INFORME sobre la aplicación de la Estrategia Europea de Seguridad en el contexto de la PESD
18.10.2006 - (2006/2033(INI))
Comisión de Asuntos Exteriores
Ponente: Karl von Wogau
PROPUESTA DE RESOLUCIÓN DEL PARLAMENTO EUROPEO
sobre la aplicación de la Estrategia Europea de Seguridad en el contexto de la PESD
El Parlamento Europeo,
– Vista la Estrategia Europea de Seguridad adoptada por el Consejo Europeo el 12 de diciembre de 2003,
– Visto el Tratado por el que se establece una Constitución para Europa firmado en Roma el 29 de octubre de 2004,
– Vistas las conclusiones de los Consejos Europeos de los días 16 y 17 de junio y 15 y 16 de diciembre de 2005 y, en particular, los informes de la Presidencia sobre la PESD,
– Vista su Resolución de 14 de abril de 2005 sobre la Estrategia Europea de Seguridad[1],
– Vista la Estrategia de la UE contra la proliferación de armas de destrucción masiva, aprobada por el Consejo el 9 de diciembre de 2003,
– Visto el informe del ex Comisario Barnier titulado «Por una fuerza europea de protección civil: Europe Aid», presentado en mayo de 2006,
– Vista su Resolución de 2 de febrero de 2006 sobre el Informe anual del Consejo al Parlamento Europeo sobre los principales aspectos y las opciones fundamentales de la PESC, incluidas sus implicaciones financieras para el presupuesto general de las Comunidades Europeas – 2004[2],
– Visto el artículo 45 de su Reglamento,
– Visto el informe de la Comisión de Asuntos Exteriores (A6‑0366/2006),
Consideraciones generales
A. Considerando que la Estrategia Europea de Seguridad es parte de la PESC y de la PESD globales, en cuyo marco puede aplicarse toda la gama de posibilidades de acción política con que cuenta la Unión Europea, incluidas las de índole diplomática y económica y las relacionadas con la política de desarrollo,
B. Considerando que, en las encuestas de los últimos diez años, se ha constatado una aceptación elevada durante todo el periodo examinado y se ha demostrado que más del 60 % de los ciudadanos de la UE defienden una política exterior común de la Unión Europea y más del 70 %, una política de defensa común de la Unión Europea; considerando además que, según otras encuestas, el incremento de los gastos militares carece de apoyo,
C. Considerando que la seguridad y la lucha contra el terrorismo internacional son consideradas como prioridad de la UE, y que es necesaria una respuesta conjunta y estrategia compartida en el seno de la PESD,
D. Considerando que debe reforzarse el control de las exportaciones de armas por parte de la Unión Europea y a escala mundial,
1. Reconoce que la Estrategia Europea de Seguridad de diciembre de 2003, basada en una iniciativa de la Presidencia griega, contiene un análisis excelente de las amenazas al mundo moderno y expone los principios fundamentales de la política exterior de la UE; destaca, no obstante, la necesidad de supervisar periódicamente su aplicación para estar en condiciones de reaccionar ante los cambios geopolíticos;
2. Toma nota de que, según se indica en la Estrategia Europea de Seguridad, el terrorismo internacional, la proliferación de armas de destrucción masiva, los conflictos regionales, los Estados fallidos y la delincuencia organizada constituyen en la actualidad los mayores desafíos que afrontan la Unión Europea y sus ciudadanos; destaca que, en el desarrollo ulterior de la Estrategia Europea de Seguridad, deberá incluirse como un objetivo estratégico la asunción de los desafíos geopolíticos y geoeconómicos de la creciente competencia a escala mundial por las fuentes de agua y de energía, así como de los desafíos que plantean los desastres naturales y la seguridad de las fronteras exteriores de la Unión; muestra su preocupación por la perspectiva de nuevas carreras de armamento a nivel mundial y regional y por la actual proliferación de armas convencionales;
3. Reconoce, sin embargo, que la lucha contra el terrorismo internacional no puede conducirse sólo por medios militares, y que la prevención y represión del terrorismo exigen el empleo de toda una gama de medidas no militares, tales como la colaboración entre los servicios de inteligencia y la cooperación policial y judicial, para las que se necesita una cabal cooperación interinstitucional y «entre pilares»; reconoce asimismo que es necesario crear instituciones democráticas e infraestructuras y establecer una sociedad civil en los Estados fallidos; subraya que una de las mayores contribuciones que puede hacer la UE en materia de prevención del terrorismo internacional consiste en construir o reconstruir eficazmente instituciones democráticas, infraestructuras sociales y económicas, establecer una buena gobernanza y una sociedad civil fuerte, al tiempo que lucha eficazmente contra el racismo y la xenofobia;
4. Indica que el cometido de la Política Exterior y de Seguridad Común es proteger a los ciudadanos de la Unión contra esas amenazas, defender los legítimos intereses de la Unión y promover los objetivos de la Carta de las Naciones Unidas, actuando como factor responsable y global a favor de la paz y de la democracia mundiales; apoya firmemente la idea de la Estrategia Europea de Seguridad de que el multilateralismo eficaz, en el sentido de las instituciones internacionales y del Derecho internacional, constituye el mejor medio para alcanzar dichos objetivos;
5. Reitera su posición de que la UE, a través de la PESD, debe llevar a cabo sus cometidos por medios pacíficos en primer lugar, y por medios militares solamente si se han agotado todas las posibilidades de negociación sin encontrar una solución; considera que, en la consecución de estos cometidos legítimos, debería primar el respeto inequívoco de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los ciudadanos dentro y fuera de las fronteras de la Unión;
6. Considera que los considerables cambios geopolíticos acaecidos desde la adopción de la Estrategia Europea de Seguridad en 2003 hacen necesario proceder a su revisión en 2008 como muy tarde; considera que la Estrategia debería revisarse cada cinco años y debatirse en el Parlamento Europeo y en los Parlamentos de los Estados miembros;
7. Señala que es de suma importancia coordinar eficazmente los elementos civiles y militares de la respuesta de la comunidad internacional a una crisis; considera que, en este contexto, la UE debe en especial basarse en su asociación estratégica con la OTAN y tratar de reforzar la interacción conjunta con la OTAN en operaciones y misiones, sobre la base de un intenso diálogo político sobre una amplia gama de cuestiones;
8. Exhorta a los Estados miembros a apoyar el establecimiento de una dimensión parlamentaria de la PESD para que los progresos a nivel institucional y financiero se acompañen de una ampliación de los derechos parlamentarios de control; recuerda que el Parlamento Europeo y los Parlamentos nacionales comparten la responsabilidad del control parlamentario de la PESD, sobre la base de sus derechos y deberes respectivos de conformidad con los tratados y constituciones pertinentes;
