INFORME sobre movilidad urbana sostenible

13.11.2015 - (2014/2242(INI))

Comisión de Transportes y Turismo
Ponente: Karima Delli


Procedimiento : 2014/2242(INI)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento :  
A8-0319/2015

PROPUESTA DE RESOLUCIÓN DEL PARLAMENTO EUROPEO

sobre movilidad urbana sostenible

(2014/2242(INI))

El Parlamento Europeo,

–  Vista la Comunicación de la Comisión, de 17 de diciembre de 2013, titulada «Juntos por una movilidad urbana competitiva y eficiente en el uso de los recursos» (COM(2013)0913),

–  Vista su Resolución, de 15 de diciembre de 2011, titulada «La Hoja de ruta hacia un espacio único europeo de transporte: por un sistema de transportes competitivo y sostenible»[1],

–  Vista su Resolución, de 23 de junio de 2011, sobre la Agenda urbana europea y su futuro en la política de cohesión[2],

–  Vista la Comunicación de la Comisión, de 30 de septiembre de 2009, titulada «Plan de acción de movilidad urbana» (COM(2009)0490),

–  Vista la Comunicación de la Comisión, de 18 de julio de 2014, titulada «La dimensión urbana de las políticas de la UE: elementos clave de una agenda urbana para la UE» (COM(2014)0490),

–  Visto el Libro Verde de la Comisión, de 25 de septiembre de 2007, titulado «Hacia una nueva cultura de la movilidad urbana» (COM(2007)0551),

  Visto el Eurobarómetro especial 406 de la Comisión, de diciembre de 2013, sobre las actitudes de los europeos con respecto a la movilidad urbana,

–  Vista la creación por la Comisión de la plataforma europea de planes de movilidad urbana sostenible,

–  Visto el Libro Verde de la Comisión, de miércoles, 29 de noviembre de 1995, titulado «La red de ciudadanos: cómo aprovechar el potencial del transporte público de viajeros en Europa» (COM(1995)0601),

–  Vista la Comunicación de la Comisión, de 31 de marzo de 1998, titulada «Sobre transportes y CO2 - Elaboración de un planteamiento comunitario» (COM(1998)0204),

  Vista la Comunicación de la Comisión, de 4 de marzo de 2015, titulada «El Protocolo de París, un plan rector para combatir el cambio climático más allá de 2020» (COM(2015)0081),

–  Vista la Directiva 2008/50/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de mayo de 2008, relativa a la calidad del aire ambiente y a una atmósfera más limpia en Europa[3],

  Vistos los Reglamentos (CE) nº 715/2007[4] y (CE) nº 595/2009[5] en lo que respecta a la reducción de las emisiones contaminantes de los vehículos de carretera,

–  Vista su Resolución, de 27 de octubre de 2015, sobre la medición de las emisiones en el sector del automóvil[6],

–  Vista la Comunicación de la Comisión, de 18 de diciembre de 2013, titulada «Programa «Aire Puro para Europa» (COM(2013)0918),

  Vistas las Directrices sobre la calidad del aire y la herramienta de evaluación económica de la salud de la Organización Mundial de la Salud,

–  Visto el informe de la Organización Mundial de la Salud titulado «La carga de la enfermedad de ruido ambiental, la cuantificación de los años de vida saludable perdidos en Europa»,

–  Visto el informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente, de diciembre de 2013, titulado «A closer look at urban transport» («Un análisis más detallado sobre el transporte urbano»),

–  Vista la Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con discapacidad,

–  Vista la Resolución del Parlamento Europeo, de 3 de julio de 2013, sobre la seguridad vial 2011-2020 – Primera etapa en una estrategia sobre accidentes[7],

–  Vista su Resolución, de 12 de octubre de 1988, sobre la protección del peatón y la Carta Europea de los Derechos del Peatón[8],

–  Vista la Convención de Viena sobre la circulación vial,

–  Vista la Comunicación de la Comisión, de 3 de marzo de 2010, titulada «CARS 2020: Plan de acción para una industria del automóvil competitiva y sostenible en Europa» (COM(2012)0636),

–  Vista su Resolución, de martes, 10 de diciembre de 2013, sobre «CARS 2020: Plan de acción para una industria del automóvil competitiva y sostenible en Europa»[9],

–  Vista la Comunicación de la Comisión, de 2 de julio de 2014, titulada «Hacia una economía circular: un programa de cero residuos para Europa» (COM(2014)0398),

–  Vista la Directiva 2004/17/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 31 de marzo de 2004, sobre la coordinación de los procedimientos de adjudicación de contratos en los sectores del agua, de la energía, de los transportes y de los servicios postales[10],

  Vista la Directiva 2014/94/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 22 de octubre de 2014, relativa a la implantación de una infraestructura para los combustibles alternativos[11],

  Visto el Informe Especial nº 1/2014 del Tribunal de Cuentas Europeo titulado «Eficacia de los proyectos de transporte urbano público financiados por la UE»,

–  Vista la Carta de Leipzig sobre Ciudades Europeas Sostenibles,

–  Visto el Pacto de los Alcaldes,

–  Visto el artículo 52 de su Reglamento,

–  Vistos el informe de la Comisión de Transportes y Turismo y las opiniones de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria y de la Comisión de Desarrollo Regional (A8-0319/2015),

A.  Considerando que según distintos cálculos en 2050 hasta el 82 % de los ciudadanos de la UE residirán en zonas urbanas;

B.   Considerando que el esperado incremento significativo de la población urbana coloca a los centros urbanos frente a desafíos de sociedad y relacionados con la calidad de vida y el desarrollo sostenible, lo que requerirá medidas en el ámbito de la planificación de carácter integral;

C.    Considerando que la movilidad en numerosas ciudades europeas sigue en gran parte basada en el uso de vehículos privados de propulsión convencional y que, por consiguiente, el transporte europeo depende en un 96 % del petróleo o sus derivados en lo que a sus necesidades energéticas se refiere, lo que representa aproximadamente una tercera parte del consumo total de energía;

D.  Considerando que el transporte urbano genera alrededor del 25 % del total de las emisiones de CO2 y aproximadamente el 70 % de todas las emisiones en las zonas urbanas responsables del cambio climático y que es el único sector de la UE cuyas emisiones de gases de efecto invernadero continúan aumentando;

E.  Considerando que, según datos del Eurobarómetro Especial 406 publicado en 2013, aproximadamente el 50 % de los ciudadanos europeos utiliza a diario el vehículo privado, mientras que solo el 16 % utiliza el transporte público y el 12 % la bicicleta;

F.    Considerando que, según el mismo informe, los ciudadanos de la UE consideran que la disminución de los precios del transporte público (59 %), la mejora del servicio de transporte público (56 %) y la mejora de las infraestructuras para bicicletas (33 %) constituyen medidas eficaces para mejorar la movilidad urbana;

G.  Considerando que cerca del 50 % de los desplazamientos en las zonas urbanas no superan los 5 km., y que, por ello, en numerosas ciudades podrían realizarse a pie, en bicicleta, en transporte público/colectivo o en cualquier otro medio de transporte, como los recorridos compartidos;

H.  Considerando que el uso generalizado del gasóleo en el transporte, en particular en los vehículos antiguos y los que no están equipados con filtros de partículas, es una de las principales causas de la elevada concentración de partículas en las ciudades de la UE y que, por consiguiente, debe fomentarse el uso de combustibles alternativos y de las prácticas de utilización de estos modos de transporte, sin poner en entredicho la movilidad urbana;

I.    Considerando que, según la Agencia Europea de Medio Ambiente, en 2011 al menos 125 millones de ciudadanos europeos estuvieron expuestos a niveles de contaminación sonora superiores al límite de seguridad de 55 dB, siendo la causa más importante el tráfico rodado;

J.    Considerando que los servicios de transporte de alta calidad son de fundamental importancia para las personas que viven en las zonas urbanas a fin de satisfacer sus necesidades de movilidad en su vida profesional y sus actividades de formación, turismo y ocio; y que el transporte urbano sostenible puede contribuir a reducir el consumo de energía, la contaminación atmosférica y acústica, el número de accidentes, la congestión del tráfico, el uso de la tierra y el sellado del suelo;

K.   Considerando que son posibles y necesarias medidas orientadas hacia una movilidad urbana sostenible para alcanzar los objetivos de la UE y aplicar la legislación relacionada con el transporte y el medio ambiente;

L.  Considerando que, teniendo debidamente en cuenta la subsidiariedad, la UE debe ayudar a desarrollar, en apoyo de las acciones a nivel local, un enfoque integrado y a largo plazo en materia de movilidad urbana que reduzca la contaminación, la congestión y el ruido del tráfico y los accidentes de circulación, facilite la ayuda adecuada a las ciudades y garantice una mejor información, coordinación y cooperación entre los Estados miembros de la UE;

M.  Considerando que es importante destacar la importancia del transporte público para las economías locales, incluidas las zonas desfavorecidas, y reconocer sus beneficios a nivel social como, por ejemplo, su contribución a la lucha contra la pobreza y la exclusión social y la garantía del acceso al empleo a todos los ciudadanos;

N.    Considerando que la mejor medida disuasoria contra el transporte privado y una de las mejores maneras de aliviar los atascos es un transporte público, fácil y de calidad;

O.  Considerando que el 73 % de los ciudadanos europeos considera la seguridad vial como un problema grave en las ciudades y que más del 30 % de las muertes y lesiones graves en accidentes de tráfico se registran en las zonas urbanas y que frecuentemente se ven implicados usuarios vulnerables de la vía pública y peatones;

P.  Considerando que el 38% % de todas las muertes se registran en zonas urbanas y el 55 % en carreteras interurbanas y que en la mayor parte de los casos las víctimas son ciclistas y otros usuarios vulnerables de la vía pública, así como que los accidentes están relacionados con concentraciones elevadas de vehículos y una velocidad excesiva;

Q.    Considerando que la sostenibilidad del transporte urbano es uno de los elementos de una política más amplia de ordenación del territorio y que las zonas verdes urbanas pueden contribuir a paliar en parte el impacto de la contaminación producida por el tráfico;

R.    Considerando que el uso de propulsores y medios de transporte alternativos implica el desarrollo de la infraestructura necesaria, así como esfuerzos para cambiar la conducta relacionada con la movilidad de las personas;

S.   Considerando que, por su importancia como centros de actividad económica e innovación, las ciudades y otras grandes zonas urbanas han sido correctamente reconocidas como nodos cruciales en la nueva estrategia de RTE-T y constituyen el principal vínculo de la cadena de transportes para viajeros y mercancías;

T.   Considerando que las redes multimodales y la integración de distintos servicios y modos de transporte en las zonas urbanas y su alrededor pueden ser beneficiosos para mejorar la eficiencia en el transporte de viajeros y mercancías, contribuyendo así a reducir las emisiones de carbono y otras emisiones perjudiciales;

U.   Considerando que los Jefes de Estado y de Gobierno, reunidos en la Conferencia de las Naciones Unidas de 2012 sobre el Desarrollo Sostenible (Río + 20), se comprometieron a apoyar el desarrollo de sistemas de transporte sostenibles[12];

V.   Considerando que no existe una solución única para todas las zonas urbanas y que las ciudades de la Unión Europea se enfrentan a situaciones y necesidades específicas, en particular en lo que se refiere a las condiciones geográficas y climáticas, la estructura demográfica, las tradiciones culturales y otros factores;

