INFORME sobre la promoción de los cultivos vegetales con fines no alimentarios
24.2.2006 - (2004/2259(INI))
Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural
Ponente: Neil Parish
PROPUESTA DE RESOLUCIÓN DEL PARLAMENTO EUROPEO
sobre la promoción de los cultivos vegetales con fines no alimentarios
El Parlamento Europeo,
– Visto el Libro Verde de la Comisión de 29 de noviembre de 2000 «Hacia una estrategia europea de seguridad del abastecimiento energético» (COM(2000)0769),
– Vista la Comunicación de la Comisión «Energía para el futuro: fuentes de energía renovables - Libro Blanco para una estrategia y un plan de acción comunitarios» (COM(1997)0599),
– Vista la Directiva 2001/77/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 27 de septiembre de 2001, relativa a la promoción de la electricidad generada a partir de fuentes de energía renovables en el mercado interior de la electricidad[1],
– Vista la Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo sobre la cuota de las energías renovables en la UE, de conformidad con el artículo 3 de la Directiva 2001/77/CE (COM(2004)0366),
– Vistos el programa de la Comisión «Energía inteligente para Europa», el Plan de acción sobre la biomasa y la Comunicación sobre la estrategia de la UE para los biocarburantes (COM(2006)0034),
– Vista la Directiva 2003/30/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 8 de mayo de 2003, relativa al fomento del uso de biocarburantes u otros combustibles renovables en el transporte[2],
– Vista la Directiva 98/70/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 13 de octubre de 1998, relativa a la calidad de la gasolina y el gasóleo y por la que se modifica la Directiva 93/12/CEE[3],
– Visto el Reglamento (CE) nº 1782/2003 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 29 de septiembre de 2003, por el que se establecen disposiciones comunes aplicables a los regímenes de ayuda directa en el marco de la política agrícola común y se instauran determinados regímenes de ayuda a los agricultores[4],
– Vista la Decisión 280/2004/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 11 de febrero de 2004, relativa a un mecanismo para el seguimiento de las emisiones de gases de efecto invernadero en la Comunidad y para la aplicación del Protocolo de Kyoto[5],
– Vista la Directiva 2003/96/CE del Consejo, de 27 de octubre de 2003, por la que se reestructura el régimen comunitario de imposición de los productos energéticos y de la electricidad[6],
– Vista su Resolución de 29 de septiembre de 2005 sobre la cuota de las energías renovables en la UE y las propuestas de medidas concretas[7],
– Visto el artículo 45 de su Reglamento,
– Visto el informe de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural (A6‑0040/2006),
A. Considerando que la producción de materias primas renovables constituye un vínculo entre la política agrícola común y unas políticas actualizadas e innovadoras como las expuestas en las conclusiones de los Consejos Europeos de Lisboa y Gotemburgo,
B. Considerando que, en el marco de un desarrollo sostenible, la producción de materias primas renovables y la utilización de residuos orgánicos pueden contribuir a la mejora del medio ambiente, a la producción de energía sostenible, al empleo y al equilibrio regional, así como favorecer la diversificación y la autonomía de una agricultura multifuncional,
C. Considerando que, al sustituir en parte a las fuentes de energía fósiles, las materias primas renovables, junto con una combinación equilibrada y estratégica de todas las fuentes de energía, contribuyen a reducir la dependencia energética de la UE, minimizando los riesgos políticos y económicos que se derivan de las importaciones; que, al mismo tiempo, las materias primas renovables contribuyen a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y a una mejor gestión del ciclo de vida de los materiales,
D. Considerando que el desarrollo de cultivos con fines no alimentarios no debe ir en detrimento del objetivo estratégico de la independencia alimentaria, asignado a la política agrícola común desde sus orígenes,
E. Considerando que, aunque los cultivos con fines no alimentarios parecen ofrecer nuevas oportunidades a la agricultura actual, en particular en el ámbito energético, conviene situar adecuadamente el marco de competitividad a partir del cual esta sustitución se hace operativa para los agricultores y para el funcionamiento de una nueva industria de transformación,
F. Considerando que, para que la iniciativa europea de diversificación energética encaminada a luchar contra el efecto invernadero tenga validez, las políticas de desarrollo de los biocarburantes y de valorización de la biomasa deben apoyarse en métodos de producción que ahorren energía,
G. Considerando que, aunque el desarrollo de cultivos con fines no alimentarios puede tener efectos positivos en los problemas de calentamiento climático, es necesario llevar a cabo análisis previos de coste-beneficio para la energía y el medio ambiente con el fin de calcular todos los costes de producción y valorar adecuadamente el interés de las nuevas orientaciones que puedan tomarse,
H. Considerando que las reservas de gas natural y de petróleo disminuyen constantemente y que en los próximos quince años se prevé un declive de la producción de petróleo, por lo que su precio aumentará en consecuencia; que, por lo tanto, es fundamental utilizar la energía de forma económica y eficiente en el sector agrario y de la producción de alimentos, sobre todo acortando la distancia del transporte y descentralizando el suministro de alimentos y la producción de energía,
I. Considerando que el aprovechamiento energético de la biomasa es una actividad interdisciplinaria que abarca la producción de energía, la protección del medio ambiente, la normalización y la seguridad del suministro a través de la explotación local de las fuentes de energía y de las materias primas renovables,
J. Considerando que las necesidades en combustibles convencionales de las economías de rápida industrialización en Asia y en otras regiones en desarrollo aumentarán considerablemente en un futuro próximo, lo que contribuirá de manera decisiva a disminuir las reservas mundiales de petróleo,
K. Considerando que la seguridad del abastecimiento se tiene que garantizar a través de la diversificación de las fuentes de energía con el fin de que la Unión Europea sea menos dependiente de las importaciones de combustibles fósiles de terceros países,
