INFORME sobre el papel de la UE en la protección y restauración de los bosques del mundo

22.7.2020 - (2019/2156(INI))

Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria
Ponente: Stanislav Polčák
Ponentes de opinión (*):
Hildegard Bentele, Comisión de Desarrollo
Karin Karlsbro, Comisión de Comercio Internacional
Juozas Olekas, Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural
(*) Comisiones asociadas – artículo 57 del Reglamento interno


Procedimiento : 2019/2156(INI)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento :  
A9-0143/2020
Textos presentados :
A9-0143/2020
Debates :
Textos aprobados :

PROPUESTA DE RESOLUCIÓN DEL PARLAMENTO EUROPEO

sobre el papel de la UE en la protección y restauración de los bosques del mundo

(2019/2156(INI))

El Parlamento Europeo,

 Visto el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea y, en particular, su artículo 11, su artículo 191, apartado 1, y su artículo 208,

 Vista la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, de 17 de abril de 2018[1],

 Vistos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas para el período 2015-2030,

 Visto el Acuerdo de París, alcanzado en la 21.ª Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC),

 Vistos el Convenio sobre la Diversidad Biológica de 1992, el plan estratégico mundial para la biodiversidad 2011-2020 y las Metas de Aichi para la Diversidad Biológica,

 Vista la Comunicación de la Comisión, de 23 de julio de 2019, titulada «Intensificar la actuación de la UE para proteger y restaurar los bosques del mundo», [COM(2019)0352],

 Vista la Comunicación de la Comisión, de 11 de diciembre de 2019, titulada «El Pacto Verde Europeo» [COM(2019)0640], y la Resolución del Parlamento, de 15 de enero de 2020, sobre el Pacto Verde Europeo[2],

 Vista la Comunicación de la Comisión, de 20 de mayo de 2020, titulada «Estrategia de la UE sobre la biodiversidad de aquí a 2030 — Reintegrar la naturaleza en nuestras vidas» [COM(2020)0380],

 Visto el Plan de Acción de la UE para los Derechos Humanos y la Democracia 2020-2024, la política exterior de la UE sobre los Pueblos Indígenas de 2016, las Conclusiones del Consejo sobre los pueblos indígenas de 15 de mayo de 2017 y el Consenso Europeo en materia de Desarrollo de 2017,

 Vista la Comunicación de la Comisión, de 28 de noviembre de 2018, titulada «Un planeta limpio para todos – La visión estratégica europea a largo plazo de una economía próspera, moderna, competitiva y climáticamente neutra» [COM(2018)0773],

 Vista la Comunicación de la Comisión, de 20 de septiembre de 2013, titulada «Una nueva estrategia de la UE en favor de los bosques y del sector forestal» [COM(2013)0659],

 Visto el informe final de 2013 del estudio de la Comisión titulado «The impact of EU consumption on deforestation: Comprehensive analysis of the impact of EU consumption on deforestation» (El impacto del consumo de la Unión sobre la deforestación: análisis global del impacto del consumo de la Unión sobre la deforestación),

 Visto el estudio de viabilidad de 2018 sobre las opciones para impulsar la acción de la Unión contra la deforestación, encargado por la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea,

 Vista la Comunicación de la Comisión, de 17 de octubre de 2008, titulada «Afrontar los desafíos de la deforestación y la degradación forestal para luchar contra el cambio climático y la pérdida de biodiversidad» [COM(2008)0645],

 Vistos el Plan de Acción de la Unión sobre aplicación de leyes, gobernanza y comercio forestales (FLEGT) de 2003, los acuerdos de asociación voluntaria FLEGT con terceros países y el plan de trabajo FLEGT para el período 2018-2022,

 Vista la Resolución del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, de 21 de marzo de 2019, sobre el reconocimiento de la contribución que hacen los defensores de los derechos humanos relacionados con el medio ambiente al disfrute de los derechos humanos, la protección del medio ambiente y el desarrollo sostenible,

 Visto el informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) titulado «El estado de los bosques del mundo» de 2020,

 Visto el Plan estratégico de las Naciones Unidas para los bosques 2017-2030,

 Vistos los informes especiales del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) sobre el cambio climático, la desertificación, la degradación de las tierras, la gestión sostenible de las tierras, la seguridad alimentaria y los flujos de gases de efecto invernadero en los ecosistemas terrestres, y su quinto informe de evaluación titulado «Cambio climático 2014: Impactos, adaptación y vulnerabilidad»,

 Visto el informe de evaluación global sobre biodiversidad y servicios ecosistémicos, de 31 de mayo de 2019, de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) de las Naciones Unidas,

 Vista su Resolución, de 16 de enero de 2020, sobre la 15.ª reunión de la Conferencia de las Partes (COP15) en el Convenio sobre la Diversidad Biológica[3],

 Vista su Resolución, de 28 de noviembre de 2019, sobre la situación de emergencia climática y medioambiental[4],

 Vista su Resolución, de 11 de septiembre de 2018, sobre la gestión transparente y responsable de los recursos naturales en los países en desarrollo: los bosques[5],

 Vista su Resolución, de 4 de abril de 2017, sobre el aceite de palma y la deforestación de las selvas tropicales[6],

 Visto el artículo 54 de su Reglamento interno,

 Vistas las opiniones de la Comisión de Desarrollo, de la Comisión de Comercio Internacional, de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural y de la Comisión de Industria, Investigación y Energía,

 Visto el informe de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria (A9-0143/2020),

A. Considerando que entre 1990 y 2016 se perdieron 1,3 millones de km2 de los bosques del mundo, con efectos demoledores sobre la biodiversidad, el clima, las personas y la economía; que, a pesar de todos los esfuerzos realizados hasta la fecha, las políticas actuales no van en la dirección de cumplir adecuadamente varios compromisos internacionales sobre bosques, como la meta 15.2 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)[7] de las Naciones Unidas y la meta 5 del Convenio de Aichi sobre la Diversidad Biológica[8]; que en el informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente titulado «El medio ambiente en Europa. Estado y perspectivas 2020» se señala que la superficie forestal en Europa se ha mantenido prácticamente estable durante las dos últimas décadas, pero también se advierte de que se han producido pocas mejoras en el estado de conservación de los hábitats y las especies forestales desde 2013 y de que perturbaciones naturales y de origen humano amenazan a los bosques europeos;

B. Considerando que los diecisiete ODS conforman un conjunto integrado e indivisible; que el progreso hacia la consecución de la agricultura sostenible, la seguridad alimentaria y la gestión forestal sostenible, elementos esenciales de los ODS, debería realizarse simultáneamente;

C. Considerando que los bosques contribuyen de manera fundamental a la mitigación del cambio climático y la adaptación a este, y, por el contrario, la deforestación, en especial la deforestación tropical, contribuye en gran medida al cambio climático; que las emisiones procedentes del uso de la tierra y del cambio de uso de la tierra, debido sobre todo a la deforestación, son la segunda causa del cambio climático tras la quema de combustibles fósiles, y que representan alrededor del 12 % de todas las emisiones de gases de efecto invernadero; que los bosques albergan el 80 % de la biodiversidad mundial, contribuyen a mitigar el riesgo de catástrofes a través de soluciones basadas en la naturaleza y apoyan los medios de sustento de alrededor del 25 % de la población mundial, al mismo tiempo que representan una gran parte de las tierras tradicionalmente habitadas por pueblos indígenas, contribuyen a la salud humana y encarnan valores culturales, sociales y espirituales irremplazables;

D. Considerando que, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, debido al cambio climático y a la pérdida de biodiversidad, las perturbaciones naturales tales como sequías, inundaciones, tormentas, infestaciones de plagas, erosión e incendios se producirán más a menudo y con mayor intensidad, lo que causará cada vez más daños a los bosques del mundo; que el incremento de las inversiones en soluciones basadas en la naturaleza es uno de los remedios más rentables para atajar las emisiones y proteger ecosistemas vitales, mejorando al mismo tiempo los medios de subsistencia, la resiliencia y la seguridad alimentaria;

E. Considerando que hacen falta acciones concertadas, ambiciosas y de largo alcance, sustentadas en una voluntad social y política, para proteger y restaurar los bosques del mundo;

F. Considerando que la intensificación de las medidas para proteger y restaurar los bosques y mejorar la calidad y la cantidad de los ecosistemas forestales debe desempeñar un papel fundamental en las políticas de la Unión y los Estados miembros en materia de sostenibilidad y en la consecución de los objetivos del Pacto Verde Europeo; que, para limitar el calentamiento global y contribuir a atajar la pérdida de biodiversidad, es esencial proteger, restaurar y gestionar los bosques de manera que se maximice su capacidad de almacenamiento de carbono y protección de la biodiversidad; que los bosques primarios ofrecen un mayor almacenamiento de dióxido de carbono y un hábitat esencial del que carecen los bosques más jóvenes y de nueva plantación;

G. Considerando que, según el informe de la FAO sobre el estado de los bosques en 2020, en todo el mundo, la expansión de la agricultura sigue siendo el principal factor de deforestación, junto con la expansión urbana, la construcción de infraestructuras y la minería; que es necesario colaborar estrechamente con los países socios de la Unión y las distintas partes interesadas para encontrar interacciones innovadoras y positivas entre la agricultura y la silvicultura a fin de construir sistemas agrícolas sostenibles y mejorar la seguridad alimentaria; que la Unión también participa indirectamente de la deforestación y degradación de los bosques y otros ecosistemas naturales del mundo a través de la importación y el consumo de materias primas relacionadas con la deforestación, como la soja, el aceite de palma, el caucho, el maíz, la carne de vacuno, el cuero y el cacao; que el consumo de la Unión representa alrededor del 10 % de la cuota mundial de deforestación, incluida en el consumo final total;

H. Considerando que una reciente investigación a cargo de Global Witness reveló que, entre 2013 y 2019, entidades financieras con sede en la Unión fueron la principal fuente internacional de fondos de seis empresas agroindustriales vinculadas a la destrucción forestal en el Amazonas, la cuenca del Congo y Papúa Nueva Guinea, poniendo a su disposición 7 000 millones de euros[9];

I. Considerando que los actuales compromisos voluntarios por parte de empresas y bancos para atajar la deforestación no han logrado el cambio de conducta necesario para detener esta desastrosa destrucción medioambiental;

J. Considerando que el impacto perjudicial de la Directiva sobre fuentes de energía renovables en los bosques mundiales y de la Unión obligó a refundirla[10]; que, no obstante, los cambios introducidos no atajarán el problema;

K. Considerando que las subvenciones a la bioenergía a partir de la madera deben reorientarse hacia la eficiencia energética y las energías renovables;

L. Considerando que las normas aplicables de la Directiva sobre fuentes de energía renovables se basan en la idea de que los cultivos dedicados a la producción de energía son sostenibles y climáticamente neutros, y permiten la renovación de la fuente en un plazo adecuado; que esta idea es errónea;

M. Considerando que para proteger los bosques y otros ecosistemas naturales mundiales de forma más eficaz serán necesarias medidas en todos los niveles, también nuevas medidas reglamentarias y una aplicación más estricta de la legislación vigente, así como importantes inversiones públicas y privadas; que esto solo puede lograrse garantizando la coherencia de las políticas en todos los sectores y entre la política interior y exterior de la Unión mediante la aplicación del principio de «no ocasionar daños»;

N. Considerando que el aumento de la protección y restauración de los bosques y otros ecosistemas naturales, así como la gestión sostenible de los bosques, son importantes para preservar los medios de subsistencia de los pueblos indígenas y las comunidades locales y ofrecen oportunidades para el desarrollo social y económico y la creación de empleo, y posibilitan el desarrollo de bioeconomías sostenibles, al tiempo que mejoran los servicios ecosistémicos y protegen la biodiversidad; que los bosques representan un sector económico verde con potencial para crear entre 10 y 16 millones de empleos en todo el mundo;

O. Considerando que los manglares prestan servicios ecosistémicos cruciales, dado que almacenan grandes cantidades de carbono, albergan importantes lugares de desove para numerosas especies de peces de arrecifes de coral y protegen estos arrecifes frente a cargas de nutrientes y sedimentos y las zonas costeras frente a las inundaciones; que, hasta hace poco, los manglares cubrían más de tres cuartas partes de las costas tropicales, pero que más de la mitad se ha perdido por el desarrollo costero, la acuicultura, la contaminación y el uso insostenible;

P. Considerando que la reconversión de los manglares provoca el 10 % de las emisiones de carbono procedentes de la deforestación, a pesar de que los manglares representan solo el 0,7 % de los bosques tropicales[11];

Q. Considerando que el volumen de la financiación ofrecida por la Unión para la protección y restauración de los bosques y la gestión forestal sostenible en los países socios es insuficiente, vista la magnitud del problema; que es necesario integrar mejor en los mecanismos de financiación de la Unión la protección, restauración y gestión sostenible de los bosques y otros ecosistemas naturales, así como sus cobeneficios y los aspectos de derechos humanos asociados;

R. Considerando que la Unión y sus Estados miembros cuentan con una larga tradición y con conocimientos especializados en gestión forestal sostenible, que pueden utilizar para ayudar a otros países a desarrollar capacidades en este ámbito;

S. Considerando que los pueblos indígenas, las comunidades locales y los defensores del medio ambiente cada vez sufren más amenazas e intimidación y se enfrentan a violaciones de los derechos humanos en su esfuerzo por proteger sus bosques, tierras y entorno;

T. Considerando que la probabilidad de que patógenos como los virus pasen de los animales salvajes y domésticos a los seres humanos (zoonosis) puede incrementarse por la destrucción y modificación de los ecosistemas naturales;

U. Considerando que una política forestal sostenible y eficaz requiere información fiable sobre los recursos forestales, su estado y la manera en que se gestionan y utilizan, así como información fiable sobre el cambio de uso de la tierra;

V. Considerando que los bosques y las cadenas de valor forestales son fundamentales para continuar desarrollando la bioeconomía circular, puesto que generan empleo y bienestar económico en zonas rurales y urbanas, contribuyen a la mitigación del cambio climático y ofrecen beneficios relacionados con la salud;

1. Celebra la Comunicación de la Comisión titulada «Intensificar la actuación de la UE para proteger y restaurar los bosques del mundo» y la considera una buena base para el desarrollo de una acción decisiva; expresa su acuerdo con las cinco prioridades presentadas en la Comunicación; subraya que todas estas prioridades son necesarias para detener y revertir la deforestación y degradación de los ecosistemas naturales, en especial los bosques, así como la pérdida de biodiversidad y las violaciones de los derechos humanos conexas, y es necesario aplicarlas con rapidez y coherencia; recuerda, no obstante, que la Unión y sus Estados miembros deben ser más ambiciosos en sus acciones destinadas a cumplir sus compromisos y abordar la urgencia de la deforestación y degradación forestales en todo el mundo; subraya la importancia de un conjunto exhaustivo de actuaciones e iniciativas, sin olvidar nuevas medidas reglamentarias, que sean eficaces, complementarias y ejecutables y que incluyan seguimiento;

2. Subraya la necesidad de reconocer, en el marco de la política de la Unión en materia de medio ambiente, las competencias, la responsabilidad y los fondos disponibles de la Unión en el ámbito de la protección de los bosques, incluidos los bosques europeos como parte de los bosques del mundo; reitera que el éxito de nuestra acción exterior y la respuesta de nuestros socios con respecto a la protección de sus bosques depende del nivel de eficacia y ambición que la Unión exhiba respecto de su patrimonio natural; pide, por tanto, a la Comisión y a los Estados miembros que garanticen, en consonancia con el Pacto Verde Europeo y la Estrategia sobre Biodiversidad para 2030, las normas más estrictas en materia de protección del medio ambiente y una mayor coherencia entre la tarea de proteger y restaurar los bosques tanto en la Unión como en su acción exterior;

3. Recuerda que se espera que la Unión y sus Estados miembros adopten medidas urgentes para proteger y restaurar los bosques a fin de cumplir los compromisos que asumieron en virtud de los ODS, el Acuerdo de París, el Plan Estratégico Mundial para la Biodiversidad 2011-2020 y el Plan Estratégico de las Naciones Unidas para los Bosques 2017-2030 y sus objetivos forestales mundiales;

4. Destaca el papel que desempeñan los bosques a la hora de aumentar la resiliencia frente a efectos adversos del cambio climático; hace hincapié en la necesidad de que las estrategias y planes de adaptación al cambio climático incluyan acciones concretas y eficaces, incorporando las sinergias entre mitigación y adaptación;

5. Recalca la contribución positiva de los bosques a la salud humana y la calidad de vida de los ciudadanos, y el alto valor ambiental que proporcionan por lo que respecta a la captura de carbono, el almacenamiento de agua, el control de la erosión y la protección frente a los corrimientos de tierras;

6. Subraya que las causas de la deforestación van más allá del sector forestal en sí mismo y están vinculadas a una amplia serie de cuestiones, como la tenencia de la tierra, la protección de los derechos de los pueblos indígenas, las políticas agrícolas, el cambio climático, la democracia, los derechos humanos y la libertad política;

7. Subraya que las mujeres indígenas y las mujeres que se dedican a la agricultura desempeñan una función esencial en la protección de los ecosistemas forestales; observa con preocupación, no obstante, la falta de inclusión y empoderamiento de las mujeres en el proceso de gestión de los recursos naturales; considera que la igualdad de género en la enseñanza de la silvicultura es un elemento clave de la gestión sostenible de los bosques y ello debe reflejarse en el Plan de Acción de la Unión sobre aplicación de leyes, gobernanza y comercio forestales (FLEGT);

8. Pide a la Comisión que redoble sus esfuerzos para hacer frente de manera holística a la deforestación gracias a un marco político coherente, garantizando al mismo tiempo la conservación de los ecosistemas; recuerda la importancia de respetar los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos; apoya las negociaciones en curso para la creación de un instrumento vinculante de las Naciones Unidas relativo a las empresas transnacionales y otras empresas con respecto a los derechos humanos e insiste en la importancia de que la Unión participe de forma proactiva en este proceso;