9. Pide unas relaciones más estrechas y un mayor intercambio de información entre el Parlamento Europeo y los Parlamentos nacionales en lo relativo a la PESD, con objeto de hacer posible un diálogo más estructurado y regular entre los Parlamentos;
10. Destaca que la Unión Europea debe estar en condiciones de aportar una gran contribución para poder:
a) defenderse por sí misma contra toda amenaza real e inequívoca a su seguridad;
b) velar por la paz y la estabilidad ante todo en su entorno inmediato y en otras partes del mundo, de conformidad con los principios de la Carta de las Naciones Unidas;
c) realizar intervenciones humanitarias y acciones de salvamento;
d) prevenir y gestionar conflictos, y fomentar la democracia y el respeto de los derechos humanos;
e) fomentar el desarme regional y mundial;
11. Destaca que, en caso de que se produjera un ataque de fuerzas armadas de un tercer país al territorio de la Unión Europea, la OTAN seguiría siendo el garante de la defensa colectiva; celebra la creciente capacidad de la OTAN para intervenir en operaciones fuera de su ámbito, y considera que la OTAN es el foro adecuado para el diálogo transatlántico en materia de seguridad;
12. Reconoce que las capacidades de las fuerzas armadas de los Estados miembros, y su puesta a disposición de la UE, se ven influidas por el hecho de que la mayor parte de los Estados miembros son miembros tanto de la UE como de la OTAN y mantienen un conjunto de fuerzas armadas a la disposición de ambas organizaciones; pide, por tanto, que la Unión Europea continúe trabajando intensamente con la OTAN, especialmente en el ámbito del desarrollo de capacidades;
13. Advierte contra la innecesaria duplicación de esfuerzos entre la OTAN y la UE, por una parte, y entre los Estados miembros de la UE, por otra;
14. Considera que, en la actualidad, la PESD dispone de unos recursos limitados para las operaciones civiles y militares; reclama, por consiguiente, que la Unión Europea —para desarrollar su credibilidad como actor global— concentre sus capacidades en su entorno geográfico inmediato, en particular en los Balcanes;
Cooperación civil-militar integrada
15. Acoge con satisfacción el énfasis puesto por la Unión Europea en la consolidación de la cooperación civil y militar en la gestión de crisis, y reconoce que el desarrollo de capacidades civiles de gestión de crisis ha sido una clara característica de la misma, que da un valor añadido al desarrollo de la PESD y a la gama de respuestas en materia de prevención de conflictos, intervenciones humanitarias, reconstrucción posterior al conflicto y consolidación de la paz;
16. Celebra los recientes esfuerzos desplegados en el marco del Objetivo Principal Civil 2008 para recuperar el énfasis en el desarrollo de capacidades civiles; celebra asimismo que la Célula Civil y Militar y el Centro de Operaciones puedan desempeñar un importante papel en el desarrollo del enfoque de la Unión en materia de cooperación y coordinación civiles-militares estructuradas; recomienda, por lo tanto, que la Célula Civil y Militar y el Centro de Operaciones pasen a convertirse en el Cuartel General Europeo para la realización de misiones civiles-militares;
17. Reconoce que las capacidades de acción en el ámbito de los sistemas de inteligencia basados en satélites y aerotransportados, los sistemas integrados de telecomunicaciones y el transporte estratégico por mar y aire son esenciales para las operaciones tanto civiles como militares de gestión de crisis; pide que la Agencia Europea de Defensa inicie, junto con la Comisión, procesos de investigación y desarrollo integrados en ámbitos que refuercen los enfoques civiles y militares estructurados y coordinados y, en especial, en los ámbitos de los sistemas de inteligencia basados en satélites y aerotransportados y de los sistemas integrados de telecomunicaciones;
Gestión de crisis
18. Celebra la creación del «sistema mundial de alerta y coordinación de desastres», financiado por la Comisión en estrecha colaboración con las Naciones Unidas; señala que este sistema ha de mejorar de forma considerable la capacidad de reacción de la Unión Europea;
19. Toma nota de las actividades del centro creado por la Comisión para la gestión de las crisis sanitarias; subraya la importancia que reviste dicho centro por lo que respecta tanto a la información y datos que tiene almacenados como a su capacidad para formular advertencias sobre pandemias y epidemias, así como sobre amenazas derivadas de sustancias biológicas y químicas; pide, por tanto, al Consejo y a la Comisión que establezcan los requisitos necesarios para que se incluya a la Comisión en la coordinación de las medidas que han de adoptarse en casos de crisis sanitarias y atentados bioterroristas transfronterizos;
20. Celebra los esfuerzos de la Comisión para establecer un mecanismo comunitario de protección civil que abarque también los casos de atentados terroristas graves ; toma nota de que este mecanismo se basa primordialmente en las informaciones de una base de datos que contiene información sobre los recursos disponibles a escala nacional para prestar ayuda; constata que el efecto en términos de ahorro de tiempo y fomento de las sinergias de dicha base de datos podría mejorarse de forma considerable incorporando el contenido de la base de datos creada por el Estado Mayor de la UE, que contiene datos sobre todos los recursos disponibles para la gestión de crisis; pide, por tanto, al Consejo y a la Comisión que celebren las conversaciones y adopten las medidas necesarias para posibilitar dicha incorporación;
21. Celebra los esfuerzos del Consejo para garantizar una utilización rápida y eficaz de los múltiples recursos de la PESD disponibles en caso de catástrofe; destaca, en este contexto, la urgencia con la que han de eliminarse las lagunas existentes en el ámbito de la coordinación estratégica de los transportes (aéreos); insta, por tanto, a los Estados miembros a que faciliten lo antes posible los medios financieros necesarios para solucionar este problema; pide también al Consejo que estudie con extremada seriedad las propuestas incluidas en el informe presentado en mayo de 2006 por el ex Comisario Barnier;
22. Opina que la evolución de la PESD ha contribuido a la aparición de «zonas grises» en lo que concierne al reparto de competencias entre el Consejo y la Comisión en la ejecución de misiones de carácter principalmente civil; espera que la aprobación del instrumento de estabilidad aporte una cierta claridad, sin merma de la flexibilidad en la gestión de crisis mostrada hasta la fecha en la práctica;
