INFORME sobre la Estrategia UE-África: un impulso para el desarrollo
24.10.2017 - (2017/2083(INI))
Comisión de Desarrollo
Ponente: Maurice Ponga
- PROPUESTA DE RESOLUCIÓN DEL PARLAMENTO EUROPEO
- OPINIÓN de la Comisión de Asuntos Exteriores
- OPINIÓN de la Comisión de Comercio Internacional
- OPINIÓN de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior
- INFORMACIÓN SOBRE LA APROBACIÓNEN LA COMISIÓN COMPETENTE PARA EL FONDO
- VOTACIÓN FINAL NOMINAL EN LA COMISIÓN COMPETENTE PARA EL FONDO
PROPUESTA DE RESOLUCIÓN DEL PARLAMENTO EUROPEO
sobre la Estrategia UE-África: un impulso para el desarrollo
El Parlamento Europeo,
– Vistos el artículo 21 del Tratado de la Unión Europea (TUE) y el artículo 208 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE),
– Vista la «Estrategia Global sobre Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea – Una visión común, una actuación conjunta: una Europa más fuerte», que fue presentada al Consejo Europeo en su reunión de los días 28 y 29 de junio de 2016,
– Vista la declaración conjunta del Parlamento, del Consejo y de los representantes de los Gobiernos de los Estados miembros reunidos en el seno del Consejo y de la Comisión, de 7 de junio de 2017, sobre el Nuevo Consenso Europeo en materia de Desarrollo: «Nuestro mundo, nuestra dignidad, nuestro futuro»,
– Vistos la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el desarrollo sostenible, así como el documento final aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 25 de septiembre de 2015 titulado «Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible» y los diecisiete objetivos de desarrollo sostenible (ODS),
– Vistos los Principios para la inversión responsable en la agricultura y los sistemas alimentarios que se elaboraron en el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (los Principios del CSA) con el fin de contribuir a la consecución de los ODS uno y dos,
– Vista la Agenda de Acción de Adís Abeba sobre la Financiación para el Desarrollo de 2015,
– Visto el Acuerdo de París sobre el cambio climático de 2015,
– Vista la Cumbre Africana de la Acción, celebrada el 16 de noviembre de 2016, en la que se consagró la dimensión africana de la COP22,
– Vista la Comunicación de la Comisión, de 26 de febrero de 2016, sobre el Plan de acción de la UE contra el tráfico de especies silvestres (COM(2016)0087),
– Vistos el Acuerdo de Asociación entre los Estados de África, del Caribe y del Pacífico, por una parte, y la Comunidad Europea y sus Estados miembros, por otra, firmado en Cotonú el 23 de junio de 2000 («Acuerdo de Cotonú»)[1] y sus revisiones de 2005 y 2010,
– Vista la Asociación Estratégica UE-África, aprobada por los jefes de Estado y de Gobierno de África y la Unión Europea en la cumbre de Lisboa, el 9 de diciembre de 2007, así como los dos planes de acción aprobados en Acra, en octubre de 2007, para el período 2008-2010, y en Trípoli, en noviembre de 2010, para el período 2011-2013,
– Vistas las Conclusiones de la cuarta Cumbre UE-África, celebrada en Bruselas los días 2 y 3 de abril de 2014, así como la hoja de ruta que define el formato de las reuniones (formato de El Cairo) y los ejes de cooperación entre los dos continentes para el período 2014-2017, y la declaración UE-África sobre migración y movilidad,
– Vista la Agenda 2063 de la Unión Africana (UA), aprobada en mayo de 2014,
– Visto el Informe sobre las propuestas de recomendación relativas a la reforma institucional de la Unión Africana, elaborado por Paul Kagamé y titulado «L'impératif de renforcer notre Unión» (El imperativo de reforzar nuestra Unión),
– Vista la declaración del tercer Foro Intercontinental de la Sociedad Civil, celebrado en Túnez del 11 al 13 de julio de 2017, que aboga por una mayor participación de las organizaciones de la sociedad civil y por que las personas ocupen un lugar central en la Estrategia UE-África,
– Vista la Comunicación conjunta de la Comisión y de la Alta Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, de 7 de junio de 2017, titulada «Un planteamiento estratégico de la resiliencia en la acción exterior de la UE» (JOIN(2017)0021),
– Visto el Reglamento (UE) 2017/1601 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 26 de septiembre de 2017, por el que se establece el Fondo Europeo de Desarrollo Sostenible (FEDS), la Garantía del FEDS y el Fondo de Garantía del FEDS[2],
– Vista la propuesta de Reglamento del Parlamento y del Consejo, de 5 de julio de 2016, que modifica el Reglamento (UE) n.º 230/2014 por el que se establece un instrumento en pro de la estabilidad y la paz,
– Vista la Comunicación conjunta de la Comisión Europea y de la Alta Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, de 22 de noviembre de 2016, titulada «Una asociación renovada con los países de África, el Caribe y el Pacífico» (JOIN(2016)0052),
– Vistas las diferentes comunicaciones de la Comisión sobre las relaciones entre la UE y África, en particular la de 27 de junio de 2007, titulada «De El Cairo a Lisboa – la Asociación estratégica UE-África» (COM(2007)0357), la de 17 de octubre de 2008, titulada «Un año después de Lisboa: la Asociación África-UE en marcha» (COM(2008)0617) y la de 10 de noviembre de 2010 sobre la consolidación de las relaciones entre la UE y África: 1 500 millones de habitantes, 80 países, dos continentes, un futuro (COM(2010)0634),
– Vistas la Comunicación conjunta de la Comisión Europea y de la Alta Representante de la Unión para la Política Exterior y de Seguridad al Parlamento Europeo y al Consejo, de 5 de mayo de 2017, titulada «Un impulso renovado para la asociación África-UE» (JOIN(2017)0017), y las Conclusiones del Consejo al respecto, de 19 de junio de 2017,
– Vistas sus Resoluciones anteriores sobre las relaciones entre la UE y África y los países ACP, en particular la de 4 de octubre de 2016 sobre el futuro de las relaciones ACP-UE después de 2020[3],
– Vista su Resolución, de 13 de septiembre de 2016, sobre el Fondo Fiduciario de la UE para África: repercusiones sobre el desarrollo y la ayuda humanitaria[4],
– Vista su Resolución, de 7 de junio de 2016, sobre el Informe de la UE de 2015 sobre la coherencia de las políticas en favor del desarrollo[5],
– Vista su Resolución, de 22 de noviembre de 2016, sobre una mayor eficacia de la cooperación al desarrollo[6],
– Visto el artículo 52 de su Reglamento interno,
– Vistos el informe de la Comisión de Desarrollo y las opiniones de la Comisión de Asuntos Exteriores, de la Comisión de Comercio Internacional y de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior (A8-0334/2017),
A. Considerando que los vínculos que la Unión Europea (UE) mantiene con los países africanos son de carácter histórico y sus destinos están estrechamente unidos; que la UE es el socio principal de África en el ámbito económico y comercial, así como en materia de desarrollo, ayuda humanitaria y seguridad;
B. Considerando que es necesario dotar a la asociación África-UE de una nueva visión que refleje la evolución de la situación política, económica, medioambiental y social en ambos continentes; que es necesario adaptarse a la presencia de nuevos actores en la escena internacional —incluida China— y avanzar hacia una asociación más moderna y política que haga hincapié en la defensa de los intereses clave que compartimos;
C. Considerando que las relaciones entre la UE y África deben basarse en los principios de comprensión y beneficio mutuos, así como en unos valores comunes en el marco de una asociación de reciprocidad;
D. Considerando que las relaciones entre la UE y el continente africano se estructuran en torno a diversos instrumentos jurídicos y distintas estrategias políticas, y que conviene reforzar las sinergias y la coherencia entre ambas partes para que su asociación resulte más eficaz y sostenible;
E. Considerando que el Acuerdo de Cotonú, celebrado entre 79 países ACP, de los cuales 48 son del África subsahariana, y la UE, constituye la principal asociación entre la UE y África; que la UE también ha entablado relaciones con países africanos que no son partes del Acuerdo de Cotonú; que la asociación ACP-UE se estableció en un momento en que los países ACP aún no habían formado sus estructuras actuales de cooperación regional o continental; que la creación de la UA en 2003 y la Asociación Estratégica UE-África en 2007 hace que resulte esencial la racionalización de los diversos marcos políticos entre la UE y África; que en el preámbulo de la Asociación Estratégica UE-África se establece claramente el objetivo de dispensar un trato unitario a África;
F. Considerando que la UE mantiene con los países africanos un intenso diálogo institucional y político a través de las Cumbres UE-África, la organización intergubernamental «Unión por el Mediterráneo» (UPM) y los órganos de cooperación ACP-UE y, en el ámbito parlamentario, a través de la Asamblea Parlamentaria Paritaria ACP-UE, la Delegación del Parlamento Europeo en la Asamblea Parlamentaria de la UPM o el Parlamento Panafricano;
G. Considerando que el 11º FED (Fondo Europeo de Desarrollo) está dotado de un presupuesto de 30 500 millones EUR, de los cuales 900 millones EUR están reservados para el Fondo de Apoyo a la Paz para África, y que 1 400 millones EUR de la reserva del FED se utilizarán para el Fondo Fiduciario de la UE para África; que se han destinado más de 5 000 millones EUR a las necesidades de los países africanos a través del Instrumento Europeo de Vecindad (IEV) y que se han asignado 845 millones EUR al Programa Panafricano en el marco del Instrumento de Financiación de la Cooperación al Desarrollo (ICD) a efectos de la aplicación de la Estrategia Conjunta UE-África;
H. Considerando que la futura Cumbre UE-África, que se celebrará en Abiyán los días 29 y 30 de noviembre de 2017, dedicada al tema «Invertir en la juventud», brinda una oportunidad para crear, afianzar y desarrollar unas condiciones económicas de igualdad real entre socios deseosos de defender intereses comunes primordiales;
I. Considerando que la nueva Estrategia Conjunta UE-África deberá inscribirse en el futuro acuerdo posterior a Cotonú;
J. Considerando que la UE es un socio histórico de África y uno de los principales garantes de la seguridad en el continente, que constituye un asunto de máxima importancia; que la seguridad y el crecimiento sostenible del continente europeo dependen estrecha y directamente de la estabilidad y el desarrollo del continente africano y viceversa;
K. Considerando que un apoyo constante a la aplicación efectiva de la Arquitectura de Paz y Seguridad de África y el compromiso de la UE, la UA y otros actores internacionales presentes en África son fundamentales para el desarrollo y la estabilidad del continente africano;
L. Considerando que la migración ocupa un lugar destacado en la Estrategia Global sobre Política Exterior y de Seguridad de la UE y que constituye un tema prioritario en sus relaciones exteriores, incluidas las relaciones con África; que África y Europa comparten intereses y responsabilidades en materia de migración y movilidad, en particular en la lucha contra la trata y el tráfico ilícito de personas, y que la gestión migratoria exige soluciones mundiales basadas en la solidaridad, el reparto de responsabilidades, el respeto de los derechos de los migrantes y del Derecho internacional, así como el uso efectivo de los instrumentos de cooperación al desarrollo;
M. Considerando que más de 218 millones de personas viven en situación de pobreza extrema en África; que el porcentaje de la población que vive en pobreza extrema en el África subsahariana ha descendido del 56 % en 1990 hasta el 43 % en 2012; que 33 de los 47 países menos avanzados se encuentran en el continente africano, por lo que la asociación UE-África es un instrumento indispensable para la puesta en práctica de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los ODS, en particular la erradicación de la pobreza;
N. Considerando que se calcula que en África las necesidades en infraestructuras ascienden a 75 000 millones EUR anuales; que el valor del mercado de consumo podría alcanzar un billón USD en 2020; que está previsto que las inversiones extranjeras directas se incrementen de modo constante hasta los 144 000 millones USD en 2020, y que la población actual es de 1 000 millones de habitantes;
O. Considerando que las exportaciones africanas siguen estando dominadas por los productos sin transformar; que un porcentaje importante de estas exportaciones se inscriben en acuerdos comerciales preferenciales; que el acceso libre al mercado para la mayoría de productos africanos incrementa las capacidades de los países africanos y mejora su competitividad y participación en los mercados mundiales, siempre y cuando vaya de la mano, entre otros, de políticas que persigan una industrialización y una productividad rural sostenibles a largo plazo como vías principales al desarrollo;
P. Considerando que es necesario tener en cuenta las tendencias demográficas, ya que en 2050 la población africana podría ascender, según algunas proyecciones, a 2 500 millones de personas, en su mayoría jóvenes, mientras que se prevé que la población europea esté significativamente más envejecida; que es, por tanto, fundamental crear millones de empleos y apoyar y afianzar el empoderamiento de las mujeres y los jóvenes, en particular mediante la educación, el acceso a la asistencia sanitaria y la formación en el continente africano;
Refuerzo del diálogo político entre la UE y África: una condición previa para una asociación estratégica renovada
1. Toma nota de la reciente Comunicación titulada «Un impulso renovado para la asociación África-UE», destinada a imprimir un nuevo impulso a la asociación UE-África para reforzarla y profundizarla orientándola hacia la prosperidad y la estabilidad de los dos continentes, de conformidad con los compromisos contraídos en el marco de los ODS, el Nuevo Consenso Europeo en materia de Desarrollo —que aporta un conjunto de pautas para la política europea de desarrollo—, la Estrategia Global sobre Política Exterior y de Seguridad de la UE y la Agenda 2063;
