INFORME sobre el Informe de la UE de 2015 sobre la coherencia de las políticas en favor del desarrollo

2.5.2016 - (2015/2317(INI))

Comisión de Desarrollo
Ponente: Cristian Dan Preda


Procedimiento : 2015/2317(INI)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento :  
A8-0165/2016

PROPUESTA DE RESOLUCIÓN DEL PARLAMENTO EUROPEO

sobre el Informe de la UE de 2015 sobre la coherencia de las políticas en favor del desarrollo

(2015/2317(INI))

–  Visto el artículo 208 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, que establece que «la Unión tendrá en cuenta los objetivos de la cooperación para el desarrollo al aplicar las políticas que puedan afectar a los países en desarrollo»,

–  Visto el artículo 21 del Tratado de la Unión Europea, que establece que la acción de la Unión en la escena internacional se basará en los principios que han inspirado su creación, desarrollo y ampliación y que pretende fomentar en el resto del mundo: la democracia, el Estado de Derecho, la universalidad e indivisibilidad de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, el respeto de la dignidad humana, los principios de igualdad y solidaridad y el respeto de los principios de la Carta de las Naciones Unidas y del Derecho internacional,

–  Vistos los apartados 9 y 35 de la Declaración conjunta del Consejo y de los representantes de los Gobiernos de los Estados miembros reunidos en el seno del Consejo, del Parlamento Europeo y de la Comisión sobre la política de desarrollo de la Unión Europea titulada «El consenso europeo sobre desarrollo»[1],

–  Vistos las sucesivas conclusiones del Consejo, los informes bienales de la Comisión y las resoluciones del Parlamento sobre la coherencia de las políticas en favor del desarrollo (CPD), en particular su Resolución, de 13 de marzo de 2014, sobre el Informe de la Unión de 2013 sobre la coherencia de las políticas en favor del desarrollo[2],

–  Vistos el quinto informe bienal de la Comisión sobre la CPD y, en particular, su documento de trabajo sobre la coherencia de las políticas en favor del desarrollo, publicado en agosto de 2015 (SWD(2015)0159),

–  Vista la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, adoptada en la Cumbre sobre el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas celebrada en Nueva York en 2015, que incluye el objetivo de «mejorar la coherencia de las políticas para el desarrollo sostenible» (objetivo 17.14)[3],

–  Visto el Consenso Europeo sobre Desarrollo de diciembre de 2005,

–  Visto el documento final del Cuarto Foro de Alto Nivel sobre la Eficacia de la Ayuda, de diciembre de 2011, sobre la asociación para una Cooperación al Desarrollo Eficaz,

–  Visto el artículo 52 de su Reglamento,

–  Vistos el informe de la Comisión de Desarrollo y la opinión de la Comisión de Comercio Internacional (A8-0165/2016),

A.  Considerando que, en sus Conclusiones sobre el quinto informe bienal sobre la CPD, de octubre de 2015, el Consejo destaca que la CPD constituirá una parte importante de la contribución de la Unión para conseguir el objetivo más amplio de coherencia de las políticas en favor del desarrollo sostenible;

B.  Considerando que la adopción de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible representa un nuevo reto para la consecución de la CPD, puesto que establece un único conjunto universal de objetivos de desarrollo aplicable a todos países;

C.  Considerando que la Unión debe asumir el liderazgo en la promoción de la CPD;

D.  Considerando que 1 500 millones de personas viven todavía en la pobreza y padecen privaciones en materia de salud, educación y nivel de vida; que la mayoría de estas personas son mujeres;

E.  Considerando que el margen presupuestario de los países en desarrollo se ve limitado de facto por las exigencias de los inversores y los mercados financieros mundiales; que los países en desarrollo han estado ofreciendo diversos incentivos y exenciones fiscales para atraer o retener a los inversores, dando lugar a una competencia fiscal perniciosa y a una «carrera de mínimos»;

F.  Considerando que la Unión tiene una responsabilidad directa e histórica en sus relaciones con los países socios;

G.  Considerando que el actual marco europeo de desarrollo carece de mecanismos eficaces para evitar y subsanar las incoherencias resultantes de las políticas aplicadas por la Unión;

La CPD en el marco de la Agenda 2030

1.  Considera que la CPD es un elemento clave para la realización y la consecución de la agenda para el desarrollo sostenible; pide medidas proactivas, basadas en un entendimiento común de la CPD; señala que el enfoque basado en los derechos humanos debe conducir a una comprensión más profunda de la CPD, ya que, si no se eliminan los obstáculos a la realización de los derechos, no puede haber progreso hacia el desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza; considera que la CPD debe contribuir al establecimiento del Estado de Derecho y de unas instituciones imparciales y a responder al reto de una buena gobernanza en los países en desarrollo;

2.  Lamenta que, a pesar de que la CPD se aprobó en la Declaración del Milenio de las Naciones Unidas[4], el Tratado de Lisboa y el Foro de Busan sobre la Eficacia de la Ayuda[5], se ha avanzado poco en cuanto a su aplicación concreta;

3.  Pide un debate a escala de la Unión sobre la CPD en el marco de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus diecisiete objetivos de desarrollo sostenible universales e indivisibles, con objeto de comprender mejor cómo podría encajar la CPD en el concepto más universal de coherencia de las políticas en favor del desarrollo sostenible;

4.  Recuerda que los objetivos de desarrollo sostenible se aplican tanto a los países desarrollados como en desarrollo y que los objetivos de desarrollo sostenible deben integrarse globalmente en el proceso decisorio de la Unión tanto interno como externo; señala la necesidad de desarrollar procesos de gobernanza para promover la CPD a escala mundial, y pide la inclusión de la CPD como un tema central en los próximos debates en torno a las políticas de la Unión sobre la nueva Estrategia global y el MFP;

Mecanismos de la CPD

5.  Pide que la CPD sea objeto de debate en una reunión del Consejo Europeo, con el fin de estimular un debate interinstitucional en el que participen la Comisión, el SEAE, el Consejo y el Parlamento Europeo, así como de debate a escala nacional;

6.  Propone que, en la preparación de esta cumbre, la Comisión y el SEAE presenten recomendaciones concretas a los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión sobre unos mecanismos eficaces para hacer operativa la CPD e integrar las estrategias de la Unión con vistas a aplicar mejor los objetivos de desarrollo sostenible, y sobre la manera de definir más claramente las responsabilidades de cada institución de la Unión por lo que respecta al cumplimiento de los compromisos en materia de CPD; cree que este proceso debe ser tan transparente e integrador como sea posible, y contar con la participación de los gobiernos regionales y locales, las organizaciones de la sociedad civil y los grupos de reflexión;

7.   Acoge favorablemente la creación de un grupo de Comisarios que participen en las relaciones exteriores; pide que la VP/AR informe periódicamente sobre las actividades del este grupo a la Comisión DEVE;

8.  Considera que los mecanismos que han utilizado algunas delegaciones de la Unión para aportar observaciones al informe de la Comisión de 2015 sobre la CPD deben ampliarse a todas las delegaciones de la Unión, y que este proceso debe convertirse en un ejercicio anual; pide a las delegaciones de la Unión que garanticen que la CPD figure en el orden del día de las respectivas reuniones bilaterales y reuniones parlamentarias conjuntas, así como de la reunión anual de jefes de delegaciones de la Unión en Bruselas;

