INFORME sobre el futuro de los jóvenes agricultores en el marco de la actual reforma de la PAC

13.5.2008 - (2007/2194(INI))

Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural
Ponente: Donato Tommaso Veraldi

Procedimiento : 2007/2194(INI)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento :  
A6-0182/2008
Textos presentados :
A6-0182/2008
Debates :
Textos aprobados :

PROPUESTA DE RESOLUCIÓN DEL PARLAMENTO EUROPEO

sobre el futuro de los jóvenes agricultores en el marco de la actual reforma de la PAC

(2007/2194(INI))

El Parlamento Europeo,

–   Vista su Resolución, de 17 de enero de 2001, sobre la situación de los jóvenes agricultores en la Unión Europea[1],

–   Visto el Reglamento (CE) nº 1698/2005 del Consejo, de 20 de septiembre de 2005, relativo a la ayuda al desarrollo rural a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER)[2],

–   Vista la Estrategia de Lisboa, cuyo objetivo es convertir a Europa en la economía basada en el conocimiento más competitiva y dinámica del mundo de aquí a 2010,

–   Vistos los resultados de la audiencia pública que celebró el 26 de febrero de 2008,

–   Visto el artículo 45 de su Reglamento,

–   Visto el informe de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural (A6‑0182/2008),

A. Considerando las prioridades establecidas por la estrategia de Gotemburgo en relación con la competitividad y la sostenibilidad de la economía europea y el papel fundamental que pueden desempeñar los jóvenes agricultores para conseguir estos objetivos,

B.  Considerando que el modelo agrícola multifuncional europeo puede ser un vector para el desarrollo sostenible en las zonas rurales gracias a la importante presencia de empresas agrícolas,

C. Considerando que la evolución del proceso de reforma de la PAC ha brindado nuevas oportunidades a los jóvenes en lo que se refiere a un gran número de aspectos relacionados con la creación y el desarrollo de las empresas, pero que estas oportunidades no se difunden de manera uniforme en el territorio europeo, lo que dificulta un enfoque estratégico comunitario,

D. Considerando que, según los datos de Eurostat, en la Unión Europea los agricultores de menos de 35 años representan sólo el 7 % del total, cifra que desciende constantemente, mientras que la producción alimentaria ha de seguir aumentando en el futuro; lamentando al respecto la falta de datos exhaustivos y recientes referentes al número de jóvenes agricultores y su posición en la agricultura europea,

E.  Considerando que la próxima revisión de la Política Agrícola Común (PAC) («Chequeo de la PAC») brinda una oportunidad de encauzar mejor el apoyo a los jóvenes agricultores que no debería desaprovecharse,

F.  Considerando que, para afrontar los retos de la seguridad alimentaria y energética de la Unión Europea, del crecimiento y el empleo en todo el territorio rural europeo, así como de la gestión sostenible y duradera del espacio rural, es necesario que los jóvenes agricultores se establezcan de manera viable y adecuada,

G. Considerando la necesidad de un enfoque multifuncional, así como de garantizar, en particular, una política de apoyo a los jóvenes agricultores,

H. Considerando que la incorporación de jóvenes a la titularidad de las explotaciones agrarias es de vital importancia para las zonas rurales, en la medida en que la agricultura sigue siendo el sostén fundamental de la actividad económica y del tejido social en la mayor parte de las mismas,

I.   Considerando que parece urgentemente necesario elaborar una estrategia europea de fomento de la formación de los jóvenes agricultores desde un punto de vista empresarial,

J.   Considerando el importante dinamismo de los jóvenes empresarios en el proceso de toma de decisiones, su propensión al riesgo y la capacidad para buscar sinergias y complementariedades y para tomar decisiones en materia de planificación sumamente innovadoras más allá de las prácticas agrícolas habituales,

K. Considerando que, aunque las diferentes políticas en favor de los jóvenes empresarios están contribuyendo a dar un impulso a la agricultura europea, el relevo generacional de los titulares de las explotaciones agrarias continúa siendo uno de los retos pendientes en la Unión Europea,

L.  Constatando que los jóvenes agricultores se enfrentan a problemas adicionales en el sector agrario, como los elevados costes de instalación, la pesada carga de la deuda, el número de explotaciones disponibles excesivamente reducido y la falta de formación específica; que, además, la política agraria está creando cada vez más responsabilidades para los empresarios en requisitos relacionados con el medio ambiente, el bienestar animal, la seguridad alimentaria y la gestión paisajística,

M. Considerando la necesidad de tener un sector agrícola joven y dinámico como un elemento esencial para la consecución de los objetivos establecidos por la estrategia de Lisboa,

N. Considerando que, gracias al nuevo reglamento sobre el apoyo al desarrollo rural, será posible llevar a cabo una programación que cubra hasta el 31 de diciembre de 2013,

O. Considerando que el territorio de la Unión Europea está constituido en un 92 % por zonas rurales, mientras que la población está repartida en un 50 % entre las zonas urbanas y las zonas rurales,

P.  Considerando que la renovación generacional es necesaria para preservar en el futuro un alto nivel de calidad de los alimentos europeos, la seguridad alimentaria y la autosuficiencia de la Unión Europea,