9. Expresa su acuerdo con la mención en la Comunicación de la Comisión al carácter irreemplazable de los bosques primarios, y la destaca; pide a la Comisión y a los Estados miembros que reconozcan que la protección de los bosques nativos proporciona excelentes beneficios en materia de mitigación del cambio climático, por el tamaño y la longevidad de las reservas de carbono de sus ecosistemas; hace hincapié en que la forestación, llevada a cabo de manera compatible con la protección y la mejora de los ecosistemas locales, puede contribuir a alcanzar la neutralidad climática a más tardar en 2050, pero señala al mismo tiempo que los bosques de nueva plantación no pueden sustituir a los bosques primarios; destaca que salvaguardar los bosques debe constituir una prioridad política de la Unión; hace hincapié en que la Unión debe dar ejemplo y garantizar la aplicación de los compromisos internacionales medioambientales y sociales de la propia Unión y de sus Estados miembros, incluidos los relativos al clima, la biodiversidad y los derechos humanos;

10. Pide a la Comisión y a los Estados miembros que garanticen la aplicación efectiva de los actuales ámbitos prioritarios, y que incluyan objetivos vinculantes para la protección y la restauración de los ecosistemas forestales, en especial los bosques primarios, como parte de la futura estrategia forestal de la Unión, que debe ser plenamente coherente con la propuesta de objetivos vinculantes sobre restauración y zonas protegidas esbozada en la Estrategia sobre Biodiversidad para 2030 de la Unión; destaca la importancia de proporcionar apoyo y financiación adecuados a estas medidas;

11. Subraya que hay que prestar atención específica a los manglares y los bosques de las zonas costeras, que sufren especialmente el cambio climático y que representan una gran oportunidad para las políticas de conservación, adaptación y mitigación; lamenta que la Comunicación de la Comisión no mencione los manglares; destaca que el 80 % de la biodiversidad terrestre se encuentra en los bosques y que los manglares son importantes tanto desde una perspectiva climática como de la biodiversidad, así como para los medios de subsistencia de sus respectivas comunidades locales;

12. Subraya el papel que desempeña la sociedad civil para la protección del medio ambiente y el consumo sostenible y pide a la Comisión y a los Estados miembros que, en las medidas que se refieran a los bosques y al uso de la tierra, garanticen la plena transparencia y la participación del público con el fin de evitar la deforestación y la degradación forestales, promover la protección de los bosques y la gestión forestal sostenible, y apoyar la protección y restauración de los bosques naturales, a escala regional y mundial; pone de relieve la importancia de crear una plataforma para el diálogo de las múltiples partes interesadas y los Estados miembros en materia de deforestación, degradación forestal y maneras de aumentar de forma sostenible la cobertura boscosa mundial con el fin de forjar alianzas, asumir compromisos conjuntos, detener la deforestación e intercambiar experiencias e información;

13. Destaca el papel fundamental, los derechos y las necesidades de los pueblos indígenas y las comunidades locales, incluidas las mujeres, en la protección de los bosques del mundo y en el proceso de toma de decisiones en torno a dichos bosques; reconoce asimismo las amenazas y las violaciones de derechos humanos a las que se enfrentan; pide por ello a la Comisión que tenga en cuenta su papel y les implique al concebir, adoptar, aplicar y ejecutar las medidas de protección de los bosques, ya sea escala mundial, de la Unión, nacional o subnacional;

14. Recuerda que son muchos los agricultores conscientes de que los bosques son una parte integrante y necesaria del paisaje por sus importantes funciones ecológicas, económicas y sociales, y que a lo largo de la historia han tratado de proteger, utilizar y regenerar los bosques, y siguen haciéndolo en la actualidad; señala que algunas comunidades locales y pueblos indígenas han practicado durante siglos una agricultura tradicional respetuosa con los bosques gracias a sus especiales conocimientos sobre el uso sostenible de la tierra;

15. Recuerda que los pueblos indígenas, las comunidades locales, los pequeños agricultores y las mujeres poseen conocimientos indispensables sobre los bosques y dependen en gran medida de ellos; pide a la Unión que vele por el reconocimiento de sus derechos de tenencia de la tierra y de los derechos humanos como una cuestión de justicia social, en consonancia con las Directrices voluntarias de la FAO sobre la gobernanza responsable de la tenencia de la tierra, la pesca y los bosques, la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas y el Convenio n.º 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), así como su participación efectiva en el diseño y la aplicación de los programas de desarrollo de la Unión que tengan repercusiones en ellos y en la aplicación de medidas de protección de los bosques, basándose en las enseñanzas extraídas del programa FLEGT;

16. Recuerda la importancia de un acceso adecuado a la justicia, a vías de recurso y a una protección eficaz para los denunciantes de irregularidades en los países exportadores de recursos naturales, con el fin de garantizar la eficiencia de cualquier legislación o iniciativa; pide a la Comisión y a los Estados miembros que intensifiquen su apoyo a los activistas ambientales y forestales en la Unión y en todo el mundo;

17. Celebra el compromiso de la Comisión de aumentar la sostenibilidad y la transparencia de las cadenas de suministro y de las inversiones con el fin de garantizar el consumo de productos procedentes de cadenas de suministro libres de deforestación; reitera la importancia de un conjunto exhaustivo de actuaciones e iniciativas a este respecto;

18. Pide a la Comisión que, al elaborar tales acciones e iniciativas, tenga en cuenta también cómo pueden contribuir mejor a la protección de otros ecosistemas naturales relevantes en grave peligro de degradación o conversión;

19. Opina que es esencial contar con una definición única del concepto de cadena de suministro libre de deforestación para solucionar el problema de las materias primas que la provocan, y pide a la Comisión que proponga una definición ambiciosa; destaca, en este contexto, el sólido vínculo entre las cadenas de valor forestales y los ODS;

20. Señala que el fomento de sistemas de certificación transparentes para las materias primas que no causen deforestación es una entre muchas herramientas adecuadas; observa, sin embargo, que el objetivo principal de dichos sistemas debe ser luchar contra la deforestación;

21. Pide a la Comisión que complete, sin demora, estudios sobre los sistemas de certificación y verificación en el sector forestal y de los productos derivados de la madera, y sobre los sistemas de certificación para las materias primas que no provocan deforestación; pide a la Comisión que presente estos estudios al Parlamento para su examen posterior, junto con las acciones y medidas de seguimiento propuestas a fin de fomentar normas más estrictas y garantizar la transparencia de los sistemas de certificación y verificación por terceros;

22. Celebra el anuncio de la Comisión de una mayor integración de las consideraciones relativas a la deforestación en la etiqueta ecológica de la Unión, la contratación pública ecológica y otras iniciativas en el contexto de la economía circular, como parte de un conjunto exhaustivo de actuaciones e iniciativas para garantizar cadenas de suministro libres de deforestación;

23. Reitera su petición a la Comisión para que presente sin demora una propuesta de marco jurídico de la Unión, con su evaluación de impacto, basado en la diligencia debida, a fin de garantizar unas cadenas de suministro libres de deforestación y sostenibles para los productos y las materias primas comercializados en la Unión, centrándose en abordar los principales factores de la deforestación importada; estima que tal marco debe ser vinculante y estar en consonancia con las normas y obligaciones internacionales, debe aplicarse a toda la cadena de suministro, después de que una evaluación detallada haya concluido que funciona y puede aplicarse a todos los agentes del mercado, incluidas las pymes, y debe ir acompañado por un sólido mecanismo de ejecución, que incluya sanciones efectivas, proporcionadas y disuasorias; señala que las medidas de la Unión a este respecto no deben provocar pérdida de ingresos para los ciudadanos de los países en desarrollo, sino nuevas oportunidades económicas y una transformación global hacia una economía más sostenible; pide a la Comisión que declare su apoyo a la cuestión de la sostenibilidad de las cadenas de suministro, incluida la deforestación y la degradación forestal, en los foros internacionales pertinentes de comercio de materias primas;

24. Pide a la Comisión que presente requisitos en materia de diligencia debida para las instituciones financieras con el fin de detectar, prevenir y mitigar los efectos ambientales, sociales y en los derechos humanos de la deforestación causada por la Unión, a fin de garantizar que ninguna entidad bancaria o financiera de la Unión está vinculada directa o indirectamente a la deforestación, la degradación forestal, la reconversión o degradación de los ecosistemas naturales ni las violaciones de los derechos humanos;

25. Destaca el papel de los propietarios y gestores forestales a la hora de garantizar el desarrollo sostenible de los bosques; resalta que las industrias forestales europeas pueden contribuir al progreso de normas mundiales de gestión forestal sostenible; cree que las industrias, pymes y microempresas europeas del sector forestal también deben desempeñar un papel en el diálogo con los países socios sobre cómo intensificar la promoción de la sostenibilidad a lo largo de toda la cadena de valor;

26. Pide al sector privado que sea más proactivo en la lucha contra la deforestación en sus cadenas de suministro e inversiones, mediante el cumplimiento de sus compromisos en materia de deforestación y la plena transparencia en relación con el cumplimiento de sus compromisos; subraya la necesidad de movilizar inversiones privadas para abordar los factores que conducen a la deforestación y cumplir los ODS y el Acuerdo de París; pide a la Comisión, asimismo, que intensifique la cooperación con el sector privado y que cree instrumentos adecuados para incentivar a los pioneros sobre la base del principio de reparto de responsabilidades; acoge con satisfacción la revisión en curso de la Directiva sobre divulgación de información no financiera[12] y pide a la Comisión que mejore la calidad y el alcance de la divulgación de información no financiera, en especial sobre aspectos ambientales, y que fomente la integración de las consideraciones relativas a los bosques en la responsabilidad social de las empresas; recuerda una vez más la importancia de respetar los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos; apoya las negociaciones en curso para la creación de un instrumento vinculante de las Naciones Unidas relativo a las empresas transnacionales y otras empresas con respecto a los derechos humanos e insiste en la importancia de que la Unión participe de forma proactiva en este proceso;

27. Pide a la Comisión que estudie, junto con el sector privado y otros agentes de desarrollo, nuevas soluciones de financiación y seguro frente al riesgo de desastres para las catástrofes que afectan a un gran número de hectáreas de bosque;

28. Pide a la Comisión que apoye y estimule la innovación y las iniciativas impulsadas por la industria para reforzar la sostenibilidad en las cadenas de valor;

29. Considera indispensable reorientar los flujos financieros, tanto privados como públicos, en los sectores industriales relevantes hacia actividades que no provoquen deforestación; recuerda que, a más tardar el 31 de diciembre de 2021, la Comisión debe evaluar las disposiciones necesarias para ampliar el ámbito de aplicación del Reglamento por el que se establece una taxonomía[13] a las actividades económicas que perjudican significativamente la sostenibilidad medioambiental;

30. Pide a la Comisión y a los Estados miembros que hagan un uso eficiente de los mecanismos de financiación combinada para atraer fondos del sector privado a la restauración de los bosques;

31. Pide a la Comisión y a los Estados miembros que propongan medidas específicas para reforzar el marco político y reglamentario de apoyo a la protección y restauración de los bosques y la gestión forestal sostenible a escala mundial, y que proporcionen orientación y medidas específicas sobre la planificación sostenible del uso del suelo; pide a la Comisión que fomente un intercambio de mejores prácticas entre los Estados miembros y con terceros países; pide, además, a la Comisión que promueva que los procesos de reforma jurídica en los países productores se lleven a cabo con la participación efectiva y significativa de todas las partes interesadas, incluidos la sociedad civil, los pueblos indígenas y las comunidades locales, prestando especial atención a la participación efectiva de las mujeres;

32. Insiste en la importancia de fomentar una gestión forestal sostenible y una bioeconomía sostenible; reconoce que los modelos de gestión forestal sostenible y uso sostenible de la tierra a escala mundial pueden contribuir a evitar la deforestación y la degradación forestal y deben basarse en las normas de sostenibilidad más exigentes, conciliando la sostenibilidad económica, medioambiental y social con la protección de la biodiversidad y de los valiosos sumideros de carbono como elementos centrales, conservando al mismo tiempo su valor intrínseco, su productividad y sus servicios ecosistémicos; pide a la Comisión que impulse una silvicultura y una agricultura sostenibles y que desarrolle mecanismos de incentivación para que los pequeños agricultores y las comunidades locales en los países socios mantengan y mejoren los servicios ecosistémicos y los productos derivados de la silvicultura y la agricultura sostenibles; insiste en la importancia que revisten los sistemas agroforestales para la producción agrícola, la diversificación, la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo y la prevención de la desertificación; señala que estos sistemas agroforestales se caracterizan por una mayor eficacia en el uso de la tierra respecto de otros sistemas agrícolas; reclama un cambio a fin de incentivar de manera sistemática los sistemas agroforestales de alto valor natural existentes, facilitar su restauración y proporcionar un refuerzo de las capacidades para integrar este método de producción;

33. Destaca que Horizonte 2020 ya ha financiado investigaciones e innovaciones importantes en el ámbito de la transición hacia unas prácticas de uso de la tierra y cadenas de suministro más sostenibles para poner freno a la deforestación y la degradación forestal; pide que se aumenten los recursos financieros de modo que Horizonte Europa pueda seguir prestando apoyo en estos ámbitos;

34. Se remite a la Declaración Ministerial de Katowice de 2018 sobre Bosques para el Clima, adoptada por la comunidad internacional el 12 de diciembre de 2018 en relación con la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), en la que se subraya la importancia de los bosques y del uso de la madera para la protección del clima y se vinculan estos aspectos con otros objetivos y decisiones internacionales relativos a los bosques; observa que, como se señala en dicha Declaración, estos objetivos solo pueden alcanzarse mediante una gestión forestal activa y multifuncional, lo que entraña una estrategia de gestión que tome en consideración todos los objetivos forestales —como el almacenamiento de carbono, la protección de las especies y el suelo, la extracción de materias primas, el ocio y la producción de alimentos— y logre un equilibrio entre todos ellos;

35. Destaca la función vital de la silvicultura, junto con la agricultura, en la gestión de los recursos naturales y el uso de la tierra en las zonas rurales de la Unión y del mundo; es consciente, en este sentido, de las diferencias existentes en la gestión forestal, la propiedad forestal, la agrosilvicultura y las posibilidades entre Estados miembros;

36. Subraya que los métodos para alcanzar los objetivos fijados en el paquete de medidas «Energía limpia para todos los europeos» no pueden provocar deforestación ni degradación de los bosques en otras partes del mundo; pide a la Comisión, por tanto, que examine a más tardar en 2021 los aspectos correspondientes del informe anejo al Reglamento Delegado (UE) 2019/807 de la Comisión[14] y, en su caso, lleve a cabo sin demora indebida, y en cualquier caso antes de 2023, una revisión de dicho Reglamento sobre la base de los conocimientos científicos y conforme al principio de precaución; pide a la Comisión que reevalúe los datos sobre la soja y suprima progresivamente los elevados niveles de riesgo de cambio indirecto del uso de la tierra (CIUT) lo antes posible y a más tardar en 2030;

37. Insiste en la necesidad de reducir el consumo de madera y de productos derivados de la madera en la Unión, promoviendo una economía más circular, minimizando la generación de residuos y concienciando al consumidor sobre las consecuencias ecológicas de los productos básicos derivados de la madera;

38. Recuerda la carta en la que más de setecientos científicos reclamaban una revisión con base científica de la Directiva sobre fuentes de energía renovables, en concreto, la exclusión de determinados tipos de biomasa leñosa del recuento para lograr la meta y de los requisitos de admisibilidad para recibir ayudas;

39. Denuncia el aumento del uso de madera para biocarburantes y bioenergía, que está elevando la presión sobre los bosques de la Unión y mundiales, habida cuenta del incremento de la demanda de energía procedente de fuentes renovables;

40. Observa que la COP23 fue testigo de la aspiración de diversos países, ricos en bosques primarios y de gran diversidad biológica y que representan la mitad de la población mundial, a incrementar el uso de la madera y otras materias vegetales destinado a la generación de energía[15]; reitera que la Unión no debe dar mal ejemplo y tiene que garantizar que las normas por las que se rige la política en materia de energías renovables no dan lugar a unos ecosistemas diezmados ni degradados;

41. Insta a la Comisión y a los Estados miembros a que tengan plenamente en cuenta los efectos que el aumento del uso de biocarburantes tiene para la deforestación; pide a la Comisión, por tanto, que reforme a fondo las políticas de la Unión en materia de bioenergía, es decir, que modifique la Directiva sobre fuentes de energía renovables;

42. Pide a la Comisión que garantice medidas eficaces en el ámbito de la producción sostenible y el uso de combustibles procedentes de la madera, también en relación con el alto nivel de importaciones de gránulos de madera en la Unión y los posibles riesgos que estas importaciones suponen para los bosques en terceros países; considera que el principio de utilización en cascada debe fomentarse y que puede usarse como una buena forma de mejorar la eficiencia en el uso de los recursos;

43. Recuerda que alrededor de 2 600 millones de personas en todo el mundo utilizan biomasa tradicional para cocinar, principalmente leña y carbón vegetal, mientras que casi tres cuartas partes de dichas personas no disponen de acceso a fogones eficientes; pide a la Comisión que incremente su apoyo a terceros países al objeto de cambiar a fuentes de energía renovables y sostenibles y reducir la presión sobre la deforestación que representa el uso de la madera como combustible; hace hincapié en que si los sistemas energéticos de terceros países estuvieran más descentralizados, sería posible una transición directa a fuentes de energía renovables sostenibles;

44. Señala que la importancia social y económica de la agricultura está aumentando por la mayor producción de alimentos y productos básicos agrícolas necesaria para, al mismo tiempo que se mitiga el cambio climático, atender las necesidades de una población mundial que va en aumento; observa con preocupación que se estima que el 14 % de los alimentos mundiales se pierde desde el momento de la cosecha, el sacrificio o la captura[16] y hace hincapié en la necesidad de medidas coherentes al objeto de evitar la pérdida y el desperdicio de alimentos a lo largo de la cadena alimentaria y de responder rápidamente en caso de crisis que puedan producir escasez de alimentos;