9.  Acoge con satisfacción el paquete «Legislar mejor», adoptado por la Comisión el 19 de mayo de 2015; celebra, asimismo, el hecho de que la CPD se mencione expresamente como requisito legal en la herramienta 30 de las directrices para la mejora de la legislación (COM(2015)0215);

10.  Lamenta que, a pesar de que las evaluaciones de impacto constituyen una herramienta importante para lograr la CPD, las evaluaciones de impacto en materia de desarrollo siguen siendo limitadas y no abordan de manera adecuada el posible impacto sobre los países en desarrollo; confía en que el paquete «Legislar mejor» y sus directrices sirvan para mejorar esta situación al tomar en consideración el desarrollo y los derechos humanos en todas las evaluaciones de impacto y mejorando la transparencia; pide a la Comisión que consulte sistemáticamente a las organizaciones de derechos humanos en una fase temprana del proceso de formulación de políticas y que ponga en marcha salvaguardias y mecanismos más sólidos para equilibrar mejor la representatividad de las partes interesadas; acoge con satisfacción la consulta pública sobre la hoja de ruta, que brinda a las partes interesadas externas, incluidos los países en desarrollo y la sociedad civil, oportunidades para opinar y participar activamente; considera necesario llevar a cabo unas evaluaciones ex post más sistemáticas en el marco de la aplicación de las políticas de la Unión;

11.  Cree que se debe hacer mayor hincapié en la coordinación institucional, tanto entre las instituciones de la Unión como con los Estados miembros; pide a los gobiernos de los Estados miembros que incorporen la CPD en un acto jurídicamente vinculante y definan un plan de acción para la coherencia de las políticas en favor del desarrollo sostenible para ponerla en marcha; considera que los parlamentos nacionales han de participar en mayor medida en el programa sobre CPD, en el contexto de su capacidad de responsabilizar a sus gobiernos y supervisar los avances en este ámbito;

12.  Recuerda el importante papel que debe desempeñar el Parlamento en el proceso de promoción de la CPD concediéndole prioridad en las agendas parlamentarias, aumentando el número de reuniones entre comisiones y de reuniones interparlamentarias sobre la CPD, impulsando el diálogo sobre la CPD con los países socios y favoreciendo el diálogo con la sociedad civil;

13.  Toma nota de que algunos Estados miembros han establecido un mecanismo de coordinación interministerial con un mandato específico sobre la coherencia de las políticas en favor del desarrollo sostenible; pide a los Estados miembros que realicen un seguimiento y un intercambio de las buenas prácticas que ya han adoptado otros Estados miembros;

14.  Toma nota de que la programación conjunta es un instrumento útil para la planificación coherente de las actividades de cooperación al desarrollo de la Unión; acoge con satisfacción el hecho de que esto incluya las actividades bilaterales de los Estados miembros en los países socios, pero lamenta, no obstante, que en el pasado no se haya logrado vincular la acción de la Unión a las actividades de los Estados miembros, perdiendo así oportunidades para explotar sinergias;

15.  Reconoce que la correcta aplicación de la CPD requerirá un nivel adecuado de recursos y personal; insta a que se conceda a los centros de coordinación para la CPD de los ministerios nacionales y las delegaciones de la Unión los recursos necesarios para poner en marcha estrategias nacionales y europeas sobre la CPD;

16.  Subraya que los Parlamentos nacionales desempeñan un papel esencial en la aplicación de la coherencia de las políticas en favor del desarrollo sostenible al garantizar que los compromisos políticos, la supervisión y la participación plena de las organizaciones de la sociedad civil (OSC) son objeto de un control periódico, y al supervisar los informes de evaluación de impacto de los gobiernos;

17.  Recuerda su propuesta de un sistema independiente dentro de la Unión para la recepción de las quejas de las personas o comunidades afectadas por las políticas de la Unión; reconoce el importante papel de la Comisión de Desarrollo del Parlamento Europeo y su ponente permanente para la CPD en la transmisión de la inquietudes expresadas por los ciudadanos o las comunidades afectadas por las políticas de la Unión;

18.  Señala la necesidad de que la Unión invierta más recursos en análisis basados en pruebas en materia de CPD; pide a la Comisión que detecte las incoherencias sin demora y elabore un análisis de su coste, y que desarrolle mecanismos adecuados de supervisión y seguimiento de los progresos en materia de CPD; pide también a la Comisión que incluya en sus análisis propuestas sobre la manera de evitar y de subsanar las incoherencias entre las diferentes políticas; destaca además la necesidad de mejorar las referencias a la CPD en los documentos de programación;

19.  Destaca la necesidad de fortalecer la CPD en el contexto de la revisión del Consenso Europeo sobre Desarrollo y en los debates en torno a la fase posterior al Acuerdo de Cotonú;

Áreas prioritarias

Migración

20.  Reconoce que la Unión se enfrenta a la mayor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial; destaca que resulta esencial reforzar el vínculo entre las políticas de migración y desarrollo para abordar las causas profundas de este fenómeno; considera que la Unión debe utilizar todos los instrumentos de que dispone para afrontar la crisis, incluidos los instrumentos diplomáticas y en materia de seguridad; subraya que la respuesta a la crisis de los refugiados no debe focalizarse solo en las cuestiones de seguridad y que los objetivos de desarrollo deben integrarse mejor de modo que las políticas de migración de la Unión sean compatibles con las que buscan reducir la pobreza hace hincapié en que la CPD representa una parte importante de la nueva política de la Unión en materia de migración; acoge favorablemente la adopción de la Agenda Europea de Migración (COM(2015)0240), que ofrece una respuesta exhaustiva a la crisis; considera que su aplicación debe ir acompañada de acciones concretas para impulsar el desarrollo económico, político y social y la buena gobernanza en los países de origen; destaca la importancia de las remesas de dinero como una fuente de financiación del desarrollo; destaca la importancia de los acuerdos de los Estados miembros de la Unión con terceros países para facilitar el movimiento seguro y la movilidad de los trabajadores internacionales; considera que los programas y los presupuestos de ayuda al desarrollo no se deben utilizar para los fines de control de la migración; destaca que cualquier política migratoria común necesita orientarse principalmente en las vías legales hacia Europa y en la recepción de los migrantes;

21.  Hace hincapié en que la Unión necesita un mayor grado de armonización de las políticas de asilo y migración, tanto dentro de la Unión como con sus socios internacionales; indica que la política migratoria y de asilo solo podrá ser realmente eficaz y global si integra plenamente las políticas interiores y exteriores de la Unión, en particular en el seno de las estructuras de trabajo de la Unión; subraya la importancia de desarrollar una sola política de asilo y migración común; pide un enfoque integrador para abordar las causas originarias de la migración que esté estrechamente vinculado al desarrollo para alcanzar una resolución sostenible de la actual crisis de migración; recuerda que las mujeres y las niñas son, en calidad de refugiadas y migrantes, particularmente vulnerables a la violencia o explotación sexual, y que la perspectiva de género debe integrarse en la política de migración de la Unión;

22.  Pide a la Unión y a sus Estados miembros que, para mejorar la coherencia entre las políticas de migración y de desarrollo, no registren el coste de los refugiados como AOD, puesto que hacerlo tiene un coste de oportunidad enorme en detrimento de los programas de desarrollo que abordan eficazmente las causas originarias de la migración;