W.    Considerando que la movilidad urbana y la gestión del transporte urbano entran dentro del ámbito de competencias de las entidades locales y regionales, que conciben y llevan a cabo estas políticas públicas en su territorio, en conjunción con el marco nacional en vigor y la agenda urbana de la Unión Europea;

X.    Considerando que está preocupado por que la Comisión plantee desarrollar conceptos de transporte a escala europea que después deberán adaptarse a las circunstancias de cada Estado miembro; que, en lugar de adoptar un enfoque que vaya de lo general a lo particular, y teniendo en cuenta la necesidad de establecer normas y estándares comunes, sería preferible adoptar un enfoque que lleve de lo particular a lo general, poniendo en práctica en paralelo proyectos experimentales sobre el terreno que fomenten la innovación; y que, en consecuencia, apoya con firmeza la creación de plataformas para el intercambio de experiencias entre las partes interesadas a nivel local a fin de facilitar la difusión de los conceptos que hayan dado un buen resultado;

1.  Subraya que el trabajo realizado hasta el momento a nivel europeo y en muchas ciudades ha sido positivo y debe continuarse y, por ello, acoge con satisfacción la Comunicación de la Comisión mencionada anteriormente sobre la movilidad urbana;

Devolver el espacio y la infraestructura a todos los ciudadanos y mejorar la accesibilidad

2.   Destaca que la planificación de la utilización del suelo es la fase más importante para la creación de redes de transporte fluidas y seguras que sean duraderas y tengan un verdadero impacto en los volúmenes y en la distribución del tráfico; pone de relieve que la seguridad de los peatones siempre ha de considerarse un elemento clave de toda planificación urbana sostenible;

3.   Expresa su convencimiento de que resulta de vital importancia informar y consultar a los ciudadanos, minoristas, operadores de transporte de mercancías y todas las partes interesadas relacionadas con la movilidad urbana de la UE para reforzar la transparencia de la planificación, el desarrollo y la toma de decisiones; pone de relieve que esta información debe hacerse pública y fácilmente accesible; señala que es deseable reforzar la cooperación entre las partes interesadas y las ciudades a escala de la UE con vistas a compartir soluciones en materia de movilidad sostenible;

4.   Expresa su convencimiento de que los planes de movilidad urbana sostenible a largo plazo, apoyados por las tecnologías de la información y las comunicaciones, son instrumentos importantes para facilitar soluciones adecuadas y en materia de movilidad segura a todos los ciudadanos; pide a las autoridades competentes que estos planes tengan en cuenta las necesidades especiales de las personas con movilidad reducida en lo que respecta a las comunicaciones; hace hincapié en que unas infraestructuras sin barreras son fundamentales para la movilidad de las personas con movilidad reducida ; destaca que es necesario que estos planes incluyan estrategias específicas sobre seguridad vial y que brinden unas infraestructuras seguras que cuenten con un espacio adecuado para los usuarios más vulnerables de las vías públicas;

5.  Hace hincapié en la importancia que revisten los planes de movilidad urbana sostenible para alcanzar los objetivos de la UE en materia de emisiones de CO2, el ruido, la contaminación del aire y la disminución de los accidentes; considera que el desarrollo de estos planes debe ser un elemento importante que debe tenerse en cuenta al financiar proyectos de la UE en el ámbito del transporte urbano y que la financiación de la UE y un apoyo en términos de información pueden constituir un incentivo para el desarrollo y la aplicación de los planes de movilidad urbana sostenible en las ciudades; Pide a la Comisión que preste a las autoridades competentes el asesoramiento y la asistencia técnica necesarios en el desarrollo de los planes de movilidad urbana sostenible, respetando plenamente el principio de subsidiariedad;

6.  Anima a las autoridades de los Estados miembros a que elaboren planes en materia de movilidad urbana sostenible que concedan la prioridad a los modos de transporte que producen menos emisiones, incluida la electromovilidad y los vehículos propulsados por combustibles alternativos, lo que engloba a los sistemas de transporte inteligentes; apoya el establecimiento de zonas de tráfico y de plataformas intermodales que concedan la prioridad al uso del transporte público;

7.   Anima a los Estados miembros y a las ciudades europeas a desarrollar una política en materia de aparcamientos (existencia de espacios de aparcamiento, uso de sistemas inteligentes de aparcamiento y fijación adecuada de precios) que puedan ser parte de una política urbana integrada y que, al mismo tiempo, se esfuercen más en desarrollar nudos intermodales funcionales que ofrezcan servicios de transporte variados y permitan combinar sin fricciones soluciones de transporte como el transporte colectivo, el transporte compartido, la bicicleta y servicios de alquiler; solicita una mejor conexión de las áreas de estacionamiento suburbanas con servicios de transporte público o ferrocarril empleando, por ejemplo, las opciones que combinen el aparcamiento y el transporte público; subraya la necesidad de eliminar las deficiencias que afecten a los ciudadanos con discapacidad;

8.  Subraya que, dada la necesidad de reducir el impacto negativo que provoca sobre el medio ambiente el hecho de que el sector del transporte de la UE europeo dependa del petróleo (de una manera abrumadora del petróleo y de sus derivados), los Fondos EIE deben usarse sistemáticamente para el desarrollo y la ejecución de PMUS globales e integrados que reforzarán de manera complementaria y mutua las medidas en materia de movilidad urbana en el contexto más amplio de la ordenación territorial, sin generar necesidades de transporte adicionales por un uso excesivo de vehículos de turismo y haciendo hincapié en un sistema de transporte integrado basado en la cooperación entre sus diferentes modalidades;

9.    Cree firmemente que la Plataforma de la Comisión de planes de movilidad urbana sostenible debe proporcionar un sólido apoyo a las ciudades y las regiones en el diseño y la puesta en marcha de los PMUS; hace hincapié en la importancia de tener presentes a todas las ciudades, independientemente de su tamaño, a la hora de invertir en movilidad urbana, así como en el papel clave que las ciudades y regiones europeas han de desempeñar en el impulso y la promoción de la movilidad urbana sostenible; pide que en la Plataforma europea y en el Grupo de expertos de Estados miembros sobre movilidad urbana participen representantes de las entidades locales y regionales de distintas dimensiones, así como representantes de las distintas partes interesadas (p. ej. las asociaciones de ciclistas);

10.  Hace hincapié en que los planes de movilidad urbana sostenible deben ser coherentes con la agenda y los objetivos actuales de la UE, en particular los relativos al cambio modal de la carretera al ferrocarril establecidos en el Libro Blanco de 2011;

11.    Insta a la Comisión Europea, a los Estados miembros y a las entidades regionales y locales a que evalúen y auditen los planes de movilidad urbana conforme a los objetivos y los retos establecidos por la estrategia de transporte 2050;

Mejora del medio ambiente, calidad de vida y salud

12.    Hace especial hincapié en los numerosos efectos nocivos del actual modelo de transporte en los elementos fundamentales del patrimonio ambiental, como el aire, el agua y el suelo, y en los diversos ecosistemas;

13.  Expresa su convencimiento de que la contaminación tiene una dimensión local, regional, nacional y transfronteriza y que requiere medidas a todos los niveles de la gobernanza; pide, por lo tanto, que se refuerce el enfoque de la gobernanza a varios niveles en la que todas las partes asuman la responsabilidad en relación con las medidas que pueden y deben adoptarse en cada nivel;

14.  Pide a las ciudades que evalúen cuidadosamente las necesidades de los ciudadanos y de las empresas y las características específicas de los modos de transporte para garantizar la movilidad sostenible en las ciudades y que adopten las medidas necesarias para mejorar la calidad de vida en las ciudades fomentando un cambio modal hacia modos de transporte sostenibles, incluido el caminar y la bicicleta, y promoviendo una política intermodal y/o comodal integrada;

15.  Pide a las autoridades locales que tengan en cuenta el bienestar de sus ciudadanos al elaborar planes de movilidad sostenible; solicita, en particular, a las autoridades competentes que adopten medidas para reducir el ruido relacionado con el tráfico en las ciudades;

16.  Anima a las autoridades competentes a que adopten medidas preventivas, de conformidad con los principios de precaución y de proporcionalidad, para mejorar la calidad del aire en las ciudades y garantizar concentraciones de contaminantes por debajo de los niveles establecidos en las Directrices de la Organización Mundial de la Salud; apoya, para ello, el establecimiento a nivel local de zonas de baja emisión; hace hincapié en que es responsabilidad de las autoridades competentes facilitar a sus ciudadanos soluciones seguras y sanas en materia de movilidad; considera que estas soluciones podrían basarse en sistemas de transporte público abordables, inteligentes, fiables y accesibles; insta a los Estados miembros, así como a las autoridades locales, a que, cuando haya un riesgo de que se sobrepasen las citadas Directrices de la OMS, se planteen la posibilidad de adoptar medidas para mejorar el acceso al transporte público, por ejemplo mediante el tráfico alternante;

17.  Apunta la necesidad de adoptar un planteamiento de conjunto en relación con la contaminación atmosférica en las ciudades; pide, por consiguiente, a la Comisión, que presente medidas eficaces que permitan a los Estados miembros cumplir con la Directiva relativa a la calidad del aire ambiente (2008/50/CE), en particular mediante la fijación de límites de las emisiones ambiciosos y eficaces para 2025 y 2030 de conformidad con la Directiva sobre techos nacionales de emisión y garantizando una mejor coordinación de las medidas contempladas en la Directiva sobre techos nacionales de emisión y la Directiva relativa a la calidad del aire ambiente, mediante el establecimiento de normas ambiciosas en materia de rendimiento de las emisiones de los vehículos para 2025 y 2030 en una revisión oportuna del Reglamento (CE) n° 443/2009 por el que se establecen normas de comportamiento en materia de emisiones de los turismos nuevos como parte del enfoque integrado de la Comunidad para reducir las emisiones de CO2 de los vehículos ligeros, y mediante el establecimiento de un calendario claro para la aplicación del procedimiento de prueba de las emisiones en condiciones reales de conducción;

18.  Pide a la Comisión que realice evaluaciones, dentro de los diferentes planes de los Estados miembros, sobre la ubicación de las estaciones de medición y control de la contaminación atmosférica en las principales aglomeraciones urbanas que presentan problemas de calidad del aire, teniendo en cuenta que la escasa implantación de dichas estaciones puede falsear los datos, con el correspondiente riesgo para la salud de la población;

19.  Toma nota de los cambios de comportamiento con respecto a la propiedad y el uso de los vehículos (vehículos compartidos o puestos en común); alienta a la Comisión a que desarrolle y apoye sistemas de transporte sobre modos de movilidad colectiva y pública;

20.  Considera que la Comisión debe analizar el impacto que tendrían en la sociedad las nuevas formas de movilidad basadas en el modelo de la economía compartida, en particular el uso compartido de vehículos; considera que, a escala nacional, los Estados miembros deben desarrollar el concepto de «ciudad colaborativa» en los temas de movilidad y transporte, dado que ello puede suponer ventajas para los ciudadanos, especialmente en las ciudades de pequeña y mediana dimensión, en las que la red de transporte público es menos extensa, al poder desarrollarse soluciones de movilidad entre particulares;