2. Recuerda que África es un socio estratégico clave de la UE y considera que es fundamental estrechar las relaciones entre la UE y la UA a través de un diálogo revisado y ampliado, que incluya los principios de transparencia y buena gobernanza, con vistas a establecer una situación provechosa para todos, así como una cooperación equitativa y sostenible para afrontar los mismos desafíos y obtener beneficios comunes, además de garantizar el principio de apropiación y tener en cuenta las circunstancias específicas y el nivel de desarrollo de cada país socio;
3. Pide a la futura asociación que se centre en los ámbitos prioritarios señalados tanto por la UA como por la UE, entre los que se encuentran:
• el desarrollo económico (mediante el comercio, los Acuerdos de Asociación Económica (AAE), una mayor integración regional, la diversificación económica, la industrialización sostenible y la creación de empleos de calidad),
• la buena gobernanza, incluidos los derechos humanos,
• el desarrollo humano a través de los servicios públicos que cubren necesidades básicas, como la educación, la sanidad, el acceso al agua y el saneamiento, la igualdad de género, la ciencia, la tecnología y la innovación,
• la seguridad y la lucha contra el terrorismo,
• la migración y la movilidad,
• el medio ambiente, incluido el cambio climático;
4. Recuerda que la ayuda presupuestaria representa el mejor modo de canalizar los créditos, ya que dota a los gobiernos de los medios para decidir sobre sus necesidades y prioridades; y que la ayuda presupuestaria general o sectorial permite afianzar las políticas de desarrollo y garantizar una capacidad de absorción máxima;
5. Celebra que la quinta Cumbre UE-África, que se celebrará en Costa de Marfil el próximo mes de noviembre, tenga como temática central la juventud, dada su importancia para el futuro de los dos continentes;
6. Recuerda la importancia y la eficacia de la cooperación ACP-UE y los resultados obtenidos en materia de desarrollo; subraya que este marco jurídicamente vinculante debe mantenerse más allá de 2020; insiste en la necesidad de intensificar esta cooperación, desarrollando al mismo tiempo su dimensión regional, en particular a través de una cooperación reforzada con la UA, las comunidades económicas regionales y otras organizaciones regionales; pide que se aplique un planteamiento más estratégico, pragmático y exhaustivo y estructurado al diálogo político en el marco de las negociaciones del acuerdo posterior a Cotonú;
7. Pide que se refuerce la dimensión parlamentaria en el marco de las relaciones entre la ACP y la UE; hace hincapié en que la Asamblea Parlamentaria Paritaria ACP-UE constituye un espacio único de interacción y desempeña una función primordial en el afianzamiento de la democracia, el Estado de Derecho y el respeto de los derechos humanos;
8. Destaca que la revisión de la política europea de vecindad brinda la oportunidad de mejorar la coordinación de la política de vecindad y la destinada a los demás Estados de África, a través de la creación de marcos de cooperación ampliados sobre asuntos de índole regional como la seguridad, la energía e incluso la migración;
9. Reitera la necesidad de mantener, en el marco de la asociación UE-África, un enfoque coordinado entre los Estados miembros de la UE y entre la UE y sus Estados miembros, según lo dispuesto en el artículo 210 del TFUE; recuerda, asimismo, que el respeto del principio de la UE de coherencia de las políticas de desarrollo es necesario en las políticas e iniciativas tanto europeas como africanas por igual a fin de alcanzar los ODS;
10. Pide que el principio de coherencia de las políticas en favor del desarrollo se incorpore plenamente en las relaciones comerciales de la UE con África, lo que implica la inclusión de cláusulas vinculantes en materia de comercio y desarrollo sostenible (CDS) en todos los acuerdos comerciales de la UE con países africanos, en consonancia con el compromiso contraído por la Comisión en la estrategia «Comercio para todos»;
11. Reitera la importancia de que los Estados miembros cumplan con su compromiso de destinar el 0,7 % de su PIB a ayuda oficial al desarrollo para poder fortalecer las relaciones de cooperación con África;
12. Suscribe la voluntad declarada de intensificar las alianzas entre la UE y África para abordar cuestiones de gobernanza mundial; insiste, a este respecto, en la necesidad de intensificar el diálogo con la UA y en la importancia de garantizar su autonomía financiera, de conformidad con la decisión de Kigali sobre financiación, reduciendo su dependencia de la financiación exterior; toma nota de las propuestas presentadas en el informe elaborado por Paul Kagamé, orientado a reforzar la UA con vistas a impulsar el proceso de integración política africana;
13. Destaca el papel desempeñado por la sociedad civil —que incluye actores como las ONG, las organizaciones confesionales, el sector privado, los sindicatos, las asambleas parlamentarias, las autoridades locales y la diáspora, cada uno con sus particularidades— a la hora de consolidar el diálogo político entre la UE y África para velar por una asociación centrada en las personas;
14. Hace hincapié en que es necesario aumentar la participación de la sociedad civil y de los interlocutores sociales en la asociación UE-África mediante el refuerzo de sus capacidades, especialmente transfiriendo conocimientos especializados y garantizando su participación en el diseño y la aplicación de reformas y políticas pertinentes; considera que la participación de las organizaciones de la sociedad civil (OSC) es fundamental para la rendición de cuentas pública; respalda las distintas plataformas establecidas para hacer de la sociedad civil un interlocutor clave de la asociación, en particular el Foro Anual Conjunto (FAC), que tiene por objetivo aplicar la hoja de ruta UE-África; lamenta, no obstante, que nunca se haya convocado el FAC, y pide encarecidamente a la UE y a la UA que faciliten los recursos financieros y políticos necesarios para garantizar una participación significativa de todas las partes interesadas en la asociación, también en el marco de la quinta Cumbre UE-UA;
Construir Estados y sociedades más resilientes para todo el mundo, en especial para la juventud, a fin de alcanzar los ODS
15. Considera que es necesario establecer la resiliencia (en sus cinco dimensiones) como un eje esencial de la nueva Estrategia UE-África;
Resiliencia política
16. Subraya la necesidad de reforzar no solo la buena gobernanza, la democracia, el Estado de Derecho y el respeto de los derechos humanos, sino también de esforzarse en la lucha contra la corrupción en ambos continentes, puesto que se trata de elementos indispensables del desarrollo sostenible;
17. Pide, por lo tanto, un diálogo franco e inclusivo, basado en el respeto mutuo, que convierta estos valores y principios en un eje principal de cooperación, en particular al ampliar la condicionalidad de la ayuda al desarrollo a su estricto cumplimiento;
18. Subraya que abordar con una mayor determinación los retos de la gobernanza en África tiene una importancia fundamental para construir sociedades más justas, más estables y más seguras; destaca la necesidad de seguir defendiendo y promoviendo los derechos humanos y la gobernanza sobre la base de los instrumentos jurídicos internacionales, las leyes y los principios y mecanismos existentes, incluidos los organismos de gobernanza regionales —como la Carta Africana sobre los Derechos Humanos y de los Pueblos y sus protocolos, la Carta Africana de la Democracia, las Elecciones y la Gobernanza y el Tribunal Africano de Derechos Humanos y de los Pueblos— con miras a reforzar la apropiación;
19. Recuerda el importante papel desempeñado por la Corte Penal Internacional en la lucha contra la impunidad, así como los valores de paz, seguridad, igualdad, equidad, justicia y reparación que transmite; reitera su llamamiento a la UE y a los Estados africanos para que sigan respaldando el Estatuto de Roma y la Corte Penal Internacional; insta a todos los signatarios del Estatuto de Roma a que lo ratifiquen lo antes posible;
20. Apoya la organización de una conferencia conjunta de alto nivel UA-UE sobre los procesos electorales, la democracia y la gobernanza en África y en Europa, y pide la plena participación del Parlamento Europeo, el Parlamento Panafricano, la Asamblea Parlamentaria Paritaria ACP-UE y la Asamblea Parlamentaria Euromediterránea de la UPM en esta iniciativa; pide que se refuercen los vínculos entre las distintas asambleas a fin de favorecer las sinergias y la coherencia entre las acciones emprendidas;
Resiliencia en materia de seguridad
21. Insiste en la vinculación directa entre seguridad y desarrollo; destaca la necesidad de integrar mejor las cuestiones de seguridad y los objetivos de desarrollo para abordar los problemas específicos de los Estados frágiles y para potenciar Estados y sociedades más resilientes; señala que esto debería llevarse a cabo mediante instrumentos específicos y financiación adicional;
22. Pide una cooperación más intensa entre la UE y África en el ámbito de la seguridad y la justicia en relación con el marco jurídico internacional a fin de adoptar un tratamiento holístico de los problemas y de combatir mejor la delincuencia organizada, la trata de seres humanos y el tráfico ilícito de migrantes, en particular en lo que respecta a los niños, así como el terrorismo; considera que las medidas emprendidas por la UE deben responder a las estrategias adoptadas por los países africanos, en particular las que están incluidas en la Agenda 2063 en materia de paz y seguridad;
23. Destaca la necesidad de cooperación entre la UE, la UA, organizaciones regionales y otros actores políticos pertinentes de África en el ámbito de la seguridad a fin de incrementar las capacidades de los países en desarrollo, reformar sus sectores de la seguridad y apoyar actividades en el ámbito del desarme, la desmovilización y la reinserción de antiguos combatientes;
24. Recuerda que el terrorismo es una amenaza mundial para la paz y la estabilidad, el desarrollo sostenible y la seguridad interior de la región, que debe ser abordada de forma coordinada por los gobiernos nacionales, las organizaciones regionales e internacionales y las agencias de la UE; aboga por una cooperación reforzada en el marco de la Estrategia UE-África destinada a impedir la impunidad, promover el Estado de Derecho y la expansión de la capacidad policial y judicial con el fin de facilitar el intercambio de información y de buenas prácticas y prevenir, contrarrestar y combatir la financiación del terrorismo y la delincuencia organizada, y actuar judicialmente contra ellas; observa que la estrategia de lucha contra el terrorismo también debe incluir medidas para prevenir la radicalización en África y en Europa, especialmente entre los jóvenes, pues conduce al extremismo violento;
25. reitera la importancia de las distintas misiones y operaciones de la UE desplegadas en África; se congratula de la creación de la Fuerza Conjunta del G-5 del Sahel; pide que se refuercen las acciones europeas para la paz y la seguridad en colaboración con los socios africanos e internacionales y que se apoye la plena operacionalización de la Arquitectura de Paz y Seguridad de África (APSA); solicita una contribución inicial de la UE al Fondo de Paz de la UA para las actividades incluidas en el apartado de «mediación y diplomacia»;
Resiliencia medioambiental
26. Recuerda que África es particularmente vulnerable a los efectos del cambio climático; considera fundamental que la UE desarrolle un enfoque estratégico con respecto a la creación de resiliencia climática y que apoye en consecuencia a los países africanos, en particular a los menos desarrollados, en sus esfuerzos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y de adaptación; hace hincapié en la importancia del cambio climático como multiplicador del riesgo de conflictos, sequías, hambrunas y migración, como permite apreciar el reciente brote de hambruna en Sudán del Sur, Nigeria y Somalia; reitera, en este contexto, la necesidad imperante de promover y respetar el compromiso adquirido en París en 2015 de asignar 100 000 millones de dólares de aquí a 2020 a los países en desarrollo; pide que se exploten nuevas formas de colaboración África-UE a fin de reducir los obstáculos a la financiación y la transferencia de tecnología;
27. Hace hincapié en que África posee un entorno natural rico y diverso; pide que la protección de la biodiversidad africana ocupe un lugar central de la agenda política UE-UA; pide que la Estrategia UE-África trabaje conjuntamente con las prioridades del Plan de acción de la UE contra el tráfico de especies silvestres y que proteja el patrimonio natural, en particular los parques naturales;
28. Alienta una mayor inversión en los ámbitos de la energía de transición y la economía circular, con el fin de seguir promoviendo acciones que contribuyan al respeto del medio ambiente y que creen oportunidades de empleo para los jóvenes; recuerda que asegurar el acceso a una energía asequible, fiable, sostenible y moderna para todos es fundamental para satisfacer las necesidades humanas básicas, resulta esencial para prácticamente todo tipo de actividad económica y es un motor clave del desarrollo; pide un apoyo continuado de la UE a la Iniciativa Africana de Energías Renovables, y acoge con satisfacción la propuesta de la Comisión para poner en marcha una nueva asociación UE-África en materia de investigación e innovación sobre el cambio climático y la energía sostenible;
29. Pide a la asociación UE-África que se centre en la agricultura y en la seguridad alimentaria en una perspectiva a largo plazo y que promueva sinergias entre seguridad alimentaria y medidas en favor del clima; insta a la UE, en este contexto , a que amplíe la asistencia destinada a la agricultura sostenible, la agrosilvicultura y las prácticas agroecológicas respetuosas del uso tradicional de la tierra y que garanticen el acceso a la tierra, al agua y a semillas de «fuente abierta»; pide asimismo que la UE brinde apoyo a los pequeños agricultores y pastores para que alcancen la seguridad alimentaria mediante la creación y la inversión en infraestructuras de acuerdo con los Principios para la inversión responsable en la agricultura y los sistemas alimentarios del CSA, y que apoyen el establecimiento de cooperativas; destaca igualmente la capacidad y experiencia adquiridas por las organizaciones de la sociedad civil a nivel de la comunidad en relación con la agricultura sostenible;