L. Considerando que, en las zonas rurales, los biocarburantes pueden crear muchos más empleos que las alternativas de carburantes fósiles e incluso pueden llegar a constituir una verdadera alternativa socioeconómica en muchas zonas afectadas por el declive o la desaparición de cultivos autóctonos sujetos a las reformas de la PAC, como es el caso de la remolacha azucarera o el algodón,
M. Considerando que un mayor uso de las fuentes de energía renovables puede tener efectos beneficiosos, entre ellos, la creación de empleo en las regiones con elevados índices de desempleo, estimulando el desarrollo de la producción en las zonas rurales, el crecimiento del empleo y el desarrollo de la industria y los servicios en función de la demanda de energías renovables y, a raíz de los cambios políticos en los nuevos Estados miembros, el retorno a la actividad agrícola abandonada,
N. Considerando que la Directiva 2003/30 relativa a los biocarburantes prevé para 2010 un objetivo de consumo de biocarburantes del 5,75 % del total del combustible destinado al transporte, equivalente a 40 millones de toneladas de dióxido de carbono al año; que actualmente el nivel de consumo de biocarburantes en los Estados miembros sólo es del 1,4 % del total del combustible destinado al transporte; que, por consiguiente, es recomendable un cambio sustancial de política,
O. Considerando que muchos Estados miembros recurren a la exención de impuestos sobre el carburante para fomentar la producción de biocarburantes, con arreglo a la Directiva 2003/96/CE relativa a la imposición de los productos energéticos,
P. Considerando que se requiere un mercado interior para los productos agrícolas destinados a la producción de energía y combustible,
Q. Considerando que todas las subvenciones, tarifas aduaneras, reglamentos o directivas europeas y nacionales para el fomento de los cultivos energéticos y los biocarburantes deben ser compatibles, de forma duradera, con las directrices de la OMC,
R. Considerando que el cultivo de productos energéticos puede repercutir positivamente en la biodiversidad, el suelo y los recursos hídricos, siempre que dicho cultivo dé lugar a una mayor alternancia, se respeten plenamente los requisitos de ecocondicionalidad y se tomen medidas para mejorar la fertilidad del suelo,
S. Considerando que para la producción de energía debe aprovecharse en mayor grado el potencial de los subproductos agrícolas y forestales como madera, lana, estiércol, paja y desechos de matadero,
T. Considerando que no sólo los consumidores, sino también los agricultores y los propietarios forestales, necesitan estar informados sobre las propiedades de los cultivos con fines no alimentarios, la producción de biomasa, la energía renovable y las oportunidades que ofrecen a los sectores agrícola y forestal,
U. Considerando que la reciente reforma de la PAC ha creado las condiciones necesarias para el desarrollo de cultivos con fines no alimentarios, mediante la disociación del régimen de cultivos energéticos y el cultivo en las tierras retiradas de la producción,
V. Considerando que la energía de la biomasa constituye una fuente de energía renovable con un gran potencial, en particular para una agricultura sostenible,
W. Considerando que las principales formas de energía de la biomasa comprenden los biocarburantes destinados al transporte (producidos principalmente a partir de cereales, azúcar, oleaginosas y aceites residuales), la calefacción doméstica a partir de la biomasa (uso de madera y residuos de madera), la combustión de residuos de madera y residuos agrícolas en centrales para la producción de electricidad, calefacción o cogeneración,
X. Considerando que, actualmente, las previsiones respecto de la energía renovable se sitúan entre el 9 % y el 10 % del total de la energía de la UE para 2010, en lugar del objetivo fijado en el 12 %,
Y. Considerando que los nuevos Estados miembros de la Europa Central y Oriental, así como Bulgaria y Rumanía, que se adherirán a la UE, son productores potenciales de fuentes de energía renovables, que reciben o recibirán una parte importante de la ayuda procedente de los Fondos estructurales y agrícola y que es preciso alentarles firmemente a que aprovechen con eficacia estos recursos, ajustándose a las normas horizontales de la PAC,
Z. Considerando que, dada la reforma del mercado del azúcar en la Unión Europea, así como la interrupción del cultivo de remolacha azucarera, hay que estudiar todas las posibilidades de ampliar el potencial existente de producción de biocombustibles a partir de remolacha azucarera u otros cultivos alternativos en las regiones en cuestión,
Un futuro para los cultivos con fines no alimentarios
1. Subraya la importancia de incrementar la ayuda para investigación y desarrollo en la tecnología de los cultivos no alimentarios con el fin de mejorar el potencial y la eficiencia del sector; propone que se conceda particular importancia a los proyectos más viables de bioenergía, es decir, aquéllos con mayores posibilidades de contribuir al desarrollo de la economía rural y que demuestren la capacidad de la biomasa de contribuir perceptiblemente a satisfacer la demanda europea de energía;
2. Insta a la Comisión a que defina la estrategia comunitaria y el plan de acción para el fomento de las fuentes de energía renovables como contribución a la seguridad alimentaria y a la mejora de la eficiencia energética de la Comunidad, para garantizar una mayor seguridad del suministro de alimentos y el mejor uso posible de las materias primas renovables;
3. Pide a la Comisión que, con ayuda de los Estados miembros, de las asociaciones y de los agentes interesados, recopile todas las experiencias individuales y colectivas relativas a la utilización de la biomasa (materias primas renovables y residuos orgánicos de la agricultura y del sector forestal) para producir biocarburantes, calor y electricidad, con el fin de reproducir las iniciativas más interesantes en toda la Unión Europea;
4. Acoge con satisfacción los esfuerzos realizados por la Comisión para fomentar un mayor despliegue de los cultivos con fines no alimentarios y una mayor eficiencia en el uso de la energía, en el marco del Programa «Energía inteligente - Europa», del «Plan de acción sobre la biomasa» y de la Comunicación sobre los biocarburantes; pide, no obstante, una mejor coordinación con las medidas ya adoptadas en los Estados miembros; anima a la Comisión a cumplir con el calendario anunciado para ambas iniciativas y a llevar a cabo en el plazo más corto posible las acciones derivadas de las mismas;