21.  Hace hincapié en que un transporte público altamente desarrollado, eficiente, asequible, seguro y accesible es una parte integral de un desarrollo urbano sostenible; expresa su convencimiento de que unos servicios de transporte público fiables pueden desempeñar un papel importante en la reducción de la congestión, la contaminación del aire y el ruido en las ciudades; pide, por lo tanto, a los Estados miembros que promuevan el transporte público con el fin de aumentar su uso a más tardar en 2030; anima asimismo a las autoridades nacionales y locales a que fomenten la disponibilidad de servicios digitales en el transporte público y en las estaciones, apoyen el desarrollo de formas innovadoras de movilidad y apliquen soluciones de transporte inteligentes y otras tecnologías punta; destaca que los servicios de coches compartidos, recorridos compartidos y coches colectivos utilizan mejor los recursos existentes y contribuyen a reducir el número de coches en las ciudades; reconoce la importancia de los programas europeos de navegación por satélite Galileo y EGNOS y de las redes móviles de alta velocidad; apoya la elaboración de un marco regulador que permita el uso de nuevas formas de movilidad y de nuevos modelos de reparto que hagan un mejor uso de los recursos existentes;

22.  Subraya la importancia de la información pública sobre ofertas de transporte público urbano, teniendo en cuenta también las necesidades lingüísticas de los turistas y los beneficios de una política turística sostenible; anima a las autoridades locales a proporcionar información en tiempo real a través de internet y de un número suficiente de monitores en las ciudades; invita a las autoridades y a los operadores de transporte a mejorar la disponibilidad de servicios digitales gratuitos en los transportes públicos y las estaciones;

23.  Destaca las ventajas sociales del transporte público vinculado al ferrocarril en cuanto a accesibilidad de las zonas urbanas, regeneración urbana, inclusión social y mejora de la imagen de las ciudades;

24.  Reconoce la calidad y la diversidad del empleo que ofrecen los operadores de transporte público y los beneficios asociados para la economía; pide a la Comisión que supervise y evalúe la contribución del transporte público al empleo verde y las estrategias de crecimiento verde a nivel nacional y europeo;

25.  Pide a los Estados miembros que, respetando las competencias locales, adopten medidas eficaces en materia de seguridad en el transporte público;

26.  Recuerda que la movilidad individual no motorizada, como caminar e ir en bicicleta, es la solución con mayor potencial con vistas a la neutralidad en CO2;

27.  Alienta a los Estados miembros a que revisen sus estrategias al objeto de optimizar el transporte no motorizado con vistas a satisfacer los objetivos convergentes de una mejora en la movilidad y en el entorno urbano; anima a los Estados miembros a fomentar, donde proceda, el uso de la bicicleta, también fijando objetivos ambiciosos para las tasas de utilización de bicicletas para 2030 y a mejorar las condiciones para los desplazamientos a pie y en bicicleta;

28.  Alienta a la Comisión y a los Estados miembros a que aumenten la concienciación en favor del uso de la bicicleta y de modos de transporte alternativos para contribuir a un cambio modal hacia modos de transporte sostenibles, y a seguir respaldando la campaña de la Semana Europea de la Movilidad; invita a las ciudades a que organicen sistemas de bicicletas compartidas conectados con el transporte público; se felicita por las iniciativas a nivel nacional, regional y local que promueven y organizan los «domingos sin coches» en la UE y el «Día Europeo de la Bicicleta» en aras de la mejora de la calidad del aire en las ciudades;

29.  Anima a las empresas privadas, las administraciones y las instituciones de la UE a que sigan mejorando los servicios de gestión de la movilidad para sus miembros, personal y visitantes; pide a la Comisión y a los Estados miembros que impulsen políticas destinadas a estimular a las empresas para que reduzcan los desplazamientos de ida y vuelta al lugar de trabajo, permitiendo y fomentando el teletrabajo y promoviendo el uso de las TIC y las teleconferencias, entre otras medidas; considera que las medidas de movilidad, como las coordinadas por la Plataforma Europea de Gestión de la Movilidad (EPOMM), poseen un gran potencial para resolver la congestión urbana y ofrecer accesibilidad para todos;

30.   Anima a los Estados miembros y a las autoridades locales a establecer requisitos de rendimiento medioambiental en los procedimientos de contratación pública, en particular por lo que respecta a la adquisición de vehículos para el transporte público o de vehículos usados por parte de autoridades públicas;

Ahorro de energía y protección del clima

31.  Considera que la eficiencia energética y el uso fuentes de energía hipocarbónicas y renovables reviste una importancia fundamental para lograr una movilidad urbana sostenible al mismo tiempo que se mejoran las condiciones medioambientales, y que al adoptar medidas destinadas a cumplir los objetivos de la UE en materia de emisiones de CO2 y de ahorro de energía debe respetarse la neutralidad tecnológica;

32.  Alienta a los Estados miembros a respaldar los objetivos del Libro Blanco sobre el Transporte de reducir a la mitad el número de coches propulsados por combustibles convencionales en el transporte urbano a más tardar en 2030 y de eliminarlos progresivamente de las ciudades para 2050; invita a las ciudades a fomentar y respaldar los cambios en favor de medios de transporte alternativos y los vehículos menos contaminantes, teniendo en cuenta su huella de carbono real con vistas a lograr los objetivos de la UE de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en un 60 % a más tardar en 2050; acoge con satisfacción los incentivos a los viajeros que combinan distintos modos de transporte;

33.  Hace hincapié en la importancia del uso de vehículos eléctricos y vehículos propulsados por combustibles alternativos (biocombustibles de segunda y tercera generación, hidrógeno de fuentes renovables, gas natural comprimido (GNC) y gas natural licuado(GNL)) para la reducción de las emisiones en las ciudades; recuerda las disposiciones establecidas en la Directiva 2014/94/UE relativa a la implantación de una infraestructura para los combustibles alternativos y anima a los Estados miembros a desarrollar con rapidez dicha infraestructura, en estrecha cooperación con las autoridades regionales y locales y con la industria en cuestión, en particular a lo largo de la red transeuropea de transporte (RTE-T); invita a los ciudadanos y al sector privado a emplazar instalaciones de recarga en las zonas de aparcamiento colectivas;

34.   Pide a la Comisión y las autoridades nacionales y locales que promuevan allí donde sea posible la navegación interior como solución de movilidad integrada en pro de una movilidad «blanda» en las ciudades;

35.   Subraya la importancia de un enfoque ascendente; en consecuencia, apoya rotundamente, por ejemplo, el Pacto de los Alcaldes, que cuenta con unos 6 000 firmantes, sobre la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, y celebra el llamamiento del comisario Cañete, de 13 de octubre de 2015, en Bruselas para poner en marcha un convenio más ambicioso; respalda a la Comisión en el desempeño de un papel positivo como catalizador activo de iniciativas como estas;

36.  Pide a la Comisión y a los Estados miembros que den prioridad a las medidas ambiciosas sobre movilidad urbana sostenible del programa de la COP 21, que se celebrará en París en diciembre de 2015; alienta a la Comisión a que apoye activamente las iniciativas del Programa de Acción a favor de una movilidad urbana sostenible e integrada;

Colocar a la innovación en el centro de la política de investigación enfocada a la movilidad inteligente

37.  Recuerda que los sistemas de transporte inteligentes (STI) hacen que la movilidad sea más segura, eficiente, respetuosa con el medio ambiente y fluida y, por consiguiente, pide a la Comisión y a los Estados miembros que redoblen los esfuerzos dedicados a los STI, también en lo que respecta a la innovación y la puesta en marcha en los ámbitos del suministro de información sobre itinerarios en tiempo real, los vehículos altamente automatizados, las infraestructuras inteligentes y los sistemas de señalización inteligente del tráfico; recuerda la importancia de los STI a la hora de proporcionar datos precisos y en tiempo real sobre el tráfico y los itinerarios e invita, por lo tanto, a la Comisión a situar la movilidad urbana como un tema central de la Agenda Digital; alienta a las partes interesadas a cooperar estrechamente en el desarrollo de sistemas de movilidad interoperables e integrados, tales como el transporte público intermodal, la movilidad compartida y los dispositivos de expedición de billetes integrados intermodales; pide a la Comisión que dé prioridad al fomento de aplicaciones innovadoras y nuevas tecnologías que permitan a los usuarios de la vía pública adoptar un papel más proactivo como configuradores y generadores de datos del sistema de transporte, a fin de que puedan contribuir a las plataformas de servicios de movilidad, de conformidad con la protección de datos y la normativa de la UE;

38.  Alienta a todas las partes a que exploten plenamente las posibilidades que ofrecen los datos y la digitalización y a que utilicen la desregulación para impulsar nuevos modelos de negocio;

39.  Pide a la Comisión y a los Estados miembros que apoyen programas de investigación sobre nuevas tecnologías, nuevos modelos empresariales y nuevas prácticas integradas de movilidad urbana sostenible y de logística urbana; respalda las prioridades de Horizonte 2020 en lo que respecta a los desafíos sociales en materia de transporte inteligente, ecológico e integrado, así como el desarrollo de iniciativas relacionadas con la movilidad como servicio en toda Europa; considera que Horizonte 2020 debe impulsar la investigación e innovación en los ámbitos de la calidad de vida, el empleo sostenible, la demografía, los cambios en materia de movilidad activa y la protección del medio ambiente y del clima; estima que la Comisión debería tener en cuenta estas prioridades, asignar suficientes fondos de la UE a las actividades futuras de I+D de los sistemas de ferrocarril urbano y mejorar la prestación de los sistemas de transporte sostenibles;

Una movilidad urbana más sostenible, protegida y segura

40.  Señala que unas condiciones previas de seguridad adecuadas así como una gestión avanzada del tráfico y la velocidad generan una reducción drástica de las muertes en carretera y de los accidentes graves en las ciudades; señala que la existencia de un cuerpo de seguridad con la tarea de gestionar y regular el tráfico y efectuar controles consistentes de las infracciones de la seguridad vial, tales como el exceso de velocidad, la conducción bajo los efectos del consumo de alcohol, drogas y medicamentos, así como al uso de teléfonos móviles y otros dispositivos de comunicación e información, contribuiría a una disminución de los accidentes de circulación en las ciudades;

41.  Pide a los Estados miembros y a las autoridades locales que se replanteen la gestión de la velocidad a más tardar en 2020, teniendo en cuenta las condiciones locales, con el fin de garantizar la seguridad en las zonas residenciales y en los alrededores de las escuelas y los centros educativos y sociales, entre otras áreas, y que sopesen el desarrollo y diseño de una infraestructura vial más segura; pide a los Estados miembros y a las autoridades locales que utilicen todas las soluciones modernas, también la gestión avanzada inteligente del tráfico, a fin de proporcionar seguridad a todos los usuarios de la vía pública, incluidos los peatones; anima a las ciudades europeas a intercambiar las mejores prácticas en materia de gestión de la seguridad;

Innovación en el ámbito del transporte sostenible de mercancías

42.  Considera que el desarrollo de estrategias de logística urbana innovadora, sostenible y respetuosa con el medio ambiente, en las que participen los agentes privados y públicos, reviste una importancia fundamental para resolver los problemas medioambientales y de congestión del tráfico en las ciudades; estima que la logística debe fundamentarse en modalidades de transporte sostenibles; pide una mejor optimización de la cadena de suministro en las zonas urbanas, basada en nuevos tipos rentables de operaciones, tecnologías y modelos empresariales; destaca la importancia de PMUS que incluyan estrategias logísticas de comodalidad, y subraya que, en su caso, han de integrarse el ferrocarril, la navegación interior limpia y los puertos marítimos en las estrategias logísticas y los planes de movilidad urbana sostenible; pide a las autoridades competentes que reduzcan, donde sea posible, el tráfico de vehículos pesados por el centro de las ciudades;

