INFORME sobre el Informe Anual del Banco Central Europeo correspondiente a 2012

13.11.2013 - (2013/2076(INI))

Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios
Ponente: Gianni Pittella


Procedimiento : 2013/2076(INI)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento :  
A7-0382/2013

PROPUESTA DE RESOLUCIÓN DEL PARLAMENTO EUROPEO

sobre el Informe Anual del Banco Central Europeo correspondiente a 2012

(2013/2076(INI))

El Parlamento Europeo,

–   Visto el Informe Anual del Banco Central Europeo correspondiente a 2012 (0000 – C7‑0000/2013),

–   Visto el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea y, en particular, sus artículos 123 y 282 y su artículo 284, apartado 3,

–   Vistos los Estatutos del Sistema Europeo de Bancos Centrales y del Banco Central Europeo y, en particular, sus artículos 15 y 21,

–   Vista su Resolución, de 4 de mayo de 1998, sobre la responsabilidad democrática en la tercera fase de la UEM[1],

–   Vista su Resolución, de 17 de abril de 2013, sobre el Informe Anual 2011 del Banco Central Europeo[2],

–   Visto el Reglamento (UE) nº .../2013, de ... [que atribuye funciones específicas al Banco Central Europeo en lo que respecta a las medidas relativas a la supervisión prudencial de las entidades de crédito], en lo sucesivo el «Reglamento del MUS»,

–   Visto el 83º Informe Anual 2012/2013 del Banco de Pagos Internacionales, publicado el 23 de junio de 2013,

–   Visto el artículo 119, apartado 1, de su Reglamento,

–   Visto el informe de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios (A7-0382/2013),

A. Considerando que, de conformidad con las previsiones de los servicios de la Comisión Europea correspondientes a la primavera de 2013, el PIB de la zona del euro se redujo un 0,6 % en 2012, tras haber registrado un aumento del 1,4 % en 2011, y que se contraerá un 0,4 % en 2013 antes de aumentar un 1,2 % en 2014;

B.  Considerando que, de conformidad con dichas previsiones, el desempleo en la zona del euro creció desde el 10,2 registrado al fin de 2011 hasta el 11,4 % al fin de 2012, y que aumentará hasta el 12,2 % en 2013 antes de volver a reducirse ligeramente en 2014 y que se observan importantes diferencias entre los países de la zona del euro ya que las tasas de desempleo oscilan entre el 4,3 % y el 25 %, con porcentajes de desempleo juvenil aún más elevados, que aumentaron considerablemente durante el mismo período,

C. Considerando que, en 2012, el Banco Central Europeo (BCE) redujo una vez, en julio, sus tipos de interés (en 25 puntos básicos) y que en mayo de 2013 los redujo aún más, hasta el mínimo histórico del 0,5 %;

D. Considerando que, de conformidad con las previsiones de los servicios de la Comisión Europea correspondientes a la primavera de 2013, la tasa media de inflación en la zona del euro fue del 2,5 % en 2012, frente al 2,7 % registrado en 2011, y el crecimiento de M3 fue del 1,5 % en 2011, experimentando una evolución a la baja desde el 1,7 % registrado en 2010;

E.  Considerando que el estado financiero consolidado del Eurosistema alcanzó los 3 billones de euros a finales de 2012, cifra que representa un aumento de aproximadamente el 12 % durante 2012;

F.  Considerando que los activos no negociables constituyeron el principal componente de los activos presentados como garantías al Eurosistema durante 2012, ascendiendo a aproximadamente el 25 % del total; considerando que los valores no negociables, así como los valores respaldados por activos, representan más del 40 % de los activos totales presentados como garantía;

G. Considerando que el volumen de negocios total para todos los instrumentos en el mercado monetario del euro se redujo un 14 % en el segundo trimestre de 2012 con respecto al segundo trimestre del año anterior;

H. Considerando que las líneas de provisión urgente de liquidez proporcionadas por los bancos centrales nacionales en la categoría «otros activos en euros de las entidades de crédito de la zona del euro» de los balances consolidados del Eurosistema alcanzaron niveles sin precedentes durante 2012 y ascendían a 206 000 millones de euros a finales de 2012;