23. Celebra los progresos realizados en el marco del Objetivo Principal Civil 2008 y en especial el desarrollo de los planes para la intervención de equipos civiles de respuesta y unidades integradas de policía; toma nota del desarrollo de conocimientos especializados sobre la lucha contra la delincuencia organizada y la trata de personas; celebra asimismo la creación en el seno de la Comisión de una plataforma de crisis que se ha fijado el objetivo de acelerar el inicio de las misiones de la PESD sobre el terreno; pide al Consejo y a la Comisión que coordinen sus esfuerzos y, en consecuencia, propone establecer un programa común de formación para todo el personal relacionado con la planificación de misiones;
Seguridad nacional
24. Indica que la defensa del propio territorio es la tarea primordial de toda política de seguridad; es consciente de que los ciudadanos europeos esperan que la política europea de defensa sirva sobre todo para garantizar su seguridad personal dentro del respeto de sus derechos humanos fundamentales;
25. Señala que la UE debe proteger sus fronteras exteriores y sus infraestructuras vitales, desarticular las redes de financiación del terrorismo internacional y combatir la delincuencia organizada; pide a la Comisión y a los Estados miembros que desarrollen, a tal efecto, un sistema integrado de gestión de las fronteras exteriores de la Unión, sin limitar por ello el respeto de los derechos humanos y fundamentales, así como el respeto del Derecho humanitario, especialmente en relación con los refugiados;
26. Indica que la UE tiene que:
– asegurar el libre flujo de suministros para la industria y los consumidores, y especialmente de hidrocarburos, lo que exige seguridad en materia de transporte marítimo y aéreo y de conductos de distribución;
– defenderse contra ataques cibernéticos que puedan entorpecer comunicaciones vitales y sistemas financieros o energéticos;
Acción rápida sobre la base de la Carta de las Naciones Unidas
27. Apoya que la Estrategia Europea de Seguridad asuma que, ante las nuevas amenazas, la Unión debe estar dispuesta a actuar antes de que se produzcan las crisis y prevenir conflictos y amenazas en una fase temprana, pero a tal efecto se apoye absolutamente en la Carta de las Naciones Unidas como marco básico de las relaciones internacionales;
Normas de conducta/Formación
28. Constata que el comportamiento del personal en todas las operaciones de la PESD está sujeto a una serie de directrices y normas generales de conducta plasmadas en diferentes documentos; acoge favorablemente el enfoque de dichas directrices y normas en cuanto a su respeto por las normas y reglas en materia de derechos humanos; toma nota asimismo favorablemente de los esfuerzos en favor de que los aspectos específicos de género se reflejen más en el futuro en las diversas políticas, programas e iniciativas de la PESD;
29. Toma nota de los esfuerzos del Consejo para seguir desarrollando los programas específicos de formación de la PESD, en el plano tanto estratégico como operativo, para el personal del ámbito diplomático, militar y civil; confía en que se posibilite la participación de expertos del Parlamento en dichos programas; aprueba el planteamiento de fijar normas mínimas para la formación del personal de las misiones de la PESD sobre el terreno y pide al Consejo que, conjuntamente con la Comisión y los Estados miembros, trabaje por lograr la estandardización de todos los esfuerzos de formación en todos los niveles;
30. Considera que los soldados asumirán riesgos innecesarios si la cadena de mando, el equipamiento o el armamento no se ajustan a los requisitos de la operación; estima, por consiguiente, que reviste particular importancia velar por que las tropas bajo mando de la Unión Europea estén adecuadamente pertrechadas;
31. Opina que el uso efectivo de las capacidades militares no será posible sin un sólido aumento de la capacidad de proyección de la acción europea, incluido el transporte marítimo y aéreo; reconoce, en este contexto, los esfuerzos de diversos países para aumentar sus capacidades anfibias y de transporte aéreo, así como para adquirir más portaaviones;
32. Señala que en las acciones multinacionales el uso de equipamiento y armamento distintos —y, con frecuencia incompatibles— por parte de las tropas participantes conlleva costes adicionales y una menor eficiencia; considera, por tanto, que la Unión Europea debería impulsar medidas de armonización del equipamiento y del armamento, a fin de optimizar los recursos y la eficacia de las acciones multinacionales;
Inteligencia
33. Critica el hecho particularmente grave de que las agrupaciones tácticas actualmente en desarrollo no disfruten del mismo acceso a la información en materia de vigilancia aerotransportada y espacial; deplora que la información de los sistemas nacionales de vigilancia por satélite Helios, SAR-Lupe y Cosmo-Skymed no esté a disposición de todos los Estados miembros con arreglo a los mismos criterios;
34. Para subsanar esas deficiencias:
a) reclama enérgicamente que las agrupaciones tácticas actualmente en desarrollo reciban un equipamiento común o al menos compatible en los ámbitos de la inteligencia y las telecomunicaciones;
b) pide que la próxima generación de sistemas de recogida de información por satélite se integre en un sistema europeo y que sus resultados se pongan a disposición con fines de gestión militar, policial y de gestión de catástrofes, utilizando el centro de satélites de Torrejón;
35. Señala que la OTAN desarrolla en la actualidad el sistema aerotransportado de vigilancia AGS (Airborne Ground Surveillance - Vigilancia Terrestre Aerotransportada) adicionalmente a los sistemas nacionales existentes o en desarrollo; insiste en que ese sistema también se ponga a disposición de todos los Estados miembros, especialmente en el contexto de las agrupaciones tácticas de la UE;
36. Considera que en el ámbito de las telecomunicaciones resulta necesario desarrollar un sistema común para el mando de las tropas multinacionales; expresa, por consiguiente, su parecer de que los equipos de las fuerzas armadas, la policía y los servicios de emergencia deberían basarse en las mismas normas técnicas, tal como se hace en Finlandia, por ejemplo;
Vigilancia de las fronteras
37. Sigue particularmente preocupado por la incompatibilidad y la calidad de los equipos de vigilancia de las fronteras y reitera su solicitud de que el sector industrial presente una propuesta coherente para remediar tal situación;
Transporte
38. Considera que, puesto que el transporte, en especial el transporte estratégico, es un defecto fundamental en toda acción de gestión de crisis de la UE, sería muy interesante establecer un mecanismo autónomo europeo para asegurar el acceso a un transporte multimodal civil convencional, basado en un planteamiento civil/militar integrado, y asegurando economías de escala para todos los actores europeos en materia de gestión de crisis, tanto para los objetivos de la PESD como para las misiones de ayuda de emergencia;
Puntos débiles del procedimiento de toma de decisiones de la PESD