1.  Afirma que uno de los objetivos de la PAC reformada debe ser el de garantizar un mejor relevo generacional de los agricultores y que, para conseguir este objetivo, los instrumentos del primer y del segundo pilar en favor, respectivamente, de una agricultura viable y de un mundo rural desarrollado se complementan de modo especial;

2.  Afirma que, para afrontar los retos alimentarios, energéticos, medioambientales y territoriales de la agricultura europea ahora y en el futuro, resulta fundamental favorecer el relevo generacional de los agricultores; considera que, sin una agricultura fuerte y sin un número elevado de agricultores en la Unión, no podrán afrontarse todos esos retos, que guardan relación con las expectativas de la sociedad;

3.  Observa que la ampliación de la Unión Europea a los nuevos Estados miembros ha reforzado la diversidad cultural y, por ende, la diversidad de productos, y constituye una oportunidad válida para aumentar la competitividad de la agricultura europea, orientándose hacia una innovación continua y de calidad de los productos comunitarios y prestando una atención mayor a los resultados de los productores en el ámbito importante de la seguridad alimentaria;

4.  Opina que las medidas de apoyo a los jóvenes agricultores deben elaborarse y aplicarse teniendo en cuenta especialmente la situación de los jóvenes agricultores en los nuevos Estados miembros;

5.  Pide, por lo tanto, a la Comisión que presente propuestas para la creación de una marca de calidad europea, que permitirá a los consumidores reconocer fácilmente los productos fabricados con arreglo a las normas rigurosas en vigor en Europa en materia de medio ambiente, bienestar animal y seguridad de los alimentos;

6.  Observa que, por lo que se refiere a la calidad, un objetivo debe ser la diversidad de la producción y de los productos;

7.  Comprueba que el principal condicionante para el rejuvenecimiento del empresariado agrícola es el acceso a la tierra, habida cuenta de su elevado coste;

8.  Considera que, en el futuro, el objetivo de la PAC deberá consistir en suprimir los obstáculos a los que se enfrentan ahora mismo los jóvenes para acceder a la actividad agrícola, incluyendo entre sus prioridades el relevo generacional;

9.  Pide, además, que se intensifiquen los esfuerzos para explicar al público el modelo agrícola europeo y sus normas estrictas en materia de medio ambiente, bienestar animal y seguridad de los alimentos;

10. Considera que el establecimiento de jóvenes que crean o retoman empresas agrícolas constituye una baza importante en la Unión ampliada;

11. Toma nota de la persistencia de los problemas relacionados con los elevados costes para la creación de empresas, como los precios de venta y arrendamiento de los fondos agrícolas, junto con la necesidad de invertir continuamente en capital tangible y el potencial humano, para conseguir un nivel más alto de innovación tecnológica y logística, de que, para mejorar el nivel de innovación técnico y logístico, la compra de equipamiento y maquinaria no basta, y de que la investigación y el acceso a los resultados de la investigación son esenciales para esta mejora;

12. Insta a la Comisión a que apoye a los Estados miembros en la creación de un banco de tierras constituido a partir de las tierras liberadas por la jubilación anticipada; considera que deben establecerse ayudas a la adquisición colectiva de maquinaria y equipamientos de elevado coste y escasa utilización individual;

13. Solicita la revisión de la prima de establecimiento, que no se ha modificado desde su introducción y no parece adecuarse ya a las necesidades de los agricultores;

14. Subraya la importancia que reviste para los jóvenes agricultores la cuestión de la propiedad de las tierras a la hora de establecerse, y pide a la Comisión que estudie el fenómeno del aumento considerable del precio de las tierras, debido en parte a la presión urbana y a la especulación;

15. Recomienda la creación de instrumentos que permitan otorgar prioridad en la transmisión de las tierras agrícolas a los jóvenes agricultores que se establecen y no a los que amplían sus explotaciones, gracias en particular a mecanismos de jubilación anticipada, ayudas a la adquisición diferida de las tierras, mecanismos de establecimiento progresivo y arrendamiento de una parte de las tierras;

16. Observa la necesidad de mejorar la eficacia de las políticas de apoyo a la instalación de los jóvenes agricultores y la importancia de prever posteriores criterios de prioridad para la clasificación de los beneficiarios, teniendo en cuenta factores objetivos;

17. Insta a la Comisión Europea a que en su proyecto legislativo de «chequeo» proponga que las ayudas a los jóvenes agricultores previstas en la normativa sobre desarrollo rural formen parte de las medidas obligatorias incluidas en la programación diseñada por los Estados miembros, lo que debería ir acompañado además de un aumento del importe de las ayudas a la instalación;

18. Opina que las medidas de apoyo a los jóvenes agricultores también han de ayudar a los nuevos agricultores, dado que pueden suponer un complemento innovador y valioso para la agricultura europea; destaca por ello que las ayudas se han de centrar primordialmente en el nuevo empresario y no en los que abandonan la agricultura; desea hacer hincapié en el hecho de que las medidas de apoyo orientadas a la adquisición de una explotación no deben surtir un efecto perturbador en la competencia en perjuicio de los nuevos agricultores frente a los hijos y a las hijas de agricultores;

19. Constata que, para evitar la desertificación de las zonas agrícolas desfavorecidas y perseguir así el objetivo de cohesión territorial, es de particular importancia favorecer el establecimiento de jóvenes agricultores en zonas con desventajas naturales permanentes, como las islas y las montañas, donde los costes de ordenación del territorio, construcción de edificios y accesibilidad son más elevados y donde suele hacer falta diversificar las actividades para alcanzar un umbral de viabilidad suficiente;