5. Considera conveniente, en el marco de la programación a largo plazo de la política energética de la UE y para asegurar la certeza económica y empresarial de los inversores y los productores, establecer programas de acción nacionales sobre la biomasa, basados en propuestas integradas que determinen la prioridad para el uso de determinados tipos de biomasa y fijen medidas específicas para el medio ambiente, así como políticas de información de los consumidores acerca de las ventajas, los inconvenientes y la contribución de esta fuente de energía renovable al desarrollo sostenible;
6. Subraya la necesidad de realizar un estudio sobre los criterios económicos y técnicos de selección de los tipos de cultivo más recomendables en función de las características del suelo y el clima de cada región;
7. Insta a la Comisión a que, al igual que en otros sectores, fomente con carácter prioritario en el sector de la agricultura el ahorro de energía, el aprovechamiento de los subproductos para la obtención de energía y el uso descentralizado de los recursos renovables;
8. Destaca que las materias primas para la producción de biodiesel y bioetanol y de energía térmica y eléctrica a partir de biomasa deben proceder principalmente de las reservas de cada Estado miembro;
9. Destaca el potencial que ofrecen la evolución y las inversiones en el sector de los cultivos no alimentarios a los agricultores afectados por la reforma de la OCM del azúcar;
10. Subraya la importancia de que los objetivos de la Directiva 2003/30/CE relativa a los biocarburantes sean obligatorios, con el establecimiento de sólidos mecanismos de seguimiento a fin de que los compromisos contraídos se cumplan principalmente a partir de la producción local europea; considera para ello necesario que la política comercial de la Unión Europea sea coherente con ese objetivo;
11. Subraya que el establecimiento de objetivos obligatorios no debe suponer la desaparición o reducción de los incentivos existentes para la producción de biocarburantes en la Unión Europea; considera que el establecimiento de esa obligatoriedad debería ir condicionado a la revisión de la normativa comunitaria en materia de fiscalidad aplicada a los productos energéticos;
12. Hace hincapié, en una situación caracterizada por unos recursos naturales cada vez más escasos, en la importancia de los mecanismos de mercado, que ofrecen posibilidades de competitividad duradera a las energías de origen vegetal, incluso sin subvenciones estatales;
13. Hace hincapié en la conveniencia de contemplar el desarrollo de la explotación de las fuentes de energía renovables en cada Estado miembro, teniendo en cuenta las condiciones locales, estrechamente vinculadas a las posibilidades de dicho desarrollo;
14. Señala que todas las zonas rurales poseen un considerable potencial de producción de biomasa, pero que las más pobres siempre tienen más dificultades para valorizar este potencial, teniendo en cuenta su bajo nivel de producción y sus desventajas naturales y estructurales; considera, por lo tanto, que conviene darles prioridad en la utilización de los Fondos estructurales para explotar su potencial;
15. Subraya la necesidad de definir, en el marco de las estrategias de desarrollo nacionales y regionales para el período 2007-2013, programas operativos de aprovechamiento de la biomasa y garantizar su cofinanciación a través de los Fondos Estructurales y de Cohesión, así como del Séptimo Programa Marco de Investigación;
16. Pide que las medidas de fomento de los cultivos energéticos no conduzcan a un mayor encarecimiento del suministro de energía a los hogares y las empresas que empeore la posición de Europa en la competencia mundial entre centros de actividad económica;
17. Insta a la Comisión a que revise las disposiciones de retirada de tierras de la producción en el marco del régimen de cultivos energéticos, como se establece en la reforma de la PAC, y a que aumente de manera sustancial la superficie máxima elegible para la ayuda adicional y el nivel de pagos; recuerda a este respecto que se ha pronunciado recientemente en favor de aumentar la ayuda concedida para superficies dedicadas a cultivos energéticos a 80 euros por hectárea y año, con una superficie máxima garantizada de 2 200 000 hectáreas;
18. Insta a la Comisión a que amplíe la lista de cultivos destinados a la producción de biocarburantes que pueden acogerse a los regímenes de ayuda, garantice que la selección de los cultivos energéticos más adaptados se efectuará a escala local y regional, asegure formas pertinentes de ayuda para todos los tipos de fuentes de energía renovables como el bioetanol, el biocarburante y el biogás, y ofrezca incentivos suficientes a los productores para optar por este tipo de cultivos;
19. Subraya que el fomento de cultivos con fines no alimentarios ha de estar adecuadamente financiado e incluir el uso racional de los fondos de desarrollo rural;
20. Pide a la Comisión que elimine los obstáculos al desarrollo de los cultivos energéticos en los nuevos Estados miembros, los cuales aplican un régimen simplificado de pago único por superficie y al mismo tiempo no reciben ningún apoyo financiero de la Unión Europea;
21. Considera que en los nuevos Estados miembros es importante disociar las primas a los cultivos energéticos del mecanismo de introducción gradual («phasing-in»);
22. Considera que en los nuevos Estados miembros habría que separar las ayudas a los cultivos energéticos del régimen de pago único por superficie, garantizándoles así ayudas adicionales;
23. Destaca que, a más largo plazo, los cultivos con fines no alimentarios deben convertirse en económicamente viables y pide a la Comisión que garantice a la industria soluciones duraderas y un marco normativo estable que la estimulen a realizar esas inversiones y adaptaciones para que la financiación de dichos cultivos con cargo a fondos públicos ya no resulte necesaria;
24. Señala que debe ponerse especial cuidado en evitar una producción intensiva que tenga efectos perjudiciales para el medio ambiente, como la degradación del suelo con residuos de fertilizantes y productos fitosanitarios, y el agotamiento y la contaminación de los recursos hídricos;
25. Subraya la importancia de fomentar la comunicación entre el sector agrícola y el sector de la transformación mediante contratos claros, la transferencia de tecnología y otros incentivos;