30. Celebra las iniciativas de la UE que promueven una mejor gestión y un comercio más transparente de los recursos naturales; cree que la gestión sostenible y el comercio de recursos naturales, como minerales, la madera y las especies silvestres, permitirían a los países con riqueza de recursos y a sus poblaciones extraer un mayor beneficio de ellos; recuerda la necesidad de legislación de la UE sobre minerales procedentes de zonas en conflicto y de medidas de acompañamiento basadas en un enfoque integrado que promueva la aplicación de normas internacionales en materia de diligencia debida con arreglo a la definición de la guía de la OCDE; pide que se elabore una carta común UE-África sobre la gestión sostenible de los recursos naturales;
Resiliencia económica
31. Considerando que un entorno legislativo e institucional estable y una economía sana son elementos esenciales para la competitividad, las inversiones, la creación de empleo, la mejora del nivel de vida y un crecimiento sostenible; destaca, en este contexto, la necesidad de mejorar el acceso en línea a información jurídica sobre el Derecho mercantil; recuerda que el crecimiento económico sin un Estado imparcial no siempre garantiza el desarrollo o el progreso social, e insiste en la necesidad de redistribuir la riqueza creada, garantizar los servicios a los ciudadanos y mejorar la igualdad de oportunidades;
32. Pide una mayor cooperación entre los sectores privados de la Unión y de África, así como una concentración de las inversiones, en especial a través de asociaciones público-privadas, con arreglo a un código ético estricto y a los principios de la responsabilidad social, en sectores fundamentales como:
– la energía sostenible, incluido el acceso a la electricidad para todos,
– las infraestructuras básicas, en particular en el sector del transporte, incluido el transporte marítimo,
– la utilización sostenible de los recursos naturales,
– la agricultura sostenible,
– la economía azul, incluida la industria marítima,
– la ciencia, la tecnología y la innovación, en particular en relación con asuntos de interés común y que afecten particularmente a uno de los continentes como las enfermedades relacionadas con la pobreza y las enfermedades desatendidas,
– la digitalización como elemento importante para garantizar el desarrollo de la economía africana, pero también para interconectar a las personas;
33. Resalta que la integración regional constituye un motor para el desarrollo económico y una necesidad en un mundo globalizado; pide que se apoye la cooperación Sur/Sur, que refleja la realidad de la transformación progresiva del continente africano; apoya el establecimiento de una zona continental de libre comercio en África así como el objetivo de incrementar el comercio intraafricano un 50 % de aquí a 2050; recuerda, asimismo, las posibilidades de desarrollo que ofrecen los acuerdos de asociación económica (AAE) y los acuerdos comerciales entre la UE y los países africanos, que hacen posible promover el desarrollo sostenible, los derechos humanos y el comercio justo y ético; destaca la necesidad de que se establezcan normas de origen que apoyen al desarrollo, cláusulas de salvaguardia efectivas, calendarios de liberalización asimétricos y protección para las industrias nacientes, y de que se simplifiquen y hagan transparentes los procedimientos aduaneros; recuerda que los AAE tienen por objetivo ayudar a los países ACP a ampliar sus mercados, alentar los intercambios de mercancías y estimular las inversiones y que prevén una apertura lenta y progresiva del comercio de mercancías entre la UE y los países ACP;
34. Hace un llamamiento a favor de la transparencia en los tratados comerciales y la plena participación de todas las partes interesadas, incluidas las sociedades civiles de los países involucrados, a través de consultas formales, en las futuras negociaciones y en la aplicación de los acuerdos que en la actualidad se encuentran en fase de negociación;
35. Pide a la UE y a sus Estados miembros que coordinen mejor la programas de ayuda al comercio y que incrementen las sinergias con sus políticas de inversiones en África; pide asimismo a la UE que refuerce su compromiso financiero dedicado a la ayuda para el comercio, así como la asistencia técnica y las iniciativas para el desarrollo de capacidades, que son esenciales para los países africanos, en particular los menos desarrollados;
36. Considera que el sector privado, desde las microempresas a las pequeñas y medianas empresas, las cooperativas y las empresas multinacionales, desempeña una función determinante en la creación de empleo y en el proceso de desarrollo, y que contribuye a la financiación del mismo; Destaca el papel específico desempeñado por las pymes y las pequeñas empresas familiares y pide que se apoye la iniciativa individual; celebra, a este respecto, la creación del Fondo Europeo de Desarrollo Sostenible, que debería tener como objetivo apoyar al sector privado en los países de África, especialmente a empresas y pymes locales de países en situación de fragilidad, y fomentar así la inversión y la creación de puestos de trabajo sostenibles, sobre todo para mujeres y jóvenes;
37. Recuerda las obligaciones que debe cumplir el sector privado en el marco de las Directrices de las Naciones Unidas y la OCDE y reitera su llamamiento a los Estados miembros de la UE y de la UA para que participen constructivamente en el Grupo de Trabajo intergubernamental de las Naciones Unidas sobre la cuestión de los Derechos Humanos y las empresas transnacionales y otras empresas a fin de trabajar en el establecimiento de un tratado internacional vinculante, basado en los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las empresas y los derechos humanos, sobre el modo en que las empresas respetan los derechos humanos y las obligaciones con respecto a las normas sociales, laborales y medioambientales;
38. Subraya la necesidad de crear empleos dignos y vincularlos a la inversión, lo que debe hacerse en el marco de la asociación África-UE; pide que se cumplan las normas de la OIT a este respecto; subraya la importancia de la interacción entre los entes sociales, económicos e institucionales y pide que se refuerce la participación de los interlocutores sociales impulsando la eficacia del diálogo social a todos los niveles pertinentes, lo cual es propicio para la negociación colectiva;
39. Lamenta que cada año salgan de África aproximadamente 50 000 millones de dólares en forma de flujos financieros ilícitos, lo que supera el total de la ayuda oficial al desarrollo (AOD) anual y socava los esfuerzos de movilización de los ingresos nacionales; insta, por consiguiente, a las dos partes:
– a establecer instrumentos eficaces para combatir la evasión fiscal, el fraude fiscal y la corrupción, como la transparencia pública respecto del beneficiario efectivo final de entidades jurídicas, fideicomisos o estructuras similares,
– a promover la aplicación de los Principios para la Inversión Responsable respaldados por Naciones Unidas,
– a apoyar iniciativas para aumentar la eficiencia y la transparencia de los sistemas públicos de gestión financiera;
40. Pide asimismo la aplicación efectiva de los Principios rectores sobre la deuda externa y los derechos humanos de las Naciones Unidas y los Principios sobre promoción de otorgamiento y toma responsables de préstamos soberanos de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD); acoge favorablemente la labor de las Naciones Unidas en favor de un mecanismo internacional de renegociación de la deuda pública;
41. Pide una mejor inclusión financiera en África, en particular de las mujeres, mediante el desarrollo de la banca electrónica, a fin de combatir la polarización de la sociedad africana; recuerda que las remesas constituyen un flujo de fondos para los países en desarrollo mayor que la AOD total y que pueden contribuir de forma significativa al logro de la Agenda 2030; pide, por lo tanto, a la UE que siga apoyando los esfuerzos de la UA para mejorar los mecanismos de remesas;
Resiliencia social
42. Reconoce la importancia de la dinámica demográfica en África, que necesita una perspectiva estratégica a largo plazo para desarrollar sociedades sostenibles, incluyentes y participativas; hace hincapié asimismo en la necesidad de la discriminación de grupos vulnerables, como las personas con discapacidad y los pueblos indígenas; reconoce que el aumento de población en África representa un reto y también una oportunidad para el continente; pide, por consiguiente, a la UE que se comprometa a fomentar políticas públicas adecuadas e inversiones en salud, educación y salud y derechos sexuales y reproductivos con el fin de garantizar que los jóvenes estén preparados para tomar decisiones fundamentadas sobre su salud sexual y reproductiva, igualdad de género y derechos del niño, sin las que no se puede alcanzar la resiliencia social, económica y medioambiental;
43. Destaca que la tasa de urbanización de África registra un aumento constante y plantea desafíos sociales, económicos y medioambientales; pide soluciones para atenuar esta presión urbana y aliviar los problemas de una urbanización descontrolada;
44. Pide a la UE y a la UA que fortalezcan los sistemas nacionales de enseñanza africanos, en particular la capacidad de sus estructuras administrativas, invirtiendo como mínimo el 20 % de sus presupuestos nacionales en la educación y aumentando el apoyo de la UE a la Iniciativa Acelerada de Educación para Todos y al fondo «La educación no puede esperar»;
45. Destaca la necesidad de un acceso universal, inclusivo y equitativo a una educación de calidad elevada a todos los niveles, desde la primera infancia en adelante y para todos, en particular para las niñas, incluso en situaciones de emergencia y de crisis;
46. Reitera la necesidad de invertir en capital humano y de que la juventud esté conectada a las realidades mundiales y disponga de competencias que respondan a las necesidades actuales y futuras del mercado, reforzando los sistemas de educación y formación profesional (formales e informales), el trabajo autónomo y el emprendimiento;
47. Considera que es importante respaldar a los países africanos a la hora de establecer sistemas de salud eficaces y de garantizar un acceso asequible a servicios de salud para todos, y asimismo, en particular, eliminar las barreras de acceso a las que se enfrentan las mujeres y otros grupos vulnerables, como los niños, las personas con discapacidad y las personas LGBTI;
48. Pide la implantación de una cobertura sanitaria universal mediante el establecimiento de sistemas sanitarios nacionales horizontales; subraya, en particular, la necesidad de formar a un millón de profesionales sanitarios cualificados adicionales a lo previsto en un principio sobre la base de las actuales tendencias, a fin de cumplir la norma mínima de la OMS para 2030;
49. Destaca que las enfermedades infecciosas constituyen una amenaza capital para la resiliencia social; pide a la Comisión que intensifique los esfuerzos de cooperación científica y médica entre los dos continentes, como la Cooperación de Europa y los países en desarrollo sobre ensayos clínicos (EDCTP 2) y que invierta en ciencia, tecnología e innovación para hacer frente a través de su cooperación para el desarrollo a la carga aún enorme de enfermedades desatendidas y relacionadas con la pobreza;
50. Recuerda la necesidad de mayores inversiones en acceso a los servicios de atención sanitaria materna y salud sexual y reproductiva a fin de reducir la mortalidad materna e infantil y de luchar contra prácticas tradicionales perniciosas tales como la mutilación genital femenina y los matrimonios forzoso o precoces;
51. Subraya la importancia de que la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en la cooperación UE-África; destaca el papel positivo y la participación de las mujeres en las esferas políticas y económicas, así como en la prevención y resolución de conflictos, el auxilio y en la construcción de paz duradera;
52. Señala que la cultura es un motor y un componente importante del desarrollo, que puede facilitar la inclusión social, la libertad de expresión, la construcción de identidades, el empoderamiento civil y la prevención de conflictos, a la vez que impulsa el crecimiento económico; invita, por tanto, a la UE y a la UA a que promuevan el diálogo político intercultural y la diversidad cultural y a que apoyen estrategias de protección de la cultura y el patrimonio; destaca que la democracia es un valor universal que puede declinarse en todas las culturas; reconoce asimismo el papel del deporte como fuente y motor de inclusión social y la igualdad de género;
Puesta en marcha de una estrategia para la movilidad y los movimientos migratorios que contribuyen al desarrollo de ambos continentes
53. Recuerda que la migración y la movilidad entre Europa y África y en su interior tienen una repercusión económica, social, medioambiental y política que este reto debe abordarse de manera coordinada y global entre ambos continentes y en cooperación con los países de origen, tránsito y destino, aprovechando al máximo las sinergias y recurriendo a todas las políticas, instrumentos y herramientas de la UE, sobre la base de la solidaridad, el reparto de responsabilidades, el respeto y la dignidad humana; recuerda, en este contexto, que resulta conveniente intensificar el diálogo UE-África con miras a las negociaciones sobre los dos pactos mundiales sobre, respectivamente, migración y refugiados, que se celebrarán en 2018 bajo los auspicios de las Naciones Unidas, con objeto de definir prioridades comunes, en la medida de lo posible;
