INFORME sobre espacio y seguridad

10.6.2008 - (2008/2030(INI))

Comisión de Asuntos Exteriores
Ponente: Karl von Wogau

Procedimiento : 2008/2030(INI)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento :  
A6-0250/2008

PROPUESTA DE RESOLUCIÓN DEL PARLAMENTO EUROPEO

sobre espacio y seguridad

(2008/2030(INI))

El Parlamento Europeo,

–   Vista la Estrategia Europea de Seguridad titulada «Una Europa segura en un mundo mejor», aprobada por el Consejo Europeo el 12 de diciembre de 2003,

–   Vista la Estrategia de la UE contra la proliferación de armas de destrucción masiva, aprobada por el Consejo Europeo el 12 de diciembre de 2003,

–   Vista la Resolución del Consejo de 22 de mayo de 2007 sobre la Política Espacial Europea,

–   Vistos el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE) y el Tratado de la Unión Europea (TUE), tal como se modifican por el Tratado de Lisboa, y sus respectivas disposiciones sobre la Política Espacial Europea (artículo 189 del TFUE), la cooperación estructurada permanente en materia de seguridad y de defensa (artículos 42, apartado 6, y 46 del TUE y el correspondiente protocolo) y la cooperación reforzada en el ámbito civil (sexta Parte, título III del TFUE), así como la cláusula de solidaridad (artículo 222 del TFUE) y las disposiciones de asistencia mutua en caso de agresión armada contra un Estado miembro (artículo 42, apartado 7, del TUE),

–   Vista su Resolución de 29 de enero de 2004 sobre el plan de acción para la aplicación de una política espacial europea[1],

–   Vista su Resolución de 14 de abril de 2005 sobre la Estrategia Europea de Seguridad[2]

–   Visto el Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los Estados en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes (el «Tratado sobre el Espacio Ultraterrestre»),

–   Vista la cooperación UE-Rusia en materia de política espacial, con la creación en 2006 del diálogo espacial tripartito entre la Comisión, la Agencia Espacial Europea y Roscosmos (el organismo espacial ruso),

–   Visto el artículo 45 de su Reglamento,

–   Vistos el informe de la Comisión de Asuntos Exteriores y la opinión de la Comisión de Industria, Investigación y Energía (A6‑0250/2008),

A. Considerando que un mundo sin amenazas basadas en el espacio y un acceso seguro y sostenible al espacio, así como el uso del mismo, deben ser los principios rectores de la Política Espacial Europea,

B.  Considerando que los diversos desafíos políticos y de seguridad que afronta cada vez más la Unión Europea hacen de una Política Espacial Europea propia una necesidad estratégica,

C. Considerando que la ausencia de un planteamiento común de la política espacial entre los Estados miembros de la UE ocasiona programas demasiado costosos,

D. Considerando que las operaciones de gestión de crisis en el marco de la Política Europea de Seguridad y de Defensa (PESD) carecen de interoperabilidad entre los recursos espaciales operados por los Estados miembros de la UE,

E.  Considerando que la Unión Europea carece de una estructura general europea basada en el espacio para fines de seguridad y de defensa,

F.  Considerando que el desarrollo de una nueva generación de lanzadores requiere aproximadamente 15 años y que la generación actual deberá ser sustituida en los próximos 20 años,

G. Considerando el rápido avance del desarrollo de recursos espaciales por parte de los EE.UU., Rusia, Japón y otros Estados emergentes en el ámbito espacial, en particular China, la India, Corea del Sur, Taiwán, Brasil, Israel, Irán, Malasia, Pakistán, Sudáfrica y Turquía,

H. Considerando que durante el segundo semestre de 2008 la Presidencia francesa de la Unión Europea fijará como una de sus prioridades el avance de la Política Espacial Europea,

I.   Considerando que los servicios en órbita que utilizan recursos disponibles in situ son uno de los elementos de una arquitectura del espacio más rentables desde el punto de vista de los costes para establecer una flota sostenible de recursos espaciales,

Consideraciones generales

1.  Constata la importancia de la dimensión espacial para la seguridad de la Unión Europea y la exigencia de un planteamiento común, necesario para defender los derechos europeos en el espacio;

2.  Destaca la necesidad de recursos espaciales a fin de que las actividades políticas y diplomáticas de la Unión Europea puedan basarse en una información independiente, fiable y completa en apoyo de sus políticas de prevención de conflictos, de las operaciones de gestión de crisis y de la seguridad mundial, en particular la vigilancia respecto a la proliferación de armas de destrucción masiva y sus medios de transporte y el cumplimiento de los tratados internacionales, el contrabando transnacional de armas ligeras y de pequeño calibre, la protección de las infraestructuras críticas y de las fronteras de la Unión Europea y la protección civil en caso de catástrofes y crisis naturales o provocadas;

3.  Acoge con satisfacción la adopción de la Política Espacial Europea por parte del «Consejo Espacio», tal como se proponía en la comunicación conjunta presentada por la Comisión y la Agencia Espacial Europea, y especialmente el capítulo sobre seguridad y defensa; lamenta, asimismo, la ausencia de referencias a la amenaza de militarización del espacio en las «Cuestiones clave que deberán tenerse en cuenta en la elaboración de una estrategia de relaciones internacionales» (recogidas en el Anexo 3 de la Resolución del Consejo, de 21 de mayo de 2007, sobre la política espacial europea)[3]; recomienda, por consiguiente, que la Estrategia Europea de Seguridad revisada tenga en cuenta esta política en la forma adecuada y considera que las cuestiones relacionadas con el espacio deben reflejarse en el posible Libro Blanco sobre la política de seguridad y defensa;