I.   Considerando que las operaciones de refinanciación a largo plazo del BCE de febrero de 2012 proporcionaron 529 500 millones de euros a las instituciones financieras con sede en la zona del euro en préstamos con una duración de 3 años y un tipo de interés inicial del 1 %;

J.   Considerando que la tasa de crecimiento del crédito concedido por las instituciones financieras monetarias (IFM) a los residentes de la zona del euro se redujo de forma significativa entre diciembre de 2011 y diciembre de 2012, pasando del 1 % de diciembre de 2011 al 0,4 % de diciembre de 2012, y que el crédito al sector privado descendió en un 0,7 % en diciembre de 2012;

K. Considerando que, de conformidad también con las previsiones de los servicios de la Comisión Europea correspondientes a la primavera de 2013, la ratio media de deuda bruta de las Administraciones Públicas de la zona del euro pasó del 88 % registrado en 2011 al 92,7 % del PIB en 2012, y el déficit agregado de las Administraciones Públicas descendió del 4,2 % al 3,7 % del PIB;

L.  Considerando que las operaciones de refinanciación a largo plazo del BCE de diciembre de 2011 y febrero de 2012 proporcionaron más de 1 billón de euros —489 000 y 529 500 millones de euros respectivamente— a los bancos europeos en forma de préstamos con tipos de interés reducidos, con una duración de tres años y un tipo de interés del 1 %;

M. Considerando que la Previsión Económica Europea de la Primavera de 2012 señaló bajos niveles de confianza por parte de los consumidores y las empresas, un alto nivel de desempleo que limitaría el consumo privado y un declive en el crecimiento de las exportaciones desde 2010, lo cual ha dado lugar a un estancamiento en el crecimiento del PIB durante 2011 y 2012;

N. Considerando que las pequeñas y medianas empresas (PYME) siguen siendo la columna vertebral de la economía en la zona del euro, representan aproximadamente el 98 % de todas las empresas de dicha zona, dan empleo a unas tres cuartas partes de los trabajadores de la zona y generan alrededor del 60 % del valor añadido;

O. Considerando que la solvencia y la salud financiera de las PYME se han deteriorado más gravemente que las de las empresas grandes y que el prolongado período de malas condiciones económicas ha exacerbado los retos de la información asimétrica de las PYME;

P.  Considerando que, según la información proporcionada en la Encuesta sobre el acceso de las PYME de la zona del euro a la financiación (Survey on the Access to Finance of SME’s in the Euro Area, SAFE), los beneficios, la liquidez, las reservas y el capital propio de las PYME han tenido una evolución menos favorable que los de las grandes empresas durante la crisis;

Q. Considerando que, a tenor del artículo 282 del TFUE, el objetivo principal del BCE es mantener la estabilidad de precios; considerando que la Junta Europea de Riesgo Sistémico (JERS) trabaja bajo la tutela del BCE en el ámbito de la estabilidad financiera;

R.  Considerando que el Banco de Pagos Internacionales (BPI) ha constatado en su informe anual que, con la política de tipos de interés bajos en la zona del euro, los esfuerzos de reforma en los Estados miembros se han reducido significativamente;

S.  Considerando que el artículo 123 del TFUE y el artículo 21 de los Estatutos del Sistema Europeo de Bancos Centrales y del Banco Central Europeo prohíben la financiación monetaria de los Gobiernos;

T.  Considerando que un entorno de inflación reducida es la mejor contribución que la política monetaria puede hacer para crear condiciones propicias para el crecimiento económico, la creación de empleo, la cohesión social y la estabilidad financiera;

U. Considerando que hasta la fecha no se han tenido en cuenta las recomendaciones formuladas en sus resoluciones precedentes sobre los Informes anuales del BCE, en lo que respecta a la transparencia de las votaciones y la publicación de las actas resumidas;

V. Considerando que las acciones de las autoridades nacionales macroprudenciales deben tener en cuenta la responsabilidad de la Junta Europea de Riesgo Sistémico (JERS) para la supervisión macroprudencial del sistema financiero dentro de la UE;

W. Considerando que mantener el flujo de crédito a las PYME es especialmente importante, ya que estas proporcionan empleo al 72 % de la población activa de la zona del euro y poseen tasas brutas de creación (y de destrucción) de empleo superiores a las de las grandes empresas;