20. Hace un llamamiento a la Comisión para que investigue la eficacia y el valor añadido de las diferentes medidas nacionales y europeas orientadas a los jóvenes agricultores y para que informe al respecto antes del 1 de julio de 2009;

21. Constata que gran parte de los jóvenes agricultores considera que las ayudas a las inversiones y las subvenciones de los intereses son los medios más eficaces para fomentar su actividad empresarial y reforzar su posición competitiva; pide a la Comisión y a los Estados miembros que presten la debida atención a estas ayudas y subvenciones;

22. Solicita a la Comisión que estudie el efecto que los derechos de producción, los derechos de ayuda única y los derechos a prima tienen para el establecimiento de los jóvenes agricultores, ya que el conjunto de estos mecanismos da lugar a conflictos intergeneracionales frecuentes, que se traducen en un acceso más difícil a dichos derechos para los jóvenes que desean dedicarse a la agricultura; opina que la Comisión haría bien en extraer todas las conclusiones de la gestión de la PAC para aumentar la capacidad de establecimiento de los jóvenes;

23. Observa que, para tener mejor en cuenta el incremento de los costes por traspaso de explotaciones y las dificultades de establecimiento en los territorios vulnerables, procede aumentar el límite comunitario para las ayudas fijado en 55 000 euros y ampliar a cinco años, en vez de los tres actuales, el plazo para conformarse a la normativa tras el establecimiento inicial;

24. Toma nota de que la actividad agrícola suele ser la última actividad que se da en los territorios rurales y que es por tanto necesario poner en práctica medidas que inciten a los jóvenes agricultores a establecerse; no obstante, y más allá de la viabilidad de estas explotaciones, se deberán consagrar esfuerzos para hacer del medio rural un medio habitable, facilitando un acceso igualitario a los servicios públicos (correo, escuelas, transporte colectivo, servicios de salud, etc.) y el mantenimiento de los servicios destinados al público (comercios y artesanía, infraestructuras de acogida para niños y personas de edad avanzada, viviendas de utilidad pública y de alquiler, etc.) así como de espacios destinados a la vida social, que permitan acabar con el aislamiento (cafés, centros culturales, centros de deporte, etc.);

25. Subraya que conviene desarrollar instrumentos que permitan a los jóvenes agricultores ausentarse de su explotación para asistir a cursos de formación, por vacaciones o por razón de nacimientos, etc.;

26. Reconoce la conveniencia de supeditar, con carácter voluntario, la concesión de las ayudas a la instalación de los jóvenes agricultores, aunque se trate de una instalación parcial, a un plan empresarial, como instrumento para permitir el desarrollo de las actividades, agrarias y extra-agrarias, relacionadas con el medio rural de la nueva empresa;

27. Recomienda que, como parte del sistema de ayudas a la primera instalación, se prevean incentivos para los propietarios que arrienden explotaciones a jóvenes agricultores y/o ayudas a la renta hasta el décimo año después de la instalación;

28. Destaca las dificultades de acceso a la financiación a las que se enfrentan los jóvenes agricultores que desean establecerse y las ventajas de los préstamos bonificados, gracias a los cuales los jóvenes agricultores pueden llevar a término su proyecto de establecimiento y garantizar la continuidad del mismo sin endeudarse demasiado;

29. Observa que, a causa de la elevada tasa de endeudamientos y de los elevados costes de instalación, a los jóvenes agricultores les es muy difícil crear una buena posición competitiva; pide por lo tanto a la Comisión y a los Estados miembros que faciliten soluciones adicionales para estos problemas específicos;

30. Considera que conviene favorecer la actividad de los jóvenes agricultores estableciendo una normativa transparente, simplificada y menos pesada, y disminuyendo así los costes conexos;

31. Considera, por lo tanto, que los Estados miembros y las autoridades regionales deberían examinar las posibilidades de establecer, o de mejorar, sistemas que permitan proponer a los nuevos agricultores un capital de puesta en marcha a un tipo de interés preferente;

32. Lamenta la influencia de elementos de carácter a la vez especulativo y estructural que no permiten unos beneficios adecuados de los factores tierra, trabajo y capital, como las garantías para el acceso al crédito, los elevados tipos de interés, los obstáculos de carácter legal y fiscal, las cargas sociales y las cargas administrativas, y considera que es indispensable adoptar las medidas políticas convenientes para eliminar los excesos y las distorsiones de la competencia;

33. Pide a la Comisión y a los Estados miembros que pongan a punto nuevas medidas (fiscales) para ayudar a los jóvenes agricultores a soportar la carga que representan los intereses que deben rembolsar tras la adquisición de sus explotaciones; pide a la Comisión que presente propuestas concretas a tal efecto en el marco de la reforma de la PAC;

34. Solicita que la concesión de algunas medidas en favor de los jóvenes agricultores se convierta en una disposición obligatoria entre las acciones previstas por el eje 1 del Reglamento (CE) n° 1698/2005 para mejorar la competitividad del sector agrícola;