4.  Toma nota de la inclusión de un fundamento jurídico para la Política Espacial Europea en el Tratado de Lisboa; acoge con satisfacción la oportunidad que proporciona al Parlamento Europeo y al Consejo de adoptar, con arreglo al procedimiento legislativo ordinario, las medidas necesarias para configurar un programa espacial europeo; pide a la Comisión que presente al Parlamento Europeo y al Consejo una propuesta adecuada para dichas medidas, junto con una Comunicación relativa al establecimiento de relaciones adecuadas con la Agencia Espacial Europea; saluda también las posibilidades de cooperación estructurada permanente en materia de seguridad y defensa, así como la cooperación reforzada en el ámbito civil;

5.  Alienta a los Estados miembros de la Unión Europea, a la Agencia Espacial Europea y a las diversas partes interesadas a hacer un mayor y mejor uso de los sistemas espaciales nacionales y multinacionales existentes y a intensificar su complementariedad mutua; observa, a este respecto, que se necesitan capacidades comunes para la PESD en los ámbitos que figuran a continuación, como mínimo: telecomunicaciones, gestión de la información, observación y navegación; recomienda que se compartan e intercambien estos datos, en consonancia con el concepto europeo de operaciones centradas en red (Network Centric Operations Architecture);

6.  Acoge con satisfacción los esfuerzos de la Academia Internacional de Astronáutica y de la Asociación Internacional para la Promoción de la Seguridad Espacial para recuperar, alcanzar un consenso y adoptar medidas en relación con los residuos espaciales;

Evaluación autónoma de las amenazas

7.  Insta a los Estados miembros a compartir e intercambiar los conocimientos espaciales necesarios para que la UE cuente con una evaluación autónoma de las amenazas;

Observación de la tierra y reconocimiento

8.  Pide que se desarrolle por completo el Centro de Satélites de la Unión Europea (CSUE), a fin de utilizar plenamente su potencial; además, recomienda la conclusión urgente de los acuerdos entre el CSUE y los Estados miembros de la UE con el fin de facilitar imágenes disponibles para las operaciones y mandos de la PESD, garantizando al mismo tiempo la complementariedad con las capacidades de observación de la Vigilancia Mundial del Medio Ambiente y la Seguridad (GMES) y la información derivada relacionada con la seguridad; acoge con satisfacción a este respecto el proyecto de la estación para la evaluación del material gráfico táctico, desarrollado conjuntamente por la Agencia Europea de Defensa y el CSUE;

9.  Insta encarecidamente a los Estados miembros de la UE que tienen acceso a los diversos tipos de sistemas de radares, satélites ópticos y de observación del tiempo, y de reconocimiento (Helios, SAR-Lupe, TerraSAR-X, Rapid Eye, Cosmo-Skymed, Pleiades) a que los hagan compatibles entre sí; acoge con satisfacción los acuerdos bilaterales y multilaterales entre los principales Estados de la UE ( por ejemplo, SPOT, ORFEO , el marco cooperativo de Helios, el Acuerdo de Schwerin y el futuro MUSIS); recomienda que el sistema MUSIS se integre en un marco europeo y se financie mediante el presupuesto de la UE;

10. Destaca la importancia de la GMES tanto para la política exterior como para la de seguridad y defensa de la Unión Europea; insta a la creación de una línea de presupuesto operativo para garantizar la sostenibilidad de los servicios de la GMES en respuesta a las necesidades de los usuarios;

Navegación-posicionamiento-medición del tiempo

11. Destaca la necesidad de Galileo para las operaciones autónomas de la PESD, para la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC), para la propia seguridad de Europa y para la autonomía estratégica de la Unión; observa, en particular, que su servicio público será vital en el ámbito de la navegación, posicionamiento y medición del tiempo, entre otras cosas, a fin de evitar riesgos innecesarios;

12. Toma nota del acuerdo en primera lectura alcanzado por el Parlamento Europeo y el Consejo sobre la propuesta de Reglamento relativo a la aplicación posterior de los programas europeos de navegación por satélite (EGNOS y Galileo), que establece que la Comunidad será la propietaria del sistema y que su fase de despliegue estará totalmente financiada a cargo del presupuesto comunitario;

13. Atrae la atención sobre su posición adoptada el 23 de abril de 2008[4] y en particular sobre el hecho de que los programas EGNOS y Galileo deben considerarse uno de los logros del futuro programa espacial europeo; atrae asimismo la atención sobre la gobernanza de los programas, junto con la Comisión Interinstitucional de Galileo, que puede servir como modelo en el desarrollo de una política espacial europea;

Telecomunicaciones

14. Destaca la necesidad de una comunicación segura, mediante satélites, para las operaciones de la PESD (Estado Mayor de la UE, Cuartel General de la UE, cuarteles generales desplegables) y para el despliegue de fuerzas de los Estados miembros de la UE bajo mando de las Naciones Unidas, la OTAN y otras organizaciones similares;

15. Pide que los actuales y futuros sistemas de telecomunicaciones por satélite a disposición de los países de la UE (por ejemplo, Skynet, Syracuse, Sicral, SATCOM Bw, Spainsat) sean interoperables a fin de permitir una reducción de costes;