Comercio y finanzas

23.  Subraya que la Unión y sus Estados miembros juntos siguen siendo los principales donantes de ayuda al comercio del mundo (11 700 millones de euros en 2013 (SWD(2015)0128)); sugiere que la ayuda de la Unión al comercio se oriente también a la capacitación de los productores pobres, las cooperativas, las microempresas y las pequeñas empresas, a facilitar la diversificación de los mercados nacionales, a mejorar la igualdad de las mujeres y a impulsar la integración regional y la reducción de las desigualdades de ingresos; celebra que la Comisión intente prestar más atención a las disposiciones de los acuerdos comerciales relativas al desarrollo; recuerda el compromiso de los Estados miembros de realizar esfuerzos concretos encaminados al objetivo de alcanzar el 0,7 % del PIB como AOD para los países en desarrollo, así como la recomendación del CAD de la OCDE de alcanzar un componente de subvención medio correspondiente al 86 % de la AOD total; subraya que los acuerdos comerciales deben contribuir a la promoción del desarrollo sostenible, los derechos humanos y la lucha contra la corrupción en todo el mundo;

24.  Recuerda que la liberalización del comercio no es, en sí, positiva para la erradicación de la pobreza ya que puede tener efectos negativos sobre el desarrollo sostenible;

25.  Pide a la Comisión que presente un informe anual al Parlamento Europeo y al Consejo sobre la ejecución de la ayuda europea al comercio en los países en desarrollo, detallando las cantidades asignadas y su procedencia, tanto en la rúbrica IV del presupuesto de la Unión como en el FED; considera que este documento proporcionaría una base sólida para los informes de la Unión sobre la CPD que deben publicarse cada dos años;

26.  Recuerda que el objetivo 17.15 de los objetivos de desarrollo sostenible reconoce la necesidad de respetar los espacios políticos de cada país para la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible; reitera el derecho de los países en desarrollo a regular la inversión a fin de garantizar obligaciones y deberes para todos los inversores, incluyendo los extranjeros, con el objetivo de proteger los derechos humanos y las normas laborales y medioambientales;

27.  Acoge favorablemente el progreso realizado desde el establecimiento del Pacto de Sostenibilidad con Bangladés y pide a la Comisión que amplíe los marcos vinculantes para cubrir otros sectores; insta, en este sentido, a la Comisión a que haga extensivas a otros sectores las iniciativas de responsabilidad social de las empresas y de diligencia debida que complementan la normativa vigente de la Unión sobre la madera o la propuesta de Reglamento de la Unión sobre los minerales de guerra, garantizando de esta forma que la Unión y sus comerciantes y operadores observen la obligación de respetar los derechos humanos y las normas sociales y medioambientales más rigurosas;

28.  Recuerda que la política de inversión de la Unión, especialmente cuando afecta a los recursos públicos, debe contribuir a la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible; recuerda la necesidad de aumentar la transparencia y la rendición de cuentas de las organizaciones de financiación del desarrollo a fin de llevar a cabo un control y seguimiento eficaces de los flujos, de la sostenibilidad de la deuda y del valor añadido en relación con sus proyectos de desarrollo sostenible;

29.  Recuerda el papel único de la AOD en la consecución de resultados de desarrollo eficaces; pide que se protejan el interés por el desarrollo y la naturaleza de la AOD, incluido un sistema de información transparente y responsable; recuerda que la desvinculación de la ayuda es una condición necesaria para ampliar las oportunidades de los agentes socioeconómicos de los países en desarrollo, como las empresas o los expertos en asistencia técnica locales, y aboga por que se impulse el recurso a los sistemas de contratación pública en los países en desarrollo para los programas de ayuda en apoyo de las actividades gestionadas por el sector público a fin de reforzar el sector privado local;

30.  Recuerda, no obstante, que la ayuda por sí sola no es suficiente; considera que es necesario tener en cuenta fuentes de financiación innovadoras y diversificadas, como un impuesto sobre las transacciones financieras, el impuesto sobre el carbono, la tasa de solidaridad sobre los billetes de avión, las rentas procedentes de recursos naturales, etc., y armonizarlas con los principios de la eficacia del desarrollo; considera que debe reforzarse la coherencia entre la financiación pública, privada, nacional e internacional; reconoce el papel fundamental que desempeña el sector privado a este respecto; insiste en la importancia de establecer condiciones favorables a la empresa privada en los países en desarrollo y de alentar el establecimiento de marcos políticos y jurídicos que faciliten el uso de la bancarización y la creación de infraestructuras digitales;

31.  Cree que la política comercial de la Unión debe tener en cuenta las realidades y el nivel de desarrollo de los países en desarrollo para lograr los objetivos de la CPD, y el derecho de los países en desarrollo a establecer sus propias estrategias de desarrollo; destaca que los acuerdos comerciales y de inversión concluidos por la Unión y sus Estados miembros no deben socavar directa ni indirectamente los objetivos de desarrollo ni la promoción y protección de los derechos humanos en los países socios; recuerda que el comercio justo y regulado correctamente de conformidad con las normas de la OMC podría potenciar el desarrollo; acoge con satisfacción la inclusión de capítulos detallados sobre el comercio y el desarrollo sostenible en todos los acuerdos comerciales y de inversión;

32.  Solicita a la Unión que instaure un marco apropiado para abordar la manera cómo las empresas integran los derechos humanos y las normas sociales y medioambientales; pide a la Unión y a sus Estados miembros que se sigan implicando activamente en la labor del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para responsabilizar a las empresas de las violaciones de derechos humanos;

33.  Respalda un sistema fiscal eficaz, justo y transparente, en consonancia con los principios de buena gobernanza; acoge con satisfacción el paquete de medidas de transparencia fiscal presentadas por la Comisión el 18 de marzo de 2015, y el paquete de medidas de lucha contra la elusión fiscal presentado el 28 de enero de 2016, incluida la Comunicación de la Comisión sobre una estrategia exterior para promover la buena gobernanza fiscal a nivel internacional; destaca la importancia de llevar a cabo una evaluación de impacto y un análisis de los efectos indirectos de la nueva legislación fiscal de la Unión para evitar efectos negativos en los países en desarrollo; recuerda que la movilización nacional de recursos a través de la tributación constituye la fuente más importante de ingresos para la financiación pública del desarrollo sostenible; insta a la Unión a que ayude a los países en desarrollo en la creación de capacidades en los ámbitos de la administración fiscal, la gobernanza económica y la gestión de las finanzas públicas, y en el control de los flujos financieros ilícitos; pide a la Unión que garantice que las empresas tributen en los países en los que generan o crean valor; destaca, por lo tanto, la responsabilidad de la Unión de promover y poner en marcha a nivel mundial el principio de la CPD en materia fiscal; pide a la Unión, con este fin, que luche por el establecimiento de un nuevo organismo intergubernamental auspiciado por las Naciones Unidas sobre cooperación internacional en materia fiscal, y que aporte los recursos necesarios para permitir que dicho organismo funcione con eficacia de manera que los países en desarrollo puedan participar en igualdad de condiciones en la reforma mundial de las normas fiscales internacionales existentes;

