INFORME sobre el Informe anual 2007 sobre la zona del euro

28.6.2007 - (2007/2143(INI))

Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios
Ponente: Dariusz Rosati

Procedimiento : 2007/2143(INI)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento :  
A6-0264/2007
Textos presentados :
A6-0264/2007
Textos aprobados :

PROPUESTA DE RESOLUCIÓN DEL PARLAMENTO EUROPEO

sobre el Informe anual 2007 sobre la zona del euro

(2007/2143(INI))

El Parlamento Europeo,

–   Vista la comunicación de la Comisión sobre la «Declaración anual 2007 sobre la zona del euro» (COM(2007)0231),

–   Vistas las previsiones económicas de primavera de la Comisión de mayo de 2007,

–   Vista su Resolución de 26 de abril de 2007 sobre las finanzas públicas en la UEM 2006[1],

–   Vista su Resolución de 15 de febrero de 2007 sobre la situación de la economía europea: Informe preparatorio sobre las orientaciones generales de las políticas económicas para 2007[2],

–   Vista su Resolución de 15 de febrero de 2007 sobre el impacto macroeconómico del incremento del precio de la energía[3],

–   Vista su Resolución de 1 de junio de 2006 sobre la ampliación de la zona del euro[4],

–   Vista su Resolución de 14 de marzo de 2006 sobre la revisión estratégica del Fondo Monetario Internacional[5],

–   Visto el informe anual 2006 del Banco Europeo Central (BEC),

–   Vistos los informes del BEC sobre la Integración Financiera en Europa de marzo de 2007,

–   Visto el artículo 45 de su Reglamento,

–   Visto el informe de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios (A6‑0264/2007),

A. Considerando que el PIB de la zona del euro aumentó en un 2,7 % en 2006, en comparación con el 1,4 % en 2005, lo que representa el mejor rendimiento desde 2000, mientras que el índice de inflación se mantuvo en el 2,2 % desde 2005,

B.  Considerando que el déficit fiscal descendió a un 1,6 % del PIB en 2006, en comparación con el 2,5 % del PIB en 2005,

C. Considerando que el índice de desempleo descendió a un 7,6 % a finales de 2006, su nivel más bajo en los últimos 15 años,

D. Considerando que la adhesión a la zona del euro aumenta el grado de interdependencia económica entre los Estados miembros y requiere una coordinación más estrecha de las políticas económicas con el fin de corregir las debilidades estructurales para poder hacer frente a los futuros retos y asimilar la zona del euro a una economía cada vez más globalizada,

E.  Considerando que la zona del euro representa un elemento clave de la estabilidad en la economía mundial,

Desarrollos macroeconómicos

1.  Acoge con satisfacción la evolución económica favorable lograda en 2006 en términos de crecimiento y empleo, que ha permitido la creación de 2 millones de nuevos puestos de trabajo y déficit fiscales más bajos; señala que los elevados índices de desempleo y el bajo nivel de participación en los mercados laborales no permite a Europa responder con éxito a los retos actuales y futuros en una economía global;

2.  Observa que parte de la recuperación se debe a mejoras estructurales y celebra el hecho de que la productividad laboral esté aumentando a un ritmo superior; considera, no obstante, que es demasiado pronto para elaborar conclusiones firmes sobre si la recuperación es de naturaleza más cíclica o más estructural; pide que se adopte una postura de cautela a este respecto;

3.  Se felicita por el hecho de que los miembros de la zona del euro hayan realizado un esfuerzo concertado para corregir déficit presupuestarios excesivos de conformidad con el pacto de estabilidad y crecimiento reformado; destaca el hecho de que la Comisión considera que, en la zona del euro en general, la calidad del ajuste haya aumentado, mostrando una menor dependencia de las medidas excepcionales y un descenso del gasto público; subraya, en particular, que la combinación de los esfuerzos de consolidación, en particular, en países con un déficit excesivo, y una mejora de la evolución económica, ha reducido el déficit presupuestario de la zona del euro de un 2,5 % del PIB en 2005 a un 1,6 % en 2006;