X. Considerando que hasta la fecha no se han tenido en cuenta las recomendaciones formuladas en sus resoluciones precedentes sobre los Informes anuales del BCE, en lo que respecta a la transparencia de las votaciones y la publicación de las actas resumidas;

Y. Considerando que la facilidad de depósito contenía 315 754 000 euros el 28 de septiembre de 2012;

Z.  Considerando que el crédito en la zona del euro se está reduciendo en un 2 % al año, con mayores reducciones en algunos países, entre ellos España, donde se produjo una pérdida anual del 8 % en 2012;

AA. Considerando que las PYME tienen que pagar costes de endeudamiento mucho más altos en función del país de la zona euro en el que estén situadas, lo cual crea distorsiones en el mercado único;

AB. Considerando que la crisis crediticia que afecta actualmente a las PYME en algunas partes de la zona del euro es uno de los problemas fundamentales que retrasan la recuperación económica;

Política monetaria

1.  Acoge con satisfacción las enérgicas medidas adoptadas por el BCE en 2012, que han contribuido de forma decisiva a estabilizar el sector bancario y a romper el vínculo entre los bancos y los emisores soberanos;

2.  Manifiesta su profunda preocupación por el hecho de que la persistente debilidad de las condiciones económicas se esté convirtiendo en norma en algunas partes de la UE, lo que genera inestabilidad para la zona del euro en su conjunto y amenaza el apoyo popular y político al proyecto europeo;

3.  Observa que el recurso a las principales operaciones de refinanciación, las operaciones de refinanciación a medio y largo plazo con plena asignación a tipos fijos, el recurso a la facilidad marginal de crédito, las líneas de provisión urgente de liquidez y la facilidad de depósito permanecieron a unos niveles considerablemente altos durante todo 2012, lo cual señala un grave deterioro del mecanismo de transmisión monetaria y del mercado de préstamos interbancarios de la zona del euro, aunque durante la segunda mitad del año se observó una mejora significativa en la situación señalada por la estabilización de los desequilibrios de los diferenciales y de TARGET II;

4.  Estima que los efectos positivos de las decisiones adoptadas en julio de 2012 de reducir los tipos de interés oficiales del BCE son limitados ya que en muchas partes de la zona del euro el canal de transmisión monetaria está roto o profundamente deteriorado; recuerda que, a largo plazo, unos tipos de interés demasiado bajos pueden causar distorsiones en el sector empresarial y perjudicar al ahorro privado y a los planes de pensiones;

5.  Señala que el Presidente del BCE, en su intervención ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del PE, el 8 de julio de 2013, anunció que se espera que los tipos de interés oficiales del BCE se mantengan en los niveles actuales o más bajos durante un largo periodo de tiempo, dado el riesgo limitado de inflación a medio plazo y la necesidad de apuntalar la economía real;

6.  Señala con preocupación que la demanda de liquidez del Eurosistema del sistema bancario aumentó en 2012, reforzando así la dependencia que el sistema bancario tiene de la intervención del Eurosistema, y advierte de sus riesgos;

7.  Considera que la operación de financiación a plazo más largo (OFPML) a tres años liquidada en marzo de 2012 contribuyó a estabilizar el sistema bancario, pero que ha de ser una medida temporal; señala que, pese a la liquidez que la OFPML ha inyectado en el sistema bancario, el crédito disponible para la economía real sigue por debajo de los niveles previos a la crisis; entiende que la demanda de créditos por parte de las empresas se encuentra actualmente en un nivel muy bajo, lo cual dificulta a los bancos la concesión de préstamos;

8.  Manifiesta una profunda preocupación acerca de la transferencia de riesgos de los bancos y gobiernos que atraviesan dificultades al balance del BCE, como consecuencia de la decisión del BCE de comprar cantidades «ilimitadas» de deuda gubernamental a corto plazo; destaca que las operaciones de refinanciación a largo plazo (LTRO) no aportan una solución de fondo a la crisis;