34.  Considera que la cooperación internacional es crucial para combatir los flujos financieros ilícitos y la evasión fiscal, y pide a la Unión que fomente una mayor cooperación internacional en materia fiscal; pide a la Unión que garantice un trato justo a los países en desarrollo cuando negocien tratados fiscales, con arreglo a la Convención modelo de las Naciones Unidas sobre la doble tributación, teniendo en cuenta su situación particular y garantizando una distribución justa de los derechos impositivos; acoge favorablemente los compromisos asumidos en la Conferencia para la financiación del desarrollo celebrada en Adís Abeba en julio de 2015, como la revisión de la financiación multilateral del desarrollo y la Iniciativa fiscal de Adís Abeba cuyo objetivo es ayudar a los países en desarrollo en la creación de sus sistemas nacionales de financiación; pide a la Unión que haga pleno uso del Modelo de Convenio Fiscal de la OCDE que incluye una disposición facultativa en materia de asistencia en la recaudación fiscal;

35.  Pide una evaluación de impacto de las subvenciones de los precios de las exportaciones, los aranceles y los obstáculos al comercio para los países en desarrollo;

36.  Recuerda que los esfuerzos por asegurar el acceso a las materias primas de los países en desarrollo no deben socavar el desarrollo local y la erradicación de la pobreza, sino ayudar a estos países a traducir su riqueza mineral en desarrollo real;

Seguridad alimentaria

37.  Subraya que la consecución de la seguridad alimentaria mundial pasa por lograr la CPD a todos los niveles, especialmente con vistas a alcanzar los objetivos más ambiciosos de la Agenda 2030, a saber, erradicar el hambre totalmente y poner fin a todas las formas de desnutrición; considera que la Unión debe promover el establecimiento de marcos normativos sólidos con criterios claros para proteger la seguridad alimentaria y los derechos de las personas vulnerables;

38.  Pide a la Unión que evalúe sistemáticamente el impacto que ejercen, entre otras, las políticas de la Unión en materia agrícola, comercial y energética –como la política de biocarburantes– en la seguridad alimentaria de los países en desarrollo y en la subsistencia de las personas más vulnerables; insta a la Comisión a seguir centrándose en las cooperativas, las micro y las pequeñas y medianas explotaciones agrícolas y en los trabajadores agrícolas, y a promover prácticas sostenibles agroecológicas en consonancia con las conclusiones de la Evaluación Internacional del Papel del Conocimiento, la Ciencia y la Tecnología en el Desarrollo Agrícola (IAASTD), las recomendaciones del relator especial de las Naciones Unidas sobre el derecho a la alimentación y los objetivos de desarrollo sostenibles; recuerda la necesidad de garantizar que el despliegue de las medidas de la PAC no pone en peligro la capacidad de producción alimentaria y la seguridad alimentaria a largo plazo de los países en desarrollo; destaca que las cuestiones de fondo de la coherencia y el impacto de las políticas deben abordarse en el seguimiento continuo del marco estratégico de la Unión en materia de seguridad alimentaria (COM(2010)0127); insiste en que la Unión apoye el establecimiento de industrias de transformación en el sector agrícola y la mejora de las técnicas de conservación de los productos alimentarios; recuerda la importancia de tener en cuenta el efecto de los acuerdos de pesca sobre la seguridad alimentaria de los países en desarrollo; pide a la Unión y a sus Estados miembros que contribuyan a la prevención de las apropiaciones de tierras apoyando a los países en desarrollo en la aplicación nacional de las Directrices voluntarias de las Naciones Unidas sobre la gobernanza responsable de la tenencia de la tierra, la pesca y los bosques;

Salud

39.  Hace hincapié en la necesidad de que los países en desarrollo prevean con prioridad líneas presupuestarias para el establecimiento de sistemas sanitarios sólidos, la construcción de infraestructuras sanitarias sostenibles y la prestación de servicios básicos y de atención sanitaria de calidad; pide a la Unión que apoye el establecimiento de una cobertura sanitaria universal que garantice la mutualización de los riesgos sanitarios en los países en desarrollo;

Cambio climático

40.  Pide que la Unión, sus Estados miembros y todos los socios internacionales actúen con determinación en la aplicación del Acuerdo de París sobre el cambio climático alcanzado recientemente en la CPO/21; destaca que la Unión y otros países desarrollados deben seguir apoyando la acción por el clima para reducir las emisiones y desarrollar la resistencia frente a las repercusiones del cambio climático en los países en desarrollo, en particular en los países menos desarrollados; recuerda la importancia crucial que reviste, en este contexto, una financiación adecuada de la lucha contra el cambio climático; respalda el proceso de transición energética de la Unión y el cambio hacia la energía renovable a este respecto; hace hincapié en que, si no se limita claramente el calentamiento global a menos de 2° C, pueden correr peligro los avances en materia de desarrollo; pide, para ello a la Unión que asuma un papel proactivo en la lucha contra el desafío climático mundial estableciendo unas prioridades estratégicas a todos los niveles y en todos los sectores, y elaborando y aplicando nuevos objetivos vinculantes en materia de clima, eficiencia energética y energías renovables en consonancia con el acuerdo de París;

41.  Reconoce que en el contexto de la lucha contra el cambio climático la financiación privada no puede sustituir a la financiación pública; destaca la necesidad de una información y una rendición de cuentas transparentes y de garantizar la aplicación de unas salvaguardias sociales y medioambientales pertinentes en relación con la financiación privada de la lucha contra el cambio climático;

Cuestiones de género

42.  Acoge con satisfacción el Plan de Acción en materia de género 2016-2020, y anima a la supervisión y aplicación de sus objetivos en todas las actuaciones exteriores de la Unión, incluidos los proyectos financiados por la Unión a nivel nacional; pide también a la Unión que integre la igualdad de género y la capacitación de las mujeres de forma eficaz en todas sus políticas, incluidos los presupuestos, y que garantice que sus políticas externas contribuyen a luchar contra todas las formas de discriminación, incluida la discriminación contra las personas LGBT;

Seguridad

43.  Reconoce que no puede haber desarrollo sostenible ni erradicación de la pobreza sin seguridad; reconoce, por otra parte, que el vínculo entre seguridad y desarrollo es un factor importante para garantizar la eficacia de la acción exterior de la Unión;

44.  Destaca la importancia de garantizar la coherencia política y la coordinación entre las políticas de la Unión en materia de acción exterior, seguridad, defensa, comercio, ayuda humanitaria y cooperación al desarrollo; llama la atención sobre el desafío que representa la buena gobernanza en los países en desarrollo; insiste en que la CPD debe contribuir al establecimiento del Estado de Derecho y de unas instituciones imparciales, a reforzar acciones que conduzcan al desarme y a asegurar la asistencia sanitaria pública, la seguridad alimentaria y las políticas conexas que garantizan la seguridad y el desarrollo;

45.  Pide a la Unión que refuerce sus capacidades de prevención de crisis y de respuesta rápida para reforzar las sinergias entre la política común de seguridad y defensa y los instrumentos de desarrollo, hallando un equilibrio entre las respuestas a corto plazo a la crisis y las estrategias de desarrollo a más largo plazo; indica que un nuevo instrumento dedicado al vínculo entre desarrollo y seguridad permitiría limitar las incoherencias y aumentar la eficiencia de la CPD; destaca que este instrumento no debería financiarse a través de los instrumentos de desarrollo existentes, sino mediante nuevos créditos presupuestarios; pide la inclusión de las prioridades y las políticas de las regiones y los países interesados en la elaboración de las estrategias de la Unión en materia de seguridad y desarrollo; acoge favorablemente la utilización del enfoque del marco político de crisis como un instrumento importante para permitir un entendimiento común temprano de las crisis; pide una colaboración reforzada entre la Comisión, el SEAE y los Estados miembros para llevar a cabo un análisis exhaustivo que permita elegir con conocimiento de causa entre las acciones de la política común de seguridad y defensa y las que son ajenas a la misma a la hora de afrontar una crisis;