4.  Insiste en que una política fiscal correcta constituye una condición previa para un crecimiento y una creación de empleo sostenibles, puesto que un déficit presupuestario y una deuda gubernamental bajos promueven expectativas inflacionarias bajas y estables y ayudan a mantener bajos los tipos de interés; advierte en contra de repetir los errores políticos de 1999-2001; pide, por lo tanto, que se aproveche el auge actual en dos sentidos con el fin de lograr lo siguiente: por un lado, eliminar los déficit y acumular excedentes, lo que reduciría los niveles de deuda y, por el otro, mejorar la calidad de las finanzas públicas invirtiendo más en educación, formación profesional, infraestructura e investigación e innovación, lo que contribuiría a ayudar a satisfacer los retos que plantea el envejecimiento de la población; acoge con satisfacción a este respecto el hecho de que, el 20 de abril de 2007, el Eurogrupo adoptara orientaciones para las políticas fiscales de los Estados miembros de la zona del euro, recordando el compromiso de consolidar activamente las finanzas públicas con tiempo suficiente y utilizar los ingresos extraordinarios inesperados para reducir los déficit y la deuda;

5.  Subraya los riesgos que plantean las políticas procíclicas en algunos Estados miembros; toma nota del esfuerzo por la consolidación fiscal observado en la zona del euro en su conjunto; insiste, no obstante, en que la obligación de lograr el objetivo a medio plazo que se especifica en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento requiere que los Estados miembros obtengan excedentes durante los tiempos de bonanza; opina que es necesario intensificar el esfuerzo de consolidación a la luz, entre otras cosas, del reto demográfico que habrá que afrontar en un futuro; observa que el nuevo Pacto de Estabilidad y Crecimiento requiere explícitamente la consolidación del ciclo económico; observa que las normas fiscales procesales o numéricas y las instituciones presupuestarias independientes apoyan la consolidación fiscal y ayudan a evitar políticas procíclicas;

6.  Toma nota de la decisión adoptada por el BCE en 2006 de seguir aumentando los tipos de interés; observa que, si bien la inflación se mantiene limitada pese a un repentino aumento de los precios de la energía, la tasa de crecimiento del agregado monetario M3 ha sobrepasado sistemáticamente el valor de referencia del 4,5 % en amplios márgenes desde 2001 sin acelerar la inflación; pide al BCE que exponga más claramente las razones de esta discrepancia y que indique si se trata de un crecimiento de la liquidez que pudiera disparar la inflación en el futuro o si se trata del resultado de otros factores como el desarrollo de los mercados financieros, las innovaciones financieras y el papel creciente del euro en el contexto internacional;

7.  Observa que la subida de los precios de los activos, sobre todo, en el sector inmobiliario, está cobrando impulso, lo que podría ser un síntoma normal de una economía sana, pero que también hace aumentar la probabilidad de ajustes violentos; considera que esta aceleración de los precios de los activos refuerza la necesidad de una política fiscal prudente en los Estados miembros que experimentan estos desarrollos, así como políticas estructurales encaminadas a prevenir esos desequilibrios, incluida una mayor regulación prudencial; pide a los legisladores y reguladores nacionales que evalúen detenidamente la evolución del mercado inmobiliario; hace hincapié en un enfoque diferenciado que tenga en cuenta las situaciones específicas de los Estados miembros en relación con el presupuesto y el crecimiento;

8.  Observa que la apreciación nominal del tipo de cambio del euro de un 11,4 % frente al dólar USA, del 12,4 % frente al yen y del 8 % frente al renminbi chino sólo ha provocado una apreciación menor del tipo de cambio efectivo real del 3,5 % en 2006, y no ha perjudicado hasta la fecha a las exportaciones ni al crecimiento en la zona del euro; observa, no obstante, que los efectos difieren de un Estado miembro a otro dependiendo de sus estructuras económicas y de la elasticidad de la respuesta de su sector real a las variaciones en los tipos de cambio; pide a los Estados miembros que adopten medidas para aumentar sus capacidades de ajuste; subraya la necesidad de tener en cuenta los efectos que pueden tener los futuros aumentos de los tipos de interés en los tipos de cambio del euro y la competitividad de la economía europea;