45. Destaca la importancia de fomentar dietas sostenibles concienciando a los consumidores sobre los efectos de los modelos de consumo y facilitando información sobre dietas mejores para la salud humana y con una menor huella ambiental;

46. Subraya la necesidad de que se sigan haciendo notables avances en lo que respecta a elaborar y aplicar una estrategia de la Unión en materia de cultivos proteaginosos y a consolidar la producción de dichos cultivos dentro de la Unión, a fin de limitar el peligro de deforestación asociado a estos cultivos en otras regiones del mundo, reducir la dependencia de las importaciones y disminuir la presión sobre los bosques debida al cambio de uso de la tierra; destaca que dichos avances han de producirse, entre otros mecanismos, a través de una práctica más generalizada del sistema de rotación de cultivos que vaya acompañada de apoyo y orientación a los agricultores de las zonas adecuadas para el cultivo de proteaginosas, y que ello reduciría tanto la dependencia de las importaciones como la deforestación, degradación y presión que padecen los bosques como consecuencia del cambio de uso de la tierra; pide en consecuencia la introducción de criterios de sostenibilidad para las importaciones de proteínas vegetales;

47. Cree que deben abordarse los factores determinantes de la deforestación en un marco político de la Unión de modo que quede garantizada la coherencia de las políticas forestales y disminuya la presión sobre los bosques; considera que un marco político de este tipo fomentaría una agricultura cada vez más innovadora, sostenible y eficaz tanto dentro como fuera de la Unión y reduciría la pérdida de alimentos a lo largo de la cadena agroalimentaria gracias a las nuevas tecnologías; llama la atención sobre el hecho de que resulta posible la consecución de los objetivos propuestos en el marco garantizando un acceso fácil de los agricultores a la financiación de modo que puedan adquirir tecnologías de última generación para la agricultura de precisión;

48. Subraya que, si bien los agricultores se encuentran en el núcleo de la atención a nuestras necesidades fundamentales tanto agrícolas como alimentarias, su labor depende de recursos naturales como la tierra, el agua y los bosques; señala que tomar conciencia de la multifuncionalidad de los bosques es esencial para la buena gestión de nuestro patrimonio forestal mundial; hace hincapié en que todos los aspectos económicos, sociales y ambientales (desde la producción tradicional de madera y otros productos hasta los servicios ecosistémicos, pasando por la biodiversidad y otros beneficios medioambientales, como la captura y el almacenamiento de carbono, que evitan la erosión de los suelos y mejoran la calidad del aire y de las aguas) están interrelacionados y son interdependientes; resalta que estos aspectos requieren un enfoque global y coherente a la hora de proteger, restaurar y gestionar los bosques y dar respuesta al problema de la deforestación;

49. Pide a la Comisión y a los Estados miembros que adopten medidas concretas para armonizar los datos y mejorar la disponibilidad de la información y de los datos obtenidos a través de las herramientas de seguimiento y evaluación existentes y nuevas relacionados con los bosques mundiales y de la Unión, y que garanticen que la información se divulgue de forma que sea accesible, fácil de utilizar y comprensible para las autoridades reguladoras y policiales, la opinión pública, los consumidores y el sector privado y esté lista para su uso por parte de los responsables políticos; pide a los Estados miembros que mejoren sus estadísticas sobre el volumen de madera que compran, incluyendo la indicación sobre la cantidad de material sostenible, legal o con licencia FLEGT que puede incluirse en su contratación pública;

50. Pide a la Comisión y a los Estados miembros que intensifiquen los esfuerzos para mejorar la disponibilidad, calidad y armonización de información fiable sobre los recursos forestales y el cambio de uso de la tierra a fin de contribuir a la formulación de políticas mediante la participación de una amplia gama de partes interesadas, incluso en los países socios;

51. Subraya que un seguimiento y un intercambio de información creíbles y fiables sobre los bosques son esenciales de cara a mejorar la gobernanza forestal y facilitar el cumplimiento de los compromisos para acabar con la deforestación en los países socios; insta a la Unión a que redoble el apoyo financiero y técnico concedido a los países socios para estos fines y a que los ayude a desarrollar los conocimientos especializados necesarios para mejorar las estructuras de la gobernanza local de los bosques y la rendición de cuentas;

52. Resalta que la explotación forestal ilegal es una práctica corriente, no solo en terceros países, sino también en la Unión; pide a la Comisión y a los Estados miembros que actúen con decisión para prevenir y combatir la explotación forestal ilegal; pide a la Comisión que establezca un sistema europeo de vigilancia y conservación forestales basado en un sistema de seguimiento que utilice el GNSS (Galileo y Copernicus) y redes terrestres, con el fin controlar la actividad de explotación desde el punto de tala hasta los puntos de entrada y salida en las empresas de transformación de la madera; hace hincapié en que la Comisión debe centrarse en impedir la explotación forestal ilegal mejorando el Reglamento sobre la madera[17] y la FLEGT; subraya la necesidad de sensibilizar a la opinión pública acerca de las consecuencias sociales y económicas de la explotación forestal ilegal y los delitos forestales;

53. Recuerda que se espera que el riesgo de incendios forestales aumente debido al cambio climático; subraya, por tanto, la necesidad de reforzar considerablemente las labores de prevención y preparación mediante la colaboración internacional en materia de herramientas de alerta temprana, resiliencia frente a las catástrofes y medidas de mitigación de riesgos; recomienda que la Comisión continúe prestando apoyo al desarrollo de sistemas de información internacionales (como el sistema mundial de información sobre incendios forestales) y regionales (como el sistema europeo de información sobre incendios forestales) destinados a supervisar el impacto de los incendios forestales; pide a la Comisión que utilice sus conocimientos especializados y amplíe el uso del sistema de satélites REDD+ de Copernicus para apoyar el seguimiento del riesgo forestal y de la deforestación a escala mundial en colaboración con terceros países;

54. Reitera que la política comercial y de inversiones de la Unión debe incluir capítulos sobre desarrollo sostenible vinculantes y ejecutables que respeten plenamente los compromisos internacionales, en particular el Acuerdo de París, y cumplan las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC); acoge con agrado la intención de la Comisión de convertir el Acuerdo de París en un elemento esencial de todos los futuros acuerdos comerciales y de inversión; pide a la Comisión que vele por que todos los futuros acuerdos comerciales y de inversión, tanto los globales como los acuerdos parciales pertinentes, contengan disposiciones vinculantes y ejecutables —incluidas disposiciones contra la corrupción relacionada con la explotación forestal ilegal— con miras a evitar la deforestación y la degradación de los bosques;

55. Acoge favorablemente el principio de «no ocasionarás daños» que se destaca en la comunicación sobre el Pacto Verde Europeo; recomienda, en este contexto, que la Comisión evalúe mejor el impacto de los acuerdos comerciales existentes en la deforestación y garantice que en los capítulos sobre comercio y desarrollo sostenible de todos los acuerdos de libre comercio y de inversión se incluyan disposiciones más ambiciosas en materia de protección de los bosques, biodiversidad y silvicultura sostenible;

56. Pide a la Comisión que garantice la evaluación sistemática de los efectos de los acuerdos comerciales sobre el estado de los bosques, la biodiversidad y los derechos humanos, en el marco de evaluaciones de impacto sobre la sostenibilidad y otros métodos pertinentes de evaluación, en colaboración con las partes interesadas relevantes, y que las conclusiones de esas evaluaciones se tengan plenamente en cuenta a la hora de negociar y celebrar dichos acuerdos;

 

57. Hace hincapié en la necesidad de mejorar en mayor medida la aplicación y el cumplimiento del Reglamento sobre la madera con el fin de abordar mejor el comercio de madera y productos de la madera ilegalmente importados o producidos a nivel nacional; señala asimismo que las importaciones de madera y productos de la madera deben controlarse más a fondo en las fronteras de la Unión a fin de garantizar que los productos importados cumplen realmente los criterios necesarios para su comercialización en la Unión; recuerda que la madera de zonas de conflicto ya constituye un ámbito de acción del plan de acción FLEGT, aunque el trabajo para abordar esta cuestión haya sido insuficiente; pide a la Comisión que cumpla su compromiso de ampliar las obligaciones de diligencia debida previstas en el Reglamento sobre la madera, de modo que abarquen la madera procedente de zonas en conflicto en el marco de la próxima revisión; subraya que el fortalecimiento de las políticas existentes debe ir acompañado de una mayor coherencia política para garantizar que las políticas de la Unión, incluida la comercial, no tengan repercusiones negativas sobre el medio ambiente o las personas;

58. Lamenta que el nivel actual de control de las importaciones de madera y productos de madera en la Unión sea insuficiente, en especial en lo que respecta a la comprobación de su cumplimiento de los criterios necesarios para la entrada en la Unión;

59. Recuerda que el objetivo de los acuerdos de asociación voluntaria FLEGT consiste en proporcionar un marco jurídico para garantizar que toda la madera y los productos de la madera que se importen a la Unión procedentes de países socios en el marco de un acuerdo de asociación voluntaria se hayan producido legalmente; destaca que los acuerdos de asociación voluntaria suelen ir destinados a promover cambios sistémicos en el sector forestal a fin de reforzar la gestión sostenible de los bosques, erradicar la tala ilegal y apoyar los esfuerzos mundiales para detener la deforestación y la degradación forestal; subraya que los acuerdos de asociación voluntaria proporcionan un importante marco jurídico tanto para la Unión como para sus países socios, que resulta posible gracias a la buena cooperación y el compromiso de los países en cuestión;

60. Acoge con satisfacción los progresos realizados a través de los acuerdos de asociación voluntaria FLEGT, así como el mayor diálogo entre los Gobiernos, la industria y la sociedad civil en varios países a raíz del proceso iniciado con dichos acuerdos; observa que, hasta la fecha, siete países han ratificado acuerdos de asociación voluntaria con la UE (Camerún, República Centroafricana, Ghana, Indonesia, Liberia, República del Congo y Vietnam), de los cuales Indonesia es el primero y hasta ahora único socio con acuerdo de asociación voluntaria con licencia FLEGT, que se lleva aplicando desde 2016, y que la UE ha concluido las negociaciones y ha rubricado acuerdos de asociación voluntaria con Honduras y Guyana, mientras que se están llevando a cabo negociaciones con otros seis países (Costa de Marfil, República Democrática del Congo, Gabón, Laos, Tailandia y Malasia); destaca que los acuerdos de asociación voluntaria constituyen un marco muy eficaz para establecer buenas asociaciones con esos países y que deberían promoverse nuevos acuerdos de asociación voluntaria con otros socios; se muestra convencido de que la UE debería seguir colaborando con los países que hayan suscrito un acuerdo de asociación voluntaria FLEGT para garantizar que este siga siendo una alternativa atractiva frente a los mercados de exportación con normas medioambientales menos estrictas; reconoce la importancia del Reglamento FLEGT[18] y del Reglamento sobre la madera a la hora de prevenir la entrada de madera talada ilegalmente en el mercado de la Unión; pide a la Unión que aumente la financiación de FLEGT; acoge con satisfacción el próximo control de adecuación que la Comisión piensa llevar a cabo sobre el Reglamento FLEGT y el Reglamento sobre la madera, como una oportunidad para reforzar su cumplimiento y ampliar su ámbito de aplicación;

61. Pide a la Comisión que, cuando refuerce las políticas existentes, garantice la coherencia de los acuerdos de asociación voluntaria FLEGT con todas sus políticas, también en los ámbitos del desarrollo, el medio ambiente, la agricultura y el comercio; pide a la Comisión que negocie normas aplicables a la importación de madera en futuros acuerdos bilaterales o multilaterales relacionados con el comercio, con el fin de evitar que se socaven los logros obtenidos mediante el plan de acción FLEGT con los países productores de madera;

62. Opina que el proceso de concesión de licencias FLEGT complementa la certificación voluntaria por terceros, y que beneficia especialmente a los operadores más pequeños, que suelen tener dificultades para obtener la certificación a través de sistemas del sector privado;

63. Pide a la Unión que refuerce la cooperación internacional intensificando sus esfuerzos en foros internacionales clave, como la OMC y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE); pide a la Comisión que estudie vías para la cooperación multilateral, plurilateral o bilateral —incluida la manera de acelerar las negociaciones en la OMC sobre un Acuerdo sobre Bienes Ambientales— con los socios comerciales y otros países importadores en la lucha contra la deforestación y el cambio climático derivados de las importaciones, sin dejar de salvaguardar las vías de comercio legal y de reforzar la gestión del suelo y la agricultura sostenibles, así como la tenencia de la tierra y la buena gobernanza, en los terceros países;64.  Destaca que todos los nuevos acuerdos comerciales, incluido Mercosur y otros, contienen compromisos claros de lucha contra la deforestación;

65. Pide a la Comisión que haga uso de las nuevas disposiciones del Reglamento antidumping[19] relativas a las políticas medioambientales y climáticas;

66. Pide a la Unión que establezca un vínculo más fuerte entre las políticas comercial y de desarrollo, mediante, por ejemplo, una mejor aplicación de las normas del Sistema de Preferencias Generalizadas Plus (SPG+) en los países socios; pide a la Comisión que trabaje con los beneficiarios del sistema SPG+ en planes de acción de gestión forestal, con el fin de garantizar el cumplimiento eficaz de sus compromisos medioambientales;

67. Hace hincapié en que la emergencia climática y las consecuencias de la pérdida masiva de biodiversidad constituyen una amenaza grave para los derechos humanos; pide a la Unión y al Servicio Europeo de Acción Exterior que evalúen exhaustivamente cómo puede contribuir su acción exterior del mejor modo a un enfoque holístico y basado en los derechos humanos destinado a detener la pérdida de biodiversidad, la deforestación y la degradación de los bosques; pide a la Unión que intensifique la promoción de la biodiversidad como un derecho humano en el marco mundial de la biodiversidad posterior a 2020;

68. Hace hincapié en la importancia de facilitar un planteamiento inclusivo basado en la asociación con países terceros a todos los niveles al objeto de seguir combatiendo la deforestación y la degradación forestal y de reforzar la gestión de la tierra y la agricultura sostenibles, así como la tenencia de la tierra y la buena gobernanza, al tiempo que se respetan los derechos humanos y los derechos de los pueblos indígenas, los pequeños agricultores y las comunidades locales; pide a la Comisión que refuerce la cooperación con terceros países mediante la asistencia técnica, el intercambio de información y buenas prácticas en materia de preservación, conservación y uso sostenible de los bosques, economía circular, bioeconomía sostenible, energía renovable, agricultura inteligente sostenible, agroecología y agrosilvicultura, al tiempo que se reconocen las iniciativas de sostenibilidad del sector privado, como los regímenes de comercio justo; insiste en que hay que seguir reforzando la dimensión exterior del Pacto Verde Europeo mediante alianzas y asociaciones encaminadas a abordar desafíos mundiales, como el cambio climático y la biodiversidad, facilitando al mismo tiempo el desarrollo socioeconómico de los países socios;

69. Acoge con satisfacción el plan de la Comisión para garantizar que el tema de la deforestación forme parte de los diálogos políticos a nivel nacional y regional con los países socios y alienta a la Comisión a que desarrolle acuerdos de asociación que incluyan la protección de los bosques y los ecosistemas, la promoción de los derechos humanos, en particular los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales, incluidas las mujeres, así como el respaldo a la participación efectiva de los actores de la sociedad civil y de la protección del medio; destaca que dichos diálogos deben celebrarse con todos los países productores, incluidos los países desarrollados;

70. Acoge con agrado el plan de la Comisión de ayudar a los países socios en el diseño y la ejecución de marcos que puedan fomentar una mejor protección y gestión de los bosques y gobernanza de la tierra, incluyendo, en su caso, el reconocimiento de los derechos de tenencia de la tierra de los pueblos indígenas y las comunidades locales, así como medidas de gobernanza conexas, como estrategias de mitigación y adaptación, y recomienda que la Comisión incluya este aspecto en sus reflexiones y acciones; señala que tales marcos deben respaldar no solo las necesidades nacionales, sino también las contribuciones determinadas a nivel nacional de los países socios en el marco del Acuerdo de París, así como sus estrategias y planes de acción nacionales en materia de biodiversidad en virtud del Convenio sobre la Diversidad Biológica;

71. Pide a la Unión que preste apoyo a los países socios a la hora de poner en marcha acciones que les ayuden a cumplir cualquier medida que la Unión pueda establecer para abordar la deforestación importada, y pide que se refuerce la cooperación y que se adopten las medidas eficaces necesarias a fin de evitar que el comercio de bienes relacionados con la deforestación y la degradación forestal se desvíe a otras regiones del mundo; pide a la Comisión que garantice que el apoyo que presta la Unión a las políticas agrícolas, de infraestructuras, de minas, urbanas, periurbanas y rurales en los países socios no contribuya a la deforestación ni a la degradación forestal; insta a la Comisión a que, junto con los Estados miembros, apoye un mecanismo técnico y financiero de la Unión que catalice la financiación de los esfuerzos de los socios para utilizar, proteger y regenerar los bosques de forma sostenible, mejorar la producción agrícola sostenible y sin efectos en la deforestación y abordar las actividades mineras con efectos adversos en los bosques, en el marco del futuro Instrumento de Vecindad, Desarrollo y Cooperación Internacional (IVDCI);

72. Pide que el sector forestal ocupe un lugar destacado en el próximo IVDCI y que todo el potencial del Plan Europeo de Inversiones Exteriores y los instrumentos regionales de financiación mixta se utilice para impulsar la financiación privada destinada a la gestión forestal sostenible (desde la proforestación a la reforestación y la forestación), el turismo sostenible y la agrosilvicultura, así como las iniciativas adoptadas por algunas empresas para eliminar los productos que causan deforestación de sus cadenas de suministro, con el fin de alcanzar los ODS;

73. Recomienda que la Comisión y los Estados miembros determinen métodos eficaces para intercambiar con otros países prácticas de la Unión innovadoras y sostenibles en materia de economía circular, bioeconomía sostenible, energías renovables, agricultura inteligente sostenible y otros ámbitos pertinentes;