9.  Considera que las funciones de un banco central nacional deben ejercerse de manera plenamente compatible con la independencia funcional, institucional y financiera, con el fin de salvaguardar el debido ejercicio de sus tareas de conformidad con el Tratado y los Estatutos del Sistema Europeo de Bancos Centrales y del BCE;

10. Subraya que el crecimiento insuficiente en el sector empresarial europeo no se debe principalmente a la disponibilidad insuficiente de crédito ofrecido por el sector bancario;

11. Expresa su preocupación por el hecho de que las restricciones del crédito parecen ser muy graves para las PYME, dado que los bancos tienen la percepción de que estas presentan una mayor probabilidad de impago que las grandes empresas, y también porque las PYME a menudo son incapaces de pasar de los créditos bancarios a otras fuentes de financiación externa;

12. Subraya su preocupación ante la fragmentación considerable de las condiciones de la concesión de préstamos para las PYME en todos los países de la zona del euro;

13. Subraya el importante papel, aunque limitado, desempeñado por el Programa para los Mercados de Valores (SMP, por sus siglas en inglés) hasta septiembre de 2012 para abordar el mal funcionamiento de determinados segmentos del mercado de valores de deuda soberana de la zona del euro; ;advierte que esto no debe ser considerado por el sector bancario o los gobiernos como una característica permanente;

14. Acoge con satisfacción la creación de las operaciones monetarias de compraventa (OMC), sin límites cuantitativos ex ante, a fin de proteger la transmisión de la política monetaria, y se felicita de la decisión de vincular la activación de la OMC a condiciones estrictas asociadas a un programa del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) o el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE);

15. Comprende las advertencias del Banco de Pagos Internacionales (BPI) acerca de un período demasiado largo de relajación cuantitativa («todo lo necesario»); sigue con interés los debates en la mayoría de los principales bancos centrales en relación con el mejor calendario para desmantelar sus relajadas políticas monetarias; observa que, entre otros, el Consejo de Administración de la Reserva Federal tiene intención de apartarse de las políticas actuales lo antes posible; entiende que el BCE mantendrá una política flexible mientras que el sector bancario no esté plenamente estabilizado, y que los desbordamientos en el sector público siguen siendo una amenaza, una política que es posible gracias a las bajas tasas de inflación que se esperan a medio plazo;

16. Considera necesario que los programas del BCE para la provisión de liquidez también aborden debidamente las inquietudes inflacionistas, por ejemplo, mediante la esterilización;

17. Considera, en vista de los avances recientes en los EE.UU., que la recuperación económica y el mayor crecimiento en la economía representan una sólida base para una retirada progresiva de las medidas de la política de relajación cuantitativa;

18. Recuerda que las medidas de la política de relajación cuantitativa del BCE estaban destinadas a ser de carácter transitorio y que, por tanto, de ninguna manera deben ser consideradas por el sector bancario como un instrumento permanente;

19. Anima al BCE a enviar señales claras al mercado con respecto al período estimado de activación de sus medidas de política de relajación cuantitativa, así como a iniciar la retirada de estas medidas tan pronto como la tensión en el sector bancario haya disminuido, la vinculación entre los bancos y los gobiernos pueda interrumpirse y los indicadores económicos relativos al crecimiento y la inflación justifiquen esta decisión;

20. Considera que los instrumentos de la política monetaria que el BCE viene utilizando desde el inicio de la crisis, aunque alivian las dificultades de los mercados financieros, han dejado ver sus límites en relación con la estimulación del crecimiento y la mejora de la situación del mercado de trabajo; considera, por tanto, que el BCE podría explorar nuevas medidas;

21. Muestra su preocupación por los niveles considerablemente elevados de las líneas de inyección de liquidez provistas por los bancos centrales nacionales durante 2011 y autorizadas por el BCE, y solicita que se divulgue en mayor medida el alcance exacto de dichas líneas y de las operaciones subyacentes y se ofrezca información complementaria al respecto y sobre las condiciones que conllevan;