Funcionamiento de la UEM

9.  Considera que las diferentes tendencias en lo que respecta al crecimiento, la inflación y el empleo entre los Estados miembros pueden reflejar evoluciones distintas, por ejemplo, tendencias demográficas, diferentes índices de progreso en lo que respecta a las reformas estructurales, diversos potenciales de crecimiento y diferentes procesos de recuperación; subraya, no obstante, que los importantes déficit en la balanza de operaciones corrientes de algunos Estados miembros son síntomas de tendencias diferentes en cuanto a la competitividad y que los diferentes enfoques en materia de política económica entre los Estados miembros son clave para explicar estas diferencias;

10. Observa que las diferencias en el grado de competitividad internacional de las economías de la zona del euro se deben con frecuencia a tendencias diferentes en los costes laborales unitarios que reflejan una evolución diferente de la productividad y la dinámica salarial; observa que estos últimos años el crecimiento salarial ha permanecido por debajo de los niveles de crecimiento de la productividad; subraya la necesidad de una distribución más justa de los beneficios del crecimiento; pide que los accionistas y a los altos ejecutivos que sigan una política responsable con respecto a los paquetes de remuneración y las primas en los niveles superiores, que tienden a crecer de forma desproporcionada en comparación con los niveles salariales normales, enviando así señales equivocadas y desalentando el apoyo a una política salarial responsable; observa que las bajas tasas de inflación son también un factor influyente en lo que respecta a la evolución favorable de los costes laborales unitarios;

11. Pide en este contexto una mayor integración de los mercados de bienes y de servicios, con el fin de superar la actual segmentación del mercado de la UME en los mercados nacionales y alcanzar un grado más elevado de sincronización en los ciclos coyunturales de las economías nacionales participantes;

12. Observa que el euro sólo podrá mantenerse fuerte y creíble de manera duradera en los mercados financieros internacionales si los Estados miembros de la zona del euro siguen aproximando cada vez más sus posiciones en todos los ámbitos significativos para la estabilidad monetaria; insta a los Estados miembros de la zona del euro, sobre todo a los interlocutores sociales, a que sigan realizando esfuerzos en este sentido, para mejorar también el desarrollo de la productividad, lo cual también es importante para el logro de los objetivos de la Estrategia de Lisboa;

13. Recuerda que la política monetaria del BCE nunca podrá ofrecer una respuesta perfectamente adaptada a la situación de ningún Estado miembro en particular; observa que en los países de rápido crecimiento la inflación es estructuralmente superior y las tipos de interés reales son inferiores, pudiendo incluso ser negativos; considera que estas situaciones son inherentes a una unión monetaria y pide unas políticas fiscales sólidas para poder mantener la estabilidad, en particular, en lo que respecta a la necesidad de una cierta precaución contra los riesgos demográficos;

14. Observa que la combinación de políticas fiscales flexibles con una política monetaria restrictiva impulsada por los aumentos de los tipos de interés y una apreciación del tipo de cambio tienen como consecuencia una mezcla política no del todo óptima que puede acarrear costes macroeconómicos de estabilización excesivos; considera que un mayor rigor fiscal reduciría la presión sobre la política monetaria y permitiría una mejor combinación política que aseguraría un crecimiento económico más rápido en una tasa de inflación determinada;

Reformas estructurales y mercado interior

15. Recuerda que un mercado financiero europeo integrado es esencial para asegurar el buen funcionamiento de la UEM; hace, por lo tanto, hincapié en la necesidad de completar la integración del mercado financiero y de eliminar los obstáculos que quedan a la integración financiera con el fin de crear un sistema financiero eficaz y de mejorar la capacidad de la zona del euro para abordar posibles choques económicos; atrae la atención sobre el hecho de que la integración financiera también puede suponer un peligro para la estabilidad financiera si los procedimientos de prevención, gestión y resolución de crisis permanecen segmentados a escala nacional, dificultando las respuestas en toda la zona; reafirma, por lo tanto en este contexto, la necesidad de un sistema europeo integrado de controladores que cooperen como un elemento clave con vistas a completar la integración del mercado financiero;