16. Apoya el desarrollo cooperativo de la radio definida por programa informático (SDR) por parte de la Comisión y la Agencia Europea de Defensa; subraya que la radio definida por programa informático contribuirá a una mejor interoperabilidad del segmento terrestre de los sistemas de telecomunicaciones;

17. Recomienda la realización de ahorros mediante el uso compartido de la infraestructura terrestre de apoyo a los diferentes sistemas nacionales de telecomunicaciones;

Vigilancia espacial

18. Apoya la creación de un sistema europeo de vigilancia espacial para conocer la situación del espacio (incluidos, por ejemplo, GRAVES y TIRA) a fin de vigilar la infraestructura espacial, los residuos espaciales y, en su caso, otras amenazas;

Detección temprana de misiles balísticos basada en satélites

19. Deplora el hecho de que los Estados miembros de la UE no tengan acceso a información instantánea sobre lanzamiento de misiles balísticos en el mundo; expresa, por tanto, su apoyo a los proyectos encaminados a la detección temprana de lanzamiento de misiles balísticos basada en satélites (tales como el francés «Spirale»); pide, por otra parte, que la información obtenida por estos sistema futuros esté a disposición de todos los Estados miembros de la Unión Europea a fin de proteger a la población y apoyar las posibles contramedidas, así como para verificar el cumplimiento del Tratado sobre la no proliferación de las armas nucleares y servir para las operaciones de la PESD y la salvaguardia de los intereses de la seguridad europea;

Inteligencia de señales

20. Apoya el intercambio de inteligencia de señales (inteligencia electrónica, por ejemplo «Essaim» en Francia, e inteligencia de las comunicaciones) a escala europea;

Acceso autónomo al espacio y entorno internacional

21. Apoya un acceso seguro, independiente y sostenible de la UE al espacio como una de las condiciones previas de una acción autónoma de la misma;

22. Recomienda poner en órbita satélites no comerciales europeos con lanzadores europeos, preferentemente desde el territorio de la Unión Europea, teniendo en cuenta los aspectos de la seguridad del suministro y de la protección de la base tecnológica e industrial de la defensa europea;

23. Señala la necesidad de incrementar los esfuerzos de desarrollo del Ariane 5 reforzado, a fin de que esté disponible antes de 2015;

24. Recomienda el inicio, cuanto antes, de una inversión estratégica a largo plazo en nuevos lanzadores europeos, a fin de mantener el ritmo con la creciente competencia mundial; pide un mayor grado de disciplina en relación con este proyecto, en términos presupuestarios y de calendario;

25. Recomienda utilizar los servicios en órbita para contribuir a aumentar la resistencia, la duración, la disponibilidad y la eficacia operativa de los recursos espaciales operativos y, al mismo tiempo, reducir el despliegue de recursos y los costes de mantenimiento;

Gobernanza

26. Apoya una sólida cooperación entre distintos pilares en el ámbito del espacio y la seguridad en el que participen todas las partes implicadas, (es decir, la Comisión, el Consejo, la Agencia Europea de Defensa y el Centro de Satélites de la UE), a fin de asegurar la política de seguridad y la información de seguridad relacionada con la PESD;

27. Recomienda firmemente que todos los Estados miembros de la UE tengan un acceso igual a los datos operativos recabados con los recursos espaciales en el marco de una PESD reforzada;

28. Recomienda que las capacidades administrativas y financieras para la gestión de las actividades relacionadas con el espacio se desarrollen mediante la Agencia Europea de Defensa;

Financiación

29. Señala que los gastos comprometidos en el presupuesto de la UE para las actividades de la Política Espacial Europea ascienden a cerca de 5 250 millones de euros para los años 2007-2013, lo que supone un gasto medio anual de 750 millones de euros en dicho período;

30. Pide a la Unión Europea que cree un presupuesto operativo para los recursos espaciales, que sirva para apoyar la PESD y los intereses europeos de seguridad;

31. Expresa su alarma ante el hecho de que la falta de coordinación entre los Estados miembros se traduzca en una escasez de recursos, debido a la duplicación innecesaria de actividades; apoya, por tanto, la idea de poner en marcha programas conjuntos de los Estados miembros, lo que supondrá un ahorro de costes a más largo plazo;

32. Observa que el coste de la ausencia de un planteamiento europeo común para la adquisición, el mantenimiento y la explotación de los recursos espaciales se calcula en centenares de millones de euros;

33. Señala que, tal como muestra la experiencia, los proyectos comunes a gran escala no pueden gestionarse adecuadamente cuando ello implica a 27 autoridades presupuestarias nacionales diferentes que aplican el principio del «justo retorno»; por ello recomienda encarecidamente que estos proyectos y programas se financien mediante el presupuesto de la UE;

34. Observa que los cálculos del asesoramiento disponible indican que el nivel de inversión que se requiere para atender las necesidades de seguridad y defensa europeas en cuanto a las comunicaciones por satélite y el gasto adecuado de la Unión Europea en el sector de la observación de la tierra y recogida de datos de inteligencia, incluida la inteligencia de señales, deberá aumentarse de forma sustancial para satisfacer las necesidades y los objetivos de una política espacial de carácter global;

35. Considera que la Unión Europea, la Agencia Espacial Europea, la Agencia Europea de Defensa y los Estados miembros deberían facilitar una financiación fiable y adecuada para las actividades espaciales previstas y la investigación relacionada con las mismas; concede gran importancia a la financiación desde el presupuesto de la UE, como es el caso del proyecto Galileo;