22. Reconoce que, puesto que el mecanismo de transmisión monetaria no está funcionando correctamente, el BCE ha de buscar formas de dirigirse a las PYME de manera más directa; señala que, en la actualidad, PYME similares de la zona del euro no disponen de un acceso similar a los préstamos, a pesar de presentar perspectivas económicas y riesgos similares; pide al BCE que aplique una política de concesión directa a las PYME de préstamos titulizados de elevada calidad, especialmente a las de algunos Estados miembros en los que el mecanismo de transmisión monetaria se ha roto; subraya que esta política debe limitarse en cantidad y tiempo, estar totalmente esterilizada, y dirigirse a evitar riesgos en el balance del BCE;

23. Estima que el BCE debería tomar muy seriamente en cuenta la posibilidad de lanzar un programa específico para ayudar a las PYME a acceder al crédito en las líneas de los fondos para el plan de préstamos del Banco de Inglaterra;

24. Considera que el sistema de liquidación TARGET II ha desempeñado un papel esencial a la hora de salvaguardar la integridad del sistema financiero de la zona del euro; señala, no obstante, que los importantes desequilibrios de TARGET II revelan la preocupante fragmentación de los mercados financieros de la zona del euro, así como la continua fuga de capitales de los Estados miembros que sufren o corren peligro de sufrir serias dificultades en cuanto a su estabilidad financiera;

25. Pide al BCE que haga pública la decisión jurídica relativa al programa de la OMC para poder analizar en mayor profundidad sus detalles e implicaciones;

26. Destaca que las líneas de provisión urgente de liquidez se incluyen en la categoría de «otros activos en euros de las entidades de crédito de la zona del euro» en los balances consolidados del Eurosistema, sin proporcionar más datos ni información más desglosada sobre dichas líneas ni sobre las operaciones subyacentes o las condiciones que implican; solicita al BCE que mejore la información sobre la evolución de las líneas de provisión urgente de liquidez que proporciona en su sitio web y que la desglose país por país;

27. Encuentra alentadora la estabilización de los niveles de desequilibrio de TARGET II durante la segunda mitad de 2012; destaca que el sistema de liquidación TARGET II ha desempeñado un papel esencial a la hora de salvaguardar la integridad del sistema financiero de la zona del euro; sigue, no obstante, preocupado por la persistente fragmentación de los mercados financieros dentro de la zona del euro;

28. Recuerda la independencia del BCE en la aplicación de su política monetaria, tal y como se ha consagrado en los Tratados; defiende que la ejecución de la política monetaria debe ser democrática y debe ser el resultado de una deliberación entre los diferentes puntos de vista y enfoques con el fin de reforzar la transparencia y, en consecuencia, la responsabilidad democrática; recuerda a este respecto la importancia del diálogo monetario y de las preguntas escritas enviadas por los diputados al Parlamento Europeo;

29. Expresa su preocupación por los posibles efectos colaterales de una política monetaria prolongada y extraordinariamente acomodaticia, como la asunción temeraria de riesgos, la formación de desequilibrios financieros, las distorsiones en la fijación de precios en el mercado financiero e incentivos para retrasar el saneamiento necesario de los balances y las reformas; anima al BCE a buscar el equilibrio ideal entre los riesgos de abandonar de forma prematura su postura política extraordinariamente acomodaticia y los riesgos asociados a un ulterior retraso de dicho abandono;

30. Subraya que el BCE debería estar listo para cumplir los más altos estándares de rendición de cuentas al realizar sus tareas de política monetaria y sus tareas de supervisión ante el Parlamento, y recuerda, a este respecto, la importancia del diálogo monetario y de las preguntas escritas presentada por los diputados al Parlamento Europeo; recuerda el actual llamamiento en favor de una mayor transparencia en el BCE que se traduciría en un aumento de la credibilidad y la previsibilidad, y manifiesta su satisfacción por las mejoras ya realizadas en este ámbito;

31. Considera que el tipo de cambio es una variable crucial de la política económica que repercute en la competitividad de la zona del euro; subraya la importancia de apoyar el euro como moneda internacional;

32. Pide al BCE que estudie la posibilidad de usar el compromiso de mantenimiento de los tipos oficiales como herramienta no convencional para fomentar la correcta transición de la política monetaria; observa que dicho compromiso debe vincularse a cambios positivos en el crecimiento económico de la zona del euro o a un incremento de la inflación a medio plazo por encima del 2 %;