39. Opina que el procedimiento decisorio de índole política que conduce a llevar a cabo una misión de la PESD presenta diversas lagunas, como ha quedado de manifiesto en el caso de la misión en la República Democrática del Congo; pide, por tanto, al Consejo que revise las diversas etapas de dicho procedimiento y, si procede, tome medidas para eliminar las lagunas citadas; recuerda, en este contexto, al Consejo y en especial a su Comité Político y de Seguridad su deber de informar al Parlamento Europeo;
40. Insiste en su exigencia de participación sin restricciones y en su derecho a ser consultado cada año previamente sobre aspectos y opciones inminentes de la PESC, tal como se prevé en los Tratados vigentes; pide al Consejo con insistencia que practique para con el Parlamento una política de información considerablemente más abierta y transparente en el ámbito de la PESC y de la PESD; critica, en este contexto, el procedimiento vigente actualmente para el acceso del Parlamento a los «documentos confidenciales» del Consejo, que en la mayoría de los casos no contienen sino una información de carácter muy general;
41. Pide que el gasto en equipamiento y armamento militar se apruebe en presupuestos sujetos a control parlamentario; considera, por consiguiente, que conviene evitar presupuestos y mecanismos paralelos que no puedan ser controlados eficazmente por los Parlamentos nacionales ni por el Parlamento Europeo;
42. Indica que en el presupuesto de la Unión Europea existen diferentes líneas relativas a cuestiones de seguridad, como las que contienen créditos para las actuaciones en situaciones de crisis, la seguridad de las fronteras exteriores y de las infraestructuras vitales, la investigación en materia de seguridad y la aplicación de los programas Galileo y GMES;
43. Insta, en particular, a que se incremente el presupuesto disponible para misiones de gestión de crisis, seguridad de las fronteras exteriores, investigación en materia de seguridad y Galileo, teniendo en cuenta que el ámbito de la investigación en materia de seguridad se guía a largo plazo por las necesidades financieras establecidas por el Grupo de alto nivel creado en el ámbito de la investigación en materia de seguridad;
44. Pide asimismo que las actuaciones militares de gestión de crisis se financien con cargo al presupuesto de la Unión Europea y que, a tal fin, los Estados miembros aporten recursos comunitarios adicionales;
45. Critica que, debido al mecanismo ATHENA y a otros mecanismos ad hoc financiados por los Estados miembros, o incluso con cargo al Fondo Europeo de Desarrollo, el Parlamento Europeo no está en condiciones de ejercer ningún tipo de control presupuestario sobre las operaciones militares de la PESD; señala que también es preciso dotar de transparencia a las operaciones civiles-militares (como las misiones policiales), que se sitúan en una zona gris entre los mecanismos ad hoc y la financiación presupuestaria de la PESC;
46. Reclama, por consiguiente, una nueva metodología presupuestaria para incrementar la transparencia del gasto de la PESD y apoyar el desarrollo de las capacidades militares y civiles necesarias para realizar los objetivos de la Estrategia Europea de Seguridad;
(a) en una fase inicial, que comenzaría en 2007 y no duraría más de dos años, el Consejo debería elaborar un documento presupuestario en el que se reflejen los compromisos de los Estados miembros para cumplir el Objetivo Principal Civil 2008 y el Objetivo Principal Militar 2010, basándose tal documento en los diferentes catálogos ya existentes (el catálogo de necesidades, el catálogo de fuerzas y el catálogo de progresos);
(b) en una segunda fase, los Estados miembros deberían expresar su compromiso con la PESD mediante un «presupuesto» virtual, comprometiéndose a aportar con carácter plurianual fondos para financiar el equipamiento y el personal necesarios para las operaciones de la PESD; dicho documento, aun cuando no fuera jurídicamente vinculante, revestiría importancia política como anexo al presupuesto de la CE/UE y en él se indicarían los importes que los Estados miembros están dispuestos a aportar a la PESD; también serviría para facilitar el «reparto de cargas» entre los Estados miembros al insuflar una mayor transparencia al gasto militar, y debería ser debatido anualmente en común por el Parlamento Europeo y los Parlamentos de los Estados miembros;
El mercado del equipamiento de defensa y la investigación cooperativa europeos
47. Considera que, para desarrollar un mercado verdaderamente integrado en el sector del equipamiento de seguridad y defensa, resulta necesario restringir el recurso a la excepción en materia de defensa del artículo 296 del TCE; está a la espera de la comunicación interpretativa de la Comisión sobre la aplicación del artículo 296 del Tratado CE y de una directiva específica para la contratación pública del equipamiento de defensa; acoge con satisfacción el código de conducta de la Agencia Europea de Defensa en materia de contratos de defensa e invita a todos los Estados miembros a firmarlo; insiste en que debería ponerse término a la práctica de las compensaciones y «devoluciones justas»;considera asimismo necesario intensificar los trabajos de la Agencia Europea de Defensa en el contexto de la PESD;
48. Reconoce la importancia de la investigación cooperativa para la competitividad de la industria europea; pide, por tanto, una mayor complementariedad entre el trabajo de la Comisión y la Agencia Europea de Defensa, a través de un diálogo más efectivo en materia de investigación europea relativa a los ámbitos civil, de seguridad y de defensa; subraya que el aprovechamiento de las tecnologías de doble uso y el carácter multifuncional de las capacidades, así como superar la brecha que separa la investigación civil de la de defensa, deben ser metas y objetivos de la UE; considera imprescindible, dada la diversidad de estructuras empresariales existente en este sector en comparación con otros campos del ámbito de la investigación, adaptar la definición de la pequeña y mediana empresa en el sector de la investigación europea en materia de seguridad;
49. Pide que se conceda carácter jurídico vinculante en todos los Estados miembros al Código de conducta de 1998 sobre la exportación de armamento, y que se aplique eficazmente; considera que debería examinarse de común acuerdo qué países receptores cumplen los criterios de dicho código; pide igualmente que se simplifiquen las transferencias intracomunitarias de equipamiento de defensa; insta a la Comisión a que intensifique sus esfuerzos en este ámbito;
ADM/Irán
50. Es consciente de que nada garantiza el éxito de los esfuerzos para disuadir a Irán de producir uranio enriquecido de uso militar; considera, sin embargo, que la oferta conjunta de negociación de la troika comunitaria, los EE.UU., Rusia y China es la vía que presenta las mejores perspectivas; celebra el procedimiento multilateral en el que se fundamenta dicha oferta; toma nota con satisfacción de la aportación europea a su materialización; celebra la disposición de los EE.UU. a participar en unas negociaciones con Irán;