26. Pide a la Comisión que fomente programas de subvenciones y préstamos a escala nacional, regional y de la UE para fines tales como la construcción de plantas de procesado y el desarrollo de materias de base, aplicando criterios de proporcionalidad a todos los Estados miembros;
27. Pide a la Comisión que evalúe los beneficios potenciales de los cultivos con fines no alimentarios, en cuanto a las oportunidades de empleo y reducción de costes de transporte que ofrece la construcción de centrales de energía renovable en las zonas rurales;
28. Subraya la importancia de adoptar medidas para asegurar una determinada calidad de las materias de base importadas y su conformidad con los estándares sociales y medioambientales, sobre la base de las normas en vigor en la Unión Europea;
29. Insta a la Comisión a que realice nuevos esfuerzos para la aproximación de los estándares de los productos y de las ayudas a las materias primas renovables en toda la UE, a fin de fomentar un mercado interior para las fuentes de energía renovables;
30. Pide a la Comisión que apoye el fomento de los cultivos no alimentarios, mediante adaptaciones reglamentarias, en la medida en que responda a criterios de desarrollo sostenible y valorice una agricultura multifuncional en el conjunto de la Unión Europea;
31. Considera conveniente efectuar un seguimiento de la influencia de los cultivos energéticos en el medio rural y estudiar la posibilidad de adoptar una normativa destinada a evitar la propagación incontrolada de cultivos vegetales considerados invasivos en determinadas regiones;
32. Anima a utilizar los mecanismos vigentes de control, como la condicionalidad, a fin de asegurar que la biodiversidad y los recursos medioambientales, como el suelo, el agua y el aire, no corren peligro debido a la producción de biocarburantes, bioenergía y sus materiales, y que realmente se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero;
33. Pide a la Comisión que considere la creación, a escala de la UE, de una base de datos transparente y de acceso público, que contenga información sobre los beneficios del ciclo de vida de las materias primas renovables, junto con los resultados de las evaluaciones sobre su ciclo de vida;
34. Pide que las estrategias de contratación pública apoyen la introducción de biomateriales derivados de materias primas renovables a fin de incrementar la concienciación sobre los usos potenciales de materias renovables y sus amplios beneficios para el medio ambiente y la salud;
35. Insta a la Comisión a que apoye la difusión y transposición tecnológica de la investigación, desarrollo y demostración europeos sobre biomateriales, bioenergía y biocarburantes, y a que promueva una campaña de concienciación pública;
36. Subraya la necesidad de que las actividades nacionales de investigación, desarrollo y demostración sobre biomateriales se integren a nivel europeo, en particular con vistas al establecimiento de un amplio programa de investigación de la UE sobre tecnología de la conversión de la biomasa en energía, carburantes y productos químicos;
37. Pide a la Comisión que adopte medidas que permitan llegar cuanto antes a un compromiso entre la industria automovilística y el sector petrolero para la producción de biocombustibles con arreglo al principio «biocombustibles para automóviles, y no automóviles para biocombustibles»;
Oportunidades que ofrecen los cultivos y productos especializados
38. Pide a la Comisión que adopte medidas para fomentar la producción de sustancias químicas especializadas procedentes de materias primas agrícolas a fin de incrementar la renta de los agricultores y proporcionar al mercado productos sanos y respetuosos con el medio ambiente que sustituyan a los productos químicos no biodegradables;
39. Reconoce que las aplicaciones de los cultivos especializados pueden ser muy eficaces a pequeña escala descentralizada y, por consiguiente, beneficiar a un porcentaje elevado de agricultores; insta, por consiguiente, a la Comisión a que fomente el desarrollo en este ámbito con vistas a un incremento gradual de la producción;
40. Apoya la reciente evolución en el sector de los plásticos, lubricantes y aislantes a fin de sustituir los productos convencionales por productos basados en las plantas, como las fibras de lino y de cáñamo en sustitución de fibras minerales que consumen una gran cantidad de energía fósil;
41. Subraya el potencial de la agricultura para producir plantas medicinales destinadas a la elaboración de vacunas y otros productos tendentes a proporcionar al sector médico instrumentos adecuados para el cuidado de la salud;
42. Apoya el uso de medios agrícolas como fertilizantes, productos fitosanitarios e insecticidas derivados de productos agrícolas y alienta los métodos de cultivo ecológicos en lo que respecta a los fertilizantes y productos fitosanitarios;
43. Destaca que la creciente demanda del consumidor de productos respetuosos con el medio ambiente y beneficiosos para la salud supone un desafío para que el sector agrícola produzca materias primas para cosméticos naturales e hipoalergénicos, productos textiles naturales respetuosos del medio ambiente y nuevos productos alimentarios;
44. Pide a la Comisión que fomente una mayor innovación y nuevas tecnologías prometedoras, tales como la producción combinada de papel y bioetanol a partir de paja;
Fomento de la producción de calefacción y electricidad a partir de recursos agrícolas
45. Subraya el potencial de los residuos y subproductos agrícolas para la producción de calefacción, refrigeración y electricidad, a partir de métodos eficientes desde el punto de vista económico y ecológico y que otorguen mayor autonomía al sector agrícola y a las colectividades rurales;
46. Pide que la financiación en investigación y desarrollo rural se oriente cada vez más hacia una utilización más eficaz y masiva de los residuos orgánicos procedentes de la agricultura y del sector forestal para uso individual y colectivo en el medio rural;
47. Pide a la Comisión que fomente una valorización eficaz de la biomasa disponible en forma de residuos forestales y agrícolas, así como un cultivo energético mediante vegetales ad hoc (plantas leñosas de crecimiento rápido, como el sauce y el álamo, o plantas herbáceas como algunas poáceas), respetando las especies vegetales autóctonas de cada Estado miembro, para la producción de calefacción y para contribuir simultáneamente a la valorización de determinados residuos;