74. Solicita a la Comisión que presente periódicamente un informe sobre las tendencias de la deforestación y la explotación de zonas con grandes reservas de carbono, como las turberas, en terceros países;

75. Anima a que se pongan en marcha medidas de apoyo destinadas a elevar la productividad agrícola en países concretos, a fin de reducir la presión social y económica asociada a la deforestación y a la explotación de turberas;

76. Respalda la intención de la Comisión de promover en los principales foros internacionales, en nombre de la Unión, la adopción y la aplicación de compromisos y normas estrictos al objeto de poner fin a la deforestación y la degradación forestal y apoyar la restauración de los bosques; considera que la Unión debe liderar con el ejemplo; subraya la importancia de tener en cuenta los conocimientos especializados y las prácticas nacionales, regionales y locales al aplicar medidas de protección forestal; celebra la decisión adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas de proclamar el período comprendido entre 2021 y 2030 como el Decenio sobre la Restauración de los Ecosistemas; subraya que este Decenio apunta a la restauración de los ecosistemas como una importante solución basada en la naturaleza para cumplir una amplia gama de ODS;

77. Pide a la Comisión y a los Estados miembros que sigan apoyando la conservación de los bosques mediante la creación, la consolidación y la gestión eficaz de redes de zonas protegidas, incluidas las zonas forestales, como la NaturAfrica 2030, especialmente en los países que son grandes productores de madera; reconoce que esto también contribuye a la preservación de la biodiversidad y reforzará la posición de la Unión en la próxima Conferencia de las Partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica;

78. Celebra el plan de la Comisión de reforzar la cooperación internacional en materia de políticas y medidas de protección, restauración y gestión sostenible de los bosques de todo el mundo en aras de prevenir la deforestación a escala mundial en foros internacionales clave; señala que la definición vigente de bosque y la clasificación de los bosques, así como otros conceptos y principios relevantes relacionados con la gestión forestal sostenible que utilizan instituciones competentes como la FAO, son de naturaleza estrictamente técnica y no reflejan plenamente las diferencias entre los ecosistemas forestales; pide a la Comisión y a los Estados miembros que inicien una cooperación con esos foros internacionales clave a fin de armonizar la terminología, los conceptos y las estadísticas utilizados (por ejemplo, los conceptos de bosques intactos o de edad madura, plantación, gestión forestal sostenible, gestión próxima a la naturaleza o cadenas de suministro sin deforestación) y asegurar la coherencia de las políticas y medidas adoptadas, entre otros objetivos;

79. Pide a la Comisión que reabra las negociaciones acerca de un convenio internacional sobre bosques que contribuya a la gestión, la conservación y el desarrollo sostenible de los bosques y que prevea sus funciones y usos múltiples y complementarios, incluida la adopción de medidas para la reforestación, la forestación y la conservación de los bosques; destaca que tal convenio debe tener en cuenta las necesidades sociales, económicas, ecológicas, culturales y espirituales de las generaciones presentes y futuras y reconocer el papel vital de todos los tipos de bosques en el mantenimiento de los procesos ecológicos y el equilibrio ecológico, así como en el apoyo a la identidad, la cultura y los derechos de los pueblos indígenas, sus comunidades y otras comunidades y habitantes de los bosques;

80. Pide a la Comisión y a los Estados miembros que integren sistemáticamente disposiciones sobre la deforestación y la degradación de los bosques —así como de la degradación de otros ecosistemas naturales, la pérdida de biodiversidad y las violaciones de los derechos humanos— en las políticas de desarrollo y en todos los programas de inversión y ayuda destinados a los países productores y que evalúen la posibilidad de supeditar las inversiones y la ayuda al cumplimiento de esos elementos;

81. Reconoce la relevancia de marcos internacionales como las Directrices Voluntarias sobre la Tenencia a la hora de ofrecer claridad jurídica y normas internacionalmente aceptadas de buenas prácticas para la gobernanza responsable de la tenencia de la tierra; pide a la Comisión que apoye la divulgación y el uso de estas Directrices a nivel mundial, regional y nacional; subraya la necesidad de un seguimiento y un control de la aplicación eficaces e independientes, incluidos mecanismos adecuados de solución de controversias y de reclamación, a fin de garantizar el cumplimiento de las Directrices;

82. Pide que se refuerce la cooperación entre la Unión Europea y la Organización de los Estados de África, el Caribe y el Pacífico (ACP) con el fin de abordar el problema cada vez mayor de la deforestación y desertización en los Estados ACP mediante el desarrollo de planes de acción encaminados a mejorar la gestión y la conservación de los bosques y que contemplen las causas de la deforestación desde dentro y desde fuera del sector forestal y reconozcan la importancia de la madera tropical para las economías de los Estados ACP que cuentan con bosques que producen madera;

83. Insta a la Unión y a sus Estados miembros a que velen por la coherencia entre sus políticas de acuerdo con el principio de coherencia de las políticas en favor del desarrollo, establecido en el artículo 208 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea;

84. Reconoce y apoya las conclusiones de la FAO, que resaltan la importancia del uso sostenible de la tierra a escala mundial en la lucha contra la pobreza;

85. Señala que los bosques realizan una contribución importante a la seguridad alimentaria mundial, los medios de subsistencia y la alimentación en los países en desarrollo, y son una fuente importante de ingresos para las comunidades locales; recuerda que los avances hacia la agricultura sostenible, la seguridad alimentaria y la gestión forestal sostenible deben realizarse simultáneamente como elementos centrales de la Agenda 2030;

86. Encarga a su presidente que transmita la presente Resolución al Consejo y a la Comisión.


EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

Las superficies forestales cubren aproximadamente el 30 % de los continentes y contienen el 80 % de la biodiversidad. Esta afirmación quizás ya podría ser suficiente para explicar la necesidad de protegerlas, aunque la lista de motivos puede ser interminable. Los bosques tienen un gran valor social, cultural y espiritual, al tiempo que desempeñan toda una serie de funciones, tanto las productivas como otras no productivas no menos importantes, medioambientales y sociales. Entre otras cosas, los bosques regulan el ciclo del agua, mejoran la calidad del aire y absorben el dióxido de carbono. También albergan numerosas especies, entre ellas muchas amenazadas, y son el hogar de muchas comunidades locales, incluidos pueblos indígenas. Al mismo tiempo, en las últimas décadas ha aumentado constantemente la presión sobre las funciones no productivas de los bosques, junto a una demanda mundial creciente de una auténtica naturaleza salvaje. Todo ello ha llevado a que la protección rigurosa de los bosques se convierta en una de las prioridades de la opinión pública mundial.

 

La diversidad de los tipos existentes de masas forestales es extraordinaria: desde las selvas vírgenes tropicales y los manglares costeros, pasando por los bosques de zonas templadas hasta los bosques boreales. Precisamente esa variedad es uno de los aspectos clave que hay que tener en mente al considerar nuevos cambios en la legislación destinada a proteger mejor los bosques del mundo. Las soluciones adoptadas deben reflejar esta diversidad. Sería prácticamente imposible buscar una solución universal única para todos los tipos de masas forestales. La situación descrita va de la mano de una constatación no muy positiva, como es que la presión sobre los bosques aumenta en todas las latitudes, lo que produce una degradación gradual de estas masas vegetales y con frecuencia también su desaparición. Solo entre 1990 y 2016 el mundo perdió una superficie forestal de 1,3 millones de kilómetros cuadrados como consecuencia de la actividad humana, lo que equivale a la pérdida de la superficie de 800 campos de fútbol por hora. Así será casi imposible cumplir el objetivo de la Comisión de reducir en un 50 % la pérdida bruta de bosques tropicales, fijado en la Comunicación sobre la deforestación COM(2008) 645 final. La relación con los bosques puede entonces considerarse en cierta medida como una imagen de la madurez de la humanidad.

 

La deforestación masiva y la degradación de los bosques se producen en gran medida en los bosques tropicales. Por ejemplo, en el pasado los manglares se extendían por el 75 % de las costas tropicales, mientras que en la actualidad han desaparecido más de la mitad, sobre todo a causa de la construcción, la acuicultura, la contaminación y una gestión no sostenible. Existe una gran presión sobre la Amazonia, que es una de las regiones prioritarias para la protección de los bosques del mundo por su extensión y visto el apoyo de facto a la deforestación por parte del Gobierno brasileño y teniendo en cuenta que en 2019 aumentó el número de incendios provocados en casi un 50 % en relación al año anterior. Son precisamente los bosques tropicales los que representan una gran parte del territorio ocupado tradicionalmente por los pueblos indígenas, que poseen o gestionan el 35 % de los bosques originarios, sobre todo tropicales. Al mismo tiempo, hay estudios que muestran que la tasa de deforestación en los territorios indígenas con regímenes tradicionales de tenencia de la tierra es entre dos y tres veces más baja que fuera de esos territorios[20].

 

En relación con el importante papel positivo que desempeñan los bosques tropicales originarios, hay que subrayar también que los bosques de nueva plantación no pueden sustituir completamente a los bosques originarios, que cuentan con grandes reservas de carbono y se caracterizan por su gran antigüedad y por unas propiedades ecológicas únicas y el más alto grado de biodiversidad. Además, en muchos casos no es posible la restauración de los bosques primarios destruidos: de nuevo los manglares ya mencionados son un ejemplo de esto.

 

No obstante la extensión alarmante de los problemas de los bosques fuera de Europa, hay que destacar que el estado de los bosques en el territorio de la Unión Europea tampoco es satisfactorio y que, a pesar de la presión creciente de la opinión pública para que los bosques cumplan funciones no productivas, su calidad ha ido disminuyendo a largo plazo. Los bosques europeos tampoco están libres de los principales problemas de las masas forestales en todo el mundo. Incluso el propio modo de gestión es insatisfactorio en muchos lugares de Europa[21].

 

Como ya se ha mencionado, los bosques albergan toda una serie de especies amenazadas, incluso las más vulnerables. La deforestación se convierte así en una de las principales causas de la desaparición de la diversidad biológica mundial, que actualmente avanza a un ritmo nunca visto antes[22]. De este modo, el mundo pierde no solo especies vegetales, sino también una cantidad alarmante de especies animales, algunas de las cuales, que a menudo viven precisamente en los bosques tropicales, ya han sido exterminadas por el hombre antes de poder descubrirlas y nombrarlas. Las plantas de los bosques tropicales, que representan solo el 7 % de la vegetación del mundo, son una especie de farmacia mundial. Más de la cuarta parte de los medicamentos modernos, por un valor total de 100 000 millones de euros anuales, tienen su origen precisamente en plantas de bosques tropicales. La pérdida de biodiversidad tampoco se limita solo a especies directamente relacionadas con las masas forestales. Sirvan como ejemplo los manglares ya mencionados, que desempeñan un papel importante en la protección de los arrecifes de coral gracias a la captación de nutrientes y sedimentos y a la protección frente al estrés térmico y fotooxidativo.

 

Una gran parte de la madera extraída se aprovecha como combustible, siendo en muchos países en desarrollo el principal producto forestal. Por ejemplo, en el África subsahariana el 80 % de la población sigue utilizando madera para cocinar. Al mismo tiempo, se espera un aumento de la demanda de combustible de madera, y en 2030 dependerán de este combustible 2 800 millones de personas, frente a los 2 000 millones que dependen de él en la actualidad. Sin embargo, las regiones más amenazadas por la deforestación de este origen son al mismo tiempo las que cuentan con el mayor número de horas de sol al año, lo que permitiría una transición gradual a fuentes de energía renovables.

 

También es fundamental la influencia de la deforestación en el cambio climático. Las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes del uso de la tierra y del cambio de uso de la tierra, debido sobre todo a la deforestación, representan casi el 12 % de las emisiones mundiales y son así la segunda causa del cambio climático tras la quema de combustibles fósiles. Además de la extracción de madera, el objetivo de la deforestación es sobre todo el aprovechamiento agrícola de los suelos obtenidos por este medio. La agricultura es responsable del 80 % de la deforestación en todo el mundo, donde la explotación de subsistencia es la causa del 48 % y la agricultura comercial, del 32 %. Otros motivos de deforestación son la extracción de madera (14 %), la producción de carbón vegetal (5 %), la expansión de las ciudades, el desarrollo de infraestructuras y la minería. Por otra parte, a menudo la superficie agrícola existente se explota de forma inadecuada, lo que provoca una pérdida de fertilidad del suelo y lleva a la deforestación para crear nuevos terrenos para la actividad agrícola. Como importador, la propia Unión Europea participa directamente en el comercio internacional de productos relacionados con la deforestación, como aceite de palma, carne, soja, cacao, maíz, madera o caucho, también en forma de productos elaborados o servicios, con una cuota del 10 % en el consumo total mundial de estos productos.

 

Al mismo tiempo, a la hora de considerar qué dirección debe adoptar la protección de los bosques, tampoco se puede ignorar la función productiva que los bosques tienen actualmente. Por eso es necesario adoptar medidas que contribuyan a efectuar una transición justa a formas de gestión más eficaces. En relación con las actuales pautas insostenibles de explotación forestal que causan deforestación y degradación de las masas forestales, es necesario buscar medios alternativos de subsistencia para aquellos cuya existencia depende actualmente de los bosques o de terrenos agrícolas ganados al bosque. En este sentido, y teniendo en cuenta la exigencia antes mencionada de la población, en particular de los países desarrollados, de una explotación no productiva de los bosques, puede tener un efecto económico positivo el apoyo y mayor desarrollo de un turismo cercano a la naturaleza que aporte a las regiones forestales medios alternativos de subsistencia sin liquidar de las masas forestales. En la situación actual los bosques son una fuente de sustento e ingresos para aproximadamente el 25 % de la población mundial y su destrucción tiene graves consecuencias para la subsistencia de los más vulnerables, incluidos los pueblos indígenas, que dependen en gran medida de los ecosistemas forestales. La protección de los bosques existentes y el aumento sostenible de la cobertura boscosa pueden, además, proporcionar medios de subsistencia, aumentar los ingresos de las comunidades locales y propiciar el desarrollo de bioeconomías sostenibles. Los bosques representan, en este sentido, un sector económico verde prometedor, con potencial para crear entre 10 y 16 millones de puestos de trabajo sostenibles y dignos en todo el mundo. También debe tenerse en cuenta el papel particular de las mujeres en la protección de los bosques[23], ya que, aunque la degradación del bosque perjudica a toda la comunidad forestal, la pérdida de los recursos asociados al bosque en general es especialmente penosa para las mujeres, que utilizan esos recursos para el cuidado de la familia.

 

En algunos países también contribuyen a la deforestación, entre otras cosas, la ausencia de políticas sólidas (por ejemplo, la ordenación del territorio), unos derechos de propiedad y de tenencia de la tierra poco claros, una gobernanza débil y la inexistencia de una garantía del cumplimiento, las actividades ilegales y la falta de inversión en la gestión forestal sostenible. En conjunto, el 86 % de los bosques del mundo son de propiedad pública, aunque en la práctica aproximadamente el 60 % de la tierra y los recursos en el mundo se gestionan sobre la base de normas consuetudinarias, de las cuales menos de una quinta parte tienen reconocimiento oficial. Para preservar las funciones naturales de los bosques son necesarios instrumentos administrativos y jurídicos adecuados como requisito previo, por ejemplo, instrumentos estratégicos como la protección territorial para preservar su integridad y evitar la fragmentación de los terrenos y las formas no sostenibles de gestión forestal.

 

Los sistemas de certificación para la gestión sostenible de los bosques también podrían desempeñar un papel positivo importante en la racionalización de la explotación económica de los bosques, pero solo si su objetivo principal es precisamente luchar contra la deforestación, sin intereses comerciales y de otro tipo a menudo antagónicos. Lamentablemente, en este contexto hay que señalar que las formas de certificación actuales a menudo fallan y no cumplen los objetivos fijados[24].

El punto de partida para la preparación del presente informe fue la Comunicación de la Comisión COM(2019) 352 final, que, entre otras cosas, fijaba cinco prioridades para intensificar la actuación de la Unión para proteger y restaurar los bosques del mundo. Aunque esa Comunicación puede considerarse un buen comienzo, debe señalarse al mismo tiempo que, dada la importancia de las funciones desempeñadas por los bosques y la necesidad de su protección efectiva, la Comunicación en su conjunto no es lo suficientemente ambiciosa y, a menudo, es demasiado abstracta por lo que se refiere a propuestas concretas.

 

Al identificar los problemas y adoptar las medidas adecuadas para proteger los bosques del mundo, las consideraciones preliminares deben incluir, entre otras cosas, la ambición de afinar y armonizar las definiciones de los conceptos pertinentes. Por el contrario, las definiciones actuales adoptadas por los organismos forestales internacionales competentes en materia de gestión forestal son a menudo de carácter estrictamente técnico, a pesar de la gran diferencia existente entre los bosques originarios y los restaurados, y no cubren suficientemente la diferencia entre los bosques originarios, los restaurados y la plantación forestal. Esto puede dar lugar, en última instancia, a una distorsión muy significativa de los datos sobre la extensión y otras propiedades de los bosques en distintos ámbitos, lo que puede dificultar la adopción de medidas correctoras adecuadas y eficaces. Es precisamente a través de las competencias de expertos forestales y expertos en ecología forestal, de los recursos financieros disponibles y de su influencia en el ámbito internacional que la Unión puede desempeñar un importante papel positivo en la protección de los bosques del mundo. El presente proyecto de informe intenta incorporar todos estos aspectos.