Hacia una Unión de Seguridad y Defensa
51. Considera que la UE va camino de construir una Unión de Seguridad y Defensa que comprenda tanto la seguridad exterior como diferentes aspectos de la seguridad interior, la lucha contra el terrorismo en todas sus formas y la gestión de catástrofes naturales con los siguientes elementos:
a) el compromiso de los Estados miembros de estar en condiciones de:
– desplegar 60 000 soldados en un plazo de 60 días y mantenerlos desplegados durante un año en misiones de mantenimiento y establecimiento de la paz, como se decidió en el Consejo Europeo de Helsinki, y crear 13 agrupaciones tácticas de despliegue rápido, dos de ellas preparadas para intervenir permanentemente a partir de 2007;
– desarrollar capacidades de gestión civil de crisis en los ámbitos de las operaciones policiales, el Estado de derecho, la administración civil y la protección civil, como se decidió en el Consejo Europeo de Feira;
b) una estructura europea de mando integrada por un comité político y de seguridad, un comité militar, personal militar (todos ellos operativos desde 2001) y una célula civil y militar con un incipiente centro de operaciones;
c) la fuerza de policía europea, con cuartel general en Vicenza, que se debería utilizar para la futura misión de policía en Kosovo;
d) la Agencia Europea de Defensa, propuesta por el Consejo Europeo, operativa desde 2004;
e) Europol y la orden de detención europea;
f) normas comunes para la adquisición y exportación de armas;
g) investigación europea en materia de seguridad como prioridad temática diferenciada dentro del VII Programa marco de Investigación;
52. Considera que este proceso debería reforzarse mediante los siguientes elementos:
a) el establecimiento de un mercado común de la defensa, como medio para crear una base tecnológica de la defensa europea verdaderamente integrada con arreglo a los principios de interdependencia y especialización entre los Estados miembros;
b) un sistema común de inteligencia aerotransportada y por satélite y normas comunes de telecomunicaciones a disposición de los servicios militares, policiales y de gestión de catástrofes;
c) el establecimiento de una fuerza naval europea permanente en el mar Mediterráneo, con el fin de poner en evidencia la presencia europea y reforzar el potencial de la UE en la gestión de crisis dentro de esta región que reviste suma importancia para sus intereses en materia de seguridad;
d) un presupuesto europeo que cubra tanto los aspectos civiles como militares de la seguridad;
e) un Viceministro de Asuntos Exteriores europeo encargado de la política de seguridad y defensa;
f) reuniones más frecuentes entre los Ministros de Defensa de la UE;
g) una Fuerza europea de protección civil, tal como se propone en el informe de Michel Barnier de mayo de 2006, así como un Cuerpo Civil Europeo de Pacificación y una Asociación Europea de Pacificación;
h) la creación de capacidades europeas en materia de transporte aéreo y marítimo para proporcionar auxilio en caso de catástrofe y llevar a cabo operaciones de rescate y defensa (transporte multimodal que combine los medios más adecuados);
i) un control parlamentario adecuado a cargo de los Parlamentos de los Estados miembros y del Parlamento Europeo;
53. Subraya la importancia que reviste el Tratado por el que se establece una Constitución para Europa, que entrañará avances esenciales hacia una Unión de Seguridad y Defensa, en particular mediante
a) la figura de un Ministro de Asuntos Exteriores europeo que sea al mismo tiempo Vicepresidente de la Comisión;
b) la cláusula de solidaridad para el caso en que un Estado miembro se vea afectado por un atentado terrorista, un desastre natural o una catástrofe de origen humano;
c) una cláusula de asistencia mutua entre los Estados miembros en el caso de un ataque armado contra el territorio de un Estado miembro;
o
o o
54. Encarga a su Presidente que transmita la presente Resolución al Consejo y a la Comisión, así como a los Parlamentos de los Estados miembros y a los Secretarios Generales de las Naciones Unidas, de la OTAN, de la OSCE y del Consejo de Europa.
- [1] DO C 33 E de 9.2.2006, p. 580.
- [2] Textos Aprobados, P6_TA(2006)0037.
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
El 12 de diciembre de 2003, el Consejo Europeo aprobó la Estrategia Europea de Seguridad «Una Europa segura en un mundo mejor» propuesta por Javier Solana, Alto Representante de la UE para la PESC. La Estrategia es un análisis fidedigno de las amenazas que se ciernen sobre el mundo moderno y establece los principios fundamentales de la UE en materia de política exterior y de seguridad. Se encuadra en las relaciones exteriores y en la política exterior y de seguridad de la UE y abarca la totalidad de las iniciativas políticas que puede emprender la Unión, incluidas las medidas diplomáticas, económicas y de política de desarrollo. Dada la evolución que han experimentado los desafíos geopolíticos desde su aprobación, resulta fundamental revisar la Estrategia cada cinco años y acompañar la revisión de un debate en el Parlamento Europeo y en los parlamentos de los Estados miembros.
Apoyo público a la seguridad y la defensa europeas
Según el Eurobarómetro, el 70 % de los ciudadanos de la UE apoyan la Política Europea de Seguridad y Defensa, ya que son conscientes de que se enfrentan a las mismas amenazas, como el terrorismo, la delincuencia organizada o los conflictos regionales y consideran que la respuesta únicamente puede ser europea. Este apoyo se debe prestar de forma más eficiente, con los medios y los recursos actualmente disponibles, ya que un aumento del gasto militar en Europa no cuenta con el apoyo del público.
Amenazas a las que se enfrenta la Unión
El mundo de hoy se ha convertido en un lugar más peligroso de lo que era hace diez años. La Unión Europea debe estar preparada para asumir la parte de responsabilidad que le corresponde con objeto de proteger sus valores y sus intereses y garantizar la paz y la estabilidad, sobre todo en su esfera de vecindad, así como en las otras partes del mundo, de conformidad con los principios de la Carta de las Naciones Unidas.
Tal como recoge la Estrategia, el terrorismo internacional, la proliferación de armas de destrucción masiva, los conflictos regionales, los Estados fallidos o la delincuencia organizada constituyen actualmente las principales amenazas a las que se enfrentan la Unión Europea y sus ciudadanos. También se deberían tomar en consideración en el futuro desarrollo de la Estrategia la competencia cada vez mayor a escala mundial por los recursos hídricos y energéticos, las amenazas a la seguridad de las fronteras exteriores de la Unión, la proliferación de las armas convencionales y las catástrofes naturales.