35. Reitera que las medidas de desarrollo rural deben ir destinadas directamente a los agricultores;

36. Opina que la Comisión ha de examinar la financiación específica para jóvenes agricultores en el contexto de los ejes 2 y 3 de la política de desarrollo rural, en particular por lo que se refiere a la infraestructura social y la mejora de la participación laboral de los jóvenes en el medio rural;

37. Pide, por lo que se refiere a las ayudas a la instalación de agricultores que realicen actividades multifuncionales (agrarias y extra-agrarias), una ampliación de las mismas que permita el acceso a las de primera instalación a aquellos agricultores jóvenes que realicen sólo actividades agrarias o bien que las complementen con otros ingresos obtenidos en el medio rural;

38. Pide a los Estados miembros que permitan el acceso a las ayudas de primera instalación a aquellos jóvenes, hombres y mujeres, que, partiendo de una situación de titularidad en precario, las necesiten para adecuar su explotación, bien mediante la realización de actividades agrarias o bien complementando éstas con otros ingresos, de forma que les proporcione un medio de vida calculado en términos de renta disponible y de trabajo;

39. Considera que los jóvenes agricultores de la UE deberían poder competir entre sí en igualdad de condiciones en la Unión Europea; pide, por lo tanto, una revisión prudente, y su posterior aplicación, del actual artículo 69 del Reglamento (CE) n° 1782/2003 del Consejo con el fin de impedir las distorsiones de la competencia en el mercado interior europeo;

40. Pide que todas las medidas agrícolas y de desarrollo rural se ajusten a los objetivos que se fijó la Unión Europea en el marco de la Estrategia de Lisboa, con objeto de que los jóvenes agricultores puedan ejercer su actividad en un entorno económico dinámico;

41. Opina que convendría incentivar, en el marco del chequeo de la PAC, la estabilización y seguridad de los ingresos agrícolas, condición fundamental para que se produzca el relevo generacional en la agricultura, mediante la creación a escala europea de instrumentos innovadores de gestión de riesgos y de crisis para hacer frente a las fluctuaciones del mercado y a la mayor volatilidad de los precios;

42. Considera que es prioritario conseguir una simplificación real y una mayor transparencia en la aplicación de los instrumentos y de las medidas en favor de los jóvenes empresarios que desarrollen actividades agrarias, incluso si están complementadas con otras extra-agrarias, relacionadas con el medio rural, necesarias para conseguir la viabilidad de la explotación;

43. Señala que debería evitarse desfavorecer a los agricultores de mediana edad que seguirán en activo a medio plazo y que, a pesar de no ser ya considerados jóvenes agricultores, también se enfrentarán a los nuevos retos;

44. Destaca que, para permitir a los «empresarios de mañana» responder a las elevadas exigencias que se les impondrán, es indispensable reforzar sistemáticamente la formación de base y permanente extraescolar para garantizar una transferencia eficaz de los conocimientos de la investigación agronómica a la agricultura;

45. Considera oportuno que, en lo que se refiere a las sucesiones hereditarias, se examine una legislación que permita preservar mejor la unidad empresarial, con objeto de conseguir tanto economías de escala como economías de alcance, debiendo facilitarse las sucesiones hereditarias que implican a partes que no pertenecen al círculo familiar con el fin de preservar las explotaciones y de permitir la conversión en agricultores de los jóvenes empresarios que cursan estudios en el ámbito de la agricultura;

46. Considera que sólo se debería poder recurrir a los mecanismos nacionales de jubilación anticipada si la explotación del agricultor que se jubila se traspasa a un joven agricultor, o que se deberían prever bonificaciones en esos casos;

47. Opina que los planes globales de instalación y desarrollo empresarial deberían tener en cuenta medidas específicas que reconozcan el estatuto de los jóvenes agricultores, garantizando la igualdad de derechos sociales entre hombres y mujeres; con este objetivo resulta fundamental el mantenimiento en las zonas rurales de estructuras imprescindibles como guarderías, centros de preescolar o cuidadores;

48. Señala que las especificidades y las diversidades sociales y culturales son elementos clave de la política de valorización de la producción, así como la identificación con un territorio determinado y la excelencia de los métodos de producción, como lo demuestran la fama y el éxito alcanzado por los productos agrícolas con indicación geográfica protegida o etiquetados;

49. Destaca que la educación alimentaria, de la que pueden ser depositarios los jóvenes agricultores, favorece un comportamiento alimentario correcto que redunda en beneficio de la salud humana y de la sociedad en general, y se congratula vivamente por las iniciativas como, por ejemplo, el programa «Tellus» del Consejo Europeo de los Jóvenes Agricultores o los proyectos piloto transregionales como el proyecto «Schüler auf dem Bauernhof» (Alumnos en la granja);

50. Destaca la importancia de disponer de información especializada sobre las ciencias alimentarias y la dietética en todas las formas de actividad de formación;

51. Considera necesario promover el oficio de agricultor y los servicios que éste brinda a la sociedad, además de su actividad productiva, a fin de que más jóvenes, y en particular jóvenes que no procedan de una familia de agricultores, se sientan atraídos por este oficio;

52. Considera que la valorización del oficio de agricultor exige asimismo una mayor información al público en general y por tanto a los consumidores sobre el contenido de la PAC y los requisitos sanitarios, medioambientales y de bienestar de los animales, la supeditación de las ayudas, la multifuncionalidad, la calidad de la producción europea, la contribución a la lucha contra el cambio climático, la independencia alimentaria y los futuros retos alimentarios de una población mundial que ascenderá, en principio, a 9 000 millones de habitantes en 2050;