43.  Señala que las zonas de alta densidad y algunas otras, como los centros comerciales, sufren un incremento del tráfico por carretera y de los problemas de congestión, y resalta la importancia de unas políticas de planificación eficaces y globales al objeto de conectar esas zonas mediante unos servicios de transporte público eficientes y servicios de entrega a domicilio inteligentes;

44.  Sugiere a la Comisión que desarrolle políticas que animen al sector del transporte de mercancías a renovar sus flotas para que sean más ecológicas y que alienten a las entidades locales a apoyar e incentivar a los operadores para que el transporte de mercancías urbano sea más sostenible; recuerda que el ferrocarril y otros medios de transporte más sostenibles, junto con unos intercambios y una logística bien planificados, pueden desempeñar una función importante a la hora de transportar mercancías a la periferia de las ciudades;

Minimizar los costes externos y realizar inversiones de mayor calidad

45.  Pone de relieve que los análisis coste-beneficio de las inversiones deberían orientarse a maximizar las ventajas externas para la sociedad y minimizar los costes externos que se derivan, por ejemplo, del cambio climático, los accidentes, la salud, el ruido, la contaminación del aire y el uso del espacio;

46.  Hace hincapié en que la movilidad urbana debe contribuir e integrarse plenamente en los objetivos de la UE en materia de uso eficaz de los recursos, en particular los vinculados a la economía circular;

47.   Recuerda que la tarificación vial y de los estacionamientos urbanos basada en los principios de no discriminación, interoperabilidad y de «quien contamina paga» puede formar parte de una política de movilidad urbana integrada;

48.  Recuerda el principio relativo al uso de los ingresos en lo que se refiere a la tarificación vial y pide que, donde proceda, un porcentaje de los ingresos derivados de la utilización de la infraestructura vial (tarificación vial o distintivo europeo) se destinen a la mejora de la movilidad urbana sostenible;

49.   Considera que la movilidad urbana debe reflejarse, siempre que ello sea adecuado y acorde con la legislación sobre las RTE-T, en las medidas del Instrumento Interconexión para Europa/Red Transeuropea de Transporte (RTE-T), incluidos el apoyo a los nodos urbanos y la integración de los planes de movilidad de las ciudades en zonas transfronterizas, ya que ambas medidas estimulan el desarrollo económico y social y refuerzan una mejor accesibilidad; considera que una interconexión eficiente entre diversos modos de transporte y entre redes de transporte, incluidas las redes periurbanas e interregionales, mejoraría la movilidad de los ciudadanos; respalda el desarrollo de sistemas integrados de expedición de billetes, que potencialmente podrían reforzar la accesibilidad del transporte público;

50.  Pide a la Comisión, a los Estados miembros y a las autoridades locales que aprovechen la nueva posibilidad de financiar proyectos urbanos que ofrece el Instrumento de Interconexión para Europa (IIE) para los nodos urbanos; recuerda que el IIE permite financiar los proyectos sinérgicos con un porcentaje de cofinanciación de la UE añadido en aquellos proyectos que aúnen el transporte, la energía y las telecomunicaciones, lo que abre enormes posibilidades para los proyectos urbanos; sugiere a la Comisión que estime una financiación de la UE adecuada para proyectos de movilidad urbana sostenible cuando revise los presupuestos del Fondo Europeo de Desarrollo Regional y del Fondo de Cohesión; pide a las autoridades competentes que garanticen que existe una relación sólida entre una política de movilidad urbana inteligente y sostenible y los proyectos de movilidad urbana, con financiación de los fondos de la UE, así como que establezcan objetivos e indicadores de utilización claros al objeto de evitar la infrautilización de los proyectos y la merma de los beneficios sociales y económicos que entrañan; reconoce la necesidad de nuevas formas de financiación sostenible del transporte público que garanticen la ecosostenibilidad, la digitalización y la accesibilidad, sirvan de estímulo para la economía de las zonas urbanas y creen nuevos puestos de trabajo;

51.  Toma nota de la reciente adopción del Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas (FEIE) y de la especial atención que en este instrumento se presta a las prioridades horizontales y a los proyectos de movilidad urbana inteligente y sostenible; pide a la Comisión y a los Estados miembros que apoyen los proyectos de movilidad urbana sostenible, aseguren las sinergias necesarias entre las diferentes fuentes y programas de financiación, y que desarrollen vínculos entre la movilidad urbana, la nueva Agenda Digital y la Unión de la Energía;

52.    Destaca la importancia de la creación de capacidades en las autoridades locales y en las áreas periurbanas para elaborar y aplicar estrategias de desarrollo integradas que mejoren la cooperación entre distintos territorios y favorezcan así la interdependencia y la complementariedad;

53.    Considera que las inversiones en transporte público sostenible no son tan solo una respuesta a los problemas de movilidad urbana, sino que incluyen también «elementos de renovación urbana» que tienen un impacto sobre el sistema económico general de la ciudad y facilitan la creación de un entorno urbano verde, así como el acceso a centros de actividades múltiples (comerciales, residenciales, de ocio, culturales y de enseñanza); subraya que una adecuada coordinación de la movilidad y la planificación urbana es esencial para maximizar el impacto de las inversiones;

54.    Pide que las iniciativas de promoción del empleo juvenil y otros Fondos EIE se usen también para fomentar el empleo en áreas que favorezcan el desarrollo de una movilidad urbana sostenible; subraya que la ejecución de proyectos de movilidad urbana tiene un impacto positivo en todas las regiones y en su población, mediante la promoción de la provisión de puestos de trabajo existentes e innovadores en los ámbitos pertinentes, también en las profesiones con escasez de mano de obra;

55.  Insta a la Comisión a que elabore estudios fácilmente accesibles acerca de los programas de movilidad urbana cofinanciados por la UE; solicita, además, que se facilite información comprensible sobre las oportunidades de cofinanciación de la UE de proyectos de transporte urbano; pide a la Comisión que, al gestionar los proyectos de transporte urbano financiados por la UE, garantice que: a) se han puesto en marcha herramientas de gestión para supervisar la calidad del servicio y el nivel de satisfacción de los usuarios cuando los proyectos entren en funcionamiento, b) los proyectos de movilidad urbana se han incluido en una política de movilidad sólida, y c) también las autoridades de los Estados miembros se ocupan de los puntos anteriores; pide a la Comisión que facilite, en el marco de su revisión intermedia de la utilización de los Fondos EIE, un análisis cuantitativo y cualitativo del apoyo prestado por la política de cohesión a la movilidad urbana sostenible;

Integración de las redes de sistemas de movilidad eficaz y fomento de la cooperación

56.    Pide a los Estados miembros que promuevan la gobernanza multinivel para fomentar la cooperación entre autoridades regionales, nacionales y europeas en la elaboración de políticas que incluyan el diseño, la aplicación y el seguimiento de aquellas políticas urbanas que tengan un claro impacto urbano;

57.  Recuerda la iniciativa de la Comisión relativa a la creación de una red de ciudadanos como una base adecuada para fomentar y apoyar las cadenas de movilidad sostenible intermodal basadas en el transporte a pie, en bicicleta, en el transporte público y colectivo, así como en los vehículos compartidos y puestos en común y los taxis;

58.  Pide a la Comisión que fomente e impulse el intercambio de las mejores prácticas y las orientaciones para abordar los desafíos de la movilidad urbana y que facilite la transferencia de conocimientos y tecnologías en el ámbito de la movilidad sostenible, en particular en beneficio de las partes interesadas públicas y privadas que desarrollen soluciones de movilidad sostenible y del sector de la economía social sin ánimo de lucro; sugiere a la Comisión que cree una red de movilidad sostenible con los ejemplos de mejores prácticas de planificación y uso del espacio; pide, además a los Estados miembros que animen a las ciudades a formar parte de la Asociación Europea para la Innovación - Ciudades y Comunidades Inteligentes; alienta a la Comisión y a los Estados miembros a poner en marcha campañas de sensibilización pública para promover una movilidad eficaz, sostenible y menos dependiente del uso de vehículos privados propulsados por combustibles convencionales;

59.  Apoya la labor del Observatorio de la movilidad urbana (ELTIS) y considera que debe mejorarse la comunicación sobre esta iniciativa, incluida su página web;

60.    Se congratula del trabajo realizado por la Comisión para coordinar y consolidar las iniciativas de la UE en materia de movilidad urbana, tales como Civitas 2020 en lo que respecta a la investigación y la innovación, el Observatorio de movilidad urbana para el intercambio de las mejores prácticas y experiencias, y la Plataforma de planes de movilidad urbana sostenible; pide a la Comisión que se esfuerce más a la hora de reducir la fragmentación y la falta de coordinación entre las iniciativas y programas de la UE existentes en este campo y que tenga en cuenta el éxito de programas como URBAN y URBACT; pide a la Comisión que aliente a las autoridades de los Estados miembros a crear redes de excelencia en el ámbito de la movilidad urbana, que continúe los esfuerzos de la iniciativa Civitas 2020 y que incentive a más ciudadanos de la UE a sumarse a este proyecto;

61.   Expresa su convencimiento de que deben hacerse esfuerzos adicionales en materia de establecimiento de relaciones y coordinación de los proyectos piloto de la UE, como Civitas, POLIS o ELTIS, y en lo que se refiere a la integración de las ciudades con su experiencia práctica y sus conocimientos técnicos en el marco de los debates sobre la aplicación de las políticas futuras en materia de movilidad; insta a la Comisión a que elabore para ello estudios fácilmente accesibles acerca de los programas de movilidad urbana cofinanciados por la UE; solicita además que se deje claro, de una manera sencilla para los usuarios, cómo obtener cofinanciación de la UE para proyectos de movilidad urbana; hace hincapié en la necesidad de financiar no solo infraestructuras, sino también servicios informáticos, procesos de control o proyectos interregionales, así como de crear asociaciones estratégicas entre la industria y las ciudades europeas con el fin de desarrollar los sistemas urbanos del futuro;

62.    Se muestra favorable a la existencia de un sólido vínculo entre los planes de movilidad y la sostenibilidad urbana y otras iniciativas como «Ciudades Inteligentes» o el Pacto de los Alcaldes, encaminadas a que las ciudades sean más sostenibles y autosuficientes; considera que el compromiso voluntario establecido en Pacto de los Alcaldes puede ser un instrumento que permita implicar a todas las partes interesadas en el proceso de elaboración de planes de movilidad y sostenibilidad que puedan publicitarse de manera rentable; acoge con satisfacción la iniciativa denominada «CiTIEs: Las ciudades del mañana: invertir en Europa» y pide a la Comisión que utilice las plataformas existentes para desarrollar herramientas de comunicación que reúnan a los agentes interesados en el ámbito del desarrollo urbano sostenible;

63.  Encarga a su Presidente que transmita la presente Resolución al Consejo y a la Comisión.

  • [1]  DO C 168 E de 14.6.2013, p. 72.
  • [2]  DO C 390 E de 18.12.2012, p. 10.
  • [3]  DO L 152 de 11.6.2008, p. 1.
  • [4]  DO L 171 de 29.6.2007, p.1.
  • [5]  DO L 188 de 19.7.2009, p.1.
  • [6]  Textos Aprobados, P8_TA(2015)0375.
  • [7]  Textos Aprobados, P7_TA(2013)0314.
  • [8]  DO C 290 de 14.11.1988, p. 51.
  • [9]  Textos aprobados, P7_TA(2013)0547.
  • [10]  DO L 134 de 30.4.2004, p. 1.
  • [11]  DO L 307 de 28.10.2014, p. 1.
  • [12]  Resolución de las Naciones Unidas 66/288 «El futuro que queremos», apartado 135.