54. Recuerda la necesidad de reforzar el impacto positivo de la migración y la movilidad, de manera que estos dos fenómenos pasen a considerarse como instrumentos de desarrollo recíproco de los dos continentes; destaca que la migración y la movilidad exigen una respuesta política cuidadosamente diseñada, equilibrada, basada en pruebas y sostenible, con una estrategia a largo plazo que tenga en cuenta las perspectivas demográficas y las causas profundas de la migración;
55. Reconoce que los conflictos violentos, las persecuciones, las desigualdades, las violaciones de los derechos humanos, la gobernanza deficiente, la corrupción, el terrorismo, los regímenes represivos, las catástrofes naturales, el cambio climático, el paro y la pobreza crónica han propiciado los desplazamientos de población y el aumento de los movimientos migratorios hacia Europa en los últimos años; recuerda, no obstante, que más de un 85 % de los africanos que abandonan su país permanece en África;
56. Respalda las distintas iniciativas adoptadas a escala europea para hacer frente a las causas profundas de la migración irregular: asociaciones migratorias, fondos fiduciarios para África y Fondo Europeo de Desarrollo Sostenible; pide que se garantice y prosiga su implementación de manera flexible, eficiente, coherente y transparente, a la vez que se aprovechan las posibles sinergias entre los diferentes instrumentos, programas y actividades, tanto en la acción interior como exterior; subraya la necesidad de una cooperación más intensa en el ámbito de la gestión de las fronteras;
57. reitera su petición de crear vías para la promoción de la migración legal, en consonancia con las recomendaciones del Plan de Acción de La Valeta; destaca asimismo que la ayuda al desarrollo no debe supeditarse a la cooperación en asuntos de migración;
58. Insta a los Estados miembros a que ofrezcan sus plazas de reasentamiento a un número significativo de refugiados; aboga, en este sentido, por la creación de un marco europeo de reasentamiento que los Estados miembros puedan aplicar con facilidad; Insta además a la UE y a sus Estados miembros a que cooperen con los países africanos enfrentados a desplazamientos de personas refugiadas o a situaciones de crisis prolongadas y les presten asistencia, con miras a incrementar su capacidad de asilo y reforzar su sistema de protección;
59. Insta a los Estados miembros a que aumenten su contribución financiera a los fondos fiduciarios y otros instrumentos destinados a apoyar el crecimiento inclusivo y sostenible y a estimular la creación de empleo, contribuyendo así a abordar las causas profundas de la migración. pide asimismo una función de control reforzada del Parlamento Europeo a fin de garantizar que los nuevos instrumentos de financiación sean compatibles con la base jurídica, los principios y compromisos de la UE;
60. Pide a la UE y a la UA que intensifiquen los intercambios de estudiantes, profesores, emprendedores e investigadores entre los dos continentes; acoge con satisfacción la propuesta de la Comisión de poner en marcha un mecanismo para la juventud africana que amplíe el ámbito del programa Erasmus+, y un instrumento de educación y formación profesional de la UE; pide un debate acerca del reconocimiento por parte de la UE de los certificados y títulos expedidos por las escuelas y universidades africanas; señala que garantizar la migración circular es fundamental para el desarrollo sostenible y para prevenir la fuga de cerebros de África;
61. Reconoce el lugar especial que ocupa la diáspora tanto en los países de acogida como en los países de origen, debido al envío de importantes remesas de fondos y como socio de desarrollo a los niveles nacional y regional; manifiesta su deseo de que la diáspora pueda desempeñar una función de información, adaptada para responder a las verdaderas necesidades de las personas, sobre los peligros derivados de la migración irregular, y los desafíos ligados con la integración en los países de acogida;
°
° °
62. Encarga a su presidente que transmita la presente Resolución al Consejo, a la Comisión, a la vicepresidenta de la Comisión / alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, a la Comisión de la Unión Africana, al Consejo ACP, al Parlamento Panafricano y a la Mesa de la Asamblea Parlamentaria Paritaria ACP-UE.
- [1] DO L 317 de 15.12.2000, p. 3.
- [2] DO L 249 de 27.9.2017, p. 1.
- [3] Textos Aprobados, P8_TA(2016)0371.
- [4] Textos Aprobados, P8_TA(2016)0337.
- [5] Textos Aprobados, P8_TA(2016)0246.
- [6] Textos Aprobados, P8_TA(2016)0437.
OPINIÓN de la Comisión de Asuntos Exteriores (5.9.2017)
para la Comisión de Desarrollo
Estrategia UE-África: un impulso para el desarrollo
(2017/2083(INI))
Ponente de opinión: Fabio Massimo Castaldo
SUGERENCIAS
La Comisión de Asuntos Exteriores pide a la Comisión de Desarrollo, competente para el fondo, que incorpore las siguientes sugerencias en la propuesta de Resolución que apruebe:
1. Subraya la creciente importancia de las relaciones en los ámbitos político, económico y de seguridad entre la UE y África, en un momento en que ambas están experimentando profundos cambios, y reconoce la contribución de la Estrategia Conjunta África-UE a la construcción de una asociación más sólida a lo largo de los últimos diez años; hace hincapié en la necesidad de basarse en estos logros y trabajar para desarrollar una relación con África igualitaria, sostenible y mutuamente beneficiosa, en un espíritu de apropiación y responsabilidad compartidas, respetando al mismo tiempo la independencia y la soberanía de los países africanos; saluda, a este respecto, la participación y el compromiso activos de los Estados africanos con la Unión en foros internacionales recientes, tales como las negociaciones relativas al Acuerdo de París en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2015 (COP21);
2. Hace hincapié en que, hoy en día, la Unión en su conjunto es el principal inversor extranjero en África, su principal socio comercial, su principal fuente de remesas y su primer socio en materia de ayuda al desarrollo y humanitaria, además de un proveedor de seguridad clave; espera que la próxima Cumbre UA-UE dé un nuevo impulso y nuevas ideas que permitan adaptar la Estrategia a un entorno en rápida evolución, dada la enorme importancia que los avances de África constituyen para la Unión y sus intereses estratégicos;
3. Subraya la necesidad de una asociación más fuerte y más política entre la Unión y África, basada en valores e intereses compartidos, para fomentar la paz, abordar problemas mundiales tales como el cambio climático, la inseguridad alimentaria, el acceso al agua, la degradación medioambiental, la explotación insostenible de los recursos naturales, el crecimiento de la población, la urbanización de las grandes ciudades, el desempleo juvenil, la impunidad, la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas (ODS), el terrorismo, la radicalización, la delincuencia organizada y los flujos migratorios, construyendo al mismo tiempo sobre la base de nuestro principios comunes del Estado de Derecho, la economía de mercado social, la buena gobernanza y el respeto de los derechos humanos, y promover un orden mundial basado en normas en el marco de unas Naciones Unidas sólidas;
4. Acoge con satisfacción que la próxima Cumbre UA-UE se centre en la juventud, ya que la dinámica demográfica de ambos continentes pone esta cuestión en el núcleo de las relaciones entre África y la Unión; señala que, de acuerdo con las previsiones, el África Subsahariana tendrá que crear 18 millones de puestos de trabajo nuevos al año hasta 2035 para absorber a la población recién incorporada al mercado de trabajo y evitar así graves consecuencias para la estabilidad social; destaca la necesidad de dar prioridad, en términos más generales, a la creación de empleo y al desarrollo económico en las sociedades, así como de aprovechar el papel del sector privado en el continente africano;
5. Acoge con satisfacción la propuesta de la Comisión de poner en marcha un mecanismo para la juventud africana que amplíe el ámbito del programa Erasmus+ y un instrumento de educación y formación profesionales de la Unión para ayudar a los países objetivo a superar la brecha entre las necesidades y oportunidades del mercado laboral y las cualificaciones de los graduados, promoviendo al mismo tiempo la inclusión de los grupos vulnerables;
6. Pide un mayor apoyo a la educación de calidad en todos los niveles, en particular para las niñas, a través de programas bilaterales mejorados, y un apoyo continuado a iniciativas mundiales, como la Alianza Mundial para la Educación; subraya la importancia de invertir en mayor medida en las escuelas, las universidades y la investigación, promover asociaciones de movilidad, abordar el fenómeno de la fuga de cerebros, respaldar programas como Erasmus+ y armonizar la educación superior a través de programas transfronterizos y del reconocimiento de las cualificaciones;
7. Recuerda que los intereses de la Unión en materia de seguridad no han estado nunca tan estrechamente relacionados con los de África como ahora; Pide un mayor apoyo de la Unión a los socios africanos y las organizaciones regionales en el ámbito de la paz y la seguridad y la prevención de conflictos, en particular a través de instrumentos específicos, tales como las operaciones de la política común de seguridad y defensa (PCSD), las contribuciones en efectivos militares y policiales europeos a las misiones de las Naciones Unidas, las medidas de la Unión dirigidas a aplicar la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y el Fondo de Apoyo a la Paz para África, facilitando la asistencia y la ayuda necesarias para la lucha mundial contra el terrorismo yihadista y promoviendo la paz y la seguridad en las poblaciones afectadas; subraya el importante papel desempeñado por las misiones anteriores y actuales de la PCSD, concretamente en la lucha contra la piratería, en la promoción del desarrollo de capacidades y en la consolidación de la seguridad marítima y la asistencia fronteriza en África; pide al Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) y al Consejo que velen por que las misiones de la PCSD en África puedan seguir operando eficazmente;
8. Destaca la importancia de fomentar la seguridad y la estabilidad ayudando a nuestros socios a crear Estados y sociedades más resilientes, también a través de la creación de capacidades y de reformas en el ámbito de la seguridad, prestando especial atención a la buena gobernanza en este ámbito, el control parlamentario y la rendición de cuentas e impulsando actividades en el ámbito del desarme, la desmovilización y la reinserción de antiguos combatientes;
9. Pide a la Unión que siga apoyando el enfoque, cada vez más proactivo, adoptado por la Unión Africana (UA) y las organizaciones regionales pertinentes con vistas a la plena operatividad de la Arquitectura de Paz y Seguridad de África (APSA); solicita una contribución inicial de la Unión al Fondo de Paz de la UA para las actividades incluidas en el apartado de «mediación y diplomacia»;
10. Destaca la necesidad de integrar mejor las cuestiones de seguridad y los objetivos de desarrollo para abordar los problemas específicos de los Estados frágiles y para potenciar Estados y sociedades más resistentes, también a través de la creación de capacidades para la seguridad alimentaria, especialmente la agricultura a pequeña escala, la adaptación al cambio climático, la creación de más y mejores puestos de trabajo, especialmente para los jóvenes, la capacitación de las mujeres y el respaldo de la educación;
11. Subraya que abordar con una mayor determinación los retos de la gobernanza en África tiene una importancia fundamental para construir sociedades más justas, más estables y más seguras, y pide mayores esfuerzos para combatir el fenómeno de la captura del Estado, que se caracteriza por el control oligárquico y las prácticas de extracción de sectores de la burocracia estatal y está en el origen de numerosos problemas socioeconómicos y conflictos políticos de África;
12. Destaca que la persecución de intereses comunes y la cooperación en materia de seguridad deben ser totalmente coherentes con el Derecho internacional, con los valores fundamentales de la Unión y con los objetivos de apoyo a la democracia y la buena gobernanza y de fomento de los derechos humanos y del Estado de Derecho; considera que estos objetivos deben perseguirse, en la medida de lo posible, en sinergia con otros agentes económicos y políticos externos relevantes en África, como China y la India, y con su compromiso coherente;
13. Hace hincapié en que el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales constituye un elemento invariable del compromiso de la Unión con sus socios de terceros países; pide a la Unión que apoye en mayor medida la democracia, la promoción de los derechos humanos, el Estado de Derecho, la libertad de los medios de comunicación y una gobernanza responsable, transparente y con capacidad de respuesta, elementos estos que son fundamentales para garantizar un entorno político, social y económico en África que sea estable e inclusivo; pide a la Unión que apoye en mayor medida los instrumentos africanos de derechos humanos, tales como la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos y el Tribunal Africano de Derechos Humanos y de los Pueblos;
14. Pide un enfoque más estratégico, pragmático, global y estructurado para el diálogo político previsto en el Acuerdo de Asociación de Cotonú, que prevea una mayor participación de la sociedad civil y un refuerzo de la dimensión interpersonal; subraya la importancia del diálogo político, de conformidad con el artículo 8 de este Acuerdo, así como de la inclusión, como elementos esenciales del Acuerdo, del respeto de los derechos humanos, de los principios democráticos y del Estado de Derecho, de conformidad con el artículo 9, y de la «cláusula relativa a las medidas pertinentes», de conformidad con el artículo 96; pide a la Comisión, en el marco de las negociaciones para el acuerdo posterior a Cotonú, que adopte un enfoque más estructurado y estratégico para los diálogos en materia de derechos humanos estableciendo comités interparlamentarios permanentes, siguiendo el ejemplo de aquellos incluidos en los acuerdos de asociación de la Unión, con un mandato para supervisar la aplicación de las cláusulas de elementos esenciales, con el fin de ir más allá de un enfoque de emergencia y comprometerse con un diálogo más exhaustivo y sistemático;