Protección de la infraestructura espacial

36. Destaca la vulnerabilidad de los recursos espaciales estratégicos y de la infraestructura que permite el acceso al espacio, por ejemplo, los lanzadores y los puertos espaciales; hace hincapié, por lo tanto, en la necesidad de protegerlos adecuadamente mediante una defensa en tierra contra misiles antibalísticos de teatro de operaciones, aviones y sistemas de vigilancia espacial; apoya, por otra parte, que se compartan datos con los socios internacionales en el caso de que los satélites queden inoperables por una acción enemiga;

37. Pide que se reduzca la vulnerabilidad de los futuros sistemas europeos de satélites mediante una serie de estructuras contra interferencias, de escudo, servicios en órbita, de alta órbita y multiorbitales;

38. Destaca que las medidas de protección deben respetar plenamente las normas internacionales relativas al uso pacífico del espacio exterior y las medidas comúnmente acordadas de transparencia y fomento de la confianza (TCBM); pide a los Estados miembros de la UE que examinen la posibilidad de desarrollar unas «normas de circulación» jurídica o políticamente vinculantes para los operadores del espacio, así como un régimen de gestión del tráfico espacial;

39. Hace hincapié en que, como resultado de esta vulnerabilidad, las comunicaciones avanzadas no deberían depender exclusivamente de las tecnologías espaciales;

Régimen jurídico internacional para usos del espacio

40. Reitera la importancia del principio de uso del espacio con fines pacíficos, expresado en el Tratado de 1967 sobre el Espacio Ultraterrestre; expresa su preocupación, en consecuencia, ante una posible futura militarización del espacio;

41. Insta a que la política espacial europea no contribuya, bajo ningún concepto, a la militarización general y a la instalación de armamento en el espacio;

42. Pide que se refuerce el régimen jurídico internacional a fin de regular y proteger los usos no agresivos del espacio y el fortalecimiento de las medidas de transparencia y fomento de la confianza, en el marco de la Comisión sobre la Utilización del Espacio Ultraterrestre con Fines Pacíficos (COPUOS), que elabora directrices con vistas a la reducción de los residuos espaciales, coherentes con las del Comité de coordinación institucional sobre residuos y la Conferencia sobre el Desarme de las Naciones Unidas, que desarrolla actualmente un acuerdo multilateral para la prevención de una carrera de armamentos en el espacio ultraterrestre; pide, por otra parte, a la Presidencia de la UE que represente activamente a la UE en el seno de COPUOS; pide a las instituciones de la UE que promuevan una conferencia para revisar el Tratado sobre el Espacio Ultraterrestre, con vistas a reforzarlo y ampliar su ámbito de aplicación para prohibir todos los tipos de armas en el espacio;

43. Pide a los actores internacionales que se abstengan de utilizar equipo ofensivo en el espacio; expresa su particular preocupación en relación con el uso de cualquier tipo de fuerza destructiva contra los satélites, como sucedió con la prueba antisatélites de China, realizada en enero de 2007, y las consecuencias del incremento masivo de los residuos para la seguridad espacial; recomienda, por consiguiente, la adopción de instrumentos internacionales jurídicamente vinculantes que se centren en la prohibición del uso de armas contra los recursos espaciales y del estacionamiento de armas en el espacio;

44. Pide a todos los usuarios del espacio que registren sus satélites, incluidos los satélites militares, como una medida de seguridad espacial que fomente la confianza y la transparencia; apoya el objetivo del Consejo de establecer un código de conducta general de la UE en materia de objetos espaciales; pide que este código se convierta en un instrumento jurídicamente vinculante;

45. Insta a las Naciones Unidas y a la Unión Europea a comprometerse a una reducción activa de los residuos espaciales perjudiciales para los satélites y a la protección de los satélites frente a los mismos;

Cooperación transatlántica en el ámbito de la política espacial y defensa antimisiles

46. Pide a la Unión Europea y a la Organización del Tratado del Atlántico Norte que inicien un diálogo estratégico sobre política espacial y defensa antimisiles, teniendo en cuenta el imperativo legal de evitar toda acción que pudiera ser incompatible con el principio relativo al uso pacífico del espacio, especialmente en lo referente a la complementariedad y la interoperatividad de sistemas de comunicaciones por satélite, la vigilancia espacial y la detección temprana de misiles balísticos, así como la protección de las fuerzas europeas mediante un sistema de defensa contra misiles balísticos de teatro de operaciones;

47. Pide a la Unión Europea y a los Estados Unidos de América que entablen un diálogo estratégico sobre el uso de los recursos espaciales y que lideren los esfuerzos, tanto dentro como fuera de las Naciones Unidas, para garantizar el uso del espacio exterior exclusivamente para fines pacíficos;

Otros tipos de cooperación internacional

48. Acoge con satisfacción la cooperación consolidada entre la Unión Europea y Rusia en el marco del diálogo tripartito sobre el espacio iniciado en 2006 entre la Comisión Europea, la Agencia Espacial Europea y Roscosmos (el organismo espacial ruso), que incluye aplicaciones espaciales (navegación por satélite, observación de la tierra y comunicaciones por satélite) y el acceso al espacio (lanzadores y futuros sistemas de transporte espacial);

49. Encarga a su Presidente que transmita la presente Resolución al Consejo y a la Comisión, así como a la Agencia Espacial Europea, a los Parlamentos de los Estados miembros y a los Secretarios Generales de las Naciones Unidas, de la Organización del Tratado del Atlántico Norte y de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa.