En relación con la lucha contra el terrorismo internacional, el empleo únicamente de medios militares no es capaz de resolver el problema. Es necesario aplicar una estrategia para la construcción o reconstrucción de las instituciones democráticas, las infraestructuras sociales y económicas, la buena gobernanza y la sociedad civil, la lucha eficaz contra el racismo y la xenofobia, junto con toda una serie de medidas de tipo no militar, como el intercambio de datos de inteligencia y la cooperación policial y judicial, así como la construcción de instituciones democráticas, infraestructuras y sociedad civil en Estados fallidos o en proceso de quiebra.
Al asegurar sus fronteras exteriores, la Unión debe desarrollar un sistema de gestión integrada de las mismas, sin por ello menoscabar el respeto de los derechos humanos y fundamentales ni la legislación humanitaria.
Objetivos y medios de la Estrategia
El cometido de la Política Exterior y de Seguridad Común es proteger a los ciudadanos de la Unión de las amenazas mencionadas, defender los legítimos intereses de la Unión y promover los objetivos de la Carta de las Naciones Unidas actuando de forma responsable a escala mundial en defensa de la paz y la democracia.
Para ello, la Unión debe ocupar una posición que le permita contribuir en medida importante a su propia defensa contra cualquier amenaza real e inequívoca a su seguridad, garantizar la paz y la estabilidad, sobre todo en su esfera de vecindad y en otras partes del mundo, de conformidad con los principios de la Carta de las Naciones Unidas, llevar a cabo intervenciones humanitarias y operaciones de rescate, prevenir y gestionar conflictos y promover la democracia y el respeto de los derechos humanos, así como el desarme regional y mundial.
La Unión debe estar preparada para actuar antes de que se produzcan las crisis y para emprender medidas preventivas en relación con los conflictos y las amenazas. Al actuar así, la UE se basa en la Carta de las Naciones Unidas como marco fundamental de las relaciones internacionales.
Tal como se recoge en la Estrategia, el mejor modo de lograr estos objetivos consiste en adoptar un multilateralismo efectivo, es decir, en cooperar con las instituciones internacionales y aplicar la legislación internacional. La Unión debe hacerlo de forma pacífica en primera instancia y por medios militares únicamente si se han agotado todas las vías de negociación posibles. Al desempeñar todas estas legítimas funciones, se debería tomar en consideración principalmente el inequívoco respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales de los ciudadanos dentro y fuera de las fronteras de la UE.
Control parlamentario de la seguridad y la defensa europeas
Ni los parlamentos nacionales de los Estados miembros ni el Parlamento Europeo ejercen el control parlamentario necesario sobre la PESC o la PESD. Para conservar el apoyo de los ciudadanos europeos a la idea de la seguridad y la defensa europeas es necesario reforzar el control democrático de los parlamentos de los Estados miembros y del Parlamento Europeo sobre la PESD y la PESC.
Los Estados miembros deberían prestar apoyo a la dimensión parlamentaria de la PESD, en la que los avances realizados a escala institucional y económica son paralelos a la ampliación de la facultad parlamentaria de control.
El Parlamento Europeo debería emprender iniciativas para mantener unas relaciones más estrechas y lograr un mayor intercambio de información entre los parlamentos de los Estados miembros en relación con las cuestiones relativas a la PESD, con vistas a garantizar un control adecuado de esta política.
Cooperación civil-militar
El desarrollo por parte de la Unión de capacidades civiles de gestión de crisis y el refuerzo de la cooperación civil y militar en este ámbito ofrecen un valor añadido al desarrollo de la PESD, así como a la prevención de conflictos, la intervención humanitaria, la reconstrucción posconflicto y la pacificación. El reciente intento, de conformidad con el Objetivo Principal Civil para 2008, de paliar la falta de prioridad concedida al desarrollo de capacidades civiles constituye una iniciativa emprendida en la dirección adecuada.
Las posibilidades implícitas en la Célula Civil y Militar y en el Centro de Operaciones, que comenzarán a funcionar el 1 de enero de 2007, desempeñarán un papel importante en el desarrollo de la estrategia de la Unión para abordar una cooperación y coordinación civil-militar integradas. Poro consiguiente, resultaría conveniente que ambas iniciativas se convirtiesen en el Cuartel General Europeo para la realización de misiones civiles-militares.
Las capacidades claves en el ámbito de los sistemas de inteligencia aéreos y por satélite, los sistemas integrados de telecomunicaciones y los mecanismos estratégicos marítimos y aéreos resultan fundamentales para las operaciones de gestión de crisis tanto civiles como militares.
Gestión de crisis
A petición del Presidente del Consejo Europeo y del Presidente de la Comisión Europea, se encomendó a Michel Barnier, ex Ministro de Asuntos Exteriores francés y antiguo Comisario, la elaboración de un informe sobre la creación de una fuerza europea de protección civil, que entregó en mayo de 2006. Tal informe constituye un importante avance en la mejora de la respuesta europea a las crisis internacionales originadas por catástrofes naturales, ataques a gran escala y pandemias. Además de la creación de esta fuerza, el informe propugna el establecimiento de un Consejo de Seguridad Civil Europeo, la adopción de un enfoque europeo integrado para adelantarse a las crisis, la reunión de los recursos nacionales existentes y el establecimiento de consulados europeos para prestar asistencia a los ciudadanos de la UE que se encuentran en el extranjero. El ponente considera que los Estados miembros y la Comisión deberían considerar prioritarias las propuestas que contiene el informe con vistas a su gradual aplicación.
Otras iniciativas relativas a la mejora de la capacidad de reacción de la Unión son el establecimiento de un sistema mundial de alerta y coordinación en caso de catástrofes naturales financiado por la Comisión en cooperación estrecha con las Naciones Unidas, la aplicación de un mecanismo para las operaciones de emergencia sanitaria establecido por la Comisión para dar la voz de alarma en relación con pandemias, epidemias y amenazas biológicas y químicas; los esfuerzos de la Comisión por crear un procedimiento comunitario para la protección contra catástrofes, incluido el caso de un ataque terrorista grave, los esfuerzos del Consejo por garantizar un despliegue rápido y efectivo de los recursos de la PESD en caso de catástrofe y la plataforma de crisis creada por la Comisión para acelerar la fase inicial de las misiones de la PESD sobre el terreno.
Todas estas iniciativas han contribuido a la aparición de «zonas grises» en relación con las atribuciones del Consejo y la Comisión relativas a la realización de misiones eminentemente civiles. La aprobación del instrumento de estabilidad debería tener una función aclaratoria sin efectos negativos sobre la flexibilidad de la gestión de crisis. El Consejo y la Comisión, por su parte, deberían seguir coordinando sus esfuerzos en este ámbito.