15. Hace hincapié en la importancia de impulsar el diálogo, el intercambio de información y la cooperación en una serie de ámbitos, tales como la gestión de las finanzas públicas, los regímenes fiscales equitativos y eficaces, la lucha contra la corrupción, una administración pública transparente y responsable, la participación de la sociedad civil y los ciudadanos en los procesos de toma de decisiones y la gestión sostenible de los recursos naturales;
16. Considera que es esencial una asociación África-UE eficaz para hacer frente a los retos comunes de la lucha contra el terrorismo, el extremismo y la radicalización; recuerda que, a menudo, el tráfico de drogas y armas ilegales constituye una de las principales fuentes de ingresos para las organizaciones radicales y terroristas de la región; hace hincapié en los efectos devastadores que los grupos terroristas locales, como el Dáesh o Boko Haram, tienen sobre las poblaciones locales y el desarrollo económico a largo plazo; subraya, por tanto, la necesidad de fomentar la cooperación a largo plazo en el ámbito de la seguridad y aumentar las inversiones en los programas de educación y rehabilitación; subraya que una democracia que funcione correctamente promueve la estabilidad y es una poderosa herramienta contra el terrorismo;
17. Hace hincapié en la necesidad de hacer frente a las causas profundas de la radicalización, como la exclusión social, la pobreza y la falta de educación, así como de mantener diálogos específicos sobre seguridad y lucha contra el terrorismo con los socios africanos, para abordar conjuntamente los factores básicos que pueden conducir a la radicalización y a actos terroristas; subraya la importancia de mejorar el diálogo interconfesional, respaldar las iniciativas dirigidas a la integración de los jóvenes en la sociedad, luchar contra la propaganda terrorista teniendo en cuenta al mismo tiempo el papel de internet y de los medios sociales en los procesos de radicalización, luchar contra la financiación del terrorismo y reforzar la cooperación judicial;
18. Destaca que la revisión de la política europea de vecindad brinda la oportunidad de mejorar la coordinación de la política de vecindad y la destinada a los demás Estados de África, a través de la creación de marcos de cooperación ampliados; pide, por tanto, la instauración de marcos temáticos para reforzar la cooperación entre la Unión, los Estados socios de la vecindad meridional y los terceros países de África respecto de los desafíos regionales, como la seguridad, la energía o incluso las cuestiones migratorias;
19. Recuerda la importancia de una aplicación efectiva de las políticas exteriores de la Unión que puedan abordar las verdaderas causas profundas de la migración y luchar mejor contra las organizaciones delictivas involucradas en la trata de personas; pide que se realicen mayores esfuerzos conjuntos para aplicar el Plan de Acción de La Valeta sobre la base de una auténtica asociación con los terceros países de origen y tránsito; recuerda la importancia de un enfoque equilibrado y holístico en el nuevo marco de asociación, y subraya, a este respecto, la importancia del control democrático por parte del Parlamento; hace hincapié en que el nuevo marco de asociación con terceros países no debe convertirse en el único pilar de la acción de la UE en materia de migración, y en que debería extenderse más allá de un enfoque limitado centrado en la gestión de las fronteras para incluir, por ejemplo, unas relaciones comerciales más equitativas, la lucha contra el cambio climático y las transferencias financieras ilegales desde África, el establecimiento de canales seguros y legales para la migración y la introducción de iniciativas que consigan que la transferencia de remesas sea más fácil y menos costosa;
20. Recuerda que las causas profundas de la migración incluyen los conflictos, una gobernanza débil, la inestabilidad gubernamental, la violación de los derechos humanos, la corrupción, la ausencia del Estado de Derecho, la impunidad, la desigualdad, el desempleo o subempleo, la falta de medios de subsistencia y recursos y el cambio climático;
21. Considera que África y Europa tienen un interés y una responsabilidad compartidos en relación con la migración, y que la crisis requiere soluciones globales basadas en la solidaridad, el reparto de responsabilidades, el respeto de los derechos de los migrantes, el principio de no devolución y el cumplimiento de la obligación de los Estados de gestionar adecuadamente los flujos migratorios en su territorio, acoger a sus ciudadanos de vuelta en su territorio y concederles sus derechos constitucionales plenos si no pueden obtener el estatuto de residente legal en el extranjero;
22. Subraya que una cooperación firme entre los países africanos y la Unión, y en particular entre países de ambos lados del Mediterráneo, es clave en la lucha contra la trata de seres humanos y el tráfico ilícito de migrantes; apoya, a este respecto, la aplicación de marcos políticos y legales integrales basados en la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional y sus protocolos;
23. Señala que las contribuciones de los Estados miembros al Fondo Fiduciario de Emergencia para África siguen siendo bajas; espera que el Plan Europeo de Inversiones Exteriores (PEIE) pueda cumplir con sus compromisos de movilizar inversiones en África, apoyar el crecimiento inclusivo y sostenible y estimular la creación de empleo, contribuyendo así a abordar las causas profundas de la migración;
24. Señala, con gran preocupación, la falta de una autoridad estatal central en algunas zonas del continente africano, en particular en lo que concierne a la gestión de las fronteras, y recuerda las repercusiones negativas que esto tiene sobre la lucha contra el terrorismo y contra el tráfico de drogas; subraya, por tanto, la necesidad de una cooperación más intensa en el ámbito de la gestión de las fronteras y la política migratoria;
25. Reconoce la importancia, el potencial significativo y el poder transformador de la integración regional, transregional y continental para el crecimiento y el desarrollo en África, así como la necesidad de evitar que se alcen nuevas barreras al comercio, la movilidad y la cooperación en materia de seguridad; considera que una UA que abarque la totalidad del continente africano supone un paso muy positivo hacia la integración panafricana, y acoge con satisfacción que la Cumbre África-UE pase a denominarse Cumbre UA-UE;
26. Señala la necesidad de que la Unión respalde el refuerzo del comercio y la inversión sostenible intraafricanos, cuando sea posible en moneda local, y la dimensión transregional, continental y global de los proyectos y los programas en áreas que van desde la agricultura sostenible y el medio ambiente hasta la educación superior, las TIC, la investigación y las redes de infraestructuras físicas;
27. Considera que los proyectos de integración regional, como los realizados en África Meridional, Occidental u Oriental, han de respaldarse de forma que se complementen y fortalezcan los procesos de integración panafricana en el marco de la UA; afirma que la Unión debe perseguir asimismo unos lazos bilaterales estratégicos, sobre la base del respeto de los derechos humanos y el Estado de Derecho, con Estados africanos clave como líderes y propiciadores de los respectivos proyectos de integración; subraya asimismo la necesidad de reavivar la Unión por el Mediterráneo como vehículo para lograr una seguridad y prosperidad compartidas en el norte de África;
28. Reconoce la importancia de las relaciones interparlamentarias y anima a los socios africanos a hacer de la cooperación interparlamentaria a nivel bilateral, regional e internacional una prioridad política; subraya el papel constructivo de las delegaciones interparlamentarias y las asambleas regionales a la hora de potenciar la asociación África-UE y fomentar los intereses comunes y un diálogo genuino entre iguales, y propone colaborar más estrechamente con los parlamentos africanos para reforzar su papel democrático fundamental;
29. Recuerda la importante función de la inversión y el comercio responsables, de un sector privado responsable que cumpla las normas internacionales en materia de salud, seguridad, trabajo y medio ambiente, y de un entorno empresarial propicio a la creación de un desarrollo económico a largo plazo; pide a la Comisión y a los Estados miembros que fomenten la cooperación con los socios internacionales para prevenir, investigar e impedir el incumplimiento de las normas o los casos en que las empresas europeas cometen violaciones de los derechos humanos, o contribuyen a ello, e infringen los derechos de grupos vulnerables, como las minorías, los pueblos indígenas, las mujeres y los niños; pide a la Unión y a los Estados miembros de la UA que participen activamente y colaboren para lograr resultados positivos en las negociaciones relativas al proyecto de Tratado sobre empresas transnacionales y derechos humanos en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas;
30. Pide un mayor apoyo de la Unión a África en el ámbito de la reducción y la sostenibilidad de la deuda, y hace hincapié en la necesidad de adoptar legislación internacional y de crear comisiones para la auditoría de la deuda en casos de deuda odiosa; pide a los Estados miembros que apliquen de manera efectiva los Principios rectores sobre la deuda externa y los derechos humanos de las Naciones Unidas y los Principios sobre promoción de otorgamiento y toma responsables de préstamos soberanos de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), haciéndolos legalmente vinculantes;
31. Hace hincapié en el valor añadido de las infraestructuras del transporte para impulsar la economía y el comercio entre la Unión y África; subraya la importancia estratégica de los puertos y los aeropuertos;
32. Reconoce que África se ve afectada por un enorme déficit de energía, ya que 645 millones de personas no tienen acceso a la electricidad a precios asequibles; considera que debería otorgarse prioridad a las soluciones sostenibles basadas en energías renovables y en sistemas de minirredes y de fuera de red, y pide a la Unión que ayude a sus socios africanos a superar los retos financieros, técnicos y políticos de este proceso; reconoce la necesidad de mejorar la gobernanza en el sector energético y de impulsar la inversión pública y privada, ya sea interna o transfronteriza, en energías renovables a todos los niveles, y opina que el nuevo PEIE podría representar una oportunidad excepcional a este respecto; pide un apoyo continuado de la Unión a la Iniciativa Africana de Energías Renovables, y acoge con satisfacción la propuesta de la Comisión para poner en marcha una nueva asociación UE-África en materia de investigación e innovación sobre el cambio climático y la energía sostenible;
33. Subraya la importancia de los proyectos de desarrollo a pequeña escala que tengan una repercusión directa en las vidas de las personas; insta a la Comisión a que siga apoyándolos;
34. Pide a la Comisión que presente una propuesta legislativa sobre las medidas de acompañamiento del Reglamento sobre minerales originarios de zonas de conflicto (Reglamento (UE) 2017/821)[1], de conformidad con la comunicación conjunta correspondiente (JOIN(2014)0008);
35. Reconoce el importante papel de unos sistemas de protección social eficaces para la seguridad humana, la prevención de conflictos y la mitigación del impacto de los conflictos prolongados y los desplazamientos forzosos; señala el impacto desproporcionado de los conflictos violentos y los desplazamientos forzosos en las mujeres y los niños;
36. Hace hincapié en el papel fundamental de las mujeres en el desarrollo, y considera que la participación de estas en la gobernanza constituye una condición previa para el progreso socioeconómico, la cohesión social y la gobernanza democrática equitativa; pide que se tomen medidas positivas para garantizar el progreso hacia la participación igualitaria de las mujeres en la sociedad, inclusive en puestos de toma de decisiones a todos los niveles; pide, al mismo tiempo, a los países africanos que impulsen y apoyen una mayor participación femenina en el mercado laboral y que tomen todas las medidas necesarias para evitar la discriminación de género en el lugar de trabajo;
37. Insta a la Comisión a que conceda una atención especial a los derechos en materia de salud sexual y reproductiva de las mujeres y las muchachas en sus programas de desarrollo exterior;
38. Pide al SEAE que siga planteando la cuestión relativa a las personas LGBTI en su diálogo político y sobre los derechos humanos con los países africanos, y que ofrezca apoyo a los defensores de los derechos de las personas LGBTI con los instrumentos adecuados;
39. Reitera su apoyo a la Corte Penal Internacional y al compromiso de la Unión de cooperar plenamente en la prevención de delitos graves que sean competencia de la Corte; pide a la Unión que siga abierta a celebrar un debate constructivo en el que se planteen los temas en el marco del Estatuto de Roma y que siga ayudando a los países africanos que estén saliendo de conflictos a luchar contra la impunidad y garantizar la rendición de cuentas por delitos de Derecho internacional;
40. Hace hincapié en que la próxima Cumbre UA-UE ofrecerá la oportunidad de destacar las prioridades de la Unión en lo relativo a las relaciones entre la Unión y África en el contexto del proceso posterior a Cotonú;
41. Considera que África, el Caribe y el Pacífico son regiones muy distintas con intereses y desafíos específicos que no resultan fáciles de abordar en el marco de la estructura global del Acuerdo de Cotonú; considera, por lo tanto, que la futura cooperación con África debe basarse en las organizaciones regionales y subregionales existentes, en particular la UA.
