento de las actividades de los tres grupos de trabajo relativos respectivamente a industrialización, refugiados y desarrollo urbano; cabe destacar que la creación de grupos de trabajo permite que la Asamblea Paritaria proceda a un estudio en profundidad de problemas fundamentales para el mantenimiento y el futuro de la cooperación ACP-UE y que formule un conjunto de medidas concretas en los diferentes ámbitos;
- la visita realizada por el ponente general, en el marco de la elaboración de su informe general, a diversos países ACP de la región del Africa austral, el Caribe y el Pacífico;
- la organización durante la sesión de Dakar de una visita a las instalaciones pesqueras a raíz de un debate al respecto, en el que se destacó la necesidad de desarrollar la pesca artesanal en los países ACP;
- la organización en la sesión de Bruselas de un seminario con las ONG que permitió que se reunieran más de 40 representantes de ONG.
Cabe destacar asimismo que una delegación sudafricana participó como observadora en las sesiones de Dakar y Bruselas e intervino en los debates relativos al futuro de las relaciones entre la Unión Europea, los países ACP y Sudáfrica.
Asimismo, durante este año se concedió el estatuto de observador a la organización de la Commonwealth.
Por otra parte, en la sesión de Bruselas se dirigió a la Asamblea el Presidente de la República de Santo Tomé y Príncipe. La Asamblea tuvo ocasión asimismo de escuchar al Director para Africa de la Organización Mundial de la Salud, y al representante de las Naciones Unidas en Angola.
Los temas principales que se han tratado este año han sido:
- el seguimiento de las negociaciones encaminadas a la revisión a mitad de período de Lomé IV y la determinación del importe del 8° FED; el importe del FED será finalmente de 12.967 millones de ecus, lo que en resumidas cuentas es muy decepcionante, sobre todo si se añade paralelamente la negativa a aligerar la carga de la deuda de los países ACP, aunque como en su día destacaba el Presidente en ejercicio del Consejo, Bernard Debré, la reducción o la reprogramación de la deuda son competencia de los Estados miembros y no de la Unión; el ponente expresó entonces su apoyo personal a la Presidencia Francesa y a los demás países de la Unión que consideraban que la profundización de la cooperación entre la Unión y los países del Este, el Mediterráneo y Sudamérica no podían ir en detrimento de los países ACP, que se cuentan entre los más pobres del mundo; el ponente recordó en esta ocasión que estaba en juego la credibilidad política de la Unión;
- la cuestión de las infraestructuras, especialmente en los ámbitos de comunicaciones, energía, agua y telecomunicaciones, que fue objeto del informe general presentado por la Sra. Maij-Weggen, en el que la ponente delimitó exhaustivamente las deficiencias de la cooperación regional e insistió en la necesidad de mejorar el desarrollo del mantenimiento de infraestructuras; el desarrollo de las infraestructuras de base se presenta como una condición necesaria y previa al desarrollo económico y social; en el caso de los países y regiones ACP afectados por catástrofes diversas, parece asimismo fundamental que las ayudas humanitarias y de urgencia se complementen mediante ayudas a la rehabilitación que incluyan una sección importante de ayuda dedicada específicamente a la reconstrucción de infraestructuras;
- el seguimiento de la situación de los derechos humanos, especialmente mediante el envío de misiones específicas a algunos países y mediante la continuación del examen de determinados casos concretos en el marco del procedimiento seguido por la Mesa, así como mediante el examen durante las sesiones de la Asamblea de la situación reinante en determinados países ACP;
- la continuación del examen de la situación en el ártico austral y el futuro de las relaciones entre Sudáfrica y la cooperación ACP-UE;
- los productos básicos fueron objeto de diferentes votaciones; sirva como ejemplo la cuestión del azúcar, sobre la que, recordando que el suministro de azúcar continuaba inalterado desde 1975, los productores ACP expresaron el deseo de suministrar azúcar a un precio garantizado, con el fin de compensar el déficit de la Unión. Por lo que se refiere a los plátanos, el Sr. Debré, entonces Presidente en ejercicio del Consejo, recordó el carácter provisional del reglamento relativo a los plátanos; en cuanto a las amenazas americanas de medidas comerciales de retorsión, la Unión destacó que cualquier medida que tomaran los EE UU debía ser conforme a las obligaciones contraídas en el marco de la OCM;
- Los resultados de la Conferencia de Pekín sobre la Mujer fueron objeto de un informe en el que la Sra. Junker insistió en la necesidad permanente de situar a los países del Sur en condiciones de fomentar la función de la mujer en sus sociedades, recordando asimismo que las mujeres son las primera víctimas de guerras y crisis;
- los resultados de la Cumbre Social de Copenhague, sobre los que la Asamblea Paritaria consideró que incluían algunos progresos y daban una nueva dirección a la estrategia de desarrollo; a este respecto, la Asamblea reclama que la ayuda para el desarrollo se orienta en mayor medida hacia el sector social.