  • [1]  DO C 96 E de 21.4.2005, p. 136.
  • [2]  DO C 33 E de 9.2.2006, p. 580.
  • [3]  DO C 136 de 20.6.2007, p. 1.
  • [4]  Textos Adoptados, P6_TA(2008)0167.

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

1. Introducción

La Estrategia Europea de Seguridad de 2003 aplica un concepto amplio de seguridad. Las tareas que implica la estrategia incluyen las operaciones de mantenimiento de la paz, la protección de las infraestructuras vitales y de nuestras fronteras exteriores comunes, las medidas para luchar contra la proliferación y la comprobación del cumplimiento de los tratados.

La capacidad de resolver estos desafíos depende y dependerá cada vez más de la disponibilidad de sistemas basados en satélites. Para superar las diferencias en cuanto a las capacidades existentes en este ámbito, el ponente propone una colaboración más estrecha en materia de desarrollo de sistemas europeos comunes en el campo de la tecnología espacial.

2. Política Espacial Europea

El informe acoge con satisfacción la adopción de la Política Espacial Europea (PEE) por el Consejo de la UE, tal como se proponía en una comunicación conjunta de la Comisión Europea y de la AEE, especialmente en su capítulo relativo a la seguridad y la defensa.

El Consejo debería hacer referencia a la PEE en un libro blanco destinado a aplicar la Estrategia Europea de Seguridad.

Por otra parte, el Tratado de Lisboa establece un fundamento jurídico para la Política Espacial Europea, así como las posibilidades de una cooperación estructurada permanente en los ámbitos de la seguridad y la defensa, y en lo referente a la cooperación reforzada en el sector civil.

3. Sistemas basados en satélites

Los sistemas basados en satélites en el campo de la observación y el reconocimiento de la tierra, las telecomunicaciones, la navegación, el posicionamiento y la medición del tiempo, son los «ojos y oídos» de quienes los poseen. Estos sistemas pueden ser de carácter militar o civil.

Por lo tanto, es crucial que los países de la UE tengan acceso a los datos recogidos por estos sistemas, a fin de facilitar información apropiada a los responsables de la PESD y de la PESC. Está generalmente admitido que los recursos espaciales son necesarios para las operaciones de gestión de crisis de la UE y pueden facilitar a ésta una ventaja vital a la hora de vigilar la proliferación y comprobar el cumplimiento de los tratados internacionales. Así pues, hay que animar a los Estados miembros de la UE, a la AEE y a las distintas partes interesadas a hacer el mejor uso posible de los sistemas espaciales nacionales y multinacionales existentes y favorecer la complementariedad de los mismos.

Sin embargo, estas capacidades pueden llegar a ser un «talón de Aquiles» si se convierten en el blanco de un Estado hostil o de actores no estatales o si simplemente colisionan con residuos espaciales. Por lo tanto, se recomienda elaborar un sistema espacial de vigilancia que pueda garantizar una mejor protección de los satélites europeos.

La observación de la tierra puede permitir una vigilancia permanente y de largo alcance con vistas a una supervisión de la situación y una descripción del terreno actualizadas constantemente. Los satélites de telecomunicaciones (Satcom) constituyen a menudo los únicos medios accesibles para establecer una «cadena de información» plenamente funcional. Pueden utilizarse para transmitir datos recogidos en lugares remotos a un cuartel general alejado, así como para difundir la información obtenida sobre el terreno entre las distintas unidades.

La normalización y estandarización ulteriores a escala europea en el campo de la investigación, el desarrollo técnico y la producción podrían ser considerables tanto por lo que se refiere a la observación de la tierra como en el ámbito de las telecomunicaciones por satélite. Como consecuencia, se evitarían las duplicaciones costosas y podrían generarse economías de escala y ahorro.

Por otra parte, las operaciones de la PESD podrían beneficiarse de un nivel más alto de interoperatividad entre los recursos espaciales explotados por los Estados miembros de la UE.

Los Estados miembros de la UE han desarrollado varios sistemas espaciales para satisfacer sus necesidades de seguridad a escala nacional. Sin embargo, las restricciones presupuestarias y la necesidad de interoperatividad apuntan a la conveniencia de un planteamiento europeo más integrado. Francia es líder en esta evolución y ha desarrollado acuerdos marco bilaterales o multilaterales con otros Estados miembros de la UE (Alemania, Italia, el Reino Unido y España).

3.1.   Observación de la tierra y reconocimiento

Varios países han desarrollado o están desarrollando sus propios sistemas de observación de la tierra (OT): Francia (desde 1986 con el SPOT 1 hasta Helios B y Pleiades), Italia (cosmo-SkyMed), Alemania (SAR-Lupe), España (SEOSAT, en el marco del proyecto europeo GMES), Suecia (proyecto SVEA, pendiente de la autorización de las fuerzas armadas) y el Reino Unido (Topsat). Algunos de ellos se concibieron para tener un doble uso y otros debían ser utilizados por más de un país. Los Estados miembros de la UE que gestionan los distintos tipos de sistemas de radares, satélites ópticos y de observación del tiempo, y de reconocimiento deben prever la compatibilidad entre los mismos.