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

Ciertamente, la movilidad no es un fin en sí, sino que debería ser un derecho para todos. Dentro de poco, el 80 % de los europeos vivirá en una ciudad. La misión de la movilidad es facilitar a todos, incluidas las personas de movilidad reducida, el acceso a los centros de enseñanza, al trabajo, a la cultura, a las actividades de ocio y a los servicios de salud. Sin embargo, debido al desmesurado uso del vehículo particular propulsado por combustibles tradicionales, la movilidad urbana se percibe en muchos casos como una lacra. La transición hacia modos de transporte más sostenibles progresa muy despacio. Hoy, el coche particular es nuestro medio de movilidad preferido: el 43 % de los kilómetros recorridos en el mundo son kilómetros de coche y, en Europa, de cada cuatro desplazamientos, tres se hacen en coche. La dependencia del coche y su corolario, la congestión del tráfico, que supone para el conjunto de ciudades europeas un coste estimado de unos 80 000 millones de euros, convierte a los ciudadanos en cautivos de una movilidad que, si no la eligieron como opción voluntaria, les viene dada. Esta dependencia del coche raya casi el ridículo, pues el 50 % de los desplazamientos en ciudad cubren distancias de menos de cinco kilómetros. Por consiguiente, el presente informe se propone contribuir a una reorientación de la movilidad urbana hacia modos de transporte más sostenibles, lo que nos permitirá estar a la altura de los retos de nuestro siglo: proteger el clima, la salud y el medioambiente, el bienestar y la seguridad de todos.

Se plantea una urgencia climática. En una época en que el recalentamiento de la Tierra es un desafío a escala mundial, el modo en que organizamos nuestra movilidad confiando sobre todo en el coche particular impide a la Unión Europea emplearse a fondo para alcanzar los objetivos fijados. Mientras que algunos sectores como la agricultura y la industria han reducido sus emisiones de efecto invernadero, en el sector de los transportes se ha registrado un incremento del 30 % desde 1990. En las ciudades, una cuarta parte de las emisiones de efecto invernadero procede de los transportes, principalmente del tráfico vial. Es fundamental que invirtamos esta tendencia si queremos que la Unión Europea alcance los objetivos en materia de emisiones que se ha fijado de cara al horizonte de 2030.

Estamos ante una urgencia sanitaria. La elevada proporción de los vehículos diésel en el parque móvil europeo encierra una amenaza para la calidad de vida, la salud y el medio ambiente. En los centros urbanos, la mala calidad del aire pone en peligro la salud de los residentes y de las personas que circulan por ellos a diario, y también de la población en general: en tanto en cuanto las grandes ciudades en la UE no cesen de palpitar al compás de sus propios picos de contaminación, habremos de resignarnos a aceptar una tasa anual de 400 000 muertes prematuras atribuibles a los efectos de las partículas finas emitidas por los vehículos diésel, que en Europa representan el 55 % del parque de vehículos. El elevado consumo de energías fósiles en los transportes es una tara importante para el balance energético de los Estados miembros de la Unión Europea y una hipoteca para su independencia. No debemos esperar más tiempo: de acuerdo con los pronósticos de las Naciones Unidas, en 2050, la contaminación será la principal causa de mortalidad en Europa.

Hay una urgencia para la vida de los usuarios de nuestras redes viarias. El actual modelo de movilidad urbana, basado principalmente en el coche particular, conlleva un riesgo permanente para la integridad física de los propios usuarios. El 38 % de las muertes en accidentes de tráfico se producen en el medio urbano. Si queremos mantener el esfuerzo en materia de seguridad vial e inclinar a la baja estas preocupantes cifras estadísticas, debemos diversificar indefectiblemente el transporte en las ciudades.

Se plantea finalmente una urgencia social. En el contexto de la crisis que vive la Unión Europea, muchos ciudadanos dedican una parte considerable de su tiempo y dinero a desplazarse de un sitio a otro, mientras que otros están privados de esta posibilidad. Por cuanto respecta a los primeros, ello se debe en la mayoría de los casos a la excesiva distancia entre la zona donde residen y el lugar donde han encontrado trabajo, o donde hacen sus compras, donde están los centros de atención médica y los servicios educativos. En el caso de los segundos, ya sean ancianos, personas de movilidad reducida o personas desfavorecidas, la razón estriba en la carestía de las tarifas.

Habida cuenta de la congestión de nuestros espacios urbanos y periurbanos, una movilidad distinta no solo es posible, sino indispensable. El objetivo es replantearse el modo en que nos desplazamos dentro de nuestras ciudades, ya sea en el ámbito del transporte de personas o de mercancías. De cara a este objetivo, deberíamos plantearnos de ahora en adelante cada uno de nuestros desplazamientos bajo el prisma del desarrollo sostenible. El desafío consiste en mantener permanentemente el equilibrio entre los impactos sociales, medioambientales y económicos del transporte y la satisfacción de las necesidades de las generaciones actuales y futuras. A este respecto, las Naciones Unidas definieron en 1992, en la Conferencia de Río, la movilidad sostenible como una política de transportes enfocada a conciliar la accesibilidad, el progreso económico y los objetivos ecológicos bajo el signo de la sostenibilidad.

Para lograr este propósito, la Unión Europea debe fijarse objetivos ambiciosos para que los Estados miembros, las autoridades regionales y los municipios puedan llevar juntos a la práctica el nuevo concepto de una movilidad urbana sostenible.

En vísperas de la Conferencia sobre el Cambio Climático (COP21), que la Unión Europea acogerá en breve, los Estados miembros y las autoridades locales deberán situar la eficiencia energética en el centro de sus políticas de movilidad urbana. Con este fin, la ponente propone a la Comisión Europea que, con carácter urgente, elabore con participación de todas las partes interesadas, en particular, los municipios, un paquete legislativo sobre «Transportes y clima» que fije para los transportes metas vinculantes de reducción de emisiones de efecto invernadero. Encarece a la Comisión que se dirija a los Estados miembros y las autoridades locales para alentarlos a alejar la erradicación del de los centros urbanos a partir de 2020, a reducir progresivamente la circulación de los automóviles de gasolina a partir de 2030 y a proponer su eliminación completa en 2050. A partir de estas tres condiciones indispensables se daría paso a un uso extensivo de las energías no fósiles al servicio de la movilidad urbana. Esta es una condición esencial para que la Unión Europea pueda cumplir sus compromisos, tanto a este respecto como en relación con la debida reducción de las emisiones de efecto invernadero.

Para alcanzar estos objetivos, deberá darse prioridad, en los planes de movilidad eléctrica, a modos de transporte limpios como los tranvías, los teleféricos, las bicicletas y el uso compartido de vehículos. Es importante que los Estados miembros realicen esfuerzos más decididos para impulsar el traslado modal de la carretera al transporte fluvial y ferroviario y que concedan particular importancia a regímenes intermodales que combinen los desplazamientos a pie, el uso de la bicicleta y los transportes públicos colectivos. A este respecto, la ponente propone como meta para 2025 impulsar vigorosamente el uso de la bicicleta en las áreas urbanas, y de cara al horizonte de 2030, redoblar la densidad de las redes de los transportes colectivos públicos y la frecuencia del servicio. Propone instaurar un Día Europeo de la Bicicleta para aproximar estas cuestiones más al público, y de un domingo sin coches cada seis meses, generalizando una experiencia ya puesta en funcionamiento en varias ciudades europeas como ensayo de un transporte neutro en términos de carbono.

No todos los Estados miembros y autoridades locales cuentan aún con planes de movilidad urbana sostenible. La ponente propone que la Comisión Europea trate de remediar estas carencias supeditando sus aportaciones a la movilidad urbana a la aplicación por las autoridades locales de planes de movilidad urbana sostenible. Encarece a los Estados miembros que velen por la elaboración y ejecución en las áreas urbanas de planes de movilidad urbana sostenible y la integración de los mismos en una estrategia más amplia de desarrollo territorial o urbano sostenible. La Comisión debería alentar a las autoridades a que, en el marco de estos planes, sitúen a los ciudadanos en el centro de las políticas de movilidad y les ofrezcan la posibilidad de ser consultados antes, durante y después de su adopción. Estos planes son también un medio para promover acciones en favor de los objetivos de la Unión en materia de emisiones de efecto invernadero, de contaminación acústica y aérea y de reducción de accidentes.

Para que la movilidad tenga un carácter sostenible mayor en las ciudades, hay que replantearse en serio la cuestión de la velocidad de los vehículos. La ponente pide a los Estados miembros y a las autoridades locales que, de cara al horizonte 2020, adopten un nuevo límite de velocidad de 30 km/h, como medida realmente efectiva para limitar el número de muertos y heridos en accidentes de tráfico y conseguir que los vehículos de motor sean más compatibles con otras formas de locomoción menos agresivas, como usar la bicicleta o desplazarse andando.

El concepto de la sostenibilidad de la movilidad urbana no debe dejar de lado el transporte de bienes y mercancías, que hoy por hoy es un factor de congestión y la causa de problemas medioambientales en el centro de las ciudades. La ponente hace un llamamiento en pos del lanzamiento de un plan europeo para la recuperación de los servicios de flete combinado, es decir, de un replanteamiento sostenible para los últimos kilómetros en el camino de los productos al lugar de destino. Una apuesta sumamente importante a este respecto será la generalización de un concepto de logística verde para las ciudades, con inclusión de elementos tales como un mayor uso de bicicletas de carga, de barcazas de carga, furgonetas eléctricas, tranvías y autobuses de carga.

Una movilidad urbana sostenible requiere inversiones de calidad al servicio de la colectividad. De esta manera podrá ayudar a contribuir a los objetivos de la Unión Europea relativos a la eficacia de los recursos, en particular, con respecto a aquellos relacionados con una «economía circular» creadora de empleo. Muchos países europeos tienen aún infraestructuras vetustas y costosas. Para mejorar la situación, la ponente propone que el 50 % de los ingresos de la euroviñeta se destinen a medidas de optimización de la movilidad urbana, y que el 75 % de los ingresos en concepto de peajes urbanos se usen para mantener y desarrollar las infraestructuras de transporte urbano. Asimismo hace un llamamiento a la Comisión Europea para que destine el 20 % de los fondos europeos como el FEDER, el IIE y los fondos de cohesión a proyectos de movilidad urbana sostenible. Confía finalmente en que la Comisión Europea, a través de sus programas marco de investigación y el Fondo Europeo de Inversiones Estratégicas (FEIE), preste apoyo a proyectos de investigación e innovación que tengan visos de ser aprovechables en los transportes urbanos.