16. Considera que el ritmo de las reformas estructurales en los mercados de productos, de servicios, laboral y financiero debe acelerarse y que la realización del mercado interior es esencial para fomentar el crecimiento económico y la creación de empleo;

17. Observa que los servicios representan alrededor del 70 % del PIB de la zona del euro y ofrecen la mayor oportunidad de crecimiento del empleo; toma nota de que la inflación de los servicios contribuye en gran medida a la inflación en general; destaca por lo tanto, que una mayor competitividad en el sector de los servicios ayudaría a reducir la inflación; pide, por consiguiente, un mercado interior de los servicios plenamente operativo y la rápida aplicación de la Directiva 2006/123/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 12 de diciembre de 2006 relativa a los servicios en el mercado interior[6];

18. Opina que la aplicación efectiva y completa de la Estrategia de Lisboa es la clave para lograr un potencial de crecimiento más elevado; lamenta que el rendimiento innovador de la zona del euro, al igual que en el caso de los gastos empresariales en I+D, sea más bajo que el de los Estados Unidos y Japón; lamenta también que el gasto total de la I+D del sector público y privado en la zona del euro se haya estancado en alrededor de un 2 % del PIB, lo que se encuentra muy lejos del objetivo del Consejo Europeo de Barcelona de los días 15 y 16 de marzo de 2002, que consistía en alcanzar el 3 % del PIB antes de 2010; pide, por consiguiente, una política coherente que fomente un crecimiento basado en la innovación; recuerda que una política como esta requiere una mayor inversión en infraestructura, investigación, innovación, aprendizaje permanente y educación, mayor competitividad en los mercados de productos y servicios, sectores financieros más desarrollados y mercados laborales más flexibles, asegurando el nivel de seguridad social requerido (flexiguridad) de conformidad con la Estrategia de Lisboa renovada, así como políticas complementarias con vistas a corregir excesivas desigualdades causadas por las reformas;

Ampliación de la zona del euro

19. Acoge favorablemente la entrada de Eslovenia a la zona del euro el 1 de enero de 2007 y el paso fluido del tólar al euro;

20. Anima a otros nuevos Estados miembros a que continúen sus esfuerzos por prepararse para su entrada en la zona del euro; destaca los beneficios que supone el proceso de convergencia y la adopción final del euro, tanto para los nuevos Estados miembros como para la zona del euro en su totalidad; considera que los temas relacionados con la zona del euro no deberían centrarse exclusivamente en los nuevos Estados miembros y señala el problema de la no participación;

21. Subraya la necesidad de un acuerdo entre el Parlamento, el Consejo y la Comisión sobre un plan de trabajo claro para el procedimiento de aplicación de la zona del euro, con el fin de asegurar un período suficiente de evaluación y preparación para todas las instituciones implicadas, lo que aumentaría la confianza de los ciudadanos y los Estados miembros en el proceso de cambio;

22. Lamenta que la definición de estabilidad de los precios utilizada para evaluar los criterios de convergencia no siempre sea conforme a la definición adoptada por el BCE en su política monetaria;

23. Pide acciones más eficaces para abordar el blanqueo de dinero y el fraude, y cuestiona la falta de información en los informes periódicos de la Comisión sobre empresas offshore o sobre su papel e importancia y solicita información sobre este tema;

24. Considera que los nuevos Estados miembros deberán probablemente hacer frente a retos a la hora de adherirse a la zona del euro, en particular en lo que respecta a los criterios de estabilidad de los precios, puesto que la inflación puede ser parte del proceso de recuperación; pide, por consiguiente, al Consejo y a la Comisión que examinen los criterios de convergencia mediante un nuevo análisis y un debate político sobre la aplicación de los criterios de convergencia a los futuros nuevos miembros de la zona del euro y a la luz de la nueva realidad y de los distintos desarrollos económicos; subraya que los criterios de convergencia deben aplicarse de conformidad con el Tratado y que, en ningún caso, deberá cuestionarse la competitividad de la zona del euro;