Se deben impulsar decididamente los acuerdos bilaterales y multilaterales entre los principales Estados de la UE, ya que permiten ahorrar dinero de los contribuyentes. Francia e Italia han firmado el «Acuerdo de Turín», basado en la combinación de sus respectivas capacidades (observación óptica y de radar - ORFEO[1]), para complementar sus programas. Por la misma razón, Francia y Alemania firmaron también un acuerdo bilateral de intercambio de capacidades entre SAR Lupe y Helios II en 2002 (Acuerdo de Schwerin). El Parlamento Europeo podría dar su apoyo a la creación de un sistema «europeizado» de reconocimiento, como el futuro MUSIS[2].

Por lo que se refiere a las capacidades de la Unión Europea en el campo de la OT, el Centro de Satélites de la UE (CSUE), basado en Torrejón (España), proporciona un análisis sintético de imágenes con fines de seguridad para apoyar las operaciones de la PESD, utilizando fuentes abiertas y de los Estados miembros. El CSUE no utilizará plenamente su potencial hasta que se celebren acuerdos entre éste y los Estados miembros de la UE con el fin de facilitar imágenes disponibles para las operaciones de la PESD.

Por último, la GMES (Vigilancia Mundial del Medio Ambiente y la Seguridad) es una iniciativa europea gestionada por la Comisión Europea, que debería facilitar en principio servicios para la seguridad civil no sólo en el ámbito del medio ambiente y la dimensión humanitaria, sino también a la hora de comprobar el cumplimiento de algunos tratados de desarme. La GMES se basará en datos recibidos de satélites de observación de la tierra y e información terrestre. Una vez que los primeros servicios estén disponibles en 2008 (descripción, apoyo a la gestión de las emergencias y previsión), la iniciativa debería ser capaz de apoyar las operaciones de la PESD y convendría establecer una línea presupuestaria para operaciones en el presupuesto de la UE.

Además, los Estados miembros de la UE deberían poner en común e intercambiar inteligencia geoespacial no sólo para las operaciones de la PESD sino también para la evaluación autónoma de amenazas a la UE.

3.2.   Telecomunicaciones

Las comunidades militares y de seguridad se basan cada vez más en sistemas comerciales para facilitar un ancho de banda más amplio a sistemas militares complejos. Es necesaria una comunicación segura para cada una de las operaciones la PESD si se pretende que ésta tenga éxito. Las estructuras actuales de los satélites de telecomunicaciones en el ámbito militar consisten principalmente en dos niveles de servicios: comunicaciones desprotegidas y transmisión militar altamente protegida. En Europa son pocos los países que han desarrollado capacidades de un alto nivel de seguridad (debido a dificultades tecnológicas y presupuestarias) y dos de ellos (Francia y el Reino Unido) son países nucleares. El Reino Unido utiliza su propio sistema Skynet, con la última versión SkynetV concebida como de doble uso. Las fuerzas armadas francesas, después de utilizar la plataforma por satélite civil (Telecom-2), han optado por un programa sólo militar (Siracusa III). Italia y España han desarrollado sus propios satélites militares de telecomunicaciones (SICRAL y Spainsat, respectivamente). Por otra parte, las capacidades francesas, italianas y británicas reunidas han sido elegidas por la OTAN para facilitar una primera estructura de comunicaciones llamada «Satcom Post-2000». Por último, en 2009 se lanzarán dos nuevos satélites militares alemanes (llamados SatcomBw).

El ponente pide que los sistemas actuales y futuros de telecomunicaciones por satélite a disposición de la UE sean interoperables. Idealmente, las futuras generaciones de satélites de telecomunicaciones deberían ponerse en marcha y financiarse de una manera mucho más cooperativa que ahora.

Además, se debería impulsar el desarrollo en curso de una radio definida por programa informático por parte de la Agencia Europea de Defensa, en coordinación con la Comisión Europea, previendo la plena interoperatividad del segmento terrestre de los sistemas de telecomunicaciones.

3.3    Navegación-posicionamiento-medición del tiempo

En el marco de la iniciativa conjunta de la CE/AEE, Europa gestionará un nuevo sistema mundial de navegación por satélite (GNSS) llamado Galileo a más tardar en 2013: una constelación de 30 satélites que facilitarán a los usuarios del receptor apropiado la posibilidad de conocer con exactitud extrema su posición. El ponente acoge con satisfacción el compromiso alcanzado por la UE en noviembre de 2007 y subraya la necesidad de que Galileo esté completamente disponible para las operaciones autónomas de la PESD (especialmente su servicio público).

3.4    Detección temprana de misiles balísticos basada en satélites

Se han de apoyar los proyectos de sistemas de detección temprana del lanzamiento de misiles balísticos (tales como el francés «Spirale»). En el futuro, la información obtenida por éstos deberá ser objeto de intercambio con todos los Estados miembros de la UE una vez se disponga de ella.

3.5.   Inteligencia de señales

El desarrollo y el intercambio de inteligencia de señales (inteligencia electrónica, por ejemplo «Essaim» en Francia, e inteligencia de las comunicaciones) se recomienda a escala europea para apoyar operaciones de la PESD.

4. Vigilancia y protección espaciales de la infraestructura espacial

Actualmente, Europa depende en gran parte de la vigilancia espacial (es decir, del seguimiento sistemático de objetos espaciales) con radares y telescopios ópticos por parte de los EE.UU. y Rusia. Sin embargo, la AEE y la Comisión Europea han iniciado un diálogo sobre la posible creación de un sistema europeo de vigilancia espacial para conocer la situación del espacio. El radar alemán TIRA y el francés GRAVES podrían participar en este sistema.