Hoy y en el futuro, la movilidad urbana debería estar basada en amplia medida en la eco-movilidad y las redes de cooperación. En el marco de la puesta en marcha de nuevas fórmulas de movilidad urbana, como el uso compartido de vehículos, es muy importante que tales prácticas se inserten adecuadamente en la cadena de movilidad intermodal, junto con el uso de la bicicleta, el desplazamiento a pie y los transportes colectivos, toda vez que estos últimos deberían circular a intervalos más breves, generando así más empleos ecológicos.

OPINIÓN de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria (18.6.2015)

para la Comisión de Transportes y Turismo

sobre movilidad urbana sostenible
(2014/2242(INI))

Ponente de opinión: Eleonora Evi

SUGERENCIAS

La Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria pide a la Comisión de Transportes y Turismo, competente para el fondo, que incorpore las siguientes sugerencias en la propuesta de Resolución que apruebe:

A.  Considerando que la movilidad en numerosas ciudades europeas sigue en gran parte basada en el uso de vehículos privados de propulsión convencional y que, por consiguiente, el transporte europeo depende en un 96 % del petróleo o sus derivados, aproximadamente una tercera parte del consumo total de energía;

B.  Considerando que esta dependencia de los combustibles fósiles es la causa de aproximadamente el 23 % de las emisiones totales de CO2 en las zonas urbanas, y que el objetivo es reducir esas emisiones en un 80 % en 2050;

C.  Considerando que la urbanización sostenible desde el punto de vista social, económico y del medio ambiente podría ser uno de los principales motores del crecimiento económico inteligente, sostenible e integrador;

D.  Considerando que aproximadamente el 73 % de la población europea vive en ciudades y que se prevé que este porcentaje alcance el 82 % en 2050;

E.  Considerando que, según la Agencia Europea de Medio Ambiente, en 2011 al menos 125 millones de ciudadanos europeos estuvieron expuestos a niveles de contaminación sonora superiores al límite de seguridad de 55 dB, siendo la causa más importante el tráfico rodado;

F.  Considerando que un porcentaje de ciudadanos europeos – estimado entre un 15 % y un 40 % – está expuesto a concentraciones de partículas finas (PM 2,5 y PM 10), al ozono troposférico y al dióxido de nitrógeno, que exceden los niveles de calidad de la UE y considerando que ese porcentaje aumenta al 90 % si se tienen en cuenta las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS);

G.  Considerando que, según la Agencia Europea de Medio Ambiente, la contaminación atmosférica causada por partículas finas (PM 2,5) y el ozono troposférico ocasionaron respectivamente en 2011 alrededor de 430 000 y 16 000 muertes prematuras, lo que supone una cifra total 10 veces mayor que el número de muertes en accidentes automovilísticos en el mismo año;

H.  Considerando que al menos 9 000 muertes prematuras por enfermedades cardiovasculares al año se pueden achacar al ruido del tráfico;

I.  Considerando que tan solo en 2010 los costes en la salud causados por la contaminación atmosférica en la Unión Europea se estimaron entre 330 000 y 940 000 millones de euros, o sea, entre el 3 % y el 9 % del PIB de la Unión Europea;

J.  Considerando que, si se aplicaran las directrices de la OMS sobre la exposición humana a las partículas finas (PM2,5), se aumentaría prácticamente en veintidós meses la esperanza de vida media de los ciudadanos, además de lograrse un ahorro económico de aproximadamente 31 000 millones de euros al año;

K.  Considerando que la mejor medida disuasoria contra el transporte privado y una de las mejores maneras de aliviar los atascos es un transporte público, fácil y de calidad;

L.  Considerando que el uso de propulsores y medios de transporte alternativos hace necesario el desarrollo de la infraestructura necesaria, así como esfuerzos para cambiar la conducta relacionada con la movilidad de las personas;

M.  Considerando que la sostenibilidad del transporte urbano forma parte de una política más amplia de ordenación del territorio y que las zonas verdes urbanas pueden contribuir a paliar en parte el impacto de la contaminación producida por el tráfico;

N.  Considerando que la construcción de nuevas carreteras e infraestructuras tiene un notable impacto paisajístico y en el medio ambiente, y puede estimular aún más el uso de vehículos privados como consecuencia de una mayor capacidad de la carretera;

O.  Considerando que los servicios de transporte de alta calidad son fundamentales para las personas que viven en las zonas urbanas a fin de satisfacer sus necesidades de movilidad en relación con su vida profesional y sus actividades de formación, turismo y ocio; considerando que el transporte urbano sostenible puede contribuir a reducir el consumo de energía, la contaminación atmosférica y acústica, el número de accidentes, la congestión del tráfico, el uso de la tierra y el sellado del suelo;

P.  Considerando que, según datos del Eurobarómetro Especial 406 publicado en 2013, aproximadamente el 50 % de los ciudadanos de la UE utiliza a diario el vehículo privado, mientras que solo el 16 % utiliza el transporte público y el 12 % la bicicleta;

Q.  Considerando que, según el mismo informe, los ciudadanos de la UE consideran que la disminución de los precios del transporte público (59 %), la mejora del servicio de transporte público (56 %) y la mejora de las infraestructuras para bicicletas (33 %) constituyen medidas eficaces para mejorar la movilidad urbana;

R.  Considerando que, por motivos geográficos e históricos, las ciudades europeas pueden presentar grandes diferencias en cuanto a necesidades en materia de infraestructuras;

S.  Considerando que la movilidad urbana y la gestión del transporte urbano forman parte del ámbito de competencias de las entidades locales y regionales, que conciben y llevan a cabo estas políticas públicas en su territorio, en conjunción con el marco nacional en vigor y la agenda urbana de la Unión Europea;

T.  Considerando que es preocupante que la Comisión plantee desarrollar conceptos de transporte a escala europea que después deberán adaptarse a las circunstancias de cada Estado miembro; considerando que, en lugar de adoptar un enfoque que vaya de lo general a lo particular, y teniendo en cuenta la necesidad de establecer normas y estándares comunes, sería preferible adoptar un enfoque que lleve de lo particular a lo general, poniendo en práctica en paralelo proyectos experimentales sobre el terreno que fomenten la innovación; considerando que, en consecuencia, apoya con firmeza la creación de plataformas para el intercambio de experiencias entre las partes interesadas locales a fin de facilitar la difusión de los conceptos que hayan dado un buen resultado;

1.  Pide a los Estados miembros que reduzcan las necesidades de transporte mediante la promoción, entre otras cosas, del teletrabajo, las tecnologías de la información y las teleconferencias, así como mediante la mejora de la movilidad en las empresas; pide a la Comisión, por tanto, que siga desarrollando la legislación en vigor en virtud de la Directiva 2010/40/UE relativa a los sistemas de transporte inteligentes (STI), que podría contribuir a aumentar la eficiencia del transporte, reducir las emisiones de CO2, mejorar la calidad del aire y reducir la contaminación acústica, y pide a los Estados miembros que fomenten el desarrollo de las tecnologías inteligentes, incluidos los STI, y los sistemas de infomovilidad, así como que impulsen la planificación y gestión sostenibles de la movilidad urbana (en especial en el sector logístico), las estrategias de optimización de los desplazamientos entre el domicilio y el lugar de trabajo y los sistemas de medios de transporte intermodal y multimodal, teniendo en cuenta que el transporte público es mucho más atractivo cuando el «último kilómetro» es fácil de recorrer; alienta a los Estados miembros a que garanticen la participación activa de todas las partes interesadas, incluido el público en general, en las actividades de planificación mencionadas anteriormente;

2.  Celebra que la Comisión apoye el establecimiento de directrices para la elaboración y ejecución de planes de movilidad urbana sostenible que permitan incluir las medidas previstas en el marco de una estrategia urbana y territorial y promuevan un desarrollo equilibrado y una mayor integración de los distintos modos de movilidad urbana; apoya a la Comisión para la creación de una plataforma europea de planes de movilidad urbana sostenible con miras a una mejor coordinación del apoyo de la Unión Europea y a la cooperación con las entidades locales y regionales en el intercambio de buenas prácticas, así como la elaboración y ejecución de planes de movilidad urbana sostenible;

3.  Pide a los Estados miembros que promuevan el transporte público con el fin de duplicar su utilización en 2030, entre otras cosas mediante la aplicación de soluciones informáticas como la compra a distancia de billetes electrónicos, y que apoyen los diferentes sistemas de uso compartido del automóvil, los servicios de transporte a la carta y la promoción de sistemas de propulsión eléctrica para el transporte público local; pide a los Estados miembros que desarrollen, cuando proceda, sistemas de funiculares y teleféricos en localidades de montaña o de colinas a fin de mitigar el tráfico urbano;

4.  Pide a los Estados miembros que establezcan zonas únicamente accesibles a los transportes públicos, las bicicletas, los peatones, los vehículos de emisiones cero y los vehículos utilizados para los sistemas de vehículos compartidos y de uso compartido del coche;

5.  Pide a los Estados miembros que desarrollen una amplia red de instalaciones de carga para los vehículos eléctricos a través de sistemas innovadores como los que utilizan la infraestructura de alumbrado público, y que fomenten la implantación de instalaciones de recarga en zonas de estacionamiento privado, por ejemplo, en los centros comerciales, y recuerda las disposiciones establecidas en la Directiva 2014/94/UE para la implantación de infraestructuras para los combustibles alternativos, por ejemplo en lo que se refiere a gas natural;

6.  Insta a la Comisión y a los Estados miembros a que creen las condiciones necesarias para establecer sistemas transfronterizos y multimodales de planificación de itinerarios, reserva y pago de viajes, ya que la necesidad de utilizar diversas plataformas de información y sistemas de pago supone un obstáculo considerable para lograr la aceptación e incrementar la demanda de los regímenes intermodales de transporte;

7.  Insta a los Estados miembros a que protejan a los más vulnerables mediante la mejora de la seguridad de los peatones, la eliminación de las barreras arquitectónicas, el apoyo a la creación de rutas seguras solo para peatones y rutas seguras entre la casa y la escuela; pide, además, a los Estados miembros que mejoren la movilidad habilitando carriles seguros para bicicletas y aparcamientos de bicicletas, así como que promuevan e implanten servicios para compartir bicicletas; pide a la Comisión y a los Estados miembros que, con el fin de estimular más la movilidad de las bicicletas, presenten enmiendas a la Convención de Viena sobre la circulación vial con el fin de modernizar las normas de tráfico en las zonas urbanas para garantizar que la mejor protección posible para los ciclistas;

8.  Pide, además, a la Comisión que presente una propuesta legislativa para desarrollar el mercado único de soluciones innovadoras para la movilidad urbana;

9.  Pide a la Comisión, a los Estados miembros y a las entidades locales y regionales que incorporen plenamente los criterios de sostenibilidad a la hora de adjudicar contratos públicos en el ámbito del transporte y la logística;

10.  Insta a los Estados miembros a que utilicen una parte de sus ingresos procedentes de los impuestos especiales o del impuesto de circulación de vehículos privados para reducir las tarifas de transporte público urbano con el objetivo de hacer gratuito su uso para los residentes, y a que reconsideren los sistemas de tarifas del transporte público y den preferencia a los sistemas a tanto alzado;