33. Pide al BCE que, en cooperación con los bancos centrales nacionales, explique sus políticas en términos de operaciones de permuta de divisas diseñadas para prestar apoyo a los intercambios bilaterales económicos y comerciales y contribuir a mantener la estabilidad financiera;

La unión bancaria

34. Señala que el Sistema Bancario Europeo sigue siendo frágil y necesita una reforma estructural y una consolidación con la instauración de una verdadera unión bancaria;

35. Se felicita de los avances logrados en las negociaciones sobre el Reglamento relativo al Mecanismo Único de Supervisión (MUS), que atribuye al BCE la función de supervisión de las entidades de crédito de la zona del euro y las que deseen unirse; estima que la creación del MUS contribuirá a cortar el vínculo entre bancos y deuda soberana y ayudará a desarrollar un enfoque común europeo de gestión de las crisis;

36. Acoge con satisfacción, en particular, su participación en el nombramiento del Presidente y el Vicepresidente del Consejo de Administración;

37. Considera que el establecimiento del MUS debe contribuir a restaurar la confianza en el sector bancario y a reactivar los préstamos interbancarios y los flujos de crédito transfronterizos a través de una supervisión integrada independiente para todos los Estados miembros participantes;

38. Pide al MUS que funcione de conformidad total con el reglamento único de servicios financieros y de manera plenamente coherente con los principios que sustentan el mercado único de servicios financieros;

39. Considera que el BCE debe acoger con satisfacción la posibilidad de implicar a los Estados miembros no pertenecientes a la zona del euro en el MUS para garantizar una mayor armonización de las prácticas de supervisión dentro de la UE;

40. Recalca la importancia de una colaboración fecunda entre el BCE y las autoridades nacionales competentes en el marco del MUS, para una supervisión eficaz y sin contratiempos;

41. Acoge con satisfacción la preparación de una revisión exhaustiva de la calidad de los activos de todos los bancos que estarán bajo la supervisión directa del MUS y que se incorporarán a la prueba de esfuerzo global que realizará la Autoridad Bancaria Europea (ABE), en colaboración con el MUS, en el segundo trimestre de 2014;

42. Señala que el reforzamiento del BCE derivado de la creación del MÚS ha de equilibrarse con una mayor rendición de cuentas ante los Parlamentos nacionales y el Parlamento Europeo;

43. Considera que la transparencia en el ámbito de la supervisión bancaria es imprescindible según lo acordado en el acuerdo interinstitucional entre el Parlamento Europeo y el Banco Central Europeo;

44. Señala que la asignación de las tareas de supervisión al BCE plantea nuevos desafíos en términos de conflicto de intereses, y acoge con satisfacción las disposiciones en la materia recogidas en el acuerdo interinstitucional entre el Parlamento Europeo y el BCE; recuerda que, a fin de aplicar plenamente estas disposiciones, el BCE debe introducir normas más precisas que incluyan, entre otras cosas, disposiciones sobre los períodos de reflexión para los directivos de alto nivel de Eurosistema involucrados en la supervisión bancaria;

45. Recuerda que es sumamente importante que el BCE garantice la separación operativa de las unidades fundamentales que preparan los proyectos de decisión en el ámbito de la política monetaria y la política de supervisión; subraya la necesidad crucial del acuerdo negociado entre el BCE y el Parlamento Europeo en relación con las medidas prácticas para garantizar la responsabilidad democrática;

46. Considera que es urgente la aprobación del establecimiento de un sistema europeo de resolución para proteger a los depositantes y evitar nuevas crisis bancarias;

47. Subraya que, a fin de mejorar la resistencia del sistema bancario, resulta esencial reforzar su diversidad impulsando el desarrollo de bancos locales de pequeño y mediano tamaño;

48. Opina que, para reducir los riesgos, reforzar la estabilidad del sistema bancario y evitar el desarrollo de instituciones «demasiado grandes para caer», ha de estudiarse la introducción de una plena separación entre los bancos de depósito y los de inversión; espera con interés la propuesta legislativa de la Comisión sobre la estructura de la banca;

49. Estima que la Troika debe ser reemplazada por un sistema en el que la Comisión, responsable ante el Parlamento, se posicione en el centro del mecanismo junto con los países del programa, el Eurogrupo esté incluido en el proceso de toma de decisiones, el BCE proporcione conocimientos especializados y el FMI preste asesoramiento cuando proceda;