Normas de conducta, formación y cadena de mando
El comportamiento del personal en todas las operaciones de la PESD se rige por una serie de orientaciones y normas de conducta en las que está sólidamente anclado el respeto de las pautas y normas sobre derechos humanos. La dimensión de género, por otra parte, se incorporará en el futuro en mayor medida en las diversas políticas, programas e iniciativas de la PESD gracias a los recientes esfuerzos del Consejo en este sentido.
Se están elaborando una serie de programas de formación específicamente en el ámbito de la PESD, tanto a escala estratégica como operativa, dirigidos al personal diplomático, civil y militar, en los que se debería prever la participación de expertos del Parlamento Europeo. Asimismo, se han elaborado una serie de normas mínimas para la formación de personal en misiones PESD sobre el terreno. El Consejo, junto con la Comisión y los Estados miembros, deberían seguir trabajando para lograr la normalización de todas las iniciativas de formación a todas las escalas.
El ponente acoge con satisfacción la creación de la Escuela Europea de Seguridad y Defensa, basada en la red de Escuelas de Defensa existente, en la que el Parlamento Europeo participa activamente, e invita al Consejo a transformar esta Escuela «virtual» en una Escuela Europea real.
Por otra parte, el incumplimiento de los requisitos necesarios en la cadena de mando, en el equipo o en el armamento de las fuerzas expondría a estas últimas a riesgos innecesarios. Las unidades bajo el mando de la UE deberían hallarse adecuadamente equipadas.
El mercado europeo de los equipos de defensa, la investigación cooperativa y los controles a la exportación de armas
En las operaciones multinacionales, el uso de diversos equipos y armamento, a menudo incompatibles, por parte de las unidades participantes genera costes adicionales y reduce la eficiencia. La UE debería promover las medidas necesarias para la armonización de los equipos y armamento, con vistas a optimizar los recursos y la efectividad de las operaciones multinacionales.
Para desarrollar un mercado europeo de equipos de defensa verdaderamente integrado, es necesario utilizar en menor medida la excepción en materia de defensa que recoge el artículo 296 del Tratado CE. La Comunicación interpretativa de la Comisión sobre la aplicación del artículo 296, la labor de la Comisión en relación con la simplificación de las transferencias intracomunitarias de equipos de defensa, así como el Código de Conducta de la AED sobre la contratación en materia de defensa, constituyen avances en la dirección adecuada. Los Estados miembros deberían apoyar este Código y abandonar la práctica de las compensaciones y el «juste retour».
La investigación cooperativa en materia de seguridad y defensa resulta esencial para la competitividad de la industria europea. Se debería lograr una mayor complementariedad entre la labor de la Comisión y la de la AED, a través de un diálogo más efectivo en materia de investigación civil, de seguridad y de defensa en Europa. Por otra parte, se debería eliminar la división que separa la investigación con fines civiles y de defensa.
El Código de Conducta en materia de exportación de armas de 1998 debería adquirir fuerza de ley en todos los Estados miembros, y la decisión relativa a los países de destino que cumplen los requisitos del Código de Conducta se debería tomar sobre una base común.
Inteligencia
Los grupos de combate actualmente en desarrollo no tienen el mismo acceso a recursos de inteligencia aéreos y espaciales. Los datos recogidos por los sistemas nacionales de vigilancia por satélite Helios, SAR–Lupe y Cosmo-Skymed deberían difundirse entre todos los Estados miembros de conformidad con unas normas comunes. La próxima generación de sistemas de inteligencia por satélite se debería integrar en un sistema europeo cuyos datos se difundiesen con fines militares, policiales y de gestión de catástrofes con sede en el centro de Torrejón. Los datos recogidos por el sistema de inteligencia de vigilancia terrestre desde el aire (AGS) de la OTAN también deberían difundirse entre los Estados miembros de la UE, especialmente en el contexto de los grupos de combate de la Unión.
En el ámbito de las telecomunicaciones, es necesario desarrollar un sistema conjunto para asumir el mando de las unidades multinacionales. Los equipos utilizados por los servicios militares, policiales y de emergencia deberían cumplir las mismas normas técnicas.
Puntos débiles en la toma de decisiones y el control presupuestario en materia de PESD
El procedimiento de toma de decisiones políticas previo a la decisión de desempeño de una misión PESD presenta una serie de puntos débiles, tal como ha resultado evidente en la misión a la República Democrática del Congo. El Consejo debería revisar las diferentes etapas de este procedimiento, dar los pasos necesarios para eliminar tales puntos débiles y consultar al Parlamento Europeo en consecuencia.
El Parlamento Europeo debería tener una participación clara y se debería respetar su derecho a ser consultado anualmente, con antelación, sobre los aspectos y opciones futuros en relación con la PESC y la PESD, de conformidad con las disposiciones de los Tratados en vigor. Por otra parte, el Consejo debería aplicar una política de información abierta y transparente en relación con el Parlamento Europeo en lo que se refiere a ambas políticas. En este sentido, el procedimiento actual que se aplica al acceso del Parlamento Europeo a los «documentos confidenciales» del Consejo no resulta satisfactorio, puesto que en la mayoría de los casos se obtiene únicamente una información de carácter excesivamente general.
El gasto en equipos militares y armamento se debería aprobar en presupuestos sometidos a control parlamentario. En este sentido, se deberían evitar los presupuestos y mecanismos paralelos que los parlamentos nacionales o el Parlamento Europeo no puedan supervisar de forma efectiva. El presupuesto de la Unión Europea disponible para las misiones de gestión de crisis, seguridad de las fronteras exteriores, investigación en materia de seguridad y el programa Galileo se debería continuar reforzando. Las operaciones militares de gestión de crisis se deberían financiar con cargo al presupuesto de la Unión Europea y, a tal efecto, los Estados miembros deberían aportar más recursos comunitarios.
Dada la estructura del mecanismo ATHENA y de otros mecanismos ad hoc financiados por los Estados miembros o por el Fondo Europeo de Desarrollo, el Parlamento Europeo no está en posición de ejercer control presupuestario alguno sobre las operaciones militares de la PESD. Asimismo, es necesario que las operaciones civiles-militares que están comprendidas en una zona gris entre acuerdos ad hoc y la financiación presupuestaria de la PESC sean más transparentes.
Se debería establecer una nueva metodología presupuestaria para aumentar la transparencia del gasto en la PESD y para apoyar el desarrollo de las capacidades militares y civiles necesarias para lograr los objetivos de la Estrategia Europea de Seguridad.