INFORMACIÓN SOBRE LA APROBACIÓN EN LA COMISIÓN COMPETENTE PARA EMITIR OPINIÓN
Fecha de aprobación |
30.8.2017 |
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Resultado de la votación final |
+: –: 0: |
54 7 5 |
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Miembros presentes en la votación final |
Lars Adaktusson, Petras Auštrevičius, Mario Borghezio, Klaus Buchner, James Carver, Fabio Massimo Castaldo, Lorenzo Cesa, Andi Cristea, Georgios Epitideios, Knut Fleckenstein, Anna Elżbieta Fotyga, Eugen Freund, Michael Gahler, Iveta Grigule, Sandra Kalniete, Manolis Kefalogiannis, Tunne Kelam, Janusz Korwin-Mikke, Andrey Kovatchev, Ilhan Kyuchyuk, Ryszard Antoni Legutko, Barbara Lochbihler, Sabine Lösing, Andrejs Mamikins, Alex Mayer, David McAllister, Tamás Meszerics, Francisco José Millán Mon, Javier Nart, Pier Antonio Panzeri, Demetris Papadakis, Ioan Mircea Paşcu, Alojz Peterle, Julia Pitera, Cristian Dan Preda, Jozo Radoš, Sofia Sakorafa, Alyn Smith, Jordi Solé, Jaromír Štětina, Dubravka Šuica, Charles Tannock, Ivo Vajgl, Elena Valenciano, Hilde Vautmans, Anders Primdahl Vistisen, Boris Zala |
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Suplentes presentes en la votación final |
Elisabetta Gardini, Neena Gill, Ana Gomes, András Gyürk, Takis Hadjigeorgiou, Liisa Jaakonsaari, Marek Jurek, Urmas Paet, Mirosław Piotrowski, Miroslav Poche, José Ignacio Salafranca Sánchez-Neyra, Bodil Valero, Marie-Christine Vergiat, Janusz Zemke, Željana Zovko |
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Suplentes (art. 200, apdo. 2) presentes en la votación final |
Seb Dance, Jean-Luc Schaffhauser, Marie-Pierre Vieu, Ivan Štefanec |
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VOTACIÓN FINAL NOMINAL EN LA COMISIÓN COMPETENTE PARA EMITIR OPINIÓN
54 |
+ |
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ALDE |
Petras Auštrevičius, Iveta Grigule, Ilhan Kyuchyuk, Javier Nart, Urmas Paet, Jozo Radoš, Ivo Vajgl, Hilde Vautmans |
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ECR |
Anna Elżbieta Fotyga, Ryszard Antoni Legutko, Charles Tannock, Anders Primdahl Vistisen |
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EFDD |
Fabio Massimo Castaldo |
|
PPE |
Lars Adaktusson, Lorenzo Cesa, Michael Gahler, Elisabetta Gardini, András Gyürk, Sandra Kalniete, Manolis Kefalogiannis, Tunne Kelam, Andrey Kovatchev, David McAllister, Francisco José Millán Mon, Alojz Peterle, Julia Pitera, Cristian Dan Preda, José Ignacio Salafranca Sánchez-Neyra, Željana Zovko, Ivan Štefanec, Jaromír Štětina, Dubravka Šuica |
|
S&D |
Andi Cristea, Seb Dance, Knut Fleckenstein, Eugen Freund, Neena Gill, Ana Gomes, Liisa Jaakonsaari, Andrejs Mamikins, Alex Mayer, Pier Antonio Panzeri, Demetris Papadakis, Ioan Mircea Paşcu, Miroslav Poche, Elena Valenciano, Boris Zala, Janusz Zemke |
|
Verts/ALE |
Klaus Buchner, Barbara Lochbihler, Tamás Meszerics, Alyn Smith, Jordi Solé, Bodil Valero |
|
7 |
- |
|
EFDD |
James Carver |
|
GUE/NGL |
Takis Hadjigeorgiou, Sabine Lösing, Marie-Christine Vergiat, Marie-Pierre Vieu |
|
NI |
Georgios Epitideios, Janusz Korwin-Mikke |
|
5 |
0 |
|
ECR |
Marek Jurek, Mirosław Piotrowski |
|
ENF |
Mario Borghezio, Jean-Luc Schaffhauser |
|
GUE/NGL |
Sofia Sakorafa |
|
Explicación de los signos utilizados
+ : a favor
- : en contra
0 : abstenciones
- [1] DO L 130 de 19.5.2017, p. 1.
OPINIÓN de la Comisión de Comercio Internacional (27.9.2017)
para la Comisión de Desarrollo
sobre la Estrategia UE-África: un impulso para el desarrollo
(2017/2083(INI))
Ponente de opinión: Maria Arena
SUGERENCIAS
La Comisión de Comercio Internacional pide a la Comisión de Desarrollo, competente para el fondo, que incorpore las siguientes sugerencias en la propuesta de resolución que apruebe:
A. Considerando que en África las necesidades en concepto de infraestructuras se calculan en 75 000 millones EUR anuales; que el valor del mercado de consumo probablemente alcance los 1 000 millones de USD en 2020; que está previsto que las inversiones extranjeras directas se incrementen de modo constante hasta alcanzar los 144 000 millones USD en 2020; y que población actual es de 1 000 millones de habitantes;
B. Considerando que la seguridad y la prosperidad económicas de Europa y de África están vinculadas, y que estos dos continentes deben abordar conjuntamente los desafíos y las oportunidades comunes;
C. Considerando que es necesario crear un entorno que sea favorable a la inversión y que conceda la prioridad a las mejoras en los ámbitos de la sanidad y la educación, ante todo;
D. Considerando que el porcentaje de la población que vive en pobreza extrema en el África subsahariana ha descendido del 56 % en 1990 hasta el 43 % en 2012;
E. Considerando que existen grandes variaciones en cuanto al desarrollo y el crecimiento económico de los países de África; que, según las Naciones Unidas, de los 47 países menos avanzados, 33 son africanos; y que más de 218 millones de personas viven en situación de pobreza extrema en África;
F. Considerando que las exportaciones africanas siguen estando dominadas por los productos sin transformar; que un porcentaje importante de estas exportaciones se inscriben en acuerdos comerciales preferenciales; y que el acceso libre al mercado por parte de la mayor parte de los productos africanos incrementa las capacidades de los países africanos y refuerza su competitividad y participación en los mercados mundiales si va acompañado, entre otros aspectos, por políticas que tengan como objetivo una industrialización y una productividad rural sostenibles a largo plazo como vías principales al desarrollo;
G. Considerando que el acceso preferencial al mercado de la Unión ha permitido mejorar los resultados en materia de exportaciones de los países africanos beneficiarios en función de su capacidad para aprovechar realmente esas preferencias;
H. Considerando que la buena gobernanza y la transparencia reducen el coste de los intercambios y facilitan el comercio, la inversión y el desarrollo económico; que las inversiones y el comercio justo y responsable desempeñan un papel fundamental en el desarrollo y que podrían contribuir a la creación de una cifra superior a los18 millones de nuevos puestos de trabajo sostenibles anuales necesarios en África para absorber el aumento de la población activa, lo que también tiene beneficios para la Unión;
I. Considerando que la gestión sostenible y responsable de las materias primas y de los recursos naturales debe ser el elemento central de la Estrategia UE-África y una de las prioridades de la cooperación entre la Unión Europea y la Unión Africana, en particular para contribuir a luchar y eliminar la llamada «maldición de los recursos»; y que los europeos y africanos deben defender una posición fuerte y conjunta a este respecto en el seno de las instancias y durante las cumbres internacionales pertinentes, tales como el G20, la Asamblea General de las Naciones Unidas o la OMC;
J. Considerando que para África el acceso universal a la electricidad constituye un aspecto fundamental del desarrollo;
K. Considerando que, hasta la fecha, las medidas adoptadas no han conseguido integrar plenamente a África en el comercio mundial y tampoco han logrado la erradicación de la pobreza ni el descenso de las desigualdades en los países africanos, así como que la mayor parte de los países africanos todavía pueden sacarle mucho provecho a una mayor participación en el comercio mundial y a sus posibles beneficios;
L. Considerando que la estrategia «Comercio para todos» de 2015 establece el compromiso de la Unión en materia de comercio y desarrollo sostenible, con carácter vinculante y ejecutable;
1. Pide a la Unión que apoye un desarrollo sostenible e integrador en África y que se centre en el apoyo a los proyectos que tienen un impacto real y positivo en la creación de puestos de trabajo dignos para los hombres y las mujeres, la lucha contra la pobreza, el fomento del desarrollo humano y la protección del medio ambiente, así como que tengan repercusiones positivas en el crecimiento económico sostenible, el comercio de bienes y servicios basado en normas y valores beneficiosos, la industrialización y el desarrollo de capacidades, un entorno empresarial de alta calidad y previsible, la gestión de las finanzas públicas para reforzar la justicia tributaria, la transparencia en la gestión de los recursos naturales (en particular en relación con la producción minera y energética), así como en la lucha contra la corrupción y los flujos de capitales que salen del continente de manera ilícita, además del fomento de los derechos humanos, la igualdad de género, la buena gobernanza y el Estado de Derecho, además de contribuir a la estabilidad y seguridad; hace hincapié, en particular, en las iniciativas de la Unión centradas en la movilización del sector privado, que representa el 90 % de los puestos de trabajo en las economías de los países en desarrollo;
2. Pide a la Unión que refuerce su política comercial orientada al desarrollo y su compromiso financiero con la ayuda para el comercio, así como la asistencia técnica y las iniciativas para el desarrollo de capacidades, que son esenciales para que los países africanos, en particular los menos desarrollados, puedan aprovechar al máximo las preferencias comerciales de la Unión; pide, asimismo, a la Comisión y a los Estados miembros que coordinen la aplicación de sus programas para maximizar la efectividad de la ayuda para el comercio; acoge con satisfacción, en este sentido, la entrada en vigor, en febrero de 2017, del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de la OMC, que debería facilitar los trámites aduaneros y reducir, así, los costes comerciales;
3. Pide a la Unión y a sus Estados miembros que coordinen mejor sus programas de ayuda para el comercio y que incrementen las sinergias con sus políticas de inversiones en África;
4. Considera que los acuerdos de asociación económica (AAE), que cuentan con un apoyo importante en los Parlamentos de los países interesados, pueden llegar a ser, si se aplican correctamente y se acompañan de medidas estructurales adecuadas, un importante instrumento de promoción del desarrollo regional y de la integración del continente en el comercio mundial;
5. Subraya que las relaciones entre la Unión y África deben articularse en un marco justo y equilibrado entre socios iguales y sobre la base del respeto mutuo y el reconocimiento de intereses de cara a la promoción de los derechos humanos y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas;
6. Pide a la Comisión que apoye la integración de los países africanos en el comercio mundial y regional mediante el desarrollo de infraestructuras críticas, el acceso a la energía, a los servicios financieros y a la formación empresarial;
7. Pide a la Comisión que ayude a los países africanos a desarrollarse e integrarse en la economía mundial, también a través de cadenas de valor de carácter global y regional, para permitir que distintos países contribuyan a la producción de productos intermedios y finales; pide, en este contexto, a la Unión que apoye en mayor medida las ambiciones de África de convertirse en una zona continental de libre comercio con el objetivo de reducir las desigualdades a escala local en términos de ingresos, favorezca la diversificación económica y la transferencia de tecnologías, y contribuya, asimismo, a reforzar su participación en los intercambios internacionales y a aumentar su cooperación con los países afectados con vistas a alcanzar este objetivo; reconoce que, sin bien las políticas de la Unión son cruciales para ayudarles a lograr tales objetivos, el compromiso político de los países africanos sigue siendo, sin duda, indispensable;