Asuntos institucionales

50. Señala que el proyecto de Reglamento sobre el MUS contempla la celebración de acuerdos interinstitucionales entre el Parlamento Europeo y el BCE en materia de responsabilidad democrática, haciendo hincapié en la función del Parlamento; insta al BCE a que cumpla las nuevas exigencias en sus actividades de supervisión, en particular, en términos de responsabilidad democrática y transparencia;

51. Pide al BCE que inicie una autoevaluación crítica sobre todos los aspectos de su actividad, incluidas las repercusiones de los programas de ajuste que ayudó a elaborar y la adecuación posterior de las premisas e hipótesis macroeconómicas en que se basaron dichos programas;

52. Pide al BCE que publique las actas resumidas de las reuniones del Consejo de Gobierno, incluidas las discusiones y los registros de votación;

53. Manifiesta su preocupación por el desprecio mostrado por el Consejo a la Resolución del Parlamento, de 25 de octubre de 2012, sobre el nombramiento de un nuevo miembro del Comité Ejecutivo del BCE[3], y señala que en el nombramiento de los altos cargos del BCE debe prestarse la debida consideración a los conocimientos técnicos y al género de los miembros; considera que las instituciones de la UE, incluido el BCE, deben predicar con el ejemplo en el ámbito del equilibrio entre géneros y que es fundamental mejorar la representación de los géneros en los puestos directivos del BCE; lamenta profundamente el hecho de que los Estados miembros ignoraran el voto negativo en el Parlamento Europeo, tanto en la Comisión ECON como en la sesión plenaria, debido a la falta de la perspectiva de igualdad de género en el nombramiento de Yves Mersch; exhorta a los Estados miembros a incorporar una perspectiva de equilibrio de géneros con la posibilidad de una acción positiva sobre la base de una representación de género equilibrada en el nombramiento de los miembros del Consejo Ejecutivo;

54. Recuerda que, en virtud del artículo 10, apartado 4, del Protocolo nº 4 de los Estatutos del Sistema Europeo de Bancos Centrales y del Banco Central Europeo, los procedimientos de las reuniones del Consejo de Administración serán confidenciales, pero este último podrá decidir publicar el resultado de sus deliberaciones; pide al BCE que proporcione una respuesta motivada en sus informes anuales posteriores al informe anual del Parlamento Europeo sobre el BCE;

55. Encarga a su Presidente que transmita la presente Resolución al Consejo, a la Comisión y al Banco Central Europeo.

RESULTADO DE LA VOTACIÓN FINAL EN COMISIÓN

Fecha de aprobación

5.11.2013

 

 

 

Resultado de la votación final

+:

–:

0:

41

5

1

Miembros presentes en la votación final

Marino Baldini, Burkhard Balz, Jean-Paul Besset, Sharon Bowles, Udo Bullmann, Nikolaos Chountis, George Sabin Cutaş, Leonardo Domenici, Derk Jan Eppink, Diogo Feio, Markus Ferber, Ildikó Gáll-Pelcz, Jean-Paul Gauzès, Sylvie Goulard, Liem Hoang Ngoc, Gunnar Hökmark, Syed Kamall, Jürgen Klute, Rodi Kratsa-Tsagaropoulou, Philippe Lamberts, Werner Langen, Astrid Lulling, Ivana Maletić, Hans-Peter Martin, Marlene Mizzi, Sławomir Nitras, Ivari Padar, Alfredo Pallone, Antolín Sánchez Presedo, Olle Schmidt, Peter Simon, Theodor Dumitru Stolojan, Kay Swinburne, Sampo Terho, Marianne Thyssen, Corien Wortmann-Kool, Pablo Zalba Bidegain

Suplente(s) presente(s) en la votación final

Zdravka Bušić, Krišjānis Kariņš, Mojca Kleva Kekuš, Olle Ludvigsson, Thomas Mann, Gianni Pittella, Nils Torvalds

Suplente(s) (art. 187, apdo. 2) presente(s) en la votación final

Izaskun Bilbao Barandica, Yves Cochet, Mary Honeyball