48. Subraya la importancia de establecer requisitos obligatorios para la generación renovable de calefacción que estimulen el uso eficiente de la biomasa como fuente de energía renovable y el desarrollo de nuevos mercados locales para los productos agrícolas;
49. Destaca la conveniencia de crear las condiciones óptimas para el aprovechamiento de la biomasa, de definir unos principios claros para los regímenes de ayudas, y de aumentar los recursos financieros que permitan el crecimiento de la producción de biomasa y la mejora de su explotación;
50. Pide a la Comisión que elabore una recomendación dirigida a los Estados miembros para que utilicen incentivos eficaces, tales como la reducción de impuestos, a fin de fomentar el uso de energías renovables y su producción a partir de materias primas renovables locales;
51. Sugiere que continúen los esfuerzos para fomentar la producción y el uso de energía renovable directamente en las explotaciones agrícolas, como ya han hecho muchos transformadores a pequeña escala, en aquellos casos en que haya posibilidades de obtener rápidamente buenos resultados comerciales sin necesidad de subvenciones a largo plazo;
52. Señala a los agricultores las posibilidades y salidas industriales que ofrece el cultivo de plantas energéticas, tras las limitaciones impuestas por la política agrícola común reformada;
53. Anima al establecimiento de «biorefinerías» que incrementan la eficiencia de costes del producto final mediante el uso integral de la biomasa;
54. Pide a los Estados miembros que sensibilicen a los ciudadanos acerca de las consecuencias positivas que para la protección del medio ambiente supone la utilización de la biomasa y de las fuentes de energía renovables, organizando campañas publicitarias dirigidas principalmente a la nueva generación, en la que debe fomentarse la conciencia ecológica;
55. Señala que debe tenerse presente la necesidad de explotar los productos derivados de la agricultura y otros residuos de la biomasa, incluidos los residuos industriales biodegradables;
Oportunidades para los biocarburantes
56. Subraya que la sustitución de los carburantes fósiles puede crear oportunidades económicas y la creación de empleo, de conformidad con la Estrategia de Lisboa;
57. Recuerda que, puesto que la Unión Europea debe tomar medidas para luchar contra los gases de efecto invernadero y proteger el medio ambiente, la producción de biocarburantes, que representa un potencial de diversificación de sus fuentes de energía, debe respetar las normas de una agricultura sostenible;
58. Señala la conveniencia de dar prioridad a la realización de estudios sobre el desarrollo de nuevas tecnologías relativas a la obtención y explotación de combustibles renovables;
59. Insta a los Estados miembros a que estudien medidas como unos mayores incentivos fiscales, una cantidad fija de biocarburante para la mezcla con carburantes fósiles y requisitos obligatorios como medios prometedores de fomentar los biocarburantes en el futuro;
60. Señala, sin embargo, que la adopción de medidas fiscales, como la exención de impuestos, requiere cautela para evitar la distorsión del mercado debido a la compensación excesiva de los biocarburantes importados y de las formas de energía cuyos costes de producción son especialmente bajos;
61. Insta a los Estados miembros a que establezcan derechos e impuestos para periodos de tiempo suficientemente largos como para asegurar la confianza de la industria y estimular la inversión;
62. Pide a la Comisión que considere el establecimiento de un acceso cualificado al mercado en lo que se refiere a las importaciones de biocarburante de terceros países, como es el caso de Brasil, a fin de garantizar la seguridad alimentaria mundial, la biodiversidad y la capacidad de absorción de CO2 de las selvas vírgenes, mediante la aplicación de un régimen fiscal adecuado y el fomento de proyectos de desarrollo rural para una utilización sostenible de los recursos en los terceros países; en este contexto, el sector europeo de los biocarburantes puede seguir siendo competitivo al mismo tiempo que se aplican normas medioambientales elevadas;
63. Pide que se incremente la financiación de la investigación sobre nuevas tecnologías de coste más eficiente desde el punto de vista económico y del desarrollo sostenible y sobre el desarrollo de métodos de producción mejor adaptados a las necesidades del sector de los biocarburantes;
64. Acoge con satisfacción la atención concedida al fomento de la investigación sobre tecnologías nuevas y menos onerosas en relación con los biocarburantes;
65. Recomienda que la investigación y el desarrollo sobre los biocarburantes de segunda generación reciba una ayuda sustancial, pero que se examinen seriamente las posibilidades que ofrecen las propuestas existentes que contribuyen en gran medida a resolver problemas medioambientales como, por ejemplo, la producción de hidrógeno mediante fuentes de energía renovables;
66. Reconoce que, por el momento y hasta que no se consiga un abaratamiento de su producción, los biocarburantes son más caros que los carburantes fósiles (de ahí la importancia de destinar fondos a la investigación), pero señala que la mezcla de ambos tipos de combustible tiene un impacto positivo en el medio ambiente;
67. Pide a la Comisión que proponga rápidamente la revisión de la Directiva 98/70/CE relativa a la calidad de la gasolina y el gasóleo a fin de determinar los medios adecuados para facilitar el logro de los objetivos de la Directiva 2003/30/CE relativa a los biocarburantes, y de esa forma fomentar en mayor medida los biocarburantes;
68. Encarga a su Presidente que transmita la presente Resolución al Consejo y a la Comisión.
- [1] DO L 283 de 27.10.2001, p. 33.
- [2] DO L 123 de 17.5.2003, p. 42.
- [3] DO L 350 de 28.12.1998, p. 58. Directiva modificada en último lugar por el Reglamento (CE) nº 1882/2003 (DO L 284 de 31.10.2003, p. 1).
- [4] DO L 270 de 21.10.2003, p. 1. Reglamento modificado en último lugar por el Reglamento (CE) nº 2183/2005 (DO L 347 de 30.12.2005, p. 56).
- [5] DO L 49 de 19.2.2004, p. 1.
- [6] DO L 283 de 31.10.2003, p. 51. Directiva modificada en último lugar por la Directiva 2004/75/CE (DO L 157 de 30.4.2004, p. 1.)
- [7] Textos aprobados, P6_TA(2005)0365.
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
El objetivo principal del fomento de la producción de cultivos con fines no alimentarios es proporcionar nuevos mercados importantes a los agricultores de la Unión Europea. El desarrollo de este sector tiene el potencial de aportar grandes beneficios sociales, económicos y medioambientales.