46.   Considera que la Estrategia para la seguridad y el desarrollo en el Sahel[6], la fuerza africana de respuesta rápida y el Plan de acción regional para el Sahel 2015-2020[7] son buenos ejemplos de una correcta aplicación del enfoque global de la Unión, al combinar efectivamente las respuestas en los ámbitos de la seguridad, el desarrollo y la gobernanza;

47.  Pide a la Comisión y a los Estados miembros que sigan mejorando los vínculos entre la ayuda humanitaria, la cooperación al desarrollo y la resistencia a las catástrofes a fin de permitir una respuesta más flexible y eficaz a las necesidades crecientes;

o

o  o

48.  Encarga a su Presidente que transmita la presente Resolución al Consejo y a la Comisión.

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

El quinto informe bienal de la Comisión Europea sobre la coherencia de las políticas en favor del desarrollo (CPD) se publicó en agosto de 2015, poco antes de que la Cumbre de las Naciones Unidas celebrada en septiembre en Nueva York aprobase formalmente la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, que incluye el objetivo de «mejorar la coherencia de las políticas para el desarrollo sostenible» (objetivo 17.14)[1]. Las conclusiones del Consejo sobre el quinto informe bienal de la Comisión, adoptadas en octubre de 2015, resaltaban que la CPD constituirá una parte importante de la contribución de la Unión al cumplimiento del objetivo más amplio de la coherencia de las políticas en favor del desarrollo sostenible. Aunque la Unión viene reafirmando reiteradamente su compromiso político con la CPD, la Unión sigue teniendo pendiente la compleja cuestión de cómo llevar este compromiso a la práctica.

Los informes anteriores del Parlamento Europeo han tenido una importancia capital en la promoción del concepto de CPD con la institucionalización de un ponente permanente para la CPD en la Comisión de Desarrollo, la afirmación de que la CPD es una cuestión de la que el Parlamento Europeo es responsable políticamente (como colegislador y en su calidad de institución elegida democráticamente), y la presentación de propuestas concretas para hacer operativo el concepto a escala de la Unión.

Además de aprovechar los progresos comunicados por la Comisión Europea y de precisar los ámbitos en los que deben mejorar los mecanismos actuales de la Unión en materia de CPD, el presente informe se propone estimular el debate sobre el futuro del concepto a escala de la Unión.

1. Evaluación de los mecanismos de la CPD

La coherencia de las políticas en favor del desarrollo (CPD), la coherencia de las políticas en favor del desarrollo sostenible y la Agenda 2030

La CPD surgió en el programa político de la Unión a principios de la década de 1990, y se institucionalizó con el Tratado de Maastricht en 1992. No obstante, no fue hasta 2005 cuando la Unión acordó un programa ambicioso en materia de CPD, que posteriormente quedó firmemente anclado en el Consenso Europeo sobre Desarrollo de 2005 de la Unión. Entretanto, la adopción de los Objetivos de Desarrollo del Milenio sirvió de catalizador para esta evolución, al ponerse de manifiesto que para su cumplimiento no bastaría únicamente con la ayuda al desarrollo, sino que se requerirían sinergias de gran calado entre las políticas de la Unión vinculadas al desarrollo y las no vinculadas. El Tratado de Lisboa, en vigor desde 2009, reiteró la obligación legal de la Unión de ocuparse de la CPD y siguió reforzando la atención global prestada a la consecución de la coherencia entre las políticas interiores y exteriores de la Unión.

Si bien sigue siendo de crucial importancia asegurar que las políticas de los países desarrollados sean «favorables al desarrollo» y «no perjudiquen» a los países en desarrollo, hoy hay cada vez más consenso sobre la necesidad de trascender este paradigma. La CPD ha pasado a ser una demanda de búsqueda de sinergias entre la cooperación para el desarrollo y otras políticas y de corrección de las incoherencias existentes.

El año 2015 representó otro momento decisivo en la evolución de la CPD con la adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Estos últimos requerirán un enfoque más integrado de la elaboración de políticas que preste mayor atención a la coherencia, ya que lograr la CPD tendrá una incidencia muy sustancial en la aplicación de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible. Aunque la CPD surgió originalmente en un contexto norte-sur en el que se subrayaban las responsabilidades de los países «ricos y desarrollados» hacia los países «pobres» en desarrollo, la adopción de la Agenda 2030 pone esta visión en tela de juicio creando un conjunto único y universal de objetivos de desarrollo aplicables a todos y superando así el paradigma donante-receptor.

Por tanto, la Unión debería tomar la iniciativa en la promoción de un programa universal de CPD que haga avanzar el concepto hacia el desarrollo sostenible. Otras organizaciones como la OCDE han hecho suyo el concepto de coherencia de las políticas en favor del desarrollo sostenible, pero la Unión aún no ha adoptado una postura clara al respecto. Las conclusiones del Consejo sobre el quinto informe bienal de la Comisión, adoptadas en octubre de 2015, encargaron a la Comisión y al SEAE, en estrecha consulta con otros socios, que presentasen propuestas concretas sobre la forma de integrar mejor la CPD en el planteamiento de la Unión para aplicar la Agenda 2030. Es necesario que el Parlamento tenga un papel central en esta iniciativa.

La CPD sigue siendo un concepto básicamente europeo, y su comprensión todavía no se ha generalizado a escala internacional. La Unión y la OCDE son pioneros en el debate de la CPD. En un mundo cada vez más interrelacionado, es necesario avanzar hacia un enfoque común que haga el concepto más universal. No podremos lograr verdaderos progresos en la integración de la CPD en la aplicación de los objetivos de desarrollo sostenible si los demás actores internacionales principales (los EE.UU., Japón y los BRIC) no están familiarizados con el concepto. Por tanto, el Parlamento ha de pedir un debate de la Unión sobre la CPD en el marco de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, con objeto de ver cómo podría encajar dicha CPD en el concepto más universal de la coherencia de las políticas en favor del desarrollo sostenible.

Mecanismos de la CPD

La Unión dispone desde 2005 de varios instrumentos clave para velar por una aplicación eficiente y sistemática de la CPD en las políticas de la Unión. Hay que encontrar la forma de utilizarlos mejor. La puesta en práctica de la CPD sigue siendo muy difícil para la Unión, porque supone la generación de sinergias entre políticas de forma tanto horizontal (en ámbitos como el comercio, la agricultura o las migraciones) como vertical (a escala global, regional y nacional). Uno de los principales retos de la CPD dentro de la Unión es cómo llegar a otras políticas fuera del nicho de audiencia de los actores del desarrollo.