 


 

 

OPINIÓN DE LA COMISIÓN DE DESARROLLO (15.6.2020)

para la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria

sobre el papel de la UE en la protección y restauración de los bosques del mundo

(2019/2156(INI))

Ponente de opinión (*): Hildegard Bentele

(*) Comisión asociada – artículo 57 del Reglamento interno

 

SUGERENCIAS

La Comisión de Desarrollo pide a la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria, competente para el fondo, que incorpore las siguientes sugerencias en la propuesta de Resolución que apruebe:

1. Pide a la Unión Europea que aumente sus inversiones en programas de investigación e innovación, con el objetivo de reforzar la agricultura resiliente al cambio climático, la intensificación y la diversificación sostenibles de los cultivos, la agroecología, la agrosilvicultura y las soluciones basadas en la naturaleza, en consonancia con el Pacto Verde Europeo y las conclusiones del Informe Especial del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (GIECC) sobre el cambio climático y la tierra; destaca asimismo la necesidad de invertir en una gestión forestal de base comunitaria; insiste en que la Unión debe esforzarse por reducir las emisiones procedentes de la deforestación y la degradación forestal, restaurar los bosques dañados y poner fin a la explotación forestal ilegal y a la expansión del uso de la tierra a expensas de los bosques y los ecosistemas naturales, a la vez que se mejoran los medios de vida y la seguridad alimentaria y se ofrecen oportunidades socioeconómicas sostenibles para una población en crecimiento; recuerda que los bosques de nueva plantación no pueden sustituir a los bosques primarios ni su capacidad de eliminar y almacenar dióxido de carbono adicional; subraya, por lo tanto, la importancia de la proforestación a la hora de abordar la doble crisis mundial del cambio climático y la pérdida de biodiversidad, así como de la forestación y la reforestación para aumentar la cobertura forestal y regenerar los suelos con vistas a lograr la neutralidad climática, como se indica en las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 15;

2. Subraya que las medidas de cooperación de la Unión deben tener por objeto abordar las causas profundas de la deforestación, en particular la corrupción, la debilidad de la gobernanza y de las instituciones, la reducción del espacio cívico, la falta de personal cualificado y de una definición de bosque, la delincuencia forestal, la impunidad y la inseguridad en la tenencia de la tierra como las principales causas de la explotación forestal ilegal, el fraude, la evasión fiscal y las violaciones de los derechos humanos; destaca que la planificación sostenible del uso del suelo, con vistas a garantizar los derechos de tenencia de la tierra de las comunidades que dependen de los bosques y de los pueblos indígenas, debe ocupar un lugar central en las iniciativas y los programas de los donantes en el ámbito de la agricultura y la silvicultura;

3. Reconoce la relevancia de marcos internacionales tales como las Directrices voluntarias de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sobre la gobernanza responsable de la tenencia de la tierra, la pesca y los bosques para ofrecer claridad jurídica y normas internacionalmente aceptadas de buenas prácticas para la gobernanza responsable de la tenencia de la tierra; pide a la Comisión que apoye la divulgación y el uso de estas Directrices a nivel mundial, regional y nacional; subraya la necesidad de un seguimiento y un control de la aplicación eficaces e independientes, incluidos mecanismos adecuados de solución de controversias y de reclamación, a fin de garantizar el cumplimiento de las Directrices;

4. Señala que los niveles crecientes de deforestación y degradación de los bosques no solo se producen a costa de la silvicultura sostenible y la biodiversidad, sino que también tiene repercusiones negativas en la vida y los derechos de las personas, por ejemplo en el contexto del reasentamiento o del éxodo rural, cuando se vulneran los derechos de tenencia de la tierra o los derechos laborales;

5. Subraya que el GIECC, en su Informe Especial sobre el cambio climático y la tierra, hace hincapié explícitamente en el papel fundamental que desempeñan los conocimientos tradicionales y los pueblos indígenas y comunidades locales para la administración y la protección de las tierras y bosques del mundo, así como en la importancia de garantizar los derechos de tenencia de la tierra comunitarios para luchar contra el cambio climático; recuerda que estos grupos, junto con los defensores de los derechos humanos ambientales, se encuentran cada vez más amenazados y se enfrentan a la intimidación y a violaciones de los derechos humanos en su esfuerzo por proteger sus bosques, sus tierras y su entorno;

6. Recuerda que los pueblos indígenas, las comunidades locales, los pequeños agricultores y las mujeres poseen conocimientos indispensables sobre los bosques y dependen en gran medida de ellos; pide a la Unión que vele por el reconocimiento de sus derechos de tenencia de la tierra y de los derechos humanos como una cuestión de justicia social, en consonancia con las Directrices voluntarias de la FAO sobre la tenencia, la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas y el Convenio n.º 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), así como su participación efectiva en el diseño y aplicación de los programas de desarrollo de la Unión que tengan repercusiones en ellos y en la aplicación de medidas de protección de los bosques, basándose en las enseñanzas extraídas del programa de aplicación de las leyes, gobernanza y comercio forestales (FLEGT); pide, asimismo, a la Unión que aumente la transparencia y la rendición de cuentas de los acuerdos de asociación voluntaria;

7. Subraya que las mujeres indígenas y las mujeres que se dedican a la agricultura desempeñan una función esencial en la protección de los ecosistemas forestales; observa con preocupación, no obstante, la falta de inclusión y empoderamiento de las mujeres en el proceso de gestión de los recursos naturales; considera que la igualdad de género en la enseñanza de la silvicultura es un elemento clave de la gestión sostenible de los bosques y ello debe reflejarse en el plan de acción de la Unión;

8. Señala la importancia de apoyar a las pequeñas y medianas empresas forestales mediante la transferencia de conocimiento y la facilitación de asistencia y formación técnica y financiera;

9. Recuerda que la Unión cuenta con un amplio conocimiento especializado en el campo del abastecimiento energético sostenible y que, mediante la investigación y la cooperación, debe ofrecer y transmitir conocimientos en este ámbito a los países más afectados por la deforestación, a fin de alcanzar los objetivos en materia de gestión forestal sostenible establecidos en la Agenda 2030;

10. Pide que el sector forestal ocupe un lugar destacado en el próximo Instrumento de Vecindad, Desarrollo y Cooperación Internacional (IVDCI) y que todo el potencial del Plan Europeo de Inversiones Exteriores y los instrumentos regionales de financiación se utilice para impulsar la financiación privada destinada a la gestión forestal sostenible (desde la proforestación a la reforestación y la forestación), el turismo sostenible y la agrosilvicultura, así como las iniciativas adoptadas por algunas de las empresas más importantes para eliminar los productos que causan deforestación de sus cadenas de suministro, con el fin de alcanzar los ODS; pide al sector privado que sea proactivo en la lucha contra la deforestación presente en sus cadenas de suministro e inversiones, cumpla sus compromisos de deforestación cero sin demora y vele por la plena transparencia en relación con el cumplimiento de sus compromisos; pide a la Comisión que garantice la aplicación efectiva de las Directrices voluntarias de la FAO sobre la tenencia en su Plan de Inversiones Exteriores;

11. Hace hincapié en la función terapéutica de los bosques en las sociedades altamente urbanizadas de Europa y en la importancia cada vez mayor de los bosques urbanos y los árboles en las ciudades por sus consecuencias positivas directas para la salud humana y la calidad de vida de los ciudadanos; subraya que los bosques también contribuyen al desarrollo socioeconómico de los territorios rurales del mundo, en particular mediante la distribución de recursos a las zonas más desfavorecidas gracias a la industria forestal, los productos forestales no derivados de la madera y el turismo ecológico;

12. Pide que la Unión refuerce sus normas sobre la divulgación obligatoria por las empresas de la información relacionada con la producción o la transformación de materias primas que entrañan riesgos para los bosques en el marco de la revisión de la Directiva sobre divulgación de información no financiera[25], como parte de sus esfuerzos por aumentar la financiación sostenible;

13. Pide a la Unión que, en su cooperación con los países en desarrollo, preste una atención específica a los bosques en zonas costeras, como los manglares, que se ven particularmente afectados por el cambio climático y la actividad humana y representan una gran oportunidad para las políticas de conservación, adaptación y mitigación;

14. Subraya que la protección de la biodiversidad y la mitigación del cambio climático no se respaldan mutuamente de forma automática; pide que se revise la Directiva sobre fuentes de energía renovables[26] para que sea coherente con los compromisos internacionales de la Unión en el marco de la Agenda 2030, el Acuerdo de París y el Convenio sobre la Diversidad Biológica, lo que implicaría, entre otras cosas, la introducción de criterios de sostenibilidad social y la toma en consideración de los riesgos del acaparamiento de tierras; destaca, en este sentido, que dicha Directiva debe respetar las normas internacionales en materia de derechos de tenencia de la tierra, en particular el Convenio n.º 169 de la OIT y las Directrices voluntarias de la FAO sobre la tenencia;

15. Pide a la Unión que continúe liderando los esfuerzos mundiales para elaborar y ejecutar estrategias de mitigación y adaptación destinadas a frenar la deforestación y la degradación forestal, alentando la restauración forestal y velando por el mantenimiento de los avances logrados en el ámbito de la gestión forestal sostenible en el marco del Acuerdo de París y los ODS;

16. Insta a la Unión a que aborde la deforestación, la degradación forestal y la destrucción de ecosistemas naturales en los diálogos bilaterales y regionales con países socios con el fin de alentarles a incluir los bosques y las medidas de gobernanza conexas, como las estrategias de mitigación y adaptación, en sus contribuciones determinadas a nivel nacional en el marco del Acuerdo de París, así como en sus estrategias y planes de acción nacionales en materia de biodiversidad en el marco del Convenio sobre la Diversidad Biológica, a trabajar en planes de protección de los bosques vinculantes a escala internacional y a coordinarse con las iniciativas internacionales;

17. Acoge con satisfacción el compromiso de la Comisión de aumentar la sostenibilidad y la transparencia de la cadena de suministro; recuerda que las medidas voluntarias y los sistemas de certificación por sí solos no son suficientes para detener la deforestación; pide la adopción de un marco legislativo de la Unión basado en la diligencia debida obligatoria en las cadenas de suministro de materias primas que entrañan riesgos para los bosques, basándose en las enseñanzas extraídas de la legislación existente, a fin de prevenir, abordar y mitigar la deforestación y las violaciones de los derechos humanos e integrar los productos de los pequeños agricultores en cadenas de suministro sostenibles, garantizando al mismo tiempo la igualdad de condiciones para evitar la pérdida de ingresos en los países en desarrollo y la competencia desleal; hace hincapié en que dicho marco legislativo debe aplicarse a todos los agentes de la cadena de suministro, ir acompañado de un sólido mecanismo de ejecución e incluir sanciones eficaces, proporcionadas y disuasorias en caso de incumplimiento; subraya la necesidad de garantizar que este nuevo marco jurídico no suponga una carga administrativa excesiva para las pequeñas y medianas empresas (pymes); pide a la Comisión que promueva este marco reglamentario a escala internacional en consonancia con los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las empresas y los derechos humanos; se muestra convencido de que la estrategia forestal de la Unión Europea debe promover las buenas prácticas y resultados en el sector forestal, fomentar su intercambio y mejorar la cooperación entre Estados miembros;

18. Alienta a la Unión a que preste ayuda para intensificar la vigilancia de la deforestación y las actividades ilegales;

19. Pide a la Unión que se asegure de que las políticas en todos los ámbitos sean coherentes con sus compromisos de proteger y restaurar los bosques, integrando al mismo tiempo sus objetivos en materia de biodiversidad, y que las cadenas de suministro y los flujos financieros mundiales solo promuevan la producción legal, sostenible y sin deforestación y no den lugar a violaciones de los derechos humanos; recuerda la importancia de incluir capítulos de sostenibilidad sólidos, coherentes y ejecutables en los acuerdos comerciales, junto a una aplicación efectiva de los acuerdos multilaterales en materia de medio ambiente y cambio climático; pide a la Comisión que evalúe detenidamente las repercusiones de los acuerdos comerciales sobre la deforestación mediante evaluaciones del impacto sobre la sostenibilidad y otras evaluaciones pertinentes, sobre la base de metodologías de recopilación y evaluación de datos sólidas; insta a la Comisión a que incluya disposiciones vinculantes y ejecutables para detener la explotación forestal ilegal, la deforestación, la degradación forestal y las violaciones de los derechos humanos, y garantizar una conducta empresarial responsable, también mediante disposiciones que garanticen el consentimiento libre, previo e informado de los pueblos indígenas y las comunidades locales, así como el reconocimiento de los derechos de tenencia de la tierra de las comunidades y los pueblos indígenas dependientes de los bosques, y mecanismos vinculantes para supervisar la aplicación efectiva de estas disposiciones y obtener reparación, en particular facilitando un mecanismo de reclamaciones accesible; pide a la Unión que aborde el comercio de materias primas que entrañan riesgos para los bosques por medio de nuevas asociaciones bilaterales con los países productores, aprovechando las lecciones extraídas de los acuerdos de asociación voluntaria sobre la aplicación de las leyes, gobernanza y comercio forestales en el sector de la madera, con el cacao como una oportunidad de progreso rápido;

20. Pide que se refuerce la cooperación UE-ACP con el fin de abordar el problema cada vez mayor de deforestación y desertización en los Estados ACP mediante el desarrollo de planes de acción encaminados a mejorar la gestión y la conservación de los bosques y que contemplen las causas de la deforestación desde dentro y desde fuera del sector forestal y reconozcan la importancia de la madera tropical para las economías de los Estados ACP con bosques que producen madera;

21. Pide a la Comisión que incluya en el ámbito de aplicación de las disposiciones de los acuerdos de libre comercio relativas a la lucha contra la corrupción las prácticas forestales ilegales, como la fijación de un precio excesivamente bajo para la madera en las concesiones, la tala de árboles protegidos, el contrabando transfronterizo de productos forestales, la explotación forestal ilegal y la transformación de materias primas forestales sin licencia;

22. Hace hincapié en la relación existente entre la salud, el medio ambiente y el cambio climático; subraya, además, que varios estudios científicos muestran las interconexiones entre la pérdida de biodiversidad y el aumento de las pandemias, principalmente de enfermedades zoonóticas vinculadas a la deforestación y a la degradación de hábitats naturales; pide a la Unión que, como parte de la dimensión exterior del Pacto Verde, aumente su ayuda técnica a terceros países y el intercambio de información y buenas prácticas con ellos en el ámbito de la gestión forestal sostenible; insta a la Comisión y a los Estados miembros a que cooperen con organizaciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la FAO para prevenir la proliferación de crisis sanitarias y pandemias en el futuro;

23. Recuerda que alrededor de 2 600 millones de personas en todo el mundo utilizan biomasa tradicional para cocinar, principalmente leña y carbón vegetal, y que casi tres cuartas partes de dichas personas no disponen de acceso a fogones eficientes; pide a la Unión que ofrezca un apoyo mayor y más rápido a terceros países para que se puedan centrar en las fuentes de energía renovables y, por consiguiente, reduzcan la presión de deforestación provocada por el uso de la madera como combustible; anima a que se emprendan acciones para aumentar la cobertura forestal y otras tierras arboladas, cuando proceda; pide a la Comisión que aborde los compromisos derivados del aumento de la demanda de madera para materiales, energía y bioeconomía mediante el desarrollo de criterios de la Unión para la gestión sostenible de los bosques con parámetros y umbrales concretos y la promoción de la proforestación como solución eficaz para hacer frente al cambio climático y la pérdida de biodiversidad;

24. Señala que la estrategia de la Comisión en materia de bioeconomía, que se basa en gran medida en el uso de la biomasa, plantea nuevos retos para la protección y la restauración de los bosques; hace hincapié en que el creciente uso de la madera para biocombustibles y bioenergía está creando una presión sobre los bosques del mundo y expresa su preocupación por el hecho de que la creciente demanda de productos bioenergéticos, si no se controla debidamente, podría llevar a prácticas insostenibles; reitera que la política de la Unión en materia de bioenergía debe responder a criterios ambientales y sociales estrictos y subraya la necesidad de introducir criterios más rigurosos en el caso de la biomasa forestal para evitar la deforestación en terceros países; insta, por lo tanto, a la Unión y a sus Estados miembros a que velen por la coherencia entre sus políticas de acuerdo con el principio de coherencia de las políticas en favor del desarrollo, establecido en el artículo 208 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE);

25. Señala que los bosques realizan una contribución importante a la seguridad alimentaria mundial, los medios de subsistencia y la alimentación en los países en desarrollo, y son una fuente importante de ingresos para las comunidades locales; recuerda que los avances hacia la agricultura sostenible, la seguridad alimentaria y la gestión forestal sostenible deben realizarse simultáneamente como elementos centrales de la Agenda 2030;

26. Recuerda que aproximadamente el 80 % de la deforestación mundial se debe a la expansión de la tierra utilizada para la agricultura, lo que también se ve agravado por otras operaciones legales de uso alternativo de la tierra, en particular las actividades de cría de ganado, minería y perforación, y que el consumo de la Unión representa en torno al 10 % de la deforestación mundial, debido a su elevada dependencia de las importaciones de piensos proteicos y de productos básicos agrícolas como el aceite de palma, la carne, la soja, el cacao, el maíz, la madera y el caucho; pide criterios de sostenibilidad más estrictos para la importación de piensos a fin de garantizar una producción sostenible de proteaginosas en terceros países que no repercuta de forma negativa en el medio ambiente o las realidades sociales; pide a la Comisión que aborde la cantidad significativa de deforestación y degradación forestal ligadas a productos de origen animal, como la carne, los productos lácteos y los huevos, y que reduzca el consumo en la Unión de productos básicos que entrañan riesgos para los bosques;

27. Pide a la Comisión y a los Estados miembros que mantengan su compromiso de luchar contra la explotación forestal ilegal y el comercio de madera ilegal y de productos básicos que entrañan riesgos para los bosques; pide a la Unión que garantice la trazabilidad de la madera y de los productos de la madera en toda la cadena de suministro y que integre la diplomacia forestal en su política climática, con el objetivo de alentar a los países que transforman o importan cantidades significativas de madera tropical a que adopten una legislación eficaz que prohíba la importación de madera procedente de la tala ilegal;

28. Pide a la Comisión que expanda el uso del sistema de satélites REDD+ de Copernicus para apoyar la realización de un seguimiento mundial del riesgo forestal y de la deforestación en colaboración con los países en desarrollo, y que refuerce los esfuerzos de prevención y preparación ante los incendios forestales colaborando con los países en desarrollo sobre herramientas de alerta rápida, resiliencia a las catástrofes, medidas de mitigación del riesgo, innovación, digitalización y transferencia de conocimiento; pide a la Comisión, en este contexto, que trabaje con el sector privado y otros agentes de desarrollo, para evaluar nuevas soluciones de financiación y seguro para el riesgo de catástrofes frente a acontecimientos catastróficos que afecten a los bosques.