25. Recuerda la necesidad de organizar campañas extensas de información a los ciudadanos en los Estados miembros candidatos en una fase temprana, para generar la confianza en el proceso de cambio y garantizar una gestión equitativa de la fase de transición por parte de todas las partes interesadas, con objeto de asegurar el éxito del euro; estima que es necesario reducir el déficit de información a los ciudadanos y que el uso de los medios de comunicación para las campañas de información debe organizarse en una fase temprana;

Gobernanza

26. Considera que es esencial lograr una mejor coordinación de las políticas presupuestarias entre los Estados miembros en todo el ciclo, sobre la base en particular de un calendario y de hipótesis macroeconómicas comunes; pide una aplicación estricta y eficaz del Pacto de Estabilidad y Crecimiento;

27. Considera que la dimensión específica de la zona del euro de la vigilancia estructural asociada a la Estrategia de Lisboa debería reforzase incluyendo medidas necesarias para mejorar el funcionamiento de la UEM; acoge con satisfacción como un primer paso en esta dirección el hecho de que el informe anual de la Comisión sobre la evolución en la aplicación de la Estrategia de Lisboa se centre en la zona del euro;

28. Subraya la necesidad de consolidar la gobernanza y el proceso de integración europea, en particular en la zona del euro, dado que ésta es la única manera de abordar los desafíos económicos globales; pide, por lo tanto, al Consejo y a la Comisión que aseguren que, en el futuro, el informe anual sobre la zona del euro facilitará una serie recomendaciones políticas que ofrezcan los instrumentos que permitan establecer un diálogo detallado entre los diversos órganos comunitarios que participan en la consolidación de la gobernanza económica de la Unión;

29. Recuerda la necesidad de aumentar la eficacia de la Estrategia de Lisboa consolidando el contenido y la coordinación de los instrumentos políticos económicos que aún se despliegan por separado, con el objetivo de una estrategia inteligente de crecimiento que siga concentrando el trabajo de información y evaluación en el ámbito de los programas nacionales de reforma, pero que al mismo tiempo incluya también los programas nacionales de estabilidad y convergencia;

30. Cree que el Eurogrupo debe acordar un plan de trabajo sobre lo que debe lograrse en los próximos dos años en la zona del euro; cree, en aras de una coordinación económica más fuerte, que el Eurogrupo debe alejarse de un marco institucional informal a otro más formal, lo que incluye infraestructuras apropiadas;

Representación exterior

31. Subraya que el euro ha emergido como la segunda moneda internacional después del dólar americano; en especial, considera que el amplio uso del euro en los mercados internacionales de obligaciones es una característica clave del papel del euro a escala internacional; lamenta que el grado de representación del Presidente del Eurogrupo, de la Comisión y del BCE continúe siendo muy diferente en las diferentes instituciones y foros internacionales; observa con interés que el Eurogrupo y el Consejo ECOFIN han examinado propuestas para reforzar la representación exterior de la zona del euro y mejorar la coordinación interna en el plano exterior; considera que son necesarios otros pasos antes de que la representación exterior de la zona del euro sea proporcional a su importancia cada vez mayor en la economía global; considera que un prerrequisito para una representación común exterior es la existencia de una política económica común genuina dentro de la zona del euro; reafirma que la mejor opción para la representación de la zona del euro en los principales foros e instituciones financieras internacionales sigue siendo la creación de una presidencia única de la zona del euro;

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32. Encarga a su Presidente que transmita la presente Resolución al Presidente del Eurogrupo, al Consejo y a la Comisión, así como al Banco Central Europeo.

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

El Informe anual 2007 sobre la zona del euro es el segundo de este tipo que elabora la Comisión. El informe del año pasado fue muy bien acogido por el Consejo y el Parlamento Europeo como un documento importante que contenía una evaluación analítica rigurosa de las condiciones económicas de la zona del euro. El informe de este año ofrece una visión general de la situación económica en 2006 y explora los retos económicos a los que se enfrentan los Estados miembros de la zona euro.