Hacia una Unión de Defensa y Seguridad
La Unión Europea se está convirtiendo en una Unión de Defensa y Seguridad, con competencias en materia de seguridad exterior e interior, lucha contra el terrorismo internacional y gestión de las catástrofes naturales en virtud de los elementos siguientes: el compromiso de los Estados miembros de estar en condiciones de desplegar 60 000 soldados en un plazo de 60 días y mantenerlos desplegados durante un año para la realización de operaciones de mantenimiento de la paz y pacificación; la creación de 13 grupos de combate de despliegue rápido; el desarrollo de capacidades para la gestión civil de crisis en el ámbito de las operaciones policiales, el Estado de derecho, la administración civil y la protección civil; una estructura europea de mando integrada por un comité político y de seguridad, un comité militar, personal militar y una célula civil y militar con un incipiente centro de operaciones; la fuerza de policía europea; la Agencia Europea de Defensa; Europol; la orden de detención europea; normas comunes para la adquisición y exportación de armas y un programa de investigación europeo en materia de seguridad.
El Tratado por el que se establece una Constitución para Europa constituirá un paso importante hacia el establecimiento de una Unión de Defensa y Seguridad en virtud, especialmente, de la figura del Ministro de Asuntos Exteriores de la Unión, de la cláusula de solidaridad para los casos en los que un Estado miembro sufra un atentado terrorista, una catástrofe natural o una catástrofe provocada por el hombre, y de la cláusula de asistencia mutua entre Estados miembros en caso de ataque armado contra el territorio de uno de ellos.
Este proceso se debería reforzar con los siguientes elementos: un mercado europeo de los equipos de defensa, un sistema de inteligencia aéreo y por satélite y unas normas comunes de telecomunicaciones a disposición de los servicios militares, policiales y de gestión de crisis, una fuerza naval europea permanente en el Mediterráneo, un presupuesto europeo que financie no sólo los aspectos civiles de la seguridad, sino también los militares, un Viceministro de Asuntos Exteriores para la seguridad y la defensa, una convocatoria de reuniones más frecuentes de los Ministros de Defensa de la UE, una fuerza europea de protección civil, un cuerpo civil europeo de pacificación y una capacidad europea de transporte aéreo y marítimo de la ayuda en caso de catástrofe, operaciones de rescate y operaciones de defensa. Todos estos elementos deberían someterse al correspondiente control en los parlamentos de los Estados miembros y en el Parlamento Europeo.
OPINIÓN MINORITARIA DEL GRUPO CONFEDERAL DE LA IZQUIERDA UNITARIA EUROPEA/IZQUIERDA VERDE NÓRDICA
expresada por Tobias Pflüger, Athanasios Pafilis, Willy Meyer Pleite, Jaromír Kohlíček y Erik Meijer
El informe no aborda los requisitos necesarios para la paz sino que se centra en los preparativos para la militarización de la UE. Condenamos los siguientes aspectos:
· la constante militarización de la PESC, lo que constituye una amenaza mundial;
· el alcance mundial de la Estrategia Europea de Seguridad y las persuasivas estrategias de guerra preventiva (véase el proyecto);
· la confusión deliberada entre misiones civiles y militares;
· la realización de operaciones militares bajo una apariencia humanitaria;
· la creación de agrupaciones tácticas, fuerzas policiales, fuerzas de intervención, estructuras de mando de la UE autónomas con arreglo al modelo de la OTAN;
· la militarización de las fronteras exteriores de la UE y la aplicación de un enfoque militar a los problemas de los refugiados;
· el actual sistema de presupuestos militares ocultos dentro de líneas presupuestarias para cuestiones civiles;
· el desembolso de importes desconocidos con destino a la OTAN en concepto de pagos de la UE por la utilización de las estructuras de la OTAN;
· la creación de una agencia europea de armamento, por la que se establece un mercado común del equipamiento militar para fortalecer el complejo militar-industrial en la UE;
· el recurso a la competencia por fuentes de energía como justificación de las intervenciones militares.
Pedimos lo siguiente:
· una UE civil;
· el respeto escrupuloso del Derecho internacional y de la Carta de las Naciones Unidas;
· la creación de una agencia de desarme de la UE;
· la reasignación del gasto militar a fines civiles;
· un Código de conducta vinculante en materia de exportación de armas para toda la UE.
PROCEDIMIENTO
Título |
Informe sobre la aplicación de la Estrategia Europea de Seguridad en el contexto de la PESD |
|||||||||
Número de procedimiento |
||||||||||
Comisión competente para el fondo |
AFET |
|||||||||
Comisión competente para emitir opinión |
|
|||||||||
Opinión(es) no emitida(s) |
|
|
|
|
|
|||||
Cooperación reforzada |
|
|
|
|
|
|||||
Ponente |
Karl von Wogau 25.1.2006 |
|||||||||
Ponente(s) sustituido(s) |
|
|||||||||
Examen en comisión |
24.4.2006 |
4.5.2006 |
20.6.2006 |
12.7.2006 |
4.10.2006 |
|||||
Fecha de aprobación |
5.10.2006 |
|||||||||
Resultado de la votación final |
a favor en contra abstenciones |
30 9 0 |
||||||||
Miembros presentes en la votación final |
Bastiaan Belder, Elmar Brok, Simon Coveney, Véronique De Keyser, Giorgos Dimitrakopoulos, Camiel Eurlings, Alfred Gomolka, Richard Howitt, Ioannis Kasoulides, Bogdan Klich, Helmut Kuhne, Vytautas Landsbergis, Willy Meyer Pleite, Francisco José Millán Mon, Annemie Neyts-Uyttebroeck, Baroness Nicholson of Winterbourne, Raimon Obiols i Germà, Cem Özdemir, Tobias Pflüger, Hubert Pirker, Bernd Posselt, Michel Rocard, Raül Romeva i Rueda, György Schöpflin, Gitte Seeberg, Marek Siwiec, Hannes Swoboda, István Szent-Iványi, Charles Tannock, Geoffrey Van Orden, Ari Vatanen, Karl von Wogau y Luis Yañez-Barnuevo García |
|||||||||
Suplentes presentes en la votación final |
Alexandra Dobolyi, Árpád Duka-Zólyomi, Jaromír Kohlíček, Erik Meijer y Jean Spautz |
|||||||||
Suplentes (art. 178, apdo. 2) presentes en la votación final |
Viktória Mohácsi y José Javier Pomés Ruiz |
|||||||||
Fecha de presentación |
18.10.2006 |
|
||||||||
Observaciones (datos disponibles en una sola lengua) |
|
|
||||||||