En cuanto a los métodos de trabajo y de evaluación de los resultados de las actividades de la Asamblea, merecen atención especial dos cuestiones específicas: por una parte, la aplicación del procedimiento de las preguntas al Consejo y a la Comisión y, por otro lado, el número de resoluciones aprobadas por la Asamblea.
En este año el número de preguntas dirigidas al Consejo y a la Comisión ha experimentado un aumento considerable. En la sesión de Dakar hubo 18 preguntas al Consejo y 33 a la Comisión. En Bruselas, el número de preguntas al Consejo pasó a 33 y el de las dirigidas a la Comisión llegó a 54. En estas condiciones, fue imposible autorizar a los miembros a plantear preguntas complementarias. Es posible interrogarse sobre el tiempo considerable que se dedica a este ejercicio, teniendo en cuenta que los debates de la Asamblea sufren, por su parte, limitaciones estrictas.
De este modo, en la sesión de Bruselas la votación de algunas propuestas de resolución relativas a determinados países ACP tuvo que aplazarse a la siguiente reunión de la Asamblea ante la falta de suficiente debate previo sobre las mismas.
Por lo que se refiere al número de resoluciones aprobadas, han sido 44 en Dakar y 31 en Bruselas. Las resoluciones tratan sobre ámbitos muy variados de la cooperación ACP-UE. Puede albergarse el temor de que un número tan elevado de resoluciones sobre temas tan diversos termine por deslavazar las prioridades de la Asamblea Paritaria y por restar claridad a su mensaje a las otras instituciones y a la opinión pública.
En particular, es de lamentar que la Asamblea adopte en ocasiones varias resoluciones sobre el mismo asunto. Esto ha ocurrido en Bruselas, donde aprobó tres resoluciones sobre los plátanos. Ocurrió asimismo en Dakar, donde aprobó dos resoluciones de título idéntico y contenido en parte similar. Se trataba de resoluciones sobre la integración de los jóvenes en el proceso de cooperación descentralizada.
Por otra parte, cabe sorprenderse de que la Asamblea Paritaria se permita ir más allá del ámbito de sus competencias, claramente definidas en el marco del Convenio de Lomé IV. En su sesión de Bruselas, la Asamblea examinó la cuestión de las pruebas nucleares francesas en el Pacífico y aprobó una resolución al respecto tras un día de debate.
La cuestión de la representatividad democrática de las delegaciones ACP ante la Asamblea Paritaria ha sido motivo de controversia durante largo tiempo. Desde hace algunos años ha mejorado claramente esta representatividad. En la sesión de Dakar, 38 delegaciones ACP de las 51 presentes estaban formadas por miembros elegidos. En la reunión de Bruselas, 41 delegaciones ACP de las 54 presentes estaban constituidas por representantes elegidos.
Como conclusión, podría afirmarse que el Convenio de Lomé debe conciliar dos imperativos: el deber de solidaridad de la Unión para con países que fueron objeto de colonización europea y la salvaguardia de sus intereses comerciales en un planeta en el que ahora más que nunca hay una guerra económica encarnizada.
A mitad de período del Convenio de Lomé IV, la Asamblea Paritaria celebró su XX sesión en Dakar, entre el 30 de enero y el 3 de febrero, y su XXI sesión en Bruselas, del 25 al 29 de septiembre. Aunque en las sesiones solemnes de ambas reuniones y en otras diversas intervenciones se expresó la voluntad general de aplicar medios jurídicos y materiales para garantizar la perdurabilidad de la cooperación entre la UE y los países del Sur por medio del Convenio de Lomé, no por ello es menos cierto que la angustia y la inquietud se cernieron sobre los miembros ACP de la Asamblea.