Esta actividad es vital si la UE desea facilitar una mejor protección a sus satélites. Los recursos espaciales estratégicos vulnerables y la infraestructura que permite el acceso al espacio deben protegerse adecuadamente. Se propone el intercambio de datos con los socios internacionales en caso de que los satélites dejen de funcionar por culpa de una acción enemiga.

5. Acceso autónomo al espacio y entorno internacional

En opinión del ponente, un acceso seguro, independiente y sostenible al espacio por parte de la UE, es una de las condiciones previas de una acción autónoma de la misma. Por lo tanto, teniendo en cuenta al mismo tiempo los aspectos de la seguridad del suministro y de la protección de la base tecnológica e industrial de la defensa europea, se recomienda que los satélites no comerciales europeos se pongan en órbita con lanzadores europeos en el territorio de la UE. Debería iniciarse cuanto antes una inversión estratégica a largo plazo en nuevos lanzadores europeos. A corto plazo, es necesario reforzar el lanzador Ariane 5 mediante una capacidad de reencendido, a fin de mantener su ventaja competitiva.

6. Gobernanza

En el futuro se debe crear una estructura espacial europea integrada con un marco de cooperación sólido entre distintos pilares, que incluya a la Comisión Europea, al Consejo, a la AED, al CSUE y a la AEE. Se ha de establecer un marco reforzado de la PESD para facilitar el acceso a los datos operativos a los países más pequeños de la UE, ya que éstos tienen menos posibilidades de financiar sus propios recursos espaciales.

7. Financiación

El ponente insta a la UE a prever una financiación fiable y adecuada de las actividades espaciales previstas y a crear un presupuesto operativo para servicios proporcionados por los recursos espaciales con el fin de apoyar la PESD y los intereses europeos de seguridad.

La falta de coordinación entre los países de la UE se traduce en una escasez de recursos; por lo tanto, los Estados miembros de la UE deben poner en marcha programas comunes, que supondrán ahorros de costes a más largo plazo. Sorprende ver que el coste de la ausencia de un planteamiento europeo común para la adquisición, el mantenimiento y la explotación de los recursos espaciales se calcula en centenares de millones de euros.

Las futuras capacidades basadas en satélites para fines de seguridad y defensa, como es el caso de MUSIS, deberían financiarse mediante el presupuesto de la UE.

8. Régimen jurídico internacional para usos del espacio

El informe plantea la preocupante cuestión de una posible escalada armamentística en el espacio y reitera la importancia del principio de la utilización del espacio con fines pacíficos recogido en el Tratado sobre el espacio exterior de 1967.

Además, debería consolidarse el régimen jurídico internacional destinado a regular y proteger los usos espaciales no ofensivos, especialmente en el marco de la Comisión sobre la Utilización del Espacio Ultraterrestre con Fines Pacíficos (COPUOS), que elabora directrices con vistas a la reducción de los residuos espaciales. Estas actividades deberían ser coherentes con las del Comité de coordinación institucional sobre residuos y la Conferencia sobre el Desarme (CD) de las NU, que desarrolla actualmente un acuerdo multilateral para la prevención de una carrera de armamentos en el espacio ultraterrestre (PAROS). La Presidencia de la UE debería representar activamente a la UE en estos organismos de las Naciones Unidas.

Todos los agentes internacionales deben evitar la utilización de equipo ofensivo en el espacio, como sucedió con la prueba antisatélites de China, realizada en enero de 2007, que produjo una cantidad alarmante de residuos espaciales. Las Naciones Unidas y la UE deben comprometerse a favor de una reducción activa de los residuos espaciales perjudiciales para los satélites y de la protección de éstos.

A pesar de la práctica actual, y contrariamente a sus obligaciones, no todos los usuarios del espacio registran sus satélites, incluidos los militares. El registro debe mantenerse como medida para crear confianza en la seguridad espacial. Además, el objetivo del Consejo de establecer un código de conducta general de la UE en materia de objetos espaciales puede facilitar una órbita más segura.

9. Cooperación transatlántica y otros tipos de cooperación internacional en el ámbito de la política espacial

Si bien debemos congratularnos de la cooperación consolidada entre la UE y Rusia en el marco del diálogo tripartito sobre el espacio iniciado en 2006 entre la Comisión Europea, la Agencia Espacial Europea y Roscosmos (el organismo espacial ruso), la cooperación con los EE.UU. y la OTAN acusa cierto retraso.

El ponente insta pues a la UE y a los EE.UU. a comprometerse a mantener un diálogo estratégico sobre el uso de los recursos espaciales.

La UE y la OTAN deberían iniciar un diálogo similar sobre política espacial y defensa antimisiles, especialmente en lo referente a la complementariedad y la interoperatividad de sistemas de comunicaciones por satélite, la vigilancia espacial y la detección temprana de misiles balísticos, así como la protección de las fuerzas europeas mediante un sistema de defensa contra misiles balísticos de teatro de operaciones.

  • [1]  ORFEO - Optical and Radar Federated Earth Observation, Acuerdo entre Francia e Italia que incluye a Cosmo-Skymed y a Pleiades.
  • [2]  MUSIS - Multinational Space-based Imaging System for Surveillance, reconnaissance and observation (Sistema espacial multinacional de tratamiento de imágenes para la vigilancia, el reconocimiento y la observación) (basado en el documento BOC - Besoin Opérationnel Común (Necesidad operativa común)).