En sí mismo, el informe de la Comisión es útil para sensibilizar sobre la CPD, aunque aún lo sería más si tratara el progreso de la CPD de forma más analítica. Debería contener como parte integrante del informe recomendaciones concretas sobre cómo abordar los desafíos de la CPD. Además, también debería ser responsabilidad de los dirigentes de la Unión el concienciar sobre la CPD, ya que es una cuestión de índole muy política. Por consiguiente, el ponente pide una reunión del Consejo Europeo sobre la CPD antes de la publicación del próximo informe de la Comisión en 2017. La celebración de una cumbre europea dedicada a este asunto tendría dos objetivos principales: daría a conocer la CPD al fomentar un debate interinstitucional dentro de la Unión (Comisión, SEAE, Consejo y Parlamento) y a nivel nacional (todos los ministerios). En la preparación de la cumbre, la Comisión y el SEAE deberían presentar un informe a los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión con recomendaciones concretas sobre cómo hacer operativa la aplicación de la CPD. Este proceso debe ser integrador y contar con la participación de las organizaciones de la sociedad civil y de grupos de reflexión. El segundo objetivo de esta cumbre europea sobre la CPD sería definir más claramente las responsabilidades de cada institución de la Unión por lo que respecta al cumplimiento de los compromisos en materia de CPD. Además, el Consejo también tiene que desempeñar un papel en el refuerzo de la CPD sacando la cuestión de los silos del desarrollo y los asuntos exteriores y presentándola a otras formaciones del Consejo.

La correcta aplicación de la CPD requerirá recursos y personal suficientes. Conviene que se concedan a los centros de coordinación para la CPD de los ministerios nacionales y las delegaciones de la Unión los recursos necesarios para poner en marcha estrategias nacionales y europeas sobre CPD. La mayor parte de los centros de coordinación para la CPD de las delegaciones de la Unión no tienen la capacidad de poder trabajar únicamente en asuntos relacionados con la CPD.

Desde la publicación del informe 2013 de la Comisión sobre la CPD se han creado varios instrumentos nuevos con el fin de mejorar la aplicación de la CPD. El ponente se congratula de la nueva estructura de la Comisión Juncker, que trabaja de forma más colegiada y tiene un enfoque transversal y es más coherente en la elaboración de políticas. Saluda también la creación de un grupo de comisarios encargados de las relaciones exteriores y presidido por la VP/AR. Dicho grupo constituye un buen ejemplo de la necesidad de compromiso político con la CPD al máximo nivel. El Parlamento ha de pedir que la VP/AR informe periódicamente sobre las actividades del grupo a la Comisión DEVE.

Otra de las innovaciones es el nuevo papel desempeñado por las delegaciones de la Unión en los mecanismos de información. El informe 2015 sobre la CPD recibió comentarios de 41 delegaciones de la Unión. Este ejercicio informativo debe ampliarse a todas las delegaciones de la Unión y adquirir una periodicidad anual. Otra de las novedades positivas son los cursos en materia de CPD que se imparten de forma electrónica a las delegaciones. A fin de fomentar la participación de las delegaciones, no solo en el ámbito informativo sino también de la aplicación, este asunto debe formar parte del orden del día de la reunión anual que los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión celebran en Bruselas. Los jefes de las delegaciones desempeñan un papel clave, por cuanto tienen una visión global de las políticas de la Unión en países o regiones concretos y pueden informar de deficiencias e incoherencias, en su caso tras consultar con actores locales como las organizaciones gubernamentales y de la sociedad civil.

El ponente se felicita por el conjunto de medidas de mejora de la legislación aprobado por la Comisión Europea el 19 de mayo de 2015 (COM(2015) 215).Tanto las medidas, como las herramientas que la Comisión emplea para evaluar la repercusión que tienen las políticas de la Unión, contribuirán con eficacia al progreso de la CPD, porque la coherencia se tendrá en cuenta desde el principio del ciclo político. Debemos celebrar también el hecho de que la obligación legal de incorporar la CPD se cite expresamente en la herramienta n.º 30 de las Directrices para la mejora de la legislación. Además, dichas Directrices obligan a que en todas las etapas de formulación y aplicación de las políticas se analicen las posibles repercusiones en materia de derechos humanos en los países en desarrollo.

Dada la importancia de las evaluaciones de impacto como herramienta para lograr la CPD, el ponente lamenta que siga siendo escasa la evaluación de la incidencia en el desarrollo, y espera que el conjunto de medidas de mejora de la legislación y sus Directrices sirvan para corregir la situación. Otro de los retos para la Unión es cómo medir los avances y las repercusiones en relación con la CPD, ya que es necesario que mejoremos nuestra actitud orientada a los resultados, fijemos objetivos de calidad y desarrollemos indicadores más claros en materia de CPD. La evaluación independiente que se va a llevar a cabo es una medida positiva que dará credibilidad a los logros de la Unión en materia de CPD. La evaluación independiente podría proponer también nuevas herramientas de medición e información.

Otro de los instrumentos útiles de la Unión para la aplicación de la CPD es la programación conjunta, con la que se hace posible la planificación coherente de las actividades de la Unión. El ponente se congratula de que la programación conjunta incluya las actividades bilaterales de los Estados miembros en determinados países, puesto que ello contribuirá a la eficiencia de las acciones que la Unión emprenda sobre el terreno. Anteriormente, la falta de vinculación entre las acciones de la Unión y las actividades de los Estados miembros ha supuesto la pérdida de oportunidades de aprovechar sinergias.

Desde 2013 se ha reforzado considerablemente el compromiso de los Estados miembros con la CPD con un incremento del número de centros de coordinación para la CPD en varios ministerios nacionales. Los Estados miembros tienen que realizar ahora mayores esfuerzos por poner en práctica mecanismos de información vinculados a la CPD.

2. Ámbitos prioritarios: prestar atención a la política exterior de la Unión

La Resolución del Parlamento Europeo de 2016 sobre la CPD analiza y formula recomendaciones concretas en cinco ámbitos prioritarios (comercio y finanzas, seguridad alimentaria, cambio climático, migraciones y seguridad). El ponente propone que, en cambio, se centre en la política exterior de la Unión.

Considerando que la crisis de los refugiados y la desestabilización en los países vecinos de la Unión está poniendo en cuestión los pilares de la propia Unión (por ejemplo, la solidaridad europea y el sistema de Schengen), la acción exterior constituye un ámbito al que la CPD debe prestar atención. La estabilización de los países vecinos de la Unión debe ser una prioridad absoluta para la propia Unión. Gracias al papel combinado de la VP/AR, se han alcanzado progresos considerables en la CPD aplicada a la acción exterior de la Unión. El enfoque integral de la Unión se está plasmando en la realidad aun cuando siga teniendo que afrontar grandes dificultades.

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La Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible representa una oportunidad única de hacer frente a los retos interrelacionados de la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible. La CPD sigue siendo un imperativo político y económico para la UE. Siempre y cuando exista voluntad política, además de aplicación coherente y mejora continua de los instrumentos de política de la Unión, no tiene por qué ser —como decía un comentarista— «misión imposible»[2].