53. Solicita que se consolide el principio de preferencia comunitaria para garantizar a los consumidores europeos la calidad sanitaria y medioambiental de los productos que adquieren y compensar a los agricultores europeos frente a la competencia de países terceros que no cumplen el mismo nivel de requisitos sanitarios, medioambientales y sociales;

54. Opina que los jóvenes agricultores deberían disfrutar de las mejores condiciones para beneficiarse de las ventajas que se derivan de una mayor flexibilidad de la demanda de bienes y servicios procedentes de la actividad agrícola, junto con una mayor apertura de los mercados emergentes a nivel internacional, con vistas a la celebración de negociaciones multilaterales; considera por ello que es importante que la Comisión negocie, en la OMC, un acuerdo que dé suficientemente margen al sector agrario para seguir siendo competitivo con relación a los terceros países y que, así, garantice un futuro a los jóvenes agricultores; añade que la toma en consideración, en este marco, de lo que está en juego a niveles no comerciales reviste una importancia capital;

55. Considera que los jóvenes agricultores deberían poder competir con sus competidores extranjeros en igualdad de condiciones; pide, por lo tanto, a la Comisión que vele por que en las negociaciones comerciales multilaterales y bilaterales se conceda prioridad al reconocimiento como criterios de importación de las consideraciones que no tienen carácter comercial;

56. Observa que, en la perspectiva de una programación a medio y largo plazo, las nuevas generaciones de agricultores asumen su responsabilidad en la lucha contra el cambio climático, que actúan como socios del medio ambiente y que, al proporcionar fuentes de energía alternativas respetuosas del medio ambiente, en particular mediante la producción de biomasa y la explotación de instalaciones de producción de biogás, contribuyen activamente a la conservación del medio ambiente y a la reducción de las emisiones de CO2;

57. Subraya que los jóvenes agricultores se enfrentan a un doble reto: por una parte, aplicar medidas destinadas a mejorar las prácticas agrícolas en aras de la sostenibilidad y, por otra, restablecer la función esencial de la agricultura como gestora de los elementos del medio ambiente y, por ende, como sector puntero en la lucha contra el cambio climático; señala que, en este sentido, es necesario fijar perspectivas sostenibles y a largo plazo para las políticas y medidas destinadas a los jóvenes agricultores, así como aportar una ayuda financiera a sus esfuerzos por proteger el medio ambiente;

58. Observa que el sector agrícola y el sector forestal representan los únicos ejemplos de actividades económicas que, mediante el proceso de fotosíntesis, consiguen capturar el dióxido de carbono, lo que demuestra la necesidad de mantener las actividades agrícolas;

59. Destaca la importancia de orientar la investigación aplicada al sector agrícola en la perspectiva de la reforma de la PAC; estima necesario que los agricultores europeos tengan un mejor acceso a los resultados de la investigación mediante la creación de redes de intercambio de datos procedentes de la investigación y mediante la coordinación de la investigación a nivel nacional y a nivel europeo;

60. Constata que el intercambio entre la ciencia y sus usuarios es una necesidad absoluta, para que los resultados de la investigación se lleven a la práctica y que la investigación pueda responder a las necesidades del sector agrario;

61. Destaca que prestar un mayor apoyo a la formación de los agricultores a lo largo de su vida profesional constituye una cuestión de interés económico (mejora de la productividad) y medioambiental (puesta al día de los conocimientos sobre prácticas ecológicas) para la Unión; fomenta en particular los programas que favorecen la movilidad de los jóvenes agricultores dentro de la Unión (como el programa Leonardo da Vinci); hace especial hincapié en la necesidad de crear instrumentos que permitan que los jóvenes agricultores se ausenten de su explotación durante los períodos de formación;

62. Propone establecer un programa de intercambio de las buenas prácticas en la agricultura en favor de los jóvenes agricultores;

63. Estima necesario establecer un programa de intercambio para jóvenes agricultores que facilite la puesta en común de las mejores prácticas;

64. Propone que se mantengan, mejoren, y divulguen las prácticas de producción vinculadas a las especificidades del territorio y del patrimonio cultural de los agricultores europeos;

65. Considera que la cuestión del mantenimiento de las tierras agrícolas está estrechamente vinculada con la del establecimiento de los jóvenes en la agricultura, y que se debe poner en práctica una política en materia de asignación de tierras que otorgue prioridad a los jóvenes que quieran establecerse; pide a la Comisión que informe sobre el problema de la propiedad de las tierras cuando se traspasan explotaciones a jóvenes agricultores;

66. Opina que conviene apoyar el establecimiento en forma societal mediante medidas propias de este tipo de establecimiento, que permitan no sólo una disminución de los costes de instalación para los jóvenes sino también una organización del trabajo que favorezca la viabilidad de las explotaciones;

67. Solicita la creación de un observatorio europeo para el establecimiento y la transmisión de explotaciones agrícolas y zonas rurales;

68. Recomienda una mayor flexibilidad en los procedimientos de establecimiento y transmisión de las explotaciones gracias a las medidas siguientes: establecimiento progresivo, toma en consideración de la experiencia profesional previa y validada del candidato cuando éste no disponga del nivel de formación exigido, exención del requisito de edad cuando el candidato presente un proyecto de establecimiento viable, en particular en zonas agrícolas desfavorecidas, etc.;