OPINIÓN de la Comisión de Industria, Investigación y Energía (30.5.2008)

para la Comisión de Asuntos Exteriores

sobre espacio y seguridad
(2008/2030(INI))

Ponente de opinión: Romana Jordan Cizelj

SUGERENCIAS

La Comisión de Industria, Investigación y Energía pide a la Comisión de Asuntos Exteriores, competente para el fondo, que incorpore las siguientes sugerencias en la propuesta de resolución que apruebe:

–   Visto el Tratado de Lisboa por el que se modifican el Tratado de la Unión Europea y el Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea, firmado en Lisboa el 13 de diciembre de 2007, que inserta un nuevo artículo 172 bis en la sección sobre Investigación y Desarrollo Tecnológico, proporcionando así un fundamento jurídico para que la Unión elabore una política espacial europea,

Consideraciones generales

1.  Expresa su satisfacción por la inserción del artículo 172 bis sobre la política espacial europea en el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea y acoge con satisfacción la oportunidad que proporciona al Parlamento Europeo y al Consejo de adoptar, con arreglo al procedimiento legislativo ordinario, las medidas necesarias para configurar un programa espacial europeo;

2.  Pide a la Comisión que presente al Parlamento Europeo y al Consejo una propuesta adecuada para dichas medidas, junto con una Comunicación relativa al establecimiento de relaciones adecuadas con la Agencia Espacial Europea;

Navegación - posicionamiento

3.  Toma nota del acuerdo en primera lectura alcanzado por el Parlamento Europeo y el Consejo sobre la propuesta de Reglamento relativo a la aplicación posterior de los programas europeos de navegación por satélite (EGNOS y Galileo), que establece que la Comunidad será la propietaria del sistema y que su fase de despliegue estará totalmente financiada a cargo del presupuesto comunitario;

4.  Atrae la atención sobre su posición adoptada el 23 de abril de 2008[1] y en particular sobre el hecho de que los programas EGNOS y Galileo deben considerarse uno de los logros del futuro programa espacial europeo; atrae asimismo la atención sobre la gobernanza de los programas, junto con la Comisión Interinstitucional de Galileo, que puede servir como modelo en el desarrollo de una política espacial europea.

RESULTADO DE LA VOTACIÓN FINAL EN COMISIÓN

Fecha de aprobación

28.5.2008

 

 

 

Resultado de la votación final

+:

–:

0:

50

0

0

Miembros presentes en la votación final

Šarūnas Birutis, Jan Březina, Philippe Busquin, Jerzy Buzek, Jorgo Chatzimarkakis, Giles Chichester, Dragoş Florin David, Pilar del Castillo Vera, Lena Ek, Adam Gierek, Norbert Glante, Umberto Guidoni, András Gyürk, Fiona Hall, David Hammerstein, Erna Hennicot-Schoepges, Ján Hudacký, Romana Jordan Cizelj, Anne Laperrouze, Eugenijus Maldeikis, Eluned Morgan, Angelika Niebler, Reino Paasilinna, Atanas Paparizov, Aldo Patriciello, Francisca Pleguezuelos Aguilar, Anni Podimata, Miloslav Ransdorf, Vladimír Remek, Herbert Reul, Teresa Riera Madurell, Paul Rübig, Andres Tarand, Patrizia Toia, Catherine Trautmann, Claude Turmes, Alejo Vidal-Quadras

Suplente(s) presente(s) en la votación final

Gabriele Albertini, Alexander Alvaro, Ivo Belet, Manuel António dos Santos, Robert Goebbels, Satu Hassi, Edit Herczog, Pierre Pribetich, Bernhard Rapkay, Silvia-Adriana Ţicău, Lambert van Nistelrooij

Suplente(s) (art. 178, apdo. 2) presente(s) en la votación final

Emmanouil Angelakas, Nicolae Vlad Popa

RESULTADO DE LA VOTACIÓN FINAL EN COMISIÓN

Fecha de aprobación

3.6.2008

 

 

 

Resultado de la votación final

+:

–:

0:

43

6

1

Miembros presentes en la votación final

Monika Beňová, André Brie, Colm Burke, Philip Claeys, Véronique De Keyser, Hanna Foltyn-Kubicka, Georgios Georgiou, Bronisław Geremek, Maciej Marian Giertych, Ana Maria Gomes, Alfred Gomolka, Klaus Hänsch, Anna Ibrisagic, Jelko Kacin, Ioannis Kasoulides, Maria Eleni Koppa, Helmut Kuhne, Willy Meyer Pleite, Philippe Morillon, Annemie Neyts-Uyttebroeck, Baroness Nicholson of Winterbourne, Raimon Obiols i Germà, Alojz Peterle, Tobias Pflüger, João de Deus Pinheiro, Samuli Pohjamo, Raül Romeva i Rueda, Libor Rouček, Katrin Saks, José Ignacio Salafranca Sánchez-Neyra, Jacek Saryusz-Wolski, György Schöpflin, István Szent-Iványi, Inese Vaidere, Ari Vatanen, Jan Marinus Wiersma, Luis Yañez-Barnuevo García, Zbigniew Zaleski, Josef Zieleniec

Suplente(s) presente(s) en la votación final

Maria Badia i Cutchet, Giulietto Chiesa, Alexandra Dobolyi, Árpád Duka-Zólyomi, Evgeni Kirilov, Jaromír Kohlíček, Miloš Koterec, Doris Pack, Rihards Pīks, Jean Spautz, Karl von Wogau