En 2006, la recuperación económica de la zona del euro se fortaleció considerablemente, con un crecimiento acelerado del PIB de un 2,7 % comparado con el 1,4 % del año anterior, y el índice de desempleo disminuyó a un 7,6 % a finales de 2006, lo que representa el nivel más bajo de los últimos quince años. En 2006 se crearon dos millones de puestos de trabajo nuevos, lo que demuestra que las reformas del mercado laboral emprendidas en algunos Estados miembros empiezan a dar sus frutos. El crecimiento económico se basó y se apoyó ampliamente en una robusta expansión de las exportaciones y una fuerte recuperación de la demanda interna, lo que refleja la mejora de la situación en el mercado laboral y de los sentimientos de los consumidores y los inversores. Una fuerte mejora en el sector real estuvo acompañada de una estabilidad macroeconómica, con una inflación que se mantuvo estable en un 2,2 %, si cambios desde 2005, y un déficit fiscal reducido a un 1,6 % en comparación con el 2,5 % del año pasado.

Aparte de esta imagen en general positiva de la situación general de la zona del euro, existen otras tendencias menos favorables. En primer lugar, la consolidación fiscal, pese a haber sido sustancial, se queda corta en cuanto a lo que se requiere para reforzar de forma permanente la sostenibilidad de las finanzas públicas. En tiempos de recuperación, los países deberían acumular excedentes en su balanza fiscal que permitiera amortiguar los rendimientos fiscales menos favorables en tiempos de recesión y cumplir el objetivo a medio plazo de un presupuesto equilibrado o excedentario. Entretanto, los déficits en las economías más importantes de la zona del euro siguen manteniéndose en términos de adaptación cíclica. Los Estados miembros debería utilizar el auge cíclico actual para mejorar su posición fiscal general y prepararse para los «malos tiempos».

En segundo lugar, las políticas fiscales procíclicas en tiempos de recuperación económica dan lugar a una combinación de políticas no todo lo buena que debiera cuando implican una política monetaria más restrictiva para controlar las tendencias inflacionistas. Una estimulación fiscal continuada requiere tipos de interés más elevados para mantener la inflación a un nivel bajo, lo que podría causar un aumento de los costes macroeconómicos que supone mantener la estabilidad de los precios. La falta de una suficiente disciplina fiscal podría inducir a una mayor rigidez monetaria, lo que tendría efectos adversos para el crecimiento y el empleo.

En tercer lugar, conviene observar que los valores medios de indicadores macroeconómicos para la zona del euro en su conjunto enmascaran divergencias de crecimiento cada vez mayores entre los diferentes Estados miembros en términos de crecimiento económico, productividad y competitividad. Estas diferencias son el resultado de diversos factores, incluido el ritmo desigual de las reformas estructurales y de los procesos de recuperación, y de políticas nacionales diferentes, incluidos la formación salarial y los impuestos. Los Estados miembros en los que las pérdidas en competitividad relativa reflejan un rápido aumento de los costes laborales unitarios deben adoptar medidas para invertir estas tendencias negativas.

El informe señala que un crecimiento sostenible requiere más reformas estructurales, incluida la realización del mercado interior de los productos, de los servicios y de trabajo. En particular, es probable que las medidas dirigidas a aumentar la competencia y la apertura del sector de los servicios estimulen el crecimiento y la creación de empleo en el futuro. Del mismo modo, una aplicación más vigorosa de la Estrategia de Lisboa ayudaría a acelerar el desarrollo de innovaciones y de conocimiento y a hacer que las economías de la zona del euro sean más competitivas y dinámicas.