 


INFORMACIÓN SOBRE LA APROBACIÓN
EN LA COMISIÓN COMPETENTE PARA EMITIR OPINIÓN

Fecha de aprobación

15.6.2020

 

 

 

Resultado de la votación final

+:

–:

0:

24

1

1

Miembros presentes en la votación final

Anna-Michelle Asimakopoulou, Hildegard Bentele, Dominique Bilde, Udo Bullmann, Catherine Chabaud, Antoni Comín i Oliveres, Ryszard Czarnecki, Gianna Gancia, Charles Goerens, Mónica Silvana González, Pierrette Herzberger-Fofana, György Hölvényi, Rasa Juknevičienė, Beata Kempa, Erik Marquardt, Norbert Neuser, Janina Ochojska, Jan-Christoph Oetjen, Michèle Rivasi, Marc Tarabella, Tomas Tobé, Miguel Urbán Crespo, Bernhard Zimniok

Suplentes presentes en la votación final

Barry Andrews, Marlene Mortler, Patrizia Toia

 


VOTACIÓN FINAL NOMINAL
EN LA COMISIÓN COMPETENTE PARA EMITIR OPINIÓN

24

+

PPE

Anna-Michelle Asimakopoulou, Hildegard Bentele, György Hölvényi, Rasa Juknevičienė, Janina Ochojska, Tomas Tobé, Marlene Mortler

S&D

Udo Bullmann, Mónica Silvana González, Norbert Neuser, Marc Tarabella, Patrizia Toia

Renew

Catherine Chabaud, Charles Goerens, Jan-Christoph Oetjen, Barry Andrews

ID

Dominique Bilde, Gianna Gancia

Verts/ALE

Pierrette Herzberger-Fofana, Erik Marquardt, Michèle Rivasi

ECR

Beata Kempa

GUE/NGL

Miguel Urbán Crespo

NI

Antoni Comín i Oliveres

 

1

-

ID

Bernhard Zimniok

 

1

0

ECR

Ryszard Czarnecki

 

Explicación de los signos utilizados

+ : a favor

- : en contra

0 : abstenciones

 

 


 

 

OPINIÓN DE LA COMISIÓN DE COMERCIO INTERNACIONAL (27.5.2020)

para la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria

sobre el papel de la UE en la protección y restauración de los bosques del mundo

(2019/2156(INI))

Ponente de opinión (*): Karin Karlsbro

(*) Comisión asociada – artículo 57 del Reglamento interno

 

 

SUGERENCIAS

La Comisión de Comercio Internacional pide a la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria, competente para el fondo, que incorpore las siguientes sugerencias en la propuesta de Resolución que apruebe:

1. Recuerda que el objetivo de los acuerdos de asociación voluntaria sobre aplicación de las leyes, gobernanza y comercio forestales (FLEGT) consiste en proporcionar un marco jurídico para garantizar que toda la madera y los productos de la madera que se importen a la Unión procedentes de países socios en el marco de un acuerdo de asociación voluntaria se hayan producido legalmente; destaca que los acuerdos de asociación voluntaria suelen ir destinados a promover cambios sistémicos en el sector forestal a fin de reforzar la gestión sostenible de los bosques, erradicar la tala ilegal y apoyar los esfuerzos mundiales para detener la deforestación y la degradación forestal; subraya que los acuerdos de asociación voluntaria proporcionan un importante marco jurídico tanto para la Unión como para sus países socios, que resulta posible gracias a la buena cooperación y el compromiso de los países en cuestión;

2. Acoge con satisfacción los progresos realizados a través de los acuerdos de asociación voluntaria FLEGT, así como el mayor diálogo entre los Gobiernos, la industria y la sociedad civil en varios países a raíz del proceso iniciado con dichos acuerdos; observa que, hasta la fecha, siete países han ratificado acuerdos de asociación voluntaria con la UE (Camerún, República Centroafricana, Ghana, Indonesia, Liberia, República del Congo y Vietnam), de los cuales Indonesia es el primero y hasta ahora único socio con acuerdo de asociación voluntaria con licencia FLEGT que se lleva aplicando desde 2016, y que la UE ha concluido las negociaciones y ha rubricado acuerdos de asociación voluntaria con Honduras y Guyana, mientras que se están llevando a cabo negociaciones con otros seis países (Costa de Marfil, República Democrática del Congo, Gabón, Laos, Tailandia y Malasia); destaca que los acuerdos de asociación voluntaria constituyen un marco muy eficaz para establecer buenas asociaciones con esos países y que deberían promoverse nuevos acuerdos de asociación voluntaria con otros socios; se muestra convencido de que la UE debería seguir colaborando con los países que hayan suscrito un acuerdo de asociación voluntaria FLEGT para garantizar que este siga siendo una alternativa atractiva frente a los mercados de exportación con normas medioambientales menos estrictas; reconoce la importancia del Reglamento FLEGT y del Reglamento de la UE sobre la madera a la hora de prevenir la entrada de madera talada ilegalmente en el mercado de la Unión; pide a la Unión que aumente la financiación de FLEGT; acoge con satisfacción el próximo control de adecuación que la Comisión piensa llevar a cabo sobre el Reglamento FLEGT y el Reglamento de la UE sobre la madera, como una oportunidad para reforzar su aplicación y ampliar su ámbito de aplicación;

3. Hace hincapié en la necesidad de mejorar en mayor medida la aplicación y el cumplimiento del Reglamento de la UE sobre la madera para preservar de la mejor manera posible el comercio sostenible de madera y productos de la madera importados y producidos a nivel local; reitera su petición de que las importaciones de madera y productos de la madera se controlen más a fondo en las fronteras de la Unión para garantizar que los productos importados cumplan efectivamente los criterios de entrada en el territorio de la UE; insiste en que la Comisión debe garantizar que los controles aduaneros en toda la UE se rijan por las mismas normas, gracias a un mecanismo de control aduanero unificado y directo, en colaboración con los Estados miembros y dentro del pleno respeto del principio de subsidiariedad;

4. Pide a la Comisión que, cuando refuerce las políticas existentes, garantice la coherencia de los acuerdos de asociación voluntaria FLEGT con todas sus políticas, también en los ámbitos del desarrollo, el medio ambiente, la agricultura y el comercio; pide a la Comisión que negocie normas aplicables a la importación de madera en futuros acuerdos bilaterales o multilaterales relacionados con el comercio, con el fin de evitar socavar los logros obtenidos mediante el plan de acción FLEGT con los países productores de madera;

5. Pide a la Comisión que intensifique el apoyo a la capacidad de los países con acuerdos de asociación voluntaria FLEGT para acelerar la aplicación de los compromisos asumidos, en particular en lo que se refiere a la lucha contra la corrupción y el blanqueo ecológico, y al refuerzo de la buena gobernanza y la transparencia; destaca que la corrupción vinculada a la tala ilegal debería abordarse en el ámbito de la política comercial de la Unión; pide a la Comisión que vele por que se incluyan disposiciones más ambiciosas en materia de silvicultura sostenible y protección de los ecosistemas en los capítulos sobre comercio y desarrollo sostenible de los acuerdos de libre comercio, incluidas disposiciones de lucha contra la corrupción relativas a la tala ilegal, y por que esas disposiciones se apliquen plenamente; acoge con satisfacción que el Acuerdo de París vaya a ser un elemento esencial de los futuros acuerdos; pide a la UE que aumente la colaboración con organizaciones dedicadas a prevenir el crimen forestal en el mundo;

6. Pide a la UE que refuerce la cooperación internacional intensificando sus esfuerzos en foros internacionales clave, como la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE); pide a la Comisión que estudie vías para la cooperación multilateral, plurilateral o bilateral —incluida la manera de acelerar las negociaciones en la OMC sobre un Acuerdo sobre Bienes Ambientales— con los socios comerciales y otros países importadores en la lucha contra la deforestación y el cambio climático derivados de las importaciones, sin dejar de salvaguardar las vías de comercio legal y de reforzar la gestión del suelo y la agricultura sostenibles, así como la tenencia de la tierra y la buena gobernanza, en los terceros países;

7. Observa con preocupación que la investigación sigue confirmando la existencia de una relación preocupante entre las zoonosis, como la COVID-19, y la deforestación, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad;

8. Acoge con satisfacción la Comunicación de la Comisión de 23 de julio de 2019, titulada «Intensificar la actuación de la UE para proteger y restaurar los bosques del mundo»; recuerda que la gestión y la gobernanza sostenibles e inclusivas de los bosques son esenciales para alcanzar los objetivos establecidos en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, el Acuerdo de París y el Pacto Verde Europeo; subraya la importancia de las medidas que garanticen que la demanda se ajusta a los objetivos establecidos, dado que la Unión es uno de los principales importadores de materias primas relacionadas con la deforestación, como la soja, el aceite de palma, el eucalipto, el caucho, el maíz, la carne de vacuno, el cuero y el cacao, que suelen ser factores que impulsan la deforestación mundial; destaca que materias primas como el cacao ofrecen una oportunidad temprana para avanzar en este enfoque, aprovechando las lecciones aprendidas con el proceso de los acuerdos de asociación voluntaria FLEGT; opina que es necesario que la UE garantice que se limita a promover las cadenas de suministro y los flujos financieros mundiales que sean sostenibles, no conlleven deforestación y no den lugar a violaciones de los derechos humanos; pide a la Comisión que cualquier futura propuesta relativa a materias primas que entrañen un riesgo para los bosques se base en las lecciones extraídas del plan de acción FLEGT, el Reglamento sobre la madera, el Reglamento sobre los minerales originarios de zonas de conflicto, la Directiva relativa a la divulgación de información no financiera, la legislación sobre la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) y otras iniciativas de la Unión para regular las cadenas de suministro; toma nota con interés del anuncio realizado por la Comisión sobre las futuras propuestas relativas a la diligencia debida a lo largo de toda la cadena de suministro de los productos que vayan a comercializarse en el mercado interior; pide que se refuerce la participación de la sociedad civil como fuente esencial de información sobre la deforestación; insta a la Comisión a que, al elaborar tales propuestas, garantice que esas materias primas y productos no causen deforestación, degradación de los bosques, ni conversión o degradación de los ecosistemas naturales, y que no lleven aparejadas violaciones de los derechos humanos, así como a que esas propuestas abarquen toda la cadena de suministro e incluyan las directrices de la OCDE sobre responsabilidad social y derechos humanos en el comercio, y que, tras una evaluación cuidadosa, dichas propuestas se consideren funcionales y aplicables a todos los agentes del mercado, incluidas las pymes;

9. Subraya que las causas de la deforestación van más allá del sector forestal en sí mismo y están vinculadas a una amplia serie de cuestiones, como la tenencia de la tierra, la protección de los derechos de los pueblos indígenas, las políticas agrícolas, el cambio climático, la democracia, los derechos humanos y la libertad política; recuerda que las mujeres indígenas y las mujeres que se dedican a la agricultura desempeñan una función esencial en la defensa de los ecosistemas forestales; pide a la Comisión que redoble sus esfuerzos para hacer frente de manera holística a la deforestación gracias a un marco político coherente, garantizando al mismo tiempo la conservación de los ecosistemas; considera que la educación para la igualdad de género en la explotación forestal es un elemento clave de la gestión sostenible de los bosques que debería reflejarse en el plan de acción de la Unión; recuerda la importancia de respetar los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos; apoya las negociaciones en curso para la creación de un instrumento vinculante de las Naciones Unidas relativo a las empresas transnacionales y otras empresas con respecto a los derechos humanos e insiste en la importancia de que la Unión participe de forma proactiva en este proceso;

10. Opina que el proceso de concesión de licencias FLEGT complementa la certificación voluntaria por terceros, y que beneficia especialmente a los operadores más pequeños, que suelen tener dificultades para obtener la certificación a través de sistemas del sector privado;

11. Se muestra convencido de que las políticas verdes de contratación pública pueden desempeñar un papel importante a la hora de fomentar el comercio de madera legal y sostenible; señala, no obstante, que la mayoría de los Estados miembros de la Unión tienen políticas de compra obligatorias para los ministerios de la Administración central y políticas voluntarias para las autoridades locales que asumen la mayor parte del gasto público; pide a los Estados miembros que mejoren sus estadísticas sobre el volumen de madera que compran, incluyendo la indicación sobre la cantidad de material sostenible, legal o con licencia FLEGT que puede incluirse en su contratación pública;

12. Recuerda que la madera de zonas de conflicto ya constituye un ámbito de acción del plan de acción FLEGT, aunque no se ha dedicado suficiente tiempo a tratar esta cuestión; pide a la Comisión que cumpla su compromiso de ampliar las obligaciones de diligencia debida previstas en el Reglamento de la UE sobre la madera para incluir la madera procedente de zonas en conflicto en el marco de la próxima revisión;

13. Destaca que todos los nuevos acuerdos comerciales, incluido Mercosur y otros, contienen compromisos claros de lucha contra la deforestación;

14. Pide a la Comisión que haga uso de las nuevas disposiciones del Reglamento antidumping relativas a las políticas medioambientales y climáticas;

15. Pide a la Unión que establezca un vínculo más fuerte entre las políticas comercial y de desarrollo, mediante, por ejemplo, una mejor aplicación de las normas del Sistema de Preferencias Generalizadas Plus (SPG+) en los países socios; pide a la Comisión que trabaje con los beneficiarios del sistema SPG+ en planes de acción de gestión forestal, con el fin de garantizar el cumplimiento eficaz de sus compromisos medioambientales.

 

 


INFORMACIÓN SOBRE LA APROBACIÓN
EN LA COMISIÓN COMPETENTE PARA EMITIR OPINIÓN

Fecha de aprobación

28.5.2020

 

 

 

Resultado de la votación final

+:

–:

0:

40

0

0

Miembros presentes en la votación final

Barry Andrews, Anna-Michelle Asimakopoulou, Tiziana Beghin, Geert Bourgeois, Saskia Bricmont, Jordi Cañas, Anna Cavazzini, Miroslav Číž, Arnaud Danjean, Paolo De Castro, Emmanouil Fragkos, Raphaël Glucksmann, Markéta Gregorová, Enikő Győri, Roman Haider, Christophe Hansen, Heidi Hautala, Danuta Maria Hübner, Herve Juvin, Karin Karlsbro, Maximilian Krah, Danilo Oscar Lancini, Bernd Lange, Gabriel Mato, Emmanuel Maurel, Carles Puigdemont i Casamajó, Samira Rafaela, Inma Rodríguez-Piñero, Massimiliano Salini, Helmut Scholz, Liesje Schreinemacher, Sven Simon, Mihai Tudose, Kathleen Van Brempt, Marie-Pierre Vedrenne, Jörgen Warborn, Iuliu Winkler, Jan Zahradil

Suplentes presentes en la votación final

Seán Kelly, Jean-Lin Lacapelle

 

 

 


VOTACIÓN FINAL NOMINAL
EN LA COMISIÓN COMPETENTE PARA EMITIR OPINIÓN

40

+

ECR

Geert Bourgeois, Emmanouil Fragkos, Jan Zahradil

GUE/NGL

Emmanuel Maurel, Helmut Scholz

ID

Roman Haider, Herve Juvin, Maximilian Krah, Danilo Oscar Lancini, Jean‑Lin Lacapelle

NI

Tiziana Beghin, Carles Puigdemont i Casamajó

PPE

Anna-Michelle Asimakopoulou, Arnaud Danjean, Enikő Győri, Christophe Hansen, Danuta Maria Hübner, Seán Kelly, Gabriel Mato, Massimiliano Salini, Sven Simon, Jörgen Warborn, Iuliu Winkler

RENEW

Barry Andrews, Jordi Cañas, Karin Karlsbro, Samira Rafaela, Liesje Schreinemacher, Marie-Pierre Vedrenne

S&D

Miroslav Číž, Paolo De Castro, Raphaël Glucksmann, Bernd Lange, Inma Rodríguez-Piñero, Mihai Tudose, Kathleen Van Brempt

Verts/ALE

Saskia Bricmont, Anna Cavazzini, Markéta Gregorová, Heidi Hautala

 

0

-

 

 

 

0

0

 

 

 

Explicación de los signos utilizados

+ : a favor

- : en contra

0 : abstenciones

 


 

 

 

 

OPINIÓN DE LA COMISIÓN DE AGRICULTURA Y DESARROLLO RURAL (3.6.2020)

para la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria

sobre el papel de la UE en la protección y restauración de los bosques del mundo

(2019/2156(INI))

Ponente de opinión (*): Juozas Olekas

 

(*) Comisión asociada – artículo 57 del Reglamento interno

 

 

SUGERENCIAS

La Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural pide a la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria, competente para el fondo, que incorpore las siguientes sugerencias en la propuesta de Resolución que apruebe:

1. Subraya que, si bien los agricultores se encuentran en el núcleo de la atención a nuestras necesidades fundamentales tanto agrícolas como alimentarias, su labor depende de recursos naturales como la tierra, el agua y los bosques; señala que tomar conciencia de la multifuncionalidad de los bosques es esencial para la buena gestión de nuestro patrimonio forestal mundial; hace hincapié en que todos los aspectos económicos, sociales y ambientales (desde la producción tradicional de madera y otros productos hasta los servicios ecosistémicos, pasando por la biodiversidad y otros beneficios medioambientales, como la captura y el almacenamiento de carbono, que evitan la erosión de los suelos y mejoran la calidad del aire y de las aguas) están interrelacionados y son interdependientes; resalta que para estos aspectos resulta necesario un enfoque global y coherente a la hora de proteger, restaurar y gestionar los bosques y dar respuesta al problema de la deforestación;