OPINIÓN de la Comisión de Comercio Internacional (15.3.2016)

para la Comisión de Desarrollo

sobre el Informe de la UE de 2015 sobre la coherencia de las políticas en favor del desarrollo
(2015/2317(INI))

Ponente: Lola Sánchez Caldentey

SUGERENCIAS

La Comisión de Comercio Internacional pide a la Comisión de Desarrollo, competente para el fondo, que incorpore las siguientes sugerencias en la propuesta de Resolución que apruebe:

1.  Recuerda que el comercio y las finanzas constituyen uno de los cinco ámbitos prioritarios de la coherencia de las políticas en favor del desarrollo; recuerda que todas las políticas exteriores de la Unión, incluidas las de comercio e inversión, también deben ser conformes con el artículo 21 del Tratado de la Unión Europea y contribuir a los objetivos de desarrollo sostenible, al respeto de los derechos humanos y a la igualdad de género; recuerda los principios recogidos en el artículo 24, apartado 2, del Reglamento (CE) n.º 260/2009 del Consejo; recuerda que la coherencia de las políticas en favor del desarrollo es responsabilidad de los países desarrollados, pero que los países en desarrollo también tienen un importante papel que desempeñar para garantizar la plena efectividad de dichas políticas;

2.  Hace hincapié en que el artículo 208 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE) precisa que el objetivo principal de la política de la Unión en el ámbito de la cooperación para el desarrollo será la reducción y, finalmente, la erradicación de la pobreza, y establece el principio de la coherencia de las políticas en favor del desarrollo, que exige que este objetivo se tenga en cuenta en todas las políticas de la Unión que puedan afectar a los países en desarrollo, incluida la política comercial;

3.  Recuerda, asimismo, el compromiso de la Unión relativo a la integración de la perspectiva de género en todas sus políticas y la importancia de garantizar que los hombres y mujeres se beneficien en igual medida de los cambios sociales, el crecimiento económico y la creación de empleo digno, de modo que se elimine la discriminación y se fomente el respeto de los derechos de las mujeres en el mundo;

4.  Pide que se establezca una asociación de codesarrollo «UE-África» centrada en cuestiones estratégicas, como la energía, la gestión sostenible de los recursos naturales y la innovación;

5.  Hace hincapié en que el comercio sigue siendo fundamental para el crecimiento económico y el desarrollo sostenible y en que ha contribuido a sacar a cientos de millones de personas de la pobreza; reconoce, no obstante, que no todos los países en desarrollo han disfrutado de dichos beneficios y que, en concreto, los países menos adelantados (PMA) siguen estando marginados en el comercio mundial;

6.  Reitera que la liberalización de los intercambios no debe ser un fin en sí misma, sino un medio de contribuir al desarrollo sostenible de las economías y las sociedades; recuerda que un comercio justo y correctamente regulado, coherente con los objetivos de desarrollo sostenible, podría potenciar el desarrollo; pide a la Comisión que refuerce el efectivo carácter ejecutorio de los objetivos de desarrollo sostenible y que incluya capítulos exhaustivos sobre desarrollo sostenible en todos los acuerdos comerciales; hace hincapié en que, para que los países en desarrollo aprovechen las oportunidades de comercio e inversión, es necesario seguir apoyando reformas de movilización de los ingresos nacionales en los países en desarrollo, a fin de contribuir a mejorar su capacidad de aumentar los ingresos y atajar la evasión y la elusión fiscal, apoyando la creación de unos sistemas fiscales eficientes, eficaces, justos y transparentes, en consonancia con los principios de buena gobernanza;

7.  Hace hincapié en que los esfuerzos por reforzar la capacidad de los países en desarrollo para movilizar recursos privados deben ir necesariamente acompañados de medidas para crear entornos favorables a la iniciativa empresarial y la inversión responsables y sostenibles, empezando con la erradicación de la corrupción política y con una fiscalidad justa, efectiva y transparente, junto con una actuación firme para luchar contra el fraude fiscal, la evasión fiscal y los paraísos fiscales; recuerda que la política de inversiones de la Unión, en particular cuando afecta a los recursos públicos, debe contribuir a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible; recuerda la necesidad de aumentar la transparencia y la rendición de cuentas de las organizaciones de financiación del desarrollo y de las asociaciones público-privadas (APP) a fin de llevar a cabo un control y seguimiento eficaces de los flujos de dinero, de la sostenibilidad de la deuda y del valor añadido para el desarrollo sostenible de sus proyectos; pide a la Unión que trabaje en favor de una cooperación fiscal internacional más estrecha, tal y acordaron el G-20 y la Agenda de Acción de Adís Abeba; recuerda, a este respecto, que los programas de control, como la elaboración de informes desglosados por países, deberían promoverse y aplicarse en mayor medida;

8.  Elogia a la Unión por ser pionera en conceder un acceso libre de aranceles y cuotas a todos los bienes (excepto armas y municiones) de los PMA a través de la iniciativa «Todo menos armas» (EBA), como parte del sistema de preferencias generalizadas (SPG) de la Unión;

9.  Reconoce que un tercio del total de la ayuda oficial al desarrollo (AOD) se dedica en la actualidad a apoyar necesidades relacionadas con el comercio; pide a la Unión que siga siendo líder mundial en la prestación de apoyo a los programas de Ayuda para el Comercio diseñados para ayudar a los países en desarrollo a aprovechar los beneficios de los nuevos acuerdos comerciales;

10.  Acoge con satisfacción el compromiso de la Comisión, expuesto en su comunicación «Comercio para todos», de llevar a cabo un análisis en profundidad de los posibles efectos de los nuevos acuerdos de libre comercio en los PMA, incluidos sus efectos sobre la demanda de productos de los PMA, las cuestiones reglamentarias y el acceso al mercado; pide a la Comisión que encargue estudios exhaustivos e independientes sobre los posibles efectos de los acuerdos comerciales y de inversión en los países en desarrollo; pide también a la Comisión que proponga medidas para garantizar que los posibles beneficios de los acuerdos comerciales lleguen a los países en desarrollo; pide a la Comisión Europea que negocie con los países socios de la Unión acuerdos comerciales que tengan como claro objetivo favorecer el desarrollo económico y social de los mismos, en especial de los países de su vecindad; insta a la Comisión a que adapte todos los instrumentos de la Unión relativos al comercio a los objetivos de desarrollo sostenible, incluidos los acuerdos de libre comercio, en particular el Acuerdo de Asociación Económica con países africanos, los acuerdos bilaterales y multilaterales con arreglo a la Organización Mundial de Comercio (OMC), el sistema de preferencias generalizadas (SPG), los programas de Ayuda para el Comercio, los reglamentos de la Unión y las normas y códigos de conducta internacionales, a fin de aprovechar al máximo estos instrumentos; insta a que se tenga en cuenta esto cuando se aborden los acuerdos de asociación económica y los acuerdos sobre bienes medioambientales para mejorar efectivamente las buenas oportunidades de desarrollo sostenible que ofrecen;

11.  Insta a la Comisión a que redoble sus esfuerzos por progresar en materia de asuntos comerciales en los foros multilaterales democráticos en los que todos los países están representados en igualdad de condiciones, y a situarse como defensora de los intereses de los países en desarrollo en materia de asuntos comerciales;

12.  Lamenta que el nivel de ambición mostrado por los sucesivos capítulos sobre Comercio y Desarrollo Sostenible (CDS) de los acuerdos comerciales de la Unión no haya sido a menudo el más elevado; hace hincapié en la importancia de garantizar el control y la aplicación adecuados de las disposiciones incluidas en dichos capítulos, y pide la plena participación de las organizaciones de la sociedad civil y de los interlocutores sociales en este ámbito, tanto en los países socios como en la Unión;

13.  Acoge con satisfacción los avances logrados desde la creación del Pacto de Sostenibilidad con Bangladés, al tiempo que reconoce los importantes desafíos pendientes que es necesario abordar;

14.  Pide a la Comisión que considere el Pacto de Sostenibilidad con Bangladés como un ejemplo que hay que seguir y continuar desarrollando en el futuro en relación con situaciones similares en otros países en desarrollo;

15.  Recuerda el compromiso de la Comisión de llevar a cabo evaluaciones de impacto sobre la sostenibilidad en todas las negociaciones comerciales; lamenta que dichas evaluaciones no se hayan realizado de manera oportuna; pide a la Comisión que cumpla su compromiso y garantice que se tiene debidamente en cuenta el impacto de los posibles acuerdos comerciales en los países en desarrollo;