11.  Pide a los Estados miembros que contemplen eliminar las subvenciones directas e indirectas para los vehículos que utilicen combustibles fósiles tradicionales; pide a los Estados miembros que consideren la posibilidad de introducir incentivos fiscales para los vehículos eléctricos, como la reducción del tipo del IVA o la exención de impuesto de circulación, y que apoyen los incentivos económicos a las empresas que concedan prestaciones complementarias para fomentar la movilidad sostenible entre los trabajadores, a los operadores turísticos que ofrezcan a sus clientes soluciones de transporte urbano sostenible y a las pymes que produzcan bienes o servicios destinados a la movilidad urbana sostenible;

12.  Pide a los Estados miembros que, a la hora de poner en marcha los planes de desguace de automóviles, consideren la posibilidad de apoyar, en orden decreciente, la utilización de los sistemas públicos de transporte colectivo, los vehículos eléctricos, los vehículos impulsados por hidrógeno, incluidos los que utilicen reformadores de metano, los vehículos de metano, los vehículos híbridos y los vehículos GLP;

13.  Pide a la Comisión que realice evaluaciones, dentro de los diferentes planes de los Estados miembros, sobre la ubicación de las estaciones de medición y control de la contaminación atmosférica en las principales aglomeraciones urbanas que presentan problemas de calidad del aire, teniendo en cuenta que la escasa implantación de dichas estaciones puede falsear los datos, con el correspondiente riesgo para la salud de la población;

14.  Opina que el plan Juncker debe desempeñar un papel esencial en la financiación de proyectos de transporte e infraestructura urbana sostenibles y pide a la Comisión y a los Estados miembros que incrementen su apoyo financiero a los proyectos de movilidad urbana sostenible, para garantizar las sinergias necesarias entre las diferentes fuentes y programas de financiación, y que desarrollen vínculos entre la movilidad urbana, la nueva agenda digital y la unión de la energía; pide a los Estados miembros que garanticen la aplicación eficaz del transporte público, en particular a través de sistemas de transporte electrificados, que conecten las zonas urbanas y periurbanas y que respondan de forma sostenible y eficaz a las necesidades de desplazamiento antes de invertir en la construcción de nuevas carreteras y autopistas;

15.  Pide a la Comisión y a los Estados miembros que fomenten el intercambio de las mejores prácticas para facilitar la transferencia de conocimientos y tecnologías en el ámbito de la movilidad sostenible, en particular con vistas a ayudar a las regiones en desarrollo; pide asimismo a la Comisión y a los Estados miembros que apoyen programas de investigación sobre nuevas tecnologías, nuevos modelos empresariales y nuevas prácticas integradas de movilidad urbana sostenible y de logística urbana, y que pongan en marcha campañas de sensibilización pública para promover la movilidad, que sea eficaz, sostenible y menos dependiente del uso de vehículos privados de propulsión convencional.

RESULTADO DE LA VOTACIÓN FINAL EN COMISIÓN

Fecha de aprobación

17.6.2015

 

 

 

Resultado de la votación final

+:

–:

0:

53

8

0

Miembros presentes en la votación final

Marco Affronte, Pilar Ayuso, Zoltán Balczó, Lynn Boylan, Nessa Childers, Alberto Cirio, Birgit Collin-Langen, Mireille D’Ornano, Miriam Dalli, Seb Dance, Angélique Delahaye, Stefan Eck, Bas Eickhout, Eleonora Evi, José Inácio Faria, Karl-Heinz Florenz, Iratxe García Pérez, Elisabetta Gardini, Gerben-Jan Gerbrandy, Jens Gieseke, Julie Girling, Sylvie Goddyn, Matthias Groote, Françoise Grossetête, Andrzej Grzyb, Anneli Jäätteenmäki, Jean-François Jalkh, Benedek Jávor, Karin Kadenbach, Kateřina Konečná, Giovanni La Via, Peter Liese, Norbert Lins, Susanne Melior, Miroslav Mikolášik, Massimo Paolucci, Gilles Pargneaux, Piernicola Pedicini, Pavel Poc, Marcus Pretzell, Frédérique Ries, Annie Schreijer-Pierik, Davor Škrlec, Renate Sommer, Dubravka Šuica, Tibor Szanyi, Jadwiga Wiśniewska, Damiano Zoffoli

Suplentes presentes en la votación final

Nikos Androulakis, Renata Briano, Nicola Caputo, James Nicholson, Marijana Petir, Sirpa Pietikäinen, Gabriele Preuß, Bart Staes, Tom Vandenkendelaere

Suplentes (art. 200, apdo. 2) presentes en la votación final

Damian Drăghici, Fredrick Federley, Anthea McIntyre, Jens Nilsson

OPINIÓN de la Comisión de Desarrollo Regional (22.6.2015)

para la Comisión de Transportes y Turismo

sobre la movilidad urbana sostenible
(2014/2242(INI))

Ponente: Ramón Luis Valcárcel Siso

SUGERENCIAS

La Comisión de Desarrollo Regional pide a la Comisión de Transportes y Turismo, competente para el fondo, que incorpore las siguientes sugerencias en la propuesta de Resolución que apruebe:

1.  Señala que más del 70 % de la población de la UE vive en las ciudades, lo que representa en torno al 85 % del PIB de la UE, y que la movilidad urbana sostenible adquiere cada vez mayor importancia dentro de la política de cohesión al tratarse de un elemento clave e impulsor del empleo y del crecimiento inteligente, sostenible e integrador; considera que los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos (Fondos EIE), y en especial el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), deben contribuir a la financiación, a través de programas operativos, de los planes de movilidad urbana sostenible (PMUS) para ciudades y regiones, así como en la UE en su conjunto, apoyando el uso de formas limpias, accesibles e innovadoras de transporte urbano que favorezcan la multimodalidad y la movilidad en un contexto territorial más amplio, incluida la movilidad transfronteriza; recuerda, en este sentido, que en el sector del transporte el tráfico —tanto en circulación como en las retenciones — tiene un fuerte impacto sobre el entorno urbano y la calidad de vida de los ciudadanos, y considera que un sistema de transporte eficiente puede promoverse mediante una cooperación público-privada en que se repartan los costes y las posibilidades de desarrollar un sistema de licitación innovador y eficiente con vistas a generar un ahorro importante y a poner en común los conocimientos técnicos de las diferentes autoridades; destaca la importancia de respetar el principio de asociación en la fase de programación y ejecución de los programas operativos, con el fin de lograr la plena participación de los interlocutores sociales, las organizaciones profesionales, los centros de investigación y las empresas;

2.  Pide a la Comisión que evalúe los avances realizados y que facilite, en el marco de su revisión intermedia de la utilización de los Fondos EIE, un análisis cuantitativo y cualitativo del apoyo prestado por la política de cohesión a la movilidad urbana sostenible;

3.  Insta a la Comisión Europea, a los Estados miembros y a las autoridades regionales y locales a que evalúen y auditen los planes de movilidad urbana conforme a los objetivos y los retos establecidos por la estrategia de Transporte 2050;

4.  Subraya que, dada la necesidad de reducir el impacto negativo que sobre el medio ambiente provoca el hecho de que el sector del transporte europeo sea abrumadoramente dependiente del petróleo o de sus derivados, los Fondos EIE deben usarse sistemáticamente para el desarrollo y la ejecución de PMUS globales e integrados de manera que las medidas en favor de la movilidad urbana se refuercen mutuamente y de forma complementaria en un contexto de ordenación territorial lo más amplio posible, sin generar necesidades de transporte adicionales por uso excesivo de vehículos de turismo y haciendo hincapié en un sistema de transporte integrado y basado en la cooperación entre sus diferentes modalidades;

5.  Recuerda que tanto la promoción del transporte sostenible y de la mejora de la infraestructura de red como la promoción de la adaptación al cambio climático y la prevención y gestión de riesgos se encuentran entre los objetivos temáticos de la política de cohesión 2014-2020;

6.  Hace especial hincapié en los numerosos efectos nocivos del actual modelo de transporte en los elementos fundamentales del patrimonio ambiental, como el aire, el agua y el suelo, y en los diversos ecosistemas;

7.  Considera que, en consecuencia, resulta indispensable garantizar el desarrollo y la promoción de los PMUS y de la sostenibilidad urbana en todas las ciudades, zonas urbanas funcionales y regiones europeas, con un análisis de las necesidades y los objetivos en relación con las infraestructuras de movilidad, teniendo en cuenta los modos y medios de transporte que resulten complementarios en un contexto de desarrollo espacial global y territorial, fomentando el transporte limpio, sostenible, seguro, eficaz y eficiente en el uso de la energía, favoreciendo la interconexión de las zonas urbanas y periurbanas, y promoviendo un mayor grado de autosuficiencia, competitividad, crecimiento económico y seguridad vial, así como mejores condiciones de empleo; señala asimismo que la política de transporte urbano, incluida la creación de alternativas de transporte para reducir la demanda de desplazamientos en transporte individual, recae también bajo la competencia de las ciudades y de las autoridades locales;

8.  Subraya el potencial que tiene la movilidad urbana sostenible de dotar de mayor atractivo a las ciudades y las regiones europeas— tanto para los inversores como para sus habitantes—, al mejorar la accesibilidad y la seguridad de las carreteras y reducir el tráfico y la contaminación; está convencido del papel positivo que podría desempeñar en la conciliación de la vida laboral y personal al reducir el tiempo de desplazamientos; invita a las autoridades regionales y locales a promover soluciones innovadoras en el ámbito de la movilidad urbana sostenible;

9.  Pide a los Estados miembros que promuevan la gobernanza multinivel para fomentar la cooperación entre autoridades regionales, nacionales y europeas en la elaboración de políticas que incluyan el diseño, la aplicación y el seguimiento de aquellas políticas urbanas que tengan un claro impacto urbano;

10.  Considera que las inversiones en transporte público sostenible no son tan solo una respuesta a los problemas de movilidad urbana, sino que incluyen también «elementos de renovación urbana» que tienen un impacto sobre el sistema económico general de la ciudad y facilitan la creación de un entorno urbano verde, así como el acceso a centros multiactividades (comerciales, residenciales, de ocio, culturales y de enseñanza). Subraya que una adecuada coordinación de la movilidad y la planificación urbana es esencial para maximizar el impacto de las inversiones;

11.  Señala que el transporte en bicicleta desempeña un papel importante en la planificación contemporánea de la movilidad urbana sostenible y que este modo de transporte contribuye a prevenir la congestión del tráfico; hace hincapié en que, en las obras de construcción o de mantenimiento de las carreteras, debería preverse de forma rutinaria la integración de carriles y vías separados para ciclistas y peatones;

12.  Reconoce la calidad y la diversidad del empleo que ofrecen los operadores de transporte público, y los beneficios asociados para la economía; pide a la Comisión que supervise y evalúe la contribución del transporte público al empleo verde y a las estrategias de crecimiento verde a nivel nacional y europeo;

13.  Pide que las iniciativas de promoción del empleo juvenil y otros Fondos EIE se usen también para fomentar el empleo en áreas que favorezcan el desarrollo de una movilidad urbana sostenible; Subraya que la implementación de proyectos de movilidad urbana tiene un impacto positivo tanto en todas las regiones como en su población, mediante la promoción de la provisión de puestos de trabajo existentes e innovadores en los ámbitos pertinentes, incluyendo las profesiones con escasez de mano de obra;