2. Recuerda que son muchos los agricultores conscientes de que los bosques son una parte integrante y necesaria del paisaje por sus importantes funciones ecológicas, económicas y sociales, y que a lo largo de la historia han tratado de proteger, utilizar y regenerar los bosques, y siguen haciéndolo en la actualidad; señala que algunas comunidades locales y pueblos indígenas han practicado durante siglos una agricultura campesina respetuosa con los bosques gracias a sus especiales conocimientos sobre prácticas de explotación sostenibles; subraya que, en muchas partes del mundo, los derechos de estas poblaciones corren peligro;

3. Hace hincapié en que el 30 % de la superficie terrestre está cubierta de bosques, y en que estos bosques albergan el 80 % de la biodiversidad del planeta; señala que la conservación y la explotación sostenible de los bosques es una manera de proteger activamente el clima y un elemento fundamental para el bienestar de nuestra sociedad y las zonas rurales y que los bosques tropicales, en particular, son esenciales en la lucha contra el cambio climático y deben, por tanto, protegerse; reitera, y celebra que la Comisión así lo señale en su Comunicación, de 23 de julio de 2019, titulada «Intensificar la actuación de la UE para proteger y restaurar los bosques del mundo» (COM(2019)0352), que los bosques de edad madura y primarios son insustituibles; insta a que los debates sobre políticas y estrategias, así como la eficacia de la aplicación de la normativa, se basen también en esta idea al objeto de preservar y restaurar estos ecosistemas y lo que queda de ellos tanto dentro como fuera de la Unión;

4. Expresa su profunda inquietud ante la posibilidad de que, pese a los esfuerzos de la Unión y sus Estados miembros, sea improbable que se cumpla el compromiso de la Unión de detener la deforestación para 2020 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, por lo que apoya con firmeza a la Comisión en su propuesta de intensificar la actuación para proteger y restaurar los bosques del mundo; destaca que las importaciones de deforestación incorporada vinculada a productos agrícolas y ganaderos constituyen importantes factores determinantes agrarios de la deforestación; subraya que, aparte de los productos básicos agrícolas, hay otras materias primas que contribuyen asimismo a la deforestación a gran escala, así como que para mitigar sus efectos negativos hará falta reservar áreas de bosque intacto de tamaño suficiente y dotarlas de la máxima protección, a fin de apoyar los procesos ecológicos a gran escala fundamentales para la adaptación de los bosques al cambio climático; destaca asimismo que las disposiciones legales y normas de aplicación existentes sobre la sostenibilidad ambiental y social de la producción han de aplicarse plenamente para que surtan efecto; considera que la Unión debe abordar el nivel de demanda de productos básicos que suponen riesgos para el bosque, también en el caso de la agricultura, fomentando un mayor recurso a lo local y apoyando el uso de materias primas de abastecimiento legal y sostenible, con un mayor énfasis en la alimentación en pastizales;

5. Destaca que la deforestación de los bosques húmedos impulsada por el cambio del uso de la tierra reduce el potencial de captura de carbono y de este modo contribuye notablemente al incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero;

6. Señala que los cuatro sistemas de certificación principales del aceite de palma (RSPO14, ISCC15, MSPO16, ISPO17) difieren significativamente por lo que respecta a sus exigencias, eficacia, aceptación comercial y transparencia; subraya que se han detectado incoherencias en su aplicación y cumplimiento y que ninguno de dichos sistemas aborda todas las cuestiones ambientales y sociales a las que hacen referencia los objetivos políticos de la Unión y de las Naciones Unidas; insta a que, con carácter urgente, se efectúen las modificaciones correspondientes en los sistemas de certificación y a que se ponga mayor empeño en conseguir cadenas de suministro libres de deforestación;

7. Reconoce la importancia de la buena gestión de los terrenos forestales y agrícolas; considera en consecuencia que toda nueva medida ha de abordar cuestiones como las relativas a evitar las prácticas de gestión y el uso de la tierra insostenibles, lidiar con las perturbaciones naturales y mitigar el cambio climático, y atajar la deforestación mundial; destaca que dichas cuestiones acarrean graves costes medioambientales y sociales, como la pérdida de biodiversidad por la destrucción y la fragmentación de hábitats naturales (incluidos los de especies amenazadas), y tienen repercusiones adversas para los medios de subsistencia de las comunidades locales al ignorar los derechos e intereses de estas;

8. Señala que la importancia social y económica de la agricultura está aumentando por la mayor producción de alimentos y productos básicos agrícolas necesaria para, al mismo tiempo que se mitiga el cambio climático, atender las necesidades de una población mundial que va en aumento; observa con preocupación que se estima que el 14 % de los alimentos mundiales se pierde en la cosecha, el sacrificio y la captura[27] y hace hincapié en la necesidad de medidas coherentes al objeto de evitar la pérdida y el desperdicio de alimentos a lo largo de la cadena alimentaria y de responder rápidamente en caso de crisis que puedan producir escasez de alimentos;

9. Se remite a la Declaración Ministerial de Katowice de 2018 sobre Bosques para el Clima, adoptada por la comunidad internacional el 12 de diciembre de 2018 en relación con la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), en la que se subraya la importancia de los bosques y del uso de la madera para la protección del clima y se vinculan estos aspectos con otros objetivos y decisiones internacionales relativos a los bosques; observa que, como se señala en dicha Declaración, estos objetivos solo pueden alcanzarse mediante una gestión forestal activa y multifuncional, lo que entraña una estrategia de gestión que tome en consideración todos los objetivos forestales —como almacenamiento de carbono, protección de las especies y el suelo, extracción de materias primas, ocio y producción de alimentos— y logre un equilibrio entre ellos;

10. Destaca la función vital de la silvicultura, junto con la agricultura, en la gestión de los recursos naturales y el uso de la tierra en las zonas rurales de la Unión y del mundo; es en este sentido consciente de la variedad existente en la gestión forestal, la propiedad forestal, la agrosilvicultura y las posibilidades entre Estados miembros;

11. Subraya la necesidad de implantar programas de apoyo a la rehabilitación de suelos degradados inadecuados para la agricultura y a su reincoporación al ciclo forestal o agrícola;

12. Destaca la necesidad de impulsar la producción y el consumo de productos de abastecimiento sostenible mediante el fomento de cadenas de suministro libres de deforestación y la prohibición de la comercialización en la Unión de aquellos productos que no cumplan las normas de la Unión o contribuyan a la deforestación; hace hincapié en que, para obtener productos de abastecimiento sostenible, es necesario implantar obligaciones en materia de diligencia debida y criterios de sostenibilidad jurídicamente vinculantes en lo que respecta a los productos básicos que suponen riesgos para el bosque, así como mejorar la trazabilidad y la transparencia en la cadena de suministro y estar en guardia ante fenómenos que se aprovechan de una trazabilidad inadecuada; recuerda por otra parte la necesidad de respetar los compromisos asumidos en la Declaración de Nueva York sobre los bosques de la CMNUCC; destaca asimismo las ventajas derivadas de implantar un sistema de certificación de la Unión que permita la suspensión inmediata de importaciones en caso de que se detecte, mediante imágenes de satélite, la existencia de zonas de deforestación; señala la posibilidad de implantar un sistema de etiquetado y certificación para los productos importados a la Unión que no causen deforestación ni se deriven de esta y de incluir esta vertiente de ausencia de deforestación en los acuerdos comerciales de la Unión y otros acuerdos multilaterales; observa que en algunos países existen regímenes de etiquetado, ya sean voluntarios o de otro tipo, para la madera y otros productos; opina, no obstante, que un sistema generalizado contribuiría a aumentar la sensibilización y a ofrecer una visión cuantitativa de las tendencias a nivel mundial;

13. Solicita a la Comisión que presente periódicamente un informe sobre las tendencias de la deforestación y la explotación de zonas con grandes reservas de carbono, como las turberas, en terceros países;

14. Destaca que se ha de seguir fomentando la bioeconomía sostenible, la necesaria sustitución de los materiales basados en sustancias fósiles y el consumo de productos de abastecimiento sostenible mediante la implantación de un sistema de etiquetado y certificación para los productos importados a la Unión que no causen deforestación ni se deriven de esta y la inclusión de esta vertiente de ausencia de deforestación en los acuerdos comerciales de la Unión y otros acuerdos multilaterales;

15. Hace hincapié en la importancia de entablar asociaciones incluyentes con terceros países al objeto de reforzar la gestión de la tierra y la agricultura sostenibles junto con el buen gobierno, en particular lo que respecta a la tenencia de la tierra y los bosques, pues se trata de responsabilidades gubernamentales de lucha contra la deforestación que las partes interesadas externas no pueden atender más que de manera parcial; recuerda que un enfoque de asociación que apoye una mejor gobernanza ha de respetar los derechos de los pueblos indígenas, los pequeños propietarios y las comunidades locales y permitir procesos multilaterales en los países productores; insiste en la importancia de establecer cadenas de valor agrícolas sostenibles y transparentes mediante acuerdos comerciales que no permitan la entrada en el territorio de la Unión de productos agrícolas que no respeten las normas y valores de esta en materia de protección forestal; pone de relieve la necesidad de incluir cláusulas de salvaguardia en los acuerdos comerciales en el futuro que permitan a la Unión suspender las importaciones de los productos correspondientes de las regiones o países en los que se constate deforestación; estima por otra parte que dichos acuerdos deben incluir disposiciones vinculantes y ejecutables para proteger los bosques y prevenir violaciones de los derechos humanos, en particular en relación con la tenencia comunitaria;

16. Tiene en cuenta el apoyo general que suscita la protección de los ecosistemas forestales mundiales, incluidos las especies silvestres y sus hábitats, al pedir que se actúe con carácter urgente al objeto de proteger los bosques en todo el mundo y conseguir cadenas de suministro mundiales sostenibles;

17. Pide que se prohíba la entrada en el mercado interior de la Unión de todo producto que produzca deforestación en el mundo;

18. Anima a que se apliquen medidas de apoyo tendentes a aumentar la productividad agrícola en los países a las que vayan dirigidas, a fin de reducir la presión social y económica asociada a la deforestación y a la explotación de turberas;

19. Destaca que el aceite de palma es un importante factor determinante de la deforestación a una escala alarmante en el contexto de la agricultura comercial en países de Asia Sudoriental, mientras que el cultivo de soja para la alimentación animal contribuye a la deforestación en América del Sur;

20. Subraya la necesidad de que se sigan haciendo notables avances en lo que respecta a elaborar y aplicar una estrategia de la Unión en materia de cultivos proteaginosos y a consolidar la producción de dichos cultivos dentro de la Unión, a fin de limitar el peligro de deforestación asociado a estos cultivos en otras regiones del mundo, reducir la dependencia de las importaciones y disminuir la presión sobre los bosques debida al cambio de uso de la tierra; destaca que dichos avances han de producirse, entre otros mecanismos, a través de una práctica más generalizada del sistema de rotación de cultivos que vaya acompañada de apoyo y orientación a los agricultores de las zonas adecuadas para el cultivo de proteaginosas, y que ello reduciría tanto la dependencia de las importaciones como la deforestación, degradación y presión que padecen los bosques como consecuencia del cambio de uso de la tierra; pide en consecuencia la introducción de criterios de sostenibilidad para las importaciones de proteínas vegetales;

21. Anima a la Comisión a que vele por que una plataforma multilateral que incluya absolutamente a todas las partes interesadas correspondientes pase a formar parte integral de un marco jurídico;

22. Destaca la importancia que reviste seguir impulsando y perfeccionando los sistemas existentes, como el Plan de Acción sobre aplicación de las leyes, gobernanza y comercio forestales (FLEGT, por sus siglas en inglés) de la Unión, los acuerdos de asociación voluntaria que incluyen la participación de la sociedad civil, el Programa de las Naciones Unidas para reducir las emisiones debidas a la deforestación y la degradación forestal (REDD+, por sus siglas en inglés) y la legislación vigente, por ejemplo el Reglamento sobre la madera[28], así como lo importante que resulta fomentar los actuales sistemas voluntarios; hace hincapié en la importancia de estos sistemas a la hora de reducir la carga administrativa de los Estados miembros, facilitar la transferencia de conocimientos, concienciar y responsabilizar a los países socios de fuera de la Unión, y, en particular, abordar la legalidad de la madera mediante la firme y oportuna ejecución de las normativas tanto dentro como fuera de la Unión;

23. Cree que deben abordarse los factores determinantes de la deforestación en un marco político de la Unión de modo que quede garantizada la coherencia de las políticas forestales y disminuya la presión sobre los bosques; considera que un marco político de este tipo fomentaría una agricultura cada vez más innovadora, sostenible y eficaz tanto dentro como fuera de la Unión y reduciría la pérdida de alimentos a lo largo de la cadena agroalimentaria gracias a las nuevas tecnologías; llama la atención sobre el hecho de que resulta posible la consecución de los objetivos propuestos en el marco garantizando un acceso fácil de los agricultores a la financiación de modo que puedan adquirir tecnologías de última generación para la agricultura de precisión; considera que se ha de atender la elevada demanda de alimentos a través de la asistencia técnica, la colaboración entre organizaciones agrícolas y la transferencia de conocimientos;

24. Recalca que la reforma de la silvicultura debe dar lugar a prácticas de gestión forestal integrada en todo el mundo, ya que solo de este modo podrán aprovecharse al máximo las posibilidades que ofrece una silvicultura multifuncional; observa que la gestión forestal integrada se basa en la producción sostenible de madera en cuanto materia prima natural y el aprovechamiento de las posibilidades de uso sostenible que ofrece la madera en todas sus formas;

25. Hace hincapié en la importancia que reviste una gestión forestal sostenible, también en materia de formación, tanto en la Unión como en terceros países en cuanto factor fundamental a la hora de garantizar que los propietarios forestales, las personas que viven o trabajan en bosques y los agricultores que se dedican a la agrosilvicultura obtengan ingresos, de mejorar la biodiversidad y la captura de carbono en los bosques y de fortalecer la resistencia de estos; subraya, en este sentido, la importancia de apoyar a los propietarios de bosques y, en especial, tener en cuenta la situación de los pequeños propietarios de bosques;

26. Destaca el papel de los sistemas agroforestales, incluidos los bosques de pastizal extensivos, en la conservación de la biodiversidad, la mitigación del cambio climático y la adaptación a este como práctica con un elevado potencial de captura de carbono; subraya que, en períodos secos, ello puede constituir una fuente importante de piensos para animales y para la diversificación de la producción, en particular para la bioeconomía; hace hincapié en que algunos estudios de campo muestran que la agrosilvicultura utiliza la tierra de manera más eficiente que las prácticas de monocultivo y podría por lo tanto servir para disminuir la presión en otros ecosistemas, incluidos los bosques; solicita que se cambien las normas al objeto de facilitar la regeneración y la restauración de los sistemas agroforestales existentes y pide que se creen nuevos sistemas;

27. Destaca que reducir la presión que supone el consumo es fundamental para la protección de los bosques; hace hincapié al mismo tiempo en que debe fomentarse la utilización en cascada de la madera como materia prima; señala que solo los productos de larga duración, como muebles o edificios, permiten aprovechar los servicios ecológicos de la madera;

28. Subraya que los acuerdos comerciales con terceros países deben incluir disposiciones sobre la gestión forestal sostenible y la responsabilidad empresarial, además de compromisos en cuanto a una aplicación real del Acuerdo de París;

29. Manifiesta su gran preocupación por la información relativa a la perpetración de actos de explotación forestal ilegal y de actividad criminal asociada contra silvicultores y guardas forestales tanto en terceros países como en la Unión; pide a la Comisión y a los Estados miembros que sigan actuando con decisión para evitar y combatir la explotación forestal ilegal, especialmente en los últimos bosques de edad madura de Europa, y haciendo cumplir la legislación vigente aplicable de la Unión y, por tanto, imponiendo sanciones proporcionadas, disuasorias y efectivas en caso de infracción de la normativa de la Unión;

30. Subraya la necesidad de sensibilizar a la opinión pública acerca de las consecuencias sociales y económicas de la explotación forestal ilegal y los delitos forestales;

31. Destaca que en el informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente titulado «El medio ambiente en Europa. Estado y perspectivas 2020» se constata que solo una tercera parte de los hábitats forestales incluidos en la Directiva sobre los hábitats[29] se encuentran en un estado de conservación favorable, y que se han producido pocas mejoras en el estado de conservación de los hábitats forestales desde 2013, pese a la aplicación de la estrategia de la Unión en favor de los bosques y el sector forestal; subraya que se necesitan recursos adecuados para gestionar estos lugares y velar por la aplicación de la Directiva sobre los hábitats.