El sector agrícola europeo se encuentra hoy en día bajo una presión creciente, ya que la globalización y la liberalización de los mercados nacionales e internacionales hacen muy difícil que los agricultores europeos compitan con países que producen a costes más bajos. A medida que continúe esta tendencia, los agricultores tendrán más dificultades para lograr unas rentas dignas y los productores menos competitivos se verán obligados a abandonar este sector. Esto no sólo tendrá grandes repercusiones económicas y sociales, sino que también conducirá a una disminución de las tierras utilizadas para la producción alimentaria.
Precisamente dentro de este contexto es donde la promoción de cultivos con fines no alimentarios proporciona grandes oportunidades.
Utilización de las tierras
A medida que el sector agrícola continúe desarrollándose, quedarán más tierras disponibles para fines no alimentarios. Actualmente la agricultura no sólo tiene un valor económico y social, sino también una importancia medioambiental y ecológica. Por tanto, la pérdida de tierras para la agricultura irá en detrimento del medio ambiente. Si las tierras pudieran conservar su uso agrícola utilizándolas para la producción de cultivos con fines no alimentarios, se preservarían los beneficios ecológicos y nuestro legado natural.
Disposiciones vigentes: reforma de la PAC
La disociación entre la ayuda a la renta y la producción, que se introdujo mediante la reforma de la PAC en 2003, ayudará a facilitar el suministro de cultivos energéticos. En concreto, los cultivos sólo elegibles para pagos directos con arreglo al régimen de fines no alimentarios en zonas de tierras retiradas de la producción podrán cultivarse ahora en cualquier zona sin pérdida de la ayuda a la renta. En virtud del nuevo sistema, los agricultores pueden, en principio, adaptar su sistema de producción a las condiciones agronómicas y a los desarrollos del mercado, sin sufrir ninguna repercusión en el importe de la ayuda a la renta que reciben. Será el margen neto de los diferentes cultivos a escala local lo que determine su programa de producción.
El régimen de disociación también prevé disposiciones especiales para algunos cultivos (p. ej. patata para almidón, trigo duro). Para recibir ese pago, los agricultores deben cumplir una serie de buenas prácticas agrícolas y medioambientales. La superficie máxima elegible para la ayuda se fija por regiones y puede variar dentro de cada región, dependiendo de la irrigación, el cultivo específico de que se trate y el rendimiento medio. Además, los Estados miembros están autorizados a contribuir con ayudas nacionales hasta un 50 % de los costes totales asociados al establecimiento de cultivos plurianuales para la biomasa en tierras retiradas de la producción.
Tierras retiradas de la producción
La obligación de retirada de tierras de la producción, que se introdujo mediante la reforma de 1992 como un instrumento para equilibrar el mercado de los cereales, se ha integrado en el nuevo sistema de pago único. Normalmente, las tierras retiradas de la producción no pueden utilizarse para ninguna producción, pero se autorizan los cultivos con fines no alimentarios (incluidos los cultivos energéticos) si el uso de la biomasa está garantizada por un contrato o por una declaración del propio agricultor. Por ello, el régimen de retirada de tierras constituye un incentivo para la producción de cultivos con fines no alimentarios.
Régimen de cultivos energéticos
La producción de biocarburante y de cultivos energéticos no sólo se fomenta mediante los pagos de retirada de las tierras, sino también por medio del régimen de cultivos energéticos, que prevé una ayuda por hectárea para los agricultores en tierras no retiradas de la producción. La superficie máxima garantizada es de 1,5 millones de hectáreas y la prima por Ha. asciende a 45 euros. Se han fijado los pagos para dos cultivos energéticos principales: el monte bajo de ciclo corto y el miscanthus. En el primer año de aplicación del régimen de cultivos energéticos, esto es, el año 2004, sólo se utilizaron 300 000 Ha. (el 20 % de la superficie máxima garantizada) para esa finalidad.
Efecto invernadero
La protección del medio ambiente también se ha convertido en una parte importante de las políticas actuales, incluida la política agrícola. Al aplicar el Protocolo de Kyoto, se han establecido normas detalladas, por ejemplo, se ha fijado un objetivo de porcentaje de emisiones por Estado miembro para lograr una disminución media del 8 % en las emisiones de gases de efecto invernadero en la UE. El cultivo de biomasa, por ejemplo, puede contribuir eficazmente a una disminución del efecto invernadero originado principalmente por las emisiones de dióxido de carbono, puesto que la biomasa lo absorbe. Los programas de reforestación y los sistemas agroforestales siempre han proporcionado, y siguen proporcionando, los mejores resultados en la lucha contra el efecto invernadero. La plantación de bosque en tierras agrícolas ya se fomenta en ciertas políticas y debe mantenerse esa vía.
Energía renovable
El Parlamento Europeo ha reconocido recientemente el potencial de la energía renovable como un medio importante de relanzar el empleo y crear un valor añadido regional en las zonas rurales, lo que se corresponde con las estrategias de Lisboa y Gotemburgo.
Las energías renovables en general
Se utiliza «energía renovable» como un término general para muchos tipos de energías diferentes, tales como la electricidad, la calefacción y el biocarburante renovables derivados de fuentes renovables que son inagotables, a diferencia de lo que ocurre con los combustibles fósiles convencionales. Ejemplos de fuentes renovables son la eólica, la solar, y la madera, los residuos, la colza y otros cultivos y productos derivados de cultivos con fines no alimentarios.
Debe fomentarse la producción de energías renovables dentro de la Comunidad Europea, especialmente en el contexto de un desarrollo sostenible, pero también para disminuir la dependencia de carburantes convencionales como la gasolina. Varias tecnologías actuales, como la de la energía derivada de la biomasa, son económicamente viables y competitivas.
La Comisión Europea estableció un objetivo del 12 % de consumo de energías renovables en su Libro Blanco sobre las fuentes de energía renovables (COM (2001)69). Recientemente, el Parlamento ha aprobado en este contexto un informe de iniciativa sobre las energías renovables. En la opinión de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural se subrayaba que la producción de energía renovable, a la que ha contribuido la PAC, debe seguir desarrollándose y debe fomentarse el uso de las fuentes renovables:
«considera indispensable reforzar las posibilidades de cofinanciar proyectos de inversión a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural y los restantes Fondos Estructurales, para lograr un desarrollo y uso equilibrados y racionales de la energía renovable, en la medida en que los balances energéticos y ambientales de estos usos resulten positivos y se enmarquen en modos de producción sostenibles»
El Parlamento también pedía a la Comisión y a los Estados miembros que intensificaran sus esfuerzos para lograr lo antes posible el objetivo del 12 % de consumo de energía renovable.