69. Considera que deben adoptarse las medidas necesarias para apoyar, acompañar y asesorar a los jóvenes agricultores en el marco de la primera instalación, con objeto de aumentar los casos que culminan en éxito y, paralelamente, minimizar o suprimir las situaciones de abandono o incluso de quiebra;

70. Propone que se instituya el Año Europeo del Diálogo entre la Ciudad y el Campo;

71. Pide a la Comisión que ayude de forma general a los jóvenes agricultores deseosos de establecerse, mediante una política fiable, procedimientos administrativos adaptados a las realidades y un apoyo máximo a la gestión empresarial;

72. Pide a la Comisión que presente, en un plazo razonable, un informe intermedio sobre la situación de los jóvenes agricultores y que consulte a las organizaciones de jóvenes agricultores interesadas;

73. Subraya la necesidad de orientar a los jóvenes agricultores en los años siguientes a su establecimiento y de prever un fondo de reserva específico que les ayude a hacer frente a imprevistos al instalarse, como un acontecimiento climático grave que afecte a las cosechas o un fuerte aumento de las cargas;

74. Pide a la Comisión que reflexione sobre los métodos que permitan el intercambio de buenas prácticas en las técnicas innovadoras de producción y gestión de las explotaciones entre los nuevos agricultores de toda Europa;

75. Encarga a su Presidente que transmita la presente Resolución al Consejo y a la Comisión.

  • [1]  DO C 262 de 18.9.2001, p. 153.
  • [2]  DO L 277 de 21.10.2005, p. 1.

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

Introducción

Con la conclusión de la reforma de la PAC, la perspectiva de una agricultura europea basada en el modelo plurifuncional y una mayor competitividad constituye la perspectiva por la que el Parlamento Europeo manifiesta un interés más especial, sobre todo en lo que respecta a los jóvenes agricultores.

Por iniciativa del ponente, se ha iniciado una reflexión mediante la cual se ha querido ilustrar los retos a los que deberán hacer frente los jóvenes agricultores. A este respecto, el Parlamento ha organizado una audiencia pública dirigida a identificar los problemas que deberán afrontar los jóvenes agricultores en el marco de la PAC reformada y las oportunidades que les ofrecerá.

Objetivo del informe

Se trata de sensibilizar a las partes implicadas respecto a la importancia de conceder prioridad a las iniciativas a favor de los jóvenes empresarios agrícolas, con la doble intención de resolver los problemas de naturaleza tanto estructural como normativa. Los resultados obtenidos según las orientaciones de la legislación vigente, en los ámbitos comunitario y nacional, revelan la necesidad de proseguir con las iniciativas destinadas a favorecer las nuevas explotaciones agrícolas y los jóvenes agricultores. El objetivo principal es favorecer de forma concreta el acceso de los jóvenes al sector agroalimentario, realizando al mismo tiempo una renovación generacional que dote al sector de mayor dinamismo.

Situación actual

La agricultura europea debe ocuparse actualmente de múltiples tareas: producir alimentos de calidad, garantizar la seguridad alimentaria, proteger el medio ambiente (suelos y aguas), conservar el paisaje, conservar y dar a conocer las tradiciones culturales locales. Por ello, en estos últimos años la atención de los operadores, los investigadores y los responsables (policy makers) del sector se ha concentrado, no sólo en las cuestiones relacionadas con la eficacia y la competitividad de los diferentes sectores agroalimentarios, sino también en las múltiples cuestiones de la agricultura y en el papel que desempeña el sector primario como elemento clave de un desarrollo rural que adopte una forma plenamente sostenible. En este contexto, las nuevas explotaciones deben hacer frente a los retos derivados de una mayor apertura del mercado a la escala internacional y sentirse responsables en la lucha contra el cambio climático, cuyos efectos en el medio ambiente cada vez son más claros.

No obstante, a causa de las dinámicas estructurales que operan en las regiones rurales, el sector primario está experimentando dificultades para llevar a cabo estas tareas. Por ello, y en particular desde hace varios años, se observa en la Unión Europea una tendencia al abandono de las zonas rurales, más clara cuando las condiciones son más marginales, así como un fenómeno constante de envejecimiento de la población rural. Así pues, más de la mitad de las explotaciones europeas están dirigidas por agricultores de más de 55 años, mientras que la cuarta parte de los agricultores pueden superar incluso los 65 años. Las situaciones más críticas aparecen en los países del sur de la Unión. Los agricultores de menos de 35 años sólo representan en la Comunidad el 7,6 % de los empresarios agrícolas. En particular, en Austria y en Alemania, los jóvenes agricultores representan el 17 % de los empresarios agrícolas; en Finlandia y Bélgica, más del 14 %; en Francia y en Irlanda, alrededor del 12 %. Los países mediterráneos son los que presentan un nivel más bajo de presencia de jóvenes agricultores, especialmente Portugal (3,7 %) e Italia (5,2 %).

Por lo tanto, parecen oportunas las políticas que promuevan de forma prioritaria la instalación de los jóvenes en una agricultura plurifuncional. Los jóvenes gestionan explotaciones que, como media, resultan más rentables, gracias a una mayor sensibilidad hacia la toma de decisiones innovadoras, prácticas de cultivo compatibles con los ecosistemas y una mayor apertura a las demandas del mercado.