16.  Pide a la Unión y a sus Estados miembros que se comprometan a aumentar el apoyo a los programas de Ayuda para el Comercio para los países en desarrollo, en particular los PMA, y que aborden el comercio ético y justo en la próxima revisión de su estrategia de Ayuda para el Comercio, tal y como se anunciaba en la comunicación «Comercio para todos»; pide que la Ayuda para el Comercio y la asistencia técnica de la Unión tengan como objetivo la capacitación de los productores pobres, las microempresas y pequeñas empresas, las empresas y las cooperativas dirigidas por mujeres, con el fin de impulsar los beneficios que se derivan del comercio en los mercados locales y regionales;

17.  Opina que se debe prestar especial atención a las cadenas de valor globalizadas, que las condiciones laborales y medioambientales en estas cadenas de valor mundiales requieren una regulación clara en todas las fases de montaje, y que se debe continuar desarrollando la responsabilidad social de las empresas a este respecto;

18.  Destaca la importancia de proteger el derecho de los países a regular y salvaguardar el espacio político a fin de desarrollar industrias incipientes, de conformidad con las necesidades específicas de los países socios, respetando siempre los acuerdos comerciales; pide a la Comisión que vele por que los acuerdos y las políticas comerciales apoyen a los sectores económicos estratégicos de los países en desarrollo y no hagan peligrar los esfuerzos realizados por los países socios para incrementar el valor añadido nacional, con vistas a mejorar su situación en la cadena de valor mundial y crear trabajo digno a escala local, concediendo prioridad a la contribución de las mujeres al desarrollo económico, en especial en las zonas rurales, como elementos esenciales para el desarrollo endógeno; pide a la Comisión que incluya una evaluación de este aspecto en sus informes periódicos sobre la aplicación de los acuerdos bilaterales;

19.  Pide a la Comisión que controle la aplicación de los paquetes de Nairobi y Bali de la OMC, en particular en lo que se refiere a la supresión de las ayudas a las exportaciones agrícolas a nivel multilateral, a las decisiones que beneficien específicamente a los PMA y al acuerdo sobre facilitación del comercio;

20.  Pide a la Comisión que continúe liderando los esfuerzos por respaldar y facilitar el acceso universal a los medicamentos a precios asequibles, velando por lograr al mismo tiempo un equilibrio adecuado con los derechos de propiedad intelectual, y que actúe a nivel político para aumentar la visibilidad de la salud pública y del acceso universal a los medicamentos en las relaciones comerciales internacionales; pide, para ello, a la Comisión que apoye la designación de un Año Europeo de la Salud y del Acceso a los Medicamentos;

21.  Destaca la importancia de participar, mediante una consulta amplia y transparente de los Parlamentos nacionales, las organizaciones de la sociedad civil y otras partes tanto de los Estados miembros como de los terceros países, en la negociación, aplicación y seguimiento de los acuerdos y las políticas comerciales y de inversión de la Unión;

22.  Reconoce la contribución del sector privado y el papel dirigente de la Unión en la promoción de la responsabilidad social de las empresas en los foros internacionales; pide a la Unión y a los Estados miembros que promuevan el debate multilateral sobre los tratados de inversión, que tengan en cuenta las recomendaciones del Marco de Políticas de Inversión para el Desarrollo Sostenible de la UNCTAD, a fin de estimular inversiones más responsables, transparentes y que ofrezcan rendición de cuentas y se impliquen activamente en la labor del Consejo de Derechos Humanos de la Naciones Unidas en favor de un tratado internacional por el que se responsabilizaría a las empresas transnacionales de las violaciones de los derechos humanos, y recuerda que los Principios Rectores sobre las empresas y los derechos humanos de las Naciones Unidas (los llamados principios Ruggie: proteger, respetar y remediar) aún no se aplican plenamente en las políticas de la Unión;

23.  Pide a la Comisión, a este respecto, que anime a los gobiernos de la Unión y de terceros países a que utilicen las políticas de contratación pública para promover entre las empresas la adhesión a las directrices y principios internacionales en materia de responsabilidad social de las empresas y su cumplimiento, tomando en consideración, al adjudicar contratos públicos, el historial pasado de las empresas en cuanto a la conducta empresarial responsable;

24.  Pide a la Comisión que establezca sistemas de trazabilidad de productos y un registro europeo de empresas involucradas en proyectos de desarrollo europeos para garantizar que la actuación de las empresas sea más transparente y permitir a la ciudadanía el seguimiento de la actividad de las empresas de la UE en el exterior, a la vez que se facilita la difusión de experiencias a escala internacional e, igualmente importante, la visibilidad y buena imagen de nuestras empresas;

25.  Pide, asimismo, a la Comisión que promueva la creación de foros y reuniones conjuntos de coordinación para empresas internacionales, entes públicos y organizaciones de la sociedad civil, tanto en la UE como en terceros países, para promover los intercambios de buenas prácticas y el establecimiento de sinergias encaminadas al crecimiento inclusivo y al desarrollo.

RESULTADO DE LA VOTACIÓN FINAL EN LA COMISIÓN COMPETENTE PARA EMITIR OPINIÓN

Fecha de aprobación

15.3.2016

 

 

 

Resultado de la votación final

+:

–:

0:

31

6

2

Miembros presentes en la votación final

William (The Earl of) Dartmouth, Daniel Caspary, Salvatore Cicu, Marielle de Sarnez, Santiago Fisas Ayxelà, Christofer Fjellner, Eleonora Forenza, Karoline Graswander-Hainz, Jude Kirton-Darling, Bernd Lange, Marine Le Pen, David Martin, Emmanuel Maurel, Emma McClarkin, Anne-Marie Mineur, Sorin Moisă, Alessia Maria Mosca, Franz Obermayr, Artis Pabriks, Franck Proust, Tokia Saïfi, Matteo Salvini, Marietje Schaake, Helmut Scholz, Joachim Schuster, Joachim Starbatty, Adam Szejnfeld, Hannu Takkula, Jan Zahradil

Suplentes presentes en la votación final

Klaus Buchner, Agnes Jongerius, Frédérique Ries, Fernando Ruas, Pedro Silva Pereira, Jarosław Wałęsa, Pablo Zalba Bidegain

Suplentes (art. 200, apdo. 2) presentes en la votación final

Angel Dzhambazki, Axel Voss, Tatjana Ždanoka

RESULTADO DE LA VOTACIÓN FINALEN LA COMISIÓN COMPETENTE PARA EL FONDO

Fecha de aprobación

20.4.2016

 

 

 

Resultado de la votación final

+:

–:

0:

18

2

0

Miembros presentes en la votación final

Ignazio Corrao, Nirj Deva, Doru-Claudian Frunzulică, Charles Goerens, Heidi Hautala, Maria Heubuch, Teresa Jiménez-Becerril Barrio, Linda McAvan, Maurice Ponga, Cristian Dan Preda, Lola Sánchez Caldentey, Elly Schlein, Pedro Silva Pereira, Davor Ivo Stier, Bogdan Brunon Wenta, Anna Záborská

Suplentes presentes en la votación final

Marina Albiol Guzmán, Paul Rübig, Patrizia Toia

Suplentes (art. 200, apdo. 2) presentes en la votación final

Amjad Bashir