 


INFORMACIÓN SOBRE LA APROBACIÓN
EN LA COMISIÓN COMPETENTE PARA EMITIR OPINIÓN

Fecha de aprobación

26.5.2020

 

 

 

Resultado de la votación final

+:

–:

0:

31

13

4

Miembros presentes en la votación final

Mazaly Aguilar, Clara Aguilera, Atidzhe Alieva-Veli, Álvaro Amaro, Eric Andrieu, Attila Ara-Kovács, Carmen Avram, Adrian-Dragoş Benea, Mara Bizzotto, Daniel Buda, Isabel Carvalhais, Asger Christensen, Angelo Ciocca, Ivan David, Paolo De Castro, Jérémy Decerle, Salvatore De Meo, Herbert Dorfmann, Luke Ming Flanagan, Dino Giarrusso, Francisco Guerreiro, Martin Häusling, Martin Hlaváček, Krzysztof Jurgiel, Jarosław Kalinowski, Elsi Katainen, Gilles Lebreton, Norbert Lins, Marlene Mortler, Ulrike Müller, Juozas Olekas, Pina Picierno, Maxette Pirbakas, Bronis Ropė, Bert-Jan Ruissen, Anne Sander, Petri Sarvamaa, Simone Schmiedtbauer, Annie Schreijer-Pierik, Veronika Vrecionová, Sarah Wiener, Juan Ignacio Zoido Álvarez

Suplentes presentes en la votación final

Manuel Bompard, Anja Hazekamp, Pär Holmgren, Peter Jahr, Zbigniew Kuźmiuk, Christine Schneider, Sylwia Spurek, Marc Tarabella, Hilde Vautmans

 


VOTACIÓN FINAL NOMINAL
EN LA COMISIÓN COMPETENTE PARA EMITIR OPINIÓN

31

+

ECR

Mazaly Aguilar, Krzysztof Jurgiel, Veronika Vrecionová

ID

Gilles Lebreton, Maxette Pirbakas,

GUE/NGL

Manuel Bompard, Luke Ming Flanagan, Anja Hazekamp

NI

Dino Giarrusso

Renew

Atidzhe Alieva-Veli, Asger Christensen, Jérémy Decerle, Martin Hlavacek, Elsi Katainen, Ulrike Müller, Hilde Vautmans

S&D

Clara Aguilera, Eric Andrieu, Attila Ara-Kovács, Carmen Avram, Adrian-Dragoş Benea, Isabel Carvalhais, Paolo De Castro, Juozas Olekas, Pina Picierno, Marc Tarabella

Verts/ALE

Francisco Guerreiro, Martin Häusling, Pär Holmgren, Bronis Ropė, Sarah Wiener

 

13

-

ID

Ivan David

PPE

Álvaro Amaro, Daniel Buda, Salvatore De Meo, Herbert Dorfmann, Jaroslaw Kalinowski, Norbert Lins, Marlene Mortler, Petri Sarvamaa, Simone Schmiedtbauer, Christine Schneider, Annie Schrijer-Pierik, Juan Ignacio Zoido Álvarez

 

4

0

ECR

Bert-Jan Ruissen

ID

Mara Bizzotto, Angelo Ciocca

PPE

Anne Sander

 

Explicación de los signos utilizados

+ : a favor

- : en contra

0 : abstenciones


 

 

OPINIÓN DE LA COMISIÓN DE INDUSTRIA, INVESTIGACIÓN Y ENERGÍA (3.6.2020)

para la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria

sobre el papel de la UE en la protección y restauración de los bosques del mundo

(2019/2156(INI))

Ponente de opinión: Mauri Pekkarinen

 

 


SUGERENCIAS

La Comisión de Industria, Investigación y Energía pide a la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria, competente para el fondo, que incorpore las siguientes sugerencias en la propuesta de Resolución que apruebe:

A. Considerando que una política forestal sostenible y eficaz requiere información fiable sobre los recursos forestales, su estado y la manera en que se gestionan y utilizan, y también información fiable sobre el cambio de uso de la tierra;

B. Considerando que los bosques y las cadenas de valor forestales son fundamentales para continuar desarrollando la bioeconomía circular, puesto que generan empleo y bienestar económico en zonas rurales y urbanas, contribuyen a la mitigación del cambio climático y ofrecen beneficios relacionados con la salud;

1. Recuerda que se espera que la Unión y sus Estados miembros adopten medidas urgentes para proteger y restaurar los bosques a fin de cumplir los compromisos que asumieron en virtud de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, el Acuerdo de París, el Plan Estratégico Mundial para la Biodiversidad 2011-2020 y el Plan Estratégico de las Naciones Unidas para los Bosques y sus objetivos forestales mundiales;

2. Muestra su profunda preocupación ante las escasas probabilidades de que se cumpla el compromiso de la Unión de poner freno a la deforestación para 2020 como contribución a los ODS, pese a los esfuerzos de la Unión y sus Estados miembros; apoya con firmeza a la Comisión en su propuesta de intensificar la actuación para proteger y restaurar los bosques del mundo;

3. Subraya que la deforestación y la degradación forestal a escala mundial son problemas graves, por lo que acoge con satisfacción la Comunicación de la Comisión, de 23 de julio de 2019, titulada «Intensificar la actuación de la UE para proteger y restaurar los bosques del mundo» (COM(2019)0352);

4. Toma nota de las prioridades de actuación establecidas en la Comunicación y expresa su compromiso de participar activamente en el desarrollo ulterior de las medidas descritas para que sean eficaces y complementarias y pide que posteriormente se refuercen y se pongan en práctica como es debido; hace hincapié en la necesidad de un planteamiento de conjunto; recalca que es preciso que las medidas se basen en los tres pilares de la sostenibilidad: el medioambiental, el económico y el social;

5. Destaca que la gestión sostenible de los bosques puede prevenir la deforestación y tiene efectos positivos en la salud y la diversidad de los bosques y que presta servicios de captura y almacenamiento de CO2 en bosques resilientes y en crecimiento y de almacenamiento de carbono en productos madereros, además de proporcionar una materia prima renovable y respetuosa con el medio ambiente, que podría sustituir los materiales de gran consumo energético y los combustibles fósiles;

6. Hace hincapié en la importancia de facilitar un planteamiento inclusivo basado en la asociación con países terceros a todos los niveles para reforzar la gestión de la tierra y la agricultura sostenibles, la tenencia de la tierra y la buena gobernanza, la economía circular basada en la madera y libre de deforestación, así como de desarrollar la estrecha relación entre estos aspectos en la lucha contra la deforestación, al tiempo que se respetan los derechos de los pueblos indígenas, los pequeños agricultores y las comunidades locales;

7. Señala la importancia de garantizar que la deforestación se incluye en los diálogos políticos a escala nacional y de ayudar a los países socios a elaborar y aplicar marcos nacionales de silvicultura y silvicultura sostenible, teniendo en cuenta los distintos tipos de gestión forestal que existen en los Estados miembros; hace hincapié en que estos marcos nacionales deben reflejar tanto las necesidades nacionales como los compromisos mundiales; destaca la necesidad de poner en marcha mecanismos de incentivación para que los pequeños agricultores mantengan y mejoren el ecosistema y los productos obtenidos a partir de la silvicultura y la agricultura sostenibles;

8. Destaca que Horizonte 2020 ya ha financiado investigaciones e innovaciones importantes en el ámbito de la transición hacia unas prácticas de uso de la tierra y cadenas de suministro más sostenibles para poner freno a la deforestación y la degradación forestal; pide que se aumenten los recursos financieros de modo que Horizonte Europa pueda seguir prestando apoyo en estos ámbitos;

9. Recalca la necesidad de promover la aplicación del Reglamento de la Unión sobre la madera[30] a fin de impedir la entrada de madera de origen ilegal en el mercado único europeo;

10. Subraya la necesidad de movilizar inversiones privadas para abordar los factores que conducen a la deforestación y cumplir los ODS y el Acuerdo de París; recalca, con este fin, la importancia de un marco regulador competitivo y la necesidad de implicar plenamente a las partes interesadas en todas las fases del proceso político;

11. Destaca la necesidad de seguir evaluando otras medidas normativas y no normativas conformes con las normas de la OMC que incidan en la demanda para garantizar una interpretación común de «cadenas de suministro libres de deforestación»; hace hincapié en que es preciso aumentar la transparencia de la cadena de suministro y minimizar el riesgo de deforestación en general y la deforestación asociada a importaciones de productos básicos en la Unión; pide a la Comisión que entable un diálogo con otros países consumidores acerca de cadenas de suministro, finanzas e inversiones libres de deforestación;

12. Pide a la Comisión que apoye y estimule la innovación y las iniciativas impulsadas por la industria para reforzar la sostenibilidad en las cadenas de valor;

13. Pide a la Unión que apoye, en estrecha cooperación con los Estados miembros, la vigilancia de la deforestación y la degradación forestal mediante la utilización de datos de observación de la Tierra procedentes de distintas fuentes y mediante el desarrollo de satélites para la toma de imágenes terrestres más precisas a fin de controlar la deforestación con exactitud y en tiempo real; señala que la información facilitada constituiría una valiosa herramienta en la lucha contra la deforestación a nivel mundial;

14. Pide a la Comisión que aumente la transparencia de las cadenas de suministro y minimice el riesgo de deforestación para la industria y los consumidores, todo lo cual contribuiría a garantizar que las cadenas de suministro estén libres de deforestación;

15. Insiste en la necesidad de reforzar las normas y los sistemas de certificación existentes a día de hoy en lugar de incorporar a ellos nuevas normas y certificados y en que, además, las normas y los sistemas de certificación respeten las normas de la OMC;

16. Pide que se conciencie a los consumidores y las industrias de la Unión acerca de la necesidad de reducir nuestra huella en el planeta asociada al consumo, anima a consumir productos procedentes de cadenas de suministro libres de deforestación y pide que la bioeconomía de la Unión cree tales cadenas;

17. Reitera su petición a la Comisión de que presente sin demora una propuesta de marco jurídico europeo basado en la diligencia debida a fin de garantizar unas cadenas de suministro sostenibles y libres de deforestación para todos los productos comercializados en la Unión, de conformidad con las normas y obligaciones internacionales; insiste en que dicha legislación vaya acompañada de un sólido mecanismo de control del cumplimiento e incluya sanciones eficaces, proporcionadas y disuasorias en caso de incumplimiento.

 


INFORMACIÓN SOBRE LA APROBACIÓN
EN LA COMISIÓN COMPETENTE PARA EMITIR OPINIÓN

Fecha de aprobación

28.5.2020

 

 

 

Resultado de la votación final

+:

–:

0:

54

1

23

Miembros presentes en la votación final

François Alfonsi, Nicola Beer, François-Xavier Bellamy, Hildegard Bentele, Tom Berendsen, Vasile Blaga, Michael Bloss, Manuel Bompard, Paolo Borchia, Marc Botenga, Markus Buchheit, Klaus Buchner, Martin Buschmann, Cristian-Silviu Buşoi, Jerzy Buzek, Carlo Calenda, Andrea Caroppo, Maria da Graça Carvalho, Ignazio Corrao, Josianne Cutajar, Nicola Danti, Pilar del Castillo Vera, Martina Dlabajová, Christian Ehler, Valter Flego, Niels Fuglsang, Lina Gálvez Muñoz, Claudia Gamon, Jens Geier, Nicolás González Casares, Bart Groothuis, Christophe Grudler, András Gyürk, Henrike Hahn, Robert Hajšel, Ivo Hristov, Ivars Ijabs, Romana Jerković, Eva Kaili, Seán Kelly, Izabela-Helena Kloc, Łukasz Kohut, Zdzisław Krasnodębski, Andrius Kubilius, Miapetra Kumpula-Natri, Thierry Mariani, Marisa Matias, Eva Maydell, Georg Mayer, Joëlle Mélin, Iskra Mihaylova, Dan Nica, Angelika Niebler, Ville Niinistö, Aldo Patriciello, Mauri Pekkarinen, Mikuláš Peksa, Tsvetelina Penkova, Morten Petersen, Markus Pieper, Clara Ponsatí Obiols, Sira Rego, Jérôme Rivière, Robert Roos, Sara Skyttedal, Maria Spyraki, Jessica Stegrud, Beata Szydło, Grzegorz Tobiszowski, Patrizia Toia, Evžen Tošenovský, Marie Toussaint, Isabella Tovaglieri, Henna Virkkunen, Pernille Weiss, Carlos Zorrinho

Suplentes presentes en la votación final

Jutta Paulus, Edina Tóth

 


VOTACIÓN FINAL NOMINAL
EN LA COMISIÓN COMPETENTE PARA EMITIR OPINIÓN

54

+

GUE/NGL

Manuel Bompard, Marc Botenga, Marisa Matias, Sira Rego

NI

Martin Buschmann, Clara Ponsatí Obiols

PPE

François-Xavier Bellamy, Hildegard Bentele, Tom Berendsen, Vasile Blaga, Cristian-Silviu Buşoi, Jerzy Buzek, Maria Da Graça Carvalho, Pilar Del Castillo Vera, Christian Ehler, András Gyürk, Seán Kelly, Andrius Kubilius, Eva Maydell, Angelika Niebler, Aldo Patriciello, Markus Pieper, Sara Skyttedal, Maria Spyraki, Edina Tóth, Henna Virkkunen, Pernille Weiss

Renew

Nicola Beer, Nicola Danti, Martina Dlabajová, Valter Flego, Claudia Gamon, Bart Groothuis, Christophe Grudler, Ivars Ijabs, Iskra Mihaylova, Mauri Pekkarinen, Morten Petersen

S&D

Carlo Calenda, Josianne Cutajar, Niels Fuglsang, Lina Gálvez Muñoz, Jens Geier, Nicolás González Casares, Robert Hajšel, Ivo Hristov, Romana Jerković, Eva Kaili, Łukasz Kohut, Miapetra Kumpula-Natri, Dan Nica, Tsvetelina Penkova, Patrizia Toia, Carlos Zorrinho

 

1

-

ECR

Robert Roos

 

23

0

ECR

Izabela-Helena Kloc, Zdzisław Krasnodębski, Jessica Stegrud, Beata Szydło, Grzegorz Tobiszowski, Evžen Tošenovský

ID

Paolo Borchia, Markus Buchheit, Andrea Caroppo, Thierry Mariani, Georg Mayer, Joëlle Mélin, Jérôme Rivière, Isabella Tovaglieri

NI

Ignazio Corrao

Verts/ALE

François Alfonsi, Michael Bloss, Klaus Buchner, Henrike Hahn, Ville Niinistö, Jutta Paulus, Mikuláš Peksa, Marie Toussaint

 

Explicación de los signos utilizados

+ : a favor

- : en contra

0 : abstenciones

 

 

 


 

 

INFORMACIÓN SOBRE LA APROBACIÓN EN LA COMISIÓN COMPETENTE PARA EL FONDO

Fecha de aprobación

7.7.2020

 

 

 

Resultado de la votación final

+:

–:

0:

66

2

9

Miembros presentes en la votación final

Nikos Androulakis, Bartosz Arłukowicz, Margrete Auken, Simona Baldassarre, Marek Paweł Balt, Traian Băsescu, Aurelia Beigneux, Monika Beňová, Sergio Berlato, Malin Björk, Simona Bonafè, Delara Burkhardt, Pascal Canfin, Sara Cerdas, Tudor Ciuhodaru, Nathalie Colin-Oesterlé, Miriam Dalli, Esther de Lange, Christian Doleschal, Bas Eickhout, Eleonora Evi, Agnès Evren, Fredrick Federley, Pietro Fiocchi, Andreas Glück, Catherine Griset, Jytte Guteland, Teuvo Hakkarainen, Anja Hazekamp, Martin Hojsík, Pär Holmgren, Jan Huitema, Yannick Jadot, Adam Jarubas, Petros Kokkalis, Ewa Kopacz, Joanna Kopcińska, Ryszard Antoni Legutko, Peter Liese, Sylvia Limmer, Javi López, César Luena, Fulvio Martusciello, Liudas Mažylis, Joëlle Mélin, Tilly Metz, Silvia Modig, Dolors Montserrat, Alessandra Moretti, Dan-Ștefan Motreanu, Ville Niinistö, Grace O’Sullivan, Jutta Paulus, Stanislav Polčák, Jessica Polfjärd, Frédérique Ries, María Soraya Rodríguez Ramos, Sándor Rónai, Rob Rooken, Silvia Sardone, Günther Sidl, Linea Søgaard-Lidell, Nicolae Ştefănuță, Edina Tóth, Véronique Trillet-Lenoir, Petar Vitanov, Alexandr Vondra, Mick Wallace, Pernille Weiss, Michal Wiezik, Tiemo Wölken, Anna Zalewska

Suplentes presentes en la votación final

Catherine Chabaud, Norbert Lins, Vincenzo Sofo, Maria Spyraki, Inese Vaidere, Lucia Vuolo

 


VOTACIÓN FINAL NOMINAL EN LA COMISIÓN COMPETENTE PARA EL FONDO

66

+

GUE/NGL

Malin BJÖRK, Anja HAZEKAMP, Petros KOKKALIS, Silvia MODIG, Mick WALLACE

NI

Eleonora EVI

PPE

Bartosz ARŁUKOWICZ, Traian BĂSESCU, Nathalie COLIN-OESTERLÉ, Christian DOLESCHAL, Agnès EVREN, Adam JARUBAS, Ewa KOPACZ, Esther de LANGE, Peter LIESE, Norbert LINS, Fulvio MARTUSCIELLO, Liudas MAŽYLIS, Dolors MONTSERRAT, Dan-Ștefan MOTREANU, Stanislav POLČÁK, Maria SPYRAKI, Edina TÓTH, Inese VAIDERE, Pernille WEISS, Michal WIEZIK

RENEW

Pascal CANFIN, Catherine CHABAUD, Martin HOJSÍK, Jan HUITEMA, Frédérique RIES, María Soraya RODRÍGUEZ RAMOS, Nicolae ŞTEFĂNUȚĂ, Linea SØGAARD-LIDELL, Véronique TRILLET-LENOIR

S&D

Nikos ANDROULAKIS, Marek Paweł BALT, Monika BEŇOVÁ, Simona BONAFÈ, Delara BURKHARDT, Sara CERDAS, Tudor CIUHODARU, Miriam DALLI, Jytte GUTELAND, Javi LÓPEZ, César LUENA, Alessandra MORETTI, Sándor RÓNAI, Günther SIDL, Petar VITANOV, Tiemo WÖLKEN

ID

Simona BALDASSARRE, Aurelia BEIGNEUX, Catherine GRISET, Joëlle MÉLIN, Silvia SARDONE, Vincenzo SOFO, Lucia VUOLO

VERTS/ALE

Margrete AUKEN, Bas EICKHOUT, Pär HOLMGREN, Yannick JADOT, Tilly METZ, Ville NIINISTÖ, Grace O'SULLIVAN, Jutta PAULUS

 

2

-

ID

Teuvo HAKKARAINEN, Sylvia LIMMER

 

9

0

ECR

Sergio BERLATO, Pietro FIOCCHI, Joanna KOPCIŃSKA, Ryszard Antoni LEGUTKO, Rob ROOKEN, Alexandr VONDRA, Anna ZALEWSKA

RENEW

Fredrick FEDERLEY, Andreas GLÜCK

 

Explicación de los signos utilizados

+ : a favor

- : en contra

0 : abstenciones

 

 

 

Última actualización: 3 de septiembre de 2020
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