8. Insta a la Unión a que siempre tenga en cuenta los diferentes niveles de desarrollo de los países y regiones de África, así como sus distintas expectativas, al definir y aplicar sus políticas comerciales en relación con África y, en este sentido, a que adopte preferencias comerciales o medidas específicas orientadas a reforzar las capacidades de producción y de transformación, la integración regional y a reforzar la agricultura a pequeña escala y sostenible apoyando los alimentos locales en los mercados locales; subraya, por otra parte, la necesidad de que todos los acuerdos comerciales o acuerdos comerciales unilaterales entre la Unión y los países africanos o las agrupaciones regionales prevean calendarios de liberalización suficientemente asimétricos, protejan a las industrias nacientes, establezcan normas de origen que apoyen al desarrollo, e incluyan cláusulas de salvaguardia efectivas;
9. Considera que tanto la aplicación efectiva del acuerdo de la OMC de facilitación comercial como la simplificación y la transparencia de los procedimientos aduaneros permitirán intensificar el comercio entre Europa y África, lo que beneficiará en particular a las pymes y a la innovación;
10. Pide a la Unión Europea que, mediante sus políticas comerciales y de inversión, incida en el refuerzo del sector privado y en el apoyo a la innovación, la competitividad y el emprendimiento tanto en Europa como en África, y que el conjunto de sus políticas en África se atenga a los principios de sostenibilidad y de responsabilidad social;
11. Considera que las «asociaciones público-privadas» desempeñan un papel fundamental en el desarrollo económico, en la medida en que dinamizan el sector privado y refuerzan las sinergias entre los actores institucionales y los operadores económicos, y que, por consiguiente, deberían contar apoyo en el marco de esta Estrategia;
12. Pide que los proyectos de desarrollo y de inversión europeos en África descansen sobre el principio de apropiación a fin de que los países beneficiarios sean dueños de sus propios modelos de desarrollo;
13. Confía en que la Unión elabore en el futuro planes estratégicos para la cooperación en el marco de un diálogo con África;
14. Pide al BEI y a la Comisión, en particular a través del Plan de Inversiones Exteriores, que inviertan en proyectos con gran potencial de creación de empleo y en los ámbitos prioritarios de energías limpias, infraestructuras, salud e investigación médica;
15. Destaca que el apoyo a los proyectos de inversión debe condicionarse a su eficacia económica y a los resultados económicos esperados con miras a potenciar el comercio en el mercado africano y con las regiones y países terceros y a mejorar la capacidad transformadora de la industria de los países africanos;
16. Recuerda que la política de inversiones de la Unión, en particular cuando entraña fondos públicos, debe contribuir a la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible; recuerda la necesidad de aumentar la transparencia y la rendición de cuentas de las organizaciones de financiación del desarrollo y de las asociaciones público-privadas a fin de llevar a cabo un control y seguimiento eficaces de los flujos de dinero, de la sostenibilidad de la deuda y del valor añadido para el desarrollo sostenible de sus proyectos;
17. Considera que el desarrollo digital puede brindar posibilidades de crecimiento en África, por ejemplo a través del comercio electrónico o los pagos por teléfono, y que las políticas de desarrollo de la Unión Europea y de África deben contribuir a mejorar el acceso a la electricidad y a internet en África;
18. Hace un llamamiento a favor de la transparencia en los tratados comerciales y la plena participación de todas las partes interesadas, incluidas las sociedades civiles de los países involucrados, a través de consultas formales, en las futuras negociaciones y en la aplicación de los acuerdos que en la actualidad se encuentran en fase de negociación;
19. Pide que los principios de coherencia de las políticas en favor del desarrollo se incorporen plenamente en las relaciones comerciales de la Unión con África, lo que implica la inclusión de cláusulas vinculantes en materia de comercio y desarrollo sostenible en todos los acuerdos comerciales de la Unión con países africanos, en consonancia con el compromiso contraído por la Comisión Europea en la estrategia «Comercio para todos»;
20. Acoge con satisfacción los esfuerzos realizados por la Unión en los últimos años con vistas a fomentar la responsabilidad social de las empresas; pide a la Unión que siga adoptando medidas para velar por que las empresas sean plenamente responsables de las violaciones de los derechos humanos y de los delitos medioambientales; Comparte la opinión de que los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos deben formar parte de cualquier acuerdo futuro entre los países africanos y la Unión, y pide a ambas partes que los incluyan en toda revisión; pide, asimismo, a la Unión que promueva de manera efectiva obligaciones en materia de diligencia debida para garantizar la sostenibilidad de las cadenas de suministro mundiales;
21. Espera, además, que se desarrolle una estrategia de lucha contra la corrupción y la fuga ilegal de capitales de África, e insiste en que en el futuro se tenga en cuenta el desarrollo de los mercados regionales africanos;
22. Considera fundamental que la Estrategia UE-África tenga en cuenta la importancia del papel de las mujeres en el desarrollo económico y la capacidad de recuperación de las sociedades, tanto en Europa como en África, y que se acometan proyectos en este sentido.
INFORMACIÓN SOBRE LA APROBACIÓNEN LA COMISIÓN COMPETENTE PARA EMITIR OPINIÓN
Fecha de aprobación |
25.9.2017 |
|
|
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|
Resultado de la votación final |
+: –: 0: |
32 2 0 |
|||
Miembros presentes en la votación final |
William (The Earl of) Dartmouth, Laima Liucija Andrikienė, Maria Arena, Tiziana Beghin, Santiago Fisas Ayxelà, Eleonora Forenza, Karoline Graswander-Hainz, Heidi Hautala, France Jamet, Bernd Lange, David Martin, Emma McClarkin, Anne-Marie Mineur, Sorin Moisă, Alessia Maria Mosca, Franck Proust, Godelieve Quisthoudt-Rowohl, Viviane Reding, Inmaculada Rodríguez-Piñero Fernández, Tokia Saïfi, Helmut Scholz, Adam Szejnfeld, Hannu Takkula, Iuliu Winkler, Jan Zahradil |
||||
Suplentes presentes en la votación final |
Klaus Buchner, Edouard Ferrand, Agnes Jongerius, Sajjad Karim, Sander Loones, Paul Rübig, Jarosław Wałęsa |
||||
Suplentes (art. 200, apdo. 2) presentes en la votación final |
Massimiliano Salini, Bogdan Brunon Wenta |
||||
VOTACIÓN FINAL NOMINAL EN LA COMISIÓN COMPETENTE PARA EMITIR OPINIÓN
32 |
+ |
|
ALDE |
Hannu Takkula |
|
ECR |
Emma McClarkin, Jan Zahradil, Sajjad Karim. Sander Loones |
|
EFDD |
Tiziana Beghin, William (The Earl of) Dartmouth |
|
GUE/NGL |
Anne-Marie Mineur, Eleonora Forenza, Helmut Scholz |
|
PPE |
Adam Szejnfeld, Bogdan Brunon Wenta, Franck Proust, Godelieve Quisthoudt-Rowohl, Iuliu Winkler, Jarosław Wałęsa, Laima Liucija Andrikienė, Massimiliano Salini, Paul Rübig, Santiago Fisas Ayxelà, Tokia Saïfi, Viviane Reding |
|
S&D |
Agnes Jongerius, Alessia Maria Mosca, Bernd Lange, David Martin, Inmaculada Rodríguez-Piñero Fernández, Karoline Graswander-Hainz, Maria Arena, Sorin Moisă |
|
Verts/ALE |
Heidi Hautala, Klaus Buchner |
|
2 |
- |
|
ENF |
Edouard Ferrand, France Jamet |
|
0 |
0 |
|
– |
– |
|
Explicación de los símbolos utilizados:
+ : a favor
- : en contra
0 : abstención
OPINIÓN de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior (29.9.2017)
para la Comisión de Desarrollo
sobre la Estrategia UE-África: un impulso para el desarrollo
(2017/2083(INI))
Ponente de opinión: Cécile Kashetu Kyenge
SUGERENCIAS
La Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior pide a la Comisión de Desarrollo, competente para el fondo, que incorpore las siguientes sugerencias en la propuesta de Resolución que apruebe:
A. Considerando que África y la Unión están vinculadas por las cuestiones migratorias y de movilidad y se enfrentan a retos comunes en materia de seguridad y lucha contra la delincuencia organizada y transfronteriza; considerando que estas cuestiones deben abordarse de forma conjunta y pragmática;
1. Subraya que, una vez aplicada, la estrategia UE-África debe abordar todos los aspectos de la migración, la protección internacional y los desplazamientos forzosos de población, con especial hincapié en los principios de solidaridad, cooperación y responsabilidad compartida, así como responsabilidad mutua en materia de derechos humanos;
2. Observa que el clima de inseguridad asociado a los conflictos que asolan el continente africano va en detrimento de la buena gobernanza y crea un entorno poco propicio para el crecimiento, el empleo y la inversión; hace hincapié en que unas estructuras estatales democráticas y transparentes, el Estado de Derecho, el respeto de los derechos humanos, la igualdad de género y la buena gobernanza son elementos cruciales para el desarrollo de los países africanos; considera que África es un socio imprescindible de la escena internacional y que corresponde a la Unión reforzar su cooperación y el diálogo político con este continente responsabilizando a sus socios africanos mediante la confianza mutua; hace hincapié en que la financiación para el desarrollo y la ayuda de la Unión han de fomentar el desarrollo sostenible y la buena gobernanza de los países africanos; aboga por una asociación más fuerte y más política entre la Unión y África, y por un marco financiero específico para tratar estas cuestiones;
3. Subraya que la estrategia África-UE ha de poder tener en cuenta la gran diversidad de los países africanos y, por consiguiente, adaptarse a las especificidades de cada país socio;
4. Reconoce las disparidades que registran los distintos países del continente africano en su nivel de desarrollo; anima a la Unión a cooperar con socios estratégicos y países impulsores que, desde una perspectiva política, económica y social, puedan establecer en África un clima favorable para el crecimiento y el desarrollo, concretamente a través de acuerdos bilaterales y estrategias regionales, lo cual permitirá abordar las causas profundas de los movimientos migratorios entre África y Europa;
5. Considera que la asociación UE-África debe constituir un elemento esencial de nuestras políticas de ayuda al desarrollo y de las acciones llevadas a cabo en el continente africano, si bien los países africanos y sus dirigentes siguen siendo los principales responsables del futuro de su continente; opina por tanto que la Unión debe respaldar la dinámica iniciada por los dirigentes africanos para promover un clima de estabilidad y prosperidad en África, así como una cooperación basada en nuestros intereses comunes en materia de paz, seguridad y buena gobernanza;
6. Destaca que la migración y la movilidad tanto dentro de África como entre África y la Unión son beneficiosas para ambos continentes, y que un enfoque integral respecto a la migración y la movilidad es fundamental para impulsar el desarrollo sostenible y promover la democracia, el Estado de Derecho, la buena gobernanza y los derechos humanos; alienta a la Comisión a que establezca con los países socios africanos nuevas asociaciones relacionadas con la movilidad y la migración;
7. Es consciente de que la población de África habrá alcanzado según previsiones los 2 400 millones de habitantes en 2050, y de que la gran mayoría serán jóvenes[1]; celebra la voluntad de dar prioridad a la juventud en el marco de la asociación África-UE; anima a la Unión a seguir localizando y respaldando iniciativas inspiradas por los jóvenes que fomenten la democracia, el Estado de Derecho y los derechos humanos, y a intensificar su cooperación con los países africanos para luchar contra la militarización de los niños, las mutilaciones genitales femeninas, los matrimonios forzados y cualquier otra forma de vulneración de los derechos del niño; recuerda que uno de cada diez estudiantes móviles en todo el mundo es africano, y de ellos la mitad vienen a Europa; subraya la importancia de hacer hincapié en el intercambio de conocimientos a fin de evitar, en cualquier circunstancia, una fuga de cerebros de África;