La ampliación de la zona del euro es un proceso que debería reportar beneficios económicos importantes a los diferentes Estados miembros y a la zona del euro en su conjunto. El informe toma nota de la adhesión acertada de Eslovenia a la zona del euro y anima a otros nuevos Estados miembros a tomar las medidas necesarias para adoptar el euro en una fecha temprana. Sin embargo, el proceso de adhesión puede ser complicado por la falta de coherencia y de transparencia en el proceso de evaluar el grado de convergencia nominal en los países candidatos. En particular, el informe recuerda que la definición de estabilidad de los precios utilizada para la evaluación de criterios de convergencia (la tasa de inflación media de tres Estados miembros de la UE con tasas de inflación más bajas) es incoherente con la definición de la estabilidad de los precios adoptada por el BCE en su política monetaria (la tasa de inflación por debajo del 2 %, pero cercana al 2 %), e insiste en la necesidad de que se corrija esta incoherencia. Por otra parte, el informe observa que, con sus economías en rápido crecimiento, algunos nuevos Estados miembros podrían enfrentarse a dificultades a la hora de cumplir el criterio de inflación y adherirse a la zona del euro sin retrasar su crecimiento económico, puesto que la inflación puede reflejar unos aumentos fuertes de productividad y formar así parte del proceso de recuperación. Por lo tanto, en el informe se pide a la Comisión y al Consejo que examinen los criterios de convergencia a la luz de la nueva realidad y de las diferencias en los progresos económicos.

Para aprovechar al máximo los beneficios potenciales de la moneda única es necesaria una mayor coordinación política entre los Estados miembros, en especial, a través de un calendario común y de suposiciones macroeconómicas comunes para la preparación de los presupuestos nacionales. Asimismo, deberían reforzarse la vigilancia a escala de la UE del rendimiento fiscal y los órdenes del día de la reforma en los diferentes Estados miembros. En la esfera exterior, existen bases claras para la representación conjunta de la zona del euro en instituciones financieras internacionales, a condición de que las políticas económicas de los diferentes Estados estén lo suficientemente coordinadas.

El informe anual de la Comisión sobre la zona del euro 2007 establece una buena base para un amplio debate sobre la situación económica general en la zona del euro y los desafíos a los que deberá enfrentarse. También permite al Parlamento Europeo expresar sus opiniones y formular prioridades en materia de políticas económicas y de gobernanza en la Unión.

PROCEDIMIENTO

Título

Informe anual 2007 sobre la zona del euro

Número de procedimiento

2007/2143(INI)

Comisión competente para el fondo
Fecha del anuncio de la autorización en el Pleno

ECON
21.6.2007

Comisión(es) competente(s) para emitir opinión
  Fecha del anuncio en el Pleno

 

 

 

 

 

Opinión(es) no emitida(s)
  Fecha de la decisión

 

 

 

 

 

Cooperación reforzada
  Fecha del anuncio en el Pleno

 

 

 

 

 

Ponente(s)
  Fecha de designación

Dariusz Rosati
13.3.2007

 

Ponente(s) sustituido(s)

 

 

Examen en comisión

7.5.2007

21.5.2007

26.6.2007

 

 

Fecha de aprobación

0.0.0000

Resultado de la votación final

+:

−:

0:

38

0

1

Miembros presentes en la votación final

Mariela Velichkova Baeva; Zsolt László Becsey, Pervenche Berès, Sharon Bowles, Ieke van den Burg, David Casa, Jonathan Evans, Elisa Ferreira, Jean-Paul Gauzès, Donata Gottardi, Benoît Hamon, Gunnar Hökmark, Sophia in 't Veld, Othmar Karas, Christoph Konrad, Guntars Krasts, Kurt Joachim Lauk, Andrea Losco, Astrid Lulling, Cristobal Montoro Romero, Joseph Muscat, Lapo Pistelli, John Purvis, Alexander Radwan, Bernhard Rapkay, Heide Rühle, Eoin Ryan, Antolín Sánchez Presedo, Olle Schmidt y Margarita Starkevičiūtė

Suplente(s) presente(s) en la votación final

Katerina Batzeli, Harald Ettl, Werner Langen, Maria Petre, Gianni Pittella, Gilles Savary, Kristian Vigenin y Corien Wortmann-Kool

Suplente(s) (art. 178, apdo. 2) presente(s) en la votación final

Slavi Binev

Fecha de presentación

28.6.2007

Observaciones (datos disponibles en una sola lengua)