Estos sentimientos están justificados en los países ACP por elementos materiales y objetivos, como:
- la dotación financiera del 8° FED; a pesar de la calidad formal de las negociaciones que desembocaron en esta dotación, no se puede por menos de afirmar que los países ACP tienen razón al expresar su inquietud respecto a la voluntad real de la UE de desarrollar la cooperación y de hacer perdurable a "Lomé".
A este respecto, es necesario rendir homenaje a la decisión de la Presidencia francesa del Consejo de Ministros, apoyada por el Presidente del Parlamento Europeo, que expresaron con claridad el deseo del mantenimiento en moneda constante del 8° FED respecto del 7°, es decir, 14,6 millardos, suministrados por los Estados miembros. Y que en ningún caso, siempre según Alain Juppé y Klaus Hänsch, esta dotación, soportada por 15 Estados en 1995 por lo que se refiere al 8° FED, sea inferior a 13,3 millardos.
Desgraciadamente, la lógica y la justicia de esta tesis no fueron acogidas por unanimidad, y los 12.967 millones de dotación acordados para el 8° FED resultan ya insuficientes para la realización de las ayudas programables y para garantizar el mantenimiento y el funcionamiento de los mecanismos de apoyo de las cotizaciones (STABEX, SYSMIN), cuya garantía solamente puede estar en función de los compromisos de los créditos correspondientes. ¿Debe considerarse este compromiso financiero negativo como la premisa del abandono progresivo de la cooperación?
Por otro lado, durante todos los debates celebrados en las reuniones de la Asamblea Paritaria se ha tratado la introducción de la "cláusula de democracia" en el artículo 5 modificado del Convenio de Lomé, de manera que el respeto de los derechos humanos y de la democracia sean condición fundamental para el Acuerdo y que se permita la posibilidad de suspenderlo en caso de violación grave y reiterada, con las modalidades de aplicación de la cláusula de suspensión recogidas en el nuevo artículo 366 bis del Convenio.
Por mi parte, considero que las disposiciones del artículo 366 bis constituyen un excelente instrumento jurídico que permite regular cualquier contravención de los principios democráticos de los derechos humanos o el Estado de derecho. No obstante, queda claro que cualquier decisión que se tome con este fundamento requiere la aplicación de medidas de acompañamiento en todas las fases del procedimiento: desde la consulta en el marco de la instrucción, hasta la concertación para el levantamiento de las sanciones de suspensión.
Por lo que se refiere a Nigeria y la situación reinante en el país, la Asamblea Paritaria puede prestar una contribución importante para favorecer las evoluciones positivas, especialmente respecto a la situación de los derechos humanos y de la democracia en el país. Debe autorizarse a una delegación de la Asamblea Paritaria (de composición suficientemente amplia como para poder reflejar las diferentes tendencias políticas del Parlamento Europeo) a que acuda cuanto antes al país para realizar las visitas y celebrar las reuniones que considere necesarias. Es necesario subrayar que estas misiones ya han demostrado su utilidad para contribuir a la aproximación de puntos de vista y favorecer la resolución de crisis en determinados países ACP.
Más en general, la Asamblea Paritaria está convencida de la necesidad de aplicar mecanismos institucionales de prevención de conflictos. En este sentido, aprobó una resolución en la que pide la creación de estructuras de cooperación política dotadas de medios materiales suficientes para permitirle actuar con eficacia en la prevención de conflictos.
Si bien es indiscutible que la Unión y cada uno de los Estados miembros son en el momento actual la fuente principal de ayuda pública para el desarrollo en beneficio de los países del Sur, hay que señalar que las medidas tomadas en el marco del Convenio de Lomé IV han demostrado ya su insuficiencia para alcanzar los objetivos fijados en los diferentes protocolos de acuerdo. Hay que esperar que en contra de los temores de los países ACP, estas deficiencias sean solamente coyunturales y circunstanciales y explicables por:
- las obligaciones que se han impuesto a los Estados miembros de la Unión para reducir sus déficit públicos con el fin de pasar en 1999 a la moneda única;
- la subordinación de la construcción de la Unión a parámetros socioeconómicos que es necesario armonizar. Cada Estado miembro debe realizar esfuerzos para alcanzar un nivel de desarrollo óptimo y hacerse merecedor de su lugar en la Unión. Los índices de crecimiento y los PIB deben mantenerse en progresión constante.