8. Solicita en particular que se aplique la Directiva (UE) 2016/801 relativa a los requisitos de entrada y residencia de los nacionales de países terceros con fines de investigación, estudios, prácticas, voluntariado, programas de intercambio de alumnos o proyectos educativos y colocación au pair, en beneficio de los estudiantes africanos;
9. Reconoce que los conflictos violentos, las persecuciones, las desigualdades, las violaciones de los derechos humanos, el terrorismo, los regímenes represivos, las catástrofes naturales, el cambio climático y la pobreza crónica han propiciado los desplazamientos de población y el aumento de los movimientos migratorios hacia Europa en los últimos años; recuerda, no obstante, que las migraciones internacionales en África afectan a menos de 35 millones de personas, y se producen en un 85 % entre países africanos; hace hincapié en que los refugiados y los migrantes tienen los mismos derechos humanos universales y libertades fundamentales;
10. Recuerda que la mayoría de los refugiados y migrantes son acogidos por países en desarrollo y que los desplazamientos de población se producen en primer lugar dentro de estos países y entre ellos; subraya que los sistemas de ayuda de dichos países se enfrentan a importantes retos que tienen el potencial de menoscabar seriamente la protección de una población desplazada cada vez más numerosa;
11. Destaca, en particular, la violencia ejercida contra las personas por razón de su raza, origen étnico, religión o creencias, orientación sexual, identidad de género y características sexuales, así como su persecución, lo que, además de vulnerar las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos y las libertades fundamentales, obstaculiza el desarrollo y da lugar a desplazamientos masivos de refugiados y migrantes;
12. Considera el terrorismo una amenaza mundial para la paz y la estabilidad, el desarrollo sostenible y la seguridad interior de la región, que debe ser abordada de forma coordinada por los gobiernos nacionales, las organizaciones regionales e internacionales y las agencias de la Unión; recuerda que la delincuencia organizada, el blanqueo de dinero, el tráfico de drogas y de especies silvestres y la piratería tienen un impacto innegable en los países africanos; aboga por una cooperación reforzada en el marco de la Estrategia UE-África para impedir la impunidad, promover el Estado de Derecho y la expansión de la capacidad policial y judicial con el fin de facilitar el intercambio de información y de buenas prácticas y prevenir la financiación del terrorismo y la delincuencia organizada, combatirlas y actuar judicialmente contra ellas; cree que la estrategia de lucha contra el terrorismo también debe incluir medidas para prevenir la radicalización que conduce al extremismo violento en África y en Europa, especialmente entre los jóvenes;
13. Llama la atención sobre el hecho de que el diálogo África-UE sobre migración y movilidad debe facilitar la movilidad y la libre circulación de las personas, y no solo de las muy cualificadas, en África y entre África y la Unión sobre la base de un enfoque bien gestionado basado en los derechos, que incluya reforzar los cauces seguros y legales para la migración; pide a la Unión y a sus Estados miembros que faciliten la reagrupación familiar;
14. Reitera su llamamiento en favor del refuerzo de los cauces legales para las personas que necesitan una protección internacional; insta a los Estados miembros a que ofrezcan sus plazas de reasentamiento a un número significativo de refugiados, teniendo en cuenta el número total de refugiados acogidos en países africanos; aboga, en este sentido, por la creación de un marco de reasentamiento de la Unión que los Estados miembros puedan aplicar con facilidad y que incite a la Unión y a sus Estados miembros a desempeñar un papel esencial y ejemplar en lo que respecta al reasentamiento a escala mundial; recuerda a los Estados miembros que pongan a disposición todos los medios necesarios y un plan para abrir nuevas rutas seguras para los solicitantes de asilo, en particular para las personas vulnerables, en las embajadas de la Unión y en las oficinas consulares de los países de origen o de los países de tránsito;
15. Insta además a la Unión y a sus Estados miembros a que cooperen con los países africanos enfrentados a desplazamientos de personas refugiadas o a situaciones de crisis prolongadas y les presten asistencia, con miras a incrementar su capacidad de asilo y reforzar su sistema de protección; recuerda que cualquier cooperación en materia de migración y asilo debe tender a promover el respeto de los principios relativos a los derechos fundamentales que regulan la política sobre migración y asilo de la Unión;
16. Recuerda la importancia de proporcionar la mayor información posible a los migrantes potenciales sobre los peligros que entrañan las rutas migratorias irregulares, pero también sobre las perspectivas de empleo y formación en la Unión;
17. Recuerda que hasta 2018 han de negociarse dos pactos mundiales —sobre migración y sobre refugiados— bajo los auspicios de las Naciones Unidas, según la Declaración de Nueva York sobre refugiados y migrantes adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 19 de septiembre de 2016, para lo que es necesario reforzar previamente el diálogo África-UE con objeto de definir prioridades comunes en la medida de lo posible;
18. Hace hincapié en que los retornos solo pueden llevarse a cabo tras la evaluación de cada caso particular, respetando plenamente los derechos de los interesados, y que cualquier intento de devolución de los migrantes es contrario al Derecho internacional y de la Unión; considera que el retorno de los migrantes solo debe llevarse a cabo de forma segura, que debe darse prioridad al retorno voluntario frente al retorno forzoso y que debe abordarse de manera sistemática la reinserción de los migrantes;
19. Pide una cooperación efectiva, reforzada y sistemática con los países africanos, incluida una política de reasentamiento y una investigación financiera sólidas y auténticas, en la lucha contra la trata de migrantes y el tráfico de seres humanos; pide a la Unión y a los países africanos que intensifiquen su cooperación y sus esfuerzos para acabar con la trata y el tráfico de seres humanos entre ambos continentes;
20. Reconoce el potencial estratégico de las diásporas africanas en todo el mundo, tanto en términos de remesas financieras como de valores no financieros, por lo que se refiere a la capacidad de construir y promover la paz, la democracia, la buena gobernanza y la estabilidad social; llama la atención sobre la importancia de colaborar con las diásporas y vincularlas con proyectos de desarrollo, a fin de asegurarse de que contribuyen a la eficacia de las políticas de desarrollo;
21. Recuerda que los líderes africanos se comprometieron a acelerar el crecimiento, el desarrollo, la prosperidad y la buena gobernanza en todo el continente africano de aquí a 2063; pide a la Unión y a los Estados miembros que respalden a los países en desarrollo para que puedan adoptar políticas a largo plazo que respeten el derecho de libre circulación, así como el derecho a la educación, la salud y el trabajo; destaca la necesidad de que la Unión y los Estados miembros apoyen en particular a los países menos desarrollados en la lucha contra el cambio climático, con objeto de evitar que se agrave la pobreza en estos países;
22. Recomienda que se redoblen los esfuerzos por aplicar el Plan de Acción de La Valeta en pro de una gestión humana y sostenible de la migración a ambos lados del Mediterráneo; recuerda la importancia de las iniciativas destinadas a intensificar el diálogo y la cooperación sobre cuestiones migratorias, como el Proceso de Rabat y el Proceso de Jartum;
23. Solicita que se lleve a cabo un control parlamentario más exhaustivo de los acuerdos laborales celebrados con terceros países y de las actividades de cooperación exterior de las agencias de la Unión;
INFORMACIÓN SOBRE LA APROBACIÓN EN LA COMISIÓN COMPETENTE PARA EMITIR OPINIÓN
Fecha de aprobación |
28.9.2017 |
|
|
|
|
Resultado de la votación final |
+: –: 0: |
41 2 6 |
|||
Miembros presentes en la votación final |
Jan Philipp Albrecht, Heinz K. Becker, Malin Björk, Michał Boni, Caterina Chinnici, Rachida Dati, Agustín Díaz de Mera García Consuegra, Frank Engel, Cornelia Ernst, Tanja Fajon, Laura Ferrara, Lorenzo Fontana, Kinga Gál, Ana Gomes, Nathalie Griesbeck, Sylvie Guillaume, Monika Hohlmeier, Brice Hortefeux, Sophia in ‘t Veld, Dietmar Köster, Barbara Kudrycka, Cécile Kashetu Kyenge, Marju Lauristin, Juan Fernando López Aguilar, Roberta Metsola, Louis Michel, Péter Niedermüller, Soraya Post, Judith Sargentini, Birgit Sippel, Branislav Škripek, Helga Stevens, Traian Ungureanu, Marie-Christine Vergiat, Josef Weidenholzer, Cecilia Wikström |
||||
Suplentes presentes en la votación final |
Marina Albiol Guzmán, Anna Hedh, Lívia Járóka, Sylvia-Yvonne Kaufmann, Jean Lambert, Gilles Lebreton, Angelika Mlinar, Emil Radev, Christine Revault d’Allonnes Bonnefoy, Jaromír Štětina |
||||
Suplentes (art. 200, apdo. 2) presentes en la votación final |
Andrea Bocskor, Maurice Ponga, Cristian Dan Preda |
||||
VOTACIÓN FINAL NOMINAL EN LA COMISIÓN COMPETENTE PARA EMITIR OPINIÓN
41 |
+ |
|
ALDE |
Nathalie Griesbeck, Sophia in ‘t Veld, Louis Michel, Angelika Mlinar, Cecilia Wikström |
|
ECR |
Branislav Škripek, Helga Stevens |
|
EFDD |
Laura Ferrara |
|
PPE |
Heinz K. Becker, Andrea Bocskor, Michał Boni, Rachida Dati, Agustín Díaz de Mera García Consuegra, Frank Engel, Kinga Gál, Monika Hohlmeier, Brice Hortefeux, Lívia Járóka, Barbara Kudrycka, Roberta Metsola, Maurice Ponga, Cristian Dan Preda, Jaromír Štětina, Traian Ungureanu |
|
S&D |
Caterina Chinnici, Tanja Fajon, Ana Gomes, Sylvie Guillaume, Anna Hedh, Sylvia-Yvonne Kaufmann, Cécile Kashetu Kyenge, Marju Lauristin, Juan Fernando López Aguilar, Péter Niedermüller, Soraya Post, Christine Revault d’Allonnes Bonnefoy, Birgit Sippel, Josef Weidenholzer |
|
Verts/ALE |
Jan Philipp Albrecht, Jean Lambert, Judith Sargentini |
|
2 |
- |
|
ENF |
Lorenzo Fontana, Gilles Lebreton |
|
6 |
0 |
|
GUE/NGL |
Marina Albiol Guzmán, Malin Björk, Cornelia Ernst, Marie-Christine Vergiat |
|
PPE |
Emil Radev |
|
S&D |
Dietmar Köster |
|
Explicación de los signos utilizados
+ : a favor
- : en contra
0 : abstenciones
- [1] Perspectivas de la población mundial, Naciones Unidas, 2015.
INFORMACIÓN SOBRE LA APROBACIÓNEN LA COMISIÓN COMPETENTE PARA EL FONDO
Fecha de aprobación |
10.10.2017 |
|
|
|
|
Resultado de la votación final |
+: –: 0: |
19 5 3 |
|||
Miembros presentes en la votación final |
Beatriz Becerra Basterrechea, Ignazio Corrao, Nirj Deva, Doru-Claudian Frunzulică, Enrique Guerrero Salom, Maria Heubuch, György Hölvényi, Teresa Jiménez-Becerril Barrio, Arne Lietz, Linda McAvan, Norbert Neuser, Vincent Peillon, Maurice Ponga, Lola Sánchez Caldentey, Eleftherios Synadinos, Eleni Theocharous, Paavo Väyrynen, Bogdan Brunon Wenta, Anna Záborská, Joachim Zeller, Željana Zovko |
||||
Suplentes presentes en la votación final |
Marina Albiol Guzmán, Thierry Cornillet, Brian Hayes, Cécile Kashetu Kyenge, Florent Marcellesi |
||||
Suplentes (art. 200, apdo. 2) presentes en la votación final |
France Jamet |
||||
VOTACIÓN FINAL NOMINAL EN LA COMISIÓN COMPETENTE PARA EL FONDO
19 |
+ |
|
ALDE |
Beatriz Becerra Basterrechea, Thierry Cornillet, Paavo Väyrynen |
|
ECR |
Nirj Deva, Eleni Theocharous |
|
PPE |
Brian Hayes, György Hölvényi, Teresa Jiménez-Becerril Barrio, Maurice Ponga, Bogdan Brunon Wenta, Joachim Zeller, Željana Zovko |
|
S&D |
Doru-Claudian Frunzulică, Enrique Guerrero Salom, Cécile Kashetu Kyenge, Arne Lietz, Linda McAvan, Norbert Neuser, Vincent Peillon |
|
5 |
- |
|
EFDD |
Ignazio Corrao |
|
ENF |
France Jamet |
|
GUE/NGL |
Marina Albiol Guzmán, Lola Sánchez Caldentey |
|
NI |
Eleftherios Synadinos |
|
3 |
0 |
|
PPE |
Anna Záborská |
|
Verts/ALE |
Maria Heubuch, Florent Marcellesi |
|
Explicación de los signos utilizados
+ : a favor
- : en contra
0 : abstenciones