14.  Cree firmemente que la Plataforma de la Comisión de planes de movilidad urbana sostenible debe proporcionar un sólido apoyo a las ciudades y las regiones en el diseño y la puesta en marcha de los PMUS; hace hincapié en la importancia de tener presentes a todas las ciudades, independientemente de su tamaño, a la hora de invertir en movilidad urbana, así como en la función clave que las ciudades y regiones europeas han de desempeñar en el impulso y la promoción de la movilidad urbana sostenible; pide que participen en la Plataforma Europea y en el Grupo de expertos de Estados miembros sobre movilidad urbana los representantes de las autoridades locales y regionales de distintos tamaños, así como los representantes de las distintas partes interesadas (p. ej. las asociaciones de ciclistas);

15.  Considera que sería conveniente promover el intercambio de mejores prácticas de movilidad urbana con el fin de dar más rápida difusión a las soluciones más innovadoras y a la consecución de los objetivos de la UE en este ámbito;

16.  Pide a las autoridades que fomenten el desarrollo de sistemas de carga de terminales para vehículos eléctricos e híbridos apropiados para todas las vías y que promuevan el uso de medios alternativos de transporte, una solución de movilidad integrada, la creación de zonas de acceso exclusivo para determinados tipos de vehículos y el uso sostenible de vehículos eléctricos limpios, bicicletas, trolebuses y tranvías y de combustibles limpios y bioetanol para combatir el calentamiento global, con objeto de mejorar la calidad de vida a largo plazo que acompaña al desarrollo de sistemas de transporte inteligentes e intermodales que garanticen la información móvil y la continuidad territorial entre los centros urbanos y sus zonas periurbanas;

17.  Pide a las autoridades que promuevan fórmulas para reducir la demanda de transporte potenciando, por ejemplo, el uso del teletrabajo y de las herramientas de TIC, y que tomen nota de los datos de la encuesta del Eurobarómetro que revelan que los ciudadanos de la UE se muestran preocupados por las consecuencias negativas del aumento del tráfico en las ciudades y señalan la congestión del tráfico (76%), la calidad del aire (81%) y la siniestralidad (73%) como los problemas más graves; pide a la Comisión que supervise las nuevas formas de movilidad relacionadas con el transporte (por ejemplo, los vehículos autoconducidos), que lleve a cabo en cooperación con los Estados miembros un análisis de todas las medidas disponibles para contribuir a reducir el número de lesiones y muertes, en especial de peatones y ciclistas, y que promueva el uso de bicicletas en las ciudades e invierta en carriles bici y en medidas para concienciar a los usuarios de la red vial respecto a la seguridad de los ciclistas; señala que la bicicleta desempeña un papel importante en la planificación contemporánea de la movilidad urbana sostenible y que este modo de transporte contribuye a prevenir la congestión del tráfico; hace hincapié en que, en las obras de construcción o de mantenimiento de las carreteras, debería preverse de forma rutinaria la integración de carriles y vías separados para ciclistas y peatones; reitera al respecto que un mayor uso de la bicicleta en las ciudades mejora el tráfico y la salud pública, además de reducir la huella de carbono, y que puede, además, contribuir a los objetivos Europa 2020; pide a los Estados miembros que sigan construyendo rondas de circunvalación para que el número de vehículos que pasan innecesariamente por los cascos urbanos se reduzca todo lo posible, y pide a la Comisión que busque maneras de respaldar financieramente estos proyectos; subraya que es necesario seguir trabajando por reducir el número de coches en el casco urbano; pide a las autoridades locales que promuevan políticas para fomentar el transporte ecológico dando facilidades, reduciendo impuestos y estableciendo certificados ecológicos;

18.  Destaca la importancia de la conexión transfronteriza de las ciudades en el proceso de planificación urbana, en la medida que fomenta el desarrollo regional; destaca que debería fomentarse la interconexión de las redes de tranvía y autobús de las ciudades separadas por una frontera pero que constituyen una zona funcional integrada;

19.  Pide a la Comisión que elabore normas que permitan obtener una armonización y coherencia generales en la regulación del aparcamiento y el acceso de vehículos a las áreas urbanas, la clasificación de los vehículos, los diferentes tipos de emisiones, las señales de tráfico, los sistemas de transporte adaptados a las necesidades de las personas con discapacidad y las disposiciones técnicas relativas a los sistemas de transporte inteligentes, y que potencie el impulso de las zonas peatonales y la protección de las zonas históricas y, en general, la mejora ambiental y de la movilidad ciudadana; recuerda que la piedra angular de los PMUS es la calidad de vida, uno de cuyos corolarios es la liberación de las ciudades de la congestión del tráfico y la planificación de instalaciones de aparcamiento, con el fin de garantizar la libre circulación de los peatones y promover el atractivo de los centros urbanos; pide a la Comisión que apoye las fórmulas de transporte público, coordinado, integrado y estratégico para aliviar las redes de transporte, las vías urbanas y de acceso a los centros de trabajo, con vistas a mejorar la calidad de vida de las personas y favorecer el equilibrio entre la vida personal y la vida profesional aumentando al mismo tiempo la productividad; pide asimismo a las autoridades que incrementen el uso de tecnologías inteligentes que ayuden a resolver los problemas relacionados con la movilidad urbana, como por ejemplo la instalación de sensores por satélite a bordo de los vehículos y el billetaje inteligente;

20.  Se congratula del trabajo realizado por la Comisión para coordinar y consolidar las iniciativas de la UE en materia de movilidad urbana, tales como CIVITAS 2020 en lo que respecta a la investigación y la innovación, el Observatorio de movilidad urbana para el intercambio de las mejores prácticas y experiencias, y la Plataforma de planes de movilidad urbana sostenible; pide a la Comisión que se esfuerce más a la hora de reducir la fragmentación y la falta de coordinación entre las iniciativas y programas de la UE existentes en este campo y que tenga en cuenta el éxito de programas como URBAN y URBACT; pide a la Comisión que aliente a las autoridades de los Estados miembros a crear redes de excelencia en el ámbito de la movilidad urbana, que continúe los esfuerzos de la iniciativa CIVITAS 2020 y que incentive a más ciudadanos de la UE a sumarse a este proyecto;

21.  Solicita a la Comisión que establezca guías, recomendaciones e indicadores en materia de movilidad urbana que faciliten el diálogo y el intercambio de buenas prácticas de movilidad sostenible entre los diferentes actores implicados y oriente las estrategias que deban seguirse en materia de política urbana;

22.  Se muestra favorable a la existencia de un sólido vínculo entre los planes de movilidad y la sostenibilidad urbana y otras iniciativas como «Ciudades Inteligentes» o el Pacto de los Alcaldes, orientadas hacia la obtención de ciudades más sostenibles y autosuficientes; considera que el compromiso voluntario establecido en Pacto de los Alcaldes puede ser un instrumento que permita implicar a todas las partes interesadas en el proceso de elaboración de planes de movilidad y sostenibilidad publicables de manera rentable; acoge con satisfacción la iniciativa titulada «CiTIEs – Cities of Tomorrow: Investing in Europe» y pide a la Comisión que utilice las plataformas existentes para desarrollar herramientas de comunicación que reúnan a los agentes interesados en el ámbito del desarrollo urbano sostenible;

23.  Considera que el Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas (FEIE) puede desempeñar un papel clave en la financiación de los proyectos de transporte urbano sostenible; cree, en consecuencia, que ha de establecerse una planificación estratégica sólida y ha de garantizarse la coherencia entre los proyectos de movilidad urbana financiados por el FEIE y los objetivos y prioridades ya fijados por las autoridades locales, regionales, nacionales y europeas en materia de movilidad urbana. pide, por consiguiente, a la Comisión que incluya a las autoridades públicas como posibles beneficiarias de la financiación a través de los Fondos EIE;

24.  Destaca la importancia de la creación de capacidades a nivel de las autoridades locales y en las áreas periurbanas para elaborar y aplicar estrategias de desarrollo integradas que fomenten las condiciones para cooperar entre distintos territorios y favorecer así la interdependencia y la complementariedad;

25.  Pide a la Comisión y a los Estados miembros que garanticen la complementariedad y las sinergias entre el FEIE, los fondos EIE y los programas e iniciativas subvencionados por la UE, así como con las inversiones públicas nacionales y los instrumentos de financiación privados para obtener el máximo valor añadido de las inversiones efectuadas;

26.  Pide a los Estados miembros que desarrollen o reevalúen sus propias estrategias para el desarrollo del transporte público y el transporte no motorizado, con el fin de garantizar una movilidad urbana de alta calidad, la protección del medio ambiente y la calidad de vida.

RESULTADO DE LA VOTACIÓN FINAL EN COMISIÓN

Fecha de aprobación

17.6.2015

 

 

 

Resultado de la votación final

+:

–:

0:

29

3

1

Miembros presentes en la votación final

Pascal Arimont, José Blanco López, Franc Bogovič, Steeve Briois, Rosa D’Amato, Bill Etheridge, Michela Giuffrida, Ivan Jakovčić, Constanze Krehl, Martina Michels, Iskra Mihaylova, Andrey Novakov, Stanislav Polčák, Julia Reid, Terry Reintke, Monika Smolková, Maria Spyraki, Olaf Stuger, Ramón Luis Valcárcel Siso, Ángela Vallina, Monika Vana, Matthijs van Miltenburg, Lambert van Nistelrooij, Kerstin Westphal

Suplentes presentes en la votación final

Petras Auštrevičius, Daniel Buda, Salvatore Cicu, Ivana Maletić, Jan Olbrycht

Suplentes (art. 200, apdo. 2) presentes en la votación final

Edward Czesak, Jens Nilsson, Georgi Pirinski, Daniele Viotti

RESULTADO DE LA VOTACIÓN FINALEN LA COMISIÓN COMPETENTE PARA EL FONDO

Fecha de aprobación

10.11.2015

 

 

 

Resultado de la votación final

+:

–:

0:

37

5

5

Miembros presentes en la votación final

Daniela Aiuto, Marie-Christine Arnautu, Georges Bach, Izaskun Bilbao Barandica, Deirdre Clune, Michael Cramer, Andor Deli, Karima Delli, Isabella De Monte, Ismail Ertug, Jacqueline Foster, Bruno Gollnisch, Tania González Peñas, Dieter-Lebrecht Koch, Merja Kyllönen, Bogusław Liberadzki, Peter Lundgren, Marian-Jean Marinescu, Cláudia Monteiro de Aguiar, Renaud Muselier, Jens Nilsson, Markus Pieper, Salvatore Domenico Pogliese, Tomasz Piotr Poręba, Gabriele Preuß, Christine Revault D’Allonnes Bonnefoy, Dominique Riquet, Massimiliano Salini, Claudia Schmidt, Jill Seymour, Claudia Tapardel, Keith Taylor, Pavel Telička, István Ujhelyi, Wim van de Camp, Elissavet Vozemberg-Vrionidi, Janusz Zemke, Kosma Złotowski, Elżbieta Katarzyna Łukacijewska

Suplentes presentes en la votación final

Rosa Estaràs Ferragut, Massimo Paolucci, Evžen Tošenovský, Matthijs van Miltenburg

Suplentes (art. 200, apdo. 2) presentes en la votación final

Clara Eugenia Aguilera García, Paul Brannen, Jiří Maštálka, Flavio Zanonato