El interés comunitario por los jóvenes agricultores se remite, bien al marco, más general, de la promoción de las empresas pequeñas o medianas, bien al marco más sectorial del reconocimiento del papel plurifuncional de la agricultura. En la Unión Europea, la instalación y el mantenimiento de los jóvenes en el sector agrícola puede favorecerse, bien mediante instrumentos de apoyo llamados transversales (es decir, dirigidos al conjunto de los agricultores en su totalidad, tales como las ayudas concedidas a las inversiones en las explotaciones), bien mediante disposiciones específicas destinadas únicamente a los beneficiarios elegibles, que en ese caso han de tener menos de 40 años de edad.

Los instrumentos comunitarios específicamente destinados a los jóvenes empresarios agrícolas pertenecen a dos categorías:

–         medidas de apoyo cofinanciadas por el Feader,

–         medidas previstas por los programas comunitarios de formación o de investigación o por otras intervenciones gestionadas directamente por la Unión Europea que afecten también a los jóvenes agricultores, como las políticas de jubilación anticipada.

La primera categoría de medidas está más directamente vinculada a la agricultura, pero no supone un reglamento específico para jóvenes agricultores y, sobre todo, no exige la aplicación de dichas medidas a la categoría de jóvenes agricultores.

El artículo 20 del Reglamento (CE) nº 1698/2005 prevé ayudas para facilitar la instalación de jóvenes agricultores en calidad de empresarios agrícolas. En este contexto, se presta una atención considerable al plan de desarrollo (de las inversiones y las actividades previstas) que, por medio de indicadores específicos, pueda demostrar la viabilidad y la rentabilidad de las acciones que se vayan a financiar.

Las ayudas a la instalación pueden consistir en:

–         una prima única cuyo importe máximo admisible es de 25 000 euros,

–         una bonificación de intereses para los préstamos contraídos para cubrir los gastos vinculados a la instalación (el importe equivalente al valor capitalizado de estas bonificaciones no puede ser superior al de la prima única).

En lo que se refiere al apoyo a la formación profesional y a la información, el mismo artículo 20 del Reglamento citado prevé la promoción de iniciativas dirigidas a promover el conocimiento y la difusión de prácticas innovadoras, en particular con vistas a preparar a los agricultores a una nueva orientación cualitativa de su producción, a la aplicación de métodos de producción más compatibles con la conservación y mejora de los suelos y que respondan mejor a las expectativas de los consumidores, y a inculcarles la formación necesaria para la gestión de una explotación agrícola que sea económicamente rentable.

Según lo dispuesto en dicho artículo, las ayudas a la jubilación anticipada pueden consistir en:

–         una ayuda máxima de 180 000 euros dirigida a los agricultores que decidan abandonar la actividad agrícola y transmitir su explotación a otro agricultor,

–         una ayuda máxima de 40 000 a favor de los trabajadores agrícolas que decidan abandonar definitivamente la actividad agrícola en el momento de la transmisión.

Estas ayudas se pueden atribuir para un máximo de 15 años.

Problemáticas y posibilidades

A la luz de los análisis anteriores, los puntos críticos se refieren, en primer lugar, a los problemas vinculados a los costes elevados de instalación de los jóvenes agricultores. Siguen existiendo, en particular, obstáculos de acceso al crédito y dificultades para aportar las garantías exigidas por las instituciones financieras, en particular, la necesidad de presentar un aval. Estas dificultades se acentúan por la variabilidad de las condiciones que ofrece el sistema de crédito a los agricultores de los diferentes Estados miembros. Por consiguiente, la fuerte tasa de endeudamiento de los jóvenes agricultores hace vanos, en numerosos casos, los esfuerzos realizados con la atribución de la prima de instalación y minimiza además los efectos esperados de la normativa sobre las ayudas estatales, que utilizan numerosos Estados miembros.

En lo que se refiere al problema vinculado a al adjudicación de la prima de instalación y al posible efecto de fragmentación sobre la unidad de producción en caso de una sucesión por vía hereditaria, existe la posibilidad de obtener economías de gama en lugar de economías de escala. Es el caso de las explotaciones cuyo tamaño económico no tiene influencia necesariamente sobre la renta y que representan con frecuencia una riqueza en términos de diversidad y de especificidad. Sobre la base de las nuevas orientaciones de la política agrícola común, debe favorecerse este tipo de oportunidades, destacando los factores calificativos de la agricultura europea. En este contexto, sería posible prever incitaciones de naturaleza variada destinadas a favorecer la gestión del patrimonio inmobiliario agrícola en forma de sociedades de diferentes tipos: sociedad colectiva, sociedad simple, sociedad comanditaria simple, sociedad comanditaria por acciones, sociedad por acciones, sociedad de responsabilidad limitada, sociedad cooperativa (especialmente las de pequeño tamaño, de cinco a ocho socios)... Por otra parte, en la mayor parte de los casos, la transmisión de un bien por vía sucesoria a los herederos no impone en modo alguno la fragmentación de la unidad de producción.