El Plan de acción sobre la biomasa
La superficie de la UE-25 que será elegible para las ayudas a los cultivos con fines no alimentarios, ya sea con arreglo al régimen de retirada de tierras o al régimen de cultivos energéticos, será de 8 millones de hectáreas en 2005 y ascenderá a 9,4 millones en 2011. Aquí se incluye la superficie máxima autorizada con arreglo al régimen de cultivos energéticos y el 30 % de incremento en la retirada de tierras voluntaria. Para cumplir los objetivos de la UE en materia de energía y biocarburantes, se calcula que habrá que dedicar 6, 5 millones de hectáreas a los cultivos energéticos de combustibles sólidos, y al menos otros 6,6 millones para biocarburantes . El total de 13,1 millones de hectáreas que se requieren supera en 3,5 millones la superficie prevista para recibir ayudas.
Actualmente la Comisión Europea está elaborando una propuesta de Plan de acción sobre la biomasa que se prevé será presentado a principios del próximo año. Esta iniciativa abordará el problema arriba expuesto. Otra de las cuestiones que hay que abordar es por qué no se utiliza suficientemente el régimen de cultivos energéticos.
Biocarburantes
Otra posibilidad que ofrecen los cultivos con fines no alimentarios es la producción de biocarburantes a partir del almidón de patata, cereales, remolacha azucarera, colza y otros. Los principales mercados de los biocarburantes son el biodiésel y el bioetanol: el primero es un sustituto del gasóleo derivado principalmente del aceite de colza, y el segundo es un sustituto de la gasolina y puede derivarse de muchos carbohidratos.
Hoy en día, la UE es líder mundial en el desarrollo de nuevas tecnologías para la producción y el uso de biodiésel. Dentro de la industria del bioetanol, la UE tiene que competir con países productores de bioetanol barato, como es el caso de Brasil, que introdujo la aplicación de un programa nacional de alcohol para carburante («proalcool») en 1974. Otro problema con las actuales tecnologías de bioetanol de la UE es que, por encima de determinado porcentaje de etanol mezclado con gasolina, hay un incremento de emisiones de NOx y de aldehídos que son altamente contaminantes en términos de calidad del aire y, por tanto, un mayor ahorro de emisiones de gases de efecto invernadero podría causar un daño medioambiental.
La Directiva 2003/30/CE sobre los biocarburantes fija objetivos para la cuota de los biocarburantes en el mercado de la energía: el 2 % en 2005, para alcanzar el 5,75 % en 2010. Actualmente los biocarburantes contribuyen con menos del 1 % al consumo de carburantes en la UE. La Comisión Europea está elaborando una comunicación sobre los biocarburantes en la que se espera tanto una perspectiva agrícola como internacional, y puede ser el vínculo con las adaptaciones de la Directiva 1998/70/CE sobre la calidad de los carburantes que se revisarán durante el primer semestre de 2006.
Para lograr los objetivos establecidos en la Directiva 2003/30/CE sobre los biocarburantes podrían seguirse varias estrategias. Una forma de fomentar los cultivos con fines no alimentarios es hacer que los objetivos de biocarburante sean obligatorios. Esta estrategia cuenta con el apoyo de muchos participantes en la consulta pública del Plan de acción sobre la biomasa. Otra estrategia se basa en el hecho de que, al crear una demanda de biocarburantes, se producirá el correspondiente suministro. Esto puede crearse mediante exenciones fiscales, que ya se aplican en Alemania, o mediante ayudas para el establecimiento de unidades locales de producción de biocarburante vinculadas a la producción local de cultivos, dentro del contexto del desarrollo rural. También hay que considerar si se requiere añadir aranceles a los carburantes baratos (por ejemplo, el bioetanol procedente de Brasil), de forma análoga a como han procedido los Estados Unidos.
Por último, el apoyo a la investigación en materia de tecnología de biocarburantes no debería centrarse sólo en la primera generación de (las tecnologías que se están utilizando actualmente) sino también en los nuevos biocarburantes (de la segunda y tercera generación) tales como los biocarburantes basados en gas de síntesis («syngas») y el etanol lignocelulósico.
Por otra parte, la eficiencia de la conversión de energía y la eficiencia de costes puede incrementarse significativamente mediante el estímulo de la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías y la mejora de las existentes.
Cultivos oleaginosos
La mayor parte del aceite vegetal se destina al mercado alimentario, pero también existen importantes aplicaciones industriales: detergentes y tensioactivos, lubricantes, pinturas, solventes, polímeros y linóleo, por mencionar sólo unos pocos. Todos estos productos pueden derivarse de 4 cultivos principales: colza, soja, girasol y linaza.
Se prevé en particular un incremento del uso de biolubricantes del orden del 20 % en los próximos años. Aún no se han explotado plenamente las posibilidades de aumentar el contenido en aceite de las semillas mediante híbridos o biotecnología. El principal problema en el sector del aceite es la competencia con alternativas baratas (principalmente de importación), como por ejemplo el aceite de palma. La producción barata de aceite de palma en Indonesia también ha originado muchos problemas medioambientales. La posible competencia desde el mercado del biodiésel también puede reducir el futuro uso potencial.
Cultivos de carbohidratos
Hoy en día, los principales productos no alimentarios derivados de los cultivos de carbohidratos son: el papel, los polímeros biodegradables, los adhesivos y colas, los productos agroquímicos, los detergentes y las pinturas. El trigo, el maíz y la patata constituyen las tres principales fuentes de carbohidratos de la UE.