A este respecto, al parecer, durante la elaboración de los programas de desarrollo rural, la distribución de estímulos para la instalación debería ser una medida obligatoria, con el fin de dar concretamente la prioridad a las iniciativas dirigidas a las explotaciones en manos de los jóvenes. Por otra parte, en lo que se refiere a las actividades femeninas de explotación agrícola, la formación y el desarrollo en gestión de las mujeres y la cualificación profesional de las empresarias agrícolas deberán orientarse preferiblemente hacia las nuevas explotaciones gestionadas principalmente por mujeres en las formas siguientes:

–         explotación individual o en sociedad, gestionada por mujeres en proporción de al menos un 60 %,

–         sociedad de personas o cooperativa constituidas por mujeres,

           sociedad de capital en la que las acciones pertenezcan al menos en dos tercios a mujeres.

Está claro, en lo que se refiere a la posibilidad de revalorizar las producciones y los servicios que puede ofrecer la actividad agrícola, y en particular las nuevas explotaciones, que las políticas de calidad pueden servir de catalizador para la penetración de los productos muy específicos en los mercados antiguos y favorecer la llegada de los nuevos. Un vínculo más estrecho y una mejor connotación de los productos agrícolas respecto al territorio permitirían obtener un nuevo valor añadido, derivado de la riqueza de los jóvenes agricultores europeos, en lo que atañe a los cultivos y a la cultura; no obstante, esta posibilidad debería reconocerse como un capital que se invierte en beneficio de la sociedad en su conjunto. Los jóvenes agricultores, que se distinguen por un fuerte dinamismo y una propensión a la innovación, pueden alcanzar mayor competitividad siempre que obtengan la prioridad en el acceso a los programas de promoción y de difusión. En particular, los programas de promoción de carácter internacional y multiproductos, en los que participan sobre todo las nuevas empresas, podrían obtener mayor nivel de ayudas de ámbito comunitario, pasando del 50 % al 60 % el porcentaje de contribución comunitaria, tal y como se prevé actualmente para la horticultura. En el mercado interior, las acciones de información relativas a los productos agrícolas y agroalimentarios podrían dirigirse especialmente a los jóvenes en edad escolar, evidenciando, más allá de los parámetros habituales, como la seguridad alimentaria o los métodos de producción respetuosos con el medio ambiente, el arraigo en la tradición, los efectos benéficos relacionados con el consumo de un producto en particular o las indicaciones dietéticas. De esta forma, se podría alcanzar un resultado doble: favorecer el consumo de productos sanos y promover un estilo de vida equilibrada.

Con respecto a las negociaciones multilaterales, desde la perspectiva de una mayor apertura a los mercados de terceros países, los jóvenes agricultores deben dotarse de información y de instrumentos de valoración para medir las tendencias de los mercados. El recurso a observatorios de jóvenes empresas podría constituir un medio de alcanzar este objetivo.

En lo que se refiere al tema de la educación alimentaria (no sanitaria) está claro que los conocimientos específicos que posea el agricultor, como las técnicas de producción, las características cualitativas y organolépticas de los bienes producidos, el conocimiento del hábitat rural y el cultivo relacionado con un sector de producción específico representa un capital que se puede valorizar y dar a conocer. El objetivo es promover las características particulares de un producto agrícola determinado con el fin de favorecer una correcta educación alimentaria y medioambiental apoyada en un concepto único: la cultura que alimenta. Dentro de este contexto, la agricultura europea representa un modelo único cuya difusión puede ponerse en manos de los jóvenes agricultores.

El sector agrícola y forestal contribuye a la captura en el suelo del dióxido de carbono gracias a la reacción de fotosíntesis de la clorofila y permite que el ciclo del carbono se cierre entre biosfera y geosfera. Los jóvenes agricultores son, por definición, los actores responsables del futuro de la agricultura europea y, como tales, deben hacer frente a los retos del cambio climático. El reconocimiento de las potencialidades de defensa del medio ambiente correspondientes al sector agrícola debe traducirse, con los medios necesarios, en acciones de mantenimiento y expansión de las superficies agrícolas.

El apoyo a la investigación aplicada al sector agrícola debe orientarse cada vez más hacia exigencia en transformación, de modo que se tenga en cuenta el enfoque plurisectorial de la actividad agrícola.

RESULTADO DE LA VOTACIÓN FINAL EN COMISIÓN

Fecha de aprobación

6.5.2008

 

 

 

Resultado de la votación final

+:

–:

0:

28

0

0

Miembros presentes en la votación final

Vincenzo Aita, Peter Baco, Bernadette Bourzai, Luis Manuel Capoulas Santos, Giuseppe Castiglione, Giovanna Corda, Joseph Daul, Albert Deß, Carmen Fraga Estévez, Ioannis Gklavakis, Lutz Goepel, Friedrich-Wilhelm Graefe zu Baringdorf, Lily Jacobs, Elisabeth Jeggle, Heinz Kindermann, Véronique Mathieu, Rosa Miguélez Ramos, James Nicholson, Neil Parish, María Isabel Salinas García, Agnes Schierhuber, Willem Schuth, Czesław Adam Siekierski, Donato Tommaso Veraldi, Janusz Wojciechowski, Andrzej Tomasz Zapałowski

Suplente(s) presente(s) en la votación final

Liam Aylward, Esther De Lange, Ilda Figueiredo, Gábor Harangozó, Wiesław Stefan Kuc, Astrid Lulling, Kyösti Virrankoski