En la actualidad se destinan a ese uso 3,6 millones de toneladas de la producción anual de cereales y se prevé que dicha cantidad ascenderá a 5,5 millones en los próximos 5 años. Aunque representa sólo un pequeño porcentaje de la superficie de la UE dedicada anualmente a la producción de cereales, puede proporcionar a los agricultores oportunidades en un mercado de alto valor.
Cultivos especializados
El cultivo de especies como la mostaza, la amapola, el sésamo, el tomillo, el romero, la lavanda y la menta proporciona productos farmacéuticos, medicamentos, sabores, biocidas y fragancias.
Estos cultivos se producen a una escala muy reducida, pero pueden proporcionar un alto rendimiento a los agricultores. Debido a la gran calidad de los productos de la UE en comparación con los procedentes de otros países, la competencia con productos más baratos resulta menos significativa.
Por último, los usos industriales y especiales (no alimentarios) de estos cultivos pueden contribuir a un valor añadido de la explotación agrícola, y además algunos de estos usos proporcionan beneficios para el medio ambiente. Los plásticos biodegradables son sólo uno de los muchos ejemplos de productos que tienen enormes posibilidades de ver incrementado su uso en el futuro.
Investigación y tecnología
En el informe sobre la cuota de energías renovables en la UE y propuestas de medidas concretas, el Parlamento pedía a la Comisión que adoptara nuevas medidas reglamentarias para incrementar la ayuda financiera de la Unión a la investigación sobre las fuentes de energía renovables, la difusión de la innovación, el intercambio de información y el ahorro energético. Los productores también necesitan ayuda para que puedan acceder a la tecnología adecuada, participando en los programas nacionales y comunitarios pertinentes. El Parlamento llamaba la atención sobre el hecho de que el fomento de un mayor uso de la biomasa en la producción de formas de energía renovable utilizando métodos de producción sostenible no puede ser una excusa para que la Unión Europea no prosiga con la investigación encaminada a lograr una mayor eficiencia energética y medios potenciales que hagan decrecer las cargas financieras de los agricultores.
Observaciones finales
Hace seis años, la Comisión Europea y el Comité Económico y Social subrayaron la necesidad de desarrollar una política centralizada en materia de cultivos no alimentarios. La principal razón para desarrollar una política consolidada es ser capaces de hacer frente a las futuras necesidades, al tender hacia el uso de más energías renovables. La producción actual está desincentivada (o por lo menos, no incentivada) por determinada legislación de la UE. Se ha sugerido en varias ocasiones desde el Parlamento Europeo que la Comisión debiera poner más énfasis en la eliminación de obstáculos administrativos y de conexión a la red en los Estados miembros, así como en la elaboración de sistemas de incentivos más atractivos.
A fin de disminuir la competencia que las materias primas agrícolas de Europa sufren por parte de importaciones baratas y otras materias de base en el nivel de procesado, deben introducirse normas de calidad. La agricultura de la UE genera productos de muy alta calidad y trazabilidad, y de creciente seguridad, en comparación con los procedentes de otros países. Se trata de una ventaja comparativa que puede y debe explotarse en mayor medida mediante la aplicación de niveles mínimos de calidad a los productos importados.
Por último, existe un amplio apoyo para la idea de fomentar los cultivos con fines no alimentarios mediante el establecimiento de objetivos obligatorios en materia de energías renovables. Ello no sólo sería beneficioso para el medio ambiente, sino que, además, la obligación de cumplir los objetivos facilitaría que los Estados miembros concentraran un mayor importe de su ayuda a la agricultura en los cultivos con fines no alimentarios, lo que podría a su vez conducir a un futuro más sostenible para el sector agrícola.
Comentario final del ponente
El ponente desea expresar su agradecimiento por las contribuciones recibidas de otros miembros de la comisión y, en particular, de las misiones que se desplazaron a Austria, Dinamarca, Francia, Alemania y el Reino Unido y que han resultado extremadamente útiles a la hora de redactar el presente informe.
PROCEDIMIENTO
Título |
Promoción de los cultivos vegetales con fines no alimentarios | ||||||||||||
Número de procedimiento |
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Fundamento reglamentario |
art. 45 | ||||||||||||
Comisión competente para el fondo |
AGRI | ||||||||||||
Comisión(es) competentes(s) para emitir opinión |
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Opinión(es) no emitida(s) |
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Cooperación reforzada |
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Propuesta(s) de resolución incluida(s) en el informe |
+ |
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Ponente(s) |
Neil Parish |
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Ponente(s) sustituido(s) |
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Examen en comisión |
13.7.2005 |
11.10.2005 |
28.11.2005 |
22.2.2006 |
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Fecha de aprobación |
22.2.2006 | ||||||||||||
Resultado de la votación final |
a favor: en contra: abstenciones: |
36 -
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Miembros presentes en la votación final |
Marie-Hélène Aubert, Peter Baco, Katerina Batzeli, Thijs Berman, Niels Busk, Luis Manuel Capoulas Santos, Giuseppe Castiglione, Joseph Daul, Albert Deß, Michl Ebner, Carmen Fraga Estévez, Duarte Freitas, Jean-Claude Fruteau, Ioannis Gklavakis, Lutz Goepel, Friedrich-Wilhelm Graefe zu Baringdorf, María Esther Herranz García, Elisabeth Jeggle, Heinz Kindermann, Stéphane Le Foll, Albert Jan Maat, Diamanto Manolakou, Rosa Miguélez Ramos, Neil Parish, María Isabel Salinas García, Agnes Schierhuber, Willem Schuth, Czesław Adam Siekierski, Marc Tarabella, Jeffrey Titford, Kyösti Virrankoski, Janusz Wojciechowski y Andrzej Tomasz Zapałowski | ||||||||||||
Suplentes presentes en la votación final |
Bernadette Bourzai, Astrid Lulling y Zdzisław Zbigniew Podkański | ||||||||||||
Suplentes (art. 178, apdo. 2) presentes en la votación final |
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Fecha de presentación – A6 |
24.2.2006 |
A6‑0040/2006 | |||||||||||